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TECNICA DE LA ESPLENECTOMIA 49

Antes de decidirse por el tratamiento quirúr- fibras nerviosas seccionadas en la intervención,


.
0
es conveniente valorar serenamente la si- ¡:arece ser que no es sólo éste el motivo de la
g¡c c'ión de la enfermedad; si ésta es de grado recaída, ya que no existe paralelismo entre am-
tua . dt ..
d¡S. cr·eto y no ¡:rogresiva, 'd'
e e aconseJarse sm bos fenómenos, pudiendo dar.::e recaídas sin re-
duda el trata·m 1ento ュセ@ .
Ico, a pesar de 1_os セ・M generacién nerviosa manifiesta y viceversa. De
aros que antes expusimos sotre su eficacia. acuerdo con ello, es preciso conceder un gran
buando el trastorno se. セYイ。@ va. paulatinamente, papel a las modificaciones de la sensibilidad de
haciendo temer LQセ@ apariCI8n de Impor::antes per- los vasos a las bajas temperaturas. La impor-
turbaciones trofLcas _de la セクイ・オ、。L@ 、セャZ・@ tancia recíproca de estos dos; factores varía en
consejarse el tratamiento qmrurgico. La sim- cada caso, y como se comprende las ventajas de
セ。エゥ」・ッュ■@ イ・セ、ゥ。@ イ£セゥ、。ュ・ョエ@ _los dolores las intervenciones del simpático, serán mucho
mejora el trof1smo; es mcapaz, sm embargo, menores en los enfermos en que predomina el
セ・@ evitar la reaparición ulterior de las lesiones fa ctor vascular local. Por esto es aconsejable el
tróficas y la progresión de la esclerodermia. Es bloqueo químico del simpático como terapéutica
curioso, y no se conoce la explicacién de ello, de prueba, llegando sólo a la intervención en
que la eficacia de la intervención sea muy su- aquellos casos en que aquél resultó eficaz.
perior en las extremidades inferiores que en las
superiores.
La causa de las aludidas frecuentes recaídas BIBLIOGRAFIA
pasado cierto tiempo tras la interver:ción no se
conoce bien. HAXTON cree que es debida a la re- aANjッセZM[@ BAKER e HI:-:r.s.-Peripheral vascular diseases, 1946.
ALLF.I:-: y llHOWX.-Am. J. セA・、N@ Sci., 183, 187, 1932.
cuperación del tono vasomotor y de la sensibi- HAXTOX. Brit. J. Surg., 35, Sil, 1947.
lidad de los vasos a las bajas temperaturas. HIXF:S.-Journ. Am. 1\!ed. Ass., 199, 1, 1945.
L&\VIS. Vascular disorders of the limbs.
Aunque en la mayoría de los casos que recaen R.\TSCnow. Trastornos vasculares periféricos.
SHERDF.L.-.\mer. Practit., abril 1S53.
se comprueba una evidente regeneración de las ScHERF. Enfermedades <!el corazón y de los vasos.

REVISIONES TERAPEUTICAS

TECNICA DE LA ESPLENECTOMIA mas, pues si bien es cierto que pocas necesitarán


mayor urgencia de tratamiento que una rotu:-a de
J. VERDEJO VIVAS. bazo con hemorragia ゥョュ ・、ゥ。セN@ en ningún caso un
Médico ex Interno de In Gasa Salud Valdecilla. criterio exclusivista abdombal 、・「セ@ hacernos ーッセᆳ
poner medidas terapéuticds de maycr argcncia.
Alm ería.
Una de éstas, y de tipo obligad·:", e, el tratamien-
to del shock, dando en estos C'aEos preferencia a la
Practicándose la esplenectomía como hemos visto transfusión sanguínea Eobre la de plasma, pues ya
en la parte de este trabajo destinada a exponer sus dejamos señalada la impo1·tancia del factor anémico
indicaciones por procesos de muy diversas índoles y en la intensidad y persistencia del :-ro ismu en estos
ョ。エオイセ」コウ@ en circunstancias muy distintas y sobre enfermos. La citada transfusión del.Jc ser suficiente
bazos con alteraciones anatomopatológicas dispares, y repetida hasta conseguir un::s valores de presión
no es extraño que no sean de recom( njar las mis- arterial útiles, desde el punto de vista quirúrgico,
mas normas técnicas para todos los casos. que generalmente se admite se ィ。ャセョ@ セッN@ cifras
mínimas hacia 70-80 mm. de mercuno s1stohco. No
PREPARACIÓN PREOPERATORIA. podemos, por el contrario, intentar que por el mero
hecho de las transfusiones el enfermo se イ・」オー Mセ@
Remes de distinguir fundamentalmente ・ョエイセ@ una totalmente y colocar:o por tanto en conjiciones óp-
・ウセャョ」エッュ■。@ de urgencia y una de elección. En las timas para la operación; ésta será siempre ce urgen-
Primeras, verbigracia, traumatismos. erisis fulmi- cia y gravedad, y de la d-astreza y rapidez con que se
ョ。セ・@ de púrpura, etc., hemos de prescindi1· d<! mi- practique depend•'rá en gran part-2 el éxito o fraC'a60
ョオ」セッウ@ estudios y preparaciones. necesarios o r.on- de la misma.
veD!entes en otros casos, como hipertensión por- En gran número de C<1SOS, el セ。エ」・イゥウュP@ d::! la ve-
tal o. ィゥー・イウャ セ ョゥウュッL@ limitándose a hacer lo im- jiga habrá tenido .:¡ue ser una medida de d1 ag· , )stico
P[¡escmd!ble, pero sin olvdar nunca hac-er'o, ー オ セ ウ@ de diferencial, por lo q;,¡e Pn esto estnremos excusado:J
e 0 Puede depender la suert':l dd paciente. de practicarlo; pero lo haremos si no lo fué con
l No hemos de insistir en los pOl'iúCnorcs o dificul- aquel motivo. Es también de gran in<erés la cvaco:l-
エセ、ウ@ de_diagnóstico de que ya nos ocupamos y, por ción preopcratoria del <:-stl•m Qセ」L@ cejando una son-
t セッL@ d1remos que en casos de traumatismos es- da fina que posibilite la aspiraei 'la postoperatoria,
na leceremos un crdcn ¿e エイ。カZゥ」ョセッ@ f!e las ャ・ウセッ M evitando así vómitcs, rt:;urgitaciones, dlstensión, et-
es consecuente con ·la importancia VItal de las IDJS· cétera.
50 REVISTA CLINICA ESPAÑOLA 15 abril 1954

