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El mundo de Sofía

El mundo de Sofía

   En la «Epístola a los Pisones», más conocida como Arte


poética, Horacio escribía aquello de: miscere utile dulci. Lo que
Horacio quería decir es que cualquier gran obra debe ser amena
y entretenida y edificante al mismo tiempo. Este precepto
horaciano, llevado a extremos impertinentes en algunas épocas,
resume una de las grandes aspiraciones de la literatura de todos
los tiempos, hasta la llegada de la Crítica del juicio de Kant, que
considera la literatura bajo el principio de la “satisfacción
desinteresada”. Estas consideraciones sobre el arte se confirman
en el Romanticismo y culminan en Oscar Wilde, Théophile
Gautier y compañía. En la actualidad se sigue practicando, ni
más ni menos, tanto como siempre, aunque los escritores tienen
terminantemente prohibido hablar de ellos, sino quieres ser
tachados de moralistas y conservadores. Pero es precisamente
el miscere utile dulci lo que se pone en práctica en las gruesas
novelas históricas, cuyos escritores se han documentado
concienzudamente, para ofrecernos un pedazo de historia con la
mayor exactitud posible. Yo, por mi parte, nunca me he
mostrado en contra de Horacio en este sentido, siempre y
cuando no se lleguen a extremos insoportables, y aún cuando
eso ocurre, hay novelas que merecen la pena, como el Guzmán
de Alfarache de Mateo Alemán. Precisamente, una unión
perfectamente equilibrada –y de ahí viene en parte su gran
éxito–, es lo que consiguió Jostein Gaarder con El mundo de
Sofía.

   «¿Quién eres?», es la pregunta de la que parte este


maravilloso libro que no es sino una búsqueda de uno mismo a
través del pensamiento de los grandes sabios de la Humanidad.
¿Quién eres?, una pregunta imprescindible y universal a
cualquier ser humano. El mundo de Sofía trata de ser una
respuesta a esta pregunta. Pero para contestar a ella se formula
una nueva pregunta previa: «¿de dónde venimos?». Es posible
que esta segunda pregunta sea más sencilla de explicar –en
comparación con la primera–, y para dar una respuesta
aproximada se formula el curso de filosofía que es la espina
dorsal de esta obra. Pero es necesario entender esta segunda
pregunta no como una búsqueda del origen de la existencia,
sino como una historia del pensamiento humano desde su
nacimiento hasta nuestros días; lo cual puede llevarnos a
comprender mejor nuestro propio pensamiento –aunque sobre
los orígenes ya dará cuenta Darwin–.

   A punto de cumplir catorce años Sofía recibe una serie de


misteriosas notas anónimas en las que se le plantean las
grandes preguntas de la Humanidad. Detrás de estas preguntas
está el filósofo Alberto, que impartirá a Sofía un extraño curso
de filosofía, al principio por correspondencia, y más tarde él
mismo, utilizando en ocasiones el diálogo socrático. Las
consecuencias de este curso de filosofía, completamente
imprevisibles, cambiarán de raíz la vida de la pequeña Sofía, y
le darán una conciencia clara de sí misma. Al mismo tiempo que
Sofía va descubriéndose a sí misma, el curso ofrece al lector
herramientas imprescindibles para llevar a cabo un proceso de
descubrimiento análogo. El descubrimiento de Sofía, tendrá sin
embargo, tintes algo dramáticos.

   A pesar de que El mundo de Sofía se ha convertido en una


obra de culto entre adultos, es fácil percibir su enfoque didáctico
destinado a un lector adolescente. El pensamiento de los
grandes filósofos de la Humanidad se desarrolla y explica con
una sencillez y una claridad diáfana, a veces simplificando
demasiado, pero con simplificaciones por otra parte necesarias.
La historia de la filosofía, que es el núcleo central de la obra, es
simplemente una excusa para que el lector se plantee la ansiada
pregunta de quiénes somos. Esta pregunta es imprescindible,
porque El mundo de Sofía pretende más despertar la curiosidad
por la filosofía que enseñar sistemas filosóficos de forma
sistemática. No es un manual de filosofía, como podría ser en
cierto modo la monumental Historia de la filosofía occidental de
Bertrand Russell, sino una novela de entretenimiento, que
cumple a la perfección con el postulado horaciano. En este
sentido Gaarder sabe acertar con una trama que engancha al
lector desde el primer momento mediante una intriga que va
aumentando a medida que avanzamos la lectura.

