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Pienso que a pesar de que se puede considerar que hay una carencia en
cuanto a instancias lisa y llanamente prácticas a lo largo del cursado, la
transmisión de la práctica del psicólogo atraviesa la enseñanza teórica
desde los primeros años de la carrera. Ya sea a partir de ejemplos para
explicar algún punto de los textos, o las materias ligadas a los trabajos de
campo, resaltando entre ellas a mi parecer, Salud Pública y Salud Mental,
desde donde se pudo construir la idea de que nuestra práctica no sucede
en el vacío, sino enmarcada en un contexto socio-político y legal, donde
las decisiones de un Estado permiten o coartan las posibilidades de ejercer
nuestro trabajo, marcando ciertas direccionalidades que más allá de poder
rebasarlas se fortalecen y legitimizan a partir de distintos proyectos que
permiten la visibilización y abren nuevos horizontes para pensar y repensar
ciertas cuestiones, como por ejemplo la Ley de Salud Mental 26.657 o la
Ley de Identidad de Género 26.743, entre otras. Además siguiendo esta
línea en la materia Psicología en el Ámbito Jurídico Forense, se hace
hincapié en la idea de que la práctica del Psicólogo puede ir dirigida hacia
la restitución de Derechos allí donde han sido vulnerados, más aún en
todas esas poblaciones que históricamente han sido postergadas, siendo
este a mi parecer un pilar fundamental en nuestra práctica.
Por último, y no sin estar dejando de lado otras tantas experiencias de
aprendizaje respecto de la práctica, pienso en la materia Intervenciones en
Niñez y Adolescencia, como la que tal vez me aportó mayores
herramientas, para pensar la práctica de un modo diverso a cómo uno la
entiende antes de poder llevarla adelante. En este sentido me sirvió y me
encantó mucho la idea de pensar nuestra práctica como un oficio, al modo
de una construcción artesanal, teniendo en cuenta las particularidades de
la situación para llevar adelante algún tipo de intervención, partiendo de un
diagnóstico, pero que nada tiene que ver con la etiqueta o la
homogeneización bajo cierta clasificación, sino una orientación de trabajo
creada con los sujetos y no sobre ellos, para abordar una intervención que
asimismo no “caiga” sobre los sujetos, sino que sea siempre con y para
ellos. Y también destaco la idea transmitida de que este proceso no acaba
allí, sino que se debe pensar en cierta dialéctica, en un proceso espiralado,
en un bucle, que continúa, de modo que sería más preciso hablar de las
intervenciones, más que de una única intervención definitiva.
3) ¿Podrían ubicar alguna práctica en Salud Mental que haya
podido realizar o que esté realizando en estos años y que
considere que forma parte de su experiencia?
4) ¿Qué herramientas o recursos considera necesarios para
abordar una práctica? En el caso de haber tenido o de tener
actualmente una práctica ¿de dónde provienen los recursos que
le permitieron ejercerla?