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JUSTIFICACIÓN

La importancia de este contenido radica en que Los pueblos germánicos venían


acosando las fronteras del Imperio romano desde el siglo I. Eran pueblos
nómadas o seminómadas con una sociedad estratificada: nobles, libres, libertos y
esclavos. El rey se elegía entre un miembro de las familias nobles. Los hombres
libres juraban fidelidad personal al jefe, y esta era la base de su poder.

El contacto con los romanos hizo que estos pueblos comenzasen a comerciar y a
civilizarse, y en el siglo II terminaron por confederase para luchar contra los
romanos. Sin embargo, mientras el poder de Roma fue sólido, no supusieron más
que una molestia. Pero a mediados del siglo III la situación política en Roma era
caótica; incluso llegó a haber cuatro emperadores simultáneamente.

INTRODUCCIÓN

En el siglo VI a. de C. Roma era una pequeña aldea de labradores y pastores


sometida a la influencia de los etruscos. Cinco siglos después aquel villorrio se
había transformado en una de las más bellas ciudades del mundo, capital del más
extenso y poderoso Imperio de la Antigüedad.

La ascensión de Roma fue un vasto sistema de incorporación, como la llamó


Mommsen, realizada con eficacia y energía, con iniciativas tan audaces como

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oportunas, con inhumana crueldad. Los romanos aprovecharon, cuando no
provocaron, las discordias de sus adversarios para vencerlos, sometiéndolos a
una opresión despiadada para el pueblo y moderada para la nobleza.

Derrotando a Pirro, los romanos se apropiaron las ricas colonias griegas del sur
de Italia. Venciendo a Cartago, se posesionaron de las riberas del Mediterráneo
occidental. Las guerras contra Filipo de -Macedonia, Antíoco III de Siria y
Mitrídates del Ponto permitieron a Roma someter la parte más extensa del
mundo helenístico.

OBJETIVOS

General

 Analizar los aspectos relevantes de la caída del imperio romano.

Específicos

 Describir la crisis del imperio romano en el siglo III.


 Indagar sobre las generalidades de la crisis.
 Interpretar los aspectos generalizados de los habitantes.

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CAPÍTULO I
LA CRISIS DEL IMPERIO ROMANO EN EL SIGLO III

1.1 La decadencia económica

Admirablemente dotados para las empresas políticas, los romanos carecieron


(como todos los pueblos que han llegado a la hegemonía por el camino de la
guerra) de una certera visión de los problemas económicos. La conquista militar
les había entregado los excedentes de riqueza de las provincias. Y siguieron
apropiándose, por el sistema de tributación, de los nuevos sobrantes que se iban
produciendo.

Esta política económica absorbió el capital que las provincias necesitaban para
conservar su ritmo de producción. El grupo de financieros romanos que
acaparaban los beneficios no los empleó nunca, ni parcialmente, en inversiones
que crearan nuevas fuentes de riqueza en la agricultura, en el comercio o en la
industria. Colocaron sus bienes en fincas rústicas y en lujosas residencias
campestres.

La Roma antigua había sido un pueblo de labradores, y la agricultura romana


proporcionaba aún rendimientos satisfactorios cuando, a mediados del siglo I el
español Columela escribió el tratado de agricultura más completo de la ciencia
antigua. Pero a poco empezó a faltar mano de obra. Esta escasez fue
consecuencia de la despoblación y de la merma del número de esclavos.

1.2 Insuficiencias técnicas

Con la Pax romana disminuyó el acopio de esclavos, esas multitudes que


parecían inagotables, y que las guerras habían dado tan pródigamente. La escasez
de esclavos pudo haberse compensado con una política fiscal moderada, que

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estimulara a los agricultores libres, o bien con el perfeccionamiento de las
técnicas de cultivo.

Los arados eran demasiado ligeros para cavar la tierra profundamente. Los
aperos de cultivo fueron los mismos durante siglos. No se tiene noticias de otras
máquinas agrícolas que no fueran las prensas para aceitunas o para uvas.3 Nada
más revelador de los negativos resultados de la política económica del Imperio
que lo acaecido en Egipto.

En el valle del Nilo no fallaron nunca las más favorables condiciones naturales:
una tierra incesantemente fertilizada por los arrastres del río, riego abundante,
clima propicio, labriegos experimentados, alta natalidad de la población
campesina. Pues bien: desde la conquista romana hasta que Roma perdió el
dominio del país la producción agrícola de Egipto disminuyó progresivamente.

