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ENTRENAMIENTO
DEPORTIVO
ESTUDIANTE:
ESTRUCTURAS DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO
Características
El sistema de preparación deportiva en su conjunto, se trata de un proceso de
educación, enseñanza, desarrollo y elevación de las posibilidades funcionales de los
deportistas.
Siempre y en todos los casos, el sistema de entrenamiento deportivo constituye
un conjunto de partes y secciones interrelacionadas y que se influyen entre sí, que
realizan bajo la forma de un proceso unificado. No debemos dejarnos arrastrar por
determinado aspecto de la preparación.
El sistema de entrenamiento deportivo, en la actualidad, exige grandes
consumos de tiempo: entre 300 y 400 horas anuales para los más jóvenes; y hasta
1.300-1.500 horas en el caso de los deportistas de clase superior. Las sesiones de
entrenamiento se realizan diariamente y, con frecuencia, hasta 2 o 3 veces al día.
Es fácil comprender lo necesaria que resulta una combinación racional del
volumen del actual entrenamiento con todo el régimen de vida, a fin de que la
deseada práctica del deporte no afecte toda la diversidad de la valiosa actividad social
del hombre.
Para el deportista enfrascado en alcanzar una elevada maestría, la preparación
deportiva constituye una forma de vida, debido a la profunda interrelación entre los
diferentes aspectos de la práctica del deporte con el estudio, el trabajo, la actividad
social, el descanso el régimen higiénico y la recreación cultural.
SESION DE ENTRENAMIENTO
MICROCICLO
Se conoce como microciclo a una serie de sesiones realizadas durante varios
días, cuyos contenidos apuntan a lograr los objetivos de una etapa del ciclo de
entrenamiento (Esteve, 2013). Este periodo de tiempo puede comprender desde 3-4
hasta 10-14 días, siendo la extensión de 1 semana la más común por cuestiones de
organización social, si bien es común que en deportistas que ejecutan más de una
sesión al día, los microciclos pueden ser más cortos
La estructura del microciclo depende de los objetivos generales del
entrenamiento y por eso estará acorde a las distintas fases de la planificación general.
Como pasa con las demás unidades de la periodización (macrocilos, mesociclos…) la
terminología usada para su clasificación depende en gran parte del autor de la
propuesta.
MESOCICLO
Los mesociclos son estructuras temporales intermedias de entrenamiento que
tienen como finalidad lograr objetivos parciales del proceso global de entrenamiento
(Solé, 2006). Representan etapas relativamente homogéneas, cuya duración es de 3 a
6 semanas. Siendo más frecuentes los mesociclos de 4 semanas. A su vez, éstos están
conformados por un conjunto de microciclos.
El grupo de mesociclos es el que conforma el macrociclo, y en función de la
naturaleza del proceso de periodización, los mesociclos reciben diferentes
nomenclaturas según su finalidad dentro del proceso de entrenamiento. También se
puede referenciar a ellos de diferentes maneras según las propuestas de los distintos
autores, encontrando de esta forma, distintos nombres según se ajustan a modelos
tradicionales o a modelos actuales. Sin embargo, creo conveniente incidir en que de
manera independiente a la terminología usada en las diferentes propuestas, la
definición de mesociclo sigue presente en todas ellas. Es decir, todas las propuestas
perseguirán entrenar aspectos más concretos en el deportista con un margen de
tiempo definido. Y será la dinámica de cargas aplicada y los distintos contenidos de
entrenamiento a trabajar lo que variará de una propuesta a otra.
MACROCICLO
El macrociclo es una estructura que forma parte del proceso de periodización.
Éste se define, como su propia palabra indica, por una sección que cubre un gran
tiempo de entrenamiento (gran ciclo), cuyo objetivo es llevar la capacidad de
prestación o desempeño del atleta o equipo al nivel más alto (Solé, 2006). Su
duración suele oscilar desde 3 a 12 meses, y para entender el gran margen temporal
mencionado, es necesario mencionar previamente la “forma deportiva”.
La forma deportiva es el estado de predisposición del deportista que conducirá
hacia un determinado resultado en los diferentes eventos deportivos donde éste
participe. Engloba de forma holística todos los componentes que rodean al deportista
y el entrenamiento (componentes físico, técnico, táctico y psíquico), y será la
conjunta armonía de todos estos aspectos la que conformará la predisposición óptima
que le otorgue un máximo rendimiento deportivo.
