Está en la página 1de 20

i ^ i ^ii^.

Crianza y cuidado
MADRID
OCTUBRE 1957
N.° 19-57 H
de los pollitos
José M." Echarri loidi
Perito Avícola.

MINISTERIO DE AGRICULTURA
DIRECCION GENERAL DE COORDINACION, CREDITO
Y CAPACITACION AGRARIA • SECCION DE CAPACITACION
CRlANZA Y CUIDADO DE LOS POLLITOS

Illía a clía se vaii perieccionanclo los métodos cíe cría y


explotación de los pollitos con el fin de activar su creci-
miento .^ clesarrcllo, de tal manera que los pollitos alcan-
cen el kilo y gramos de peso entre los dos y mecíio meses
de edad y los tres y las pollitas Ileguen a la madurez se^ual.
es decir, a poner los primeros huevos, entre los cuatro ^-
medio y cincc meses de edad en razas ligeras y en otras
precoces, mucho antes de lo que, habitualmente, acontece en
el medio rural.
Esto que a primera vista parecerá a nluchos meta dití-
cil de alcanzar, es lwy una realidad en la avicultura indus-
trial, en las grandcs explotaciones y en aquellos gallineros
con población aviar modesta.
^ Por qué, pues, lo que hacen los avicultcres industriales.
los propietarios de miles de gallinas, los poseedores de par-
^^as más reducicías y, también, los que sólo tienen algunos
cientos de aves con tan excelentes resultados, no ha de imi-
tarlo el avicultor rural, aplicando como ellcs los sistemas
de cría, alimentación, cuidados profilácticos e higiénicos que
tan magníficos resultados les dan a aquéllos ? Si en el cultivo
agrícola, por imperativo de las circunstancias, se han arrum-
bado los aperos y utillaje antiguos, así como los métodos ru-
tinarios de e^plotación que presidían las labores agrícolas
del labrador hasta ahora, con los pobres rendimientcs que
justamente daban para mal vivir, trocándolos pcr las actua-
les máquinas que reducen y humanizan la mano de obra y
alivian el rudo trabajo; si se escogen las selectas semillas
c^ue mejor se adaptan a las condiciones particulares cíe cada
tierra y a las condiciones climáticas de la región y se exi-
gen en los Centr^^s expendedores porque rinden mucho más
que las anteriormente tradicionales, igualmente, en la crian-
za de pollitos deben aplicarse los métodos modernos de re-
sttltados contrastados, con todas sus ventajas y no mostrar-
^e reacios a su ad^>hcir,n siguiendo prácticas rutinarias por-
-3-

clue parece <tue estos animales tienen una valoración econó-


mica tan baja, que no merece la pena tenerlos en cuenta.

Métodos de crianza.

La crianza cle los polluelos recién nacidos se realiza de


dos maneras : artificialmente, empleando madres mecánicas,
y por pmcedimientos naturales, sirviéndonos de las gallinas
cluecas o ]luecas.
Indudablemente que los pollitos conhados a los cuidados
de sus rnadres naturales, bien alimentados, se crían mucho
n^ejor que los establecidos en criadoras artihciales. Sin em-
bargo, si no fuera por estas ítltirnas no habría posibilidad
cle atender a la crianza de gran cantidad de pclluelos,
ni tan^poco sería factible criar pollitos en la época y momen-
tos más convenientes a los intereses del avicultor, para re-
poblar sus gallineros con pollitas, que le clen huevos en in-
vierno unas y en verano las otras y tcclas en la primavera
y otoiio, y entregar a los mercados pollos de kilo en cual-
quier momento del año. De esa manera el avicultcr rural,
cuyas aspiraeiones son limitadas, puede orclenar la crianza
de pollitcs cuando convenga a sus intereses y necesidades,
bien adc^uirienclo los pequeños animalitos en "fábrieas" sol-
ventes, o los procedentes de incubaciones verificadas en el
propio hogar ccn huevos de sus gallinas o comprados a
granjas cíe absoluta confianza.

Crian^,a natural o por cluecas.