La producción económica suplida por la conquista militar

La minería romana se limitaba a cavar superficialmente el suelo, debido a lo cual


las minas de oro y plata se agotaron., Trajano había vuelto a la política
tradicional de Roma: recurrir a la conquista territorial para cubrir la penuria de
capital y de mano de obra. Y así es como la campaña de Dacia (101-106)
proporcionó un considerable alivio a las necesidades del Estado romano.

Adriano había realizado una reforma administrativa para mejorar la base


económica y social del Imperio. Pero el problema era más económico que
administrativo. Como no se mejoraron ni modernizaron los cultivos, la eficiencia
de la administración sirvió sólo para incrementar los gastos imperiales.

La economía estatificada

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A medida que las exigencias tributarias crecían, la industria, que estaba en
dificultades por el desfallecimiento de la demanda, dependió más de los pedidos
del Gobierno. Pero éste era un cliente que imponía unos precios tan bajos, que
los industriales se arruinaban. Las grandes industrias fueron desapareciendo.

El Estado creó sus propias fábricas para el aprovisionamiento del ejército y de


los funcionarios. Los obreros estaban adscritos a estos talleres como a un
servicio público.

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CAPÍTULO II
GENERALIDADES DE LA CRISIS
2.1 La crisis social

La nobleza romana, el patriciado, era una aristocracia de grandes terratenientes,


ociosos y cultos, que habían gobernado la República por medio del Senado. En
la época imperial perdieron el poder político.8 Muchas de estas antiguas y nobles
familias, romanas o itálicas, desaparecieron en las guerras civiles o fueron
diezmadas por la dinastía Julia-Claudia o se extinguieron.

Su puesto en el Senado fue ocupado por representantes de la aristocracia


provincial (de Galia, de España, de Oriente, de Grecia) y por miembros del orden
ecuestre, que habían servido a Augusto en las,, guerras civiles y que fueron
ennoblecidos por el emperador.

Esta heterogénea nobleza desempeñó los altos cargos de la Administración y del


Ejército, y, como la vieja oligarquía, sintió vinculado su bienestar económico a
la posesión de fincas rústicas.

2.2 Los caballeros

El segundo estamento de la sociedad romana era el llamado orden ecuestre,


formado por la gran burguesía romana o itálica. En la época imperial fueron
incorporados al orden ecuestre muchos aventureros enriquecidos. Esta clase
social era la más activa e inteligente. Su finalidad, corno la de la nobleza, fue
siempre el acceso a la gran propiedad territorial.

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Los caballeros llegaban a convertirse en latifundistas después de servir al
emperador en la administración y en los mandos del ejército. Con los
emperadores Severos desempeñaron las más altas magistraturas, mandaron
legiones, gobernaron provincias. Lo mismo que la nobleza, el orden ecuestre
quedó abierto a la clase inferior, que ascendió a él mediante el servicio militar.

2.3 La burguesía provincial

El tercer estamento social estaba constituido por la burguesía. fue la clase


privilegiada de las provincias, Las ciudades eran las células del Imperio. Sus
clases superiores, los honestiores, o burgueses, las administraban. Sus clases
inferiores, los humiliores, trabajaban o servían en el ejército como tropas
auxiliares.

La mayoría de las ciudades provinciales conservaron su autonomía municipal.


Los ciudadanos más ricos, los curiales, ejercían las magistraturas y formaban el
consejo municipal.10 Contraían ante el Estado, no sólo la responsabilidad de la
administración de la ciudad, sino el cumplimiento de las obligaciones fiscales de
la ciudad para con el Estado. Soportaron a su costa las diferencias entre las
cargas financieras que el Imperio exigía a la ciudad y los siempre inferiores
ingresos que se obtenían.

2.4 Militarización de la sociedad romana

Progresivamente el Estado fue absorbiendo todo lo que quedaba. sin estatificar


en la sociedad romana. Navieros, comerciantes, asociaciones de obreros libres:
todos fueron organizados en corporaciones estatales militarizadas.

Los servicios personales obligatorios, munera, se hicieron indispensables a un


estado acorralado en sus fronteras por las amenazas de invasión, y sin recursos
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financieros para afrontar las tareas defensivas más urgentes: la edificación de las
murallas de Roma, decidida por Aureliano.

