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ARISTÓTELES

Estatua de Aristóteles en Estagira

Aristóteles nació en el año 384 A.C. en Estagira


(norte de Grecia). Discípulo de Platón durante
veinte años tuvo que salir de Atenas cuando este
murió (347 AC). Fue convocado por el rey Filipo
II de Macedonia para educar a su hijo de trece
años, Alejandro. A morir su discípulo, quien pasó
a la historia como Alejandro Magno, Aristóteles
retornó a Atenas y fundó su propia escuela, el
Liceo, una institución de enseñanza gratuita y
pública. Murió poco después en el año 322 AC.

Una de las principales innovaciones aristotélicas radica en definir al


hombre como animal perteneciente a una polis, un ciudadano que se
comunica, convirtiéndose así en un animal político y social dotado de
lenguaje, de razón y de palabra: logos (λóγος).

La razón por la cual el hombre es un ser social, más que cualquier abeja y que
cualquier animal gregario, es evidente: la naturaleza, como decimos, no hace nada
en vano, y el hombre es el único animal que tiene palabra. […] La palabra es para
manifestar lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto. Y esto es
lo propio del hombre frente a los demás animales: poseer, él solo, el sentido del
bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, y de los demás valores, y la participación
comunitaria de estas cosas constituye la casa y la ciudad (Política).

Aristóteles es el primer autor occidental que concede autonomía a la


Poesía (hoy Literatura), al definirla como una manifestación artística
que se diferencia de otras - música, pintura... - por el instrumento que
emplea en sus creaciones: la lengua, la palabra.

POÉTICA
Etimológicamente la palabra POÉTICA, deriva de POESÍA (del
griego: poieisis, ποίησις, que significa crear o fabricar.
La obra consta de veintiséis partes o capítulos. Algunos de ellos
son:

▪ I: Qué es la Poética. Poesía e imitación: mímesis (μίμησις).


Especies de imitación mediante la palabra.- Distinción verso /
prosa.- Clasificación de las obras en géneros y criterios
empleados; objeto de la mimesis poética: las acciones
humanas; modos de la mimesis poética: narrativo y teatral.
▪ VI: Orígenes de la Poesía: causas que explican la mímesis. La
tragedia: orígenes y desarrollo.- La comedia: definición y
orígenes.- Comparación entre tragedia y epopeya.- La
tragedia: sus partes.
▪ IX: Comparación entre Poesía e Historia: teoría de la
verosimilitud. Otros aspectos de la tragedia.
▪ XIX: La Elocución y sus partes: las letras y sus clases, sílabas,
nombres, tipos de nombres. Las metáforas: sus clases.
▪ XXII: Cualidades de la elocución literaria: claridad y elegancia.

Las ideas aristotélicas más importantes sobre Literatura pueden


resumirse en los puntos siguientes:

▪ La Poesía, como todo arte, es «imitación» (mimesis).


▪ Usa la lengua de una manera peculiar.
▪ Tiene unas pautas específicas de composición.

Mímesis y verosimilitud

La mímesis - que Aristóteles considera el origen de toda actividad


artística - tiene, a su juicio, dos causas: a) la tendencia, natural a todo
ser humano, de imitar, y b) el gusto que se experimenta al reconocer lo
imitado.
Para Aristóteles, la imitación de la realidad que lleva a cabo la
creación artística no es en modo alguno un calco total, sino una
aproximación, una recreación «verosímil». Para ilustrar este concepto
de verosimilitud señala la diferencia que hay entre el historiador y el
poeta. Mientras el primero – afirma - está obligado a reproducir los
hechos tal como han ocurrido, el poeta expone en sus obras lo que
podría ocurrir o lo que podría haber ocurrido, es decir, lo verosímil o
«creíble», no lo «verdadero».
Frente a Platón que, desde un supuesto ético, condenaba la
poesía porque no se ajustaba a la verdad, Aristóteles resuelve el
conflicto adoptando un planteamiento estético al distinguir entre «lo
verdadero» y «lo verosímil»: esta última es la categoría artística por
excelencia.