I.os pcllitos, una vez terminada su eclosión o nacimiento
inician una etapa en su vicla. Prontamente acusarán las di-
versas alternativas de su delicado organisino. I_o que suceda
a su alrededor no les será indiferente y reaccionarán piando
de muy distinta manera cuando tengan han^bre o sientan
frío; se vean alejados de su madre, o cuando, al cobijo de
la llueca reciban el calor que su cuerí^o irradia a través de
las ahuecadas plumas o cobijados al amor del calor que irra-
dian las criadoras artificiales, llenos los buches por el nu-
tritivo alimento injerido. Y aunque parezca que ía clueca
-4-

basta para atender a la prole que se le haya confiado, sin


embargo, es preciso prestarles ciertos cuidados y atenciones,
sin las cuales la crianza no llegaría a buen fin.
Una vez nacidos todos los pollitos, se entregarán éstos
a su madre, pero no en un número indeterminado, sino los
que pueda cubrir cómodamente.
Si los polluelos nacidos son pocos, y se prevé con tiempo
este importante detalle, muchas personas acostumbran ( v
nosotros lo aconsejamos) a comprar en las salas de incnt,a-
ción o establecimientos dedicados a ello, algunos animalitos
recién nacidos que completen el níimero de unos quince a
veinte, segíin el tamaño de las gallinas cluecas. Pero es inte-
resantísimo mezclar estos pollitos ccmprados con los que
nacieron de los incubados por la clueca, antes de dárselos
para que los cuide, pues si se le dan clespués que ya está
mimando a los suyos no aceptará a los segundos y, adcmás,
los matará a picotazos sin piedad como a intrusos y, en ^am-
bio, los acepta sin reparo y con igual cariño a todos cuando
se le entregan simultáneamente aun cuando sean de mil co-
lores y razas.
La clueca se encierra en una jaula de mimbre o madera,
colocando, previamente, en el fondo una buena cama de paja
u otro material parecido. Si la jat?la se preparara con dos
departamentos dará mejores resultados, destinando tuzo para
estancia de la madre con espacio suficiente para que pueda
moverse cómodamente y recoger a la prcle sin agobios ; el
segundo se desfina para cobijo de los pollitos en el cual se
colocan los comederos y bebederos, para lo que tendrá espa-
cio amplio, el suelo cubierto de abundante cama de paja, y
separado del departamento de la madre por medio de unos
barrotes o listones de madera que dejen paso a los pollitos
para que éstos pttedan salir y entrar en el departamento de
su madre cuando apetezcan.
^El frente de estas jattlas o pclleras tendrá tmos garrotes
o listones; colocados de tal manera que la clueca pueda sacar
la cabeza con comodidad y los pollitos pasen sin aprietos en-
tre ellos, aunqtle es muy práctico montar una portezuela a
-5-

fin de permitirles la salida a voluntad y confinarlcs cuando


convenga.
Las gallinas suelen verse plagadas muchas veces de pio-
jillos y otros huéspedes ehternos que las martirizan, pero
las gallinas campesinas suelen ser el "almacén". Por eso,

I 1

I^ig. t.-llistribución de la jaula donde se encierra a los pollitus.

antes cle iuntar los pollos con su madre, ésta se espolvoreará


con polvo de pelitre, y aún mejcr con algún insecticida a base
de D. D. T., para que desaparezcan todos los piojillos y otros
parásitos que, de no exterminarlos, molestarían a l^a madre y
perjudicarían a los pequeños seres.

i^R[MEROS Ai_.IMENT(>S.

