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MÉTODO DE VALORACIÓN DE EMPRESAS POR DESCUENTO DE

FLUJOS DE CAJA.

Este método es el más utilizado por las compañías, y sin duda el que mejor
aceptación tiene. Está basado en las perspectivas de generar flujos de caja en
el futuro, pero para entenderlo, lo mejor es utilizar un ejemplo.

Empezaremos mostrando una cuenta de resultados que, según las previsiones


de la Dirección de la compañía, serían las siguientes para los próximos tres
años.

método de valoración de empresas      


por descuento de flujos de caja
ESTADO DE RESULTADOS Año 1 Año 2 Año 3
       
VENTAS 2.000 2.100 2.200
(-)CMV 1.000 1.050 1.100
MARGEN BRUTO 1.000 1.050 1.100
(-)GASTOS DE ADMINISTRACION 400 405 410
(-)GASTOS DE VENTAS 200 202 204
TOTAL GASTOS OPERACIONALES 600 607 614
EBITDA 400 443 486
(-)Amortizaciones 100 105 110
RESULTADO DE EXPLOTACION 300 338 376
Ingresos financieros 0 0 0
(-)Gastos financieros -50 -50 -50
TOTAL DIFERENCIAL FINANCIERO -50 -50 -50
RESULTADO ANTES DE IMPUESTOS 250 288 326
Impuesto sobre beneficios -63 -72 -82
PERDIDAS Y GANANCIAS 188 216 245

Para el cálculo de los flujos de caja generados, partiremos del resultado de


explotación, también llamado BAII (Beneficio antes de intereses de
impuestos).

¿Por qué partimos del resultado de explotación? Porque para el cálculo del
valor de la compañía no se tiene en cuenta quién financia el negocio, es
indiferente que la financiación sea externa o sea por los accionistas.
Como observáis en la cuenta de  resultados, los gastos financieros,
ocasionados por la deuda externa, aparecen por debajo del resultado de
explotación, y partiendo de este resultado suponemos que toda la financiación
se ha realizado por los accionistas, por tanto, de ser así, no tendríamos cargas
financieras.

Una vez que tenemos el  resultado de explotación, calcularemos el efecto


impositivo sobre este importe, y obtendremos el resultado neto de impuestos,
que en nuestro ejemplo, si aplicamos un 25% sería:

Una vez obtenido este valor, le incorporaremos las amortizaciones, ya que no


suponen una salida de caja, y tenemos el flujo de caja bruto (FCB).

A este flujo de caja bruto le restaremos los desembolsos en inversiones netas


(Inmovilizados o activo no corriente) y las necesidades operativas de
financiación (NOF), que por resumir,  es el saldo medio que necesitas para
financiar tus existencias, a tus clientes y minorado por lo que te financian tus
proveedores. En nuestro caso, hemos asumido unas Inversiones netas iguales a
la amortización, y unas NOF del 3% sobre las ventas, teniendo en cuenta para
años posteriores el 3% del incremento de las mismas. Por lo que en nuestro
ejemplo, tendríamos calculado el flujo libre de caja según el cuadro adjunto.
Ya tenemos los flujos de caja esperados para los próximos tres años, y ahora
nos falta valorar la compañía. Para ello tendremos que traer los flujos de caja
a valor actual, es decir, el dinero pierde valor con el tiempo, por lo que
tendremos que actualizarlo con una tasa de descuento.

Esta tasa de descuento se descompone en dos sumandos, el primero recoge el


efecto de la inflación, y el segundo una prima de riesgo, es decir, si invierto en
un negocio tengo que exigirle una rentabilidad superior a la que me ofrece un
bono de renta fija, y ahora la pregunta es ¿Y en cuánto valoro esa prima de
riesgo por encima de lo que me ofrece un bono a 10 años? Pues eso depende
del sector, de la estabilidad del negocio en cuestión, del ciclo de vida de la
empresa, es decir, del riesgo asociado a ese negocio. Por tanto es evidente que
exigiré mayor rentabilidad a un negocio nuevo que a uno ya rodado y más
estable. La fórmula para actualizar los flujos de caja a valor actual sería:

Valor Actual de FCL = (Flujo 1) / (1+d)^1 + (Flujo 2) / (1+d)^2 + (Flujo


3) / (1+d)^3

Siendo “d” la tasa de descuento (WACC, weighted average cost of capital).

El valor del Negocio es igual a la suma del valor de los flujos de caja más
el valor residual.

El valor residual se calcula porque suponemos que la empresa no va a durar


solamente tres años, sino que va a seguir operativa indefinidamente, mientras
no se diga lo contrario, por tanto, el valor residual lo calcularemos como una
proyección a perpetuidad del último flujo de caja, por cierto, en nuestro
ejemplo es la proyección del flujo del tercer año, pero las estimaciones las
podemos hacer por los periodos que queramos, tres, cinco, diez o veinte años,
y en ese caso utilizaríamos como flujo a proyectar el último de todos.

La fórmula del valor residual es la siguiente:

VR= FCDn x ( 1+ g ) / (d – g)

Siendo:

FCDn el último flujo de caja.

“d” la tasa de descuento y

“g” la tasa de crecimiento a perpetuidad.

Una vez que calculamos el valor residual lo tendremos que actualizar a valor
presente y para ello:
VR actual = VR / (1+d)^n

Siendo “n” el número de años del último flujo de caja.

Siguiendo con nuestro ejemplo tendríamos:

El valor del negocio no es el valor de los fondos propios o de los accionistas,


para obtenerlo tendríamos que sumarle el valor de los activos no afectos al
negocio y restarle el valor de la deuda financiera. Siguiendo con nuestro
ejemplo, suponemos activos no afectos por 200 y deuda por 700, con lo que
tendríamos:

En resumen, se puede decir que este método de valoración tiene las siguientes
ventajas:

 Tiene en cuenta el valor del dinero en el tiempo.


 Incorpora el factor de riesgo en la valoración.
 Posibilita la valoración de las distintas actividades del negocio.
 Tiene en cuenta la capacidad del negocio para generar caja en el futuro.
 Te permite estimar el valor del negocio incluso sin tener operaciones
comparables en el mercado. 

Como inconvenientes diría:


 Es extremadamente sensible a la tasa de descuento y de difícil
determinación.
 Incrementa la dificultad de proyectar los resultados a medida que nos
alejamos en el tiempo. 

Espero haber aclarado el método y si tenéis alguna pregunta al respecto, no


dudéis en poneros en contacto conmigo.

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