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'TOMO XVII NOTAS CLINICAS 47

N(· MERO 1

Vista a los dos años de la intervención sigue en el セウエ。、 N ッ@ quisiéramos comprobar en nuestro material íos イ・ セ@
que muestra la figura 3, セッョ@ las ャ」セイ。ウ@ 」ッセーャ・エ。ュョ@ ctcatn- sultados descritos por dichos autores, ・ョセイ@ ?tras
zadas. pero con pie ・アオュッカ。セ@ btlateral trreducttble que le razones, aparte del interés puramente 」エ・ ⦅ ョセエヲゥ」ッL@
impide incluso sostenerse de pte. porque, como dice CAMPS, es interesante y ut!l セッᆳ
De los casos expuestos se desprende la necesidad nacer y difundir los resultados de una terapeuttca
de una terapéutica precoz. Debe tratarse la causa que parece eficacísima para una enfermedad contra
antes de aparecer la complicación ulcerosa Y er: los la que tan precariamente estamos armados.
casos en que ésta ya ha aparecido no pueden deJarse Nosotros hemos ensayado el yodobismutato de
los enfermos abandonados a su suerte porque エ・イセ@ quinina y otro preparado bismútico en ッセ」・@ en -
minan siempre en plazo más o menos lejano, con - fermos afectos de fiebre tifoidea o de parattfus A.
virtiéndose en unos inválidos. y exponer los resultados obtenidos es el objeto del
presente trabajo.
Como señala CAMPS, parece que ya LANGERON
RESUMEN usó dicho compuesto en los procesos tíficos. t。ュセ@
bién SAHLI, según STAEHELIN, usó un prepa.rado
La inmensa mayoría de úlceras crónicas supra-
de bismuto y yodo - el Quimby- con el mtsmo
maleolares internas son debidas a dos procesos カ。ウ」オセ@
objeto. STAEHELIN, por su parte, dice que él no
lares: Varices esenciales y flebitis.
obtuvo resultados netos con dicho preparado.
Sí no se trata la enfermedad causal y sigue la
En nuestros once casos los resultados obtenidos
úlcera su curso crónico, el pie adopta una posición
concuerdan, en general, con los señalados por CA.M.PS
viciosa antiá lgica en equinismo o en equinovaro en
y SACRISTÁN. Sin embargo, nosotros n<: herr:os
las úlceras internas.
visto efectos tan rápidos ni tan netos, sm deJar
Dicha posición con el tiempo se convierte en
de ser marcados en la mayoría de los casos. En
una deformación ósea del pie en equinovaro, com-
pletamente irreversible, aunque cure la úlcera tra- ninguno hemos conseguido la desaparición N、セ@ la
fiebre en crisis, sino en una lisis más o menos raptda.
tando correctamente su causa.
Pero en todos, salvo un caso, el descenso de la
Debe aplicarse. pues, una terapéutica precoz, an-
temperatura ha sido evidente desde las ーイゥセ・。ウ@
tes de la aparición de la úlcera, o una vez estable-
cida , inmediatamente después de su aparición, para inyeccio nes, la mejoría del estado general mamfiesta
evitar dicha deformidad y curar íntegramente al y en los casos en que había estupor se consiguió
enfermo. su desaparición con las primeras inyecciones. El
acortamiento del período febril es el hecho más
llamativo : salvo el caso ya citado, en todos se ha
reducido notablemente la duración de la ・ョヲイュセ@
dad, consiguiéndose la apirexia a la tercera inyección
en algunos, y en los más a la cuarta o a la quinta.
Las inyecciones se han practicado por vía intra-
muscular, cada dos o tres días, según la altura de
SOBRE EL TRATAMIENTO DE LA FIEBRE la fiebre y los días que llevaba de duración el pro-
ceso. Salvo el dolor local que el yodobismutato ーイッ セ@
T IFOIDEA CON PREPARADOS
duce, han sido perfectamente toleradas. En todos
DE BISMUTO los enfermos se ha vigilado la orina y se ha obser-
vado la boca con cuidado para despistar la apari-
M. FUENTES GóMEZ ción de síntomas de estomatitis o nefritis bismúti-
Beneficencia y Hospital Municipal (Merida) cas, que ningún enfermo ha presentado.
