Cada año la Tierra recibe una gran cantidad de materia cósmica,
unas 200.000 toneladas de partículas de polvo que no son
perceptibles. Sin embargo los meteoritos son claramente visibles, excepto cuando se trata de micrometeoritos. Los de mayores dimensiones sufren una fragmentación o pulverización como resultado de la fricción con nuestra atmósfera o del impacto con otros planetas o satélites.
En su mayoría provienen del cinturón de asteroides, anillo
discontinuo ubicado entre Marte y Júpiter, en el que millones de trozos de rocas y polvo estelar giran alrededor del Sol desde hace unos 4500 millones de años. La frecuencia de caída de meteoritos con un peso mayor a 500 gr es de 1 por cada 10.000.000 de km2 al año.
En síntesis, un meteorito es un objeto que ha caído a la Tierra
desde el espacio. En tanto, los meteoros son destellos de luz (“estrellas fugaces”) que se producen cuando los meteoritos atraviesan la atmósfera terrestre. Pequeños fragmentos de “escombros” extraterrestres también causan meteoros, incluyendo el polvo de cometas.
Estos cuerpos fueron protagonistas de relatos cargados de misterio y
fantasías, supuestos depositarios de poderes de personajes mitológicos y leyendas. En algunos casos fueron interpretados como intervención divina y considerados objetos religiosos, preservándolos en iglesias, monasterios, templos y santuarios. Los meteoros y la caída de los meteoritos son procesos naturales del Sistema Solar.
¿Qué provoca su impacto en la Tierra?
Cuando un gran meteorito choca con la superficie del planeta su
impacto deja una depresión en forma de olla llamada cráter. Las caídas de meteoritos han provocado profundas transformaciones geológicas y biológicas. En el fin del período Mesozoico, un meteoro de gigantescas dimensiones provocó grandes incendios, descenso de la temperatura, un prolongado efecto invernadero y lluvias ácidas causando probablemente la desaparición de los dinosaurios, además de otros grupos de animales y plantas.
Hace 250 millones de años, límite Paleozoico-Mesozoico, un evento
similar produjo la extinción del 90% de las especies marinas y el 70% de los vertebrados terrestres, pues su impacto trajo como consecuencia vulcanismo masivo, cambios en la concentración de oxígeno oceánico, del nivel de los mares y el clima global.
¿Qué podemos saber cuando estudiamos un meteorito?
Los meteoritos proporcionan una oportunidad única de
desentrañar los procesos cósmicos del Sistema Solar. El análisis de su composición química, mineralogía, estructura y el cálculo de su edad, nos proporcionan información acerca de la génesis del Sistema Solar hace 10.000 millones de años. Además, a través de su estudio tenemos noticias acerca de explosiones de estrellas, formación de planetas y el origen de la vida.
¿Los meteoritos son todos iguales?
Existen unos 50 tipos de meteoritos, sin embargo todos ellos pueden
agruparse en tres tipos básicos: Pétreos, como una roca, Metálicos, como el acero, y Mixtos, pétreo-metálicos
¿Tienen valor?
Los meteoritos son valiosos tanto para la ciencia como para
coleccionistas, y su valor dependerá de su clasificación. Existen por lo menos 50 tipos diferentes de meteoritos. Cuanto más raro más valioso. Por ejemplo el D´Orbigny, meteorito argentino, es un exponente raro y considerado muy valioso en el mundo.