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INTRODUCCION

La Cumbre Mundial sobre la Alimentación decidió, en noviembre de 1996, dar al Alto


Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos el mandato de definir
mejor los derechos relacionados con la alimentación, contenidos en el artículo 11 del
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Ello incluía proponer
formas de aplicar y realizar esos derechos, como medio de alcanzar los compromisos y
objetivos de la Cumbre, teniendo en cuenta la posibilidad de preparar directrices de
carácter voluntario para lograr la seguridad alimentaria para todos. La Comisión de
Derechos Humanos y el Consejo Económico y Social aprobaron ese mandato.
En este enfoque de que esfera humana protege y define la alimentación también existe
una regulación en el derecho internacional privado que nos define el derecho de
alimentación que a continuación vamos a desarrollar, pero antes damos una breve
definición de que es el derecho de alimentos como lo indica el articulo 278del código civil
guatemalteco La denominación de alimentos comprende todo lo que es indispensable
para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica y también la educación e
instrucción del alimentista, cuando es menor de edad.
ALIMENTOS EN CUANTO A SU REGULACIÓN EN EL AMBITO DEL DERECHO
INTERNACIONAL.

La palabra alimentos proviene del vocablo latino, alimentum ab-alere, que quiere decir
nutrir, alimentar. En sentido recto significa las cosas que sirven para sustentar el cuerpo, y
en el lenguaje jurídico se utiliza para asignar lo que se le provee a una persona para
atender a su subsistencia.
Entre otras consecuencias, el derecho a la vida lleva consigo la necesidad de la persona de
ser mantenida, cuando se encuentra en una situación en la que no pueda proveer por si
misma su sustento. Se trata del llamando derecho de alimentos, que el Código Civil
configura como una consecuencia de determinado tipo de parentesco.
Los alimentos consisten en el derecho que tiene una persona denominada alimentista
(acreedora de los alimentos) a reclamar de otra a la que le une un vínculo de parentesco y
llamada alimentante (deudora de alimentos) lo necesario para satisfacer sus necesidades
vitales.
Se califica de alimentista la obligación impuesta a una persona de suministrar a otra
persona los socorros necesarios para la vida. Los alimentos constituyen la obligación de los
padres de alimentar a sus hijos menores e incapacitados nace con independencia de la
situación de necesidad de los mismos, ya que esta presunción no admite prueba en contra
(iuris et de iure), en razón de su minoría o incapacidad.
Es precisamente la anterior situación de hijos protegidos (menores e incapaces) la que
determina el nacimiento de la obligación, y por ello es independiente del ejercicio y aun
de titularidad de la patria potestad. Igualmente, los hijos sujetos a la patria potestad
tienen preferencia absoluta en relación con los demás parientes a la prestación de
alimentos por sus padres.
Interpretando que la obligación alimenticia comprende todo lo indispensable para el
sustento del alimentista, es decir, que en el concepto alimentos se encuentra
comprendido todo lo necesario para el desarrollo integral de la persona:
a) comida,
b) vestido,
c) hogar,
d) medicina,
e) instrucción
f) y educación.
TRATADOS DE MONTEVIDEO DE DERECHO CIVIL INTERNACIONAL DE 1889 Y DE 1940
carecen de regulación específica de los alimentos como categoría autónoma. No
obstante, ambos contienen normas cuyo ámbito de aplicación puede extenderse a las
obligaciones alimentarias. En su marco regulador, las obligaciones alimentarias entre
cónyuges pueden calificarse como relaciones personales (artículos 12 del Tratado de 1889
y 14 del Tratado de 1940, respectivamente), y no como relaciones patrimoniales, toda vez
que, a su ratio, el derecho alimentario es independiente al régimen patrimonial a que se
someta el matrimonio. Además, en sus disposiciones, el derecho alimentario no puede ser
objeto de un régimen convencional, propio de quienes celebraron capitulaciones
matrimoniales, ni puede permanecer petrificado por la ley del primer domicilio
matrimonial. Para estos tratados internacionales, las obligaciones alimentarias entre
cónyuges se rigen por la ley del domicilio conyugal. Este criterio también se utiliza para
determinar la jurisdicción internacional, según los artículos 62 y 59 de 1889 y 1940,
respectivamente.

