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Universidad Tecnológica de Pereira

Facultad de Bellas Artes y Humanidades

Escuela de Filosofía

Asignatura: Filosofía medieval

Profesor: Pablo Andrés Villegas Giraldo

La relación entre la filosofía helénica y el surgimiento del cristianismo.

Introducción: Los primeros encuentros entre la filosofía helénica y el incipiente


cristianismo se rastrean en el uso del griego koiné por parte de San Pablo 1, y en los viajes
con propósitos evangelizadores que este realiza a diversas regiones del imperio macedonio
en expansión. Así, tras visitar Corinto durante 18 meses y proclamar el discurso del
areópago en Atenas2, elabora una crítica sistemática a la idolatría de divinidades
antropomórficas, dotadas de atributos mundanos que imperaba en el margen de la creencia
politeísta de estas zonas geográficas. Ante este panorama devastador para el estado anímico
de San Pablo, en la arenga declamada ante los ciudadanos atenienses, declara la existencia
de un único dios, creador de todo cuanto existe y que no es posible dotar de características
humanas.

Aunque, el cristianismo rechaza el contenido filosófico que venía gestándose en la cultura


helénica, adopta algunas de sus formas para fundamentar el alcance ideológico y práctico
de su entramado religioso, como la dualidad erigida entre el mundo de las ideas y el mundo
sensible de la filosofía platónica; la regulación del estilo de vida propiciada por el
estoicismo; la diatriba como herramienta argumentativa propia de la comunidad filosófica
cínica y los rituales de iniciación que pretenden establecer una vía de comunicación con la
esfera divina.

Pese a que la religiosidad cristiana asume formas filosóficas, reduce el conocimiento


filosófico a herramienta de la fe, y esta última, a su vez, corresponde a la auténtica

1
Soto, G. Filosofía medieval, página 274.
2
Hechos de los apóstoles 17:16.
sabiduría. Clemente de Alejandría3, por su parte, asume a la filosofía como preparación
evangelista y como instrumento de defensa de la fe, afirmando que la enseñanza perfecta
procede de la impartida por el salvador.4 Es por esto que se opone al gnosticismo, que opta
por transfigurar la fe en un conocimiento capaz de llevar a cabo la unión del hombre con
Dios, contra argumentando que la verdadera gnosis 5 consiste en acercarse a Dios mediante
el conocimiento que solo proporciona la fe.

“Entre nosotros se llaman filósofos los que aman la sabiduría del Creador y Maestro
universal, es decir, el conocimiento del Hijo de Dios.” (Pablo, 1998)

De acuerdo a lo anterior, la carencia de intelectualidad y el rechazo a la filosofía como


saber autónomo son los pilares fundamentales para la estructuración del espíritu cristiano,
que aboga por la censura del racionalismo humano para que el fuero interno del hombre sea
campo fértil para la fe, y que denomina peyorativamente hereje al ser libre pensante.

Desarrollo: El ambiente cultural en el cual emerge el cristianismo como secta judía


encabezada por Jesús, está colmado por configuraciones filosóficas que nacieron al amparo
de la expansión del imperio macedonio, que se distinguen por poseer una creencia
politeísta, donde los dioses son retratados con figuras y costumbres humanas.

Debido a las reformas que plantea inicialmente el cristianismo a los principios de la religión
macedónica, las reuniones eran llevadas a cabo de forma secreta en las catacumbas, con el
fin de evitar el hostigamiento y la censura por parte de las autoridades romanas, que
rechazaban la inclusión del monoteísmo dentro de su cultura.

Jesús nace en el ocaso del reinado de Herodes6, y tras encaminar gran parte de su vida hacia
los placeres cotidianos es abordado por la inspiración y el llamamiento divino, por lo cual
decide recibir el bautismo en el río Jordán en manos de Juan el Bautista. 7 Posteriormente,
3
Fue un destacado maestro de la ciudad de Alejandría, y el primer miembro de la iglesia de dicha región en
recibir notoriedad.
4
Hace referencia a la enseñanza transmitida por Jesucristo. Extraído de: San Pablo II. Fides et ratio: Relación
entre la fe y la razón, página 20.
5
La palabra gnosis proviene del griego Γνωσις, que significa conocimiento.
6
Herodes reinó durante las últimas cuatro décadas del siglo I a.C en el pueblo judío. Extraído de: Gómez, V.
Larousse: Biblioteca práctica de humanidades, página 89.
7
Juan el Bautista fue un predicador judío contemporáneo a Jesús. Extraído de: Gómez, V. Larousse:
Biblioteca práctica de humanidades, página 89.
comienza a predicar su enseñanza en Galilea8, basada en la existencia de un único dios, que
no se presenta como un absoluto inalcanzable para la humanidad.

