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Historia de la Iglesia Edad Antigua

Septiembre
de 2009

El Imperio Romano

1. Orígenes de Roma.
Según la tradición romana, la ciudad de Roma fue fundada en el año 753
a.C. por los gemelos Rómulo y Remo a las orillas del Tíber, esta pequeña
ciudad floreció y se desarrolló hasta llegar a ser considerada durante la
época previa a la República, superior a sus vecinos, haciéndose cada vez
más fuerte a medida que se apoderaba de más territorios. Ya en la
República, alrededor del año 270 a.C. Roma dominaba toda la península
Itálica y seguía su expansión.
La creación de una entidad política resistente, la concesión de la
ciudadanía que igualaba a todos los ciudadanos sin importar si eran griegos,
hispanos o romanos, llegando a tener el cargo de emperador lo mismo un
hispano que un africano, y la gran tarea de asimilación de los pueblos
conquistados por Roma explican la durabilidad de este imperio, superando a
lo largo de su historia revueltas y guerras civiles que hubieran llevado al
declive a otros imperios.

2. Los Reyes.
A pesar de la tradición, que ha llegado a nuestros días, hoy por hoy se
puede afirmar que Rómulo - el fundador de Roma - no existió, y que la
verdadera fundación de Roma sería a manos de Tarquinio Prisco a principios
del siglo VI. Los datos que se extraen de la literatura romana, aseguran su
fundación a mediados del siglo VIII por Rómulo, pero por el contrario, los
datos arqueológicos no permiten hablar de un nacimiento urbano antes del
625 o incluso del 575 a.C.
El mismo caso ocurre en el momento de fechar el principio de la
República, el 509 a. C. año que la tradición fija como el principio de la
República, y el 450 a.C. que, según otros datos históricos, se correspondería
mejor con los cambios históricos de una nueva época en la política romana.

a) Reyes Legendarios:

Rómulo (753-715 a.C.), fundador de la ciudad según la tradición y


primero de los siete reyes de Roma, es su primer rey latino, según la
tradición es el artífice de algunas instituciones típicamente romanas como
las gentes, curias y tribus. Su reinado duró 38 años. La leyenda de los
"gemelos" amamantados por la Loba del Capitolio es tardía, no anterior al
siglo III a.C.
Numa Pompilio (715-676 o 672 a.C.), llamado el Piadoso, era
yerno de Tatio (rey de los sabinos). Fue el segundo rey de Roma. Inspirado
por la ninfa Egeria, organizó la vida religiosa de los romanos, creando los
collegia sacerdotales, instituyendo la figura del pontifex y fundando el culto
a las vírgenes vestales (sacerdotisas). También durante su reinado se
produce la división del año en 12 meses. Numa fue un monarca que trajo 40
años de paz y estabilidad a Roma. Fue admirado por sabiduría, austeridad y
piedad.
Tulo Hostilio (673-641 a.C.), el belicoso. Más fogoso que su
antecesor, según la tradición, su reinado está marcado por la lucha de
Roma contra Alba, su metrópolis, que pasará a ser su vasalla. Al final de su
reinado Alba se revela, este motivo provocó que fuese arrasada y sus
habitantes deportados a Roma.
Anco Marcio (641-616 a.C.), el constructor. Sobrino de Numa,
defensor de su tío y de su predecesor. Según la tradición, amplió el espacio
de Roma trazando un puente sobre el Tíber y extendió su influencia sobre el
mar, creando el puerto de Ostia.

b) Reyes de Roma:

