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MTRA. ROSA MARIA GUTIERREZ BAUTISTA EV.

DE LA PERSONALIDAD DEL ADULTO


ITSON NAVOJOA

GUÍA PARA LA INTERPRETACIÓN CLÍNICA Y PSICODINÁMICA DEL MMPI-2

La presente Guía para la Interpretación Clínica y Psicodinámica del MMPI-2 es una revisión y
ampliación de la Interpretación Clínica y Psicodinámica del MMPI-2 realizada con fines didácticos
para la materia Evaluación de la Personalidad del Adulto dentro del Instituto Tecnológico de Sonora
Campus Navojoa, Sonora. En esta se incluyen elementos que ayudarán al profesional de la salud
mental en la comprensión e interpretación de este inventario el cual es uno de los más utilizados a
nivel mundial y traducido en varios idiomas. Para ello, usaremos el siguiente esquema:

I.- Indicadores generales para la interpretación del MMPI


A.- Parte cualitativa. Tipos de perfil
B.- Parte cuantitativa:
B.1: Escalas controladoras
B.2: Escalas activadoras:

II.- Integración de los datos del MMPI


- Actitud del sujeto
- Dotación intelectual
- Estado afectivo
- Problemas que la persona reconoce en sí misma
- Relaciones interpersonales
- Demanda y control del afecto
- Capacidad de insight
- Mecanismos de defensa
- Pronóstico en psicoterapia

III.- Reglas para la clasificación de perfiles en grados de psicopatología en base al MMPI

Grado 01 de psicopatología, perfiles que indican una alteración grave


Grado 02 de psicopatología, perfiles que indican alteraciones importantes
Grado 03 de psicopatología, perfiles que indican indicios de alteraciones
Grado 04 de psicopatología, perfiles que pudieran ser “normales”

IV.- INTERPRETACIÓN DEL MMPI:

IV.A.- ESCALAS DE VALIDEZ: DISTORSIONES DE RESPUESTA


1. Detección de omisiones o respuestas erróneas
2. Escala L (Mentira)
3. Escala F (Infrecuencia)
4. Escala K (Corrección)
5. Configuración de Escalas de Validez
6. Fb (F back) (Fp (F posterior))

IV.B.- VALORACIÓN DE LA FIABILIDAD DE LAS RESPUESTAS


1.- SIMULACIÓN (o estilos de respuesta sobredimensionados)
1.a.-Las escalas de infrecuencia (F y Fb)

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1.b.- Índice de simulación F – K.
2.- DEFENSIVIDAD (o estilos de respuesta infra-dimensionados)
2.1 La escala de Mentiras, escala L
2.2 La escala K
2.3 índice F-K
IV.C.- VALORACIÓN DE LA CONSISTENCIA DE LAS RESPUESTAS
1.- Escala de Infrecuencia o escala F
2.- Escala TRIN (INVER)
Relación de TRIN (INVER) con otras escalas GUÍA PARA LA INTERPRETACIÓN CLÍNICA Y
PSICODINÁMICA DEL MMPI-2
3.- Escala VRIN (INVAR)
Relación de VRIN (INVAR) con otras escalas
4.- Estilo de respuesta aleatorio
IV.D.- CRITERIOS PARA ACEPTAR UN PERFIL COMO VÁLIDO
Criterios de Brenlla y Prado, (1.999)
PERFILES INVÁLIDOS
- Respuestas azarosas
- Respuestas todas cierto
- Respuestas todas falso
- Perfil fingido mal
- Perfil fingido bien
V.- ¿CÓMO INTERPRETAR LAS ELEVACIONES DE ESCALA?
VI.- CODIFICACIÓN DE WELSH
VII.A- ESCALAS CLÍNICAS
Escala 1 (Hs) Hipocondriasis = Salud.
Escala 2 (D) Depresión = Motivación.
Escala 3 (Hy) Histeria conversiva = Persuasión.
Escala 4 (Dp) Desviación Psicopática = Energía.
Escala 5 (Mf) Masculino – femenino.
Escala 6 (Pa) Paranoia = Cautela.
Escala 7 (Pt) Psicastenia = Angustia.
Escala 8 (Es) Esquizofrenia = Creatividad.
Escala 9 (Ma) Hipomanía = Productividad.
Escala 0 (Is) Introversión social = Trabajo en grupo.
VII.B- TIPOS DE CÓDIGOS COMBINADO MÁS FRECUENTES GUÍA PARA LA INTERPRETACIÓN
CLÍNICA Y PSICODINÁMICA DEL MMPI-2
VIII. ESCALAS DE CONTENIDO
A) Escalas de contenido que evalúan síntomas internos
B) Escalas de contenido que evalúan tendencias agresivas externas
C) Escalas de contenido que evalúan la autoestima negativa
D) Escalas de contenido que evalúan áreas de problemas generales
IX.- ESCALAS SUPLEMENTARIAS
X.- SUB-ESCALAS DE HARRIS Y LINGOES (Graham)
XI.- Escalas Clínicas Reestructuradas ER (Tellegen et al., 2003)
XII.- Escalas de Personalidad Psicopatológica (abreviadas como PSY-5) (Harkness et al., 1999)
XIII.- OTROS CRITERIOS DE EVALUACIÓN
Butcher et al en la Aplicación del MMPI-2 y del MMPI-A en pacientes hispanos sugiere que “… el
terapeuta debe decidir qué versión particular del MMPI-2 usar en la evaluación de acuerdo con las

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consideraciones descritas anteriormente. De cualquier modo, las normas estadounidenses (las
normas estándar del MMPI-2) deben usarse para todos los casos excepto cuando se use la versión
mexicana o la versión para España o Chile, las cuales tienen sus propias normas establecidas. Es
importante que el terapeuta administre todo el MMPI-2 en cualquiera de sus formas”. (pág. 65)
En 2011 Carlos Saborío y Juan Miranda presentaron los resultados del estudio elaborado por los
costarricenses donde se analizaron 57 escalas y 63 subescalas del MMPI-2 y 37 escalas y 64
subescalas del MMPI-A. Además decidieron tener normas específicas para Costa Rica en todas estas
escalas, tomando en cuenta que las diferencias culturales podrían inducir a diferencias en los
perfiles clínicos que se obtengan.

I.- INDICADORES GENERALES PARA LA INTERPRETACIÓN DEL MMPI

A.- Parte cualitativa.


Tipos de perfil:
Proporciona una información, tanto de la severidad con que un rasgo se acentúa en la personalidad
(por la elaboración de cada escala), como de la comparación de las características de un sujeto con
otros de su mismo grupo o de otros grupos sociales.
Como instrumento autodescriptivo: la elaboración que adquiere cada escala es importante dentro
de la organización dinámica de la personalidad; por otra parte, al comparar el perfil del sujeto con
los baremos obtenidos para su grupo social, se puede hacer un ajuste de acuerdo a la importancia
con la que se mencionan algunas características de la persona.

Perfil de las escalas más elevadas. Varias escalas que tienen puntuaciones en la zona alta del perfil
(T 80) pueden ser tomadas como los puntos más frágiles de la personalidad que pudieran llegar a
convertirse en la expresión abierta de un conflicto. Si existen marcadas diferencias entre las escalas
más elevadas y las restantes, posiblemente estaremos frente a una perturbación aguda. Cuando las
diferencias entre las escalas más elevadas y las basales son moderadas, hablaremos de un perfil
flotante.

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Perfil limítrofe. Varias escalas clínicas tienen puntuaciones entre T 60 y 70, también se clasifican en
esta categoría perfiles que tienen una escala clínica con una puntuación de 70 o ligeramente
superior. Este perfil señala las áreas que resultan de mayor conflictividad para el sujeto.

Zona de significación clínica. Las puntuaciones que se inscriben dentro de una puntuación T 65,
deberán ser tenidas en cuenta en la interpretación del perfil. Indican que la persona informó de un
gran número de problemas psicológicos. No obstante, la estrategia más recomendable indica que
se debe prestar especial atención a las tres o cuatro escalas más elevadas e interpretar con
precaución las restantes.

Escalas dentro de la media del perfil. Es la media aritmética de las puntuaciones T en las escalas
clínicas comprendidas entre T 40 y T 55. Se consideran como normales estadísticamente hablando.

Perfil (escala) bajo o sumergido. La mayoría de las puntuaciones que se hallan entre T 30 y 40, y el
valor más alto está en un valor próximo a la media aritmética de las escalas clínicas (existe poca
dispersión entre las puntuaciones). En general, ofrecen aparentemente, dificultades especiales. Su
reducido puntaje indica el severo control que el sujeto puede querer ejercer sobre la manifestación
de ciertos rasgos y conflictos de su personalidad. El punto más alto superior del psicograma no pasa
demasiado sobre el promedio y la mayoría de las escalas tienen puntuaciones T entre 30 y 40.

Zona inferior al promedio. Las puntuaciones que se sitúan en esta zona (puntaje T inferior a 35), se
consideran estadísticamente inferiores al promedio. Estos valores normalmente carecen de
significación clínica en las escalas básicas y su interpretación se basa en características de
personalidad. Aun así, debe considerarse que la práctica ha demostrado que las puntuaciones muy
bajas en la escala Pa, pueden tener el mismo valor que si fueran elevadas. En el caso de la
disminución de Ma, puede colegirse un bajo nivel de activación y generalmente correlaciona
negativamente con la escala D. Distinto es el caso de muchas de las escalas adicionales (de

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contenido, suplementarias) que han sido derivadas factorialmente y tienen una interpretación
clínica tanto en el límite superior como en el límite inferior.

Perfil tipo punta. Una o dos escalas están altamente diferenciadas del resto del perfil. Este tipo de
perfiles resulta claramente indicativo de la naturaleza de la sintomatología, pero es poco frecuente.

Triada Neurótica. Interrelación de las escalas 1, 2 y 3 (Hs, D y Hi) en diferentes combinaciones.


Grupo 1-2-3 es más frecuente en clínica que el grupo 3-2-1 (El orden en que se anotan los dígitos
que identifican las escalas señala la elevación relativa de ellas).

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Tétrada Psicótica. Relación entre las escalas 6, 7, 8 y 9 (en sus diferentes combinaciones), que son
las que se han encontrado con mayor frecuencia en pacientes psicóticos.

Pendiente del perfil. Trazamos una línea recta que une las diferentes elevaciones de un perfil
determinado. Si la pendiente obtenida es negativa (hacia la izquierda), podremos hablar de
características neuróticas, y si resulta positiva (hacia la derecha), posiblemente inferiremos rasgos
psicóticos considerables.
Curva Difásica. Perfiles que tienen una punta en la tríada neurótica y otra en la tétrada psicótica.
Sin embargo, se puede encontrar esta configuración en la elevación simultánea de varias escalas.

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Punta Doble. Elevación relacionada de dos escalas. Un ejemplo es la elevación integrada de las
escalas 4 y 9 en cualquiera de sus combinaciones, que es conocida como configuración de desorden
de carácter.

B.- Parte cuantitativa:


Proporciona los elementos clínicos psicodinámicos de cada una de las escalas y de las combinaciones
en las que se encuentran relacionadas.

B.1: Escalas controladoras de los elementos que pueden considerarse severos:


Escala K, ofrece datos acerca de la sensación que tiene el sujeto para resolver por sí miso sus
problemas.
Escala 2, control del tipo interno, fundamentada en sentimientos de inseguridad y culpa, que
tienden a frenar las descargas impulsivas.
Escala 3, control de tipo externo, a través de la necesidad de la persona por ser aceptada
socialmente.
Escala 7, indica la intensidad de la ansiedad que experimenta el sujeto. Este aspecto también puede
ser tomado como un elemento de control sobre las descargas impulsivas.
Escala 0, elevada se puede considerar como la forma de control más adecuado, ya que indica la
capacidad de autorreflexión sobre la experiencia propia, lo que permite una valoración más objetiva
y realista de las acciones.

B.2: Escalas activadoras:


Incremento en la escala 4: implica aspectos de falla en el control de los impulsos.
Incremento en la escala 6: implica las descargas agresivas.
Incremento en la escala 8: caracteriza la reducción del contacto con la realidad que puede favorecer
la expresión de conductas caóticas.
Incremento en la escala 9: puede incrementar la importancia de las escalas que señalan la falla en
el control de los impulsos.
Disminución en la escala 0: los elementos de reducción en la capacidad de autorreflexión que limitan
la posibilidad de anticipar las consecuencias de las acciones.

