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Universidad Nacional
Autónoma de Honduras
I Periodo Académico
Producción pecuaria
AG-322
Sección: 08 00
Estudiantes:
Grupo: #6
INCUBACION NATURAL
Si se las deja obrar, guiadas por su instinto, las gallinas buscan llegada la época
propicia, primavera y verano, lugares apartados, tranquilos y algún tanto oscuro;
preparan el nido, escarbando en la tierra; ponen unos cuantos huevos doce a dieciocho e
inmediatamente inician la incubación. Hemos visto, en gallinas camperas, presentarse a
la hora del yantar una muy ufana, seguida de su prole, incubada por ella entre Unos
fajos de leña, hacinados en lugar apartado de la granja.
Ahora bien, esto tiene algunos inconvenientes, por lo que las aves de corral,
especialmente las gallinas, han de someterse a ciertas normas, cuando de incubar se
trata, para conseguir mayor provecho y más saneado beneficio. Sabido es que los
huevos, si fueron fecundados, para que desarrollen el germen y nazca un nuevo ser
(polluelo, patito, pavipollo. etc.) han de ser sometidos, por medios naturales clueca o
llucca o artificiales máquinas de incubar. a temperatura conveniente, humedad
adecuada, ventilación y volteo, prácticas que no son exclusivas de la incubación
artificial, sino que también tienen lugar en la natural. realizadas con precisión
matemática por el admirable instinto que guía a las cluecas en su delicada misión de
empollar.
Es preciso saber que no todas las gallinas son buenas para incubar. De las aves muy
ponedoras, como ocurre con las razas Leghorn, Castellana, Utrerana y otras varias,
raramente surgen cluecas, entre otras razones porque en las granjas de puesta, cuando
alguna muestra esa predisposición, como deja de poner y come sin producir, se elimina
implacablemente, hasta que se consigue extirpar ese instinto natural. Pero si esas
mismas razas no se seleccionan en ese sentido, darán muchas lluecas. Por eso, entre las
aves en que se desatendió tal extremo, y muy especialmente en los pueblos rurales,
abundan en determinadas épocas del año, primavera y verano particularmente, los
individuos aptos para cumplir la misión maternal.
El cesto, cajón o cuévano que se utilice como nido no va de ser de tamaño muy pequeño
ni demasiado grande. Debian armonizar con el volumen de la gallina clueca, porque, es
el primer caso, al encontrarse incómoda, buscará en vano postura adecuada, corriendo el
peligro de romper Preparación del nido. 7 Proceso de empollamiento natural y artificial
del huevo Grupo 6 algún huevo, mientras que en el segundo puede ocurrir que algunos
huevos no sean cubiertos debidamente.
Es conveniente que el nido esté provisto de tapa, porque así solamente a las horas de
comer se deja en libertad al animal, y, si se tienen varias, se pueden ordenar sus salidas
de manera que sólo esté fuera el número de gallinas que convenga para la perfecta
marcha de la incubación. Esta, abierta tendrá la suficiente amplitud para que no se
acalore el animal, recomendándose como mejores las cubiertas de tela metálica.
Conocidas son de todas las operaciones preliminares que la gallina realiza, guiada por el
instinto maternal, para preparar lugar adecuado en que depositar los huevos que va
poniendo y seguidamente incubará. Establece el nido sobre la tierra, en hoyo practicado
al efecto, asegurando con tal disposición cierto grado de humedad necesaria para la más
perfecta marcha de la incubación. Siguiendo esas directrices prescritas por la naturaleza,
el nido artificial se adapta a ellas con la mayor fidelidad posible. Para asegurar un
mínimo de humedad suplementaria de la que despide el ave, se debe colocar
primeramente en el nido artificial un buen puñado de hierba o forraje frescos, y encima
suelen ponerse unas hojas de tabaco o ramitas de tomillo, romero u otra planta
aromática, con el fin de alejar a los piojillos y otros parásitos molestos para la clueca y
peligrosos para su salud, si bien con los modernos insecticidas a base de D. D. T. no es
tan necesaria su colocación. Finalmente, se coloca una gruesa capa de paja bien limpia,
oprimiéndola algún tanto y dándole una ligera concavidad, como de cazuela, donde se
colocarán los huevos a empollar o "echadura", entendiéndose por tal el número de
huevos que se dan al ave para incubar, así como ' 'echar" una clueca denota la acción de
ponerla a incubar
Número de huevos
Ante todo, y, sobre todo, lo que más importa es que los huevos procedan de
reproductores bien atendidos, sanos y que se encuentren en la plenitud de su vigor, pues
de lo contrario morirán muchos embriones durante la incubación y, si llegan a nacer,
darán aves raquíticas o defectuosas. Además, deberán reunir las siguientes condiciones:
1) Serán frescos, cuanto más mejor, de unos siete días, pues cada día que transcurre se
debilita más el germen. 2) Estarán limpios de barro y excrementos. 3) Se desecharán los
que presenten en la cáscara señal de rotura, así como los que no tengan la cáscara lisa,
prescindiéndose de los de calcificación defectuosa, cáscara rugosa, y de los que la
tienen muy consistente o dura. 4) Se reservarán solamente para incubar los huevos de
forma normal, desechándose los muy alargados y los redondos.
