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El cine y su función: oportunidades y amenazas

En el ensayo La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica (1934-1936) Walter

Benjamin, filósofo de la escuela de Frankfurt, plantea cómo el cine puede llegar a modificar

la función del arte, dando lugar a la estetización de la política y la politización del arte. Así,

las dimensiones artística y política dejan de estar separadas y, en su intersección, el fascismo

estetiza la política en pro de mantener su posición dominante, mientras que el comunismo

busca politizar el arte, para promover la liberación de la masa. Sobre cada una de estas

dimensiones se abordan los aspectos fundamentales señalados por el autor y al final se

presenta un ejemplo de otros aspectos que merecerían ser tenidos en cuenta en el análisis.

Sobre la dimensión artística, el autor señala que las obras tienen un aura, que se ve afectada

con las posibilidades de la reproductibilidad técnica: El valor único de la relación objeto-

tiempo- espacio se pierde y la relación con el observador cambia. En la época clásica y el

renacimiento las obras tenían un valor de ser "para la eternidad", sin embargo, la capacidad

moderna de captar una imagen (o bien de una obra de arte o de un movimiento en una

secuencia para una película) que puede ser mejorada y editada, hace que se pierda su valor de

único y que la posibilidad de mejora sea un atributo ahora más importante. En cuanto a la

relación con el observador, de una casi íntima de contemplación, posible antes de la capacidad

de reproducción masiva, se llega ahora a una exposición pública donde la obra para ser

admirada debe causar literalmente un impacto en su receptor y así mantener su atención. En

esto el cine tiene un alcance mayor que otras formas de arte.

Respecto al cine como técnica y como arte, el autor señala que se tienen serias deficiencias y

también interesantes oportunidades. Primero, en el proceso de producción el actor se

deshumaniza para considerarse como un elemento más de la escena, que debe armonizar con
la utilería, para lograr el efecto deseado por el director en la audiencia, y segundo, el cine

como resultado puede ser mejor aprovechado si se proyecta no como una representación fiel

de la realidad, sino como una forma de persuasión a través de la expresión de ideas que la

superen, escapen a ella, o incluso que se le quieran imponer.

Como último aspecto en lo artístico, se menciona uno que funciona como puente con la

dimensión política: la función del arte. Ésta ha cambiado a lo largo del tiempo y es preciso

actualizarla al momento histórico1, pues de centrarse en sí mismo, el arte debe pasar a cumplir

una función social que puede orientarse a mantener o transformar el orden económico y

político dominante. Una u otra orientación termina por reflejar la intención del financiador.

Para el capitalismo-facismo, la masa es masa una fuerza de producción, que no es conveniente

tener en contra, por lo cual el cine cumple dos funciones, una de entretención y otra de

adoctrinamiento. Como distracción, éste le provee personajes ficticios con los que se pueda

identificar o que pueda seguir, como adoctrinamiento le impone la guerra, sus paisajes,

sonidos, entre otros, de manera tal que resulte une experiencia placentera y la masa no

cuestione de ella sus causas ni sus efectos, y mucho menos su posición.

De otra parte, los comunistas ven en el cine un interés opuesto, donde la función del arte debe

ser crear en la masa conciencia de clase y llevarla a buscar su liberación. Al ser consciente de

su poder como actor económico y social, las condiciones de propiedad sobre los medios de

producción, sus derechos y sus oportunidades, la masa propenderá por la eliminación de

1
En este periodo, en la esfera artística hace poco la pintura se está recuperando de la discusión sobre si la
fotografía la reemplazará o no, y si el arte debe servir a un fin o no y cuál. De uno ritual hasta la edad media, a
uno estético de "ideal de belleza", o servir a sí mismo (el arte por el arte), sin embargo, de vincular su significado
a algo diferente ya se han dado muestras de cómo su expresión no es independiente al contexto de la guerra. Por
su parte, en la esfera política es un periodo de tensiones entre países (primera guerra mundial o gran guerra como
se le conocía entonces) y al interior de los países (revolución rusa, guerra civil española). Poco después de
finalizar este texto iniciaría la siguiente guerra mundial. 
aquello que la oprime y que ya ha causado guerras cuyos efectos no se limitaron a un campo

de batalla.

Aunque entre otros intereses del autor estaba la comprensión de significado, algo que no se

menciona en este ensayo de manera tan evidente es cómo una narrativa puede llegar a ser tan

poderosa, más allá de un mensaje que tenga impacto en un presente dado. Se podría decir que

Benjamin buscaba servirse del presente para construir un futuro a través de la revolución,

pero su visión del cine no dejó explícito como a partir de una narración visual o audiovisual

se pueden construir versiones sobre el pasado.

Si tuviera que pensar en una función del cine hoy, creo que estaría más del lado de contar una

historia que de generar una transformación en quien lo ve. El contenido y forma en que una

historia se relata puede tener filtros de realidad y de ficción provenientes del guion, de quien

produce una cinta, quien la difunde, dónde la difunde y a quién se la cuenta. La función

entonces no estaría en el cine como medio, sino que la función social pasaría a la narración

detrás de, y el contexto en el que una película es reproducida. Así, una película como

Invitctus, sobre Nelson Mandela y el apartheid en Sudráfrica, podría tener fines de

entretenimiento, para alguien no conocedor, o pedagógicos en una cátedra sobre cine y

revolución, para visibilizar cuánto puede cambiar una historia ocurrida en África, escrita por

un inglés y producida por un estadounidense sobre la paz y el manejo de conflictos, respecto a

la misma historia contada desde otros lados.

Bibliografía
Bejamin, Walter. “La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica. México: Editorial Ítaca,
2003.
Bozal, Valeriano. “II. Arte y Sociedad” en Historia de las ideas estéticas y de las teorías artísticas
contemporánea, volumen II. Editado por Valeriano Bozal, 143 -228. Navalcarnero (Madrid): La balsa de la
meduza; 1999.
Rivadeneira Velásquez, Ricardo. “Arte, vanguardias y resistencias estéticas durante la gran guerra”.
Revista Credencial, abril de 2015. Url https://www.revistacredencial.com/historia/temas/arte-vanguardias-y-
resistencias-esteticas-durante-la-gran-guerra

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