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II.- INTEGRACIÓN DE LOS DATOS DEL MMPI (Rivera, 1987)
1. Las características de la actitud del sujeto, hacia los reactivos del inventario que, al ser
autodescriptivo, se puede entender como elementos que maneja el sujeto del reconocimiento de sí
mismo. Estas características pueden obtenerse de la relación entre las escalas L, F y K.

2. Algunos de los elementos del uso de la dotación intelectual, en cuanto a la resolución de los
problemas. Este aspecto pudiera observarse en la relación que guarda la escala K con respecto a las
L y F.

3. Características esenciales del estado afectivo, para la que sería conveniente observar el nivel en
el cual se encuentran las escalas 2, 3, 6, 8 y 9. En relación a esto se puede pensar que la:
Escala 2: se asocia con elementos depresivos, de tristeza y pesimismo.
Escala 3: características histriónicas que hacen evidente la labilidad afectiva.
Escala 6: con elementos de enojo y agresión hacia el ambiente.
Escala 8: con dificultades para el reconocimiento y expresión de los afectos y emociones.
Escala 9: con un tono afectivo más bien eufórico.

4. Los elementos principales de los problemas que la persona reconoce en sí misma, lo cual puede
observarse a través de las características de las escalas “pico”.

5. Las características generales de la calidad de las relaciones interpersonales, se pueden explorar


mediante los niveles de las escalas 3, 4, 6 y 8, principalmente.
Escala 3: permite observar elementos de dependencia en la relación.
Escala 4: indica la dificultad de la persona para establecer un compromiso afectivo profundo con
otros, por lo que las relaciones pueden ser muy superficiales.
Escala 6: indica la presencia de un importante nivel de hostilidad y agresión en la relación
interpersonal.
Escala 9: permite inferir la tendencia a aislarse del grupo social.
Sin embargo, en este punto es conveniente tener en cuenta, que todas las escalas de la prueba
pueden aportar datos acerca de las relaciones interpersonales del sujeto.

6. Las características de demanda y control del afecto, pueden explorarse mediante la relación entre
las escalas 3, 4, 6 y 8.
Escala 3: permite observar un tipo de demanda infantil, con poca tolerancia a la frustración y con
una reducida capacidad para postergar la gratificación inmediata de las necesidades.
Escala 4: permite observar dificultades en el control de los impulsos, por lo que la demanda tampoco
acepta postergación y, al no tolerarse la frustración, se exige una satisfacción que cubra esta
necesidad.
Escala 6: implica elementos de tipo impulsivo en la experiencia de destructividad y el enojo.
Escala 8: permite inferir los elementos de tipo caótico al estar en riesgo de romperse el contacto
con la realidad, por lo que la expresión de los impulsos y las emociones pueden ser muy
desorganizadas.

7. Los elementos de la capacidad de insight, pueden ser observados mediante los niveles y la
relación que guardan las escalas K, 2, 7 y 8.
La expectativa teórica es que las cuatro escalas se encuentren en un nivel cercano a T 70, pero no
superior a éste, para poder inferir una capacidad de insight adecuada para el proceso terapéutico.

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8. Algunas características generales de los mecanismos de defensa más utilizados por la persona.
Este aspecto puede explorarse en los niveles que se encuentran en las escalas 3, 6, 7 y 8.
Escala 3: está en relación con el uso de los mecanismos de defensa del tipo de represión y
desplazamiento.
Escala 6: elevada hace evidente algunos mecanismos defensivos como la proyección.
Escalas 7 y 8 combinadas: permiten inferir mecanismos de defensa como la racionalización y la
anulación. Estas dos escalas combinadas en relación con K muy elevada, se puede hablar de
intelectualización.
Escala 8: puede indicar el uso de los mecanismos de defensa de negación y la evasión (fuga a la
fantasía).

9. Algunos elementos del pronóstico en psicoterapia, el cual debe ser considerado, principalmente,
por el tipo de problemática de la persona y su capacidad de insight. En este punto, se puede hablar
de un mejor pronóstico, en la medida en que las escalas K, 7 y 0, tienden a aparecer elevadas junto
con las escalas que hagan referencia a la problemática del sujeto y a la severidad con que ésta se
presenta.

PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN DE LAS DISTORSIONES DE RESPUESTAS MEDIANTE EL MMPI-2


(BASADO EN GREENE, 1997)

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III.- REGLAS PARA LA CLASIFICACIÓN DE PERFILES EN GRADOS DE PSICOPATOLOGÍA EN BASE AL
MMPI (Rivera, 1987)

Grado 01 de psicopatología, perfiles que indican una alteración grave de la personalidad (sin
importar de que tipo):
a) Cualquier escala, con excepción de la escala 5, está localizada en T 80 o por arriba.
b) Que por lo menos cuatro (4) escalas clínicas, con excepción de la escala 5, están localizadas en T
70 o por arriba.
c) Que por lo menos cuatro (4) escalas clínicas sean inferiores a T 30.

Grado 02 de psicopatología, perfiles que indican alteraciones importantes, pero no tan grave:
a) Que por lo menos una de las escalas 1, 2 ó 3 esté localizada en T 70 y cualquiera otra escala clínica
de la misma sea superior a T 65 (tríada neurótica)
b) Que se encuentre alguna de las siguientes combinaciones con una escala T 70 y la otra T 65: 72,
74, 76, 78, 92 ó 94.
c) Que alguna de las escalas clínicas sea superior a T 70 y cualquier otra sea inferior a T 30,
exceptuando la escala 5.
d) Que tres (3) escalas clínicas estén por arriba de T 70 (Aun cuando no constituyan una combinación
significativa)
e) Que por lo menos una de las escalas 2, 4, 6 u 8 esté por arriba de T 70 y que en cualquier otra
escala clínica esté localizada por arriba de T 65, con excepción de la escala 5.

Grado 03 de psicopatología, perfiles que indican indicios de alteraciones, en base a la acentuación


de algunas características de la personalidad:
a) Que por lo menos una de las escalas 2, 4, 6, 7 u 8 esté en T 70 o por arriba hasta llegar a T 80 y
cualquier otra escala (1, 3, 5, 9 o 0) esté en T 60 o por arriba
b) Que por lo menos dos (2) de las escalas 1, 3, 7 ó 9 esté en T 40 y la escala 4 ó en la escala 6 se
localicen también por debajo de T 40.
c) Que la escala 5 para hombres sea menor a T 40 y para mujeres, mayor a T 70.
d) Que tres (3) de las escalas clínicas estén localizadas entre T 31 y T 40.
e) Que algunas de las escalas clínicas sea inferior a T 30.
f) Que dos (2) de las escalas clínicas sean superiores a T 70 aunque no constituyan una combinación
significativa.

Grado 04 de psicopatología, perfiles que pudieran ser “normales”:


a) Que todas las escalas clínicas, a excepción de la escala 5, estén localizadas entre T 40 y T 65.
b) Que la escala 5 no siga el patrón establecido en la regla “c” para el grado 03. Es decir, masculino
menor a T 40 y femenino mayor a T 70.

De acuerdo a Gómez-Maqueo y León (2003); Sánchez et al, (2003), Jiménez et al, (2004); se
considera que una puntuación T 65 es la puntuación de corte a partir de la cual se indica
psicopatología de las distintas escalas: clínicas, de contenido, suplementarias, reestructuradas, y
subescalas. En el MMPI original se consideraba que una puntuación indicaba psicopatología a partir
de T 70. Es decir, que el punto de corte para la interpretación clínica pasó de T 70, en el MMPI, a T
65, en el MMPI-2.

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Se consideraran elevaciones considerables las que se encuentran entre T 66 y 75, y muy marcadas
aquellas que tienen un nivel de T 76 0 más. Mientras más alta es la puntuación T en una escala, más
probable es que se le apliquen a un individuo los indicadores que se mencionan como
correspondientes a cada una de las escalas que a continuación se describirán.

Para Butcher et al (2009) “en la interpretación clínica, es importante entender los elementos
sintomáticos principales del paciente (p. ej., ansiedad, depresión o deterioro cognitivo) para obtener
un panorama de su estado emocional actual. Determínese en qué escalas clínicas o tipos de código
se enfocará el informe. El terapeuta no da interpretaciones para todas las ocho escalas clínicas sino
solamente para las más notables o las más importantes para describir los problemas del paciente.
Se siguen muchos pasos para seleccionar cuál de las posibles escalas clínicas elevadas se
interpretará. Primero, es importante considerar la elevación de la escala y la configuración de las
escalas elevadas en el perfil que están en el rango clínico (T > 65). Luego, si más de una escala se
eleva en este rango, se les presta más atención. ¿Cuál es la configuración de los puntajes en el perfil?
¿Hay tipos de código interpretables? Después, es importante calcular la fiabilidad de estas
mediciones para la evaluación por medio de examinar la definición de la escala. ¿La definición del
perfil es suficiente (p. ej., tener cinco puntuaciones que separan la siguiente escala) como para que
se la considere estable o confiable con el paso del tiempo?

- Bríndese una clara descripción de los síntomas expresados por el paciente en el


momento del modo en que se reflejan en las escalas del MMPI-2 prominentes. Por
ejemplo: ¿la persona está deprimida (elevaciones en la escala D o DEP > 65 T), delusional
(elevaciones en Sc > 75 T o BIZ > 65 T) o ansioso (elevación en Pt o ANX > 65 T)?

- Describa el funcionamiento de la personalidad del paciente que podría influenciar en


las elevaciones del perfil. Por ejemplo: ¿el paciente es extrovertido (de acuerdo con las
elevaciones en la escala de Si), la persona tiene un estilo de vida impulsivo (las Pd y/o
Ma elevados) o la persona es obsesivo-compulsiva al aproximarse a las tareas o
situaciones (elevaciones en Pt u OBS)? ¿Cuáles son los problemas sintomáticos mayores
que se presentan en las respuestas al MMPI-2 del paciente? ¿Qué temas de contenido
(como lo resumen las escalas de contenido y las escalas componentes de contenido)
pueden verse como representaciones de las preocupaciones principales del paciente?
¿Estas expresiones de síntomas coinciden con la información obtenida en otra prueba
o entrevista? ¿Hay “ítems fundamentales” particulares que necesitan abordarse? Por
ejemplo: ¿cómo ha respondido el paciente a los ítems sobre suicidio?

- Inclúyase una evaluación del grado de desajuste psicológico de acuerdo con el MMPI-2.
¿Hay problemas de personalidad o psicológicos que se reflejen en los perfiles? ¿Se
consideraría que esta persona tiene trastorno de ajuste psicológico? ¿Qué tan graves
serían los problemas psicológicos de acuerdo con las elevaciones del MMPI-2? ¿Las
hipótesis derivadas de los resultados del MMPI-2 encajan en el patrón de personalidad
y en la información diagnóstica obtenida en otros resultados de evaluaciones tales
como la entrevista o un historial?

IV.- INTERPRETACIÓN DEL MMPI:


IV.A.- ESCALAS DE VALIDEZ: DISTORSIONES DE RESPUESTA
Detección de omisiones o respuestas erróneas

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Una vez que el MMPI-2 ha sido adecuadamente cumplimentado, el primer paso en la valoración de
las distorsiones de respuesta es detectar el número de omisiones o respuestas erróneas que el
sujeto evaluado haya podido cometer, a través de la Escala de Interrogantes (?). Al ser una prueba
larga, es frecuente que la mayoría de los individuos, presenten psicopatología o no, dejen de
responder a algunos ítems o marquen ambas respuestas, verdadero y falso, erróneamente. De
hecho, Greene (1997) ha estimado que el rango esperable de omisiones suele encontrarse entre 1-
15 para sujetos normales y 0-20 para pacientes psicopatológicos. En general, se considera que el
protocolo de administración quedaría invalidado si el individuo deja sin contestar 30 ó más ítems
dentro de los primeros 370; si estas omisiones se producen a partir del ítem 370, pueden
interpretarse las escalas clínicas básicas y las escalas de validez, pero no el resto de las escalas. Se
considera que la omisión excesiva de ítems suele estar relacionada con patrones de defensividad,
indecisión, descuido, fatiga o incapacidad para leer y comprender el contenido de los ítems (Butcher
y Williams, 1992; Graham, 1993).

Escala L (Mentira):
Descripción: Índice de auto imagen positiva. Interpretación: Imagen altamente positiva de si en
cuanto a conductas y normas personales.

