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Esta super estructura que permitía el funcionamiento eficiente de este modelo de

producciones, tiene por ejemplo, como decimos una serie elementos señal uno lo jurídico, muy
relevante tanto que el derecho romano fue determinante parala evolución de todo el derecho
occidental y mundial en los siglos posteriores. Este derecho romano generó un rico corpus
legislativo por el que se organizaba la sociedad, incluye como lo estamos ahora todo lo
relacionado con la esclavitud. La clase social de los esclavos estaba en lo más bajo de la
pirámide social, y sus miembros eran tratados como objetos, bienes muebles de los que podía
disponer su propietario legal. Los esclavos eran tratados y manejado como un bien de
producción y estaban completamente privados del fruto de su fuerza de trabajo. Los máximos
beneficiarios de ese trabajo forzado en las clases dueñas de los esclavos y propietarios de los
bienes de producción, destacando muy claramente la propiedad de la tierra. En esta época
había una baja acumulación de capital productivo y también muy escaso acceso al crédito. La
clase que dominaba la pirámide social, la clase senatorial de los patricios, eran los auténticos
aristócratas esclavistas. Por debajo de estos había otros que también tenían esclavos lo que
menos y un menor acceso a propiedad de la tierra, que es la clase de los équites que este
estamento que apoyaba dominantemente a la facción política de los populares tuvo continuos
conflictos con los senatoriales que, como decíamos apoyaban a los optimales. Y pese a estas
luchas de poder que terminaron de hecho por romper la república, la orden ecuestre y
senatorial coincidían en el mantenimiento general de este modelo de sociedad y de la forma de
producción esclavista. De hecho el orden ecuestre se alimentó en general de hombres nuevos
que acumulaban riquezas sin pertenecer en general a una de las viejas familias y castas clásicas
de Roma. La orden ecuestre en su mayor parte, no eran tan dependientes de la Tierra ni de la
economía, sino que jugó un papel mucho más importante en la articulación institucional del
aparato del estado romano, la articulación religiosa, económica y social, con un papel
importante en el comercio. Así el Ordo ecueste era fundamental en el espacio de la romanidad.
Por debajo de los ordos ecuestre y senatorial, estaban los hombres libres, y aun por debajo de
estos hombres libres con ciudadanía romana, estaban los Peregrinos, que eran hombres libres
pero sin la ciudadanía romana y los derechos que esto implicaba. Bueno y obligaciones. En los
orígenes de la República Romana, los hombres libres eran en su mayoría propietarios de
pequeñas parcelas agrícolas y eran co-participes del gobierno de la ciudad. De una manera que
podríamos asimilar de cierta manera a la polis griega. Con el tiempo y las guerras y la
expansión de Roma, todo esto fue transformándose. El papel de esta masa de hombres libres
romanos era proporcionar la recluta a las fuerzas armadas, la producción de bienes, en
particular las manufactura de bienes y servicios de lujo y ciertas tareas del comercio. En un
peldaño por debajo en la escala social de estos ciudadanos libres estaban otros ciudadanos
romanos que eran los proletari, que se caracterizaba por no poseer nada más que su propia
prole, sus hijos. No tenían ninguna otra propiedad dentro de esta clase social, de los hombres
libres, los proletari o los peregrinos eran los que más fácilmente podían caer víctimas de la
extorsión de las clases aristocrática o caer en deudas que de alguna u otra manera les
terminase por llevar a la esclavitud. Para el período tardo republicano la depauperación de esta
clase y la acumulación de riquezas y tierras por parte de la aristocracia obligaron a profundas
transformaciones políticas. Antes de la caída de la república se produjeron hechos tan
sintomáticos como las reformas militares impulsados por Mario estas reformas significaba que
el legionario ya no era un hombre libre que pagaba su equipación y combatía unos meses con
algún enemigo próximo para defender su ciudad al estilo delas polis griegas, sino que los
legionarios del tiempo de Mario en adelante se constituía como un cuerpo de hombres que
dependían de la financiación de un caudillo y que se convertían en militares profesionales,
marchaban durante mucho tiempo a tierras lejanas especializándose en la milicia. Y además si
no es menor, sus pagas u ocupación era pagada por el general. Para el tiempo de la dinastía
antonina ya en tiempo alto imperial, la clase de los pequeños propietarios estaba ya
severamente depauperada, y en muchos casos dependía de los repartos de alimentos y de la
economía informal asociada a las redes clientelares que dependían de una u otra familia
poderosa. Las ciudades estaban llenas de una población que buscaba un sustento que ya no
podían encontrar en el campo. Hacía generaciones que los proletari ya no podían competir en
salarios con la mano de obra esclava que era tan abundante. Una parte de esta población de
hombres libres romanos era eventualmente llevada a lejanas tierras por todo el imperio o
