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ASESINOS MÚLTIPLES: PERFÍL Y CARACTERÍSTICAS EN COMÚN.

Autor: Juan Pablo Rodríguez


Universidad Bicentenaria de Aragua
rodriguezbrake@gmail.com
Barinas, Venezuela

RESUMEN

El presente artículo trata sobre los asesinos múltiples: perfil y


características en común, y tiene como objetivo describir el perfil de los
asesinos múltiples, con el propósito de disminuir sus repercusiones a nivel
social, a través de la metodología de análisis crítico e interpretativo. Las
fases para el desarrollo del trabajo fueron: selección de la lectura, análisis,
reflexión, y síntesis. Se concluye: Los asesinatos han estado presente en el
comportamiento humano desde el origen de ésta especie, Las experiencias
vitales de los asesinos múltiples están marcadas por recuerdos angustiosos,
creencias distorsionadas y conflictos no resueltos que dirigen su
comportamiento asesino, tanto a nivel consciente como inconsciente, se
distingue tres tipos de asesinos múltiples: el asesino en masa, el asesino
itinerante, y el asesino en serie, y las características psicológicas más
comunes de los asesinos múltiples son insensibilidad emocional, carencia de
empatía, egocentrismo, coeficiente intelectual promedio o alto, presencia de
parafilias como la necrofilia, sadismo, y pedofilia, prácticas de antropofagia,
padecen de psicopatía o son psicóticos, entre otras.

Palabras clave: Asesinos Múltiples, Características, Perfil.


MULTIPLE KILLERS: PROFILE AND COMMON CHARACTERISTICS.

Author: Juan Pablo Rodríguez


Bicentennial University of Aragua
rodriguezbrake@gmail.com
Barinas, Venezuela

ABSTRACT
This article deals with multiple murderers: profile and characteristics in
common, and aims to describe the profile of multiple murderers, with the
purpose of reducing their repercussions at the social level, through the
methodology of critical and interpretative analysis. The phases for the
development of the work were: selection of reading, analysis, reflection, and
synthesis. In conclusion: Murders have been present in human behavior
since the origin of this species. The vital experiences of multiple murderers
are marked by distressing memories, distorted beliefs and unresolved
conflicts that direct their murderous behavior, both consciously and
unconsciously. There are three types of multiple killers: the mass murderer,
the itinerant murderer, and the serial killer, and the most common
psychological characteristics of multiple murderers are emotional insensitivity,
lack of empathy, self-centeredness, average or high IQ, presence of
paraphilias such as necrophilia, sadism, and pedophilia, anthropophagy
practices, suffer from psychopathy or are psychotic, among others.

Keywords: Multiple killers, Features, Profile.


Introducción

Los asesinatos han estado presentes en la historia de la humanidad


desde sus orígenes, y han evolucionado con el desarrollo de esta especie,
las causas de este comportamiento son diversas, sin embargo, existe una
constante llamada “motivo” que al evaluarla de manera singular se
transformar en una “incógnita”. Las personas al enterarse de un asesinato se
hacen la misma pregunta una y otra vez ¿Por qué lo hizo? ¿Cuáles fueron
las razones que lo motivaron a cometer el crimen? La respuesta se
encuentra en la psiquis del asesino y en los antecedentes de crianza que se
analizarán, y compararán en casos que se presentarán en el desarrollo del
artículo.

Al retomar el tema sobre el origen histórico de los asesinatos, se cita a


Romero (2019) que expresa “Atapuerca es el escenario del descubrimiento
del primer asesinato de la historia tras la aparición de un cráneo de hace
430.000 años con grandes agujeros en la frente” (p. 1). De acuerdo a la
investigadora, éste es el yacimiento funerario más antiguo del mundo,
además, representa el descubrimiento del asesinato más remoto de la
historia, revelando signos de violencia extrema. “El cráneo mostraba dos
lesiones mortales que penetraron el hueso frontal, justo encima del ojo
izquierdo de la victima; una agresión letal, un asesinato en toda regla” (Ob.
Cit). En coherencia con la cita, la autora descarta que el cadáver que data de
hace 430.000 años allá sido producto de un accidente, los análisis forenses
mostraron que la muerte fue producto de un asesinato. Demostrando de ésta
manera que los seres humanos tienen la tendencia a cometer asesinatos
desde tiempos arcaicos.

En el marco de las observaciones anteriores, el presente artículo acerca


de los asesinatos múltiples trata de poner de manifiesto las diferentes teorías
que abordan este concepto, sus principios explicativos y las medidas, que
cada una de ellas propone para hacer frente a este problema concreto. Se
han expuesto además, análisis e investigaciones desde diferentes prismas y
disciplinas, en relación al tema de los perfiles y características en común. La
segunda parte del artículo expone, un análisis de casos de asesinos
múltiples producto de una investigación científica. Por último, el artículo
presenta las conclusiones relevantes sobre el tema, brindado
recomendaciones a los organismos e instituciones que abordan ésta
problemática social desde una perspectiva científica y educativa.

Desarrollo

En relación a las teorías psicológicas que abordan el tema de los


asesinos múltiples, se plantea “La Motivación como Constructo de la
Personalidad”, Bailey (1987) “Reconoce, aunque de forma fragmentada, en
los seres humanos crónicamente violentos los mismos patrones de acción
fijos que tienen los animales depredadores (asechar-atacar-matar)” (p. 78).
De acuerdo con el autor, estos individuos actúan impulsados por una fuerza
interior irresistible e innata. Por carecer de la capacidad para inhibir su
comportamiento. Así, cuando cometen sus crímenes se dejan llevar por los
impulsos primitivos y egoístas. Son en cierto sentido, víctimas de sus
impulsos. Una de las ramas de la psicología que apoya lo propuesto por
Bailey es la paleopsicología, que propone una explicación del
comportamiento agresivo, en la que la regresión a un nivel de funcionamiento
más primitivo anula el poder de socialización.

Por otra parte, la paleopsicología se apoya en los hallazgos de las


investigaciones biológicas sobre los delincuentes violentos:
Baja activación basal: presentan una conductividad dérmica,
frecuencia cardíaca, y actividad cortical reducidas; sin embargo,
los asesinos múltiples tienen altos niveles de actividad prefrontal,
a pesar de la reducida actividad de otros indicadores
psifisiológicos. Suelen matar después de muchas deliberaciones y
planificación. Al contrario sucede con los individuos que ha
cometido un único asesinato, presentan bajos niveles de actividad
en el córtex prefrontal, lo que indica que mataron por impulso (Ob.
Cit).

Como se puede observar en la cita anterior, existe una notable


diferencia desde la perspectiva biológica asociada a la actividad del córtex
prefrontal, a mayor actividad en ésta área del cerebro señala que hubo
premeditación, planificación y alevosía en la consumación del asesinato,
mientras que a baja actividad del córtex prefontal indica que el asesinato se
cometió por impulso. En este mismo sentido Raine (1993) “habla del
Síndrome de Criminalidad, como el producto de unas predisposiciones
biológicas (incluidas las genéticas) para, por ejemplo, cometer acciones de
tipo impulsivo y violento, y de sus interacciones con factores psicológicos y
sociales” (p. 148). Según el autor, un modelo integrado que tenga en cuenta
las interacciones entre los factores antes mencionados, puede explicar la
complejidad del asesino múltiple; por el contrario, las teorías de un solo
factor no lo logran, ni tampoco los análisis de múltiples variables que
combinan elementos de forma aditiva.

En referencia a lo descrito, los motivos que impulsan al asesino múltiple


son multidimensionales, por ejemplo: el propósito del comportamiento es
hacer realidad los deseos o satisfacer las necesidades. De acuerdo con esto,
los asesinos múltiples hacen aquello que satisface sus necesidades, y en
este sentido, la violencia tiene su utilidad. De ahí que el modo y los medios
empleados en una serie de asesinatos puedan dar pistas cruciales sobre el
móvil de los mismos. Sin embargo, muchas investigadores se preguntan
¿Los asesinos múltiples tienen algún tipo de trastorno mental? Al respecto
Skeapec (1996) manifiesta:

La mayoría de los asesinos en serie cumplen los principales


criterios psicológicos y comportamentales de la psicopatía (falta de
empatía y remordimientos, conducta antisocial prolongada,…).
Aunque tenemos que tomar en cuenta que no todos los asesinos
en serie son psicópatas, ni todos los sicópatas son asesinos en
serie. Aunque la psicopatología más dominante no es la psicosis,
si no la psicopatía (p. 234).

Como se puede notar en la cita anterior, los asesinos múltiples tienen


características comunes asociadas a la psicopatía, entre ellas las más
resaltantes son: insensibilidad emocional, carencia de empatía, conductas
antisociales prolongadas, entre otras; esto explica los actos brutales
cometidos por estas personas, y la falta de sentimientos de culpa que
experimentan.

En el orden de las ideas anteriores, los estudios clínicos e


investigaciones científicas no son suficientes para explicar ¿Por qué? Un ser
humano siente el impulso o la necesidad de matar una y otra vez. Los casos
son particulares, singulares, sin embargo, el terapeuta o investigador debe
hacer el esfuerzo por entender la forma en que estas personas perciben la
realidad, cómo piensan, sienten o actúan, indagar en sus antecedentes de
vida, buscar los orígenes o detonantes que conllevaron a estos desenlaces.

