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UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA DE DERECHO

NÚCLEO CIUDAD BOLÍVAR

MATERIA: DERECHO ADMINISTRATIVO.

PRINCIPIOS DE LA JURISDICCION ADMINISTRATIVA


CONTENCIOSO

Profesora: Isabel Uzcátegui Alumna: Oglismar Cadena.

C.I: 28.560.323.

Ciudad Bolivar, 22 de Marzo de 2022.


FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL Y LEGAL DE LA JURISDICCIÓN

La jurisdicción es el Poder Judicial que ostenta la potestad jurisdiccional, la potestad de juzgar y hacer
justicia. El poder judicial debe estar completamente separado de los otros poderes del Estado: ejecutivo
(Gobierno) y legislativo (Cortes).

Las funciones de la jurisdicción son proteger los derechos de las personas, velar por el cumplimiento del
ordenamiento jurídico, y complementar el ordenamiento, creando jurisprudencia. es un instrumento
judicial de control concentrado de la constitucionalidad de las leyes y demás actos de los órganos que
ejercen el Poder Público dictados en ejecución directa e inmediata de la Constitución o que tengan rango
de ley.

El artículo 257 de la Constitución consagra que el proceso es un instrumento fundamental para la


realización de la justicia. De ahí la importancia del siguiente grupo de principios referidos a la actuación
procesal, a la índole de comunicación entra las partes y el órgano jurisdiccional, así como la sucesión
temporal de los actos procesales. Con su instauración prevalecen criterios eminentemente técnicos o
prácticos, como lo son la efectividad, la seguridad y la rapidez del proceso administrativo.

El fundamento de los principios del proceso administrativo obedece a las exigencias del derecho al debido
proceso o proceso con todas las garantías que consagra el artículo 26 de la Constitución, aunque algunos
de ellos tengan un reconocimiento al mero nivel de la legalidad.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO CONTENCIOSO;

Principio de legalidad.- Las autoridades administrativas deben actuar con respeto a la Constitución, la Ley
y al derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas y de acuerdo con los fines para los que les
fueron conferidas.

A diferencia de los sujetos de derecho privado (que pueden hacer lo que no está prohibido), los sujetos de
derecho público únicamente pueden actuar de acuerdo a sus facultades, por lo que sus actos deben ser
realizados bajo una norma permisiva. Debe tenerse en cuenta que la sujeción a la legalidad significa
sujeción al derecho (sistema normativo, principios) y no solo a la Ley.

Alcance: la Administración Pública es titular únicamente de las potestades atribuidas por una norma legal
previa y el ordenamiento jurídico atribuye a la Administración diferentes facultades, tales como
reglamentarias, sancionadoras, certificantes, entre otras…

Fuentes: constitución leyes orgánicas y ordinarias, Tratados internacionales no publicados, La


jurisprudencia, Principios generales del derecho.
Responsabilidad: es aquella responsabilidad que surge de la comisión de una contravención
administrativa propia de quien ejerce cargos directivos en una organización pública.

Existe la responsabilidad administrativa por todo perjuicio o daño causado a terceros por la acción u
omisión de un acto administrativo. La responsabilidad administrativa es propia de quienes ejercen cargos
directivos y de todos sus subalternos, quienes con la toma de decisiones o la realización de actos, que
luego causan los perjuicios, y son las consecuencias jurídicas de sus actos las que configuran la
responsabilidad administrativa la que bien puede tener implicaciones penales o civiles.

En la legislación venezolana, en el artículo 6 y 140 de la constitución se establece el principio de la


responsabilidad administrativa; la cual la podemos ver desde dos vertientes. Por un lado, la
responsabilidad causada por la actividad de la administración pública, la cual, genere un daño a un
particular que sería imputable a los entes públicos y revestiría responsabilidad civil, la cual, otorga al
admistrado la posibilidad de que le sea reparado el daño causado a consecuencia de la administración
pública. Por el otro lado tenemos la responsabilidad concerniente a los funcionarios que se encuentren al
frete de los entes administrativos, la cual revestiría responsabilidad personal del funcionario de la
administración que incurrió en el hecho; es de gran importancia acotar que se puede accionar en contra de
la administración pública y en contra del funcionario.

