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Riesgos Crediticios
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“Probabilidad de pérdida futura derivada del incumplimiento en tiempo y/o forma de las
obligaciones crediticias del cliente como consecuencia del empeoramiento de sus circunstancias
económicas particulares y/o de una evolución negativa del contexto en el que desarrolla su
actividad.”
Este tipo de riesgo está relacionado directamente con los problemas que pueda presentar la
compañía, de una forma individual. En cambio, el riesgo de mercado (en el que se incluye riesgo
de divisa, de precio, de volatilidad, etc.) tiene un componente de riesgo sistemático (es aquel que
se deriva de la incertidumbre global del mercado que afecta en mayor o menor grado a todos los
“Usualmente los recursos con los que un banco genera sus ingresos son, en parte propios
(patrimonio o capital), y mayoritariamente ajenos (depósitos del público). Por ello, dado que la
mayoría del dinero que un banco administra no le pertenece, la gestión bancaria requiere un
proceso constante de evaluación y medición de los riesgos a los que se exponen los recursos de los
depositantes en las operaciones de la entidad. Estos riesgos, en conjunto, se denominan riesgo
bancario y su administración suele ser regulada por los organismos supervisores de la banca
(Superintendencias) en cada país individual. Una preocupación básica de estos organismos es
asegurar que cada entidad bancaria pueda devolver los depósitos del público, lo que requiere de
un nivel adecuado de capital para que, en caso de una pérdida, ésta se cubra con recursos propios
y no con dinero del público. Por ello, cada entidad debe tener un capital proporcional a los recursos
que arriesga y al nivel de riesgo al que los expone. Esta relación entre lo propio y lo arriesgado se
conoce como Nivel de Solvencia, y determinar su proporción ideal es objeto de esfuerzos
internacionales.” (26:01)
Las instituciones crediticias deben establecer esquemas eficientes de administración y control del
riesgo de crédito al que se exponen en el desarrollo del negocio, específicamente cada banco, con
su propio perfil de riesgo, segmentación de mercado, según las características de los mercados en
los que opera y de los productos que ofrece; por lo tanto es necesario que cada entidad desarrolle
su propio esquema de trabajo, que asegure la calidad de sus portafolios y además permita
identificar, medir, controlar/mitigar y monitorear las exposiciones de riesgo de contraparte y las
pérdidas esperadas, a fin de mantener una adecuada cobertura de provisiones o de patrimonio.
Los bancos pueden realizar operaciones financieras sin limitación alguna, con el Banco de
Guatemala y con el Ministerio de Finanzas Públicas, sin embargo no podrán efectuar operaciones
que impliquen financiamiento directo e indirecto que en conjunto excedan los porcentajes
siguientes:
Quince por ciento (15%) del patrimonio computable a una sola persona individual o jurídica, de
carácter privado, o a una sola empresa o entidad del Estado o autónoma.
Treinta por ciento (30%) del patrimonio computable a dos o más personas relacionadas entre sí o
vinculadas que formen parte de una unidad de riesgo. Personas relacionadas son dos o más
personas individuales o jurídicas independientes a la institución bancaria que les concede el
financiamiento, pero que mantienen una relación directa o indirecta entre sí, por relaciones de
propiedad, de administración.
Se refiere a la contingencia de que un banco tenga pérdidas como consecuencia de que los deudores
incumplan en el pago de sus obligaciones crediticias en moneda extranjera en los términos
acordados inicialmente, derivado de la incapacidad de los clientes para generar flujos de fondos
suficientes en moneda extranjera.
Serán personas generadoras de divisas cuando tengan una o más de las siguientes condiciones:
Generen u obtengan ingresos en dólares o euros. Cuenten con cartas de crédito stand-by en
dólares o euros.
Sean sucursales o afiliadas de entidades extranjeras, cuya casa matriz cuente con una
calificación de riesgo internacional y que su moneda de curso legal sea en dólares o euros.
Las garantías de los créditos sean certificados de depósito a plazo en moneda nacional, por el
banco que otorga el activo crediticio, y que cubra el 125% del saldo del crédito.
No es necesario hacer un análisis de riesgo cambiario crediticio, cuando el destino del activo
crediticio sea para compra de vivienda o el solicitante tenga como actividad la generación y
distribución de energía eléctrica.
Las personas no generadoras de divisas, son las personas que no tengan las condiciones
anteriormente descritas.
Los bancos deben cerciorarse trimestralmente, que el deudor o solicitante que se catalogó como
generador de divisas, aún mantiene dicha condición.
Tipos de riesgo de crédito
Existen dos grandes grupos de riesgo de crédito en un banco que dependen directamente de la
contrapartida.
Riesgo de crédito mayorista: es un riesgo algo más complejo. Tenemos que tener en
cuenta que el riesgo de crédito mayorista incluye el riesgo de contrapartida. Dicho riesgo,
puede venir de actividades de financiación, como puede ser un repo, o también de
actividades over the counter (OTC) como derivados tales como swaps de tipo de
interés (interest rate swaps -IRS-), permutas de incumplimiento crediticio (credit
default swaps -CDS-) o warrants. En definitiva, se puede originar por la propia actividad
de la entidad realizando ventas, o en actividades de fusiones y adquisiciones (M&A).
Hay tres formas del riesgo de crédito: riesgo de default (quiebra), riesgo de rebaja crediticia
y riesgo de spread de crédito.
Riesgo de rebaja crediticia: es la posibilidad de que una agencia de calificación haga una
rebaja en la calidad crediticia de ese activo o ese emisor.
Riesgo de spread de crédito: es el riesgo que mide un aumento en la rentabilidad del
activo de referencia respecto a la rentabilidad de un activo libre de riesgo con un
vencimiento parecido. En Europa es común utilizar de benchmark el bund alemán y en
Estados Unidos el bono Americano. Un aumento del spread nos indica que el activo de
referencia lo está haciendo en comparación al activo libre de riesgo peor. Por ejemplo, si
el activo libre de riesgo tiene una rentabilidad del 6%, y el activo de referencia (por
ejemplo, un bono de una empresa A) está dando una rentabilidad del 8%, el spread será de
un 2%. En el supuesto escenario de que el spread pase de un 2% a un 2,5% el precio de ese
activo de referencia habrá bajado en relación al activo libre de riesgo (recordemos que en
los bonos la rentabilidad se mueve en dirección contraria).
El riesgo de crédito es medido por la pérdida esperada (PE), y se calcula igual para el riesgo
de crédito minorista y mayorista con la siguiente formula:
PE = PD x EAD x LGD
Donde:
PE = PD x EAD x (1-R)
Ejemplo de riesgo de crédito
El departamento de riesgos del banco «B» ha estimado a este tipo de empresas -previo
estudio de su balance- un 6% a 1 año de probabilidad de default.
PE = 360.000 euros