   En el juego de espejos que establece Gaarder, típicamente


borgiano, toma un papel fundamental la figura de Berkeley.
Teniendo en cuenta la principal premisa de Berkeley, es decir,
que el mundo en que vivimos es el sueño de Dios y nosotros
somos personajes dentro de ese sueño, se establece un
paralelismo entre el mayor Albert Kang y Dios, pero al mismo
tiempo se baraja con la posibilidad de que Kang sea otro
personaje movido por los hilos de otro dios superior –Gaarder–,
y así sucesivamente, en un guiño típicamente borgiano que
recuerda al famoso verso final de su soneto dedicado al ajedrez:
«qué dios detrás de Dios la trama empieza». Hay que tener en
cuenta además que Berkeley, como todos los filósofos idealistas,
era uno de los preferidos de Borges, que además estudio
profundamente el tema del sueño divino en su antología Libro
de los sueños. La conclusión que plantea Gaarder es que a
través del conocimiento filosófico uno puede liberarse de las
cadenas que le atan a esa especie de ensueño divino y decidir
qué quiere hacer con su propia vida. Demasiado alto apunta tal
vez Gaarder, con un final que puede parecer más de la Disney
que de un filósofo serio.

   Gaarder sitúa a sus personajes al mismo nivel que su autor,


liberándolos de la tiranía del papel. Esta técnica literaria arranca
de los dramas de Pirandello, y es uno de los pilares básicos de la
teoría artística de Roberto Arlt o de la teoría crítica de Miguel de
Unamuno, como muestra en La vida de don Quijote y Sancho.
Además, Unamuno también pudo ponerlo en práctica en otras
novelas como Niebla o Cómo se hace una novela. Al igual que
sus predecesores, Gaarder plantea la rebeldía de los personajes
contra su autor, que maquinan planes en secreto y que
finalmente logran llevarlos a la práctica.

   Además del final, hay que señalar algunas deficiencias más en


la obra. Se echa en falta un desarrollo más detallado de algunos
nombres, como por ejemplo, de Francis Bacon o de
Schopenhauer; y otros filósofos no quedan suficientemente
explicados, como es el caso de Spinoza o de Berkeley, a pesar
de que precisamente Berkeley sea tan importante dentro del
desarrollo de la trama. No parece que los constantes juegos del
mayor Albert Kang dentro del mundo de Sofía tengan más
utilidad que demostrar la omnipotencia de Albert, estableciendo
un paralelismo con la figura de Dios. La introducción de
personajes como Caperucita Roja o Winnie de Pooh en el
ordenado y racional mundo de Sofía rompe el pacto de ficción
entre autor y lector, tal y como hace la literatura del absurdo.
Este tipo de literatura es la expresión artística de corrientes
filosóficas existencialistas, fundamentalmente del
existencialismo de Sartre y de Camus. Para Sartre existir es
crear tu propia existencia, y esto es precisamente lo que hacen
Sofía y Alberto al final de la novela. Sin embargo, este tipo de
juegos entra en contradicción con los primeros capítulos. En un
primer momento Alberto define al filósofo como aquel que es
capaz de asombrarse por lo cotidiano, pero a medida que
avanzamos en la novela la capacidad de los personajes de
asombrarse de las maravillas del mayor se va atrofiando, hasta
llegar a un punto en que ignoran todo lo que se sale de lo
cotidiano. En este sentido se puede establecer un vínculo entre
El mundo de Sofía y el realismo mágico, que propone
maravillarse de lo cotidiano y afrontar lo maravilloso con
normalidad.

   En definitiva, es El mundo de Sofía una novela sobre la


historia de la filosofía con una interesante trama que atrapa e
interesa al lector casi desde el primer momento y que le hace
devorar páginas a un ritmo vertiginoso. Consigue Gaarder que el
lector entre de lleno en el pensamiento filosófico occidental y
aprenda las líneas básicas de cada pensador, sin hacer que el
lector, adolescentes y no tan adolescentes, pierda el más
mínimo interés en el libro.