Algunas personas, por ingenuidad psicológica, baja escolarización o por deseabilidad social,
tienden a mostrar una “buena imagen de sí mismos”, ocultando información significativa u
omitiendo síntomas. Estas tendencias son usuales en el ámbito laboral por ejemplo; en contexto de
selección de personal es esperable que los individuos omitan cierta información no “políticamente
correcta” y muestren características de idoneidad y eficiencia. Según Butcher (1999), el MMPI-2
contiene una medida L, que se diseñó para detectar este patrón de invalidación en los casos donde
los pacientes tienden a exagerar sus virtudes y afirman, de manera poco realista, que poseen
normas morales más elevadas que las demás personas.

Las grandes elevaciones en L (T> 75) reflejan las siguientes interpretaciones posibles: distorsión
consciente de los reactivos, elevada necesidad de verse a sí mismo como extremadamente
virtuoso, adaptación rígida de la personalidad, o una tendencia a utilizar la negación y represión
en grado extremo. Las personas que son sumamente religiosas podrían obtener alguna elevación
en esta escala porque, de hecho, poseen dichas cualidades. “La escala L se ha investigado y
explorado con amplitud en una variedad de contextos clínicos. Cuando L se eleva por encima de
T65 es probable que el paciente esté presentando un patrón no creíble y sumamente virtuoso de
respuestas para evitar la revelación de problemas”
(Butcher, 1999).

Recordemos que en algunos cuadros psicopatológicos, como las psicosis narcisistas o neurosis muy
graves, pueden llegar a presentar un juicio alterado de la realidad (alteración del sí mismo o de los
objetos, por medio de una idealización extrema).

Confirmaremos dichas tendencias por medio de las escalas clínicas y el resto de la información
obtenida por medio de las demás técnicas que conforman nuestra batería psicoevaluativa.

Escala F (Infrecuencia):
Descripción: Índice de exageración de síntomas, primera mitad del inventario. Interpretación:
Exageración de síntomas en puntuaciones muy altas, posible invalidación del protocolo, intento por
obtener atención.

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La escala F para detectar las respuestas que exageran síntomas. Los sujetos que pretenden exagerar
sus síntomas y presentar alteraciones en su salud mental, suelen obtener puntuaciones muy altas
en estos reactivos (T>110, resultando un perfil invalido). Los protocolos con grandes elevaciones
T>90 son “cuestionables”, ya que el perfil denota un malestar psicológico importante, la presencia
de síntomas clínicos significativos o nos podría indicar que la persona exagera síntomas
(confirmaremos si creemos que puede tener la “necesidad de mentir” con la información clínica que
obtuvimos por medio de otras pruebas). Podría inferirse también, en algunos casos, un estado de
vulnerabilidad psicológica o crisis (confirmaremos también con la información clínica del caso).

Según Butcher (1999), las personas evaluadas que exageran su patrón de dolencias tienden a
responder demasiado a estos reactivos extremos en dirección patológica. F también es sensible a
las respuestas no orientadas hacia el contenido, como cuando se responde de manera descuidada
sin atender al contenido de los reactivos, por ejemplo, hacerlo de manera aleatoria. En la escala F,
la cual contiene 60 reactivos, el desempeño aleatorio produciría puntuaciones de F sumamente
elevadas.

Recordemos que aquellas puntuaciones que rondan los valores medios (T>60), nos están indicando
un perfil VALIDO, lo que nos permite inferir que la persona tuvo un acercamiento adecuado a la
prueba.

Escala K (Corrección): Puntuaciones K elevadas están asociadas a niveles socioeconómicos y


culturales altos. Franja óptima de respuesta la comprendida entre T 41 y T 70.

Combinación de las escalas de validez:

En el contexto laboral (Fernández, 1.999): L elevada y F baja indica que la persona quiere ser
seleccionada y mantener su cargo, distorsionando -aunque no necesariamente de manera
consciente- sus respuestas.

L y K elevadas y F disminuida, en selección indica que la persona intenta dar una imagen favorable,
carente de dificultades y problemas y con capacidad para afrontarlos con eficacia. Intenta mostrar
recursos yoicos, adaptación a lo que se supone se espera de él y niega quejas físicas o psíquicas ni
la ocurrencia de tensión psicológica (Fernández, 1.999). En los casos de custodia de niños y
adopciones la persona, probablemente se mostrará defensiva en las respuestas mostrándose
excesivamente virtuosa, Butcher (1.989, citado por Ferrante en 1.999, pp 324-325). “En un perfil
defensivo la persona está intentando presentar una imagen favorable de sí misma o de su
funcionamiento, por lo que las puntuaciones T de las escalas clínicas entre 60 y 65 podrán ser
consideradas como significativas. Si todas las escalas clínicas de un perfil defensivo se encuentran
por debajo de T 60, el perfil no provee información útil sobre el sujeto. No se puede decir si tal perfil
es indicativo de un buen ajuste del sujeto motivado para presentarse aún mejor ajustado, o de un
pobre ajuste de quien está intentando presentarse como bien ajustado. Ferrante (1999, pág. 326).
- F elevada denota incapacidad para evitar aparecer vulnerable y conflictivo. Esta persona es
incapaz de reaccionar con integridad yoica y eficacia ante circunstancias de presión.
- L elevada por encima de F y K indica una necesidad por aparecer convencional, es un intento
de dar la mejor imagen posible para obtener el puesto.

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- K sobre L y F sugiere una mayor capacidad para el afrontamiento de situaciones
problemáticas sin apoyo externo, con alguna resistencia para aceptar otros puntos de vista
acerca de ellas.
- F elevada, L y K muy reducidas, acompañadas de una o más escalas clínicas sobre T 75 es
indicador bastante fuerte de la posible existencia de psicopatología perturbadora del
rendimiento laboral.

Configuración de las Escalas de Validez

Fb (F back) Fp (F posterior)
Descripción: Índice de exageración de síntomas, segunda mitad del inventario. Interpretación:
Exageración de síntomas en puntuaciones muy altas, posible invalidación del protocolo, intento por
obtener atención.
Se desarrolló igual que la escala F original, recogiendo los ítems que presentaban una frecuencia de
respuesta muy baja en una determinada dirección (< 10% de sujetos). Índice de exageración de
síntomas, segunda mitad del inventario.

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Formada por 40 ítems que aparecen después de los de la escala F (después del 370), por lo que
permite identificar los protocolos en los que el sujeto ha dejado de prestar atención a los ítems y ha
cambiado a un patrón de respuestas al azar.
Puede considerarse una prueba de la validez del protocolo, sobre todo para las escalas de contenido
y suplementarias.

Fp > 110 Muy alto prueba invalida.


Puntuaciones altas Fp 91-109 puede indicar que se ha respondido al azar o todo falso, que se intenta
ofrecer una mala imagen de sí mismo, exagerar los problemas, confusión, problemas
psicopatológicos. Dificultades de comprensión verbal. Respuesta al azar. Psicopatología severa.
Distractibilidad o cansancio Fatiga.
Fp > 90 Perfil cuestionable. Fuentes de elevación: Cansancio, y pudo haber empezado a contestar
al azar. Se pudo confundir. Posibilidades de interpretación: Posible patología, si otras escalas
relacionadas son válidas.
Fp < 89 válido. Si tanto la F como la Fp están debajo de 89 se puede interpretar todas las escalas,
las básicas, las de contenido y las suplementarias.
Relación de Fp con otras escalas:
- Si la F y la Fp están arriba de 110 la prueba no es válida y NO se interpreta. cambio, si F
es válida, pero Fb supera los T 110, solo se podrá interpretar las escalas básicas pero no

- interpretarse las escalas de contenido ni las suplementarias, ya que sus ítems se


distribuyen en la última parte del inventario.

Escala F Psicopatológica [F(p)]


Descripción: Índice de endoso de síntomas extremos propios de población psiquiátrica.
Interpretación: Exageración de síntomas al punto de endosar experiencias patológicas que ni
pacientes ingresados tienden a endosar. La escala F Psicopatológica o F(p) (Arbisi y Ben-Porath,
1995) fue creada como una medida de validez adicional para explicar más específicamente las
elevaciones encontradas en la escala F de validez del MMPI-2. De hecho, Arbisi y Ben-Porath (1995)
sugieren que cuando F y F(p) presentan puntuaciones elevadas, es más probable atribuir con mayor
seguridad dichas elevaciones a un patrón de simulación de respuestas que a la existencia de
psicopatología real severa, especialmente si las escalas VRIN y TRIN no están elevadas
significativamente. En este sentido, considerar conjuntamente las escalas F y F(p) resultaría más
eficaz para discriminar entre grupos con psicopatología genuina de grupos de simuladores que la
escala F por sí sola (Bury y Bagby, 2002; Rothke, Friedman, Jaffe, Greene, Wetter, Cole y Baker, 2000;
Storm y Graham, 2000; Strong, Greene y Schinka, 2000).

FBS (Fake Bad Scale)


Descripción: Índice de endoso de síntomas de discapacidad identificados en relación a aptitud para
empleo. Interpretación: Exageración de síntomas en situaciones donde se intenta evadir
responsabilidades de empleo regular.
La escala FBS (Less-Haley, English y Glenn, 1991) se diseñó específicamente con el fin de ayudar a
detectar simulación de quejas somáticas en el ámbito forense.
Incluye ítems referidos a síntomas somáticos, alteración del sueño, síntomas relacionados con
tensión y estrés, falta de energía o anhedonia, etc. Aunque recibió cierto volumen de investigación
como posible escala para detección de simulación durante la década de los noventa, recientes
estudios desaconsejan utilizarla como escala para detectar patrones de simulación, señalando más

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bien que se trataría de una escala que evalúa la tendencia a la expresión de sintomatología
psicopatológica severa, centrada en los aspectos más somáticos, y distrés emocional (Butcher,
Arbisi, Atlis y McNulty, 2003).

Escala S
Descripción: Índice de auto presentación superlativa. Está compuesta por un total de 50 ítems.
Interpretación: Tendencia a la auto presentación exageradamente positiva y socialmente aceptable.
La escala Superlativa o escala S (Butcher y Han, 1995) fue diseñada para detectar individuos que se
presentan a sí mismos de manera superlativa, potenciando exageradamente los aspectos positivos
de sí mismos. De hecho, correlaciona positiva y significativamente con la escala K de validez (Greene,
1997), ofreciendo información adicional sobre la tendencia a ofrecer una imagen favorable de uno
mismo, disimulando u ocultando síntomas o problemática psicopatológica; en este sentido, Butcher
(2005) sugiere que cuando la escala S presente puntuaciones típicas superiores a 70 se considere la
posibilidad de existencia de un patrón defensivo de respuestas.

Las altas puntuaciones directas de la Escala Superlativa (S) de Butcher y Han (1995) identifican, de
manera significativa, a las personas que intentan ofrecer una imagen favorable de sí mismo,
mostrándose extremadamente virtuosas, equilibradas y altamente ajustadas psicológicamente. Las
puntuaciones elevadas obtenidas en la escala S son ofrecidas por personas no realistas, que
informan positivamente de sí mismo, muy bien equilibrados psicológicamente y sin problemas.

La escala S añadida a las escalas L y K pueden discriminar entre personas que contestan a la prueba
de forma honesta y sincera de aquellas que contestan de una forma pretendidamente perfecta y
bien ajustada psicológicamente.

La temática abordada por la Escala S se encuentra referida por una benévola creencia en la virtud,
en el honor y la nobleza de los demás, en la satisfacción con la propia vida y sus avatares e incluso
de la serenidad, conformidad y ausencia de irritabilidad ante los eventos teóricamente estresantes
para la mayoría de los individuos.

Tres zonas fundamentales la existencia de fingimiento


• Zona de inconsistencia y/o fingimiento negativo significativo: puntuaciones T = 65
• Zona de normalidad: puntuaciones entre T 35 - T 65.
• Zona de fingimiento positivo: significativo: Puntuaciones T = 35.

IV.B.- VALORACIÓN DE LA FIABILIDAD DE LAS RESPUESTAS


La valoración de la fiabilidad de las respuestas pretende explorar la existencia o no de patrones de
respuesta distorsionados que dificulten la adecuada interpretación clínica del MMPI-2.
Básicamente, existen dos tipos de patrones a considerar en este apartado:
Distintos tipos de distorsión de respuestas podemos encontrar los siguientes (Baer, Rinaldo y Berry,
2003):

1.- SIMULACIÓN (o estilos de respuesta sobredimensionados - Faking bad o malingering): según la


A.P.A. Es la fabricación o gran exageración consciente e intencional de síntomas físicos y/o
psicológicos. Finge estar mal.