CAPÍTULO III
ASPECTOS GENERALIZADOS DE LOS HABITANTES

3.1 Los artesanos

La clase trabajadora urbana libre alcanzó un estatuto social, reglamentado por el


emperador Trajano, de breve duración por los cambios que se produjeron en la
sociedad romana del siglo III.

Los trabajadores libres fueron autorizados a organizarse en gremios, los collegia.


Libertos y esclavos fueron admitidos en ellos. La situación de los artesanos
libres había mejorado con la escasez de esclavos. Pero los collegia no
beneficiaron económicamente a los trabajadores; no intervinieron en la fijación
de los salarios ni en las condiciones de trabajo. Los artesanos libres fueron las
primeras víctimas de la penuria de alimentos y de las prestaciones personales
exigidas por el Estado.

3.2 Esclavos y libertos

Las guerras de conquista habían suministrado las grandes masas de esclavos que
sustentaron la economía romana. La paz romana limitó el aprovisionamiento de
esclavos de guerra, y a partir del siglo I el número de esclavos disminuyó.
Entonces se estableció un lucrativo negocio, basado en el rapto de las víctimas
en las regiones fronterizas (Britania, Germania, Armenia, Arabia, Africa).

3.3 Los campesinos

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Los emperadores Antoninos, Adriano especialmente, habían protegido a los
campesinos contra la burguesía urbana. Con esta política querían acrecentar el
rendimiento agrícola de las provincias. Pero sus intentos fracasaron, porque la
política imperial de los dos primeros siglos se sustentaba en el desarrollo de la
vida urbana, y las ciudades vivían de la explotación del campo. No era posible
favorecer a la vez a dos clases enemigas, que llegaron a cristalizar en algo
semejante a dos castas;12 la burguesía de propietarios agrícolas y los
campesinos.

Estos habían quedado excluidos de la estructuración política de las ciudades. No


sólo los arrendatarios y colonos, sino los campesinos libres. Esta discriminación
iba a tener importantes consecuencias cuando los campesinos llegaron a ser
mayoría en el ejército, en el momento en que éste se constituía en el único poder
político del Estado. Los barbari, es decir, los campesinos que carecían de
constitución ciudadana, eran tan numerosos en el ejército, que barbari llegó a ser
sinónimo de soldados.13 Estos campesinos-soldados se habituaron a hacer a sus
jefes emperadores. Y estos emperadores iban a destruir la burguesía urbana, que
había sido el soporte de la «monarquía ilustrada» de los Antoninos.

3.4 El colonato

Un resultado de la despoblación y de la miseria de los campesinos libres fue el


desarrollo del latifundismo. Los emperadores necesitaban a los terratenientes,
que les proporcionaban crecidos tributos. Pero quisieron proteger a los
campesinos favoreciendo la adopción de un sistema de cultivo generalizado en
Egipto y en todo el Oriente helenístico, y que ha recibido el nombre de colonato.
Los latifundistas lo aceptaron, porque les aseguraba mano de obra en una época
de escasez.

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CONCLUSIÓN

Después de haber leído y analizado este contenido, nos hemos podido dar cuenta
de que La crisis política romana era tal que los visigodos llegaron a combatir en
nombre el Imperio romano. En el 476 el Imperio romano había sucumbido en
Occidente, aunque se mantendría en Oriente, donde la capital era
Constantinopla. Sin embargo, subsistieron algunas instituciones como la Iglesia
y el papado que fue el vínculo de continuidad, y legitimidad, entre el Imperio y
los nuevos reinos.

Pero el Estado había desaparecido ante los vínculos de fidelidad personal que
estructuraban la sociedad germánica. A pesar de la aparente rapidez con que se
suceden los hechos, el proceso de desmoronamiento del Imperio romano no fue
cosa de un día, ni siquiera de una generación.

El Imperio Romano alcanzó su mayor extensión al comienzo del siglo II d. C y


duró 2.000 años. Estaba dividido en provincias, directamente sometidas al
control del Emperador y del Senado

BIBLIOGRAFÍA

 Ediciones Martínez Roca, S. A. Barcelona. 1970, ediciones Martínez Roca, s. A.

 Impreso en España Printed in Espain. Depósito legal: v. 4.183-1970

 Tipografía artístisca puentes, s. L. - palleter, 47 - valencia, 1970

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