En casos de crisis hemolíticas o purpúricas, tam- necesario el uso de luz frontal. El cirujano se
bién es la transfusión de sangre la medida preo¡>('- cará a la derecha del enfermo, pues así le es co 1?·
ratoria fundamental, si bien con fin inmediato dis- visible y abordable el pedículo. mas
tinto, aunque como siempre sus diversas indicacio-
nes se complementan, obt(·niéndose resultados favo- LAPAROTOMÍA.
rables de esta propia asociación de efectos. Tanto
en estos casos como en muchos otros, es セ・@ aconse- Se han descrito múltiples tipos de incisión para 1
jar durante la intervención la colocación de un gota extirpación del bazo, Jo que demuestra que la 0 Lセ@
a "'Ota intravenoso de suero glucosado, pues su pro- ración a veces puede hacerse difícil y laboriosa IX'
ー ゥ セ@ aguja puede ser utilizada para insistir en las especial por las dificultades de acceso al ・ウーセ」ョ@ 10
transfusiones en caso de necesidad. subfrénico izquierdo.
Cuando se trata de una esplenectomía en momen- En casos favorables (bazos pequeños o medianos
to de elección la exploración del enfermo ha de ser y libres de ad herencias), cualquiera es buena· pero
completa, tanto desde el P'-mto de v_ista clínico como cuando ャ。セ@ circunstan_cias son inversas ッ」オイセ@ todo
del de laboratorio. En muchas ocasiOnes, gran parte lo contrano, y de aht el esfuerzo de los cirujanos
de las exploraciones habrán tenido que ser practi- para conseguir la exposición más perfecta.
cadas para el diagnóstico, y en otras, se completa- Antes de ocuparnos de algunos de los tipos de in-
rán las hechas con un estudio detenido de su siste- cisión propuestos, hemos de hacer constar que en Jos
ma cardiovascular y r espiratorio, función renal y traumatismos, al no ser por la absoluta seguridad
hepática, crasis sanguínea, etc., etc. Creemos innece- diagnóstica y de ausencia de otras lesiones abdomi-
sario detallar qué ha de hacerse en cada uno de es- nales, dos extremos que nos parecen difíciles de es-
tos aparatos, pues por demás es conocido de todos. tabler, nos inclinamos por la laparotomía media
Complemento de esta exploración y tratamiento supraumbilical, que es la que hemos practicado t>n
preoperatorio general son las medidas propias de cuantas ocasiones hemos tenido para ello, por con-
cada caso particular, verbigracia, las intervenciones siderar es suficiente en los caso<; de hemorragia
en embarazadas, a las que ya aludimos, en las que inmediata si no se trata de bazos patológicos con
se hará una medicación preventiva del aborto, a anterioridad. Reúnen estos bazos las condiciones
base de hormonas luteínicas, vitamina E y los mo- de pequeño tamaño y estar libres y se les puede
dernos sedantes uterinos a base de glicerofosfatos. "luxar" con facilidad hacia la línea media. Tiem• la
citada incisión la ventaja de que puede prolongarse
en la dirección que resulte s<>r nec<>saria para el tra-
A:-<ESTESIA. tamiento de las les iones que se encuentren, ya se'!
en vísceras macizas, páncreas, hígado, o huecas o
La elección de anestesia es también de gra n im- en sus mesos, y C'n los casos dl' diagnóstico incierto,
portancia y se hará teniendo en cuenta la citada ex- de que ya nos ocupilbamos, permite n·solver la si·
ploración preoperatoria. Se preferirá la anestesia tuación con un mínimo de incisiom·s y, por tanto.
general, siempre que no haya razones poderosas que traumatismos siquiera sean operatorios de la pared.
la contraindiquen, pues siendo la esplenectomía ope- Concretamente, y en caso de necesitar ser ampliada
ración que puede ser muy fácil, pero también muy para la esplenectomía, puede hacerse su prolonga·
difícil, debemos asegurarnos de la completa relaja- ción en ángulo recto desde su extr emo inferior, sien-
ción abdominal e insensibilidad del paciente. En ca- do su rama horizontal más o me nos larga, pero re-
sos de urgencia puede utilizarse la etérea con el apa- basando siempre el borde exte rno del músculo recto
rato de Ombredanne, si no se dispone de momento izquierdo. Se consigue así un amplio colgajo trian-
del oportuno equipo de anestesistas, p!'efiriendo las gular y un bue n ·acceso a la celda esplénica. Tiene
modernas asociaciones de anestésico basal y curare además la ventaja 」セ・@ poder practicarse rápidamente
con gases o novocaína intravenosa cuando disponga- y ser poco hemorrágica, en especial si no ha de pro-
mos de él. Si la vía de abordaje elegida fué la toraco- cederse a su ampliación.
abdominal, esta colaboración de personal especiali- Condiciones muy semejantes son las que se dan
zado se hace imprescindible para disponer la opor- en la laparotomía transrectal izquierda 。」ッョウ・ェ、セ@
tuna intubación, respiración dirigida, etc., etc. por BYRNE. No encontramos por tanto justificado nJ
La anestesia local asociada a la narcosis basal defendible el consejo de LARGHERO y GIURIA de ce·
sólo puede usarse e n casos de bazos pequeños que rrar la laparotomía media exploradora y hacer una
se presuponen no adheridos, pero repetimos que no laparotomía del tipo de la Garlock, que lueg? d_es·
es de aconsejar su empleo. cribiremos. Pensamos que ello supone una perd1da
de tiempo que puede r esultar fatal. .
Otro grupo de enfermos en que no se puede olv.J·
POSICIÓN DEL ENFERMO Y CIRUJANO. dar la posible eventualidad de tener que ゥョエ セ セカ・ョイ@
sobre vías biliares es el de Jos enfermos con JCterJ·
La del primero debe ser en decúbito supino lige- cia hemolítica. Más arriba dejamos dicha la ヲイ ・セ オ・ョᄋ@
ramente lateralizado a la derecha, lo que se puede cía de presencia de cálculos de pigmentos ・セ@ ・ウエセ@
conseguir con ventaja variando el plano de inclina- y, por tanto, a la hora de elegir la laparotomJa co
ción de la mesa de 20 a 25 grados de la horizonta l, sideraremos, de una parte, que suelen ser bazos セ@
si bien éstas no son cifras absolutas, sino que osci- m u :y _g:andes con pocas. セ、ィ・イョ」ゥ。ウL@ Y de ッエセ。L@ al·
larán según el tamaño del órgano, grosor del enfer- posibihdad ya dicha utlhza ndo en consecuencJad.
' em
mo, etc., etc. Asimismo puede resultar beneficiosa guna ?e las propuestas que tengan una rama mcJ{ ¿
la ligera elevación de la mesa en su extremidad ce- por eJemplo, la ya descrita, o las de CoLE, BRO 0
fálica, quedando por tanto en ligera inclinación de CARTER, pudiendo ser estas dos úllimas completaslo
arriba abajo y de cabeza a pies. no, deteniéndose al llegar al LNセ「ッ イ Njセ@ costal. con
Debe cuidarse también que la luz enfoque per- que resul tan menos cruentas. ar·
fect a mente el espacio subfrénico, y en ocasiones será Hechas estas cons ideraciones, pasemos a ocup
TECNJCA DE LA ESPLENECTOMIA

de alguna de las laparotomías propuestas, y ya citado cirujano, no se producen trastornos de gra-


dnosde ahora d'tremos que su ver d a d era asptracwn . . . es vedad, que aparecen si son más los nervios seccio-
・セウBオゥイ@ la mejor exposición de la superficie con- nados, con la posibilidad consiguiente de eventracio-
セᄋク。@ del órgano y, por セ。ョエッL@ el abordaje de las ad- nes postoperatorias.
herencias ウNゥエセ@ a este mvel. En. rlo.s .grandes grupos Tanto en ésta como en todas las incisiones obli-
demos dtvJdtrlas: el de las mc1s10ne.s exclusiva- cuas se debe cuidar esmeradamente la hemostasia
セ・ョエ@ abdominales Y C'l de las toracoabdominales (fi- para que no enmascare la posible hemorragia intra-
guras 1 Y 2) · abdominal, ya que la sección del músculo, de no con-

Üll:-<\\1 .\, BROCK . L O<'CK;; y Wl'.