Catarsis

Aunque en la Poética aristotélica la catarsis se circunscribe al


ámbito de la tragedia (se refiere a los efectos que causa la tragedia
sobre el espectador), debemos detenernos en este concepto por las
diversas acepciones que se le han venido asignando a lo largo de la
historia.
La referencia a la catarsis es, en realidad, muy breve, y se sitúa
dentro de la definición de la tragedia en el capítulo o parte VI: «la
tragedia es mimesis de una acción noble y eminente, [...] cuyos
personajes actúan y no sólo se nos cuenta, y que por medio de piedad
y temor realizan la purificación de tales pasiones» (ed. de A. González,
1987: 55). Más adelante -capítulos XIII y XIV- se reiteran estos mismos
efectos.
El término catarsis procede del léxico de la Medicina (el padre de
Aristóteles era médico) pero también se relaciona con algunos ritos
religiosos. En el primer caso, haría referencia a una cura o
«purificación» corporal; en el segundo, a la expiación - mediante el
«perdón» - de una culpa. «Entre esos dos polos, religioso (ascética,
moralista) y médico (terapéutica, psicoanalista), oscilan la mayor parte
de las interpretaciones que se han propuesto para la catarsis, si bien
habría que añadir la estética y la epistemológica», afirma C. Bobes
(1995). Se trataría, pues, de un efecto psicosomático (que aúna la
«compasión» y el «temor») que, en el ámbito literario, cumple una
importante función: «El espectador, o el lector, queda integrado, en
esta concepción de la catarsis, en el conjunto de la comunicación
literaria y forma parte activa del proceso de comunicación de la
tragedia».
Los géneros literarios

La clasificación que plantea Aristóteles en su Poética obedece a la


conjunción de criterios diversos. Así, distingue unos géneros de otros:

▪ a) según el «medio»: todas las obras literarias utilizan la


lengua, aunque emplean ciertos procedimientos (melodía,
ritmo, metro...) de manera diferente en cada caso.

▪ b) según el «objeto»: todas las obras «imitan» acciones


humanas, pero en unos casos (en la epopeya y en la tragedia)
se imitan acciones nobles de los hombres mejores, mientras
que en otros (la comedia) se representan acciones risibles que
protagoniza gente de baja condición.

▪ c) según el «modo»: atendiendo a la forma de imitación,


Aristóteles distingue entre «modo narrativo» (cuando se
cuentan las acciones de los hombres, como en la epopeya) y
«modo dramático» (cuando las acciones son representadas y
asumidas por otros hombres, tal como ocurre en la tragedia y
en la comedia).

Aristóteles se refiere con toda claridad a dos géneros literarios:


la epopeya y el drama o teatro (subdividido en tragedia y
comedia). No es seguro, sin embargo, que considere
explícitamente como género manifestaciones como el ditirambo,
la aulética o la citarística (que, siglos después, se incluirían en el
denominado género lírico). En el Libro I de la Poética afirma: «La
epopeya y la poesía trágica, así como la comedia y el ditirambo
y, en gran medida, la aulética o la citarística, son, en general,
mimesis...».
Como puede observarse en esta enumeración, el mismo
Aristóteles manifiesta ciertas dudas en torno a la inclusión de
este tipo de composiciones en el ámbito de la poética, quizás por
el carácter más musical que verbal de las mismas. Esta cuestión
ha dado origen a un debate sobre la clasificación de los géneros
en Aristóteles: mientras unos estudiosos consideran que
propugna la tripartición clásica, otros opinan que dicha
clasificación sólo incluye explícitamente la epopeya y el drama o
teatro.

La lengua literaria

En esta cuestión, podemos encontrar una confluencia entre la


Retórica y la Poética aristotélicas: sus ideas fundamentales
sobre el uso de la lengua en la creación literaria se desarrollan
tanto en el capítulo XXII de la Poética como en el Libro III de
la Retórica, donde trata explícitamente de los recursos
lingüísticos del discurso oratorio.
Para Aristóteles, la lengua literaria supone una especie de
«desvío» de una norma lingüística. En este sentido, Aristóteles
considera que la lengua literaria no es sino un «uso especial» de
una lengua, y lleva a cabo un proceso de «selección» entre las
posibilidades que ofrece. Igual que en otros momentos de sus
propuestas filosóficas, Aristóteles aplica en esta cuestión la
teoría del equilibrio entre dos extremos: así, opina que la lengua
literaria debe tener dos cualidades esenciales: la claridad (sin
que esto signifique caer en un uso bajo o coloquial) y la
elegancia (que excluye la expresión oscura e incomprensible).
En el capítulo XXII de la Poética, Aristóteles realiza diversas
clasificaciones de los «nombres»: palabras simples, usuales,
extrañas, nombres inventados (neologismos), abreviados... Entre
las clases de nombres, trata de la metáfora, en la que distingue
también entre diferentes tipos.

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