Estilos de respuesta sobredimensionados. El sujeto intenta deliberadamente crear la impresión de


tener alguna alteración o deterioro mediante la exageración o fabricación de síntomas, problemas

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y maximizando las características negativas de sí mismo. Implica un grado de psicopatología y existe
una motivación psicológica para asumir el papel de enfermo para obtener incentivos externos como:
escapar de una condena criminal u obtener algún beneficio.

1.a.-Las escalas de infrecuencia (F y Fb) han demostrado su utilidad para identificar eficazmente
individuos que pretenden presentarse de forma poco favorable (mala imagen), simulando o
sobredimensionando deliberadamente síntomas psicopatológicos (Bury y Bagby, 2002; Elhai,
Naifeh, Zucker, Gold, Deitsch y Frueh, 2004; Graham, Watts y Timbrook, 1991; Nicholson, Mouton,
Bagby, Buis, Peterson y Buidas, 1997; Strong, Greene y Schinka, 2000). De hecho, estas escalas
contienen ítems seleccionados para detectar estilos de respuestas atípicos o inusuales, ya que el
contenido de sus ítems está centrado en síntomas extravagantes o inusuales de psicopatología
severa (Nichols, 2001). Como acertadamente indica Greene (1997), las puntuaciones altas en estas
escalas pueden deberse a la existencia de estilos de respuesta inconsistente (tal y como vimos en el
apartado anterior), a la presencia de psicopatología real severa, o bien a un patrón de simulación
de respuestas, lo que en definitiva, sobredimensionará las puntuaciones de las escalas clínicas
básicas del MMPI-2; mientras que las puntuaciones bajas suelen asociarse a la ausencia de
psicopatología real, o bien a patrones de defensividad, infradimensionando las puntuaciones
obtenidas en las escalas clínicas básicas del MMPI-2. Respecto a los patrones de "mala imagen" o
sobredimensionados, Butcher (2005) recomienda considerar la existencia de simulación, o
exageración deliberada de síntomas, cuando F y/o Fb muestren puntuaciones T mayores de 100 y
VRIN sea menor o igual a 79.

1.b.- Índice de simulación F – K. Desarrollado por Gough (1950) es una medida de la simulación en
las respuestas o de la atribución de un número excesivo de problemas. Este índice se obtiene
substrayendo la puntuación directa de la Escala K de validez respecto de la puntuación directa de la
escala F de validez (F menos K). Esta diferencia puede servir como un indicador útil para detectar
perfiles de individuos que fingían sentirse mal. Si el índice es positivo a partir de un determinado
punto de corte, el sujeto evidenciaría una tendencia a la exageración deliberada de síntomas (fake
bad o mal simulador); si el índice es negativo a partir de un determinado punto de corte, el individuo
mostraría una tendencia a la negación o encubrimiento de síntomas – defensividad (fake good o
buen simulador).
- Si el resultado de F - K es negativo y grande, (-15 puntos brutos) es posible que se encuentre
presente una actitud relacionada con FINGIR ESTAR BIEN.

- Gough (1950) y Meehl (1951) encontraron que si el resultado de F – K es positivo y grande (11
puntos brutos) es posible que encontremos en la persona una actitud vinculada con FINGIRSE ESTAR
MAL, estar simulando un desorden o tiene una percepción excesiva de problemas psicológicos.
Carson (1969) señaló que una puntuación de 11 o mayor produce una identificación más precisa.

- Siempre que F > K se puede considerar la posibilidad de que se haya “fingido estar mal”; cuanto
mayor sea la diferencia, mayor es la probabilidad de que sea así.

Uno de los problemas del índice F-K es que no existe consenso entre los diversos autores en relación
a los puntos de corte definitivos recomendados para clasificar eficazmente a individuos simuladores
de individuos que no lo son, ya que dichos puntos de corte dependen en gran medida de las
muestras utilizadas en su obtención. De hecho, la literatura científica señala puntos de corte
recomendados para exageración de síntomas que oscilan entre +6 y +27 y entre -11 y -20 para el
encubrimiento o negación de síntomas, siempre en muestras norteamericanas (ver Butcher y

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Williams, 1992; Greene, 1997; Meyers, Millis y Volkert, 2002; Nichols, 2001; Pope Butcher y Seelen,
1993). Respecto al uso del índice F-K en nuestro país, se han calculado específicamente los puntos
de corte estimados para exageración y encubrimiento de síntomas tanto para el MMPI-2 (González
Ordi y Gómez Segura, 2002) como para el MMPI-A (González Ordi, 2005) en base a las muestras de
referencia que sirvieron para la adaptación española de ambas pruebas.

A pesar de que investigaciones recientes sugieren que no es más eficaz en la detección de simulación
que la escala F por sí sola (Bury y Bagby, 2002; Butcher, 2005; Nicholson et al. , 1997), este indicador
es suficientemente sensible a la detección de la exageración de síntomas (de hecho se comporta
mucho mejor que con la evaluación del encubrimiento o negación de síntomas según Nichols, 2001)
como para que merezca la pena seguir teniéndolo en cuenta como información adicional en la
detección de simulación, porque además correlaciona positiva y significativamente con
instrumentos de evaluación de la simulación mediante autoinforme de última generación, como es
el caso del SIMS - Structured Inventory of Malingered Symptomatology (Widows y Smith, 2005) y
sigue teniendo un uso extendido en el ámbito de la evaluación forense como ayuda en la detección
de la exageración deliberada de sintomatología psicopatológica (Ben-Porath, Graham, Hall,
Hirschman y Zaragoza, 1995; González Ordi y Gancedo Rojí, 1999).

2.- DEFENSIVIDAD (o estilos de respuesta infra-dimensionados) es el polo opuesto de la simulación


y se la entiende como la negación o minimización consciente e intencional de síntomas físicos y/o
psicológicos. La persona finge estar bien. Puede estará presente cuando una persona es evaluada
por un caso de adopción (Ferrante, 1.999).
Estilos de respuesta infra-dimensionados, defensividad, deseabilidad social o disimulación (faking
good), cuando el sujeto pretende deliberadamente presentar una impresión favorable de sí mismo,
soslayando, negando o encubriendo síntomas, problemas y destacando sus características positivas.
La presencia de simulación y defensividad no puede ser tomada como una evidencia de la presencia
o ausencia de psicopatología.

Estilos de respuesta infra-dimensionados


Los índices del MMPI-2 más ampliamente utilizados para valorar patrones infra-dimensionados de
respuesta son las escalas L y K (Baer y Miller, 2002).

2.1 La escala de Mentiras, escala L, consiste en quince ítems seleccionados con el fin de identificar
a individuos que tratan deliberadamente de mostrar un patrón defensivo de respuestas en el
sentido de ocultar aquellos aspectos más negativos de su personalidad, especialmente si se
obtienen puntuaciones T por encima de 66 (Butcher, 2005). Las puntuaciones T entre 60 y 65
reflejarían un intento del individuo por mostrar una imagen lo más favorable posible de sí mismo
(disimulando problemas de ajuste personal o a la realidad), incapacidad para admitir las
transgresiones morales más leves y un excesivo sentido de la virtud y la moralidad (Butcher y
Williams, 1992; Graham, 1993).

2.2 La escala K fue desarrollada como una medida de defensividad y como un factor corrector de la
tendencia de los individuos a negar la existencia de problemas psicopatológicos (Butcher, 2005).
Como factor corrector, se aplica en diferentes valores a las escalas clínicas básicas Hs, Pd, Pt, Sc y
Ma para ajustar su puntuación final. Como escala de validez independiente, cuando K presenta
puntuaciones T entre 60 y 69 refleja la tendencia del individuo por mostrar una imagen favorable
de sí mismo, minimizando su problemática en lo posible; cuando K presenta puntuaciones T igual o

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superiores a 70, es factible considerar que el individuo presente un patrón defensivo de respuestas
(Butcher y Williams, 1992; Pope. Butcher y Seelen, 1993).

2.3 Finalmente, también el índice F-K puede resultar útil como información adicional respecto a la
tendencia del individuo a infra-dimensionar sus respuestas en el MMPI-2, tal y como ya se señaló
anteriormente.

Es importante hacer notar en este punto que, mientras que las escalas diseñadas para explorar la
tendencia a sobredimensionar las respuestas en el MMPI-2 (F, Fb, índice F-K positivo) han gozado
de un mayor interés investigador y cuentan con un mayor respaldo empírico en cuanto a su eficacia
para detectar la exageración deliberada de síntomas psicopatológicos y clasificar correctamente a
los llamados "malos simuladores" de los no simuladores, las escalas diseñadas para detectar la
tendencia a ofrecer una imagen favorable de uno mismo, disimulando u ocultando síntomas o
problemática psicopatológica (L, K, índice F-K negativo) no presentan un apoyo empírico tan
unánime y generalizado, y es necesario un mayor esfuerzo investigador en este sentido (ver Baer y
Miller, 2002).

• De una simple mirada a la Hoja de Perfil, pudiéramos apreciar que todas las puntuaciones de la
parte superior del perfil (> 65T) fueran indicadoras de "fingimiento negativo" y/o consistencia sus
respuestas, por el que el sujeto ha intentado mostrarse de una forma negativa (mala imagen,
exagerando su sintomatología, hacerse el enfermo, etc.).
• Igualmente, todas las puntuaciones de la parte inferior del perfil (<40T) fueran indicadoras de
"fingimiento positivo" y/o consistencia en sus respuestas, (buena imagen, ajustado y equilibrado
psicológicamente, minimizando su sintomatología, defensividad, etc.).
•Todas aquellas puntuaciones que se encontraran entre estos dos "puntos de corte", pudiéramos
considerar como de "normalidad" en la que el sujeto ha contestado de una forma coherente,
honesta y fiable.

IV.C.- VALORACIÓN DE LA CONSISTENCIA DE LAS RESPUESTAS


Una vez que hemos confirmado que el número de omisiones e ítems erróneamente respondidos se
encuentran dentro de los límites aceptables asegurar la validez del protocolo, la siguiente fase en la
valoración de las distorsiones de respuesta en el MMPI-2 es estudiar si el sujeto evaluado ha
respondido consistentemente a los ítems de la prueba. El sujeto puede responder
inconsistentemente a los ítems de varias maneras:
1) contestando preferentemente "verdadero" (aquiescencia),
2) contestando preferentemente "falso" (no aquiescencia) o
3) simplemente respondiendo de forma aleatoria.
Los perfiles distorsionados que se obtienen en el MMPI-2 cuando se producen estas tres formas de
respuesta inconsistente pueden verse en la Figura 1.

1.- Una de las escalas más sensibles del MMPI-2 para detectar patrones de respuesta inconsistente
es la Escala de Infrecuencia o escala F (Clark, Gironda y Young, 2003; Sewell y Rogers, 1994), que
como puede apreciarse en la Figura 1, aparece inusualmente elevada (por encima del punto de corte
normativo T=65) para las tres formas de respuesta inconsistente. La Escala F, y su homónima la
Escala F posterior (Fb), son escalas diseñadas para detectar respuestas infrecuentes o respuestas
que responderían afirmativamente menos de un 10% de la población normativa; en este sentido,
las puntuaciones altas en F y Fb (T 65) indicarían una desviación significativa de los patrones
normativos y preponderancia de estilos de respuesta no convencionales (Nichols, 2001).

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Una vez confirmada la elevación significativa de la Escala F, resta averiguar cuál es la dirección del
patrón de respuestas inconsistentes. Las Escalas TRIN (INVER) y VRIN resultan de gran utilidad para
discriminar las características del supuesto patrón inconsistente de respuesta.

2.- TRIN (True Response Consistency Scale) = (Inconsistencia de respuestas verdadero = INVER).
Descripción: Índice de sesgo cierto o falso. Interpretación: Uso de tendencia exagerada a contestar
cierto o falso endosando o negando, respectivamente, problemas emocionales con potencial de
invalidar el protocolo.

Relación de TRIN (INVER) con otras escalas:


Alto 80 o más Complementa la F, L, K. Si la F está muy elevada y la INVAR e INVER también, el
instrumento No se puede interpretar. Pero si la F alta y la INVER no fuera alta: se tomaría la
interpretación de F alta (patología o esfuerzo por fingirla) ver interpretación.
Moderado 50 a 79 K alta e INVER promedio, se interpreta de acuerdo al contendido de K. Si la F alta
y la INVER no fuera alta: se tomaría la interpretación de F alta (patología o esfuerzo por fingirla) ver
interpretación.
Media menor a 50 Verificar:
- K evalúa falsos y puntuaciones bajas en INVER.
- K alta e INVER baja: respuestas en FALSO indiscriminadas.
Bajas menor a 40 K evalúa FALSOS y puntuaciones bajas en INVER. K alta e INVER baja: respuestas
en FALSO indiscriminadas.