Fi¡;. l .

GARLOOK. huセipAゥrZy xN@ COLE.

Fi¡;. 2.

Entre las primeras se encuentran las verticales trolarse, puede dar ャセァ。イ@ a pérdidas hemáticas de
tipo pararrectal o transrectal izquierdas, ·cuya des- consideración. Como puede verse, esta incisión no
cripción omitimos por ser de sobra conocidas por to- es sino una variante de la en ángulo recto ya des-
dos. Entre los cirujanos que utilizan la primera po- crita, pero con la ventaja. a nuestro juicio, de que
demos citar a LAUD, y la segunda, entre otros, a al ser más suave el cambio de dirección entre sus
eliasoセ@ y f-iTEVENS. pオ・セ@ utilizarse también una ramas, se consigue luego un mejor cierre y cicatri-
Incisión en Z u onda similar, pero en el lado izquier- zación.
do, a la clásica de KF.HR para vías biliares, comen- Otro de los tipos de inicisión oblicua es la que se
zando en la línea media a la mitad de distancia en- hace paralela al reborde costal izquierdo, comenzan-
セ・@ セゥヲッ、・ウ@ y ombligo; un poco por encima de éste do en la línea media en las proximidades del xifoi-
CCJona el músculo recto y luego desciende a lo lar- des o un poco por debajo de él, según se trate de
go de su borde externo como una pararrectal. un tórax más o menos abierto, y en línea recta baja
h También de incisiones transversas u oblicuas se oblicuamente hacia abajo y afuera hasta rebasar
an Propuesto diversos tipos. Entre ellas tenemos el borde externo del recto cuando menos, seccionan-
1 do todos los planos musculares. Es una incisión que
ta.preconizada por COLE, que comienza en el epigas-
セQP@ セャァッ@ por debajo del xifoide.s, curvándose apro- da buen campo, en especial para casos de bazos pe-
a セ。@ .amente a la mitad de distancia entre este queños o medios, y tiene asimismo la ventaja de su
イセョ」・@ Y el ombligo, para seguir luego paralela al sencillez y relativa rapidez de su práctica, pero se
ウオ・セイ@ e costal, aunque a cierta distancia de éste. Se citan como sus inconvenientes el seccionar los in-
y ; .n sacrificar en ella los nervios intercostales 10" tercostales 7.", 8." y YN セ@ Esto nos parece más teórico
1 retrayéndose el 12''. Con ello, en el sentir del que real, puesto que una incisión similar en el lado
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derecho es la que utilizamos sistemáticamente en la avanza a lo largo del octavo espacio intercostal.
resección por ulcus duodem:.l, y nunca hemos en:::on- Esta misma es la utilizada por CARTER.
trado por ello eventraciones, y no ya nosotros, con Muy semejante a ésta es la incisión en anz
nuestra tcdavía reducida causuística, sino アオセ@ tam- kュウ」hセerL@ propuesta con anteriori::lad p ue10 、セ@
¡:oco las encuentra GARCÍA BARÓN en la muy exten- autor, que iniciándose en la línea media en ᄀセイ@ ・セ@
!Ja de la Casa Salud Valdecilla. del セ・イ」ゥッ@ ⦅ウオーセイゥ_@ con ャッセ@ dos tercios ウオー・イゥッセョ@
La incisión preconizaja por SINGLETON, al que se la distancia xifoides ombhgo, se dirige oblicuam de
debe una magnífica descripción de esta interven- hacia el reborde costal izquirrdo, al que alcanzente
ción, es la más arriba 、セウ」イゥエ。L@ con la variante de un ーセョエ_@ t 't d 1 ·
SI u a o _a !?o t por ent c1ma de la terminación
a en
que en vez de seccionar el músculo r<-cto lo retrae de 1 sep 1mo espaciO m :.>reos a 1, que sigue luego h
hacia la línea media una vez abierta su vaina, Y con ta el án_gulo inferior rlr la escápula. Preconiza ・セZ@
ello también es retraído el 10.'' intercostal, seccio- servar mtegra la plrura, que no es respetada p
nando sólo el 11.•, ya que el 12." puede ser respetado los anteriores. or
desplazándole hacia fuera. Tendría la ventaja dc Parece innecesaria la セ」ッュ・ョ、。ゥ￳@ de proteger
::-eccionar un sólo nervio y los músculos p'anos del los bordes de la herida con los paños adecuados.
abdomen seccionarlos en dirección paralela a la de pero si insistimos sobre rilo es porque CURTIS y Mo:
sus fibras. vitセ@ sugieren que a más de セ。ウ@ イ。セッョ・ウ@ que la hacen
Ha sido CARTER el autor que con más ahinco ha ob!1gada en toda laparotomi?-, ex1ste la posibilidad,
defendido las incisiones エッイ。」「、ュゥョャセウN@ por con- aunque no demostrada, de reimplantaciones operato-
siderar que en las grandes esplenomegalias con in- rias de tejidos esplénicos y pudiese ser ésta una cau-
tensa periesplcnitis las ab:!omina!es dan poco cam- sa de recidivas en síndromes de hipcresplenismo.
po. Sus primeros trabajos en este sentido arrancan Nos limitamos a イセ」ッァ・@ la opinión de loe; citados
de un caso de rotura secundaria de bazo abordado autores.
por vía torácica, habiendo comprobado que si bien