Aparte del tratamiento dietético y rigurosas me-
Sin duda el m étodo de KREHL para el trata- .didas de higiene, no hemos usado otro tratamiento
miento de la fiebre tifoidea supuso un avance nota- que el bismuto. Hasta que se hacía el diagnóstico
ble en nuestros recursos contra tan peligrosa enfer- biológico los enfermos tomaban piramidón; cuan-
medad. Pero el tratamiento con el piramídón de do aquél se establecía se prescindía de éste. no 。、セ@
los procesos tíficos requiere experiencia y cautela ministrándose nada más que las inyecciones de bis-
en el manejo de dicho fármaco, que administrado muto para que no hubiera interferencia de efectos.
a legremente y sin un buen control de sus efectos, De nuestros once casos, los resultados se pueden
puede no sólo ser ineficaz, sino hasta peligroso. calificar de francamente buenos en ocho; ュ。ョゥヲ・ウセ@
Todo el que haya tratado muchos tíficos con dicho tos, pero no rápidos, en dos, y nulo en uno. Los
método sabe cuánto hay que individualizar y カゥセ@ resultados han sido tanto mejores cuanto más ーイ・ セ@
gilar en cada caso, único modo de sacarle al mé- cozmente se empezó el tratamiento y cuanto menos
todo lo que de verdaderamente valioso encierra. intensidad ofrecía el cuadro clínico. Precisamente en
Por las razones anteriores no dejan de ser im- el único caso cuya sintomatología era alarmante y
presionantes los resultados logrados por DoMINGO la gravedad manifiesta desde el principio, la ゥョ セ@
CAMPS y SACRISTÁN TERRADILLAS con el yodo- fluencia del tratamiento ha sido nula. En otros dos
bismutato. de quinina en el tratamiento de la fiebre casos tratados muy tardíamente, la influencia sobre
tifoidea, según dichos autores relatan en artículos la temperatura no tardó en manifestarse y el estado
aparecidos en esta misma Revista. Es natural que general también se influenció favorablemente, pero
los que dedicamos nuestros afanes a la clínica diaria la apirexia total sólo se consiguió al cabo de ュオ セ@
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chos d ías, evolucionando el proceso con una tem- gua saburrosa, seca, con bordes y punta libres. Estupor dis-
p eratura baja pero tenaz. creto. Aglutinación positiva al 1 por 300 para el Eberth.
Yodismut cada dos días. Remisión marcada a la セ・ァオョ、。@ in-
En ningún caso ha habido complicaciones, ni yección, hasta 3 8 grados, pero persistiendo así, con ligeras
accidentes debidos al medicamento. Aun en el caso oscilaciones. Se ponen hasta seis inyecciones, ya más distancia-
en que n o se obtuvo resultado ninguno, la enfer- das, consiguiéndose al fin la apirexia a la sexta. Convalecencia
medad siguió con su carácter maligno progresivo con gran estado de desn u trición. Tarda muchos días en tener
apetito. Curación definitiva. (Caso de bastante gravedad, tar-
hasta el exitus, pero sin que en todo su curso se díamente tratado, en el que no se obtuvo un resul tado tan
presentara ningún accidente. franco y rápido como los anteriores.)
La convalecencia h a sido la ordinaria en estos
CASO VI. -Francisco M., 13 años. Visto al sexto día de
enfermos: todos han llegado a ella en gran estado enfermedad. Fiebre moderada (38.5 a 39 grados), lengua sa-
de desnutrición y astenia; pero en la mayoría el bu rrosa uniformemente . no bazo. no roséola, estreñimiento,
apetito ha renacido a los pocos días; algunos se meteorismo. Pulso en relación a la temperatura. No estupor.
han recuperado rápidamente. Al octavo día, aglutinación posiuva al Eberth al 1 por 400.