CÓDIGO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO DE 1928 O CÓDIGO BUSTAMANTE


Otro de los instrumentos convencionales de especial significación por el papel que
desempeñó en el proceso codificador progresivo del derecho internacional privado en
América es el Código Bustamante, en el cual la regulación del tema de los alimentos
padece de indefiniciones e insuficiencias. Es de destacar que éste no sigue la línea
doctrinaria expresada en los modernos tratados internacionales sobre la materia, pues no
considera los alimentos como categoría autónoma en el derecho internacional privado,
independientemente de su relación jurídica generante. En el título primero, “De las
personas”, capítulo VI, “Alimentos entre parientes”, se precisan las reglas conflictuales en
esta materia. Los

CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE OBLIGACIONES ALIMENTARIAS DEL 15 DE JULIO


DE 1989
Los trabajos preparatorios a la Cuarta Conferencia Interamericana de Derecho
Internacional Privado tuvieron su colofón cuando la Asamblea General de la Organización
de Estados Americanos, a través de su Consejo Permanente, convocó a su celebración a
verificarse en Montevideo durante el mes de julio de 1989. En el temario aprobado
incluyó dos materias de gran importancia para la protección del menor: 1a. Secuestro y
restitución de menores, y 2a. Obligaciones de alimentos. El Instituto Interamericano del
Niño, con la participación técnica del Comité Jurídico Interamericano y de la Subsecretaría
de Asuntos Jurídicos de la Organización de los Estados Americanos, promovió una reunión
de expertos, que se verificó en San José durante el mes de mayo de 1989.
CONVENCION INTERAMERICANA SOBRE OBLIGACIONES ALIMENTARIAS AMBITO DE
APLICACION

Artículo 1

 La presente Convención tiene como objeto la determinación del derecho aplicable a las
obligaciones alimentarias, así como a la competencia y a la cooperación procesal
internacional, cuando el acreedor de alimentos tenga su domicilio o residencia habitual en
un Estado Parte y el deudor de alimentos tenga su domicilio o residencia habitual, bienes
o ingresos en otro Estado Parte.

 La presente Convención se aplicará a las obligaciones alimentarias respecto de menores


por su calidad de tales y a las que se deriven de las relaciones matrimoniales entre
cónyuges o quienes hayan sido tales.

 Los Estados podrán declarar al suscribir, ratificar o adherir a esta Convención que la
restringen a las obligaciones alimentarias respecto de menores.

 Artículo 2

 A los efectos de la presente Convención se considerará menor a quien no haya cumplido


la edad de dieciocho años.  Sin perjuicio de lo anterior, los beneficios de esta Convención
se extenderán a quien habiendo cumplido dicha edad, continúe siendo acreedor de
prestaciones alimentarias de conformidad a la legislación aplicable prevista en los
Artículos 6 y 7.

 Artículo 3

 Los Estados al momento de sucribir, ratificar o adherir a la presente Convención, así como
con posterioridad a la vigencia de la misma, podrán declarar que esta Convención se
aplicará a las obligaciones alimentarias en favor de otros acreedores;  asimismo, podrán
declarar el grado de parentesco u otros vínculos legales que determinen la calidad de
acreedor y deudor de alimentos en sus respectivas legislaciones.

 Artículo 4
 Toda persona tiene derecho a recibir alimentos, sin distinción de nacionalidad, raza, sexo,
religión, filiación, origen o situación migratoria, o cualquier otra forma de discriminación.

 Artículo 5

 Las decisiones adoptadas en aplicación de esta Convención no prejuzgan acerca de las


relaciones de filiación y de familia entre el acreedor y el deudor de alimentos.  No
obstante, podrán servir de elemento probatorio en cuanto sea pertinente.

 DERECHO APLICABLE

 Artículo 6

 Las obligaciones alimentarias, así como las calidades de acreedor y de deudor de


alimentos, se regularán por aquel de los siguientes órdenes jurídicos que, a juicio de la
autoridad competente, resultare más favorable al interés del acreedor:

 a. El ordenamiento jurídico del Estado del domicilio o de la residencia habitual del
acreedor;

 b. El ordenamiento jurídico del Estado del domicilio o de la residencia habitual del
deudor.

 Artículo 7

 Serán regidas por el derecho aplicable de conformidad con el Artículo 6 las siguientes
materias:

 a. El monto del crédito alimentario y los plazos y condiciones para hacerlo efectivo;

 b. La determinación de quienes pueden ejercer la acción alimentaria en favor del


acreedor, y

 c. Las demás condiciones requeridas para el ejercicio del derecho de alimentos.