ésta exclusivamente es buena para el tratamiento e n EXPLORACIÓN.
las adherencias de la cara diafragmática, da mal ac-
ceso al hilio y, por tanto, ha de 。セッ」ゥイウZA@ con una lTna vez abierto rl vientr<>. o el vientre y tórax,
rama o parte ab:!cminal que permita la buena vi- según los casos, ha de proced rse a una ponderada
sualización ee aquél. El propio CARTER hace una exploración que nos p<.>rmita hacernos i-lea de las po-
revisión histérica de los diversos tipos de incisión sibilidades técnicas del caso, y midiendo éstas con
toracoabdominal propuestos, y de su trabajo toma- nuestras propias posibilidadrs, dccidircmos la con-
mos los esquemas adjuntos, que creemos son lo su- ducta a seguir. Esto tiene su aplicación más cierta
ficientemente de mcstrativos para permitir ahorrar- en los casos de hipert2nsión portal y esplenomega-
nos pro!ijas descrip:::iones, que ha:::emos por tanto lias congestivas, que !':On la'l que presentan verda-
sólo d::! forma esquemática. deros problemas o u ro to 'os los cirujanos están en
Aunque los primeros intentos de operaciones por condiciones de abordar. Rcp::!tlmos de nuevo que la
vía mixta se r.montan a la última década del si- extirpación de un bazo pequeño y libre es fácil; pero
glo xrx, e intentos para resolver les problemas que la de a 1guno de éstos puede ser muy difícil, muy
le atañen fueron hechos, entre otros, por LANNE- expuesta a la h-emorragia, que puede ser fatal, lle·
LONGUE y MICIIELI, VON MIKULICZ, TIEGEL, MARWE- gando incluso al "exitus in tabula" y en casos ser
DEL, JANEWAY y GREEN, etc., etc., fué ÜIISAWA el pri- imposible.
mero en presentar supervivencias en opera:os por No se puede por tanto describir una sola técnica,
esta vía. El proponía una incisión pararrectal iz- pues las circunstancias son totalmente distintas de
quierda desde el séptimo e1pacio intercostal hasta unos casos a otros, quedándonos sólo de común el
el ombligo, continuándose luego a través de dicho que hay que ligar el pedículo y extraer el órgan?.
es¡:acio intercostal hasta el ángulo de la ・ウセ£ーオャ。@ En casos de traumatismo, lo que interesa es hgar
después de haber resecado las costillas séptima y rápidamente el mismo. sin alocamicntos que puedan
octava. La ウ・セ」ゥ￳ョ@ del diafragma era radiada hasta causar graves lesiones de la cola del ー£ョ」・セ。ウL@ セイッ@
el hiatus 」Nセッヲ£ァゥ@ sin detenernos en pequeñas liga:luras prev1as .. S1 la
BROCK utiliza como tipo '!e laparotomía toraco- hemorragia es inm: diata, el bazo suele estar. ィ「セ・@ Y
a'udominal para los casos en que considera indicada basta introducir la mano en el hipocondrio Izqmer-
esta vía, y desde luego sin exclusividad para la es- do para atraerlo hacia la herida laparotómica, ーッョセイ@
p:enectomía, una incisión media supraumbilical xi- así tensos los elementos que queden íntegros_ del hl-
foides omb'igo con una segunda rama, que partien- lio y facilitar su pinzamiento. Ello nos permite a la
do de la parte media セ・@ ésta asci-ende oblicuamente vez la extracción de coágulos y fragmentos del pro-
a lo largo del sexto espacio tras seccionar el cartí- pio parénquima, que ya sab: mos pueden encontrar-
se libres en la cavidad. Dicha maniobra puede ヲ。セッェ@
lago correspondiente.
f
!
LocucKs y Wu suprimen la rama vertical de los recerse por la tracción de la curvadura mayor
tipos anteriore.'3 y se limitan a una incisión a lo lar- estómago. Una vez extraí::!o el bazo se ーイッ」セ、・@ a
go del séptimo espacio intercostal, tras res: car la ligadura de los diversos elementos del pedículo,
séptima costilla, ーイッセョァ£、ャ。@ después de seccio- ser posible aislados, y pasando los hilos con una
nar el cartílago hasta el borde externo del recto. aguja entre ellos de form a que no derrapen.
GARLOCK introduce ligeras modificaciones en la de
ÜHSAWA, pues el segmento vertical se detiene a la
mitad de distancia entre r ebor::e y ombligo, y el es-
Seguiremos como norma, que por otra, p_arte セ@
común a todos los casos, separarnos el maxirn:
sible de la cola del páncreas y de la 」セイカ。Zャオ@ an·
:a.
pacio intercostal elegido para la sección es el octavo. yor del estómago. Nada es posible セイ・」Qウ。L@ en cu ún
Finalmente, para no hacer interminable esta des- to a distancia, pues las circunstancias vanan se!sos
cripción, HuMPHREYS, siguiendo el mismo criterio de se trate de sujetos asténicos y delgados 」セョ@ fios y
LocucKs, se limita a una incisión horizontal que largos, o pícnicos y obesos, con brevedad e e
desde la línea media secciona el músculo recto y movilidad escasa.
TEONIOA DE LA ESPLENEOTOMIA 53