La yema clel huevo o vitelo es la que alimenta al embrión


durante su desarrollo dentro del huevo mientras dura la
incubaci^^n. Sobre los diecinueve días de estar incubándose,
y prc^^in^o el inomento en c^ue el l^ollito va a iniciar la ro-
tura del cascarón para salir de su encierro, esta ^ yema es
absorbida por medio del cor^ión umbilical, quedando en
- U -

el ^interior del animalito hasta que, poce a poco, es reabsor-


bida por el organismo, sirviendo de primer alimento (podía-
se decir), durante los primeros momentos de su vida. En
este fenómeno se basa el transporte de los pollitos recién
nacidos de las inmensas salas de incubación en las que se-
manalmente nacen miles y miles de pcllitos de todas las ra-
zas conocidas en esas grandes máquinas de incubar, y que
se transportan cle norte a sur y de este a oeste de la Penín-
sula, de unas naciones a otras y de uii continente a otro,
porque mientras se verifica esa reabsorción el pollito puede
resistir muchas hcras sin injerir alimento alguno ni beber,
pudiendo, así, ]legar vivos a los más diversos puntos de
destino.
Por esta raz^'^n inuchos avicultores y publicistas aconse-
jan no darles de conier hasta transcurridas unas veinticua-
tro a treinta horas de nacidos y, atulque tambié^l llebamos
a dar ese consejo, sin embargo, hemos podidc c^^ntrastar a^n
la experiencia diaria que si los alimentos y bebida se les
proporciona en cuailto se colocan en las criadoras o con sus
madres naturales, ]as cluecas los aceptan gustosísimos, no
les producen trastori^os y, adetnás, la absorción de la yema
se verifica con mayur rapidez. Aquel dicho de que cuandu
el pollo pía es que tiene hambre o siente frío, se cumple con
exactitud en este i^iomento y si los tenemos con la llueca
o en la criadora ^ batería veinticuatro horas sin darles de
comer, por muy calientes que se encuentren, por excelentr
temperatura de que ^ocen, por mucho mimo que se les pro-
digue, no harán rnás que piar y más piar, cada vez más des-
aforadamente ; pero si, en cuanto se les eeloca en ]a criadora,
batería o con su madre natural, se les da alimento y bebida,
ni pedirán ni piarán, sino que el avicultor observará pronto
cómo comienzan a picotear un^^ tras otro hasta que, saciada
la voracidad de su pequeño buche, se reccg^en al amor de
la madre.
En cambio, se ha de de^sterrar inexorablemente esa mala
costunlbre, que t^davía sigue arraigada en el a^ro^ rural, de
dar ^ los pollitos recién nacid^s, vino, pimienta, clavo, anís,
etcétera, que e] vul^o estima como vi^orizantes y que, en
-7-

definitiva, no hacen otra cusa que perjudicar al clelicaclo or-


^;anismo. Abora bien, en cuanto se les dé comida, al mismo
tiempo se les colocarán recipientes, due pueden ser de barro,
cinc u otro material, pero que se puedan limpiar y desinfec-
tar fácil y totalmente, que contengan añua limpia, pero de
tal manera que la clueca no alcance la comicla de l^^s peque-
ñuelos ni éstos la de la madre.

ALOJAMIENTO.

llurante los primeros días la pollada ha cíc permanecer


en local abrigado, sin corrientes de aire, estableciéndose al-
rededor de la pollera un cercadito metálico o de madera para
que los pcllos no puedan alejarse cíemasiado y se habitílen
a entrar y salir de la habitación materna.

Fig. z.-La influencia del sol es im^prescindible para criar pollitos vigorosos
y sanos.

Si el tiempo es bueno, a los oc17o díás se puede sacar ^la


pollera al sol ; pero los pollitos se sacarán aparte de la ma^lre
para que ésta, en su natural nerviosismo, no los pise -ni^_^n^l-
-8-