“Y de conocer sabiendo que Dios, fondo último de toda la realidad, no es un

Absoluto innominado ni un Uno impenetrable, sino una plenitud de luz en la que

estamos llamados a participar” (Illanes)

El discurso que imparte Jesucristo estriba en el fomento del amor al prójimo, la humildad y
el examen reflexivo de conciencia, y logra germinar en la interioridad de la antigüedad
tardía por la incertidumbre acerca de qué creencias y actitudes asumir desde el aspecto
ontológico, a la que intentaban dar respuesta las escuelas helenísticas.

Para difundir masivamente el mensaje de la fe, Jesús elige entre sus discípulos a doce
miembros, que se encargarán de recorrer las doce tribus que conformaban Israel, y que,
históricamente se les denomina “los padres de la iglesia”.9

Cuando Jesucristo visita Jerusalén para continuar con su labor profética, es acusado de
perturbar la paz romana, confundiendo su prédica de índole religiosa y moral con una
amonestación política capaz de congregar a un gran número de habitantes a su alrededor.
Por lo anterior, es sentenciado a muerte mediante la crucifixión.10

Después de la muerte de Jesús, San Pablo experimenta una insatisfacción enorme al


presenciar la idolatría que imperaba en esta zona del mediterráneo, y en la epístola a los
romanos argumenta que dicha idolatría es sinónimo de inmoralidad. Describir a los dioses
con rasgos y conductas humanas corresponde a justificar la insania moral y los actos
moralmente perjudiciales.

No obstante, el cristianismo retoma articulaciones filosóficas del helenismo, para,


prescindiendo del contenido, sentar ciertas bases argumentativas y prácticas. En primera
instancia, la tesis monoteísta tiene un principio filosófico en la teología de Jenófanes, quien

8
En este momento histórico, Galilea es una región montañosa situada al norte de Israel.
9
Los doce apóstoles son: Pedro, Marcos, Simón, Andrés, Santiago, Juan, Bartolomé, Felipe, Mateo, Tomás,
Santiago el mayor y Judas. Extraído de: Gómez, V. Larousse: Biblioteca práctica de humanidades, página 90.
10
Lucas 23: 26-43.
critica el antropomorfismo de las divinidades retratado en la poesía griega, y propone que
existe un solo dios, que no es antropomórfico y que no ha sido engendrado.11

Igualmente, contrae formas de los ritos dionisiacos, que se ilustran cuando, asemejando al
desgarramiento animal y a la libación, Jesús en la última cena, al instaurar el sacramento de
la eucaristía recita lo siguiente:

“Beban todos ustedes de esta copa, porque esto es mi sangre, con la que se confirma la
alianza, sangre que es derramada en favor de muchos para perdón de sus pecados” (San
Mateo 26:27-29)

Ahora bien, la teoría platónica respecto a la dicotomía entre un mundo ininteligible donde
residen las ideas esenciales que engloban la verdadera episteme12, y de las cuales los
elementos del mundo tangible son una simulación 13, ejerce una colosal influencia para
fortalecer la premisa cristiana sobre la separación implantada entre el cielo y la tierra,
siendo el primero el lugar en el cual gozarán de una vida eterna aquellos que obedezcan la
voluntad divina.14 En el Fedón, Platón se refiere al cuerpo como prisión del alma, que solo
es liberada después de la muerte corporal, por lo tanto, es menester ocuparse del cuidado
exhaustivo del alma, que es perjudicada despectivamente por los deseos y placeres
corporales.15 En relación con lo anterior, el cristianismo plantea una serie de hábitos que
propicien el correcto desenvolvimiento moral de las costumbres, a fin de no ultrajar la
autoridad divina y elevar las probabilidades de poblar la ciudad celestial. Tales rutinas
vitales constan de la conformación de congregaciones religiosas, el cumplimiento de los
sacramentos, la castidad, y la unión con Cristo desde el entendimiento fideísta.16