operación terminará con la hemostasia cuida- de emplearla se debe poner subcutánea, un centíme-
La ¡¡mpieza y aspirado de la cavidad abdominal. tro cúbico, de veinte a treinta minutos antes de la
dOS8: rre de la par<'d no liene características espe- ligadura del pedículo.
¡;¡ eJe y sobre la utilización de drenajes véase lo Para formar juicio de la intensidad y magnitud
GLセ・」ゥュッウ@ al ocuparnqs セ・@ las lesiones pan:!reá- de las a セィ・イョ」ゥ。ウ@ de la cara convexa, cuando la la-
parotomía usada fué exclusivamente abdominal, es
Zj」セウN@ casos de hemorragias retardadas, la cuantía y de recomendar la tracción con un fuerte sEparador
. n za de las adherencias dependen del tipo de le- del reborde costal, con lo cual se ponen tensas y
ヲセュ・ケ@ del tiempo transcurrido. En general son ad- pueden ser mejor visualizadas o palpadas.
;ton ncias laxas, d-e vasos de pequeño calibre, que La liberación debe comenzarse por el polo infe-
ィ・イセ。ョ@ en sábana ni se les rompe a borde de dedo; rior, seccionando con tijera entre dobles ligaduras
san, creemos es preferible hacerlo así y revisar lue- colocadas con liberador tipo Dechamps y pasahilos.
perocuidadosame nte 1as super f"JCJes . sangran t es que Estimamos es preferible este proceder, pues evita la
go hacer la ligadura previa de toda.s ellas (nos refe- colocación de numerosas pinzas, y hace posible liga-
セ@ . a casos rec1. cn t es ) , cosa no sJempre
. pos1"bl e duras que por su altura en el espacio subfrénico y
. que neva bastante t"1empo. s·1 1a f"1rmeza y vascu-
05
nm en el estrecho campo comprendido entre la cara con-
·1' ización fueran consid<'rables por el tiempo trans- vexa del órgano y el diafragma de otra forma no se-
arrrido habnamos' d <' d ec1· d1rnos
· por e1 t·1po segun- rían factiblrs. Hemos de hacer destacar el grave pe-
セオ@ de セウーャ・ョ」エッュ■。L@ que es el recomendable en los ligro de hemo::-ragias en todo momento de la libera-
セN PU@ de operación ·"n <'1 momento de elección. ción, porque las venas de tales periesplenitis son de
cÉn estos casos, la mayoría de los autores (SINGLE- gran calibre, que puede rebasar el del pulgar, y de
ro:--. GREGOIRE , LAHF.Y, CoLE, DIAl\10:\D, gオュセN@ Ko- paredes finísimas y muy frágiles, bastando peque-
cHER, 」コュセZカL@ KIRSCHNER, etc., etc.) recom1endan ños traumatismos para desgarrarlas.
:a ligadura prrvia de la 。イエ・セゥN@ esplénica, con lo que Se han de asegurar perfectamente las citadas li-
セ・@ consigue, de una parte, ehmmar una cte las ヲオセᆳ gaduras, en especial en los casos de hipertensión
•es de hemorragia!' graves, y de otra, la reduc:!JOn portal, por su gran tendencia a derrapar con las con-
de tamaño dE:'! órgano, lo que supone una ventaja a siguientes hemorragias secundarias de carácter fa-
セッウ@ efectos de movilización, y además reduce la can- tal. Han de ser por tanto los tejidos que abarquen
tidad de sangre r¡ue S<' hace perder al enfermo, can- de un grosor proporcionado y los muñones de las
tdad que en las セイ。ョ、\NGウ@ <'splenomegalias pued·2 ser mismas de longitud considerable.
11uy 」ッョセゥ、イ。「ャ・N@
Se sigue avanzando paulatinamente por la cara
Según dejamos dicho, esta observación ha sido convexa, y generalmente el máximo de dificultades
recogida por muchos autores, pero sin entrar en se encuentra en la liberación del ligamento freno-
su mecanismo patogénico. Sin pretender establecer esplénico. Una vez conseguida la sección de éste,
·omo •rguro rl r¡u<' exponemos, nos parece una ob- puede la mayoría de las veces lograrse el bascula-
servación interesantE:', porque además ha sido hecha miento del órgano y con ello el fácil abordaje del
<n España. l\fuNDO, trabajando en una de las seccio- pedículo, en mejores condiciones de seguridad.
n<s セ・@ Farmacología del Consejo SupErior de Inves- Según CURTIS y MoVITZ, en enfermos que pasen
tigaciones Científicas, ha descrito lo que él llama de sesenta años puede presurnirse que esta f ase de
reflejo de la a::-teria Psplénica, y piensa que ésta es liberación sea más difícil por el mayor número y
la mejor explicación para el fenómeno a que nos re- densidad de las a:lherencias, y así dicen haberlo
ferimcs, así como a la disminución de hemorragia comprobado en 14 casos de la Universidad de Ohío
de que va seguida la ligadura, ・クーャゥ」。「セ@ por un fac- que tuvieron ocasión de estudiar. Para los casos de
tor va•oconstrictor capilar, al que ya nos referimos adherencias muy íntimas y densas, con la casi fu-
más extensamente al ocuparnos de la púrpura hcmo- sión de las hojas peritoneales visceral y parietal,
セᄋイ£ァゥ」。N@ Detenernos en el estudio detallado de dicho RIVES, de Nueva Orl.záns, ha propuesto una técnica
reflejo, su mecanismo, etc., nos sacaría de nuestro consistente en la lib:ración extraperitoneal, despe-
tema y por otra parte se halla muy bien expuesto en gando el peritoneo parietal del diafragma, cosa que
los trabajos del autor. · dice conseguir con r Elativa facilidad, y en espac!o
El punto de elección de la ligadura varía según poco vascularizado, con el borde de la mano. La pér-
las circunstancias, pues en casos favorables se debe dida de sustancia del peritonEo parietal recomienda
naC€r en las proximidades del hilio; pero cuando esto protegerla con epiplon, habiendo empleado el mé-
no sea posible, o por el tamaño del bazo, o por las todo en dos casos con resultado favorable.
adherencias, o por el eminente peligro de desgarro L a ligadura del pedículo debe hacerse después de
セ・@ ャセウ@ gruesas venas que le acompañan, o por ano- s eccionado éste ent::-e pinzas, pues es de experiencia
mah_as anatómicas, según cita BLAIN, se recurrirá a universal y conocida desde que se inició esta ciru-
la hgadura en su origen en las proximidades del gía la gran tendencia del pedículo esplénico a re-
tronco celíaco, abriendo la trascavidad de los epi- traerse, haciendo que ligaduras al parecer firm es
plones a través del ligamento gastrocólico. Esta li- derrapen, produciendo hemorragias muy graves si
gadura puede constituir toda la intervención en ca- esto ocurre antes de finalizar la intervención, y mor-
セウ@ ⦅」ッョウゥ、・G。セ@ inoperables, y para algunos como tales si después en el postoperatorio. Deben por tan-
e citad?. BLAIN es la operación de elección en la hi- to aislarse y ligarse por separado los diversos ele-
!le;tens!On portal. Ya expusimos nuestras ideas a mentos vasculares sin fiar en las ligaduras en masa,
セ・@ イセー・エッ⦅L@ por lo que nos consid-eramos releva- sin abarcar grandes espesores de tejidos, y compro-
s de msistJr en los mismos conceptos. bando además. si éstos son friables, que las ligadu-
baCon el _Propio objeto de reducir el tamaño del ras no los corten. En caso de brevedad del hilio,
baz? ha Sido propuesta la inyección de adrenalina, puede seguirse el proceder aconsejado por MORRIS,
,, san 1ose en el conocido efecto constrictor que CJ·er- y posteriormente por CoLE. consistente en colocar
"' espec¡·rIcamente sobre este órga no. Entre sus par-
tictar· tres clamps sobre el pedículo, seccionando éste entre
Jos, COLE cita a HoRSLI!:Y y BIGGERS, y en caso 01 segundo y t ercero, numerán doles desd e cola del
54 REVISTA CLINICA ESPAROLA 15 abr¡¡
1954