Tarquino Prisco (616-578 a.C.), el Antiguo, fue el verdadero


"Rómulo", al parecer originario de la ciudad de Tarquinia, de una familia
griega. Se convirtió en rey de los latinos, sabinos y etruscos establecidos en
torno al Palatino. Después organizaría estos grupos en tres tribus,
poniéndoles el nombre común de romanos. Construye el Forum, el Circus
maximum, la Cloaca Maxima. Muere víctima de la venganza de los hijos de
Anco Marcio. Servio Tulio, hijo de una esclava, toma el poder. Turquino
también creó el Senado y el ejército, el primero seleccionado de las familias
más importantes, y el segundo incluiría a todos los ciudadanos útiles para la
defensa de los intereses de la nueva ciudad.
Servio Tulio (578-534 a.C.), el constituyente, segundo rey, mantuvo el
poder durante más de cuarenta años. Entre los etruscos, llevó a cabo
grandes reformas políticas, militares y sociales del senado y la organización
del ejército centuriado (exercitus). Muere trágicamente, víctima de un
complot organizado por su propia hija y su yerno, Tarquino, el Soberbio.
Tarquino el Soberbio (534-510 a.C.), último rey de Roma. Al menos
hay tres cosas irrefutables de su reinado: la reforma del calendario, la
dedicación de un templo a Júpiter en el Capitolino y la caída de la
Monarquía. Fue expulsado por el rapto de una hija de familia acomodada
por el hijo de éste.

1. La República.
Se llama República al periodo de la historia de Roma caracterizado por el
régimen republicano como forma de gobierno, que se extiende desde el
510 a.C., cuando se puso fin a la monarquía con la expulsión del último rey,
Lucio Tarquino el Soberbio, hasta el 27 a.C., fecha en que tuvo su inicio el
Imperio.
Augusto estableció algunos servicios públicos durante este periodo, el
más importante era el ser prefecto de la ciudad; vigilantes nocturnos;
bomberos, para prevenir incendios y castigar a los que los provocaran.
Entre otros servicios. Pero todos ellos eran de propiedad imperial.
La tradición sitúa el establecimiento de la República entre los años
509-510 a.C. Así comienza otra etapa fundamental de la historia de Roma
que dura dos siglos y medio, en la cual Roma se prepara para dominar la
península itálica, después el Mediterráneo para acabar dominando en el
Imperio casi todo el mundo hasta el entonces conocido.

a) Conquista de la península Itálica.


En sustitución del rey, el conjunto de la ciudadanía elegía anualmente a
dos magistrados, conocidos como pretores (o jefes militares), que más tarde
recibieron el título de cónsules. El carácter del Senado, ya existente durante
la monarquía, fue modificado al ingresar en él los plebeyos, conocidos como
conscripti (conscriptos).
En el 494 a.C., la secesión (retirada) al Aventino (una de las siete colinas de
Roma) de los plebeyos, obligó a las clases patricias a conceder la institución
de los tribuni plebis (tribunos de la plebe) que eran elegidos anualmente por
el Concilium plebis (Asamblea de la plebe) como representantes de los
plebeyos para la defensa de sus intereses.
Estos cambios políticos dieron paso a una nueva aristocracia compuesta por
patricios y plebeyos enriquecidos y propiciaron que el ingreso en el Senado
fuera casi un privilegio hereditario de estas familias.

b) Hegemonía (predominio) exterior.

En el 264 a.C. Roma comenzó su lucha con Cartago por el control del
mar Mediterráneo. Cartago era en esta época la potencia marítima
hegemónica en el mundo y dominaba de forma absoluta el Mediterráneo
central y occidental en tanto que Roma centraba su predominio en la
península Itálica.

c) Las Guerras Púnicas.

La primera (264 a.C.) de las Guerras Púnicas tuvo como causa principal
la posesión de Sicilia y supuso el nacimiento de Roma como una gran
potencia naval.
Aníbal, atacó Sagunto y amplió las conquistas cartaginesas hasta el río Ebro
con lo que dio comienzo la segunda Guerra Púnica (218-201 a.C.). Aníbal
invadió la península Itálica. Derrotó a los romanos en sucesivas batallas y
arrasó gran parte del sur de Italia durante varios años, pero fue vencido por
Escipión en el 202 a. C.
Roma reemprendió la lucha contra los cartagineses en la tercera Guerra
Púnica (149-146 a.C.), que finalizó cuando Publio Cornelio Escipión Emiliano
conquistó y destruyó Cartago, que a partir de entonces formó parte de la
provincia romana de África.

d) Conflictos internos.