 COMPETENCIA EN LA ESFERA INTERNACIONAL

 Artículo 8

 Serán competentes en la esfera internacional para conocer de las reclamaciones


alimentarias, a opción del acreedor:
 a. El juez o autoridad del Estado del domicilio o de la residencia habitual del acreedor;

 b. El juez o autoridad del Estado del domicilio o de la residencia habitual del deudor, o

 c. El juez o autoridad del Estado con el cual el deudor tenga vínculos personales tales
como:  posesión de bienes, percepción de ingresos, u obtención de beneficios
económicos.

 Sin perjuicio de lo dispuesto en este artículo, se considerarán igualmente competentes las


autoridades judiciales o administrativas de otros Estados a condición de que el
demandado en el juicio, hubiera comparecido sin objetar la competencia.

 Artículo 9

 Serán competentes para conocer las acciones de aumento de alimentos, cualesquiera de


las autoridades señaladas en el Artículo 8.  Serán competentes para conocer de las
acciones de cese y reducción de alimentos, las autoridades que hubieren conocido de la
fijación de los mismos.

 Artículo 10

 Los alimentos deben ser proporcionales tanto a la necesidad del alimentario, como a la
capacidad económica del alimentante.

 Si el juez o autoridad responsable del aseguramiento o de la ejecución de la sentencia


adopta medidas provisionales, o dispone la ejecución por un monto inferior al solicitado,
quedarán a salvo los derechos del acreedor.

 COOPERACION PROCESAL INTERNACIONAL

 Artículo 11

 Las sentencias extranjeras sobre obligaciones alimentarias tendrán eficacia


extraterritorial en los Estados Parte si reúnen las siguientes condiciones:

 a. Que el juez o autoridad que dictó la sentencia haya tenido competencia en esfera
internacional de conformidad con los Artículos 8 y 9 de esta Convención para conocer y
juzgar el asunto;
 b. Que la sentencia y los documentos anexos que fueren necesarios según la presente
Convención, estén debidamente traducidos al idioma oficial del Estado donde deban surtir
efecto;

 c. Que la sentencia y los documentos anexos se presenten debidamente legalizados de


acuerdo con la ley del Estado en donde deban surtir efecto, cuando sea necesario;

 d. Que la sentencia y los documentos anexos vengan revestidos de las formalidades
externas necesarias para que sean considerados auténticos en el Estado de donde
proceden;

 e. Que el demandado haya sido notificado o emplazado en debida forma legal de modo
sustancialmente equivalente a la aceptada por la ley del Estado donde la sentencia deba
surtir efecto;

 f. Que se haya asegurado la defensa de las partes,

 g. Que tengan el carácter de firme en el Estado en que fueron dictadas.  En caso de que
existiere apelación de la sentencia ésta no tendrá efecto suspensivo.

 Artículo 12

 Los documentos de comprobación indispensables para solicitar el cumplimiento de las


sentencias son los siguientes:

 a. Copia auténtica de la sentencia;

 b. Copia auténtica de las piezas necesarias para acreditar que se ha dado cumplimiento a
los incisos e) y f) del artículo 11, y

 c. Copia auténtica del auto que declare que la sentencia tiene el  carácter de firme o que
ha sido apelada.

 Artículo 13

 El control de los requisitos anteriores corresponderá directamente al juez que deba
conocer de la ejecución, quien actuará en forma sumaria, con audiencia de la parte
obligada, mediante citación personal y con vista al Ministerio Público, sin entrar en la
revisión del fondo del asunto.  En caso de que la resolución fuere apelable, el recurso no
suspenderá las medidas provisionales ni el cobro y ejecución que estuvieren en vigor.
 Artículo 14

 Ningún tipo de caución será exigible al acreedor de alimentos por la circunstancia de


poseer nacionalidad extranjera, o tener su domicilio o residencia habitual en otro Estado.

 El beneficio de probeza declarado en favor del acreedor en el Estado Parte donde hubiere
ejercido su reclamación, será reconocido en el Estado Parte donde se hiciere efectivo el
reconocimiento o la ejecución.  Los Estados Parte se comprometen a prestar asistencia
judicial gratuita a las personas que gocen del beneficio de pobreza.