El mundo de Sofía: Resumen, Análisis y


Crítica

El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder, es una de las obras sobre


las que especialmente merece la pena leer y reflexionar. Hoy, nos
encargaremos de ello.
Hay libros que son difíciles de describir y sin lugar a dudas que
este es uno de ellos. Hoy me impongo la tarea de hacer todo lo
posible para hacer justicia a esta obra. Esta obra merece ser
analizada de forma extensa y dedicándole todo el tiempo
necesario y más. Dicho esto, vamos allá!
Este libro llegó a mis manos de forma excepcional. Me
encontraba mirando entre todos los libros que había en el
trastero y entre uno y otros me encontré con un libro que
hablaba de filosofía. Pero no era la cosa tan simple, no te
describe la filosofía cronológicamente sino que además te
permite visualizarla de forma sencilla a través de metáforas y de
una historia clara y sencilla que a menudo va de la mano con lo
que se cuenta en la historia de la filosofía.

Al ver esto no pude nada más que extrañarme, un libro que no solo
trata un tema que en principio es tan complejo como la historia de la
filosofía, sino que busca hacerlo de una forma sencilla, práctica y didáctica.
Mi primer pensamiento fue de duda, el siguiente fue el de
aquella persona que ante el desconocimiento en una
determinada materia cuenta los segundos que quedan hasta que
pueda hincar su diente en la misma.
El mundo de Sofía no es un libro cualquiera, no se limita a
contar una historia. De ir buscando esto es difícil que salgas
contento de esta experiencia. Sin embargo, es la novela ideal
para aquellas personas que quieren aprender de filosofía de una
forma sumamente sencilla. No me sorprende que este sea un
libro que se aconseje a los jóvenes a partir de los 15 años. Es
un libro que si decides entrar en él con una mentalidad abierta,
va a ofrecerte mucho más de lo que podías esperar en un
primer momento. Entonces, ¿recomiendo «El Mundo de Sofía?…
Evidentemente si, una y mil veces. Pero solamente a quienes
realmente tienen interes en aprender un poco de filosofía. De no
ser tu caso, no te preocupes. A menudo es preferible dejar un
libro esperando un tiempo y lo más habitual es que de leerlo
más adelante lo disfrutes mucho más,. Empecemos de lleno con el
análisis:
Análisis de El mundo de Sofía:

«Lo único que existe es lo que nosotros percibimos.» de Jostein Gaarder.

En cuanto a la historia que narra el libro, Sofía Amundsen es una


joven noruega que aparte de estudiar y de pasar tiempo con su
mejor amiga, Jorunn, no hace nada que más que merezca la
pena reseñar. Sin embargo, un día le llega una carta que le
cambiará la vida. Un filosofo le ofrecía formar parte de un curso
de filosofía de forma gratuita. Para tentar a Sofía le ofrece un
par de metáforas sobre como el mundo está ciertamente
dormido y sobre como muchas personas no son conscientes de
que el mundo es mucho más de lo que es «su mundo». La
figura del conejo que es un medio ideal para plantear estas
cuestiones nos acompañará durante toda la historia.
Sofía decide participar en este cursillo y de forma paulatina su
pensamiento va cambiando, pasando de ser puramente
emocional a ser más racional, gracias a aprender como
reflexionar y el valor que tiene hacerlo durante unos instantes
antes de darle una respuesta a su maestro. Con el paso de los
capítulos Sofía conoce lo más relevante sobre las figuras más
representativas de la historia de la filosofía occidental (porque
eso sí que es cierto, no hay ninguna referencia a figuras
orientales). Con la llegada de los capítulos sobre el
renacimiento, existencialismo y romanticismo, Sofía, junto a su
maestro Alberto, comienza a dudar de su existencia. Desde este
momento conocemos la historia de Hilde, una joven de la edad
de Sofía a la que su padre ha regalado un carpeta con anillas que
cuenta una historia.
La historia que Hilde está leyendo es la de Sofía, es decir, el padre de
Hilde ha inventado a Sofía y a su maestro como un medio de
educar a su hija mientras él se encuentra fuera de casa. Por lo
tanto, Sofía se encontraba en lo correcto, su vida no dependía
de lo que ella decidiese sino de lo que se encontrase escrito en
el libro. Esta idea acaba siendo evidente cuando personajes de
cuento europeos empiezan a aparecer en el mundo de Sofía,
siendo finalmente conscientes de que su existencia está ligada a
las páginas en las que se encuentran. Alberto, el maestro de
Sofía, y su pupila deciden planificar un plan para poder salir del libro en
el que se encuentran inmersos, para ello aprovechan un
momento en el que el caos de la historia amenaza con acabar
con todo. De esta forma, consiguen abandonar «el mundo de la
ficción» para visitar a Hilde y a su padre, pero solamente
pueden hacerlo como personajes invisibles para los humanos e
incorpóreos. Finalmente, pese a no poder desplazar ningún
objeto, Sofía y Alberto se suben a la barca que se encuentra atada
apenas a unos pasos de donde están Hilde y su padre. Sintiendo
por un leve momento que ahí hay alguien más…