Por lo general, las experiencias vitales de estos individuos están


marcadas por recuerdos angustiosos, creencias distorsionadas y conflictos
no resueltos que dirigen su comportamiento asesino, tanto a nivel consciente
como inconsciente, y es precisamente este comportamiento el que permite
vislumbrar, aunque sólo sea parcialmente, su motivación (Ob. Cit). El autor
presenta matices que pueden orientar los orígenes de esta conducta,
radicadas en experiencias dolorosas y traumáticas del pasado, es decir, que
en oportunidades los victimarios fueron víctimas de maltratos psicológicos o
físicos, abusos sexuales, abandonos, rechazo de figuras representativas
(madre, padre, pareja, entre otros), que marcaron y distorsionaron la psiquis
de estas personas, transformándolos en asesinos múltiples capaces de
cometer actos brutales en contra de la vida humana.

El Asesino Múltiple: Tipos

En la actualidad existen diversas dudas e incógnitas en el público


general sobre la clasificación de los asesinos múltiples; se escucha en los
medios de comunicación que usan términos como asesinos en serie como
sinónimo de asesinos múltiples, siendo un error común. Al respecto, el
Manual de Clasificación del Crimen (2006) distingue tres tipos de asesinos
múltiples: el asesino en masa, el asesino itinerante, y el asesino en serie (p.
2). Ésta clasificación se describe a continuación:

Asesino en Masa: Mata a cuatro o más víctimas en un


determinado tiempo y lugar, y en una única escena del crimen.
Los crímenes pueden tener lugar tanto en la calle como en el
interior de un edificio, en una escuela, o en una oficina de correo.
Nos podemos encontrar con casos de asesinos en masa
itinerantes en aquellas ocasiones en las que el asesino acude a
más de una localidad para buscar y matar a sus víctimas. Asesino
Itinerante: Al igual que el asesino en serie, mata a tres o más
víctimas en más de una localidad, y, por tanto, en distintos
lugares; lo que implica encontrarse con distintas escenas del
crimen. La diferencia que existe entre ambos tipos de asesinos es
el llamado período de enfriamiento éntrelas víctimas, ausente en
el caso del asesino itinerante. En ocasiones podemos
encontrarnos con el llamado asesino en serie itinerante; es una
especie de hibrido entre asesino itinerante y asesino en serie,
existiendo un menor lapso de tiempo entre los crimines (en
ocasiones, un lapso de días) y donde las victimas pueden no tener
un hilo en común. Asesino en Serie: Mata a tres o más víctimas
en intervalos separados de tiempo. Lo que diferencia a este tipo
de asesino múltiple del asesino en masa y del asesino itinerante
es que hay un período de enfriamiento entre las víctimas y
diferentes escenas del crimen; este período de enfriamiento puede
ser días, de meses o incluso de años (p. 432).

El autor anterior plantea que los asesinos múltiples se clasifican en tres


tipos: Asesinos en masa, Itinerantes y Seriales; ésta clasificación se basa en
el modo de operar del asesino, es decir, se considera el lugar, la frecuencia,
período de enfriamiento, número de asesinatos, entre otros elementos que
permiten establecer la clasificación. Otro de los aspectos que cabe destacar,
es la particularidad de los asesinos múltiples híbridos, en él existen
características del asesino itinerante y del asesino en serie asociadas al
tiempo de enfriamiento entre una serie de asesinatos y otros.

Características de los Asesinos Múltiples

A continuación se citarán a autores para describir a fondo las


características de los asesinos múltiples, considerando la clasificación
planteada por el Manual de Clasificación del Crimen (2006): asesino en
masa, asesino itinerante, y asesino en serie.

Asesino en Masa

Como ya se ha descrito, el asesino en masa mata a cuatro o más


víctimas en un determinado tiempo y lugar, y en una única escena del
crimen. Al respecto Drehle (2007), afirma que “los asesinos en masa son
sujetos con una personalidad claramente narcisista, que se caracterizan
por ser egocéntricos, por una clara falta de empatía así como por
poseer una alta necesidad de ser admirados” (p. 65). Otros autores como
Holmes y Holmes (1992) argumentan que “estos sujetos actúan
motivados por conseguir beneficios personales, que pueden ser psicológicos
o materiales, o bien expresivos o instrumentales” (p. 87). Según estos
autores, los asesinos en masa, a la hora de cometer sus crímenes, están
motivados principalmente por las siguientes razones: auto-gratificación,
creencias religiosas y necesidad de llamar la atención a la sociedad. En
este mismo sentido, Kalish y Kimmel (2010) introducen otro elemento a
considerar en la descripción del asesino en masa, y es la marginalización, la
definen como:

El modo en que algunos individuos son rechazados por sus pares


(compañeros de clase por ejemplo) o por la sociedad en
general, debido al hecho que son individuos de otra etnia,
género o raza, o simplemente, porque son considerados
personas diferentes. Este factor está presente en todos los
asesinatos en masa que han tenido lugar en establecimientos
educativos en los Estados Unidos (p. 143).

