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Facultad De Humanidades
Año: 2023
“Convergencias y Divergencias en las Filosofías de la Historia de Kant y Hegel:
Exploración del Uso y Finalidad de la Historia"
Felicidad Oviedo
INTRODUCCION
Cuando nos referimos a la filosofía de la historia, Lowith sugiere que se trata de una
disciplina que ofrece una interpretación sistemática de la Historia Universal, basándose en
un principio que unifica los acontecimientos históricos en su sucesión y los dirige hacia un
significado fundamental. Simultáneamente, en su obra "Cuatro visiones de la historia
universal", Ferrater Mora aborda la problemática de esta disciplina, planteando "el
problema de la razón de ser de la historia y el de la finalidad de la historia" (Mora, 1958).
Este enfoque también puede ser observado a través de las contribuciones del filósofo Carlos
Pereyra, quien destaca el debate en las ciencias sociales, especialmente en la historia, sobre
la utilidad y la finalidad del discurso histórico. (Pereyra, 1993)
Kant entiende que la historia comienza con la irrupción del sujeto histórico como
ser activo y moral, el hombre liberado de las cadenas naturales quien ejerce sus acciones
según su razón y voluntad. 1 Para dicho autor, la naturaleza da al hombre la razón, con la
cual puede desprenderse del curso causal de los fenómenos naturales; a la vez, dicha
facultad, le otorga la capacidad de producir las ideas de libertad y progreso, ejes del
movimiento por el cual la voluntad y la razón se encaminan hacia lo mejor. Kant sintetiza
bajo la noción de “intención”. (Kant, 2004); esta acción de la naturaleza que dota al hombre
de la razón como motor para la acción (Kant, 2004)
1
Dentro de ella se encuentra la disputa entre las pasiones, el anclaje al mundo natural y la razón (el uso
práctico-moral de la razón).
sustantiva bajo la forma de progreso y perfección, un “plan secreto de la naturaleza” (Kant,
2004). No obstante, este plan de la naturaleza se llevará adelante cuando el hombre se
establezca como sujeto autónomo, hecho que se da con la Ilustración. Ella consiste en la
salida del hombre de su estado de “minoría de edad” (Unmündigkeit). Es el momento
donde el individuo aprende a hacer uso de manera autónoma de su facultad de razonar y se
libera de toda tutela. Pero también existe otra condición para que se dé la Ilustración: la
distinción entre uso público y uso privado de la razón. Ésta, razón sumisa o limitada; la
otra, razón libre y docta. La posibilidad de hacer uso público de la razón, elemento
necesario de toda Ilustración, acarrea el problema político alrededor de la gestación de los
medios necesarios para que ella se produzca, y conduce a Kant al problema del Estado.
Kant ve la historia universal como la progresión gradual del género humano hacia
formas de vida más perfectas. A pesar de los contratiempos debido al egoísmo humano y la
"insociable sociabilidad", el progreso es un deber moral que conduce hacia un "estado
cosmopolita". La "insociable-sociabilidad" actúa como un motor positivo para la historia,
impulsando el desarrollo de talentos y cultura. La visión teleológica de Kant busca la paz
entre los Estados como fin último, y la "paz perpetua" sirve como una idea regulativa que
guía el progreso hacia una meta futura.
Aunque Hegel sugiere que el mundo germánico podría representar el estadio final
del desarrollo del espíritu, hay un debate sobre el supuesto "fin" de la historia en su
filosofía. Mientras Hegel insinúa una posible conclusión de la historia, algunos argumentan
que, debido a la infinitud del espíritu y su constante búsqueda de autoconocimiento, la
historia misma podría no tener un fin definitivo. Este debate posiblemente se relaciona con
la dualidad en la filosofía hegeliana sobre el tiempo: como condición para la autoconciencia
del espíritu (dimensión metafísica) y como el tiempo del espíritu objetivo, es decir, el
tiempo histórico en el mundo humano, social y político.
Kant menciona sobre el método empírico: “Hay que pensar asimismo que la manera
tan circunstanciada y, por lo demás, famosa, como se elabora la historia de nuestros días,
por modo natural” (Kant, 2004). El autor se apoya a la filosofía como herramienta para
explorar la complejidad de los eventos históricos, generando un conflicto entre el método
empírico tradicional en la historia y el a priori filosófico. En su estudio, Kant no se
preocupa por conciliar esta discrepancia ni por proporcionar bases metodológicas que
justifiquen su enfoque. En este sentido, Hegel fundamenta el sistema que propone para
tratar con la historia, mientras que Kant se limita a mencionar el desacuerdo potencial
debido al conflicto entre la filosofía y el a priori, y el método empírico en la historia.
La estrategia que emplea Kant para eludir este desacuerdo es la siguiente: "Sin duda
alguna, los periodos más antiguos, cuyos documentos habrán desaparecido hace tiempo, los
considerará desde el punto de vista de su interés, es decir, estimará tan solo lo que pueblos
y gobiernos han hecho en pro o en contra del sentido cosmopolita". (Kant, 2004) Aquí, el
autor sugiere que en el futuro la humanidad comprenderá la visión y finalidad cosmopolita
de la historia. En ese momento, la historia será percibida como la recopilación de elementos
del pasado que contribuyeron a favor o en contra de la ciudadanía mundial.