Crítica:
Desde un punto de vista más crítico de la narrativa, «El mundo de
Sofía» es un libro sobre como es posible llevar a cabo dos universos
distintos de personajes y que estos no colapsen entre sí. Esto no
es fácil, pues hay que hacer que la acción sea suficientemente
interesante en ambos libros como para que no se haga pesada
la otra parte. Uno de los libros que no puedo dejar de
recomendar, pues hace esta labor de forma espectacular, es It de
Stephen King. Por lo tanto, la narrativa de ambas historias se
encuentra entrelazada de forma excepcional.

Es imprescindible mencionar si el mensaje de la obra llega al


público, es decir, ¿Es «El Mundo de Sofía» un buen libro para iniciarse
en la filosofía? Pues, ya lo dejaba caer en la introducción de la
reseña. Es el libro ideal si uno tiene decide dedicar un tiempo no
sólo a leerlo, sino también a reflexionar sobre lo que nos cuenta.
A lo largo del libro se introducen las ideas y planteamientos de
los filósofos más relevantes, utilizando para ello ejemplos,
metáforas y demás recursos. De hecho, llega el punto en el que
la propia historia se convierte en una de las ideas de uno de los
filósofos estudiados.
En un inicio, Alberto y Sofía se comunican por escrito, a través
de cartas. Una vez Alberto le manda un video para que Sofía
pueda descubrir como era la antigua Grecia de los pensadores
que estaban estudiando. Resulta sorprendente no sólo aprender
las ideas más relevantes de estos filósofos sino también saber ubicarlos en
el tiempo y en su lugar físico. Pues, los filósofos, como todas las
personas, son hijos de su tiempo y por ello responden a las
preguntas que mas se cuestionan en ese momento o que
estaban realizando sus compañeros en los años previos.
Personalmente, creo que todas estas ideas llegan de muy buena forma
al lector, no siendo para nada pesadas y consiguiendo que
formemos parte de los diálogos y de las preguntas que de vez
en cuando se plantean al final de cada uno de los capítulos.

Conclusión de El mundo de Sofía:


El mundo de Sofía te invita a pensar, a dejar de ser una más de las
personas que vive sin plantearse como lo hace y a que se debe
la forma en que lo hace. Es una obra perfecta para sembrar la semilla
en el lector y que se siga acercando a la filosofía. Igualmente, es el
medio ideal para poder acercarse a algunos de las filosofías que
menos conocemos, al menos para conocer de forma básica
quienes son sus principales autores e ideas.
Por último, tal y como he mencionado es un buenísimo ejemplo
de como se puede educar sobre cierta materia a través de una
historia y no de un libro de texto y como puede tener una
historia atractiva que nos plantee tantas cuestiones como la
filosofía sobre la que versa el libro.

Por lo tanto, no puedo dejar de recomendar esta espectacular novela (por


tercera vez en lo que va de reseña), porque ha sido capaz de
dejar algo en mi que no esperaba, un interés sobre esta materia
de la que tanto desconozco. Por eso, solo puedo decir… que no
seáis un conejo más del truco de magia.
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El mundo de Sofía (libro), de Jostein


Gaarder: resumen, análisis y personajes
- Cultura Genial
El mundo de Sofía (1991) es una novela escrita por Jostein Gaarder. Esta obra trata de responder a
preguntas trascendentales como: ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Existe el libre
albedrío o estamos determinados por el destino?

Estas son solo algunas de las cuestiones con las que el autor invita al lector a reflexionar, al mismo
tiempo que asiste a un curso de filosofía inmejorable a través de los ojos de Sofía, su protagonista.

El mundo de Sofía resumen

Sofía es una joven noruega que está a punto de cumplir 15 años. Un día, al regresar del colegio,
encuentra en el buzón una nota en la que puede leer: “¿quién eres?”.

Esta es la primera carta de las muchas que recibe. Así es como la joven comienza un curso de
filosofía a distancia impartido por un misterioso profesor, Alberto Knox. Por otro lado, también
recibe postales destinadas a una misteriosa muchacha llamada Hilde cuyo remite es Albert Knag,
su padre.