Con respecto a lo establecido por el autor anterior, en la última década


se ha incrementado la presencia de asesinos en masa, un ejemplo de ello ha
sido en Estados Unidos de Norteamérica, donde adolescentes han
asesinado en sus colegios a compañeros, y docentes, sin alguna razón
aparente; pero luego de las averiguaciones se ha comprobado que la
mayoría de éstos jóvenes se sentían rechazados o discriminados por el resto
del grupo, guardando rencor y sentimientos de ira que fueron alimentando
con fantasías de asesinatos que luego llevaron a cabo.

Asesino Itinerante

En relación a los asesinos itinerantes, el Manual de Clasificación del


Crimen (2006) lo define como “El asesinato de tres o más víctimas en más de
una ubicación sin un período de enfriamiento entre los asesinatos” (p. 432).
Cómo ya está establecido, estos asesinos actúan en periodos cortos de
tiempo, y en distintas escenas del crimen y, generalmente, con una
selección de víctimas al azar. “Los asesinos itinerantes son como una
máquina de matar, continúan con sus actos hasta que son capturados o
provocan que los capturen. De hecho, este tipo de asesino suele
provocar el llamado (suicidio por la policía), propiciando una situación
en la que la policía se verá obligada a matarlo” (Ob. Cit). Según se ha
citado, los asesinos itinerantes sienten un impulso incontrolable de matar, y
lo continúan haciendo hasta que inconscientemente se liberan de este
impulso a través del llamado suicidio por la policía, que nos es más que la
provocación del asesino para que la policía lo ajusticie.

En efecto, el asesino itinerante tiende a seleccionar sus víctimas


aleatoriamente. No obstante, busca un tipo de víctimas que le
permita satisfacer sus necesidades en ese mismo momento;
necesidades que principalmente pasan por el dinero o el sexo; o
bien matan porque “están hambrientos”, con ganas de hacerlo.
Cabe a su vez destacar otro factor: cuando nos encontramos
ante este tipo de asesino múltiple, los cuerpos policiales suelen
conocer quién es el autor de los crímenes. Por tanto,
generalmente estamos hablando de un fugitivo, si bien
carecen de un plan de escape y finalmente son capturados (Ob.
Cit).

La cita descrita hace alusión, a las posibles pulsiones que originan la


búsqueda de víctimas por parte del asesino itinerante, éstas surgen por la
necesidad de satisfacer deseos de gratificación material, sexual, o de ego.
Demostrando una afectividad aplanada, es decir, una insensibilidad
emocional, un egoísmo enmarcado, y rasgos de impulsividad.

Asesino en Serie

Como se ha planteado anteriormente, el Manual de Clasificación del


Crimen (2006), define a este tipo de asesino múltiple “como aquel que mata
a tres o más víctimas en intervalos separados de tiempo” (p. 438). Por lo
tanto, existe más de un lugar y diferentes escenas del crimen. El elemento
clave y que diferencia a este tipo de asesino del asesino itinerante y en masa
es la existencia de un período de enfriamiento entre las víctimas, el cual
puede ser de días, de meses o incluso de años. El asesino en serie, si es
organizado, no mata con frecuencia. De acuerdo a Garrido, Stangeland y
Redondo (2001), citado en Soria Verde (2010):

En la gran mayoría de casos de homicidio y asesinato, los


cuerpos policiales pueden identificar al autor sin grandes
problemas, puesto que suele existir una relación o cercanía
emocional entre agresor y víctima. En cambio, en los
asesinatos en serie esto no se da: el agresor suele matar a
un desconocido dificultando su identificación por la policía y
llevándole a creer que puede actuar impunemente, repitiendo sus
crímenes en el futuro (p. 219).

Lo establecido por los autores, indica que generalmente los asesinos en


serie matan a personas desconocidas, esto dificulta la labor policial para
identificar al asesino, sin embargo, existen otros factores a considerar que
pueden dar pistas sobre el asesino, entre ellas: el modo de operar (uso de la
misma arma o método, escena del crimen similar, víctimas con rasgos físicos
iguales, épocas del año semejantes para cometer los asesinatos, entre
otros). Según Holmes y DeBurger (1988), citado en Soria-Verde (2010), el
asesino en serie reúne las siguientes características:

El elemento central es el homicidio reiterado. El asesino en


serie mata y continuará matando si no se le detiene. En el
asesinato en serie suele haber un solo asesino que mata a una
sola persona cada vez. No suele haber relación entre asesino y
víctima. El asesino en serie está abocado al asesinato; no son
típicos crímenes de pasión en el sentido convencional del término,
ni la víctima es el desencadenante. La mayoría de los asesinos en
serie suelen carecer de móviles claros (p. 94).
Según se ha visto en la cita descrita, el asesino en serie es un
depredador en todo el sentido de la palabra, pero a diferencia de los
animales depredadores, éstos matan por deseos ocultos en sus mentes,
mientras que los animales matan para comer y sobrevivir. No existe una
causa visible de los asesinatos, lo que muestra un deseo incontrolable por
matar, y una satisfacción superior al consumar el hecho. Al comparar al
asesino en serie con un adicto a las drogas, existen similitudes asociadas a
la reiteración del acto (llámese asesinato o consumo de drogas) que
monopoliza el psiquismo obsesionando al asesino o adicto con el fetiche.