Con la adquisición de tan vastos territorios comenzaron los problemas


internos de Roma. Algunas familias plebeyas extremadamente ricas se
aliaron con las viejas familias patricias para excluir al resto de ciudadanos
de las más altas magistraturas y del Senado. El conflicto entre el partido
aristocrático y el popular era inevitable.
Las comunidades itálicas aliadas con Roma sintieron que sus cargas
aumentaban en tanto que sus privilegios disminuían y exigieron compartir
con Roma los beneficios derivados de las conquistas, a las que habían
contribuido.
Estalló el conflicto entre Cayo Mario, portavoz del partido popular, y
Lucio Cornelio Sila, dirigente de los optimates (partido aristocrático) a causa
de quién debería dirigir la expedición militar. Sila suprimió a sus enemigos
al proscribirles, redactando y colocando en el Foro una lista de hombres
importantes que eran declarados enemigos públicos y fuera de la ley;
también confiscó las tierras de sus oponentes políticos, la rica economía
agrícola de Roma decayó y la ciudad tuvo que importar gran parte de sus
víveres, especialmente de África que se convirtió en el mayor suministrador
de cereales para Roma. Con la llegada al poder de Sila, comienza el periodo
republicano denominado "Preimperial".

1. El Senado
El carácter del Senado, ya existente durante la monarquía, fue
modificado al ingresar en él los plebeyos, conocidos como conscripti
(conscriptos).
La importancia del Senado estriba en primer lugar de sus funciones
como órgano colegial. Si el Senado no hubiese existido, no era necesario
inventarlo; pero, como no sólo existía, sino que personificaba las tradiciones
del Estado romano, sus distintos cometidos y hechos tenían una gran
repercusión.
La votación por el Senado de los poderes y títulos de un nuevo
emperador era una mera formalidad de reconocimiento que no tenía por
qué tomarse como señal de principio de un reinado.
La función del Senado consistía en votar los títulos del emperador,
pero hasta este derecho lo conservaban celosamente. En el año 41, después
del asesinato de Calígula, el Senado fue convocado por los cónsules y
discutió sobre la restauración de la República, pero hubo algunos senadores
que se nombraban para subir al trono, pues el pueblo clamaba un
emperador.
El pueblo había obtenido derechos políticos a fines de la República,
entre tantos eran que se le proporcionara parte del motín de las conquistas,
cosa que los emperadores debían hacer muy bien para no ser depuestos por
el pueblo mismo, de ahí el famoso slogan: SPQR (Senatus Populusque
Romanus). De tal modo que todos los emperadores que ofendieron al
pueblo y al Senado, sufrieron muertes violentas (Nerón, Domiciano,
Cómodo).
Los víveres y el trigo deberían de ser ofrecidos al pueblo a un precio
accesible. Y una vez al mes dar una ración gratuita a todo el pueblo, no sólo
a los pobres.
Las celebraciones imperiales iban acompañadas de cenas o comidas
para todo el pueblo. Pero con todos los beneficios recibidos por el pueblo, el
mismo estaba perdiendo su papel constitucional. Después se reunirá ya no
para elegir o deponer, sino sólo para aclamar una lista única que se le
presentaba. Pero dicha pérdida no significaba pérdida de poder, el pueblo
seguía exigiendo sus derechos, no sólo clamaba la muerte de alguien o la
liberación de un gladiador, sino que exigía disminución de impuestos o el fin
de una guerra.
La otra cara del papel del Senado era la acción que llevaba después
de la muerte del emperador. Si su reinado había sido pacífico, votaban para
deificarlo. De los contrario, buscaban el modo de borrar el nombre o las
imágenes de los no deseados, como Domiciano.
El procedimiento del senado consistía en tres puntos: la interrogatio
(pedían opiniones sobre un punto a tratar); sententia (el juicio sobre el
punto tratado) y la descessio (la decisión tomada o veredicto final).
La única función importante que el Senado adquirió en el Imperio y no
en la república, fue dar juicio en causas criminales.
El cargo de Senador era hereditario, pero después se dieron algunas
anomalías, pues el emperador podía otorgar el cargo a quien él quisiera,
formando parte de un grupo llamado: “Candidatos del Emperador”. De tal
modo que el grupo se dividió, y había conflictos internos, pues la estrategia
del emperador era tener una mayoría para poder gobernar con libertad.
El papel tradicional que tenía el Senado era recordar las tradiciones,
la religión, de tal modo que siempre fue politeísta y cuando el cristianismo
toma fuerza, fue perseguido por el Senado y el Emperador.