Los mitos y los filósofos de naturaleza

Thor en la mitología nórdica.

Imagen de Thor, dios del trueno en la mitología nórdica, que aparece mencionado en el libro.

Sofía comienza el curso de filosofía aunque, al principio, desconoce la identidad de su profesor.

La primera lección que recibe es sobre cómo surgieron los mitos. Los primeros humanos aludían a
ellos para explicar los fenómenos naturales.

Después, aparecieron los denominados como “filósofos de naturaleza”, que trataron de dar una
explicación sobre el mundo y poner en evidencia las creencias mitológicas imperantes.

Filosofía antigua

Atenas
Las siguientes lecciones que aborda el profesor están relacionadas con la filosofía antigua.

Entretanto, la joven Sofía descubre cual es la verdadera identidad de Alberto Knox y también se
encuentra con una bufanda roja de Hilde.

Para conocer la filosofía de la antigüedad, Alberto le habla de Sócrates y su famosa frase “solo sé
que no sé nada”.

Otro día, Sofía recibe una lección sobre Platón, su teoría de las ideas y el mito de la caverna a
través de una cinta de vídeo en la que el profesor recorre las calles de la antigua Atenas.

Después, Sofía da un paseo por el bosque y se encuentra con la “cabaña del mayor”, y descubre
que esa es la casa de su profesor de filosofía. Allí ve un espejo cuyo reflejo le devuelve un guiño.

Finalmente, la joven toma la última clase de filosofía antigua y aprende sobre Aristóteles.

Filosofía en la Edad Media

Durante unos días, Sofía no recibe cartas de Alberto y decide ir con su amiga a la cabaña del
bosque. Allí encuentran postales para Hilde. Cuando se marchan, la joven se lleva el espejo a su
casa.

La siguiente cita con el profesor de filosofía tiene lugar en una iglesia. Allí aprende que durante la
Edad Media fue notoria la influencia de la religión en la filosofía. La joven descubre a filósofos
como San Agustín y a Santo Tomás de Aquino, quienes terminaron por “hermanar” a la filosofía y
la religión.

Filosofía moderna

Busto de Rene Descartes


Busto de René Descartes.

El profesor pasa a explicarle a Sofía las figuras clave del Renacimiento y el Barroco. También, la
filosofía dualista de Descartes y su famosa frase “pienso luego existo”. Más tarde continúa con la
filosofía de Spinoza, que creyó que Dios había creado las leyes de la naturaleza que rigen lo que el
hombre puede hacer.

Después, le habla sobre Locke y su teoría sobre la “tabula rasa”, también sobre David Hume y
George Berkerley, que pensó que los humanos solo existen en la mente de un “dios creador”.

Alberto le da a entender a Sofía que son personajes ficticios de una novela que Albert Knag ha
escrito para su hija Hilde.

Filosofía contemporánea

Albert Knag,que se encuentra de viaje de trabajo, le envía a su hija un libro llamado El mundo de
Sofía como regalo de cumpleaños. Hilde comienza a leerlo y se obsesiona con la historia hasta tal
punto que pierde la noción del tiempo.

En un momento de la novela, Sofía sueña con Hilde y su crucifijo. Después Hilde busca el crucifijo y
se da cuenta que no está. Este hecho le hace plantearse si Sofía existe de verdad y no solo en la
historia de su padre.

En la novela, Sofía sigue recibiendo clases de filosofía y aluden al periodo de la Ilustración, también
a Kant y su deseo de unificar el pensamiento empírico y racional.

La fiesta de Cumpleaños y desenlace

En la noche del cumpleaños de Sofía organizan una fiesta en el jardín de su casa. Allí ocurren una
serie de acontecimientos absurdos. Alberto y Sofía tratan de escapar del control de Albert Knag y
desaparecen.
Cuando Albert regresa de viaje le cuenta a su hija la última lección de filosofía mientras están
sentados en un muelle. Allí le habla sobre el Big Bang y la creación del universo. Mientras, Sofía
intenta intervenir en el mundo de Hilde.

Filósofos que aparecen en El mundo de Sofía

La novela supone un recorrido a través de la historia de la filosofía occidental de manera


cronológica.

Así, este libro se convierte en una nueva oportunidad para aquellos que dieron la filosofía por
imposible. Mientras la protagonista evoluciona y se vuelve más segura, los lectores aprenden
sobre la filosofía y su importancia en el mundo.