3.-VRIN (Variable Response Consistency Scale) = (Inconsistencia variable de respuestas = INVAR).


Descripción: Índice de acercamiento inconsistente o aleatorio a la evaluación. Interpretación: Pobre
comprensión de los reactivos, falta de cooperación, descuido, posible trastorno severo.
Puntuaciones muy altas invalidan el protocolo.

La Escala VRIN (INVAR) Tendencia a responder en forma inconsistente a los reactivos de la prueba.
Sin embargo está diseñada para detectar específicamente estilos de respuesta aleatorios, no
consistentes con el contenido de los ítems. Efectivamente, en la Figura 1 puede apreciarse que VRIN
sólo aparece inusualmente elevada para el caso del perfil de respuesta "aleatorio", pero no en los
casos de "todo verdadero" y "todo falso". TRIN nos confirma que el sujeto ha respondido
descuidadamente a la prueba, sin reparar excesivamente en si su respuesta al contenido de los ítems
era consistente o no. La escala tiene reactivos que resultan inconsistentes a su contenido si son
contestados como: Falso -Falso, Falso -Verdadero, Verdadero-Falso, Verdadero-Verdadero. Cada
pareja tiene contenidos similares u opuestos.

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La Escala TRIN (INVER) está diseñada para detectar si existe un patrón distorsionado de respuestas
aquiescente (tendencia a contestar verdadero) o no-aquiescente (tendencia a contestar falso). El
perfil de respuestas de "todo verdadero" se caracteriza por elevaciones muy marcadas en la Escala
TRIN (INVER); mientras que en el perfil de respuestas "todo falso", TRIN (INVER) presenta
puntuaciones extremadamente bajas.

Evalúan la tendencia del sujeto a responder de forma inconsistente o contradictoria. Están formadas
por pares de ítems de contenido similar u opuesto. Tendencia a responder en forma inconsistente
a los reactivos de la prueba. La escala contiene pares de reactivos, que contestados ambos como
Falso o Verdadero resultan contradictorios en lo que respecta a su contenido.

Relación de VRIN (INVAR) con otras escalas:

VRIN (INVAR) Muy alto (95 o más) No mide ninguna característica de personalidad, sus reactivos
no están construidos para esto a diferencia de las escalas L, F y K. Complementa con F Alta e INVAR
Alto contesto al Azar, con descuido o confusión.

F Alta (76 – 94) pero VRIN (INVAR) no, la elevación de F puede deberse a la presencia de síntomas
o a que la persona fingió sentirse mal, pero no a que respondió al azar, o por descuido o por
confusión.

La escala VRIN (INVAR) puede ser de utilidad para valorar adecuadamente la escala F. Una elevación
de F en conjunción con puntaje moderado en VRIN permite descartar la respuesta al azar o estados
confusionales. Por el contrario, un puntaje aumentado de F con valores por encima de T 79 en VRIN
indica la invalidez del protocolo.

4.- Estilo de respuesta aleatorio, cuando el sujeto responde independientemente del contenido de
los ítems, debido a dificultades de lectura y/o compresión de los mismos, falta de cooperación,
descuido, falta de concentración o presencia de estados confusionales. Dentro de este apartado, la
"aquiescencia" y la "no-aquiescencia", reflejan la tendencia a responder indiscriminadamente
"verdadero" o "falso", respectivamente, sin considerar el contenido de los ítems a los que se está
respondiendo.

IV.D.- CRITERIOS PARA ACEPTAR UN PERFIL COMO VÁLIDO:


Criterios de Brenlla y Prado, (1.999), en Rivera (1.987)
1. ¿< 30: excepcionalmente se sobrepasa si se indica al sujeto que debe tratar de
responder a todos los ítems.
2. Que cualquiera de las escalas L, F, K ligeramente arriba de T 70. En discusión.
3. L: su valor crítico es de 6-7 puntos directos.
4. F: el valor crítico norteamericano es de 16 puntos. En España, México y en la Argentina
se pueden aceptar valores hasta 20 para la población general. Normalmente elevada en
pacientes psiquiátricos. Dalhstrom y Welsh (1960), F entre T 60 y 80 es producido por
pacientes psicóticos o severamente neuróticos.
5. K: una puntuación elevada no invalidará el perfil, pero suavizará mucho sus diferencias.
Se Por lo menos, una de las escalas cínicas está localizada entre T 45 y 55.
6. Índice F – K. Desarrollado por Gough (1950) es una medida de la simulación en las
respuestas o de la atribución de un número excesivo de problemas.

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7. Índice de Goldberg. Desarrollado por este autor en 1965, sirve para discriminar entre
perfiles neuróticos y psicóticos. Los perfiles neuróticos acostumbran a presentar
elevaciones en las escalas Hs, D, Hy y Pt. Mientras que los psicóticos se caracterizan por
presentar elevaciones en Pa, Sc, y Ma. IG = L + Pa + Sc – Hy – Pt
8. Si el resultado es > 45, sugiere un perfil psicótico. En caso de ser inferiores a 45 indican
un perfil neurótico. Solo a modo experimental.
9. pueden aceptar puntuaciones directas de 10-12 y hasta 15 (en sujetos normales). K > T
70 es frecuente entre universitarios.

PERFILES INVÁLIDOS:
1. Respuestas azarosas:
Escala F mayor a T 100
Escalas L y K, ambas en T 50 o un poco por encima.
Las escalas clínicas se caracterizan por una inclinación psicótica con un pico en la escala
8 y un sub-pico en la 6

2. Respuestas todas cierto:


Puntuación en la escala F muy elevada, por lo general fuera de la parte superior del
perfil.
Las escalas L y K por debajo de T 50.
Una inclinación positiva psicótica.

3. Respuestas todas falsas:


Elevaciones simultáneas en las tres escalas de validez (L, F y K)
Inclinación semejante a neurótica en las escalas clínicas.

4. Perfiles de respuesta distorsionada en el MMPI-2: “Todo Verdadero”, “Todo Falso” y


“Aleatorio” (en puntaciones T)
Perfil fingido mal:
Puntuación muy elevada en la escala F
Puntuaciones ligeramente por debajo de la media en las escalas L y F
Todas las escalas clínicas bastante elevadas, siendo las 6 y la 8 las más altas del perfil.

5. Perfil fingido bien:


o Configuración de las escalas de validez en forma de V.
o Elevaciones simultáneas en las escalas L y K.
o Puntuación en la escala F en un rango de T 40 – 50.
o Las escalas clínicas estarán en un rango de T 30 a 50, siendo la escala 5, con frecuencia,
la más alta.

V.- ¿CÓMO INTERPRETAR LAS ELEVACIONES DE LAS ESCALAS?


Con fines prácticos y de aprendizaje, vamos a sistematizar una manera tentativa de interpretar las
escalas clínicas básicas, según las distintas elevaciones:
- Puntajes T>75 Muy altos. En algunos casos son patrones muy altos, por lo que tenemos que
considerar si el sujeto exagera síntomas o, en el polo opuesto, presenta un malestar muy marcado
por lo que puede representar un pedido de ayuda.

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Perfiles de respuesta distorsionada en el MMPI-2: “Todo Verdadero”, “Todo Falso” y “Aleatorio”
(en puntuciones T)

Perfil fingido mal:


Puntuación muy elevada en la escala F
Puntuaciones ligeramente por debajo de la media en las escalas L y F
Todas las escalas clínicas bastante elevadas, siendo las 6 y la 8 las más altas del perfil.

Perfil fingido bien:


o Configuración de las escalas de validez en forma de V.
o Elevaciones simultáneas en las escalas L y K.
o Puntuación en la escala F en un rango de T 40 – 50.
o Las escalas clínicas estarán en un rango de T 30 a 50, siendo la escala 5, con frecuencia, la más
alta.

V.- ¿CÓMO INTERPRETAR LAS ELEVACIONES DE LAS ESCALAS?


Con fines prácticos y de aprendizaje, vamos a sistematizar una manera tentativa de interpretar las
escalas clínicas básicas, según las distintas elevaciones:
1. Puntajes T>75 Muy altos. En algunos casos son patrones muy altos, por lo que tenemos
que considerar si el sujeto exagera síntomas o, en el polo opuesto, presenta un malestar
muy marcado por lo que puede representar un pedido de ayuda.
2. Puntajes T=65 a 75: significativamente altos
3. Puntajes T=56 a 64: Moderados. Algunas escalas pueden presentar significación
diagnóstica.
4. Puntajes T=41 a 55: Medios. No poseen significación diagnóstica. Corresponden a
valores esperables en la población.
5. Puntajes T=40 a 50: Bajos. No poseen significación diagnóstica. (Observar la puntuación
de la escala L, en relación a si el sujeto pretende dar una buena imagen de si,
excesivamente virtuosa).
6. Puntajes T< 40. En general no se interpretan. Butcher (1999) menciona características
de personalidad, que podemos tomar como referencia para conocer aspectos de la
personalidad del evaluado. (Observar puntuación de la escala L, en relación a si el sujeto
pretende dar una buena imagen de si, excesivamente virtuosa).

El punto de corte para la interpretación clínica de las distintas variables o escalas clínicas, de
contenido, suplementarias, subescalas, pasó de 70T, en el MMPI, a 65T, en el MMPI-2. (Jiménez
et al, 2004; Sánchez et al, 2003))

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VI.- CODIFICACIÓN DE WELSH:

VII.A- ESCALAS CLÍNICAS

Las Escalas Clínicas del MMPI y MMPI-2 se desarrollaron de manera empírica, lo cual de acuerdo a
sus autores (McKinley & Hathaway, 1944/2000, citado en Butcher, Graham, Ben-Porath, Tellegen,
Dahlstrom, & Kaemmer, 2001) garantizaba que los reactivos de las escalas pudieran diferenciar
entre grupos clínicos y no clínicos. La selección de reactivos para cada escala se realizó no por su
contenido o en base a una teoría, sino por su capacidad de diferenciar, estadísticamente, entre
grupos. Sin embargo, es por esta característica que las mismas resultaron ser altamente
heterogéneas e inter correlacionadas (Graham, 2006; Tellegen, Ben-Porath, McNulty, Arbisi,
Graham, & Kaemmer, 2003).

VII.B- CLAVES PARA INTERPRETAR LOS TIPOS DE CÓDIGOS COMBINADO MÁS FRECUENTES
Recordemos que “la manera correcta de interpretar las escalas del MMPI-2, no es analizando escala
por escala, sino interpretando en base al código generado por las escalas clínicas significativas.
Obtenemos el código de interpretación, ordenando de mayor a menor las puntuaciones de las
escalas clínicas”. (Fernández, Herrero, Marconi, 2009)

1-2/2-1
Los pacientes con este tipo de código informan problemas somáticos y dolor, se quejan de sentirse
físicamente enfermos y están muy preocupados por su salud y funciones corporales. Informan
debilidad, fatiga, mareos y problemas digestivos; prefieren las explicaciones médicas a sus síntomas
y se resisten a las interpretaciones psicológicas. Se muestran ansiosos, tensos, nerviosos,
intranquilos e irritables, con características de ensimismamiento e infelicidad. Generalmente
muestran una pérdida de iniciativa. Pueden presentar un estado de ánimo deprimido.

Son cohibidos, introvertidos y tímidos en situaciones sociales; retraídos y solitarios. Experimentan


dudas sobre su capacidad y muestran duda e indecisión incluso sobre cuestiones menores. Tienden
a ser hipersensibles y pasivo-dependientes. También pueden utilizar bebidas alcohólicas o fármacos
por prescripción médica para reducir la tensión que experimentan.
Guardan hostilidad hacia quienes perciben que no les prestan suficiente atención y apoyo. Carecen
de insight acerca de si mismos y se resisten a aceptar la responsabilidad de su propia conducta.

1-3/3-1
Puntuaciones altas describen por lo general a pacientes con un diagnóstico de trastorno neurótico
(histérico, hipocondríaco). Puede estar presente el Síndrome Conversivo clásico; presencia de

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ITSON NAVOJOA
sintomatología limitante sin base orgánica. Pero prefieren la explicación médica de sus problemas.
En general, están ausentes la ansiedad y depresión graves.

Este tipo de personas funciona con un nivel reducido de eficiencia y desarrollan síntomas físicos
bajo estrés, debido a la incapacidad de manejar los estresores. Estos síntomas pueden desaparecer
en el momento en que disminuye el estrés.