2. Los Emperadores.
El emperador recibía muchos títulos, pero todos otorgados o aprobados
por el Senado. Y un emperador gozaba de poder para ejercer derechos en el
tribuno; derecho a mando; era como un cónsul (los más destacados del
Senado); Padre de la Patria; principal ciudadano o príncipe; jefe del Senado;
etc.
El emperador buscaba que su sucesor gozara de aprobación por parte
del Senado, de ahí que el trono comienza a ser parte de una dinastía. De tal
modo que debía de tener un heredero, sino, podía adoptar. El paso final,
para lograr que se llevara a cabo la herencia del trono, fue que el
emperador nombraba emperador a su mismo hijo, en vida del él, y ambos
gobernaban.
Así como surge la dinastía, surge la traición, la ambición y la muerte
por el trono. Posteriormente se inicia el proclamar emperador al que sea de
la simpatía del Senado, del pueblo y de la milicia.
El estado no proporcionaba comodidades al emperador, él mismo,
con los tesoros de las conquistas se daba los lujos, haciéndose de esclavos,
soldados personales (que hacían juramento de servir a él, no al Senado ni al
Estado), y servidumbre en general, debiendo ser varios miles al servicio del
emperador. Al igual que los terrenos o jardines fuera de Roma. Los cuales,
junto con la servidumbre, pasaban en propiedad al próximo emperador.
La función del emperador era conquistar, hacer grande el imperio,
llevar riquezas al país, pero también estar con el pueblo y escuchar sus
peticiones.

3. Clases Sociales.
1. Orden senatorial: Magistraturas y honores como el consulado, las
funciones sacerdotales, el mando de las legiones, etc.
2. Orden Ecuestre (équites): Los equites ('caballeros', en latín) eran una
clase social de la antigua Roma. A través de la historia este estatus social
fue cambiando en dignidad y costumbres. Según lo ordenado por Servio
Tulio, sólo podían llegar a ser caballeros los que alcanzaban buena posición
económica, con una determinada cantidad de bienes y ser hijos de padres
libres. La elección se solía hacer entre las familias más antiguas. Éstos
podían llegar a ser tribunos de cohorte, prefectos de provincias, etc. Solo
ellos podían acceder al rango de Senador.
3. Decuriones: Dirigentes de los municipios. Podían ser elevados al orden
ecuestre.
4. Ciudadanos romanos: Posición social privilegiada en relación a las
leyes, status social, propiedad y acceso a posiciones de gobierno, que se
otorgaba a ciertos individuos.
5. Libertos: esclavos liberados. Llegaron a ser demasiados. La aristocracia
se alarma de la mezcla social.
6. Esclavos: Alta proporción entre los ss. I a.C. y I d.C., su condición variaba
según donde sirvieran. Rivalizaban con libres, por empleo no doméstico.