A continuación, se puede observar un esquema de los filósofos que aparecen en El mundo de


Sofía.

Filósofos en El mundo de Sofía

Esquema de los filósofos que aparecen en el libro.

Análisis del libro

Una de las cuestiones que plantea al lector es precisamente la delgada línea que existe entre
ficción y realidad. ¿De qué forma el autor nos hace plantearnos, incluso, nuestra propia
existencia?

Gracias a la metaficción, a la creación de una novela dentro de una novela. Sofía se plantea su
existencia en el momento en el que descubre que puede ser solo parte de la imaginación de otra
persona, Albert Knag.

¿Qué importancia tiene la filosofía?

Esta es, sin duda, una de las preguntas más importantes que nos deja este libro. Jostein Gaarder
propone a la filosofía como el camino fundamental para comprender la vida, el que nos ayuda a
comprender el origen de todas las cosas, el mundo que nos rodea, el lugar que ocupamos en él.
Como Sofía, a veces hemos tenido la sensación de que en el colegio no se enseña bien la filosofía y
que incluso se le da más importancia a otras materias.

Este libro esconde una profunda crítica hacia los sistemas educativos que no dan la importancia
que deberían a cuestiones más complejas, cuyo estudio podría ser igual o más interesante que
otras asignaturas corrientes.

Lo único que necesitamos para convertirnos en buenos filósofos es la capacidad de asombro.

A veces, los sistemas educativos se centran en desarrollar actividades rutinarias que merman la
creatividad y la imaginación. El objetivo principal es superar la evaluación a través de pruebas
escritas. ¿Dónde queda entonces la capacidad de asombro del alumno?

El autoconocimiento

La primera pregunta que recibe Sofía en una de las notas es “¿quién eres?”. Inmediatamente, el
lector queda también sometido a esta cuestión.

Y es que, al igual que la protagonista, creemos saber quién somos. Sin embargo, lo que Sofía
desconoce es que es un personaje creado por el padre de Hilde, personaje a su vez de Gaarder,
para que esta última aprenda filosofía.

Poco a poco, a medida que Sofía investiga sobre quién es Hilde, se descubre a sí misma como un
personaje. Es solo en este momento, cuando conoce su identidad, que deduce que el
autoconocimiento es el único camino hacia la libertad y la búsqueda de la verdad.

El destino

Uno de los temas sometidos a estudio para algunos filósofos fue el destino. También es un tema
primordial en este libro.
¿Estamos condicionados por el destino o controlados por un ser superior? ¿Actuamos libremente?

Podemos reflexionar sobre esta cuestión y objetar las diferentes posturas que tomaron los
filósofos a cerca de este tema. Pero hay una consideración de fondo que Gaarder nos ofrece: ¿Y si,
al igual que Sofía, somos un personaje cuyas acciones están previamente establecidas o somos
como ordenadores previamente programados?

La mujer en la historia de la filosofía

¿Por qué las mujeres que han contribuido en la historia del pensamiento no han tenido la
suficiente repercusión o no son mencionadas en los manuales de filosofía?

Un tema interesante en el libro es el papel que la mujer ha tenido en la historia de la filosofía.

En diferentes capítulos Alberto Knox hace referencia a que en la historia la mujer ha estado
“reprimida como ser pensante debido a su sexo”. Critica que las mujeres fueron tratadas como
seres que cuya función principal era la de concebir.

Símbolos y metáforas del libro

Sofía en la filosofía

La elección del nombre de Sofía para la protagonista de este libro no es algo casual. Si atendemos
a la etimología griega de la palabra, Sofía (Σoφíα) significa sabiduría.

Sofía también era la diosa griega de la sabiduría. El propio término filosofía deriva de la raíz griega
φιλος (philos = amor) y σοφός (sophos= sabiduría). Lo cual significa “amor a la sabiduría”.

Así, lo que Sofía simboliza y lo que se despierta en ella a lo largo de este libro es el “amor”,
precisamente, al conocimiento.

La primavera
La primavera es la estación que está entre el invierno y el verano, a menudo se suele asociar con el
cambio, la renovación. Para los renacentistas, la primavera era una metáfora del origen de la vida.

En esta novela, el contexto está enmarcado en esta estación que, asociado al periodo de pubertad
que experimenta la protagonista cobra un carácter simbólico. Un periodo de transformación y
cambio personal, de crecimiento. En definitiva, una renovación que va de la ingenuidad de un niño
a la sabiduría de un adulto.