Por otro lado, los pacientes con este patrón de perfil tienden a ser demasiado optimistas y
superficiales en situaciones sociales; inmaduros, egocéntricos y egoístas; se sienten inseguros y
tienen fuerte necesidad de atención y afecto. Con frecuencia buscan la compasión de otras
personas, son dependientes y reclaman afecto.

En general, los pacientes son socialmente extrovertidos, pero sus relaciones interpersonales se
caracterizan por no ser profundas y de poco compromiso afectivo.
Son agradables en apariencia pero carecen de habilidades para tratar con el sexo opuesto. Según
Butcher (1999) muchos pacientes con este tipo de código parecen tener un impulso sexual bajo,
pero tienden a la “coquetería”.

Tienen a “controlar” y son pasivo—agresivos, exhibiendo arranques de enojo ocasionales. Son


bastante convencionales así como conformistas en sus actitudes y creencias.

Estos pacientes no tienen motivación para la psicoterapia, esperan respuestas y soluciones definidas
para sus problemas. Pueden concluir con la terapia de manera anticipada. Se resisten las
interpretaciones psicológicas y sus síntomas, de ser genuinos, son extremadamente discapacitantes

1-4/4-1
En ese caso, se observan síntomas hipocondríacos graves, en especial cefaleas y molestias
estomacales. Según Butcher (1999) estos pacientes son indecisos y ansiosos, son socialmente
extrovertidos, careciendo de habilidades para relacionarse con el sexo opuesto. Sienten rebeldía
hacia su núcleo familiar pero no expresan estos sentimientos. Es probable que utilicen el alcohol en
exceso. Carecen de “empuje” y tienen metas pobremente definidas. A menudo están insatisfechos,
son pesimistas, demandantes, irascibles, agresivos y resistentes a la psicoterapia tradicional.

1-8/8-1
Siguiendo los lineamientos de Butcher (1999), estos pacientes experimentan sentimientos de
hostilidad y agresión, pero no saben expresarlos adecuadamente. Se caracterizan por ser inhibidos
y reprimidos, o bien, demasiado combativos y puntillosos, además de sentirse socialmente
inadecuados y no confiar en los demás.

Tienden a aislarse del entorno y se sienten infelices y deprimidos. Con frecuencia muestran
aplanamiento afectivo y pueden además encontrarse confundidos y distraídos. En general, a estos
pacientes se les diagnostica esquizofrenia.

1 -9/9-1
En este código encontramos pacientes ansiosos, tensos e inquietos. Propensos a alteraciones
somáticas y renuentes a aceptar las explicaciones psicológicas para sus molestias. Son agresivos y
beligerantes, pero en realidad son pasivos— dependientes, e intentan negarlo. Tienden a ser

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ITSON NAVOJOA
ambiciosos, con un alto nivel de empuje, pero carecen de metas bien definidas. A menudo se
frustran y presentan angustia extrema. Como expresa Butcher (1999) en ocasiones este perfil se
encuentra en personas con daño cerebral que experimentan dificultades para enfrentar dichas
deficiencias.

2-3/3-2
Los pacientes con este tipo de código, se sienten nerviosos, tensos, preocupados, tristes,
deprimidos, fatigados, exhaustos y débiles aunque no lleguen a presentar una ansiedad
incapacitante. Siguiendo a Butcher (1999) carecen de interés, iniciativa y participación en las
situaciones de la vida. Tienen un nivel disminuido de actividad física y suelen presentar trastornos
gastrointestinales. Son pasivos, dóciles y dependientes. Se sienten insuficientes, inseguros y
desamparados provocando en los demás el deseo de cuidarlos. Muestran empuje, y buscan
responsabilidades pero temen colocarse en situaciones competitivas o de mayor presión. Sienten
que no obtienen un reconocimiento adecuado por sus logros y los lastima cualquier tipo de crítica.
Son controladores y reprimen sus sentimientos no pudiendo expresarlos adecuadamente. Evitan la
participación social; se sienten incómodos con personas del sexo opuesto. La inadaptación sexual
es común, incluyendo frigidez e impotencia.

Estos pacientes tienden a funcionar a un nivel reducido de eficiencia durante largos periodos y
parecen tolerar gran cantidad de infelicidad. En general se les diagnostica neurosis depresiva y no
responden muy bien a la psicoterapia. Carecen de insight y se resisten a las reformulaciones
psicológicas de sus problemas.

2-4/4-2
Este tipo de código es común en aquellos pacientes que tienen antecedentes penales. Suelen tener
problema con la ley, son impulsivos y necesitan la satisfacción inmediata de los sus impulsos.
Tienen poco respeto por normas y valores sociales, a menudo presentan acting out y carecen de
culpa y remordimiento por los actos cometidos. Según Butcher (1999) es probable que beban en
exceso. Parecen frustrados por su falta de logros y se muestran resentidos ante las demandas que
otras personas les hacen. Es posible que exista ideación e intentos de suicidio, en particular si ambas
escalas están excesivamente elevadas.

Tienen una marcada inclinación a manipular a los demás. Tienden a parecer sociables y
extrovertidos, dando una impresión inicial favorable. Son cohibidos, insatisfechos consigo mismos
así como pasivo—dependientes. El pronóstico en psicoterapia es pobre aunque expresen su
necesidad de ayuda y un deseo de cambio. Es probable que terminen rápidamente con la terapia si
desaparece el estrés o disminuyen sus dificultades legales.

2-7/7-2
Las características de este tipo de perfil se asocian con alteraciones en el estado de ánimo, como
depresión, ansiedad y tensión. Los pacientes expresan sentirse nerviosos gran parte del tiempo y
preocuparse en exceso. Como expresa Butcher (1999) tienden a ser vulnerables ante las amenazas
reales e imaginarias y se inclinan por anticipar los problemas antes de que ocurran. Reaccionan en
extremo ante el menor estrés con sentimientos de “fatalidad catastrófica”. Presentan variedad de
síntomas físicos, fatiga y agotamiento. Se sienten infelices y tristes. Son lentos en sus acciones, en
su discurso y pueden presentar también lentitud en los procesos de pensamiento. En las
conversaciones por lo general se muestran muy pesimistas en cuanto a la superación de sus
problemas. Otros los consideran meditativos, malhumorados y ensimismados.

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Son escrupulosos, llenos de culpas y tienen una fuerte necesidad de hacer lo correcto. Suelen ser
religiosos y moralistas. Pueden tener expectativas altas y poco realistas acerca de si mismos.
Presentan indecisión y sentimientos de incapacidad, inseguridad e inferioridad ante los demás.
Además, con frecuencia son meticulosos, perfeccionistas y un tanto compulsivos.

Tienen dificultad para afirmarse en situaciones sociales pero muestran una elevada capacidad para
formar vínculos emocionales profundos ya que buscan el cuidado y la seguridad que les puedan
brindar los demás. En este sentido, presentan dependencia en las relaciones sociales. En general
tienen una elevada motivación para la psicoterapia y están propensos a permanecer en ella por
largo tiempo. Los individuos con este patrón tienden a mostrar una mejoría considerable en terapia.
Se les diagnostica como depresivos, obsesivo—compulsivos o con trastorno de ansiedad.
2-8/8-2
Estos pacientes se caracterizan por ser ansiosos, agitados, tensos e intranquilos. Según Butcher
(1999) tienen trastornos de sueño y baja concentración. Además, son olvidadizos y tienen
pensamiento confuso. Ineficaces para cumplir con sus responsabilidades, se muestran poco
originales y estereotipados en pensamiento y solución de problemas. Presentan síntomas somáticos
y una estimación poco realista acerca de si mismos. Sus rasgos de personalidad incluyen
dependencia, falta de asertividad, irritabilidad y resentimiento. Se caracterizan también por
experimentar pérdida del control y no expresar sus emociones. Niegan sus impulsos pudiendo
presentar periodos disociativos de acting out. Son sensibles a las reacciones de los demás y piensan
mal acerca de las motivaciones de otras personas. Evitan las relaciones interpersonales cercanas
por miedo a ser lastimados. En general manifiestan sentimientos de desesperación y falta de valía.

Los diagnósticos habituales que se les asignan a estos pacientes incluyen psicosis maniaco—
depresiva y esquizofrenia, tipo esquizoafectivo. Con frecuencia tienen una sintomatología crónica,
incapacitante, se muestran llenos de culpa y con depresión clínica. Tienen un discurso débil y
reducido, además de lentitud en el flujo de pensamiento. Frecuentemente están llorosos y se
muestran apáticos e indiferentes. A menudo tienen preocupación y pensamientos suicidas, pueden
llegar a tener planes específicos para matarse.

2-9/9-2
Este perfil se caracteriza por el egoísmo y narcisismo de los pacientes. Según Butcher (1999) los
sujetos con este código generan situaciones de fracaso que opacan las altas expectativas de logro
que poseen. En personas jóvenes, esto puede sugerir una crisis de identidad.

Suelen ser ansiosos y tensos, sus quejas somáticas tienen que ver con el área gastrointestinal.
Pueden tener antecedentes de depresión grave, pero no es un estado de ánimo frecuente. Suelen
consumir alcohol como un escape a las tensiones y el estrés. Con frecuencia niegan sus sentimientos
de incapacidad y falta estima con periodos alternados de aumento de actividad y fatiga. El
diagnóstico más común es el de trastorno maniaco—depresivo. También este perfil se encuentra en
pacientes con daño cerebral que han perdido el control y que intentan enfrentar sus deficiencias a
través de actividad excesiva.

3-4/4-3
Personas con este tipo de código, se caracterizan por mantener impulsos hostiles y agresivos pero
sin expresarlos de manera apropiada. Se caracterizan por el extremo control con períodos de
acting out violento y agresivo sin considerar que su comportamiento sea problemático.

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Muestran sentimientos de hostilidad hacia la familia, son sensibles al rechazo y demandan atención
y aprobación de los otros. Son rebeldes aunque externamente parezcan conformistas. Tal como
expresa Butcher (1999), son comunes la inadaptación sexual y la promiscuidad. Los pensamientos e
intentos de suicidio pueden seguir a los episodios de acting out. Se los suele diagnosticar como
personalidad pasivo – agresiva y emocionalmente inestables.

3-6/6-3
En este caso, Butcher (1999) menciona que los sujetos se caracterizan por la tensión, ansiedad y
trastornos físicos moderados sin llegar a ser incapacitantes. Experimentan sentimientos de
hostilidad hacia la familia sin expresar de manera directa sus emociones negativas ni reconocer
habitualmente la presencia de las mismas.
Suelen ser insolentes, poco cooperativos y difíciles de tratar. Niegan tener problemas psicológicos
graves y refieren tener desconfianza y resentimiento.

3-8/8-3
Según Butcher (1999) estos pacientes muestran agitación psicológica intensa. Pueden presentar
trastornos de pensamiento y tienen problemas de concentración, fallas de memoria, ideas
inusuales y poco convencionales. Suelen perder la asociación de ideas llegando a experimentar
pensamientos obsesivos, delirios y alucinaciones. El diagnóstico más común en este perfil es el de
esquizofrenia.

Son generalmente ansiosos, tensos, nerviosos, temerosos y preocupados. Tienen fobias, depresión
y sentimientos de desesperanza. Les resulta difícil tomar hasta las decisiones más pequeñas. Con
frecuencia manifiestan una amplia variedad de afecciones físicas. Hablan acerca de sus trastornos y
dificultades en forma vaga y evasiva.

Es probable que sean inmaduros, dependientes y que tengan una fuerte necesidad de atención y
afecto. Suelen ser apáticos y pesimistas; no participan de manera activa en situaciones de la vida
diaria. La terapia orientada al insight no es eficaz con estos pacientes, se suele utilizar psicoterapia
de apoyo.

4-5/5-4
Este código en general está presente sólo en varones y estos son inmaduros, narcisistas y pasivos
emocionalmente. Tal como los describe Butcher (1999), tienen fuertes necesidades de
dependencia (aunque no lo reconozcan) y una dificultad para incorporar los valores sociales. Su
manera de hablar, comportamientos y forma de vestir refleja su poco conformismo y falta de
convencionalidad. Generalmente tienen un control adecuado, pero pueden ocurrir periodos breves
de acting out agresivo mostrando culpa y remordimiento temporales.

En general el diagnóstico es el de personalidad pasivo-agresiva. Experimentan gran dificultad con


su identidad sexual y es posible la homosexualidad abierta, en particular si ambas escalas están
extremadamente elevadas. Con frecuencia temen que las mujeres los dominen.