A continuación damos una relación muy resu- i\ pesar de este titulo alto de la aglutinación, el estado general
se conserva bien y no hay impresión de gravedad. Yodismut
mida de los casos. La mayoría de ellos proceden de cada tres días. Descenso brusco de la fiebre con la primera In-
un pueblo de este partido en el que a final de verano yección; a la segunda queda en 3 7.8 grados vesperttna ; a 1¡
hubo un pequeño brote epidémico. Desde aquí da- tercera, apirexia definitiva. Llega a la convalecencia con ape-
mos las gracias al doctor GALLEGO, médico de ttto \'Oraz y se recupera rápidamente. (Caso leve en el que d
efecto ha sido casi teatral. pero sin crisis, sino con lisis ra-
dicho pueblo, por la colaboración que nos ha pida.)
prestado.
CASO VII. - francisca C .. 6 años.- A los doce días dr
CASO l . - Gregorio C., de 13 años. Le traen a nuestra enfermedad la vemos con un cuadro tífico típico: fiebre hasta
consulta particular a los ocho días de fiebre. Presenta cuadro de 3 9 grados, lengua saburrosa, seca, algo obscura en el c.:n-
tífico bastante acentuado: fiebre de 3 9· 3 grados, bradtcardia. tro, con los bordes y la punla libres: b.170 palpable; liger¡
lengua tostada, fuliginosidades labiales, meteorismo, estreñi- hepatomegalta; vientre algo timpani7adO. Estreñimiento desde
miento. Estupor mediano. Aglutinación para el Ebert positiva el primer día: cefalalgia; anorexia No hay ros¿olas. Se ht·
al 1 por 200. Se le ponen inyecciones de Yodismut Abelló cieron aglutinaciones al final de la pnmera semana. que fue·
cada dos días, sin otra medicación. Desde la primera inyección ron negativas. En la impostbilidad de obtener sangre para nue·
empieza a descender la temperatura de modo gradual. Apirexia \'as aglutinaciones, nos ャエュゥ。 ッセ@ a una fórmula leucocitana
a la tercera inyección, poniéndose una cuarta aún a los cuatro que da las siguientes cifras: leu.:ocitos. 4.8oo: neutrófilos. 48.
días. Convalecencia normal. linfocitos. 41: monocitos, 1 1; oosinófilos. O. Por estos datos.
por el cuadro clínico y por proceder del ュゥセッ@ ambiente epi·
CASO II.- Joaquín M .. 39 años, casado. Fiebre alta des- démico que los antcnorcs, ju7gamos セ\Gァオイッ@ el diagnó rico de
de el principio. con escalofrío previo violento · inquietud mo - proceso tífico. Por no 、ゥセーッョ・イ@ de me mento d. Y od,smu•
tora y psíquica. Estreñimiento tenaz. Dos gotas gruesas en los empezamos a tratarla con Bismo -Lecit, lo que además hacía-
.. seis primeros días resul tan negativas. Al noveno día, aglutina-
ción positiva para el Eberth al 1 por 300. Fiebre de 38, 5 .J
mos de buen grado para comprobar si la acción del yodobis-
mutato se p resentaba también con otros preparados de bismuto.
..¡.o grados. Lengua saburrosa, no tostada. No estupor, peto Para este objeto nos parecía el más apropiado la combinación
insomnio e intranquilidad. Bradicardia . Bazo ligeramente pal- de bismuto con leciti na del Bismo-Lecit, por conocer ya este
pable. Y odismut al principio en días alternos, después cada preparado con cierta ampl itud en el tratamiento de las amig-
tres días. A la segunda inyección cae la temperatura hasta Jos dalitis y haber comprobado su inocuidad. Se le pone media
38 grados; a la cuar ta in yección apirexia. A los tres días ampolla de Bismo-Lecit en días alternos. Los efectos han
nu evo ascenso h asta 3 8 grados. Una n ueva inyección da cuenta sido sensiblemente los mismos que con el Yodism ut, qu1za
definitivamen te del p roceso. algo más lentos; descenso gradual y moderado de la tempe·
ratu ra desde las primeras inyecciones, con mejoría de todos Jos
CASO III. - Angel P .. 30 años, casado. Cuando le vemos sín tomas; al séptimo día de tratamiento la niña se sienta en
lleva 20 días de fi ebre continua, de 3 8 a 3 9 grados, con ce- la cama, h abla, está alegre. Se consigue la apirex ia total con
falalgia , estreñimiento, feng-ua saburrosa. húmeda, gorgoteo en la sexta in yecc ió n. Renace el apeti to en seguida y la conva·
fusa ilíaca derecha . no bazo, algunos ester tores de bronquitis Jecencia se h ace sin ningún incidente. (Es éste un caso de sin·
muy difusos Sensorio despierto. Brad ica rdia muy manifiesta. tomatología bastante in tensa en el que el t ratam iento con bis-
A glutinación positiva al paratífico A al 1 por 200. Y odismut muto ha demostrado su eficacia de modo indudable, sin t ra-
cada tres d ías. D escenso lítico de la temperatura, desaparición tarse ya de la asociación yodo-bism uto-qu inina.)
