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ESCUELA DE PSICOLOGÍA
PSICOLOGÍA GENERAL II
APRENDIZAJE
1990
INDICE GENERAL
1. El problema de la definición........................................................................................5
1. El problema de la taxonomía....................................................................................28
1. Antecedentes históricos............................................................................................52
3.2. El Ambiente........................................................................................................59
3.6. La percepción.....................................................................................................61
3.7. Bases metateóricas............................................................................................61
PROPÓSITOS GENERALES:
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Por ejemplo, suponga que la tabla 1 representa un experimento donde los sujetos
son asignados a las cuatro celdas a, b. c y d, cada una de las cuales representa una de
las posibles combinaciones de la práctica y la motivación. Al final del experimento las
diferencias entre las sumas de las columnas pueden tomarse como reflejo de las
condiciones de entrenamiento sobre el factor hábito, mientras que las diferencias en las
sumas de las hileras deben considerarse como reflejo de las diferencias en ejecución
atribuibles a factores motivacionales.
_______________________________________________________________________
Condición de Cantidad de Diferencias atribuidas
Alta a b (a + b)
_____________ Versus
c d (c + d)
al aprendizaje
_______________________________________________________________________
sujeto (Adquisición)
,,,
,,,
,,,
del sujeto
Otro criterio utilizado para distinguir entre conducta innata y aprendida se refiere a
la generalidad de la conducta. Según este enfoque los patrones de comportamiento
innato están programados genéticamente para permitir la adaptación de las especies a su
medio ambiente, mientras que la conducta aprendida garantiza la supervivencia
individual.
Los comportamientos innatos son genéricos para una especie, siendo común a
todos sus miembros, en contraste con la conducta adquirida que es individual y se
establece a través del desarrollo ontogénico. También se dice que la conducta innata es
estereotipada, lo que la hace uniforme a todos los miembros de una misma especie, e
inevitable, en el sentido de que su no ejecución pone en peligro la supervivencia.
Finalmente cabe referirse a la perfectibilidad del comportamiento no aprendido, lo que
hace que se manifieste sin errores desde la primera vez que el organismo lo ejecuta.
“Si se echan gotas de limón en su lengua hay abundante secreción de saliva, pero usted
también saliva si ve un hermoso limón dibujado en una revista”. Como puede observarse
en el ejemplo, la reacción salival ocurre entre dos estímulos diferentes. El jugo de limón
colocado en la lengua y el dibujo de un limón. En ambos casos la reacción es refleja.
Otra forma de conducta innata está representada por los movimientos de orientación
denominados taxias. Las taxias se definen como una forma de reacción a los estímulos
externos, que permiten a los seres vivientes orientarse libremente en el espacio. Las
taxias son fundamentalmente movimiento de orientación ante estímulos ambientales.
Por mucho tiempo, el término instinto se utilizó para designar cualquier conducta
compleja. Una vez catalogada una conducta como instintiva, no se le buscaba ninguna
otra explicación. Dentro de esta concepción se definió el instinto como una conducta no
aprendida, limitada, dirigida hacia una meta muy característica de todos los miembros de
una especie determinada. Un ejemplo de conducta instintiva lo presentan las arañas.
Todas las arañas de una misma especie, siempre y cuando sus condiciones orgánicas
sean normales, elaboran el mismo tipo de telas sin necesidad de que se les enseñe.
Sin embargo, esta conceptualización del instinto plantea una serie de dificultades.
Según Lorenz (1961), es difícil decir que alguna conducta es completamente no
aprendida: el desarrollo de la conducta debe considerarse, más bien, como la evolución
de todas las características de los organismos lo cual supone una interacción entre el
genotipo que el individuo hereda y el medio ambiente en el cual crece. Esta interacción
es tan íntima y compleja que es difícil identificar los resultados de una u otra fuente;
ambas proporcionan la información que guía el desarrollo del organismo. Es más
adecuado considerar la conducta como un continuum que va desde lo relativamente
estereotipado y fijo, hasta aquello que es altamente variable y susceptible de las
influencias del ambiente.