páncreas a bazo, y hacer la ligadura aislada después La mayoría de los autores con experienci
de extirpado el órgano y de quitar el segundo clamp, tipo de cirugía prefieren la anastomosis poa en este
mientras el primero mantiene la hemostasia transi- a la de tubos, incluso a los recomendados r sutura
toria de forcipresión. Se ha recomendado asimismo por MuSTARD, pues predispone menos a la エイセV@
la ligadura en cadena con puntos aislados situados y permanece permeable durante más tiempo SJS
más próximos al páncreas que esta primera línea de pecial si se hace anastomosis エ←イュ ゥョッMャ。エ・[セ@ es.
ligaduras. tiene la ventaja no sólo de conservar el Thñón' セオ・@
Inmediatamente después de hacer la hemostasia además la de la succión que la corriente ウ。ョGオセiッ@
del pedículo, y a veces incluso antes, estando aún · .
h ace so b re 1a vena esp lemca. p ara confirmar "losInea
colocados los clamps en el mismo, cuando se ha ex- tremos más arriba expuestos, JOITNS, en 1947 ex.
traído el bazo, se ーイッ」・セ@ a la revisión de su lecho, ticó una serie de operaciones en perros y pud¿ prac-
. ..., . com.
comprobando la perfección de todas las ligaduras pro b ar en l a au topsw .. e 1os mismos que mient
colocadas en la liberación, y haciendo la hemostasia que con las anastomosis de sutura éstas permaras
de todos los puntos sangrantes, aun los de pequeña cían permeables en el 80 por 100 de los casos X セᄋ@
hemorragia en sábana. En algún caso puede resul- lo eran en el 17 por 100 de las que se オエゥャセ。イッ@
tar obligado el taponamiento, pero se evitará siem· tubos.
pre que se pueda. P arece innecesario destacar que este tipo de ope.
Cuidados especiales requiere la intervención cuan- ración no está al alcance de todos, sino que sólo de-
do, practicada por hipertensión portal, se desea ter- bell' ser intentadas por los que estén en posesión de
minarla con una anastomosis venosa espleno-renal todos los recursos de la técnica y en un ambiente
término-terminal tipo Blakemoore La rd, o término- quirúrgico perfectamente dotado.
lateral tipo Jones y Wolwiler. En estos casos se ha
de aislar con todo cuidado la vena esplénica en un
trayecto lo suficientemente la rgo para permitir su ACCIOE!>:TES.
acercamiento a la renal correspondiente. Su sección
se hará lo más próximo posible a la confluencia de En el curso de la csplcnectomía, cualquiera que
sus venas de origen. Provisionalmente, y en tanto sea el motivo de la misma, el principal accidente es
se procede a la anastomosis, se ha de mantener una la hemorragia, pero creemos haber dicho ya bastan-
compresión suficiente para evitar la hemorragia, te sobre ella al ir describiendo la técnica para no te-
pero que no lesione la pared vascular, Jo que puede ner que volver sobre ella.
conseguirse con una pinza de ramas elásticas bien Ahora nos ocuparemos d<' otros dos tipos de lesio-
templadas y debidamente protegidas. nes que, aunque de menor peligro momentáneo, puc·
Sin entrar en detalles de la técnica de estas anas- den también dar lugar a fatales consecuencias. Xos
tomosis venosas, consignaremos que pueden practi- referimos a las l<'sionPs de la curvadura mayor dd
carse o por medio de tubos de Vitalio o por sutura estómago y a las del páncr<'as. Tanto las unas colil{)
directa, según la técnica de CARREL para cirugía las otras se deben cmセゥ@ SI ·mpre a pinzas colocad?s
vascular. T anto si se utiliza una como otra técnica, precipitadamente y como mal menof en una hemo·
se ha de irrigar abundantemente con suero fisioló- rragia, siendo incluidas en la presa hecha y ligadu·
gico en evitación de acúmulos sanguíneos y trom- ra consiguiente alguna de estas estructuras.
bosis. Si el proceder empleado es el de los tubos de El pinzamiento y ligadura de los vasos gaslro·
Vilalio, se escogerá uno de éstos del calibre adecua- epiploicos, si es aislada, carece de efectos secunda·
do y sobre él se invierte la pared de la vena que ríos de importancia; pero si se incluye algún seg·
ha de quedar invaginada, de forma que el tubo que- mento de pared gástrica puede producirse la necro·
da, tanto en su superficie externa como interna, en sis de la zona afectada y caída del esfacelo, seguida
contacto con la adventicia y la superficie a invagi- de la cor respondiente peritonitis. Se revisará cuida·
nar recubierta por el endotelio. Si la anastomosis es dosamente la posible existencia de este hecho, en es·
término-terminal, se cubre el todo así formado por pecial en casos de operaciones difíciles y accidenta·
la vena renal, y ambas son fijadas al tubo por liga- das subsanándolo s i lo advertimos colocando la 11·
duras circulares colocadas sobre las irregularidades gad'ura en la forma adecuada, y en caso de イ ・ウセャ エ 。イ@
que a este propósito lleva el tubo. Si la anastomosis esto imposible, protegiendo la zona correspon:he_n:e
es término-lateral, sobre la vena renal se hacen dos con una sutura serosa invaginante de la superficie
suturas concéntricas en bolsa de tabaco, y en el cen- de presumible mortificación.
tro de la interior se abre el orificio a través del cual La frecuencia de las lesiones pancreáticas es es-
se introduce el extremo de la vena esplénica debi- casa en el sentir de diversos a utores, pues, por ・jセ ᆳ
damente preparado, anudándose seguidamente am- plo, STERN no la cita en su trabajo sobre el parti·
bas ligaduras y haciéndolo como es lógico e n pri- cular como causa de lesiones operatorias, Y s」hセ ャセᄋ@
mer lugar con la más interna. DEN y SELBENING estudiando 145 lesiones pancrea·
Si la anastomosis se hace por sutura vascular, se ticas operatorias ' la encuent ran producida por la es·
procede a la triangulación y sutura según la técnica plenectomía en ;ólo siete casos. Ahora bien, su po·
general de este tipo de operaciones. Sin podernos sibilidad, y aun más, s u existencia, es ⦅ゥョZオ、。「[・セ@
detener en los detalles de instrumental, material de no dejaremos de consignar las conclusiones d
sutura, etc., recordaremos que la fundamental es la trabajo clínico, experimental y autópsico de b aセᄋ@
coaptación de las superficies recubiertas de endo- NOFSKI, WALTON y NOBLE sobre este extremo. .n
telio, d( biendo proceder, por lo tanto, en forma in- P rimer lugar' estudiaron en cadáveres la distancia
versa a la utilizada en las suturas intestinales. Pue- entre el bazo y el páncreas, encontrando que eョ セ@ de
den utilizarse puntos sueltos en U o sutura continua ca del 50 por 100 de los casos ést a セ@ ュセウ。ョ@
de cada uno de los lados del .triángulo. Se recomien- 0,5 cm. y, por tan to, muy fácil la leswn. an·
da usar una técnica similar a la empleada por BLA- asimismo la posible existencia de 」 ッセ、オ 」エッセ@ f¡ga·
LOCK en las anastomosis arteriales de la tetralogía creáticos extracapsulares en el intenor _de cción
de Fallot. mento esplenopancreático, valiéndose de la ¡nye
TECNICA DE LA ESPLENECTOMIA 55