de la cefalalgia, renace el apetito. Apirexia a la tercera inyec-
ción. (E ra éste un caso tratado tardíamente, pero mu y leve, CASO VIII. - Narcisa D., de 3 6 años, casada. La vemos
que obedeció en seguida al tratamiento.) a los veintiún días de fiebre que empezó gradualmente, sos-
tenida en 3 8-3 9 grados, con cefalalgia, estreñimien to, gorgo-
CASO IV.- Pedro B., 17 años. Empezó con un cuad ro teo en fosa ilíaca derecha, estertores bronquíticos en ambos
de gastritis aguda, con fiebre progresivamente creciente. Le hemitórax; lengua saburrosa. pero húmeda; bradicardia; el
vemos a los ocho días de comienzo. Fiebre hasta de 41 grados, bazo es apenas palpable ; sensorio libre. Las aglutinaciones
bradicardia, no roséolas. bazo blando a un través de dedo, fue ron positivas para el paratífico A al 1 por 1 o o. Viene
lengua saburrosa. h úmeda, con los bordes y la punta libre:;. siendo tratada con piramidón sin consegu ir la remisión de la
Estreñimiento. Cefalalgia violenta. Ligero estupor. Estertores fiebre. Se la trata también con Bismo-Lecit , una ampolla
bronquíticos en ambos hemitórax. Aglutinación para el E berth entera en días alternos. Remisión rápida de la fiebte, q ue a la
positiva al 1 por 300. Yodismut cada dos días y alguna dosis tercera inyección cae por debajo de 3 7 grados. La enferma se
de piramidón los dos primeros días. A la segunda inyección, cree cu rada y aba ndona el tratam iento. Un nuevo ascenso
descenso de la temperatu ra hasta 38,5 grados y remisión mar- térmico d e 3 7, 7 grados obl iga a inyectarla nuevamente, ob·
cada de todos los síntomas. Para obtener la apirexia se necesi· teniéndose la apirexia definitiva con dos inyecciones más.
taron tres inyecciones más. Llega a la convalecencia con gran (Caso leve que obedeció en seguida al tratamiento, ¿¡ pesa r de
apetito y excelente estado general. realizarse éste tardíamente.)
CASO V. - Guillerma G., 44 años, casada. Vista a los CASO IX. - Petra D., 9 años. - Cuando somos con sul -
veinte días de un cuadro febril progresivo. Presenta: fiebre tados para ver a esta enfermita, lleva 25 días d e セ ョ ヲ・ イュ ・ 、 。、@ y
de 3 9·5 grados. Pulso pequ eño, no bradicárdico. Meteorismo presen ta el siguiente cuadro: gran desnutrición, piel seca, vien -
acen tuado. Dos o tres deposiciones diarreicas diarias. Algunas tre timpanizado, temperaturas de 39 a 40,5 grados; pulso
roséolas en vientre y tórax. Bazo li¡¡eramente palpable. Len- taq uicárd ico ( 13 o), blando y pequeño, no arrítmico: tonos
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NÚMERO 1
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cardíacos débiles y, en punta, un soplo suave; multitud de zado con pretendidos fines de desinfección intesti-
estertores bronquíticos en ambos hemitórax; bazo que セ_「イ・ᆳ nal, y, más modernamente, son bastantes los pre-
pasa más de un través de dedo la arcada costal; tambten se
palpa el hígado ; roséola discreta, apreciándose cinco o seis ele- parados comerciales en que el yodo, bajo la forma
mentos entre vientre y tórax. La lengua es saburrosa , tostada, de yodometilatos, se recomiendan en ésta y otras
con la punta libre; ヲオャゥァョッウ、。セ@ セョ@ labios Y. diente_s ; las infecciones, sin el menor efecto. Debe, pues, ser el
mucosas secas. Hay signos de mentngtsmo; Kermg mantfiesto, bismuto el único elemento que tiene acción en el
ligera rigidez de nuca, hiperestesia, posición acentuada_ セョ@ ga-
tillo. Profundo estupor entrecortado por ratos de dehno. La
preparado que nos ocupa.
