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Rorty divide la historia de la filosofía en tres paradigmas: La Edad Antigua y Edad Medieval

es la metafísica, el hombre piensa más allá de uno mismo (dioses, hérioes, etc). En La
Edad Moderna es la Teoría del conocimiento (Descartes), lo importante es el sujeto, el
individuo (empiezan a pensar en sí mismos). En la Edad Contemporánea es la filosofía del
lenguaje (análisis del lenguaje)
Hegel investigó a fondo la historia de la filosofía. Hegel introduce la cuestión metodológica
de la importancia del concepto de filosofía para la propia historia de la filosofía. Esta
conexión entre concepto e historia muestra su máxima utilidad precisamente en el caso de
la filosofía. La historia de la filosofía se nos presenta desde ahora, como una totalidad
orgánica. En el siglo XIX, hay un desarrollo de la razón, por lo tanto, también del ser
humano, que lleva a una búsqueda de la verdad que es necesaria y universal.
Con Hegel se produce la superación de kant, con un acercamiento Johann Gottlieb, que
eliminaba la incognoscible “cosa en sí” kantiana. Para Hegel el fundamento o principio de la
filosofía era la intuición intelectual. Con Hegel, la filosofía se convierte en un sistema de
verdades. La clave de esta comprensión está en el cristianismo. El cristianismo, como
culminación del espíritu absoluto, es fin e inicio. Fin de etapa en el camino que recorre el
espíritu hacia el desarrollo concreto e inicio de la realización y la toma de conciencia de la
verdad revelada.En el sistema hegeliano, por primera vez, la filosofía se postula como
verdad histórica es decir, como verdad hecha historia o historia leída y comprendida en
clave de verdad
La historia filosófica de Hegel se sustenta sobre una sugestiva filosofía de la historia que
puede caracterizarse como racionalista (la razón dirige la historia), providencialista (de
inspiración cristiana) y progresista (el progreso como motor de la historia). La unión en ésta
de dos elementos antagónicos, lo histórico y lo filosófico, le lleva a descubrir una
contradicción interna: la filosofía se propone conocer lo que es inmutable, eterno, lo que
existe en y para sí; su mira es la verdad. La historia, en cambio, narra lo que ha existido en
una época para desaparecer en otra, desplazado por algo distinto.
Para Hegel la historia es progreso; universal, necesaria y dialéctica (tesis, antítesis y
síntesis). La verdad está basada en la razón y el conocimiento tiene una estructura
dialéctica. Tiene esta estructura, porque para él la realidad es dialéctica y por tanto, el
conocimiento también lo es. A partir de la filosofía de Hegel surgen 2 corrientes: el
positivismo y el materialismo histórico. El positivismo, formulado por Comte, que dice que la
sociedad moderna está vinculada con el saber positivo, que es la ciencia. El saber positivo
es revisable, útil y afirma. El materialismo histórico, formulado por Marx, dice que la historia
es un producto del trabajo y que la razón, las ideas, etc, son productos del trabajo.
Nietzsce piensa que Hegel está equivocado porque su filosofía niega lo irracional y por lo
tanto niega la vida ya que somos seres irracionales. Así que crea la genialogía que es un
saber que estudia todo lo negado a lo largo de la historia. La postmodernidad trata de
constituir un saber que incluya lo positivo y lo negativo. Esto lo incluye Hegel, sin embargo
para los postmodernos este saber no tiene una síntesis. Lo postmoderno parte de la idea de
Nietzsce de que el saber es un relato. Este relato niega la idea del progreso; hay cambios,
rupturas y centra en la actualidad. A esto se le conoce como la Vanguardia. Esto implica el
fin de los metarrelatos de la historia y, por lo tanto, también implica el fin de la ideología por
ser un metarrelato. A partir de ahora son las prácticas las que legitiman las ideas. Esto se
llama performatividad. Esto quiere decir que habrá tantas identidades como práctica
La filosofía es un sistema en desarrollo, y lo es también la historia de la filosofía: coinciden,
por tanto, el desarrollo histórico y el desarrollo lógico de la filosofía. Entre las tesis que
Hegel deduce de tal fundamento, debemos destacar ésta: toda filosofía es la filosofía de su
tiempo, un eslabón en la gran cadena del desarrollo espiritual.
Por muy distintas que sean las filosofías, todas ellas tienen algo en común: el ser filosofía.
Por tanto, quien estudie o profese una filosofía, siempre y cuando lo sea verdaderamente,
profesará la Filosofía. Esta variedad entre las muchas filosofías no sólo no perjudica a la
filosofía misma, sino que, por el contrario, es y ha sido siempre algo sencillamente
necesario para la existencia de la propia ciencia filosófica, algo esencial a ella.

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