ercurio y radiografías correspondientes, viendo CIERRE DE LA LAPAROTOMÍA.


de men ningún caso se produce esa circunstancia,
que ue sí que los colectores pancreáticos penetran Ya dejamos consignado que se huirá, en la me-
。オョセ@ la extremidad de la cola, bastando la lesión de dida de lo posible, de taponamientos y drenajes, re-
セ@ para afectar a aquéllos. Por tanto, siempre qu<> curriendo a ellos sólo en los casos más arriba cita-
・ウᄀセカ←@ de un posible drenaje se obtenga un líquido dos. El cierre del vientre y tórax, en caso de ha-
セャ。ョアオ・」ゥッ@ de aspecto sospechoso, cuya naturaleza berse abierto éste, se harán por planos anatómicos
de ser comprobada por la técnica de Somogy, y los materiales de sutura a emplear varían según
puetendrá la evidencia de haber lesionado el pán- las preferencias de cada cirujano. CARTER preconiza,
se as Sostienen los citados autores la existencia de tanto para el diafragma corno para el pericondrio
ere. a arteriola recurren t e que 1rnga
·· 1a cola de lpan-
. costal, la seda, que dice haberle dado muy buenos
オセ・。ウ@ habiéndola demostrado en inyecciones arte- resultados. Para la sutura de los planos musculares
c.aló; y aconsejan practicar la ligadura de la arte- y セーッョ・オ イ￳エゥ」ッウ@ puede utilizarse el catgut y en los
ri ""'' . . casos de incisiones angulares se pueden reforzar las
ria esplénica di.stalmente a su arranque para ev1tac
posibles necrosis. . . . . suturas a nivel de dichos ángulos con algún punto
El estudio postoperatorJO de la hpasem1a o dias- en masa de hilo metálico.
tasuria carece de valor por haberse comprobado se
elevan dichas cifras en gran número de intervencio-
nes abdominales, relacionadas o no con el páncreas. POSTOPERATORIO.
Si se comprueba una lesión operatoria de éste se En lo fundamental, en nada difiere del de las res-
'e tratará adecuadamente con ligadura aislada, al tantes grandes intervenciones toracoabdominales, Se
セ・イ@ posible del conducto lesionado, y la sutura de atenderá a la perfecta hidratación del enfermo, se
los desgarros de la cápsula con técnica similar a la utilizarán tónicos cardiovasculares si fuese necesa-
usada en las resecciones pancreáticas. En estos ca- rio, se combatirá la hemorragia y shock si los hubo,
sos es de aconsej ar el drenaje, tratando de limitar de preferencia con transfusiones de plasma y san-
sus consecuencias, que pu eden ser o la necrosis pan- gre utilizadas con liberalidad, etc ., etc.
creática aguda postoperatoria, cuya gravedad no ne- CHUTRO se proclama enemigo de incorporar a los
cesita ponderación, o las fístulas pancreáticas ex- enfermos a los que extirparon grandes esplenome-
ternas, tan enojosas y que pueden requerir ulterior galias, porque dice haber observado trastornos cir-
tratamiento cruento. culatorios r.or desplazamiento del mediastino, al fal-
tar el soporte que la citada esplenomegalia suponía
para el hemidiafragma correspondiente. Para él, es-
BAZOS ACCESORIOS. tos enfermos deben conservar durante los primeros
días la posición horizontal. De no existir estas ra-
Tiempo obligado de loda esplenectornía hecha por zones, que no son compartidas por los restantes
síndrome de hiperesplenismo es la búsqueda y ex- autores, será preferible la incorporación en posi-
tirpación de los posibles bazos accesorios, pues los ción semisentada, que favorece la ventilación pul-
resultados tardíos de la intervención pueden fraca- monar y previene las complicaciones atelectásicas o
sar si se olvidó est e extremo. neumónicas. Con el mismo objeto son recomendadas
las inhalaciones de la mezcla O - CO., y la aspira-
Su tamaño oscila entre el de un huevo y un gui- ción broncoscópica, especialmente en -los casos en
sante, son de forma irregularmente redondeada, y que se asocian lesiones costales.
cualquiera que sea su situación están provistos de Sistemáticamente se debe instaurar un tratamien-
un pedículo vascular propio. Su estructura histoló- to antibiótico profiláctico de infecciones, y en espe-
gica es en todo semejante a la del bazo principal. cial de las tromboflebitis a que más adelante nos
Su número oscila entre amplios límites, habiendo referimos. COLE SINGLETON, etc., se muestran par-
llegado a encontrarse en un caso de OTTO hasta 23 '
tidarios de la aspiración gástrica postoperatona. que
de ellos y en uno de ALBRECHT 400 diseminados por previene las molestias propias de la distensión, Y lo
el peritoneo. No hemos encontrado ningún trabajo que es más importante, el posible derrape de las li-
en que se precise la frecuencia de su presencia y gaduras próximas a la curvadura mayor gástrica.
hemos de contentarnos, por tanto, con datos aisla-
dos sobre la misma. Así, LAHEY dice haberlos encon-
trado en el 15 por 100 de sus casos de ictericia he· COMPLICACIONES.
lllolítica y CURTIS y MOVITZ en el 18 por 100 de
los casos por ellos estudiados. VAN BEUREN los en- Pueden presentarse todas las que acompañan a
contró en el 10 por 100 de los suyos de trombopenia las grandes ゥョエ・イカ」ッセウL@ citándose como más fre-
r, en el 13 de los operados de ictericia hemolítica. cuentes las pulmonares, cuya profilaxis ya dejamos
セッ@ son, pues, tan raros como podía pensarse, sino dicha· las hemorragias, sobre las que no hemos de
lo relativamente frecuentes para que resulte obli- insistir; los abcesos subfrénicos y las consecutivas
gada su búsqueda. Otros autores que han señalado a lesiones pancreáticas, de las que ya nos ocupamos.
セ@ presencia y hecho destacar su importancia pato- Por su importancia, requieren párrafo aparte las
og¡ca son BARNES y DOAN. tromboflebitis mesentéricas y portales que pueden
.sus localizaciones más frecuentes son las proxi- ser causa de exitus. PEMBERTON las encuentra con la
セ、。・ウN@ del pedículo esplénico, la región retroperi- mayor frecuencia en los casos de anemia esplénica,
goaneal Situada por encima de la cola del páncreas, li- o esplenomegalias congestivas, hasta el punto de
ウ」セ・ョ_@ esplenocólico, epiplon gastrohepático (ob- que 14. de los 29 casos de muerte hospitalaria por
llluセ。」ャッョ@ Personal), mesenterio intestinal y en la este proceso, entre las 1.003 esplenectomías de la
ウ・イjセZ@ セッウ@ anejos izquierdos. Su extirpación suele Mayo Clinic por él estudiadas, ?e debían a esta cau-
ac¡J Y no requiere descripciones especiales. sa. Ya hemos señalado también su importancia en
4
56 REVISTA CLINICA ESPA!J'OLA 15 abrn 1954

COOPEE, H. D. Arch. s オ イセ@ .• 47, 478, 1942.


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C'HUIIlERI..\lN, t'IC. Ann. Roy. Coll. Surg-, 6, 15S 19
Como factor importante セ ョ@ su producción puede cGihセo|t iL@ A. l. Alnbama State Mc<l. Ass 20 • 1 50.
contarse el aumento de plaquetas postoperato:·io; 0.\(' IE, J . Y. Qunrt. J. M t•tl, 12, 101, 1943 ., ' 56, 195(),
U.\('H:. J. V .•• 1'1<'. Lanc•P.t, 550, 1 mnyo 19Ú.
pero en general no es suficiente para explicarla<>. DA Co><T\. Elt'll1t'ntos dt' Emhriologln. iセ\ャゥエN@ Ha h
pensando dicho autor que otra causa contribuyente DuiF:>;HE!K, V'.'. Bloo<l, 3 marzo. 307, 19·1R. e ette, 1945.
de la mayor importancia es la endoflebitis 」イ￳ョゥセ。@ ャィセA\ZiNkL@ , ..... .' 1'1 e•. Dloo<l, 3 <li<'il'mhr<.', 1.381 1948
n.\\'1:-<, r-.; Bl'lt. 1\1 ('<1. J .. 10, 6, 195'l. ' .
de la vena esplénica. Su sintomatología, que puede DE L.H'l'f:::>:TE CII ' ""· A. Bol. Con. Cc•n. Col. liJé¡
DE Qセ|@ lッセAN|L@ V. Ant'mins. Publi<'acion('s lhys |Yセ