Separación de poderes: La Constitución, en su parte orgánica, establece cuales son los poderes públicos, y
asimismo establece las competencias propias a cada uno de ellos. De allí pues, que el Estado venezolano a
través de su Carta Fundamental plasma el Principio de la Separación de los Poderes.

Encuentra su base constitucional en el artículo 136, el cual dispone: “(…) Cada una de las ramas de Poder
Público tiene sus funciones propias… “.

Se debe mencionar que el Principio de separación de poderes, es la base del contencioso-administrativo


en Francia que tiene su origen en la Ley de Separación, institucionalizada en el modelo francés y que data
del año 1790, la cual consagraba que “Las funciones judiciales están y han de permanecer siempre
separadas de la funciones administrativas. Los jueces no podrán bajo pena de prevaricación, perturbar de
cualquier manera, las operaciones de los cuerpos administrativos, ni emplazar ante ellos a los
administradores por razón de sus funciones”.

Algunos autores concuerdan en afirmar que fue Otto Mayer el primero que tuvo ocasión de abundar en la
importancia que para el derecho administrativo posee el principio bajo análisis, según el citado autor, los
pilares que lo sustentan son la idea de la moderación en el ejercicio del poder y de la separación de los
poderes. Así, Mayer exaltaba la concepción estática de la división de poderes. Su función era la de
disciplinar la actuación administrativa siguiendo el modelo, en lo posible, de las formas de actuaciones
judiciales.

De todo lo anterior se tiene que en razón del principio de separación de poderes en Francia, fue que se
fortaleció la administración y permitió el surgimiento del derecho administrativo.
Finalmente, puede decirse en relación con este principio que el mismo es un elemento característico y
fundamental en los Estados de Derecho. Se refiere a la independencia que debe mantener cada uno de los
poderes, como garantía del respeto debido a los derechos individuales y públicos.

Colaboración entre podres: El principio de cooperación, como también se le conoce, entre los diferentes
órganos de poder público tiene como finalidad la consecución de los fines Estado, lo cual se traduce en la
consecución del bien general o colectivo.

Este principio goza de rango Constitucional encontrándose consagrado en el último aparte del artículo
136 que dispone: “Cada una de las ramas del Poder Público tiene sus funciones propias, pero los órganos
a los que incumbe su ejercicio colaborarán entre sí en la realización de los fines del Estado”.

Su base legal en la Ley de la Administración Pública (2.001) en el artículo 24 de la manera siguiente: “La
Administración Pública Nacional, la de los estados, la de los distritos metropolitanos y la de los
municipios colaborarán entre sí y con las otras ramas de los poderes públicos en la realización de los fines
del Estado”.

El autor Moya Millán, explica este principio exponiendo las siguientes consideraciones: Dado el sistema
flexible de separación orgánica de poderes que la nueva Constitución establece en su artículo 136,
conforme al cual todos los órganos del Poder Público colaborarán entre sí en la realización de los fines
del Estado y el ejercicio de las funciones propias de los órganos de cada una de las ramas del Poder
Público (Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral) no es exclusivo ni excluyente, pudiendo
excepcionalmente haber, en dicho ejercicio, intercambio de funciones entre las distintas ramas del Poder
Público. Hay sin embargo funciones que se ejercen por cada una de ellas en forma privativa, y en estos
casos no puede haber interferencia, ya que habría entonces usurpación. De allí que la incompetencia de
orden constitucional o legal, sea uno de los vicios que afecta la validez de los actos emanados del Poder
Público, por cuyo motivo la función pública debe desplegarse dentro de los limites o prescripciones,
formas y procedimientos señalados en la Constitución y en las leyes, en la oportunidad y para los fines
previstos en las mismas.

Puede puntualizarse sobre este principio, que si bien es cierto la Constitución de 1999 consagra una
división de funciones que corresponden a cada rama del Poder Público, tanto en sentido vertical como
horizontal, se acepta la especialidad de la tarea asignada a cada una de ellas, también es cierto que se
establece un régimen de colaboración entre los órganos que van a desarrollarlas para la mejor
consecución de los fines generales del Estado.