 Artículo 15

 Las autoridades jurisdiccionales de los Estados Parte en esta Convención ordenarán y


ejecutarán, a solicitud fundada de parte o a través del agente diplomático o consular
correspondiente, las medidas provisionales o de urgencia que tengan carácter territorial y
cuya finalidad sea garantizar el resultado de una reclamación de alimentos pendiente o
por instaurarse.

 Lo anterior se aplicará cualquiera que sea la jurisdicción internacionalmente competente,


bastando para ello que el bien o los ingresos objeto de la medida se encuentren dentro
del territorio donde se promueve la misma.

 Artículo 16

 El otorgamiento de medidas provisionales o cautelares no implicará el reconocimiento de


la competencia en la esfera internacional del órgano jurisdiccional requirente, ni el
compromiso de reconocer la validez o de proceder a la ejecución de la sentencia que se
dictare.

 Artículo 17

 Las resoluciones interlocutorias y las medidas provisionales dictadas en materia de


alimentos, incluyendo aquellas dictadas por los jueces que conozcan de los procesos de
nulidad, divorcio y separación de cuerpos, u otros de naturaleza similar a éstos, serán
ejecutadas por la autoridad competente aun cuando dichas resoluciones o medidas
provisionales estuvieran sujetas a recursos de apelación en el Estado donde fueron
dictadas.

 Artículo 18
 Los Estados podrán declarar al suscribir, ratificar o adherir a esta Convención, que será su
derecho procesal el que regulará la competencia de los tribunales y el procedimiento de
reconocimiento de la sentencia extranjera.

 DISPOSICIONES GENERALES

 Artículo 19

 Los Estados Parte procurarán suministar asistencia alimentaria provisional en la medida


de sus posibilidades a los menores de otro Estado que se encuentren abandonados en su
territorio.

 Artículo 20

 Los Estados Parte se comprometen a facilitar la transferencia de fondos que procediere


por aplicación de esta Convención.
 Artículo 21

 Las disposiciones de esta Convención no podrán ser interpretadas de modo que restrinjan
los derechos que el acreedor de alimentos tenga conforme a la ley del foro.

 Artículo 22

 Podrá rehusarse el cumplimiento de sentencias extranjeras o la aplicación del derecho


extranjero previstos en esta Convención cuando el Estado Parte del cumplimiento o de la
aplicación, según sea el caso, lo considerare manifiestamente contrario a los principios
fundamentales de su orden público.

 DISPOSICIONES FINALES

 Artículo 23

 La presente Convención estará abierta a la firma de los Estados Miembros de la


Organización de los Estados Americanos.

 Artículo 24

 La presente Convención está sujeta a ratificación.  Los instrumentos de ratificación se


depositarán en la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos.
 Artículo 25

 La presente Convención quedará abierta a la adhesión de cualquier otro Estado.  Los
instrumentos de adhesión se depositarán en la Secretaría General de la Organización de
los Estados Americanos.

 Artículo 26

 Cada Estado podrá formular reservas a la presente Convención al momento de firmarla,


ratificarla o al adherirse a ella, siempre que la reserva verse sobre una o más disposiciones
específicas y no sea incompatible con el objeto y fines fundamentales de esta Convención.

 Artículo 27

 Los Estados Parte que tengan dos o más unidades territoriales en las que rijan distintos
sistemas jurídicos relacionados con cuestiones tratadas en la presente Convención,
podrán declarar, en el momento de la firma, ratificación o adhesión, que la Convención se
aplicará a todas sus unidades territoriales o solamente a una o más de ellas.

 Tales declaraciones podrán ser modificadas mediante declaraciones ulteriores, que


especificarán expresamente la o las unidades territoriales a las que se aplicará la presente
Convención.  Dichas declaraciones ulteriores se transmitirán a la Secretaría General de la
Organización de los Estados Americanos y surtirán efecto treinta días después de
recibidas.

Artículo 28

 Respecto a un Estado que tenga en materia de obligaciones alimentarias de menores, dos


o más sistemas de derecho aplicable en unidades territoriales diferentes:

 a. Cualquier referencia al domicilio o a la residencia habitual en ese Estado contempla la


residencia habitual en una unidad territorial de ese Estado;

 b. Cualquier referencia a la Ley del Estado del domicilio o de la residencia habitual
contempla la Ley de la unidad territorial en la que el menor tiene su residencia habitual.