Dicha forma se consigue tras la aplicación de las diferentes cargas de
entrenamiento, las cuales pueden administrarse según diferentes modelos de
periodización. La administración de las cargas varía dependiendo del modelo
ejecutado, pudiéndose aplicar de forma regular, acentuada o concentrada (en el
término mesociclo de nuestra enciclopedia se desarrolla en mayor detalle este
aspecto). De esta forma será el número y ubicación de las competiciones y la
estrategia de periodización que elijamos (atendiendo criterios como el calendario del
deportista, su estado de forma actual, historial deportivo, lesiones, etc.) el que
determinará el total de macrociclos (y su duración) presentes en la temporada.
CICLO PURIANUAL
Los ciclos plurianuales son macroestructuras que incluyen varias temporadas
de competición, intentando conseguir objetivos a largo plazo. Normalmente se
asocian a la vida deportiva de un sujeto, o a ciclos de varios años, especialmente en
deportistas de alto nivel y deportes individuales. Para un entrenador de fútbol, donde
hay que cumplir con objetivos cada año, es difícil aplicarlos. Pero recordemos que
muchos talentos se han perdido para el deporte por no planificar sus entrenamientos a
largo plazo.
Entre los modelos de estructura para los ciclos plurianuales destacan los
siguientes:
Estructura de 4 años (por ejemplo, período olímpico). Los dos primeros años
se caracterizan por un incremento de la duración de los períodos preparatorios
o de base con la finalidad de aumentar el nivel general de las posibilidades
funcionales y modificar acciones técnicas y/o tácticas. En el tercer año se
aplica una simulación del diseño de planificación previsto para el año
olímpico, acentuando la intensidad. En el último año se corrige el diseño en
función de los resultados obtenidos en la temporada anterior. Y también se
reduce el volumen de trabajo y se mantiene o aumenta la intensidad respecto
al tercer año. A menudo, este tercer año equivale a un macrociclo de
transferencia de lo que se ha adquirido en los dos años anteriores, lo que
culminará en el último año, el de los Juegos Olímpicos. También a veces el
primer año (macrociclo) es de regeneración después de uno o varios
macrociclos anteriores muy intensos.
Estructura de 2 años. El primer año equivale al macrociclo de desarrollo y
estabilización, mientras que el segundo corresponde a la lógica transferencia
del entrenamiento hacia los éxitos deportivos. Es decir, el primer año se
dedica a incrementar las posibilidades funcionales y a modificar los
comportamientos técnicos y tácticos, y en el segundo se pretende la súper
compensación a través de una disminución del volumen y un mantenimiento o
aumento de la intensidad.
No obstante, en el deporte moderno, lleno de competiciones, estas estructuras
plurianuales no significan que no se compita cada año, incluso al máximo nivel.
VIDA DEPORTIVA
Practicar deporte no solo reporta beneficios para la salud física sino también
para la salud mental, además ayuda a adoptar estilos de vida sanos disminuyendo así
los factores de riesgo para el bienestar.
Según datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), “más
de dos tercios de los jóvenes en el mundo no tienen una actividad física suficiente
para beneficiar su salud actual y futura”.
Por esto mismo, muchos de los centros educativos son conscientes de que es
necesario generar espacios para que los jóvenes practiquen actividades deportivas. La
mayoría de los centros dedica un porcentaje del tiempo lectivo en asignaturas que
fomenten la actividad deportiva.
Algunas declaraciones de personas inmersas en este ámbito de investigación
como Washington Urrutia, director de Deportes de la Universidad Mayor, resalta que
“los jóvenes que realizan actividad física son más equilibrados, abiertos, cordiales y
liberan tensiones. La práctica deportiva conlleva, además, a actitudes de sana
convivencia. Hay reglas de juego que deben respetar y esto se ve reflejado en lo que
es la vida ciudadana. Al mismo tiempo el deporte les da un plus sobre los alumnos
que no practican nada, desde el sentido de responsabilidad y valores que, a través de
éste, adquieren para toda la vida”.