Kant, en el primer principio en la obra "Idea para una Historia Universal en Sentido
Cosmopolita" (Kant, 2004), destaca que las disposiciones naturales del ser humano, como
la razón y la libertad de la voluntad, están destinadas a desarrollarse completamente en la
historia. Para Kant, la libertad es una capacidad propulsora y creativa otorgada por la
naturaleza, que, aunque desorganizada al principio, necesita ser educada. El filósofo
sostiene que la naturaleza ha facultado al ser humano para buscar su felicidad y perfección
a través de la razón y la autodeterminación, rompiendo con la tutela del instinto animal. El
abandono de los impulsos automáticos implica asumir la responsabilidad de decisiones
conscientes y auto dirigidas, permitiendo al ser humano liberarse de una existencia limitada
y singular.
Siguiendo la analogía, la juventud estaba simbolizada por los griegos, donde surgía
la reflexión y el pensamiento, pero la libertad estaba limitada y persistía la esclavitud. La
madurez se encarnaba en el pueblo romano, destacando el servicio al Estado como esencial,
aunque la esclavitud continuaba. La senectud, reflejada en la cultura germánica cristiana,
representaba la conciencia de una libertad sustancial, donde los ciudadanos buscaban fines
universales y la libertad se reconocía plenamente. Estas etapas ilustraban el proceso de
maduración del individuo universal hacia la autoconciencia de la libertad a lo largo de la
historia.
El concepto de libertad relacionado con el Estado, tal como sucede con Kant, en la
organización social en base a la legalidad para regular la convivencia. Para Hegel el Estado
es: “La realidad, en la cual el individuo tiene y goza su libertad; pero por cuanto sabe, cree
y quiere lo universal.” (Hegel, 1999), afirma que el hombre es libre por naturaleza, pero
esta libertad subjetiva, en el estado de naturaleza, lleva a la injusticia, la violencia y la
inhumanidad. La formación de una sociedad organizada implica establecer límites a los
impulsos naturales mediante estructuras artificiales y universales creadas por el
pensamiento. La libertad, como idealidad, requiere ser adquirida a través de una disciplina
infinita del saber y del querer, y la historia universal es vista como la creación humana de
estructuras que superan la violencia natural. La libertad, según Hegel, solo se realiza
plenamente cuando la sociedad está lo suficientemente organizada y la ley establecida, y la
aceptación y búsqueda de hacer valer los derechos bajo la ley son fundamentales para una
libertad auténtica y racional.
Kant destaca que las acciones humanas están determinadas por las leyes generales
de la naturaleza, y aunque los individuos persigan objetivos personales, siguen la intención
de la naturaleza sin ser conscientes de ello. La ignorancia sobre el fundamento más amplio
de los motivos humanos lleva a una visión caótica de la historia. Sin embargo, el también
busca un hilo conductor que dé sentido a los acontecimientos y revele una conexión más
profunda. Desde la perspectiva de la filosofía de la historia, incluso los actos más simples
pueden adquirir significado bajo un enfoque que trasciende las pasiones aparentes y revela
una coherencia subyacente.
Hegel sostiene que las acciones humanas se originan en las pasiones, actuando
como el "resorte" que impulsa a los pueblos hacia la progresión histórica y la
autoconciencia de la libertad. Los individuos, según Hegel, son instrumentos del Individuo
Universal Absoluto, llevados por la pasión y sin tener plena conciencia de la tutela de la
razón, para alcanzar la finalidad de la historia. (Hegel, 1999). Aunque el filósofo reconoce
la racionalidad y libertad de la voluntad en el ser humano, también destaca la influencia de
las pasiones, enraizadas en la violencia natural de los impulsos animales. Aunque la razón y
la libertad pueden aplazar, pero no eliminar por completo, estos impulsos, que surgen de
necesidades fundamentales como el hambre, la reproducción y la protección. La pasión está
estrechamente ligada a la voluntad humana, determinándola completamente y dando
motivo a las acciones. Para Hegel, la satisfacción de los intereses individuales se logra a
través de la acción impulsada por la pasión, donde el sujeto se define a sí mismo y cumple
su fin en la acción.
Tanto Kant como Hegel conciben las pasiones no como algo negativo, sino como
motores fundamentales de la historia. Estas pasiones, arraigadas en el impulso animal, no
solo impulsan la consecución de fines individuales y colectivos, sino que también son
guiadas por la razón, actuando como detonantes del movimiento histórico. Aunque generan
conflictos y guerras, las pasiones también son fuerzas que llevan a negociaciones, tratados
y leyes que promueven la paz y el desarrollo cultural. Ambos filósofos sostienen que las
acciones humanas, incluso las más atroces, tienen un propósito guiado por la razón, que,
aunque no siempre evidente, dirige a la humanidad hacia metas como la Ciudadanía
Mundial en el caso de Kant o la autoconciencia de la libertad según Hegel. En resumen, los
seres humanos actúan como instrumentos de la razón, sin necesariamente ser conscientes de
ello, impregnando de sentido sus acciones y la marcha de la historia.
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA