Está en la página 1de 3

Escuela de Filosofía.

Facultad de Bellas Artes y Humanidades.


Universidad Tecnológica de Pereira.
Idealismo Alemán
Hoover Largo Delgado

Informe de lectura: Fichte, del yo puro al saber absoluto.

Johann Gottlieb Fichte, filósofo alemán, fue uno de los pilares fundamentales en el
pensamiento occidental. Su filosofía se divide en dos etapas, que dan a conocer un
desarrollo intelectual sobre un mismo tema (el Yo), al igual que se nota el avance en su
teoría. Pues en esta primera etapa Fichte, empieza la fundamentación de la teoría del Yo, un
poco influenciado por la idea que venía trabajando Kant. Kant en esta época era alguien que
Fichte admiraba y aunque Kant nunca lo denomino como un discípulo, Fichte lo
consideraba como su maestro, compartían muchas ideas, pero según Kant, su pensamiento
no concordaba en totalidad con el de Fichte. Para tomar esta idea del Yo, debemos de irnos
a la problemática propuesta por Descartes y el ego cartesiano, afirmando que: “atreves del
acto de pensar soy, por ende, si pienso existo” cosa que para Descartes era algo falible de
error, ya que los sentidos nos engañan. En primera instancia Descartes piensa el Yo desde
otro punto, piensa el Yo desde un punto de vista propio, cosa que parecía hasta absurdo,
porque como puedo pensar todo lo que percibo, pero no pensarme a mí mismo. “cogito ergo
sum (es) una malograda expresión para (designar) a la intuición intelectual” [ CITATION
SCH01 \l 3082 ] Más adelante Kant trastoca esta idea, nos dice que este conocimiento que
está fuera de nosotros, que percibimos desde los sentidos, no lo conocemos en sí mismo, no
conocemos su esencia. Ya que, para poder llegar a esto, deberíamos dejar de pensar desde
nuestra subjetividad y ser más objetivos, cosa que, para el hombre es muy difícil, siempre
pensamos desde nuestra subjetividad, por lo tanto, no conocemos el objeto en sí, solo
tenemos una idea de cómo es el objeto.

Fichte a esta idea o acción real que se sabe de sí, la denomina No-Yo, cosa que más
adelante nos afirma que todo lo que tiene que ver con esto, se va transfigurando
dependiendo las necesidades que se tengan del Yo puro, esta primera idea del No-Yo es
dependiente del Yo puro, pero Fichte aun así lo denomina como un absoluto porque no
puede ser creado por el Yo, sino que es dado. Aunque, por otro lado, el Yo debe de
pensarlos con anterioridad, debe darse una idea desde sí para que tenga su “creación” aun
así en el plano de lo real, nos dice en el texto, que no es como la substancia de Spinoza y
mucho menos como la idea Hegeliana.

Fichte para explicar esto, parte desde el principio de no-contradicción, que nos dice que dos
cosas no pueden hacer algo contrario al mismo tiempo, no se puede escribir mientras no se
está escribiendo. Digamos que el Yo para Fichte es un Yo que no es individual, sino que es
puramente absoluto. Para percibir la realidad, entonces entramos en esta conciencia
absoluta (Yo absoluto) que pone todo lo que percibimos en la realidad, digamos que estos
objetos son fenómenos como de los que aclaraba Kant, y esto es lo que Fichte nombra
como No-Yo, una dependencia puramente del Yo absoluto y es limitado por este mismo.

Digamos entonces que el Yo, no es algo que se pueda simplemente ver, sino que es como
un actuar, y el No-Yo es lo más parecido a lo que nosotros nombramos como naturaleza
fenoménica.

Decimos que el Yo es absoluto porque no se ve limitado por nada, no hay nada superior que
lo determine, como pasa con el No-Yo. Este Yo absoluto, tiene una fundamentación en sí
mismo, es creador. Por este motivo, el Yo nunca se ve afectado por nada, pues su campo de
accionar no tiene ningún tipo de limitación.

Por otro lado, el No-Yo, es una creación puramente del Yo absoluto, que es totalmente
contrario al Yo, pues todo lo que no es el Yo absoluto, es No-Yo. Digamos que, si el Yo
absoluto es ilimitado, infinito, lleno de toda capacidad, que no puede ser cambiante, el No-
Yo es todo lo contrario, es limitado, no es absoluto porque de otro modo no podrían existir
al mismo tiempo, es finito y es cambiante. El Yo lo podremos concebir como toda realidad
absoluta y el No-Yo como todo lo relativo.

En la segunda etapa de Fichte, hay un renombramiento de las cosas. Pues su pensamiento


para esta época ha modificado cosas decisivas para su filosofía del Yo. Para esta época
sigue presente la idea del Yo como absoluto, pero el No-Yo desaparece (no en totalidad).
Pues Fichte consideraba que había una mala interpretación de este mismo, al igual que creía
que esta noción del No-Yo era muy peyorativa. Pues esta idea del No-Yo tiene una
evolución intelectual, pues ahora Fichte consideraba la idea del absoluto y el saber, el saber
como algo no-absoluto, aunque todo referente al saber, es absoluto en sí mismo.

Digamos entonces que este nuevo pensamiento de Fichte toma cierta madurez, pues ahora
el absoluto, no proviene de ningún tipo de intuición intelectual y un saber que es
manifestación de este absoluto, pero que nos da la idea de todo lo que es en sí la realidad y
todo lo conocido. Por estos motivos es que Fichte nos dice que el saber es absoluto en el
sentido en el que nos da una interpretación de lo real, pero hay que tener en cuenta que este
saber no sobrepasa al Yo absoluto. «el saber no es el Absoluto, pero en cuanto saber él
mismo es absoluto»[ CITATION Fic13 \l 3082 ]. Este saber por tener una idea de lo real,
también es consciente de que no es el real absoluto, es una interpretación o manifestación
del verdadero. Es un medio por donde el mismo absoluto se revela.

Bibliografía

 Fichte, Johann Gottlieb (2013). Faustino Oncina Coves, ed. Obra completa.
Biblioteca de Grandes Pensadores. Madrid: Editorial Gredos.
 Jacinto Rivera de Rosales (2014). Fichte: del Yo puro al saber absoluto (1798-1802)
ed. Revista internacional de filosofía. Málaga, España.
 SCHLEGEL F., Philosophische Lehrjahre, FSKA XVIII, II Fr. 462, p. 66

También podría gustarte