Los modelos fijos de movimientos presentan una serie de características entre las
que destacan:
a. Nunca se orientan en relación a los estímulos del medio ambiente, aunque puede
ser desencadenados por ellos, sino que se desarrollan en forma estereotipada de
acuerdo a un esquema motor invariable.
b. Una vez iniciados se desarrollan de una manera mecánica hasta su consumación,
aunque el estímulo desencadenante haya cesado.
c. Aparecen también en forma perfecta aún en animales criados en aislamiento.
Pertenecen a la organización del animal condicionada genéticamente, siendo
característicos para cada especial animal, como son la forma del esqueleto y otras
particularidades morfológicas.
d. Por lo general, los modelos fijos de movimientos son muy parecidos en especies
cercanas, mientras que en aquellas en que el parentesco es más lejano estos
movimientos pueden emplearse, a menudo, como caracteres taxonómicos.
e. Tienen su base en la organización del sistema nervioso central y como esta
organización está determinada genéticamente, cada especie animal tiene, por lo
tanto, sus propios modelos de movimientos característicos.
f. No se puede trazar un límite definido entre los modelos fijos de movimientos y los
simples reflejos incondicionados, tal como el reflejo rotuliano en el hombre. Estos
reflejos tampoco están orientados en relación con la fuente estimulativa y se
ejecutan de un modo estereotipado. La diferencia principal radica en que los
modelos fijos de movimientos, por lo general, abarcan una coordinación más
compleja entre distintos músculos y grupos de músculos que los reflejos y,
probablemente, sean también más complicados los modelos de acción en los
cuales se basa el sistema nervioso.
Hay dos rasgos básicos que se han atribuido a la conducta instintiva, se considera
que constituye una serie de patrones rígidos y estereotipados de movimientos que son
similares en todos los individuos de una especie, y se afirma que los patrones instintivos
a menudo pueden ser evocados con mucha facilidad por estímulos muy simples. Estas
características, aunque destacadas no son lo suficientemente válidas como para
diferenciar entre conducta instintiva y conducta aprendida. Con frecuencia se considera
que la conducta aprendida es más flexible que la conducta instintiva, aunque los patrones
de movimientos implicados en ella pueden ser tan estereotipados como los patrones de
movimiento característicos de la conducta instintiva.
Por otra parte, los patrones aprendidos casi siempre llevan consigo respuestas a
estímulos particulares del medio, y lo mismo que en la conducta instintiva, pueden quedar
ignorados otros rasgos. Es relativamente fácil entrenar a un animal para que discrimine a
un estímulo clave dentro de una situación variable compleja. El criterio crítico para
distinguir entre conducta instintiva y conducta aprendida debe ser su desarrollo dentro del
individuo y no sus manifestaciones observadas.
No obstante la tendencia a polarizar entre conducta innata y aprendida, existe un
tipo de comportamiento que representa una interacción entre ambas dimensiones. Nos
referimos al fenómeno de la impronta o troquelado, el cual contiene factores de
maduración y componentes de aprendizaje. La impronta puede definirse como la
tendencia de animales jóvenes a asociarse con objetos estímulos diferentes de aquellos
que están relacionados naturalmente con el comportamiento en cuestión. Como afirma
Fabricius “la impronta es un proceso asociativo de aprendizaje que influye sobre el
desencadenamiento de ciertos actos instintivos juveniles, que está limitado a un período
relativamente corto en el desarrollo del joven individuo y que lleva a producir
asociaciones bastantes estables” (p.116).
Se distingue entre aprendizaje y adaptación aunque algunos autores como Thorpe (1963)
y Buss (1976), consideran que no debe establecerse tal distinción ya que la adaptación
puede entenderse como la forma más elemental del aprendizaje.
Clark (1965, en Manning, 1977) estudió algunos de los factores que influyen sobre
la habituación. Entre ellos, encontró que el intervalo entre las presentaciones del estímulo
era determinante, siendo más efectivos los intervalos breves. Asimismo demostró que el
tipo de estímulo influía en la rapidez con la cual ocurría la habituación. Tanto en la
adaptación sensorial como en la habituación se observa una disminución en la capacidad
del organismo para responder ante un estímulo pero en la adaptación la respuesta que se
afecta es de naturaleza sensorial mientras que en la habituación hay un decremento en
una respuesta motora explícita.
Por otra parte, “el mecanismo responsable de la adaptación sensorial consiste en
cambios en el sistema sensorial, ya sea en los órganos de los sentidos o en las áreas
sensoriales del cerebro. El mecanismo de la habituación supuestamente implica
funciones asociativas del cerebro” (Marx, 1967, p.18).
