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JUICIO
CONCEPTO
El informe oral implica una exposición
detallada de las conclusiones definitivas,
es una pieza importante de los juicios que
conlleva preparación, estudio y finalmente
su exposición en sala. Para preparar un
buen informe final es necesario conocer
una serie de técnicas que normalmente
no se enseñan en la universidad, como
tantas otras habilidades que requiere el
ejercicio de la abogacía, sino que se
adquieren con la experiencia y la práctica
profesional.
Su objeto es convencer y persuadir al juez y se centra en las alegaciones orales que
realizamos los letrados según las conclusiones alcanzadas sobre los hechos probados.
Me parece muy gráfica la definición que da Arturo Majada en su obra “Técnica del informe
ante juzgados y tribunales: oratoria forense”, según la cual es la “alegación oral de
fiscales y abogados, con la finalidad de persuadir al órgano jurisdiccional en interés a la
parte a quien dirigen o representan, realizada en derecho con carácter total o parcial
sobre un determinado asunto, ante el Tribunal competente para fallarlo u otro distinto, en
audiencia pública o sin ella”.
ESTRUCTURA
Es importante que el informe tenga una estructura que permita transmitir las ideas
principales con orden y coherencia y cuyas partes estén perfectamente
interrelacionadas:
1. Exordio. Es una introducción con la que se pretende captar el interés del juez. No
constituye una parte esencial y, en la actualidad y principalmente por razones de tiempo,
o se suprime o queda reducido a un par de frases sacramentales. Únicamente se utiliza
en asuntos de cierta importancia.
2. Proposición. Se trata del anuncio de la tesis que pretendemos probar los
letrados, se hace a modo de petición inicial para que el juez emita una sentencia en un
sentido determinado. Tampoco constituye una parte esencial y específica del informe,
pero facilita el inicio del mismo y permite introducir de forma sencilla el siguiente apartado,
la división.
3. La división. En esta parte se nombran los fundamentos en los que se basa la
petición realizada en la proposición. La división contendrá únicamente las partes
principales del informe procurando reducir al máximo sus términos, que deberán ser
precisos y seguir un orden lógico.
4. La narración. Consiste en la exposición de los hechos sobre los que se
pronunciará el juez. En el caso de que los hechos sean notorios, indubitados o aceptados
por las partes no es estrictamente necesario que se incluya. Debe ser concisa y completa
e incluir la información necesaria para fundamentar los argumentos. Ha de ser ordenada y
clara exponiendo los hechos en orden cronológico y con un estilo sencillo.
5. Argumentación y refutación. En esta parte, los letrados exponemos las pruebas
de las que nos valemos y los argumentos jurídicos conducentes a la calificación jurídica
de los mismos. Además de probar lo que alegamos, debemos refutar las pruebas y
alegaciones de la parte contraria.
6. El epílogo o peroración como cierre del mismo. Con carácter general, este
apartado puede dividirse en dos partes: a) la recapitulación sumaria, en la cual se
recuerdan las ideas esenciales de la prueba y la refutación y b) la conclusión, en forma de
petición inicial (suplico) en la cual se “solicita”, “interesa”, o se afirma que procede la
condena/libre absolución, etc.