4-6/6-4
Estos pacientes se caracterizan por ser inmaduros, narcisistas, indulgentes consigo mismos y
pasivo-dependientes. Butcher (1999) expresa que hacen demandas excesivas hacia otras personas
en búsqueda de atención, simpatía y compasión. Las mujeres con este perfil se identifican en

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extremo con el rol femenino tradicional y dependen en gran medida de los varones. Estos
pacientes no se llevan bien con los demás, en especial con los miembros del sexo opuesto.

Son desconfiados con respecto a las motivaciones de otras personas, evitan involucrarse a un nivel
profundo, poseen hostilidad y enojo reprimidos. Con frecuencia son irritables, discutidores,
malhumorados, y resentidos con la autoridad.

Probablemente nieguen tener problemas psicológicos graves, en vez de ello racionalizan y


proyectan la culpa hacia los otros sin aceptar su propia responsabilidad en conducta. También son
poco realistas y grandiosos en sus autoestimaciones.
Suelen ser poco receptivos a la psicoterapia y en general se les diagnostica personalidad pasivo-
agresiva o esquizofrenia de tipo paranoide.
4-7/7-4
Las características de los pacientes que poseen este perfil se alternan entre periodos de gran
insensibilidad acerca de las consecuencias de sus actos y la preocupación excesiva por los efectos
de su conducta. Según Butcher (1999) con frecuencia tienen episodios de acting out, seguidos de
culpa y autocensura temporales.

Las características más frecuentes incluyen quejas somáticas vagas, tensión, fatiga, agotamiento,
dependencia e inseguridad. Requieren que constantemente se reafirme su propia valía. En terapia
responden de manera sintomática al apoyo y la reafirmación.

4-8/8-4
Siguiendo los lineamientos de Butcher (1999) estos pacientes no se adaptan a su ambiente, parecen
extraños y peculiares, son poco conformistas, resentidos con la autoridad y experimentan
problemas en su autocontrol.

Pueden adherirse a puntos de vista radicales en religión o política. Son erráticos y difíciles de
predecir. Muestran enojo, irritación, resentimiento y presentan acting out de manera indiferente
a los demás, como delincuencia o actos criminales. A menudo beben de manera excesiva, usan
drogas (en particular alucinógenos) y pueden presentar desviación sexual.

Muestran pocos logros, falta de responsabilidad y adaptación marginal. Poseen profundos


sentimientos de inseguridad, demandando exagerada atención y afecto. Tienen un pobre
autoconcepto y sus acciones se predestinan al rechazo y al fracaso.

Suelen atravesar periodos de obsesiones suicidas, se refugian en la fantasía y son desconfiados,


evitando las relaciones profundas. Tienen deficiencias en empatía y falta de habilidades sociales
básicas.

Son retraídos, aislados y propensos a considerar al mundo como amenazante y que los rechaza.
Culpan a los demás de sus dificultades.

Guardan fuertes preocupaciones acerca de la masculinidad y la feminidad, obsesionándose con


pensamientos de naturaleza sexual. Temen ser incapaces en su desempeño sexual y pueden
participar en actos sexuales antisociales en un intento por demostrar que son adecuados. El
diagnóstico más común para este tipo de perfil es el de esquizofrenia (tipo paranoide, personalidad
egocéntrica, personalidad esquizoide y personalidad paranoide).

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4-9/9-4
Según Butcher (1999) los individuos con este tipo de perfil pueden mostrar una notable
desconsideración hacia las normas y valores sociales. Son antisociales, irresponsables, con valores
éticos inestables. Suelen presentar dificultades legales o problemas laborales. Tienen un amplio
conjunto de conductas problema como alcoholismo, peleas y acting out sexual sin considerar las
consecuencias.

Buscan estimulación emocional y excitación. Son desinhibidos y extrovertidos. Se caracterizan por


el narcisismo, egoísmo, la indulgencia consigo mismo y la impulsividad. En este sentido, tienen
necesidad de satisfacción inmediata de sus impulsos y baja tolerancia a la frustración.

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ITSON NAVOJOA
Los sujetos con este patrón no desean aprender de las experiencias de castigo. Cuando tienen
problemas, racionalizan sus defectos y fallas y/o culpan a los demás de sus dificultades, mintiendo
para evitar la responsabilidad.

Son irritables y de actitud sarcástica. Frecuentemente, muestran enojo y hostilidad; pueden,


además tener arranques emocionales ocasionales. También son enérgicos, intranquilos e
hiperactivos. A menudo dan una buena impresión inicial porque son expresivos y espontáneos, no
obstante, sus relaciones son generalmente superficiales y mantienen a los demás a una distancia
emocional.

En general parecen confiados en sí mismos y seguros, pero son bastante inmaduros. El diagnóstico
común para este tipo de perfil es el de personalidad antisocial.

6-8/8-6
Las características de este tipo de perfil coinciden con un diagnóstico de trastorno mental grave y
esquizofrenia de tipo paranoide. Según Butcher (1999) los pacientes con este perfil manifiestan
conducta psicótica evidente, su pensamiento es autista, fragmentado, delirante y circunstancial,
con contenido bizarro. Tienen dificultad en concentrarse, atender y memorizar. Poseen una
capacidad de juicio deficiente, delirios de persecución o grandeza y sentimientos irreales. Por lo
común, muestran una preocupación por pensamientos abstractos inusuales y embotamiento
afectivo.

Estos individuos pueden tener un discurso rápido e incoherente. Tienden a carecer de mecanismos
de defensa eficaces y en ocasiones muestran una ansiedad extrema. Es probable que reaccionen
ante el estrés y la presión retrayéndose hacia la fantasía y la ensoñación, con dificultades para
diferenciar claramente entre la fantasía y la realidad.

Presentan sentimientos de inferioridad, inseguridad, falta de confianza y pobre autoestima. Con


frecuencia las personas con este patrón se sienten culpables por sus fallas. En general, no se
relacionan con otras personas y son desconfiados, por lo que evitan los vínculos emocionales
profundos.

Resienten las demandas interpersonales que se les hacen y se muestran malhumorados, irritables,
así como poco amistosos y negativos. Tienden a presentar un patrón a largo plazo de inadaptación
y en general tienen un estilo de vida esquizoide.

6-9/9-6
Estos pacientes, de acuerdo a las inferencias propuestas por Butcher (1999), son demasiado
sensibles y desconfiados. Muestran una fuerte necesidad de afecto, se sienten vulnerables y
manifiestan ansiedad gran parte del tiempo. Lloran fácilmente, reaccionan de manera extrema
ante el menor estrés y se retraen hacia la fantasía, sin poder expresar emociones de modo
adaptativo y modulado.

Probablemente muestren signos de trastornos de pensamiento y expresen dificultades en relación


con el pensamiento y la concentración; son ensimismados o sobreideacionales y obsesivos. Pueden
tener delirios y alucinaciones con un discurso impertinente e incoherente. A menudo parecen
desorientados y confundidos, además de tener una capacidad de juicio deficiente. Es posible que
reciban un diagnóstico de esquizofrenia de tipo paranoide o de un trastorno del estado de ánimo.

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ITSON NAVOJOA
7-8/8-7
Según Butcher (1999) los pacientes con este perfil por lo general experimentan agitación y
confusión y no dudan en admitir que tienen problemas psicológicos.

Carecen de defensas para sentirse cómodos por lo cual se sienten deprimidos, preocupados, tensos
y nerviosos. Pueden estar confundidos y presentar estados de pánico. Tienen capacidad de juicio
deficiente y no suelen beneficiarse con la experiencia. Son introspectivos, ensimismados y
sobreideacionales. Es probable que presenten sentimientos crónicos de inseguridad, incapacidad,
inferioridad e indecisión.

Carecen de experiencias de socialización, son retraídos y no tienen confianza a nivel social. Por lo
general son pasivo—dependientes y tienen dificultades con las relaciones heterosexuales maduras.
A menudo se sienten inadecuados en un rol sexual tradicional y por lo que su desempeño sexual es
deficiente.

Los pacientes con este perfil pueden recibir un diagnóstico de trastorno de ansiedad. Sin embargo
a medida que la escala 8 es mayor que la 7 aumenta la probabilidad de psicosis.

8-9/9-8
Butcher (1999) indica que a los individuos con este perfil se les considera egocéntricos e infantiles
en sus expectativas acerca de los demás, demandan gran cantidad de atención, volviéndose
resentidos y hostiles cuando no se los satisface.

Sin embargo, temen a los compromisos emocionales y evitan las relaciones muy cercanas, de allí
que sean retraídos y aislados a nivel social y que se sientan muy incómodos en las relaciones
heterosexuales. También muestran tendencia a una adaptación sexual deficiente.

Son hiperactivos y emocionalmente débiles, asimismo parecen agitados e inquietos. Demuestran


un discurso fuerte y excesivo, además de una estimación poco realista acerca de si mismos. Sus
pensamientos son ostentosos y arrogantes. A menudo evitan hablar de sus dificultades y es posible
que no expresen una necesidad de ayuda profesional. Tienen grandes necesidades de logro y es
posible que se sientan presionados a ello, no obstante, su desempeño tiende a ser mediocre.

Generalmente se sienten inferiores e insuficientes y tienen baja autoestima. El diagnóstico más


común que se les asigna es el de esquizofrenia (catatónica, esquizoafectiva o paranoide). También
puede estar presente un grave trastorno de pensamiento, lo cual resulta en que los pacientes se
sientan confundidos, perplejos y desorientados. Les resulta muy difícil enfocarse y experimentan
pensamiento extravagante, poco frecuente, autista y circunstancial. Este perfil se encuentra en
ocasiones en adolescentes con problemas de adicciones.

VIII. ESCALAS DE CONTENIDO

Las respuestas dadas por la persona permiten obtener información acerca de sus sentimientos,
estilo de personalidad y problemas pasado o presentes. Se asume que la persona desea comunicar
sus ideas, actitudes, creencias, problemas y que su cooperación redundará en un conocimiento más
confiable de sí misma.

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ITSON NAVOJOA
En los ambientes forense y laboral las personas tienden a distorsionar sus respuestas para dar
puntuaciones disminuidas en las escalas de contenido con el fin de brindar una imagen conveniente
de sí, libre de problemas.

A) Escalas de contenido que evalúan síntomas internos: evalúan síntomas y cogniciones


desadaptativas que un sujeto puede presentar. Las puntuaciones elevadas en estas escalas brindan
indicios acerca de conductas sintomáticas singulares, creencias cognitivas desviadas o poco
adaptativas y disturbios en el pensamiento.

Ansiedad (ANS, 23 ítems). Los individuos que obtienen puntajes por arriba de una T de 65 en la
escala ANX están admitiendo una gran cantidad de síntomas generales de ansiedad, como tensión,
problemas somáticos (p. ej., fuertes latidos cardiacos y falta de oxígeno), problemas para conciliar
el sueño, incomodidad por la preocupación y tener una pobre concentración. Parecen estar
conscientes de los síntomas y problemas puntuados “alto”, por lo que los admiten abiertamente.
Reportan que les preocupa enloquecer. Además, encuentran tensión en la vida y tienen dificultad
para tomar decisiones. Admiten estar concientes de estos síntomas y problemas y desean discutirlos
con los demás. El tratamiento psicológico podría dirigirse hacia la reducción de la ansiedad.
Síntomas generales de ansiedad que incluyen tensión y problemas somáticos (como taquicardias y
dificultad en la respiración); indican además dificultades para dormir, tendencia a preocuparse en
exceso y falta de concentración. Estas personas temen volverse locas, experimentan tensión
constante en la vida y tienen dificultad para tomar decisiones.

Miedos (MIE, 23 ítems). Un alto puntaje en la escala FRS (puntaje T > 65) indica que un individuo
tiene muchos miedos específicos y se siente abrumado por ellos. Estos miedos pueden incluir ver
sangre; lugares altos; manejo del dinero, animales como serpientes, ratones o arañas; irse de casa;
fuego, tormentas y desastres naturales; agua; la oscuridad; estar en lugares cerrados y suciedad.

Es probable que las personas con un puntaje alto en esta escala se sientan vulnerables a los periodos
de ansiedad intensa.