Grether (citado por Buss, 1978), en un experimento con monos les presentó primero el
sonido de una campana que no provocaba ninguna reacción especial. Luego, durante
diez veces consecutivas asustó a los monos con una explosión de pólvora o con una
culebra de juguete que saltaba de una caja. Los animales reaccionaron saltando hacia
atrás y produciendo vocalizaciones que expresaban angustia. Posteriormente el sonido
de la campana provocaba la misma reacción de miedo que era ocasionada por la
explosión de pólvora o por la culebra en ausencia de esos estímulos aversivos.
Otro proceso que implica decremento en la conducta está representado por la fatiga.
En el caso de la fatiga, a medida que pasa el tiempo, la práctica en vez de mejorar la
adquisición la interfiere. Cuando ello ocurre se observa un decremento en el rendimiento
y se dice que la curva de trabajo decae. No se sabe con exactitud qué es lo que produce
la fatiga. Para Hull (1943) existe una relación directa entre fatiga y el esfuerzo requerido
para la ejecución de una respuesta.
EJERCICIO 2.
Propósitos generales
Objetivos específicos
¿Cuántos tipos de aprendizaje existen? Así como no hay una definición única que
exprese el significado del término aprendizaje, tampoco existe una taxonomía universal
que establezca acuerdos respecto a los diversos tipos de aprendizaje. De acuerdo a
Melton (1964), cualquier ciencia parte de la observación de semejanzas y diferencias
entre eventos con el propósito de clasificarlos y establecer categorías inclusivas y
exclusivas. En ese sentido una taxonomía consiste en una clasificación de los diversos
tipos de aprendizaje, expresando lo que hay común entre ellos y lo que diferencia uno de
otro. La clasificación es, entonces, un objetivo general de la psicología del aprendizaje y
un modo de comunicación para quienes trabajan en el área.
Underwood (1964) señala que han existido diversos enfoques para expresar lo
que es común a todos los fenómenos del aprendizaje. Algunos se fundamentan en la
teoría, sugiriéndose que la solución ideal consiste en establecer una teoría general del
aprendizaje humano a partir de la cual puedan explicarse los hallazgos empíricos
encontrados en cualquier área. Otra alternativa se basa en las operaciones producidas
por fenómenos comparables; es decir, las operaciones empíricas que permiten identificar
un proceso en un campo deben servir para definir e identificar el proceso en otro
contexto. Por ejemplo, las operaciones empíricas que definen la extinción en el
condicionamiento de parpadeo, deben producir los mismos resultados si se repiten con
otros tipos de aprendizaje como el verbal, el motor y la formación de conceptos. Desde
esta perspectiva, las variables manipuladas afectan a todo aprendizaje de la misma
forma, independientemente de la tarea involucrada. Sin embargo, uniformizar el
aprendizaje en función de las operaciones realizadas presenta algunas limitaciones, entre
las que están:
El tercer efecto señalado por Underwood se basa en el análisis de las tareas y las
conductas requeridas a través de dimensiones descriptivas en las cuales se especifican
las semejanzas y las diferencias. Así se dice que las soluciones de problemas y el
aprendizaje verbal difieren en la cantidad de descubrimiento requerido para producir la
respuesta apropiada, mientras que el aprendizaje de operante libre y la solución de
problemas involucran mucho descubrimiento.
El enfoque válido debe demostrar que las leyes del tipo R = f (E) son diferentes en
diversas situaciones. Un enfoque de este tipo fue utilizado por Tolman (1949) quien
argumentó que el olvido de una catexia positiva no está determinado por el simple
transcurrir del tiempo o por la falta de ejercicio, lo cual si se cumple en el caso de olvido
de las catexias negativas. Así, las operaciones requeridas para el decremento de la
fuerza de la respuesta son diferentes para cada uno de dichos procesos.
Dadas las dificultades para elaborar una taxonomía única del aprendizaje y para
presentar todas las que existen, en este trabajo se presentarán sólo algunas
clasificaciones consideradas significativas.