Tipologías de Asesino en Serie

En lo que respecta a las tipologías del asesino en serie, se han


planteado diferentes perfiles psicológicos para su clasificación, entre ellas las
realizadas por Holmes y DeBurger (1988), estos distinguen a los asesinos en
serie atendiendo a dos criterios: a la movilidad espacial y a las motivaciones.
A continuación se plantea un esquema distinguiendo las tipologías entre
cada uno de ellos:
Tal y como se puede apreciar en el esquema, al atender al criterio de
la movilidad espacial propuesto por Holmes y DeBurger (1988), citado en
Soria Verde, (2010), se encuentran dos tipos de asesinos en serie:

Asesinos sedentarios: actúan en lugares específicos estables.


Viven en la misma área por algún tiempo, matan en la
misma zona o cercana a ésta, y disponen los cuerpos de
sus víctimas por las mismas zonas o colindantes a éstas.
Asesinos trashumantes: se mueven y viajan constantemente.
Van de un lugar a otro buscando víctimas, y aprovechando a su
vez para intentar confundir a los cuerpos policiales. Se
deshacen de sus víctimas en zonas o áreas muy alejadas entre
sí (p. 98).

A propósito de la cita presentada, existe una clara diferencia entre el


asesino sedentario y trashumante, el primero comete los asesinatos en
lugares determinados y generalmente de la misma zona geográfica, al
contrario del segundo que comete los asesinatos en zonas geográficas
distintas. Se estima que el asesino trashumante es más precavido y
cuidadoso al planificar los asesinatos, ya que al realizarlos lejos de su hábitat
minimiza el riesgo de ser capturado por las fuerzas policiales, mientras que el
sedentario se arriesga al cometer los asesinatos cerca de su hogar o lugar
de residencia. Por otra parte, los autores mencionados anteriormente,
proponen diferentes tipos de asesinos en serie dependiendo de la
motivación, y se describen a continuación:

Asesino visionario: se trata de un sujeto psicótico, con


alucinaciones o delirios (normalmente de tipo auditivo) que le
ordenan o demandan que debe matar a un tipo o grupo de gente.
Normalmente tales revelaciones son fruto de órdenes de
seres que se consideran superiores o de otro mundo, como
Satán, Dios, etc. La escena del crimen es caótica, con
abundante evidencia forense y con el cadáver y el arma
abandonados en ella. La víctima suele ser una víctima de
oportunidad y pueden aparecer indicios de mutilaciones del
cadáver, actos de necrofilia, etc. Asesino misionario: actúa
movido por la sensación a nivel consciente que necesita erradicar
o eliminar a ciertos colectivos. No encontramos ningún tipo de
psicoticismo en este tipo de asesino. Él se autoimpone la tarea de
acabar con determinados grupos sociales: prostitutas, católicos,
judíos, personas de otra raza, etc. Puede ser tanto organizado
como desorganizado, si bien lo habitual es la organización en
la perpetración de sus asesinatos. La escena del crimen suele
ser controlada, aunque el cadáver no suele ser desplazado y
escondido. Asesino hedonista: busca la satisfacción personal
(sexual, emocional, física) a toda costa. La escena del crimen es
controlada, no conteniendo apenas evidencias. Este tipo de
asesino se divide en tres subtipos: Asesino lujurioso: Es un duro
buscador de emociones, especialmente de aquellas relacionadas
con actividades sexuales. La interacción entre dolor, sufrimiento
de la víctima y actividad sexual se combinan firmando un “cóctel
explosivo”, es decir, existiendo una ritualización de actos, en la
que podemos encontrar todo tipo de conductas elaboradas y
aberrantes (ejemplo: mutilar el cadáver y realizar actos necrofilícos
con él). Asesino buscador de emociones: establece una
conexión mental entre satisfacción física y violencia. Necesita
las sensaciones que proporciona la “caza humana” para seguir
viviendo. Se define como un depredador incasable, que se
involucrará en todo el proceso. Asesino orientado al confort:
este tipo de asesino actúa movido para obtener una ganancia
específica, como por ejemplo dinero o propiedades. Uno de
los métodos más utilizados en la elaboración de estos
asesinatos es el envenenamiento. Cabe decir que cuando una
mujer mata en serie suele coincidir con esta tipología. Asesino
poder-control: busca la satisfacción que le da dominar a una
víctima inerme. Su gran gratificación procede de la creencia
de poder hacer todo lo que quiere y desea sobre sus víctimas,
como por ejemplo decidir sobre su vida o muerte. Su manera
de matar está enfocada al proceso. Suele matar con sus propias
manos, mediante la estrangulación o con armas que le otorguen
un contacto directo con sus víctimas. La escena del crimen
contiene pocas evidencias forenses y el cadáver se oculta en
otro lugar (Ob. Cit).