4. Ciudadanía Romana:
Es difícil generalizar sobre las condiciones de la ciudadanía romana a través
de todo el periodo histórico de la Roma antigua, dado que tanto la
naturaleza como el criterio de acceso a ésta fueron modificados en la
legislación a través de los años. Sin embargo, tanto durante el periodo de la
República como posteriormente, durante la época del Imperio, los
residentes en Roma podían ser divididos en los siguientes grupos:
○ Los hombres libres o ciudadanos (en el sentido de ser habitantes de
o nacidos en Roma) quienes gozaban los derechos que se atribuían al
status de ciudadano. Esa condición podía, en ciertas circunstancias,
perderse.
○ Los “nativos”: aquellos que vivían o provenían de territorios
conquistados originalmente por Roma, habitantes de estados aliados o
“clientes” (dependientes) incluyendo colonias de Roma a quienes se les
otorgaba una forma limitada de ciudadanía, que, en la práctica,
consistía en una especie de ciudadanía de segunda clase. El ejemplo
más conocido de este tipo de ciudadanía es el que se aplicaba a los
nativos del centro de Italia: el Derecho Latino.
○ Las mujeres: constituían una clase aparte -cuyos derechos variaron,
como los de la ciudadanía, a través del tiempo-. La mujeres, cualquiera
fuera su status, nunca tuvieron la totalidad de los derechos ciudadanos
otorgados a los varones. No podían, por ejemplo, votar o ser elegidas en
cargos de elección. En la práctica las mujeres estaban sujetas al control
casi absoluto de sus “pater familias”, los que, por lo menos durante un
periodo histórico, tenían incluso el derecho a obligarlas a divorciarse y
volverlas a desposar. - durante la República y entre las clases altas era
práctica común utilizar los matrimonios para consolidar relaciones
políticas.- Tenían, sin embargo, el derecho de propiedad personal.
○ Esclavos: los esclavos eran considerados propiedad y poseían solo
algunos -y muy limitados- derechos. (podían comprar su libertad u
obtenerla por decreto del propietario) Los esclavos podía ser vendidos,
maltratados, mutilados, violados, torturados o muertos a voluntad de
sus propietarios. La muerte -por el propietario o algún otro- de un
esclavo era tratado como un asunto de destrucción de propiedad, no
como un homicidio. Sin embargo, un esclavo liberado (un libero) obtenía
ciudadanía completa.
a) Obtención y pérdida de la ciudadanía romana:

1) Obtención:

La ciudadanía se otorgaba automáticamente a todos los hijos de un


matrimonio legal de un ciudadano romano.
Esclavos liberados obtenían ciudadanía, sin embargo, mantenían
algunas formas de obligaciones con sus antiguos amos,
transformándose en clientes.
Los hijos de los esclavos liberados eran ciudadanos de derecho propio.
La ciudadanía fue eventualmente concedida a aquellos que no habían
nacido en Roma:
• El derecho de ciudadanía se extendió, gradualmente, a los
habitantes de las provincias latinas.
• Aquellos que servían en cuerpos militares bajo las ordenes de
romanos (auxiliares militares) adquirían ciudadanía, la que se
trasmitía a sus hijos.
• Se podía lograr ciudadanía por servicios "extraordinarios" a Roma.
• La ciudadanía se podía comprar, aunque el precio era muy alto.
• Eventualmente se hizo costumbre considerar ciudadanos romanos a
los habitantes de provincias (países) completos que habían
mantenido lazos de amistad y comercio con Roma por largo tiempo.
Generalmente esto era una especie de premio o reconocimiento de
una realidad político social, sin embargo, a veces era una manera de
lograr fines políticos. Finalmente, el edicto de Caracalla otorgó
ciudadanía a todos los habitantes libres del Imperio.
1) Pérdida de la ciudadanía:
La ciudadanía se podía perder debido a varias razones, por ejemplo:
Si una persona se trasladaba voluntariamente a vivir en alguna otra
ciudad o estado.
Si un individuo cometía traición.
Solo los ciudadanos romanos podían servir en las legiones. Sin embargo,
un legionario perdía algunos de sus derechos: no podía, por ejemplo,
contraer matrimonio y, consecuentemente, los hijos de tales uniones no
eran ciudadanos a menos que -una vez vuelto a la vida civil- se
desposara legalmente.

1. Los patricios:

Los patricios conformaban una clase romana formada


inicialmente por el padre de familia o bien por hijo de padre de
familia vinculado a la obediencia paterna (los hijos varones no
alcanzaban la condición de padre de familia hasta que el padre moría
y se independizaban, pero se daba por descontado que alcanzarían
esta condición).
Se les llamaba también Patres.
Estos Patres y sus descendientes que componen las personas
de las treinta curias1 primitivas forman la clase de los patricios,
«patricii». Ellos constituyen una nobleza de raza y ellos solos

1 Una Curia, en los tiempos de la antigua Roma, era una subdivisión del pueblo,
más o menos identificada con una tribu. El término curia también indica el lugar
donde esta tribu discutía sus asuntos.
participaban del gobierno del Estado y gozaban de todos los
privilegios del ciudadano romano.
Eran los descendientes de las familias más antiguas de la
ciudad.
Constituían la clase aristocrática y formaban el verdadero
pueblo romano.
Eran considerados superiores al resto de los habitantes,
gozaban de todos los derechos, poseían tierras y eran llamados a
formar parte del ejército romano, la legión.