trate. La pollera se colocará en lugar resguardado del vien-


to y de las corrientes de aire y, si el calor es fuerte, se la cu-
brirá con algíuz objeto, o se pondrá debajo de algún árbol
o arbusto, para que el sol no dañe a la gallina. El sol no
sólo alegra la vida de los pollitos, sino que, por el influjo
de sus rayos, se crían vigorosos y sanos. Hacia el mes de
edad, se da suelta a la madre para que pasee a la prole por
el campo y al mismo tiempo ella haga ejercicio durante un
par de horas, confinándola después. Estas salidas se irán
ampliando a medida que vayan desarrollándose los pollcs.
Debe encarecerse la importancia que encierra el que la
cama esté siempre limpia y el evitar que los pollitos se mojen
en charcos por la lluvia, que no beban aguas encharcadas,
sino bien limpias y claras, pues las consecuencias resultarían
fatales. Cuando los pollitos salen al sol, si se les puede colo-
car en lugar con verde, tanto mejor.
A la edad de dos meses, aproximadamente, la clueca co-
menzará a descuidar la atención de su prole, que con tanto
esmero cuidara hasta entonces, por lo que puede considerar-
se ccmo terminada lá erianza. No obstante, se han de prestar
todavía, por algún tieiupo, ciertos cuidados.

RRCRÍA.

Desde este momento se inicia otra fase de la cría, podía-


mos decir la segunda época : la recría. Esta constituye otra
fase muy importante de la avicultura, por lo que hasta los
tres meses de edad, por lo menos, es preciso y se hace nece-
sario atenderles con cierto mimo y no dejarles abandonados
a su suerte entre las demás aves del corral. Se ha de evitar,
en primer lugar, que los pequeños se mezclen con las galli-
nas, patos, ocas, ete. Por las noches se les recogerá en local
abrigado y en el que dispongan de perchas o aseladeros ade-
cuados para acostarse, sin permitirles la salida al exterior
cuando las temperaturas sean bajas, haya niebla, llueva o la
humedad existente aconsejen tomar esta medida con el fin
de evitarles enfriamientos, que les provocarían trastornos
muy perjudiciales.
-9--

No se les permitirá aselarse en cualquier palo a su al-


cance sino que se colocarán perchas de o'05 X o'05 con los
bordes o cantos un poco cepillados para que el descanso de
las jóvenes pollas sea perfecto y reparador.
Cuando cumplan los cinco meses ya pueden darse por
criados, prestándales los cuidados y atenciones como a las
demás aves de corral o^allinero.

Crianza artificiaL
Esta no es exclusiva de las explotaciones avícolas, tam-
bién en la avicultura rural se van introduciendo modificacio-
nes beneficiosas mediante la adopción de los métodos moder-

Fig. 3.-Para disponer de huevos durante todo el año es preciso tener pollitas
nacidas en invierno y primavera.
- IO -

nos de ería artificial. Se va extendiendo la construción de


pequeños gallineros por iniciativa particular unas veces y
con el apoyo de los auxilios que facilita el Instituto Nacional
de Colonización las más, ayudas que se facilitan al campesi-
no para que éste tenga a sus peqtzei7os lotes de aves en me-
jores condiciones de explctación. Con ello se facilita y, tam-
bién, estimula la transformaión de la avicultura rural prac-
ticada de forrna rutinaria hasta ahora, en avicultura racio-
nalmente llevada en la que se hayan adoptacío los sistemas
actuales que regulan y hacen lucrativa esta pequeña indus-
tria rural, auxiliar del campesino.
Hoy el avicultor rural sabe que podrá disponer de hue-
vos durante todo el año para llevarlos al mercado con sólo
disponer de pollitas nacidas de diciembre a febreray de mar-
zo a mayo inclusive, es decir, contando con pollas nacidas
en invierno y primavera. Pero ello no sería factible contan-
do con sus propios medios y, a] no cíisponer de cluecas apre-
piadas en esos momentos, recurre a la crianza artificial, ad-
quiriendo pollitos recién nacidos en las épocas convenientes
para asegurarse esa puesta y cosecha de huevos que exigen
sus intereses económicos.

iiLOJAMIENTO.

Es obvio que el avicultor rural nc siempre dispone de


material adecuado, muy costoso siempre, y que por tratarse
c^e pequeños grupos, no precisa disponer de grandes instala-
ciones de criadoras artificiales, sino que se sirve de medios
rnás modestos, y hasta ríisticos, pero que pueden proporcio-
nar calor suficiente para que la crianza se realice bien. No
se requieren materiales costosos; basta con un cajcín cua-
clrado o rectangular apropiado al níimero de polluelos, pu-
diéndose cobijar en uno de unos o'5o X o'5o X o'3o metros,
o de o'5o X o'7o X o'3o metros, aproximadamente, de vein-
te a cincuenta pollitos.
Se habilita el cajón suprimiendo una de las tapas; en el
fondo se coloca una hoja de lata, unas bombillas separadas
unos diez centímetros de la chapa o unas resistencias de di-
- II -

mensiones aprcpiadas, con su enchufe para conectarlas a la


corriente; se practica una portezuela en uno de los frentes,
de modo que se pueda manejar a voluntad, y unos orificios
en la parte superior, o pequeñas aberturas, para cstablecer
una adecuada ventilación, y ya está lista la criadora. Esta
modesta criadora se coloca siempre boca abajc, sobre una
btiena cama de paja, estableciéndose un cercadito algo am-
plio en el lado de la portezuela.
Unas horas antes de recibir los pollitos recién nacidos
se enchufa a la corriente para que el interior se caldee ade-
cuadamente. Es muy práctico en este tipo de criadoras ma-
tar los ángulos mediante algunas tablas o cartones para
evitar que los animalitos se acurruquen en esos rincones y
se asfixien por apelotonamiento.
Durante un par cíe días permanecerán encerrados dentro
cíe la criadora, sacándolos a comer cada dos horas, que se
irán espaciando a medida que vayan creciendo, o pttédense
dejar las harinas a su alcance para que coman a discreción,
en cuyo caso transcurridos los dos días se les puede dejar
abierta la criadora para que ellos entren y salgan cuando
les apetezca y se expansionen dentro del cercadito o busquen
el abrigo, según las exigencias cíe su naturaleza. 1✓1 agua
limpia no ha de faltarles, y si se les da leche pura o aguada
en un 5o por ioo, mucho mejor. I,a comida nunca será hú-
meda, sino seca, y se les puede dar de comer y beber luego
de colocados en la criadora.
La temperatura interior será buena, siempre que oscile
entre los 3o y 36 grados centígrados los primeros cíías, de
Zg a 3o hasta el mes y durante el segtmdo se irá ciisminu-
yendo poco a poco hasta que a los dos meses de edad se les
suprima. Sin embargo, aunque la temperatura suf ra oscila-
cianes, que no sean notables, no repercutirá gravemente en
los pollitos, porque será suplida la deficiencia con el calor
propio que se proporcionan unos a otros cuando se recogen
en el interior de la criadora.
Sobre el mes de edad, si el tiempo es bueno, la criadora,
con los pollitos, se puede colocar al sol en lugar abrigado y
resguardada de corrientes de aire, dejando a los animalitos
- I2 -

en libertad prudencial, mediante el montaje de un cercadito


más amplio, para que reciban directamente los rayos solares
y vayan adquiriendo el hábito de vivir al aire libre.
Ahora bien, cuando se quiere criar un número mayor de
pollitos-unos 3oo-la criadora artificial ha de reunir mejo-

Fig. 4.- Ur tipo de estufa piramidal.

res condiciones que la descrita anteriormente, precisáridose,


además, instalarla en local adecuado.
Esta será cle las tipo Jatnesway o similar, de carbón, se-
rrín, petróleo, eléctrica, orujo de oliva sulfurado o no sul-
furado, sistema de "Gloria" o calefaccián subterránea del
local de cría, etc., y que requieren más constante atención.
Estas criacíoras, igualmente, se han de encender y regu-
lar, antes de confiarles los pcllitas, a la temperatura conve-
niente y con la antelación debida ; graduada la temperatura
en un extremo de la campana y a unos centímetros del suelo,
- 13 -

será de 36 grados centígrados los tres primeros días ; des-


pués, y hasta el mes, se irá reduciendo hasta unos z8, y du-
rante el segundo mes de edad se reducirá paulatinamente
hasta los Zo grados, porque cuando cumplan los polluelos
dcs meses no precisarán más calor artificial, si bien convie-
ne, en tiempo frío, prestarles un poco de atención durante
las noches.
En este sistema también, durante unos tres días, se mon-
ta un cerco alrededor de la campana cuancío la calefacción