También se han de retirar aquellos huevos grandes que, por su tamaño, inducen a creer
tengan dos yemas. 5) No conviene "echar" huevos pequeños ni excesivamente grandes,
sino los apropiados a la raza de que proceden como norma general son buenos, en
cuanto a tamaño se refiere, todos Elección de los huevos para incubar. 11 Proceso de
empollamiento natural y artificial del huevo Grupo 6 aquellos huevos cuyo peso oscile
entre los cincuenta y seis y los cincuenta y cinco gramos, porque se ha determinado
experimentalmente que ellos dan nacimiento a polluelos vigorosos y en las mejores
condiciones de viabilidad: siempre, claro está, que los reproductores reúnan las
condiciones citadas anteriormente
Cuidados a la clueca.
Al séptimo día de incubación se realiza el examen o "miraje" de los huevos para retirar
los claros o hueros y los de gérmenes abortados. Es creencia general entre los
campesinos, y aun entre muchos que presumen de entendidos, que aquel puntito blanco
que suele flotar sobre la yema es la galladura, aseverando que huevo que no muestra ese
puntito no está fecundado. Es un notable error. Todo huevo, esté o no fecundado, lleva
ese puntito blanco; lo que ocurre es que muchas veces, al partir el huevo, queda en la
parte inferior de la yema, estribando en eso el error; pero si rápidamente se da vuelta a
la yema, aparecerá la cicatrícula o germen, parte integrante del huevo, pero que necesita
ser fecundado para que se desarrolle y dé lugar a un nuevo ser. Si no está fecundado el
huevo, ese puntito no se desarrolla, y entonces aparece el huevo claro, o huero,
viéndose al trasluz completamente translúcido, sin otra diferencia con el fresco que una
cámara de aire más desarrollada. Se pueden aprovechar para diversos usos culinarios:
rebozar pescados, hacer tortillas y aun fritos.
PRODUCCION PECUARIA ll
Los nacimientos
A partir de los dieciocho días de incubación la clueca tiende a permanecer más tiempo
en el nido: es que ha llegado el período culminante de la incubación. Ya el día veinte
nacerá algún polluelo, y el veintiuno terminarán de nacer los demás; pero; como quizá
alguno queda rezagado, la incubación no se da por terminada hasta la mañana del día
veintidós.
Para provocar la cloquez se procede de esta manera: se prepara un cajón o cesto bajo y
amplio mejor, a ser posible, en el suelo, sobre hierba verde o césped escogiendo un
lugar muy oscuro y colocando encima un poco de paja.
INCUBACION ARTIFICIAL
El periodo incubatorio (que dependiendo del tipo de huevo de ave a incubar dura
aproximadamente 21 días), se denomina al tiempo en el cual se realiza el desarrollo
embrional del huevo, ya sea de manera natural o artificial. Durante este periodo se
ejecutarán varios eventos con los huevos a incubar, a todo este proceso se le denomina
“Proceso de Incubación” y consiste en darle al huevo un medio óptimo para el
desarrollo embrionario. Existen varios factores que le son adversos y que deben tomarse
en cuenta para lograr altos índices de incubabilidad, los parámetros más importantes
son: temperatura, humedad relativa, ventilación y volteo de los huevos.
PRODUCCION PECUARIA ll
Temperatura
Humedad Relativa.
la cáscara y si las membranas que lo rodean se secan por falta de humedad, se impediría
el movimiento y morirán.
El desarrollo de los embriones transcurre normalmente sólo cuando los huevos son
volteados (virados) periódicamente durante los primeros 18 días de incubación. El giro
contribuye además al mejor aprovechamiento del oxígeno en toda la superficie del
cascarón. Ambos se reflejan en pollos mejor desarrollados y mayores índices de
productividad.
En la incubación natural, la gallina voltea los huevos que incuba con cierta frecuencia,
de ahí que en el proceso de incubación artificial sea necesario repetir este procedimiento
mediante medios mecánicos. El huevo, como se ha explicado antes, pierde agua durante
todo el período de incubación, es decir, sufre un proceso de deshidratación.
Proceso de incubación
Las incubadoras no influyen sobre la fertilidad de los huevos, sino más bien sobre el
porcentaje de eclosión (nacimiento de pollitos de los huevos ya fertilizados), es por eso
que se debe tomar muy en cuenta que los huevos a incubar cumplan con ciertos
requerimientos de fertilidad. La incubación avícola a nivel industrial exige que los
porcentajes de fertilidad de los huevos a incubar oscilen alrededor del 95%, es decir,
que si a un lote de 100 huevos de reproductoras (gallinas madres) que se les brinda
condiciones de incubación ideales, en 95 huevos se esperara un nacimiento garantizado.
Con estos porcentajes se asegura la disminución de errores al momento de la incubación
de huevos.
Manejo del huevo incuvable.
Por lo tanto, se deberán descartar los siguientes tipos de huevos que no son aptos
para la incubación.
• Rotos
• Sucios
• Pequeños
• Demasiado grandes o de doble yema
•
De cascaron débil, aunque se acepta cualquier color de cascaron Deformes
antes de llevarlos a la incubadora, está temperatura oscila entre los 75°F y 80°F
(23.9°C-26.7°C) con una buena circulación de aire. Es recomendable un
periodo de 6 a 12 horas para que los huevos se aclimaten sin importar su
temperatura inicial.