niña hace dos o tres deposiciones diarias del típico aspecto de No es de creer que el bismuto tenga una acción
puré de guisantes. El cuadro es de gran gravedad. Las aglu - directamente bactericida sobre los bacilos del grupo
tinaciones habían dado positividad para el Eberth al 1 por 300 tífico. Sabemos lo eficaces que los compuestos bis-
a los ocho días de enfermedad. Ha venido siendo tratada con
Yodismu t, 2 c. c. cada tres días. El medicamento no ha con-
múticos se están mostrando en las amigdalitis in-
seguido la más mínima modificación del cuadro clínico: d・セ ᆳ específicas y en las fusoespirilares. Somos ュオセィッウZN@
de un principio tuvo la niña fiebre. alta, estupor, . エ。アu」イ、セ@ los que hemos podido comprobarlo, y MARANES,.
y delirio. Cuando la vemos se han ュセ・」エ。、_@ ケセ@ キセ」ッ@ ampo- con numerosos casos tratados, recomienda elogio-·
Has de Y odismut, que no han produCido nmgun ウエョッュセ@ de
intolerancia. pero la en ferma ha ido empeorando progrestva-
samente este tratamiento. La eficacia del bismutO'
mente. Dado su estado actual recomendamos la supresión de sobre gérmenes tan dispares del bacilo tífico es
medicamento y se la trata con dosis refractas de piramidón . evidente. Habrá que pensar, por tanto, que en uno
suero glucosado, cardiazol y vitamina C. No se consigue tam - y otro caso el medicamento no obra sobre el ger-
poco que el cuadro se m odifique. A los tres días, exitus en
plena hiperpirexia. Aparte de la gran ゥョカ。ウセ@ sé¡;nica y el
m en, sino sobre el terreno en que asienta y se des-
cuadro de meningismo, la enferma no ha temdo nmguna de arrolla, poniéndolo en condiciones de defensa y
las complicaciones h abituales de la ヲゥ・「セ@ tifoidea, ーオ、ゥ・ョセ@ destrucción de aquél.
considerarse como una de esas form as s1derans アオセ@ de por SI Sabido es que muchos autores admiten como:
arrebatan al enfermo. puerta de entrada del bacilo de Eberth el anillo
CASO X. - J uana B ., 6 años.- Proceso febril de tipo re- bucofaríngeo. SANARELLI llega incluso a admitir
mitente, con temperaturas hasta de 39·5 grados. Se palpa el que del anillo bucofaríngeo el bacilo pasa ya a la
bazo; la lengua es muy saburrosa, pero no tostada; no hay sangre, y STRÜMPELL habla de un tonsilotifus.