Fig. ;.-1'osición de los pollitos alrededor de la lámpara. A la izquierda, cuando


Yienen frío se agrupan bajo la lámpara. Eu el centro, si reciben demasiado calor
se sitúan lo más lejos posible del foco calorífico. Las condiciones ideales dc
cr.lentamiento las presenta la figura de la derecha, donde puede apreciarse que los
pollitos están dispersos sin amontonarse en ningím sitio.

es de este sistema o alrededor de la estufa cuando no lleva


campana, no precisándose de cerca cuanda el sistema de ca-
lefacción es una "Gloria" o calefacción subterránea. El cer-
cadito se suprime pasado ese tiempo, durante el cual los po-
llitos ya se habrán habituado a recogerse dentro del foco
calórico, no teniendo otra misión qtte accstutnbrarlos a cobi-
jarse al calor de la madre artificial. Por la noche, antes de
acostarse, y durante unos días, el cuidador dejará el local
en semioscuridad y procederá a distribuir las animalitos
uniformemente alrededor de la criadora. Ihealizada esta la-
bor, se apagan las luces o se deja encendida alguna, pintada
de rojo. Permanece unos minutos en observación y cuando
se perciba ese característico piar que denota bienestar y
tranquilidad, se les deja descansar. Una vez acostumbrados,
en cuanto perciban y se den cuenta que disminuye la inten-
sidad de la luz por el cambio realizado, se apresurarán a
acomodarse en sus puestos para descansar.
- 14 -

Tratándose de criadoras de este tipo se ha de poner sumo


cuidado en que no se apaguen por falta de combustible o al-
gím descuicío, pues al bajar la temperatura y notar frío, los
pollitos se apelotonarían y morirían muchos, además de que-
dar resentidos los demás. Sin embargo, aunque se preduzcan
temperaturas más elevadas que las consideradas como me-
jores, no perjudican apenas, porque ellos se acercarán o ale-
jarán del foco calórico a medida que baje o suba la tempe-
ratura.
La temperatura ambiente será buena siempre que oscile
alrededor de los Zo grados centígrados. A partir del mes de
edad, es práctico colocar unas tablas estrechas, aseladeros o
perchas adecuadas, para que vayan adquiriendo la costum-
bre de aselarse y descansar más cómodamente y de confor-
midad con sus instintos naturales.
La limpieza del local se realizará con frecuencia, sin per-
mitir que se acumulen los excrementos que enrarecen la at-
mósfera y vician el ambiente, haciéndclo insano para los po-
llitos. Los excrementos nocturnos se retirarán diariamente.
Cuando se dispone de poco espacio para la cría de pollos,
puede adoptarse el sistema de cría en batería, mediante el
cual pueden disponerse gran número de pollitcs en compar-
timentos metálicos superpuestos, cada uno con sus comede-
ros y bebederos propios. Se calientan, en general, eléctrica-
mente.
La limpieza y condiciones higiénicas de estos alojamien-
tos es grande y se evitan muchas bajas por enfermedades y
centagios ; los pollitos criados en batería pueden alcanzar
mayor tamaño que los que se crían en el suelo, a igualdad
de edades, aunque, por lo común, tienen menos viveza.
La crianza artificial, al igual que la natural, se puede dar
por terminada a los dos meses de nacidos, suprimiéndose el
calor ; pero durante las noches se les recogerá en local abri-
gado, especialmente cuando se presumen noches frías, siem-
pre separados de las aves maycres.
Cumplidos los tres meses no precisan más cuidados, si
bien no deben reunirse con las otras aves de corral hasta
que sean mayores.
- ^5 -

l^ig. L.-1'ollitos criados en batería hasta que alcauzau las Yres semanas de edad.
Todos los pisos ]levan calefacción.

f'll11^TIlerii2, eIl CLt^ritQ Se COriOZCari IOS SeXOS, ieSillta llllly'


^^r<lctico separar las pol1itas de los pollitcs, pttes de esta n^<a-
iiera se desarrollan rnucho n^ejor unos y otras.
- i6 -

Alimentación.