Aun cuando el cristianismo y la filosofía helénica coexisten históricamente, la primera


rechaza la intelección de carácter racional y posiciona el mensaje conferido por Cristo
como única y verdadera sabiduría. 17
Desde esta perspectiva, la filosofía cumple la función
11
Pastor, J. El Dios de Jenófanes.
12
Este término proviene del griego ἐπιστήμη, que en el pensamiento platónico significa conocimiento o
verdad.
13
Rep 597 a.
14
Juan 1: 2-17.
15
Fedón 64c- 67b.
16
Soto, G. Filosofía medieval, página 279-280.
17
Soto, G. Filosofía medieval, página 280.
de facilitar la comprensión de la fe, aceptando como auténtico e irrefutable la sapiencia
derivada del fideísmo.18

“La fuerza de la razón (filosofía griega) viene contrastada con la debilidad de la cruz. La
verdadera sabiduría es la locura de la cruz, es Cristo que en ella fue crucificado; esta es la
fuerza de Dios como poder soteriológico.” (Soto, 2007)

A causa de la supremacía del credo cristiano, se rechaza la intencionalidad gnóstica de


transfigurar la fe en un conocimiento capaz de lograr una unificación del hombre con Dios,
es decir, de situar el conocimiento en el espacio de la fe, puesto que la gnosis genuina se
basa en el amor a la fe, absteniéndose de la racionalidad autónoma, en la convicción de que
la totalidad de lo existente en el mundo es producto de la creación divina19, y que el aspecto
tangible de dicha creación comprueba la esencia invisible de Dios.

“Lo que de Dios se puede conocer, ellos lo conocen muy bien, porque él mismo se lo ha
mostrado; pues lo invisible de Dios se puede llegar a conocer, si se reflexiona en lo que él
ha hecho.” (Romanos 1: 19-21)

La filosofía, es entonces limitada a desempeñarse como utensilio comprensivo y retórico de


la fe, que promueve la escasez intelectual.

Conclusión: El cristianismo germina al amparo de las articulaciones filosóficas que


impregnaban la erudición helénica, pero, dado que reestructura y altera los paradigmas
filosóficos y religiosos, tiene que recurrir a la discreción con la finalidad de eludir la
acechanza violenta de la autoridad. Paralelamente, fortalece la argumentación de sus tesis
acogiendo figuras intelectuales de su entorno, componiendo sus nociones cardinales con
base a influjos platónicos, estoicos, mistéricos, entre otros.

En el proceso estructural del cristianismo se apartan las conjeturas epistemológicas y


teóricas de naturaleza puramente racional, y se localiza la fe en Dios como legítimo saber.
Por este motivo, la presunción de conocer el mundo y sus componentes por medio de
explicaciones empíricas y lógicas es inaceptable, es una faceta herética condenable. La

18
San Pablo II, Fides et ratio: Relación entre la fe y la razón, página 21.
19
Génesis 1: 1-31.
inteligencia parte de Dios20, y su fertilidad corresponde al mantenimiento de una vida
ascética y amorosa, en la cual no se cuestionen los juicios y criterios cristianos, para no
sucumbir ante los castigos divinos. El hombre dispone de conocimientos sobre Dios,
porque la sabiduría y el discernimiento son suministrados por él.

El encuentro entre la fe y la filosofía helénica se reduce a la relación entre el cristianismo


como hegemonía omniabarcante y el pensamiento filosófico como siervo religioso. La
semántica del término “filosofía” contrae, entonces, modificaciones que benefician la
praxis cristiana, y que encaminan la finalidad de este saber a la intelección de la fe, a la
interiorización de la moral y a la preservación de hábitos puritanos, puesto que, las
realizaciones de acciones contrarias implican un castigo divino que es necesario y preciso
temer dada la superioridad poderosa de Dios. 21

Bibliografía

Culdaut, F. (1996). El nacimiento del cristianismo y el gnosticismo. Propuestas. Madrid:


Ediciones Akal, S.A.

Russell, B. (1946). Historia de la filosofía occidental. España: Espasa Libros, S.L.

Pablo, J. (1998). Fides et ratio. España: Ediciones palabra Madrid.

Soto, G. (2007). Filosofía medieval. España: Editorial San Pablo.

Gómez, G. (1995). Larousse: Biblioteca práctica de humanidades. Buenos Aires:


Ediciones Larousse Argentina, S.A.I.C.

Illanes, J. (1999). Fe y razón, filosofía y teología. Pamplona: Universidad de Navarra.

Pastor, J. (2021). El Dios de Jenófanes. El Dios de Jenófanes (uv.es)

Platón. (1988). Diálogos. España: Editorial Gredos, S.A.

20
Santiago 1: 5.
21
Corintios 2: 7: 1.

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