Las “Gens" (Familias) más ancianas fueron desapareciendo poco a poco.


Aquellas más antiguas, y que habían participado en la fundación de Roma,
se desvanecieron lentamente a medida que Roma comenzaba a ser un
imperio y nuevas familias plebeyas, como los Decios, o los Sempronios iban
adquiriendo posiciones de preeminencia, ocupando los espacios que las
viejas familias patricias ya no eran capaces de cubrir por falta de
descendientes.

1. La religión:
Los romanos adoraban un gran número de dioses. Los más venerados
eran Júpiter, Minerva y Juno. En su honor construían templos y ofrecían
sacrificios de animales. El emperador era adorado como un dios y en todo
el Imperio se practicaba el culto imperial. Los romanos también veneraban,
en casa, a los dioses protectores del hogar y de la familia: en cada casa
había un altar dedicado a estos dioses. Los romanos eran muy
supersticiosos y, antes de tomar una decisión, consultaban la voluntad de
los dioses, expresada por medio de los oráculos.

2. Fiestas religiosas:

El calendario religioso romano reflejaba la hospitalidad de Roma ante los


cultos y divinidades de los territorios conquistados. Originalmente eran
pocas las festividades religiosas romanas.
Algunas de las más antiguas sobrevivieron hasta finales del imperio
pagano, preservando la memoria de la fertilidad y los ritos propiciatorios de
un primitivo pueblo agrícola.
A pesar de ello, se introdujeron nuevas fiestas que señalaron la
asimilación de los nuevos dioses.
Llegaron a incorporarse tantas fiestas que los días festivos eran más
numerosos que los laborables.

Entre las más importantes figuraban:


Fiestas Saturnales: Del 17 al 23 de diciembre, en el solsticio de
invierno. Toda la actividad económica dejaba de funcionar, los esclavos
recuperaban momentáneamente su libertad, había intercambio de
regalos y se respiraba por todas partes un ambiente de alegría.
Fiestas Lupercales: Era una antigua fiesta en la que originariamente
se honraba a Luperco, un dios pastoral de los itálicos. La fiesta se
celebraba el 15 de febrero en la cueva de Lupercal en el monte Palatino,
donde se suponía que una loba había amamantado a los legendarios
fundadores de Roma, los gemelos Rómulo y Remo.
Fiestas Equiria: Festival en honor a Marte, se celebraba el 27 de
febrero y el 14 de marzo, tradicionalmente la época del año en la que se
preparaban nuevas campañas militares.
En el Campo de Marte se hacían carreras de caballos, elemento que
definía la celebración.
Fiestas de los Juegos Seculares: Durante estos Juegos se realizaban
tanto espectáculos atléticos como sacrificios. La tradición decía que se
tenían que celebrar una vez cada ''saeculum'' (siglo), para señalar el
comienzo de uno nuevo, pero en realidad se hacían más.

Bibliografía:

• FRIEDLAENDER, Ludwing, La sociedad romana, Fondo de Cultura


Económica, México, 1947.
• GRINBERG, C., Roma, Daimon, Barcelona, 1976.
• MILLAR, F., Historia Universal Siglo XXI, El imperio Romano y sus
Pueblos limítrofes, Historia S. XXI, España, 1973.
• www.imperioromano.com (5 de septiembre de 2009)
• http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_romano#Introducci.C3.B3n (5 de
Septiembre de 2009)

Alumnos:

Fr. José H. Tapia Villarruel, ofm.

Fr. Marco Antonio Ballesteros


Medrano, ofm.

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