Una buena alimentación es fundamental en la crianza.


Con una racioncita de granos de cereales, con un rancho pre-
parado con residuos de hortalizas y menudillo, ccn migajas
de pan, se crían pollitos, qué duda cabe ; pero su desarrollo
será tan lento que, comparado con el de otros hermancs de

Fig. ^.-^fodelo de criadero con estufa de carbón utilizado en una granja oficiat
uorteamericana cerca de Washington. (Foto li. S. Department of Agriculture.)

la misma eda<l y raza criados por lcs sistemas alimenticios


actuales, tan eficientes, darán la impresión de que estos ízl-
timos nacieron mucho antes que los primeros. Y es que a los
criados por los procedimientos tradicionales, no se les apor-
ta ni pone a disposición de su organismo aquellos principios
alimenticios, aquellos elementos, necesarics todos, en las pro-
porciones debidas para que el pollito se nutra correctamente,
y así el crecimiento sea tan rápido como el de aquellos que
se crían en las granjas de mayor o menor importancia, ali-
mentados con mezclas correctas y equilibradas, y que para
los des y medio meses de edad ya alcancen los machos el
-I ^ -

kilo de peso en vivo. Esto para muchas geirtes rurales pa-


rece un sueño y meta ilusoria.
Sin embargo, estamos habituados a ver polladas, muchas
pollad^,s, criadas en el suelo que con fórmulas alimenticias
correctas, sin grandes complicaciones, a los dos meses y me-
dio de edad un gran número de pollos machos alcanzan el
kilo cle peso en vivo y a los tres la totaliclad ha llegado a ese
peso, y la mayoría lo ha rebasado con los consiguientes be-
neficios.
Y no diga el avicultor rural que eso para él es imposible.
No está en lo cierto. Lo que ocurre es que no quiere "dar su
brazo a torcer", y aunque en su fuero interno esté conven-
cido de que es factible lo expuesto, sin embargo, le cuesta
mucho trabajo desprenderse de esos hábitos y costumbres
anticuacíos e inservibles.

ALIMENTACIÓN DURANTE LOS YRIMEROS DÍAS.

EI primer alimento qtte se suministre a los pollitos re-


cién nacidos se compondrá de una mezcla de cereales-maíz,
triguillo, avena tamizada, etc.-y harinilla, tercerillas o,
también, menudillo o salvado rernolido, en proporción de tm
5o por Ioo de los primeros y otro 5o por Ioo de uno de los
segundos o de ambos residuos de molinería.
El suministro de esta ración podrá hacerse espaciándolo
cada dos horas, luego cada tres, habituándolos al régimen
que, pcsteriormente, se quiera seguir. Igualmente puede
adoptarse el método de mezcla continua, por el cual los pe-
queños animalitos tienen siempre las harinas a su disposi-
ción. A1 tercer día este régimen alimenticio inicial se susti-
tuye por una fórmula de cría.

RACIONEIMIENTO DE CRÍA O CRECIMIENTO.

A partir de este momento es cuando verdaderamente co-


mienza el período crítico de cría o crecimiento, desde el que
debemos proporcionar al pollito todo lo necesario para un
perfecto, rápido y sólido crecimiento.
- 18 -

Ahora sólo queda preparar una fórmula que cumpla to-


das las exigencias nutritivas de estos animalitos. Si lo con-
seguimos, para cuando cumplan el mes de edad habrán em-
plumado totalmente ; a los dos, su crecimiento será nctable y

Fig. 8.-Modelo de ^ebedero y comedero para pollitos.