El seto y el jardín del Edén

El jardín del Edén de Peter Paul Rubens y Jan Brueghel el Viejo.

Pintura "El Jardín del Edén con la caída del hombre" de Peter Paul Rubens y Jan Brueghel el Viejo.

En este proceso de madurez, Sofía sigue acudiendo a un sitio donde puede conservar su inocencia.
Como un niño que tiene un escondite secreto, la joven accede a ese lugar a través de un seto al
final del jardín de su casa.

Para Sofía, ese “callejón” es lo más parecido al paraíso, tal y como ella imaginaba que sería el
Jardín del Edén descrito en el Génesis.

Durante la infancia, es muy común que los niños vivan en un mundo de fantasía, que luego
pierden en la etapa adulta.

Así, podemos entender el jardín como un lugar de protección de la niñez en el que Sofía puede
liberarse presión que tiene para crecer y perder su ingenuidad.

El conejo blanco

En el libro existe una metáfora relacionada con el viejo truco del conejo blanco que sale, de forma
repentina, del sombrero negro del mago.
Para Gaarder, el mundo es el conejo blanco. Generalmente, los adultos se esconden en el pelo del
conejo y se mantienen, de alguna forma, ajenos al mundo. Sin embargo, establece una
comparación entre los filósofos y los niños, que se mantienen superiores al pelo del conejo.

Con esta explicación, se mantiene la idea de que los filósofos y los niños están preparados a
conocer el mundo que les rodea, porque son capaces de mirar a los ojos del mago. Es decir,
mantienen la curiosidad por responder a las preguntas sobre la vida.

El espejo

El espejo es una alusión directa a la novela Alicia a través del espejo de Lewis Carroll. En el caso del
libro El mundo de Sofía, el espejo sirve para unir a las dos protagonistas, es como un “portal” que
fusiona dos mundos paralelos, el de Hilde y el de Sofía, a través de su reflejo.

Personajes principales

Sofía: Es una niña noruega que está a punto de cumplir 15 años. Es una chica solitaria y curiosa, le
gusta reflexionar para conocer el mundo que le rodea. Cuando avanza la novela descubrimos que,
en realidad, Sofía es un personaje creado por Albert Knag.

Hilde: Al igual que Sofía, Hilde es una joven que también está a punto de cumplir 15 años. Su
padre Albert le envía la primera parte de la historia de Sofía. La muchacha es muy similar a Sofía,
le gusta estar en soledad y el mundo que le rodea despierta su curiosidad. Su espíritu rebelde la
hace querer encontrar respuestas a través de la filosofía.

Alberto Knox: Es el filósofo que enseña a Sofía a lo largo de toda la novela. Simboliza a la figura del
profesor “perfecto”, cuya tarea consiste en guiar a su alumna y mostrarle el mundo a través de la
historia de la filosofía. Hace que la joven no deje de hacerse preguntas y cuestionar el mundo que
le rodea sin dar todo por supuesto.

Albert knag: Es el padre de Hilde, su trabajo le impide pasar el tiempo que le gustaría con su hija.
Por eso, decide mandarle cartas sobre Sofía con el fin de que su hija aprenda filosofía.

Biografía de Jostein Gaarder

Autor de El mundo de Sofía.

Es un escritor noruego autor del libro El mundo de Sofía, una de sus novelas más exitosas a nivel
mundial desde su publicación en 1991.
Estudió lenguas escandinavas y teología, también fue profesor de filosofía.Comenzó su carrera
literaria como escritor de cuentos infantiles.

A principios de la década de los 90, obtuvo el premio Nacional de Crítica Literaria de Noruega, más
tarde también el Premio Europeo de literatura Juvenil. El mundo de Sofía supuso su
reconocimiento a nivel mundial, ya que la obra se tradujo en más de 40 idiomas y se convirtió en
un auténtico best seller.

Película El mundo de Sofía

En 1999 el director noruego Erik Gustavson llevó al cine la adaptación del libro El mundo de Sofía
de Jostein Gaarder.

La película es un drama de aventuras protagonizado por la actriz Silje Storstein, con una duración
de 114 minutos, pretende plasmar los acontecimientos más importantes de la novela.

Si ya disfrutaste de la novela, aquí puedes ver el tráiler del filme El mundo de Sofía.

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