Coordinacion: Este atiende al hecho de que los entes de la Administración Pública estarán conforme a la
distribución vertical del Poder Público, jerárquicamente ordenados y relacionados de forma organizada.
Los de menor jerarquía estarán sometidos al control, supervisión y dirección de los superiores con
competencia en la materia correspondiente. El incumplimiento de las órdenes e instrucciones de su
superior jerárquico inmediato, obliga la intervención de éste y motiva responsabilidad civil, penal o
administrativa de los funcionarios o funcionarias públicos inculpados, sin que les sirva de excusa haber
actuado cumpliendo órdenes superiores.

Es necesario para que los órganos de la administración pública puedan lograr el cumplimiento de sus
fines, deben estar coordinados funcionalmente bajo el principio de una unidad orgánica.
Para mantener su orientación institucional de conformidad con la Constitución y la Ley, la organización
de la Administración Pública tendrá la asignación de competencia, relaciones, instancias y sistemas de
coordinación.

Principios constitucionales:

Fundamento de los principios del proceso administrativo obedece a las exigencias del derecho al debido
proceso o proceso con todas las garantías que consagra el artículo 26 de la Constitución, aunque algunos
de ellos tengan un reconocimiento al mero nivel de la legalidad.

1. Principio de oralidad. Antes de la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de la Jurisdicción


Contencioso Administrativa, el proceso administrativo se regia por el principio de la escritura, pues todas
y cada una de sus fases e instancias transcurrían en forma escrita. En efecto, el único vestigio del
principio de oralidad era el articulo 95 de a derogada Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia (Hoy
articulo 19 de la Ley orgánica del tribunal Supremo de Justicia), que consagraba la posibilidad de que las
partes presentasen informes por escrito u oralmente, en este ultimo caso siempre y cuando lo notifiquen al
tribunal con anticipación. Por tanto, el único vestigio del principio de oralidad era el trámite de los
informes.

El principio de oralidad en todos los procesos constituye una exigencia constitucional que obliga a
legislar para hacer posible la materialización del mandato del artículo 257 de la Constitución, en
concordancia con los tratados internacionales en materia de derechos humanos. Por tanto, sostiene el
citado autor, la introducción del principio de oralidad en el proceso administrativo es una exigencia
constitucional, y se traduce en la existencia de la preeminencia de la expresión o exposición oral o verbal.

2. Principio de Inmediación. Un proceso administrativo informado por el principio de oralidad ha de


estarlo también por el principio de inmediación que exigiría la directa intervención del juez Contencioso
Administrativo en la práctica de la prueba. Al igual como acontece con el principio de oralidad, para la
determinación de la vigencia del principio de la inmediación es la fase probatoria.

El principio de inmediación busca que el Juez Contencioso Administrativo tenga una percepción directa
tanto de los alegatos y de las pretensiones, como de los medios de prueba a través de los cuales se
pretende demostrar los hechos que son objeto del debate en el proceso administrativo, permitiéndole
formarse una clara convicción que le debe servir para dictar la sentencia de manera inmediata.

3. Principio de Publicidad. La doctrina sostiene que la actuación de los órganos que ejercen el poder
publico se encuentra sometida al principio de Publicidad, y siendo el Poder Judicial integrante del mismo,
los procesos de los cuales conoce se encuentran sujetos también a este principio. Es asi como el articulo
357 de la Constitución exige la publicidad del proceso, lo cual debe constituir la regla, sin perjuicio que
en casos excepcionales, por motivo de decencia publica o protección al honor, vida privada, intimidad de
las personas el tribunal resuelva que el asunto se debe tramitar a puertas cerradas, es decir, sin la
participación de personas distintas de aquellas que contienden.

La Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa establece que el proceso administrativo


se rige por el principio de publicidad, salvo que la ley disponga lo contrario o el tribunal así lo decida por
razones de seguridad, orden publico o protección de la intimidad de las partes (Art. 3 eiusdem). sin
embargo, esta publicidad es relativa pues solo se obtiene a través de dos vías, la primera, mediante la
publicidad de las audiencias (arts. 57, 63, 70 y 83 de la LOJCA). La segunda vía, mediante la publicidad
del expediente y de los actos que se desarrollen ante el tribunal (Art. 190, CPC).

4. Principios de brevedad y celeridad. el derecho a la jurisdicción no puede entenderse como algo


desligado del tiempo en que la tutela judicial debe prestarse, sino que debe comprenderse en el sentido
que se otorgue dentro de los razonables términos temporales en que los justiciables lo reclaman en el
ejercicio de sus derechos e intereses.

En tal sentido, los principios de brevedad y de celeridad o de aceleración del proceso administrativo se
erigen, junto con el de la eficacia, en unos principios típicos del proceso moderno que han acabado
consagrándose en las Constituciones contemporáneas.

Principios legales: los principios que rigen la Jurisdicción Contencioso Administrativo hacen referencia a
la potestad que tiene la administración, para tomar una decisión sobre las contradicciones a las cuales dan
lugar los actos administrativos, es decir, la decisión tomada por la administración la cual afecta los
derechos.

Accesibilidad: Los procedimientos administrativos son accesibles para los civiles.

Justicia gratuita: El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente,
autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o
reposiciones inútiles

Celeridad: Los procedimientos administrativos se desarrollarán con y celeridad, evitando la realización de


trámites, formalismos o diligencias innecesarias.

Eficacia: Todo procedimiento administrativo debe lograr su finalidad, evitando dilaciones indebidas.

Imparcialidad: Las autoridades administrativas actuarán en defensa del interés general, evitando todo
género de discriminación o diferencia entre los administrados. permite a la Administración iniciar y
conducir el procedimiento, impone la necesidad de garantizar los derechos de los Administrados, frente a
la actuación de los funcionarios, de lo que deriva el principio de la imparcialidad, derivado del principio
de igualdad y no discriminación de los administrados. Conforme a este principio, la Administración, en el
curso del procedimiento y al decidirlo, no debe tomar partido, ni inclinar la balanza o beneficiar
ilegítimamente a una parte en perjuicio de otra, sino que debe tomar su decisión únicamente conforme al
ordenamiento jurídico y con la finalidad de interés general que la motiva.

Principios específicos
De concentración y continuidad

El principio que se referencia exige la natural concentración de las partes procesales y demás
intervinientes en el caso, tales como los testigos, peritos…, cuya concentración aglutina, por consecuencia
del desarrollo mismo del acto procesal, a los demás principios rectores del proceso, ya que, como
reflexiona Julio B. J. Maier “…no sería posible proceder de ese modo con la presencia de los
intervinientes durante la sustanciación del procedimiento y la realización de los actos procesales si el
debate no fuera oral, concentrado y continuo…”.

La aplicación de estos principios (concentración y continuidad) traerá como lógica consecuencia la


garantía fundamental de todo gobernado: que se le administre justicia de manera pronta y expedita y, por
otro lado, evitar que la prueba se disperse en distintos escenarios procesales, la recepción de la prueba y
su valoración por un funcionario distinto del juzgador, a la vez que permite a éste la percepción no sólo
de la eficacia de la prueba, sino también los argumentos y contra-argumentos de las partes, que al mismo
tiempo materializan y dan sentido al principio de contradicción.

Mientras que el principio de concentración apunta a que el juicio oral se realice sin interrupciones
injustificadas, el de la inmediatez se dirige a que quien va a fallar pueda tener u contacto directo con los
medios de pruebas. Sin lugar a dudas, el derecho a un juicio sin dilaciones injustificadas es un
componente del derecho al debido proceso, consagrado en el artículo 8° de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos.

Principio de impulso de oficio: Las autoridades deben dirigir e impulsar de oficio el procedimiento y
ordenar la realización o práctica de los actos que resulten convenientes para el esclarecimiento y
resolución de las cuestiones necesarias.

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