En relación a esta última cita, se observa la crueldad, planificación y


metodología que utilizan estos asesinos en serie, estando presente
trastornos de personalidad asociados a parafilias sexuales, ritualizaciones,
desmembraciones, y hasta actos de canibalismo. No obstante, ésta
clasificación basada en la motivación del asesino es una herramienta
importante para el criminólogo, sociólogo, psicólogo, e investigadores en la
materia, ya que brinda un bagaje de información que puede ser usada para
resolver estos crímenes y salvar vidas, de igual forma, puede ser usada por
los terapeutas y especialistas en el área de la salud mental para establecer
tratamientos preventivos y correctivos.

Asesinos en Serie Organizados y Desorganizados

A propósito de la clasificación de asesinos en serie organizados y


desorganizados, es importante considerar los términos de “psicótico” y
“psicopatía”. De ésta forma se debe tener presente que cuando el autor se
refiera a asesinos organizados indica alusión al término “psicópatas”,
mientras que los asesinos desorganizados alude al término “psicóticos”. De
la misma manera, el autor utilizará las siguientes fases para describir las
características de los asesinos en serie organizados y desorganizados: Antes
del asesinato, durante la ejecución del mismo, y después del asesinato.

Antes del Asesinato


En primer lugar, los asesinos desorganizados (psicóticos) no
planean el delito y no escogen a sus víctimas de manera
lógica. De hecho, en ocasiones eligen a una víctima de alto
riesgo, que se enfrenta a él. En cambio, el asesino en serie
organizado o psicópata planea muy meticulosamente la agresión:
sabe lo que va a hacer y no quiere fracasar. La fantasía que éste
ha desarrollado desde su infancia o adolescencia le guía en la
elección de la víctima. En cuanto al tipo de víctima, los
organizados buscan víctimas fáciles, de bajo riesgo, que no
mostrarán resistencia (niños, prostitutas, personas mayores, etc.),
teniendo en cuenta las estrategias de acercamiento que utilizan
haciendo uso de su capacidad de seducción y de manipulación,
con mentiras metódicas y elaboradas (Drehle, 2007).

La cita descrita, hace alusión a los momentos previos del asesinato, es


decir, al período en que los asesinos planifican o no el asesinato, se puede
observar cómo el asesino desorganizado actúa bajo los instintos,
impulsivamente, sin planificar el acto, e inclusive con posibles víctimas que
pueden representar un peligro para ellos; todo lo contrario sucede con el
asesino en serie organizado, es meticuloso, selecciona a sus víctimas, tal
cual lo hace un lobo cuando evalúa un rebaño, escoge a la oveja más joven
o débil. El asesino organizado hace uso de sus atributos de seducción e
inteligencia para atraer a sus víctimas, al contrario lo hace el asesino
desorganizado, usa la fuerza bruta para iniciar la cacería.

Durante el Asesinato

Si bien ambos tipos de asesino están motivados por una


fantasía sexual, a la hora de llevar a cabo los crímenes lo
hacen de forma muy diferente. Así, el asesino en serie
desorganizado suele consumar el acto sexual sólo con
víctimas muertas o completamente inanimadas (de hecho,
suele mantener sexo con la víctima estando ésta muerta). Por el
contrario, el asesino organizado, dado que su principal objetivo es
establecer el control total para satisfacer su fantasía, quiere a sus
víctimas vivas el mayor tiempo posible, y disfruta torturándolas. De
hecho, parte importante de la tortura es el ejercicio del control
sobre la víctima, es decir, establecer un total dominio sobre ésta,
hasta el punto de decidir cuándo debe morir (Ob. Cit).

En cuanto a la cita descrita relacionada con la fase de la consumación


del asesinato, existe una similitud en cuanto al motivo, el cual generalmente
es sexual, pero el asesino llega a la gratificación sexual de distintas maneras,
el desorganizado debe poseer a la víctima en un estado inanimado o con el
cadáver; mientras que el organizado prefiere mantener a la victima viva el
mayor tiempo posible, disfrutando del daño que le causa, y excitándose con
el mismo. En el primero existen rasgos de necrofilia, mientras que en el
segundo de sadismo.