EJERCICIO 3
Tolman (1932, 1949) desarrolló una teoría del aprendizaje que ha recibido
denominaciones como conductismo propositivo, teoría del signo Gestalt y teoría de la
expectancia. Su sistema, aunque introduce un conjunto de variables intercurrentes entre
los estímulos y las respuestas, se mantiene dentro de la línea conductista pero se trata
de un conductismo conocido como conductismo molar en oposición a las tendencias
moleculares predominantes. Es conductista por su rechazo a la introspección y al reporte
verbal como métodos de investigación y a la conciencia como objeto de estudio. Los
constructos mentalistas que introduce los infiere a partir de la conducta observable. Es un
conductismo molar por asumir que la conducta no debe interpretarse en términos de
componentes fisiológicos o glandulares; la conducta molar tiene características propias
que la identifican como tal. Esas características son:
a. Está dirigida hacia una meta. La conducta debe analizarse en función de la meta y
no de los movimientos específicos que se observan en una situación particular. El
hecho de orientarse hacia una meta caracteriza a la conducta molar intencionista.
b. Es cognoscitiva: el organismo utiliza objetos – medios del ambiente para alcanzar
la meta -. La forma como se utilizan esos objetos – medios - es lo que caracteriza
a la conducta como cognoscitiva.
c. Es selectiva: en términos de estar dirigida por el menor esfuerzo. La conducta
tiende a seleccionar los objetos – medios - más fáciles, es decir, los que impliquen
menos esfuerzo para el organismo.
d. Es flexible ya que no se trata de una conducta estereotipada sino que puede ser
enseñada, siendo susceptible de modificaciones significativas.
I. Variables ambientales
M Programa de mantenimiento.
G Propiedad del objeto meta.
S Tipo y modalidad de los estímulos proporcionados
R Tipos de la respuesta motora requerida (OCO) (Naturaleza acumulativa y número de
e ensayos.
P Patrón de las unidades de laberintos precedentes y subsiguientes.
II. Variables de diferencia individual
H Herencia
A Edad
T Entrenamiento pasivo
E Condiciones endocrinas, de drogas, o vitamínicas especiales.
Se relacionan con la capacidad para distinguir entre diferentes impulsos, como por
ejemplo aprender la diferencia entre el impulso de hambre y el de sed.
2.1.6. Pautas motoras
Percibir la información sigue una tercera fase: la adquisición. Esta fase constituye
el incidente esencial del aprendizaje. Los procesos correlativos a la adquisición son el
cifrado de la información, que permite transferirla a la memoria a corto plazo, y la
categorización, clasificación y resumen de la información que facilitan la transferencia al
almacén a largo plazo.
Respecto a la clasificación del aprendizaje, Gagné considera que hay ocho tipos
de aprendizajes, los cuales varían en términos de las condiciones necesarias para que el
aprendizaje ocurra, del estado inicial del aprendiz y del tipo de ejecución resultante. A su
vez, esos tipos de aprendizaje se organizan desde el más simple hasta el más complejo.
Ellos indican que las capacidades adquiridas en un tipo de aprendizaje son necesarias
para el éxito en el tipo siguiente, estableciéndose la secuencia siguiente:
Principios (Tipo 7)
Aprendizaje de señales
Aprendizaje de estímulo-respuestas
Encadenamiento
Consiste en la adquisición de una serie, o secuencia, de actos motores simples que han
sido establecidos previamente a través del aprendizaje estímulo–respuesta. Las
conexiones se forman entre una serie de eventos sucesivos o actos motores, cada uno
de los cuales puede concebirse como un eslabón de una cadena. Normalmente este tipo
de aprendizaje se conoce como aprendizaje de destrezas motoras. Se han utilizado
muchas variables para el estudio del aprendizaje motor entre las cuales están:
Asociaciones verbales
Alude al aprendizaje verbal el cual se refiere a un proceso relativamente simple, tal como
el aprendizaje verbal, o a un proceso más complicado como el papel del lenguaje en la
adquisición de conceptos y principios. También se refiere al establecimiento de
asociaciones verbales, las cuales desempeñan un papel importante en la adquisición de
otras formas de conducta verbal.