roséola; diarrea los primeros días, después estreñimiento; li-
gero estupor; cefalalgia. El pulso se mantiene en relación a la
Pero según los estudios de SCHOTTMÜLLER y los
temperatura; no hay fenómenos respiratorios. Se la trata con experimentos de MÜLLER y de ÜRSKOW y MOLT-
Yodismut, una inyección cada tres días, sin otra m edicación: KE, se admite generalmente hoy que el bacilo pe-
descenso gradual y persistente de la temperatura y mejoría del netra por cualquier punto del aparato digestivo para
estupor desde las primeras inyecciones. Desde la tercera in-
yección se inicia la apirexia, que con dos inyecciones más se
localizarse en seguida en el sistema linfático intes-
obtiene definitivamente. Convalecencia franca. La aglutina- tinal - folículos solitarios y placas de Peyer -
ción había sido p.:>sitiva para el Eberth al 1 por 300. y de aquí a los ganglios mesentéricos. Desde este
sistema linfático intestinal pasa a la sangre para
CASO XI. - Eusebio M. , 7 años. Fiebre del mismo tipo
que la anterior, h asta 39·3 grados, bazo palpable, lengua tos-
producir la septicemia eberthiana y después las me-
tada, no roséola, estreñimiento, no estupor. Aglutinación po- tástasis, originándose así la fiebre y los demás sín-
sitiva para el Eberth al 1 por 500. También tratado con tomas generales de la infección. Es decir, hay u na
Y odism ut y en la misma forma. La respuesta ha sido . más localización primaria del bacilo : el sistema linfá-
perezosa, no consiguiéndose descensos marcados de la tempe-
ratura hasta después de la cuarta inyección y necesitando hasta
tico intestinal, desde donde aquél, p or vía linfática,
seis inyecciones para obtener la apirexia definitiva. También la invade la sangre p ara producir la bacteriemia, y
convalecencia se hace sin el menor incidente. donde aquél se sostiene y multiplica.
Esos órganos donde el bacilo anida son forma-
Del examen de estos casos y de los publicados ciones esencialmente Iinfoideas, como lo son las
por CAMPS y SACRISTÁN se deduce la innegable amígdalas, y se siente la tentación de pensar que
influencia del bismuto sobre las infecciones tíficas. es sobre ese tejido linfoideo sobre el que actúa ei
El descenso gradual de la temperatura, la mejoría bismuto poniéndolo en condiciones de aniquilar a
del estado general y la menor duración del proceso los gérmenes que en él han anidado. Si así fuera,
son evidentes. Y aunque esto sólo lo hayamos ob - como se sabe que el bacilo no se multiplica en ia.
servado de una manera neta en los casos leves y sangre. al quedar agotadas sus fuentes de origen,
de mediana intensidad, ya es bastante reducir tan la bacteriemia quedaría también agotada por la ac-
considerablemente el tiempo de evolución de u na ción bactericida de la san gre. Por ello mismo 」。セ ᄋ@
enfermedad que de por sí se prolonga semanas y suponer que si las lesiones producidas por el bacilo
semanas. son ya muy intensas, el bismuto no podrá esteri-
En cuanto al mecanismo de acción del medica- lizar los focos originarios, y la bacteriemia y las
mento es prematuro decir nada con visos de firmeza lesiones secundarias alcanzarán su máxima inten-
mientras n o se empleen las investigaciones experi- sidad también: habría ya una verdadera sepsts con-
mentales, clínicas y biológicas. Nosotros creemos tra la que nada podría el medicamento.
que el yodobismutato sólo obra por el bismuto que
entra en su molécula. Por eso usamos también otro
preparado de bismuto que ha sido igualmente efi- R ESUMEN
caz. La quinina se ha usado de mu y antiguo en la Se hace una exp osición de los resultados obte-
fiebre tifoidea sin otros beneficios que los de su nidos en once casos de infecciones tíficas tratados
acción antitérmica y ligeramente tónica En cuanto con compuestos de bismuto. Además del yodobis-
al yodo, RENAUT empleaba el yodoformo porfiri- mutato de quinina se ha usado un compuesto de
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bismuto y lecitina, cuyos efectos, si bien menos y fracasó la medicación totalmente en uno de sin-
llamativos y más lentos, han sido sensiblemente tomatología muy grave. Se hacen unas considera-
iguales a los del yodobismutato. De los once casos ciones finales sobre el posible modo de actuar de
se han obtenido buenos resultados globales en diez los compuestos de bismuto en la fiebre tifoidea.

RESUMEN TERAPÉUTICO DE ACTUALIDAD


definiciones actuales es la de TROTTER la que me-
TRATAMIENTO DE LOS ESTADOS jor se ajusta al cuadro clínico conmocional: "un
CONMOCIONALES estado esencialmente pasajero, en relación con una
herida de cabeza, de comienzo instantáneo con
E. LEY GRACIA p érdida de la conciencia y con síntomas difusos
.Jefe de la Clínica Neuroquirúrgica del H ospital de San jッセ@ de carácter paralítico funcional que no compren-
y Santa Adela (Madrid) den ninguno que evidencie una lesión de las es-
l tructuras cerebrales y que siempre es seguido de
amnesia para el momento actual del accidente".