Después del Asesinato

El asesino organizado se llevará un recuerdo de la víctima como


souvenir o trofeo. De hecho, hay asesinos en serie que coleccionan bragas,
zapatos, mechones de pelo, etc.; e incluso partes de los cuerpos de
sus víctimas (Ob. Cit). Lo establecido por el autor, indica la fase final del
asesinato, el asesino organizado tiende a coleccionar objetos, o partes del
cadáver con la finalidad de recordar y revivir la fantasía ya consumada,
llegando a sentir la misma excitación que cuando consumó el hecho.

Mujeres Asesinas en Serie

De acuerdo a las investigaciones sobre asesinos en serie, existe un


porcentaje reducido de casos de mujeres asesinas en serie; los autores
Holmes y Holmes (1992) expresan que “la categoría más frecuente de
asesinas en serie es la motivada por el lucro, en las que se ubican las
llamadas viudas negras, que acumulan maridos y cuentas corrientes” (p.
213). Además, según Garrido (2007), existen pocos ejemplos de mujeres
motivadas por el sexo o el sadismo. De hecho, tal y como nos indica,
son más habituales las mujeres que presentan una motivación de
ejercer control y dominio sobre las víctimas” (p. 312). Un ejemplo de
este tipo de asesina serial es el caso de las enfermeras que dan muerte
a pacientes que están bajo sus cuidados, asesinas conocidas como ángeles
de la muerte. A continuación, se presentan los tipos de asesinas seriales
que Garrido (2007) muestra en su obra:
El Asesino Múltiple ¿Psicópata o Psicótico?

Para iniciar este apartado, es necesario definir éstos términos, la


psicopatía es considerada como un trastorno de la personalidad definido por
una serie de rasgos y conductas de personalidad que son mal vistos por la
sociedad. Tal y como establece Hare (2003), “el psicópata muestra una
imagen de sujeto egocéntrico, cruel y sin remordimientos, todo ello sumado a
una carencia absoluta de empatía, así como una incapacidad para
relacionarse con los demás de una forma natural” (p. 56). De hecho, Este es
un sujeto que carece de la posibilidad para experimentar emociones, debido
a que no las tiene: pues los psicópatas son incapaces de expresar y
comprender el significado de éstas, aunque finjan tenerlas. Por otra parte, los
sujetos psicóticos, presentan una enfermedad mental o psicosis. A
continuación se presenta una tabla que refleja de un modo esquemático las
características que distinguen a ambos sujetos.
Estudio de Casos

La investigación que se usará como apoyo para el estudio de casos de


asesinos múltiples, está basada en la metodología fenomenológica empírica,
la cual se centra en las experiencias individuales, ya que al interpretar la
forma en que el individuo relata ciertas situaciones, se puede determinar
cuáles son las estructuras subyacentes a esas experiencias. Skrapec
(1997) describe detalladamente las intensas entrevistas semiestructuradas
mantenidas con cinco asesinos en serie encarcelados. Cuando contaban
sus asesinatos todos los sujetos expresaban parecidas motivaciones:

Al describir sus crímenes, todos los sujetos hablaron de las


cosas más atroces con total naturalidad. Así, surgieron tres
temas o motivos que reflejaban las poderosas fuerzas internas
que les impulsaron a cometer los asesinatos y, de algún modo,
estaban presentes en casi todo lo que relataban: Autojustificarse,
poseer el poder y control, y sentirse vivos (p. 287).

Cómo se puede observar, los sujetos tenían una relación distorsionada


de la realidad, en la que todo lo que hacían estaba justificado,
esencialmente, por el mero hecho de que lo hacían ellos. Por un lado
reconocían haber obrado mal en el sentido de que sabía que había
reglas sociales y legales que prohibían lo que había hecho pero, por otro,
parecía estar convencido de que sus acciones estaban justificadas. Se
daba pues, una contradicción entre la conciencia cognitiva de la
ilegalidad de su conducta, y el significado emocional de esa conducta.

Conclusiones de la Investigación

El hecho de que inflingieran daño a otras personas, no


solamente era secundario; era, además, la consecuencia del
maltrato injustificado que ellos creían haber sufrido en el
transcurso de sus vidas. Eran en definitiva, víctimas furiosas.
Así mismo, en todos los casos los sujetos habían castigado a sus
víctimas por algo que aquellas habían hecho o por lo que
representaban para ellos. El culpar a otros de sus acciones
era algo habitual; hacía que sintieran que su comportamiento
estaba justificado. Estos hombres no carecían de un código
moral básico, tenían valores que les permitían determinar lo
que es un comportamiento adecuado de lo que no lo es,
pero esos valores se los aplicaban a ellos mismos de distinta
forma. Los sujetos decían también que eran capaces de empatizar
con sus víctimas a nivel cognitivo, pero no se habla de
ninguna empatía emocional. Los cinco asesinos dijeron que el
acto de matar les otorgaba una fuerte sensación de poder,
aunque era fugaz. En sus fantasías salía a relucir
insistentemente este tema. El acto de matar les hacía sentirse
vivos. Sentían un éxtasis eufórico o una ira violenta que al
exteriorizar les producía gran placer. El sexo se asocia
generalmente con la vitalidad y, en efecto, se observa muchas
veces la sexualización de la agresión en las fantasías de los
asesinos en serie. Su impulso destructivo parece estar basado en
la necesidad de preservar su Yo. A diferencia de la mayoría de las
personas, cuyo placer sexual se ve colmado con el orgasmo,
estos asesinos tenían la necesidad de matar para autoafirmarse
(Ob. Cit).