ser polimorfa, se caracteriza fundamentalmc ntr ror @ 7, 1952
I"IUJc:-;, L. K. Am. Jour. Surg-., 39, 400. 1938' ·
fiebre alta en agujas acompañada o no de ,'sralo- OllliX, A., €'!('. Bl'lg-iseh. Tijdsl'hrift <1<' Lo\'ain 3
frí cs, violentos do!orcs abdominakc; e inconstantE?s Re f. J. A. M . A .. 1:l4, 8:16, 19-17 R, • 97, 1947,
DOX!1\'A"'. J. H. Brit. M t'd. J .. :!, 1.106. l94S
síntomas de estasis portal. Pueden propagarse a las Dow1nAR, M. L . Ann. Stn·g-., Q セYN@ 4CR, 1949..
rxtr,mi セ。 、・ウ@ inferiores y determinar la aparición DHI'TZJO, L. Sut·g-. Gync•c•. Obst., 5 1, 25S, 1930
0UBY, H. :\'(.'\\', セZョァMQN@ ,)our. Mt•<l., 237, 731. 1947
de edemas de las mismas. En ironJ \L. Re\'. Clln. Esp., :n. 10. 1949. ·
Teóricamente, la heparina. el dicumarol, t rome- EnlTOR 1.\J,, Rl'v. Clín. Esp, 10, 121, 1951
dャGrゥ|セQN@ R. H Ann. l nt. Mt•d., :11, 1.372, 1951
xano, cte., pueden dar muy buenos r<'sultados E?n su D'"· A., ete. Lanl'!'t, 2. 6SI 195:>. .
prevencién; pero dados los peligros ch.>rtos de hE?- eャ\GhヲNr」[iセ@ L . Am . Jout· l'hysinl., 160. 295 , QセUP@
morragia tantas veces repetidos, no se deben usar eャセrli l@ H, L. I'IC. .\m. Jour. Mt••l. Sci 22 1, 15'1, 195!
L!. •A,.;ON, E. L .. etc. sオイセ」ᄋN@ 13. 177 I!H3. .
como mrdida rutinaria, sino tan sólo como terapéu- ELL10T, R . H. E . Dull. Xt•W York .\cad, :11erl セR@ 4l5
tica en casos de necesidad. Puede utilizarse l'nton- ELL1><0:o<, E. H. Ar< h. Sur¡;:, 59, RセY@ 1949, ., • ' ' l946
E\'A:\'>", R . S .. PI<•. Are h. In t. :\1!'d., ¡.,7, 4k. 1951.
ccs la heparina intravenosa, en dosis de 50 mg. cada En:R><n:-:. T. C .. !'le. .\n·h. Surg-., 56, 153, 194!<.
cuatro horas, o el dicumarol a dosis de 300 mg. el FELTY. A , R. l1ull . Johns H npk, hッセー@ .. 35. 16 QYセT@
F&L.Low:-:. \\', W. :11i,.s<ml'l Stnt<' :lo1••d . J. aセZ@ 43: G99 1946.
primer día y 200 el segundo. T a nto su prevención F!:R><IITA:-:I, J. B . Tt·:-.;ns Stllll' Jour ••\1t•tl , 46, <;42, 1!\50.
como t ratamiento , pueden y f.eb<>n controlarse por F1><C":II L. A . ,\, .\nn. lnt. !11 <'<1. , 31, 1.105, 1!119.
F1T'/.Ht'<lll, T .. P.tr. I't•ln\\Rl'l' Stnte :\1•·•1. J ., 22, 122. 1951)
el r ecuento de plaquetas y la det erminación del tiem- R ef. J . A. :).1. .\ ., 111, 191, 1950.
po de coagulación, o mejo•: aún, el de protrombina, Fowu:R . R . H Sut·g t ;ynt•c Ohst • 70, 213, 1910.
que debe mantenerse en niveles de 10 a 30 por 100 F c.wu:R. R H . 1ntl'rnnt. ,\hsn. Sur¡;:., 70, 213, 1910.
G.,R<'I\ B\Rf>N, A . R••'. Espnli. :lo1 Pd, y ru· ''" c;uprra 6 f'
sobre el normal. En casos en quf' se produzcan des- 1941. ' . . "'·
censos por bajo de dicha cifra, se recurrirá al uso G.\RrlA BI..A:'<I'•J, !11 , A. HP\. Clln. J·;sp. , 3.'i, SRセ@ QセN@
gセZljL|npN@ :\1. Lan<·pt, 2, 901, 1!lt7.
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Gli :<\:-."7., 'V. Rt•\', Clln. 1-:sp, 1:1. 21''-, 1S5l.
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(;JLL, \\", C. Brlt. J. Surg. , :!li, tiül, 1!!3"
REStr.\IEN. Gll.J.-.\1 , J . F QZセN@ Brlt. J . Sur>;., 31\ 203, 191'-
(;ounERG S, A. Am . JnUl, C'lln l'11th., 100 700, 194(\,
n• .'M::Z F't'R"'Á-.;no:, A H<•\', C1ln, E!!p, 42, 3Zii 1&51
Se hace una revisión de las indicaciones df' la es- r;t•J o&, .\1 HP.sum n 1• en len <•P• rntorla :Edil C'el'\·nntr•
plenectomía. con un breve <>studio de Jos dn rsJs 1921
Gukuv.,, .\. J. .\r h. I , ti -''· • 1
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N O V EDADES TERA PEUTIC AS

Terapéutica sublingual con he¡>arina y lipocaica.- Tratamiento de la ascit is de la cirrosis hepática.


ッセ@s suficientes dosis pequeñas de he parina para in- Los riesgos de hipoproteinemia y de infección por
flUir en el estado de los coloides lipoproteicos. LABO- las repetidas paracentesis deben obligar a medidas
セN@ DELGA, BAYLON, HUGONOT y DECHEN (P resse terapéuticas que hagan innecesarias las punciones .
.léd., 62, 79, 1954) emplean glosetas que contienen Según ATKINSON, PATON y SHERLOCK (Lancet, 1,
lO mg. de heparina y 10 mg. de hor mona lipocaica 128, 1954 ), las punciones puede n ser evitadas con
Y han tratado varios enfermos ateromatosos, uno una dieta extraordinariamente desprovista de sodio
C?n nefrosis lipoidea y otro con síndrome de Mau- (que no contenga más de 0,5 g. diarios ), para lo cual
セ」L@ co.n .d_osis hasta de 400 mg. diarios d.e ィ ・ー。イゥ ョ セ N@ emplean preparados de caseína libres de sodio, ad-
•ub セウエ「ィ、。@ de absorción de la heparma por vta ministrando en esta forma hasta 120 gr. de proteí-
' hngual se deduce del aumento del tiempo de nas diarias. El aporte diario de calorías es entre
coagulación después de administrar una dosis ele- 1.500 y 2.000 y no se r estringe la administración
セ。、@ E de líquido. Dos veces por sema na se inyecta a los
mosat.rar n losd'enfermos tratados se ha podido de -
aum • me tante la electroforesis e n papel, un enfermos 2 c. c. de un diurético mercurial por vía
.ig ento. de_ la movilidad de las liproproteínas, una intramuscular. El régime n terapéutico es bien to-
ャ・ウセイ。@ dtsmmueión inconstante de los lípidos tola- lerado por los enfermos, y después de varios meSL'S
lo dオセ@ 、・セ」ョウッ@ d!.' la colesterina total y un aumen- de seguirle es posible que muchos enfermos toleren
Los e セ@ esteres en relación con la colesterina libre. la ingestión de una alimentación normalmente sa-
nistr:udores recomiendan es le tratamiento, admi- zonada. En el t rabajo se refieren en detalle tres ca-
°
pイ。ョ、セ@ 1 las ・ セエ。、ウ@ drogas en el período post- sos en los que la r espuesta al tratamiento fué ex-
ャゥpッーイセ@ '.con obJeto de e vi lar las alteraciones en las celente; a l iniciarle, es conveniente realizar una pa-
las ・ ョオセエ。Nウ@ hemálicas en afecciones del tipo d!.' racentesis, que ya no suele ser necesano repetir. y
eradas. que acorta mucho el tiempo de tratamiento.

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