 Artículo 29
 Entre los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos que fueren
Partes de esta Convención y de las Convenciones de La Haya del 2 de octubre de 1973
sobre Reconocimiento y Eficacia de Sentencias relacionadas con Obligaciones Alimentarias
para Menores y sobre la Ley Aplicable a Obligaciones Alimentarias, regirá la presente
Convención.

 Sin embargo, los Estados Parte podrán convenir entre ellos de forma bilateral la
aplicación prioritaria de las citadas Convenciones de La Haya del 2 de octubre de 1973.

 Artículo 30

 La presente Convención no restringirá las disposiciones de convenciones que sobre esta
misma materia hubieran sido suscritas, o que se suscribieren en el futuro en forma
bilateral o multilateral por los Estados Partes, ni las prácticas más favorables que dichos
Estados pudieren observar en la materia.

 Artículo 31

 La presente Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha en que haya
sido depositado el segundo instrumento de ratificación.

 Para cada Estado que ratifique la Convención o se adhiera a ella después de haber sido
depositado el segundo instrumento de ratificación, la Convención entrará en vigor el
trigésimo día a partir de la fecha en que tal Estado haya depositado su instrumento de
ratificación o adhesión.

 Artículo 32

 La presente Convención regirá indefinidamente, pero cualquiera de los Estados Parte
podrá denunciarla.  El instrumento de denuncia será depositado en la Secretaría General
de la Organización de los Estados Americanos.  Transcurrido un año, contado a partir de la
fecha de depósito del instrumento de denuncia, la Convención cesará en sus efectos para
el Estado denunciante, quedando subsistente para los demás Estados Parte.

 Artículo 33

 El instrumento original de la presente Convención, cuyos textos en español, francés,


inglés y portugués son igualmente auténticos, será depositado en la Secretaría General de
la Organización de los Estados Americanos, la que enviará copia auténtica de su texto a la
Secretaría de las Naciones Unidas, para su registro y publicación, de conformidad con el
Artículo 102 de su Carta constitutiva.  La Secretaría General de la Organización de los
Estados Americanos notificará a los Estados miembros de dicha Organización y a los
Estados que hayan adherido a la Convención, las firmas, los depósitos de instrumentos de
ratificación, adhesión y denuncia, así como las reservas que hubiere.  También transmitirá
las declaraciones previstas en la presente Convención.

 EN FE DE LO CUAL, los Plenipotenciarios infrascritos, debidamente autorizados por sus


respectivos gobiernos, firman la presente Convención.

 HECHA EN LA CIUDAD DE MONTEVIDEO, REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, el día


quince de julio de mil novecientos ochenta y nueve.
CONCLUSIÓN

En conclusión cabe apreciar dos elementos que comparte el tratamiento legislativo de las
obligaciones de alimentos con otras cuestiones del derecho de familia internacional. En
primer lugar, las soluciones de las normas de derecho internacional privado en materia de
obligaciones de alimentos derivadas de una relación familiar se orientan hacia la
protección de la parte más endeble y requerida de tutela jurídica, o sea, el acreedor
alimentario. En segundo lugar, la intervención de los poderes públicos, con el fin de dar
cobertura y solución a posibles situaciones de desatención económica, se refuerza
mediante el mecanismo de cooperación administrativa de autoridades centrales, y,
materialmente, con el establecimiento de un fondo de garantía del pago de alimentos. En
el ámbito latinoamericano se aprecia un marco convencional diverso y anticuado en
cuanto a la regulación jurídica de las obligaciones alimentarias internacionales: coexisten
simultáneamente instrumentos de codificación del derecho internacional privado con
tratados internacionales del sistema regional interamericano. Los Tratados de Montevideo
de Derecho Civil Internacional de 1889 y 1940, el Código de Derecho Internacional Privado
o Código Bustamante de 1928 y los diferentes instrumentos jurídicos internacionales
emanados de las conferencias interamericanas de derecho internacional privado,
conforman un entorno convencional regional extremadamente difuso y poco adecuado a
la realidad y necesidades regionales.
BIBLIOGRAFÍA

Opertti Badán, Didier, Exposición de Motivos del Proyecto de Convención interamericana sobre
conflictos de leyes en materia de alimentos para menores, Montevideo, Instituto Interamericano
del Niño de la Organización de Estados Americanos, 1988

Altolaguirre, Carlos, “Las obligaciones alimentarias en el derecho internacional privado


interamericano”,

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