utilizada como levas para campañas militares. Pero estas vías de escape encontraron un límite
cuando la expansión del imperio se detuvo El modo de producción esclavista clásico daba sus
primeros síntomas evidentes de agotamiento durante la dinastía antonina, durante el segundo
siglo. Es sintomático cómo el emperador Adriano tomó la decisión estratégica de fijar el límite
en el muro adriano en el norte de Britania y después luego extender el límite por toda la línea
del ring Danubio. Y luego los límites al sur del imperio por la inmensidad del Sahara, y al este
en la disputa fronteriza con los persas. Este establecimiento definitivo de límite del Imperio Era
una decisión con muchísimas implicaciones como por ejemplo cuál sería el futuro del modelo
de producción una estructura comercial romana que se había fundado sobre la continua
expansión. La decisión política de los antoninos sobre estabilizar las fronteras del imperio
acompañada por una multitud de reformas de todos sus grandes emperadores, antonino pío
Adriano, Marco Aurelio, con el propósito de consolidar un crecimiento cualitativo de la
economía imperial y no solo cuantitativo En adelante, Roma debía de explotar más y mejor los
inmensos recursos disponibles dentro del imperio. Tanto en términos de cantidad como en
calidad de producción. El aumento de la productividad del trabajo en Roma, era una necesidad
ante la paulatina pérdida de fuerza de trabajo esclava y su reemplazo por fuerza de trabajo
libre. El estrato social en el que los antoninos buscaron esa transformación económica fue la
clase de los comerciantes de extracción ecuestre incluso simples ciudadanos libres
acomodados. Este grupo social urbano se le dedicaba al intercambio de productos entre
diferentes mercados del imperio y con el exterior en algunos casos había amasado importantes
fortunas Por supuesto estos capitales no eran comparables a las riquezas disponibles por la
aristocracia patricia senatorial, Pero en cambio, era una riqueza menos vinculada a la posesión
de la Tierra y relacionada con la posesión de medios de cambio, como metales preciosos o
mercaderías. Durante el siglo II de los comerciantes del ordo ecuestre se beneficiaron del favor
imperial como un elemento de contrapeso también a la siempre poderosa clase aristocrática
de los terratenientes que estaban muy animados e interesados en las conjuras. Lo habían
demostrado durante las dinastía anteriores, Por este motivo los emperadores tuvieron
preferencia por los omine nobis de la clase ecuestre y que era una clase emergente que se
benefició de las inversiones en infraestructuras portuarias, la renovación de los foros
comerciales y también mejoras de las calzadas. La paz interior dentro del imperio favoreció el
comercio. Y la política monetaria consiguió mantener estable el valor de la moneda. La
inversión pública era financia en parte con los despojos de la última conquista la de Tracia, y
ésta permitió financiar grandes proyectos destinados a reforzar la pujenza cultural romana,
además de la económica. Este impulso cultural debía hacerse accesible para elementos de la
clase ecuestre que no estaban en posición de mandar a sus hijos a Oriente ni tampoco de pagar
costosos instructores helenos, como si podía hacer en la clase senatorial. El escritor griego
señaló que el emperador Adriano que gobernó entre ciento diecisiete y ciento treinta y ocho
nombró a los sofistas Dionisio de Mileto, hipoleno De la Odisea para administrar el Museo de la
biblioteca de Alejandría La visión que Adriano asignó a estos fue constituir un cuerpo de
centenares de copistas que estarían dedicados en exclusiva a producir miles de copias de obras
selectas de la biblioteca de Alejandría para su distribución por centros de estudio en las
principales ciudades del imperio. Toda esta documentación debería de servir para la difusión y
mejora de la instrucción de la clase ecuestre y comercial Así se abrieron centros de enseñanza
Superiores en los principales nódulos comerciales del imperio como Roma, Alejandría,
Marsella, Bizancio, Antioquía, Cartago, Sicilia y una multitud de grandes ciudades. En los
últimos trabajos de Plinio el joven antes de morir, se hacía una elegía a Trajano, en parte se
debía al compromiso que éste había demostrado con las artes. De hecho todos los antoninos
se pudieron caracterizar por una sensibilidad helenística y por un compromiso con las artes y la
cultura Esta difusión por el mediterráneo de los conocimientos y el arte en la biblioteca de
Alejandría supuso distribuir las semillas de un progreso cultural y tecnológico que terminaría
por germinar varias generaciones después. El reinado de Trajano fue seguido por Adriano, y
después por Antonino Pio, y éste fue sucedido por Marco Aurelio, que en general, el imperio
de éstos emperadores Antoninos fue moderado y eficaz. Tuvieron que enfrentarse a una serie
de conflictos fronterizos, también las sucesivas olas de pestes que se dieron durante su
reinado, pero en general afrontar todos estos desafíos de una manera relativamente eficaz.

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