Las conclusiones presentadas por los autores de ésta investigación


muestran, una serie de comportamientos que buscan justificar y proyectar el
sentimiento de culpa que deben experimentar los asesinos en serie hacia las
víctimas, usando mecanismos de defensa como la racionalización, de igual
forma, está presente la connotación sexual, que en diversos casos es
sustituida por la necesidad de matar para autoafirmarse.

A continuación se presenta un cuadro comparativo de tres asesinos


múltiples, esto con la finalidad de comparar la edad de inicio, tipo de agresor
(organizado o desorganizado), forma de asesinar o modo de operar, forma o
método de asesinar, sexo y edad de las víctimas, rituales (marca o sello),
implementos usados, actuación con los cadáveres, escalada criminal,
evasión de la justicia, capturas previas, tiempo de impunidad, entre otros.
Conclusiones

En relación a las conclusiones de éste artículo de revisión, es


importante destacar lo interesante y profundo del tema abordado, el cual fue
analizado desde una perspectiva criminalística, psicológica, y sociológica.
Entre las conclusiones se destacaron las siguientes:

 Los asesinatos han estado presente en el comportamiento humano


desde el origen de ésta especie.

 Se reconoce en los seres humanos crónicamente violentos los mismos


patrones de acción fijos que tienen los animales depredadores (asechar-
atacar-matar), conducta típica de un asesino múltiple serial organizado.

 Los asesinos múltiples tienen altos niveles de actividad prefrontal,


suelen matar después de muchas deliberaciones y planificación.

 Un modelo integrado que tenga en cuenta las interacciones entre los


factores Bio-Psico-Social, puede explicar la complejidad del asesino múltiple;
por el contrario, las teorías de un solo factor no lo logran, ni tampoco los
análisis de múltiples variables que combinan elementos de forma aditiva.

 No todos los asesinos en serie son psicópatas, ni todos los sicópatas


son asesinos en serie. Aunque la psicopatología más dominante no es la
psicosis, si no la psicopatía.

 Las experiencias vitales de los asesinos múltiples están marcadas por


recuerdos angustiosos, creencias distorsionadas y conflictos no resueltos
que dirigen su comportamiento asesino, tanto a nivel consciente como
inconsciente.
 Generalmente los victimarios fueron víctimas de maltratos psicológicos
o físicos, abusos sexuales, abandonos, rechazo de figuras representativas
(madre, padre, pareja, entre otros), que marcaron y distorsionaron la psiquis
de estas personas, transformándolos en asesinos múltiples capaces de
cometer actos brutales en contra de la vida humana.

 Se distingue tres tipos de asesinos múltiples: el asesino en masa, el


asesino itinerante, y el asesino en serie.

 La tipología más empleada por los criminalistas e investigadores para


clasificar a los asesinos múltiples en serie es la de “Organizados y
Desorganizados”, a pesar que existen otras tipologías.

 La connotación sexual está presente en la mayoría de los asesinos


múltiples.

 Existe un porcentaje bajo de asesinas múltiples.

 Las características psicológicas más comunes de los asesinos


múltiples son insensibilidad emocional, carencia de empatía, egocentrismo,
coeficiente intelectual promedio o alto, presencia de parafilias como la
necrofilia, sadismo, y pedofilia, prácticas de antropofagia, padecen de
psicopatía o son psicóticos, entre otras.

Recomendaciones

 A las instituciones públicas y privadas como la Cuerpo de


Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas CICPC y ONG,
considerar el aspecto Bio-Psico-Social como eje fundamental en las
investigaciones sobre asesinos múltiples.
 A los especialistas en materia de salud mental y criminalística
asociados con la investigación, prevención y tratamiento de los asesinos
múltiples, se recomienda profundizar en las investigaciones científicas sobre
el tema, incentivando el abordaje científico de estos criminales.

 Al público en general, tomar conciencia que mantener relaciones


sociales caracterizadas por la conciliación, empatía, y la sinceridad, con las
personas significativas (padres, parejas o hijos), es hacer prevención hacía
de delitos.
Referencias

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