Los dos métodos utilizados con mayor frecuencia para el estudio de las
asociaciones verbales son el método de aprendizaje serial y el aprendizaje de pares
asociados. En el aprendizaje serial, el sujeto aprende a reproducir ciertas respuestas en
un orden preestablecido. Al sujeto se le presenta una lista de palabras o de sílabas sin
sentido, a razón de un ítem cada vez. El sujetó debe aprender a reproducir la lista en el
orden en que ha sido presentada. En el aprendizaje de pares asociados al sujeto se le
presentan pares de palabras o sílabas sin sentido; luego, en ensayos subsecuentes se
presenta el primer ítem del par y el sujeto debe recordar cual es el segundo. Entre las
variables utilizadas para el estudio del aprendizaje verbal están:
Variables independientes Variables dependientes
Dificultad del material Número de ensayos requeridos
Significatividad del material Tiempo requerido
Distribución de la practica Recuerdo libre
Efectos del reforzamiento Recuerdo ordenado
Naturaleza del material Reconocimiento
Tiempo de reacción
Aprendizaje de conceptos
Aprendizaje de principios
Mediante este tipo de aprendizaje se aprenden las relaciones existentes entre los
conceptos, los principios consisten en cadenas de conceptos y el requisito primario para
que se dé este tipo de aprendizaje es que ya se hayan adquirido los conceptos que
constituyen los principios.
Solución de problemas
Implica utilizar los principios adquiridos para solucionar los problemas nuevos.
Básicamente la solución del problema implica utilizar principios para alcanzar una meta.
Sin embargo, la solución de problemas abarca algo más que alcanzar una meta: cuando
se logra la solución del problema se aprende, en el sentido de que la capacidad del
individuo cambia en forma más o menos permanente. En la investigación en solución de
problemas se han utilizado variables tales como:
En este tipo de aprendizaje el contenido total del material a ser aprendido se presenta al
alumno completamente elaborado, siendo su tarea internalizar o incorporar la tarea de
aprendizaje de tal forma que pueda recordarlo en una ocasión futura bien sea al pie de la
letra o en cualquier forma. En el aprendizaje por recepción, el aprendiz no requiere hacer
ningún descubrimiento independiente para lograr la adquisición.
Este aprendizaje ocurre cuando la tarea de aprendizaje está constituida por puras
asociaciones arbitrarias, cuando el alumno carece de los conocimientos necesarios para
hacer que la tarea de aprendizaje sea potencialmente significativa y cuando adopta la
actitud de internalizar el material de modo arbitrario, al pie de la letra. Lo que define a
este tipo de aprendizaje es la existencia de una relación arbitraria entre la estructura de
conocimientos del aprendiz y la nueva tarea. Este relacionalidad arbitraria hace que los
componentes de la tarea y su falta de significatividad faciliten el aprendizaje mecánico y
se produzca interferencia debido a factores originados en la propia estructura
cognoscitiva.
Ausubel utilizaba el concepto de asimilación para explicar cómo una idea nueva
se incorpora a la estructura cognoscitiva ya existente. Esta asimilación ocurre por la
interacción entre la idea nueva y la idea ya establecida en la estructura cognoscitiva del
aprendiz. Al asimilación influye en la retención y la mejora de tres maneras diferentes: a)
por afianzamiento: al incorporarse a una idea ya establecida en la estructura
cognoscitiva, la nueva idea comparte la estabilidad de la misma; b) como consecuencia
del afianzamiento, la idea nueva es protegida contra la transferencia de ideas aprendidas
anteriormente, en forma simultanea o después de la idea nueva; c) facilitando el proceso
de recuperación.
Durante cierto tiempo los conceptos nuevos son disociables de las ideas
afianzadas, lo que permite recordar dichos contenidos como unidades aisladas. La fuerza
de la disociabilidad es máxima inmediatamente después del aprendizaje, de allí que los
significados nuevos estén disponibles al máximo en ese momento. El olvido se explica
mediante un proceso de reducción memorístico, donde los contenidos nuevos
progresivamente se van reduciendo a las ideas de afianzamiento lo que las hace perder
su disociabilidad y la posibilidad de estar disponibles.
PROPÓSITOS GENERALES
Que el estudiante conozca los antecedentes de las teorías del aprendizaje; las
principales interpretaciones existentes acerca del aprendizaje, y las diferencias
fundamentales entre los enfoques asociacionistas y cognoscitivos.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
El aprendizaje es uno de los procesos que más ha atraído la atención de los psicólogos
investigadores, de los teóricos que reflexionan acerca de los hallazgos producidos por la
investigación de laboratorio y de los profesionales interesados en la aplicabilidad fáctica
del conocimiento. Puede decirse que después del establecimiento de la psicología
experimental, a finales del siglo diecinueve, la mayor cantidad de investigaciones y
polémicas más arduas dentro de la disciplina han derivado del campo de la psicología del
aprendizaje.