No existe quizá un cuadro neurológico clínico
más desconcertante que el de la conmoción cere- Clínicamente, la conmoción cerebral se caracte-
bral. A veces, un traumatismo al parecer insignifi- riza por la pérdida de la conciencia y a ella se aso-
cante, de poca intensidad, produce al sujeto la pér- cian, en grado más o menos intenso, modificacio-
dida de conciencia y hasta puede conducirle a la nes de los reflejos, de la presión arterial. del pulso
muerte, contrastando esto con el hecho que todos y ritmo respiratorio. Este cuadro clínico fué des-
estamos habituados a ver, sujetos que con grandes crito en su forma más intensa por GUSSEMBAL'ER
heridas abiertas del cráneo permanecen conscientes quien tuvo la rara oportunidad de observarlo en
y no sucumben de manera inmediata a los mismos. un compañero de excursión por los Alpes después
Por eso, en una conferencia dada hace pocos me- de un accidente del que afortunadamente este au-
ses, JEFFERSON recordaba la frase dicha por tor salió ileso.
FISCHER al no encontrar lesiones anatómicas en el Dice así:
cerebro de dos casos autopsiados de heridos que "Al levantarme, encontré a mi amigo completa-
murieron con el cuadro de la conmoción cerebral: mente inconsciente; las pupilas estaban dilatadas;
" ... uno se pregunta ante este hallazgo, ¿qué ex- el reflejo cornea! y los otros reflejos estaban aboli-
traña enfermedad es ésta que hoy afecta al enfermo dos; todos los músculos estaban flácidos; la cara,
con tan graves síntomas, síntomas que quizá ma- mortalmente pálida, y una herida ocasional no
ñana podrán haber desaparecido completamen- sangraba. Él no respiraba y parecía sin vida. Evi-
te? ... " Este recuerdo de JEFFERSON es indudable- dentemente, existía conjuntamente una suspensión
mente afortunado, ya que la interrogante de FI- de la función cardíaca y respiratoria. Después de
SCHER continúa aún abierta, sin que los irl.cesantes un corto espacio de tiempo, reaparecieron espontá-
trabajos clínicos y experimentales hayan podido neamente signos de vida; primero el pulso, muy
aclarar la obscura patogenia de los estados conmo- débil y lento; después la respiración, superficial y
cionales. lenta; por último, comenzó a sangrar la herida.
Ante los resultados diversos y hasta contradic- Más tarde, los reflejos reaparecieron; y el hombre
torios de estos trabajos, que más adelante revisa- gradualmente comenzó a oír; entreabrió sus ojos;
remos, se comprende que aun hoy se discuta la y retornó a un estado de semiinconsciencia. Des-
autonomía clínica de estos estados, así como tam- pués de un corto período de tiempo cayó en un
bién la gran dificultad que existe para encontrar sueño que duró 24 horas; y tan sólo después de
una definición satisfactoria de los mismos. éste adquirió una conciencia completa. Una sema-
Aun cuando ya en los trabajos de GALENO e HI- na más tarde, todos los síntomas conmocionales
PÓCRATES se hace referencia a los estados conmo- habían desaparecido, salvo el que él había perdido
cionales, es AMBROSIO PARÉ, en el siglo XVII, quien por completo la memoria de los hechos que prece-
emplea por primera vez el término de conmoción, dieron inmediatamente al accidente."
si bien no lo hace en su actual acepción, ya que su Hemos copiado de intento, literalmente, esta des-
... conmotio cerebri comprende todas las heridas de cripción de GUSSEMBAUER por ser quizá la única
cabeza, hemorragias, etc., siendo realmente DOIREZ, que se encuentra en la literatura, ya que realmente
€n el principio del siglo XVIII, quien por primera es rarísimo que al neurólogo le sea dado observar
vez lo aplica para definir estados menos graves. desde su comienzo a un enfermo afecto de conmo
transitorios y de recuperación rápida en los heridos ción cerebral.
de cráneo. Nosotros consideramos que de todas las ¿Cómo se han explicado estos síntomas? Cuan-

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