Obsesividad (OBS, 16 ítems). Las personas que obtienen un puntaje en el rango clínico (puntaje T >
65) en la escala de contenido OBS reportan una gran dificultad para tomar decisiones. Son propensas
a reflexionar en exceso acerca de estos temas y problemas (incluso problemas o eventos menores),
lo cual causa que los otros se vuelvan impacientes con ellas. Tienen mucha dificultad para realizar
cambios y se angustian incluso por cambios menores en sus vidas. Suelen presentar ciertas
conductas compulsivas, tales como contar compulsivamente o guardar cosas sin importancia. Son
propensas a ser aprensivas en exceso algunos pueden sentirse abrumados por sus propios
pensamientos. Personas que se preocupan excesivamente y con frecuencia, se sienten abrumadas
por sus propios pensamientos.

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Personas con dificultad para tomar decisiones y probablemente tiendan a meditar excesivamente
sus puntos de vista y problemas, de manera que quienes los rodean se impacientan. Tener cambios
les resulta angustiante y pueden mostrar algunas conductas compulsivas como contar o guardar
cosas insignificantes.

Depresión (DEP, 33 ítems). La gente que tiene puntajes altos en la escala DEP (puntaje T > 65)
experimenta pensamientos depresivos. Estos pacientes admiten sentirse deprimidos, inseguros
acerca de su futuro y carentes de interés por la vida. Son propensos a reportar una infelicidad
considerable, tienden a llorar con facilidad y no tienen esperanzas en el futuro. Quienes obtienen
puntajes altos en la escala DEP también reportan pensamientos suicidas o deseos de morir. Tienden
a creer que están condenados o que han cometido pecados imperdonables y pensar que las otras
personas no los apoyan. Los pacientes que tienen el puntaje más alto en la escala DEP suelen estar
abiertos a la intervención terapéutica y sienten necesidad de apoyo.
Persona, probablemente intranquila, infeliz, llora con facilidad, se sienten sin esperanza y con una
sensación de vacío interior. Puede presentar intento suicida o deseo de estar muerto. También
puede pensar que está condenada o que ha cometido pecados imperdonables. No ven en otras
personas fuentes de apoyo.
T 60. Persona con pensamiento depresivo significativo. Sentimientos de tristeza, incertidumbre
sobre el futuro y desinterés en la vida.

Preocupación por la salud (SAU, 36 ítems). Las personas que obtienen un elevado puntaje en la
escala HEA (puntaje T > 65) admiten muchos síntomas físicos en muchos sistemas corporales, tales
como problemas neurológicos (p. ej., convulsiones, mareos y ataques de desvanecimiento,
parálisis), síntomas gastrointestinales (p. ej., estreñimiento, náuseas y vómito, problemas
estomacales), problemas sensoriales (p. ej., problemas auditivos o de visión), síntomas
cardiovasculares (p. ej., dolores en el corazón o de pecho), problemas de la piel, dolor (p. ej., dolores
de cabeza, dolores de cuello) y problemas respiratorios (p. ej., tos, fiebre del heno, asma). Los
pacientes que obtienen un puntaje alto en la escala HEA tienden a preocuparse excesivamente por
su salud y a sentir que tienen una salud más deficiente que la mayoría de la gente o más de lo que
es en realidad.

Pensamiento delirante (DEL, 23 ítems). Esta escala evalúa el pensamiento poco usual. Quienes
obtienen un alto puntaje en la escala BIZ (puntaje T > 65) admiten tener procesos de pensamiento
psicóticos y pueden experimentar alucinaciones auditivas, visuales u olfatorias. Podrían reconocer
que sus pensamientos son extraños y peculiares. Las personas que obtienen un puntaje alto en esta
escala también admiten tener ideación paranoide (p. ej., la creencia de que conspiran contra ellos
o que tratan de envenenarlos). Estos individuos podrían sentir que están en una misión especial o
que tienen poderes especiales.

B) Escalas de contenido que evalúan tendencias agresivas externas: brindan información acerca de
la expresión externa de las emociones y del control de la conducta. Los puntajes de estas escalas
indican cómo el sujeto trata con los demás. Cuando la puntuación es significativa sugiere que el
individuo presenta actitudes desadaptadas en la relación con las demandas de su situación vital.

Enojo (ENJ, 16 ítems). Esta escala evalúa los problemas de control de hostilidad y el enojo. Los
puntajes altos en la escala ANG (puntaje T > 65) sugieren problemas relacionados con el
temperamento y pérdida de control en la expresión de la agresión. Quienes obtienen puntajes altos
en esta escala admiten ser irritables, gruñones, impacientes, impulsivos, fastidiados y necios.

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Indican que con frecuencia tienen ganas de maldecir y romper cosas. También podrían reportar
abusar físicamente de los demás.

Cinismo (CIN, 23 ítems). Esta escala aborda una característica general de la personalidad que se
centra en el desagrado y la falta de confianza hacia otras personas. Las creencias misantrópicas son
temas centrales admitidos por quienes obtienen altos puntajes en la escala CYN. Tienden a ver a las
otras personas desde una perspectiva negativa, sospechan de motivos ocultos y negativos detrás de
las acciones de los demás, por ejemplo: creen que la mayoría de la gente es honesta simplemente
por miedo a que los descubran. Creen que los otros no son de confianza porque las personas se usan
entre sí y solamente son amistosas por razones egoístas. Tienden a manifestar actitudes negativas
acerca de la gente que está cerca de ellos.

Prácticas antisociales (PAS 22 ítems). Esta escala aborda los problemas de personalidad asociados
con la conducta acting out, el estilo de vida impulsivo y la participación en conductas fuera de la ley.
Los que obtienen altos puntajes en la escala ASP (puntajes T > 65) también tienden a manifestar
actitudes misantrópicas similares a las de quienes obtienen puntajes altos en la escala CYN, pero
quienes obtienen puntajes altos en la escala ASP reportan conducta antisocial (estar en problemas
con la ley, asaltar o robar en tiendas). Reportan que algunas veces disfrutan las actividades de los
criminales y creen que está bien eludir a la ley.

Además de tener actitudes similares a aquellos con calificaciones altas en la escala CYN, quienes
tienen calificaciones altas en la escala ASP refieren problemas de conducta durante sus años
escolares, así como prácticas antisociales del tipo de dificultades con la ley, robos o hurtos en las
tiendas. Estas personas se divierten algunas veces con las actividades de los criminales, y aunque no
apoyan conductas ilegitimas explícitamente, ellos creen que está bien eludir a la ley.

Comportamiento Tipo A (PTA 19 ítems). Esta escala evalúa las características conocidas como
personalidad Tipo A. Los que obtienen puntajes altos en la escala TPA (puntaje T > 65) son vistos
como individuos exigentes, activos y orientados al trabajo que con frecuencia son impacientes,
irritables y molestos. A los pacientes que tienen puntajes altos en esta escala no les gusta esperar o
que los interrumpan cuando están en una tarea. Se quejan de que no hay suficiente tiempo en el
día para terminar sus tareas. Suelen ser directos, descorteses y arrogantes en las relaciones
interpersonales.

Persona caracterizada por ser difícil de sobrellevar, continuamente apresurado y orientado al


trabajo, puede impacientarse con frecuencia y ser tan irritable como fastidioso. No le gusta esperar
o ser interrumpido. Para esta persona el tiempo es insuficiente para realizar sus tareas. Es directa y
puede ser dominante en su relaciones con otros.

C) Escalas de contenido que evalúan la autoestima negativa:

Baja autoestima (BAE 24 ítems) la gente que tiene puntajes altos en la escala LSE (T > 65) se
caracteriza por tener opiniones devaluatorias sobre ellos mismos. Estos individuos se sienten como
si los demás no los quisieran. Admiten muchas actitudes negativas acerca de ellos mismos, como la
creencia de que son poco atractivos, torpes, descoordinados, inútiles y que son una carga para otros.
Parece que carecen de autoconfianza y les es difícil aceptar cumplidos de otros. Algunas veces
podrían estar abrumados por todos los defectos que ven en ellos mismos.

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Persona con pobre opinión de sí mismo. No cree simpatizarle a otros ni ser importante. Esta persona
puede mantener muchas actitudes negativas acerca de sí mismos, incluyendo pensamientos como
que él/ella no es atractivo/a, que es torpe e inútil, además de ser una carga para los demás.
Evidentemente carecen de confianza en sí mismo y encuentra difícil aceptar elogios. Pueden
sentirse abrumado/a por todas las fallas que ven en sí mismos.

D) Escalas de contenido que evalúan áreas de problemas generales (ISO, FAM, DTR, RTR): son más
complejas que las anteriores, ya que no tratan solamente de evaluar rasgos o actitudes como las
anteriores, sino que abarcan áreas de problemas. Estas escalas proporcionan información acerca de
problemas en las relaciones sociales, percepciones y preocupaciones familiares, actitudes y
actividades laborales desajustadas y pueden servir de guía para valorar en qué medida las
características de personalidad pueden o no interferir en un tratamiento psicológico futuro.

Incomodidad social (SOD, ISO 24 ítems). Esta escala se desarrolló para proporcionar una medición
del malestar en situaciones sociales y de la ineficacia personal en las mismas. Las personas que
obtienen puntajes altos en la escala SOD (T > 65) se sienten incómodas en compañía de otros.
Prefieren estar solas. En las situaciones sociales, es probable que se queden solas y no se unan al
grupo. Se consideran tímidas y les disgustan las fiestas y otros eventos grupales.
Persona que se siente muy inquieta en torno a otros, por lo que prefieren estar solo. Cuando se
encuentran en situaciones sociales, probablemente se sienten solos en lugar de unirse al grupo. Se
ven a sí mismos como personas tímidas y no les gustan las fiestas ni otros eventos grupales.

Problemas familiares (FAM, 25 ítems). Esta escala fue creada para proporcionar una evaluación de
las relaciones familiares del paciente y de sus actitudes hacia los miembros de la familia. Los
pacientes que obtienen puntajes altos en la escala FAM (T > 65) reportan tener considerables
conflictos familiares. Describen a sus familias como carentes de amor, beligerantes y desagradables.
Pueden admitir que odian a los miembros de su familia y considerar que en sus infancias fueron
objetos de abuso y que sus matrimonios son infelices y carentes de afecto.
Persona que refiere discordias familiares considerables. Estas personas describen a sus familias
como carentes de amor, peleoneras y desagradables. Puede aborrecer a algunos miembros de su
familia. Es posible que estas personas además describan maltratos en su infancia y consideren
infelices y carentes de afecto sus matrimonios.

Dificultades en el trabajo (WRK, DTR 33 ítems). Esta escala se desarrolló para evaluar las actitudes
del paciente hacia el trabajo y su confianza respecto a la capacidad de trabajar. Un alto puntaje en
la escala WRK es indicativo de conductas o actitudes que probablemente contribuyan a un
rendimiento laboral deficiente. Algunos de los problemas que se abordan en la escala se relacionan
con una baja autoconfianza, dificultades de concentración, obsesividad, tensión y cuestionamientos
personales de la elección de carrera. Varios ítems se enfocan en la relación con y posibles actitudes
negativas hacia los compañeros de trabajo.
Persona con conductas o actitudes que probablemente contribuyan a un desempeño pobre en el
trabajo. Algunos de los problemas se relacionan con pobre confianza en sí mismo, dificultades para
concentrarse, obsesividad, tensión y presión, además de dificultades para en relación a la toma de
decisiones. Otras personas sugieren la falta de apoyo familiar para la elección de carrera,
cuestionamiento personal acerca de su elección profesional y actitudes negativas hacia
colaboradores.

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Rechazo al tratamiento (WRK, RTR, 26 ítems). Esta escala se diseñó para evaluar las características
de la personalidad y sus actitudes hacia el tratamiento. Un alto puntaje en la escala TRT indica una
actitud negativa hacia los médicos y al tratamiento de la salud mental. Quienes obtienen puntajes
altos aquí no creen que nadie pueda entenderlos o ayudarlos. Las personas que obtuvieron un
puntaje alto (T > 65) son propensas a tener problemas o conflictos y no se sienten cómodas al
discutirlos con alguien más. Pueden resistirse a cambiar algo en sus vidas. Es más, tal vez quienes
obtienen puntajes altos en esta escala no sientan que el cambio es posible. Prefieren darse por
vencidos en lugar de enfrentar una crisis o dificultad en sus vidas.

Se trata de una persona con actitudes negativas hacia los médicos y el tratamiento relacionado con
la salud mental. Es una persona que considera que nadie puede entenderlo o ayudarlo. Tiene
problemas ya que se siente incómodo discutiendo con alguien. Puede no desear cambiar nada en
sus vidas ni sentir que el cambio es posible. Por otro lado, esta persona prefiere darse por vencida
que enfrentarse a las crisis o dificultades.

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