el peso oscilará alrededor de los ^oo gramos en razas como la


Leghorn, y, seguramente mayor, si los pollitos que se ad-
quirieron o incubarcn en casa fueran de razas como la Rho-
de Island Red, mestizos de Rhodes y Leghorn o similares.
Finalmente, a fin de que el lector tenga una guía para pre-
parar una f órmula de cría que comprende desde el tercer día
hasta los dos meses de edad, damos las siguientes como
ejemplo.
Estas fórtnulas tienen valores alimenticios adecuados a
las necesidades cle los pollitas en cría, precisos para impulsar
un crecimiento rápido, con porcentajes del 2o por ioo de
proteína bruta, 55 por ioo de hidratos de carbono, sobre un
3 por ioo de celulosa y otro 3 por ioo de grasa.
ia 4.° ,t,:,
,\ 1, 1 M 1^; \'1' (1 S
1(^'m Ki^n^ I^iln.

Harina de maíz .......................................... 3iI ^o z7


Iclem de cebacla tamizada ............................. ^.} z} ^3
Idem de avena finamente moli^la _v^ talnizada... zu ?o t^
Idem de alfalfa (color verclel ... .................. ; ^ 0
Idcm cle habas o haboncillos ........................ 6 - -
Idem de pescado (^5-fio por Ioo de proteíuas). i^{ I^ Io
Idem de carne (^0-^5 por Ioo cle l^roteínas)... 6
Harinilla o tercerillas ................................. ^o - -
Salvado de hoja remolido o menndillo ......... - i; ^^
Cumlilementu vitamínico-miner^il ......... ........ I i i

^^^U'I':\1.I:^..._ ...................... lUU lOU I00

L,l a^wrte de ^i^iuerales _y vita>ninas preciscs se hace ii>e-


diante la aclición, en la >,^ro^orción del I por I oo, de alguno
de los Prepar,_tdc^s cotuerciales ti-itamínic^I-niinerales que con-
tengati, nr; sól^^ los H>inerales indis^ensables, sinu tai^ibiéi^
las vitaminas A-ll3 cui^iplejo B, incl>u,.so la 1312, c^n lo c{ue
se atiende a las exi^eilcias expresadas en ^ilicrefactores.

Fig. 9.-Pollito afectaclo de encefa!omalaquia por careucia cle vitamina E.

^^a ^
Tarnbién dan buenos resultado5 los preparados que, además
de los elementos descritos, llevan algún antibiótico como pe-
nicilina, bacitracina, aureomicina y otros o asociaciones de
dos antibióticos; pero no se ha de hacer de manera indefinida
por los perjuicios que llegarían a causar, sino hasta los dos
meses, aproximadamente.
A partir de los dos meses, las harinas de pescado se re-
ducen hasta el 8 a io por roo, y se da a las polladas algo
de grano en propcrción de unos 2o gramos por cabeza y día
hasta que inicien la puesta, momento en el que se adoptará
la fórrnula de ponedoras.

^VIEDIDAS I'REVENTI VAS.

Finalmente, los pollitos pueden ser atacados por algunas


enfermedades características, como la Pullorosis o diarrea
blanca y la Coccidiosis. La primera la heredan de sus nia-
dres, pero si las granjas de las que prcceden los pollitos
practican las reacciones serológicas, no es tan f ácil que apa-
rezca como cuando los pollitos proceden de las gallinas de
casa. En cambio es más diíícil librarse de la Coccidiosis.
Para evitar esa contingencia o riesgo se utiliza la Nitro-
furazona, un polvo de color amarillo que se adiciona a las
mezclas de harinas en la proporción de seis ^/ramos por
cada cien kilós de harinas. Este tratamiento se inicia so-
bre los ocho días de edad y se sigue, sin interrupción, has-
ta que cumplan los dos y rnedio ^ tres meses. Posteriormen-
te, se trata a]as pollitas, suministrando la Nitro f zrra^ona
en las harinas y en la misma dosis, o sea, seis gra^^tos por
cien kilos de harinas durante unos quince días y dejando
de dar durante un rnes para volver a repetir el tratamiento
hasta que las pollas ya son aves adultas, y aun entonces con-
vendrá utilizar el procedimient^ de vez en cuando.

6Rn^iC44 UGU^NA.-MA7RiD

También podría gustarte