…porque los hombres que tiene buena memoria no son idénticos a los que son
prontos en recordar, sino que, hablando en general, los que son de penetración
lenta tiene mejor memoria, mientras que los que son de penetración rápida y
aprenden fácilmente son mejores en el recordar (p. 85).
Los señalamientos anteriores son básicos para algunas de las principales teorías
del aprendizaje existentes. Dos sistematizadores iniciales de gran repercusión fueron
Pavlov y Thorndike. Pavlov centró su interés en el estudio de las secreciones gástricas de
los perros, observando que la salivación refleja se presentaba frecuentemente antes de
darle la comida al animal, debido a la presencia de estímulos que se asociaban con el
alimento. Tal observación constituyó el punto de partida para el famoso experimento de
condicionamiento, a través del cual se estudió la formación de los reflejos condicionados.
Históricamente la teoría de Pavlov es conocida con el nombre de condicionamiento
clásico y se considera como la primera teoría del aprendizaje fundamentada en las
asociaciones entre estímulos y respuestas.
Thorndike (1874-1949) constituye uno de los pilares fundamentales en el
desarrollo de la psicología del aprendizaje. Su teoría, enmarcada dentro de la tradición
asociacionista, es comúnmente denominada conexionismo. Para Thorndike el
aprendizaje consiste en establecer conexiones de naturaleza neural entre los estímulos y
las respuestas. Explicó el aprendizaje en función de un principio básico, la ley del efecto,
cuyo contenido se expresa en la siguiente forma: “aquellas respuestas que ocurren
previamente a la satisfacción de una necesidad tienden a repetirse, mientras que
aquellas respuestas que no satisfacen estados de necesidad tienden a no repetirse”. Lo
que Thorndike quería expresar era que las repuestas que conducen al éxito actúan como
recompensas que crean estados satisfactorios en el aprendiz y favorecen la formación de
conexiones entre los estímulos y las respuestas. Por el contrario, las respuestas no
exitosas crean un estado de displacer que tiende a debilitar las asociaciones entre los
estímulos y las respuestas. La ley del efecto fue complementada con cinco leyes
secundarias: respuesta múltiple, set o actitud, prepotencia de elementos, respuesta por
analogía y cambio asociativo. En esencia la ley del efecto es un modelo de aprendizaje
instrumental y su importancia ha sido destacada en otras teorías más recientes.
No es tarea fácil establecer una clasificación de las teorías psicológicas que se han
ocupado del aprendizaje. Cualquier clasificación que se proponga es arbitraria, artificial e
incompleta. Ello ocurre porque la evolución de la psicología del aprendizaje ha
presentado una característica permanente: la ausencia de paradigmas que permitan una
explicación única del fenómeno. Lo común en la psicología del aprendizaje, como en casi
todas las restantes áreas de la psicología, es la existencia de puntos de vista divergentes
y, a veces, hasta contradictorios. Aún en las grandes tendencias derivadas de la tradición
asociacionista y la psicología cognoscitiva ocurre el fenómeno de diversidad de puntos de
vista teóricos. Por otra parte, conviene destacar que establecer dicotomías tampoco es
un criterio clasificatorio eficiente ya que se elimina la posibilidad de estudiar el fenómeno
desde una perspectiva comprensiva y totalizadora. Asimismo, los criterios seleccionados
para la clasificación resultan inadecuados dada la imposibilidad de meter en moldes
exclusivos a la diversidad de enfoques que han surgido respecto al aprendizaje como
proceso. La diferencia entre los enfoques es fundamentalmente de énfasis y ese énfasis
se manifiesta en el aspecto particular del aprendizaje que haya sido tratado por cada
teórico o escuela y por la manera de interpretar los resultados de las investigaciones.
Dadas esas dificultades, en este texto no se presentará un catálogo de
interpretaciones teóricas, más bien se intentará establecer diferencias entre diversas
posibilidades en función de algunos problemas básicos para la psicología del aprendizaje.
