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La doctora Helena Miranda es una de las mayores expertas en dolor crónico del mundo y propone soluciones
sorprendentes para combatirlo. Investigadora en el Instituto Finlandés de Salud Laboral, ella misma lo sufre desde hace
años. Padece migrañas, ciática, artritis y neuropatía. Nos lo cuenta.
DANIEL MÉNDEZ
U
n 18 por ciento de la población española padece dolor
crónico
(https://www.xlsemanal.com/conocer/salud/20170603/mapa-del-
dolor-espana.html). Esto supone que más de ocho millones de personas
conviven con unas molestias constantes que afectan a todas las facetas
de su vida cotidiana: laboral, familiar, social… Y, pese a que tiene un
impacto en el PIB que gira en torno al 2,5 por ciento, no hay todavía una
solución satisfactoria.
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H.M. Es el más frustrante. Es más fácil tolerar el dolor cuando sabes que
tienes una lesión. Si ha desaparecido pero el dolor continúa, provocará
más sufrimiento.
H.M. Digamos que te has hecho daño en un pie. Las células nerviosas
que se encuentran alrededor de la zona lesionada se activan y envían
señales al cerebro. Mientras dure la lesión, los receptores cerebrales se
mantienen activos. Y, cuando la lesión se cura, las señales de dolor
decrecen y la activación se ralentiza. En algunas personas, estos
receptores del dolor alrededor de la lesión continúan enviando la señal
aunque no exista ya la herida, funcionan mal. Esta es una de las
explicaciones.
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XL. ¿Erróneamente?
XL. ¿Cómo?
H.M. [Se lo piensa]. A ver cómo lo expongo… Hablemos. Quiero ver qué
hay detrás de ese escepticismo y cómo podemos empezar a construir
algo juntos. Hablemos de los distintos tipos de medicamento que puedes
á ó
tomar, algunos te ayudarán, otros pueden incluso empeorar la situación.
H.M. Un paciente con dolor crónico puede ser muy frustrante, porque
es difícil obtener mejorías. Viendo las últimas investigaciones sobre
cómo funciona el cerebro, sobre el efecto de esta hipersensibilización
ante el dolor, el médico encontrará muchas herramientas para su
trabajo. Y cambiará la vida de sus pacientes.
XL. Usted trata de evitar que los medicamentos sean la única solución.
¿Abusamos en verdad de ellos?
XL. ¿Cómo?
H.M. Con más medicación. Fue el punto de partida, pero faltaba mucho
conocimiento, y pensaron: «Cuanto más fuerte sea el analgésico, mejor
será el tratamiento».
XL. No es la solución.
XL. No es mucho.
XL. Usted misma sigue tomando medicinas para sus migrañas, pero no
es el único remedio que utiliza.
"Es fundamental
recuperar las cosas que
has dejado de hacer.
Monta en bici, baila...
aunque sea cinco
minutos. Enseña a tu
cerebro que eso no es
nocivo"
H.M. Y no solo eso. Sabemos que el dolor crónico provoca que duermas
mal… Pero la relación causa-efecto también funciona en sentido inverso:
el sistema de control del dolor en el cerebro no funciona bien en la
gente que ha dormido mal durante un largo período de tiempo en su
vida.
XL. Haz cosas que te gustan, dice usted: escucha música, toca un
instrumento, practica natación...
H.M. Hay muchos modos de hacerlo y cada cual tiene que encontrar el
suyo. Te cuento un ejercicio personal que me resultaba muy efectivo,
sobre todo de noche cuando me costaba relajar mi cerebro. Yo leía sobre
estos estudios de imágenes de resonancia magnética y me di cuenta de
que hay un área cortical hiperactiva en mi cerebro. Lo que hice fue
coger una goma de borrar imaginaria y empecé a borrar en mi cerebro
las partes externas de esta área cortical, la que activaba mi cerebro. Y
fue sorprendente ver cómo funcionaba.
Las consecuencias del dolor crónico 'salpican' también a quienes están cerca.
Helena Miranda da algunas claves para parejas, amigos y compañeros de
trabajo.
• Tu pareja: la importancia de hablar
Frustración, ira, agotamiento… Son sentimientos que no solo sufre quien
padece el dolor, sino, a menudo, su pareja. Por la impotencia ante el
sufrimiento de un ser querido o al asumir más carga en las tareas domésticas
o, simplemente, cuando un abrazo no es bienvenido. Aprende a interpretar la
comunicación no verbal de tu pareja doliente. El dolor tiende a encerrarnos en
p j
nosotros mismos. Anima a tu pareja a hablar de sus sentimientos. Y haz tú lo
mismo. Tratando de ser positivo y constructivo. Y no asumas demasiadas
responsabilidades ni hagas demasiadas cosas por tu pareja: «Seréis dos
personas exhaustas en una relación», dice Miranda. También hay grupos de
apoyo para familiares.
• Tu amigo: paciencia y escucha
La cancelación de planes a última hora es y será frecuente: el dolor aparece sin
avisar. Si eres el amigo que ha sufrido 'el plantón', sé paciente. Y, aunque no
sea la primera vez, insiste en volveros a encontrar en un momento mejor.
«Sentirse solo es peor que sentirse culpable por no ser capaz de salir con los
amigos», explica Miranda. Y recuerda: el dolor es complejo. Una escucha activa
será más útil que un consejo precipitado.
• Tu compañero de trabajo: flexibilidad y empatía
«Por muy mal que se encuentre una persona que sufre dolor crónico, no suele
demostrarlo», dice la especialista. Quizá no le apetezca socializar, charlar en
torno a la máquina de café. Respetémoslo. Las preguntas sobre su situación,
en privado. Podría ser necesario un nuevo reparto de tareas y
responsabilidades. Y si tu compañero tiene un día bueno… ¡que no se pase en
su esfuerzo! Podría tener consecuencias en los días o semanas siguientes.
• Tu empleado: ajustes razonables
Sin duda, es un reto para el jefe o superior inmediato. Si es tu caso, puede que
veas en la baja del trabajador afectado la solución más sencilla. «Sin embargo,
la salud y la capacidad de trabajo no siguen el modelo de 'todo o nada'»,
explica la doctora. Y el hecho de no trabajar quizá empeore la situación. Buscar
soluciones para que esto no ocurra no es solo muestra de buena voluntad, es
también un imperativo legal: la Directiva 2000/78/CE del Consejo de la Unión
Europea obliga a las empresas a realizar «ajustes razonables» para apoyar a los
afectados. Buscad juntos estos ajustes.
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