Las concepciones psicológicas tienen sus orígenes en dos grandes corrientes filosóficas:
el empirismo y el racionalismo. La influencia de la filosofía empirista se basa en una serie
de supuestos que estructuran un grupo de tendencias en la psicología del aprendizaje
catalogadas como teorías asociacionistas y las teorías conductistas. Estas teorías
sustentan la importancia de la experiencia afirmando que todo lo que existe en la mente
de un individuo es el resultado de su interacción con el medio ambiente. En ese sentido
todo conocimiento es producto de la experiencia sensorial y, consecuentemente, ante el
problema epistemológico de los orígenes del conocimiento afirman la preponderancia de
la acción del objeto conocido sobre el sujeto que conoce. El papel de éste se limita a la
recepción pasiva de la información proveniente del medio ambiente. En líneas generales
los copartidarios de esta tendencia rechazan la existencia de ideas innatas y de verdades
derivadas a partir de supuestos preestablecidos.
Una diferencia importante entre los teóricos de orientación asociacionista y los psicólogos
cognoscitivos es la manera como se concibe el ambiente en el cual ocurre la conducta.
Para los asociacionistas y conductistas el ambiente es fundamentalmente físico y está
constituido por los estímulos de naturaleza física y social que rodean a una persona en
un momento determinado. En consecuencia, no se establecen diferencias entre los
ambientes físico y psicológico de una persona. Este ambiente físico es objetivo y puede
describirse como constelaciones de estímulos que inciden sobre los órganos sensoriales
y determinan la respuesta del sujeto. Por otra parte existe identidad entre el ambiente que
está afectando a diversos individuos en un momento determinado. Esta concepción del
ambiente revela la influencia de las concepciones empiristas en psicología y filosofía.
Los teóricos asociacionistas y conductistas consideran que los reflejos y las necesidades
biológicas constituyen los dos mecanismos innatos en los cuales se sustenta el
aprendizaje. Los teóricos cognoscitivos también toman en cuenta esos mecanismos
innatos pero incluyen, además, varios procesos perceptuales no aprendidos, tales como
la visión tridimensional y algunas constancias preceptúales; suponen diversos instintos
complejos en los animales como los que participan en la migración, cuidado de las crías,
territorialidad y rituales de apareamiento. Finalmente, consideran algunos mecanismos no
aprendidos que permiten determinar que algunos estímulos tienen valor reforzante
mientras que otros ejercen el efecto contrario. Ello indica que hay motivos no aprendidos,
no dependientes de los estados fisiológicos del organismo que también son importantes
para la conducta.
3.6. La percepción
Skinner ha insistido en que las inferencias no añaden nada a los datos empíricos,
de allí que rechace cualquier concepción que recurra a construcciones de orden teórico.
En ese senito, Skinner (1959) descarta aquellas teorías fisiológicas, mentalistas y
conceptuales que utilizan inferencias en sus explicaciones. Al respecto, afirman:
Una diferencia importante entre los teóricos del aprendizaje radica en la respuesta a la
pregunta acerca de qué es lo que se adquiere en el aprendizaje, aunque todos coinciden
en que después del aprendizaje se retiene algo en la memoria. El término general para
denominar lo que se retiene es el hábito. La diferencia radica en cuál es la verdadera
naturaleza del hábito adquirido.
Los psicólogos cognoscitivos asumen que el uso de los hábitos es mucho más
flexible y adaptativo que lo que sugieren los teóricos estímulo-respuesta. Estos suponen
que la acción de los hábitos se produce automáticamente sin la acción del pensamiento
consciente. Los psicólogos cognoscitivos destacan la importancia de la conciencia tanto
en el proceso de adquisición como en la ejecución. Ello se ha demostrado mediante la
investigación de variables como el efecto de las instrucciones, la manipulación de
estrategias de codificación y la acción de información interferente con los procesos
cognoscitivos presentes en un momento determinado. Como afirman Rosenthal y
Zimmerman:
….Los procesos cognoscitivos como la conciencia y las disposiciones mentales
desempeñan un papel central en el aprendizaje. Esto no significa que la cognición
fluctúe independientemente del medio ambiente externo; más bien se ve afectada
por una serie de importantes acontecimientos que ocurren durante el aprendizaje
(1978, p.151).