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ESTUDIOS DE CASO

CASO 1
Mujer de 25 años con antecedentes de síndrome depresivo con tratamiento habitual con
Prisdal y benzodiacepinas. Es encontrada inconsciente por su padre y al llegar los
servicios de emergencia la valoración indica: escala de coma Glasgow (GCS) No. 5, con
palidez cutánea y cianosis. Sialorrea intensa. Relajación de esfínteres. Miosis puntiforme.
Presión arterial (TA) de 130/70. Se procedió a intubación orotraqueal y lavado gástrico
con salida a 450cc de contenido. Ingresa en unidad de cuidados intensivos (UCI) intubada
y con ventilación mecánica. Estable hemodinámicamente, con miosis reactiva y muy
sudorosa. Se realiza endoscopia que demuestra lesiones edematosas y úlceras en esófago.
Ante la presencia de síntomas muscarínicos evidentes se solicitan niveles de colinesterasas
que se encuentran muy disminuidos. El padre confirma la sospecha de ingesta de
insecticida organofosforado al revisar los frascos que tenía en su casa. Se instaura
tratamiento con atropina en perfusión continua.

A las 12 horas de su ingreso presenta buena mecánica respiratoria encontrándose


consciente y orientada. Se extuba y se suspende la perfusión de atropina. Dos horas más
tarde presenta cianosis y disminución del nivel de conciencia acompañado de mioclonias.
Se reintuba por un paro respiratorio atribuible a parálisis de los músculos respiratorios por
efecto nicotínico. Presenta fasciculaciones, sialorrea abundante y QT alargado en el
electrocardiograma. Se reanuda la perfusión de Atropina y se añade Pralidoxima al
tratamiento. La evolución posterior es favorable extubándose de nuevo 24h más tarde. A
las 48 horas presenta alucinaciones visuales por lo que se retira la perfusión de atropina
tras ser valorada por el psiquiatra de guardia ante la sospecha de delirio por atropina. Se
confirma la existencia de esofagitis cáustica. Finalmente tras 4 días de estancia en UCI
pasa a planta de medicina interna con nutrición parenteral y termina recuperándose.

CASO 2
Llega al servicio de urgencias un paciente masculino de 20 años de edad, estudiante, sin
antecedentes patológicos previos. La persona que lo acompaña refiere que después de
realizar ejercicio intenso (carreras) durante 30 minutos, con una temperatura ambiental de
39º a 40ºC presentó de manera súbita pérdida del estado de conciencia y fiebre de 40ºC.
Presenta además piel seca y caliente, taquipnea y taquicardia, así como hipotensión arterial de
80/40 mm Hg. Las pupilas se apreciaron isocóricas y reflécticas. Presentó una evacuación
intestinal líquida, sin sangre. El tratamiento inicial fue con solución fisiológica (con la cual la
TA se incrementó a 100/80 mm Hg) y aplicaciones de fomentos de agua helada en tórax y
abdomen, con lo que se logró reducir la fiebre a 38.7ºC.

CASO 3
Se trata de una mujer de 40 años que desde su infancia tuvo temor a las situaciones de
riesgo y como resultado desarrolló miedo a viajar en aviones Siempre ha sido insegura y
tuvo dificultad para conseguir su licencia para conducir y tiene tendencia a sentirse inferior
a otras personas. Su humor es inestable y con tendencia a reacciones depresivas cuando
tiene que enfrentar decepciones o críticas. En el trabajo ha solicitado licencia por
enfermedad en repetidas ocasiones por malestares pasajeros, dolores de estómago, o
dolores por tensión en su cuello y espalda. Los exámenes médicos nunca encontraron
ningún tipo de perturbación somática. Su presión arterial es normal y no se detectó
ningún mal funcionamiento cardíaco.

Datos actuales:
La paciente no parecía deprimida, pero estaba tensa y hablaba muy rápido como si tuviera
alguna urgencia. Presentaba: palpitaciones, sudoración, dolor de pecho, dificultad para
respirar, mareos y sensaciones de hormigueo. Este tipo de ataques los sufría cuatro veces
por mes y comienzan abruptamente y de forma discreta con una duración de 15 a 30
minutos. No se detectaron síntomas psicóticos. El examen físico, incluyendo la evaluación
neurológica, no revelaron ningún problema somático. Los ECG, EEG y exámenes
serológicos dieron resultados normales y no se detectaron anormalidades de la función
tiroidea.

CASO 4
Una mujer adulta acude al médico por presentar dolores intensos en todo el cuerpo sin
causa aparente. El dolor lo describe como exagerado y como una sensación ardiente, del
tipo corriente eléctrica. El médico observa que el dolor está asociado a cambios en la
sensibilidad en forma de alodinia, hiperalgesia y/o parestesias. A lo largo del tiempo el
desencadenamiento del dolor por estímulos no nocivos indica un proceso de sumación
central. El diagnóstico del médico es dolor neuropático por destrucción del número de
fibras nerviosas de tipo C con una disminución significativa del número de receptores para
el GABA con descenso en la actividad en las láminas del asta dorsal, por lo que el resto de
la fibras C activadas, liberarán glutamato en el asta dorsal.

CASO 5
En 1939 Klüver y Bucy realizaron experimentos en monos extirpando una parte del
encéfalo. Los resultados de esta ablación han pasado a la literatura científica bajo el
nombre de síndrome de Klüver-Bucy.

Tras la lesión, los animales desarrollaron lo que se llamó una “ceguera psíquica”,
consistente en la aproximación sin vacilaciones a objetos tanto animados como
inanimados y explorarlos con la boca en vez de con las manos, no importando si los
objetos eran alimentos, heces, una serpiente (que normalmente produce pavor en estos
animales) o una bombilla eléctrica.
Otros síntomas típicos son la compulsiva atención a cualquier estímulo visual que se les
presentase, y la falta de respuestas normalmente asociadas a estímulos que producen
miedo o cólera.

Por otro lado, estos monos mostraban igualmente una desinhibición de conductas hetero y
homosexuales, tratando de copular incluso con animales de otras especies, como gatos o
gallinas. En la conducta social, estos animales, tras la lesión, descienden rápidamente en
la jerarquía de dominancia que se establece en las colonias de monos, pero también son
capaces de luchar con los monos más fuertes y dominantes de la colonia, lo que conduce
a ser lesionados gravemente por ellos. En resumen: toda una mina para la psicopatología.

CASO 6
Varón de 67 a˜nos que es trasladado por su familia al hospital por presentar un cuadro de
siete días de evolución consistente en: somnolencia continua, bradipsiquia e inestabilidad
en la marcha. El paciente vivía solo y entre sus antecedentes personales destacaba un
consumo de alcohol superior a 100-120 g/día con una dieta escasa en calidad y cantidad.
En la exploración general se apreciaban estigmas de hepatopatía crónica, incluyendo
telangiectasias y eritema palmar bilateral. Desde el punto de vista neurológico presentaba
hiporreflexia en extremidades inferiores, temblor cerebeloso de predominio derecho,
dismetría bilateral en prueba talón rodilla y ataxia de la marcha. Con los datos aportados
el probable diagnóstico al ingreso fue de encefalopatía de Wernicke

CASO 7
Una mujer de 37 años corre varios kilómetros al día en un clima caliente. Debido a que
suda profusamente y considerando que tomar agua es sano, consume mucha agua
diariamente. Ella es delgado, su alimentación es ovolacto-vegetariana y con la ingesta de
sal restringida. No fuma, no consume alcohol ni drogas ilícitas. Su único síntoma es
poliuria (4 a 5 L/día). El examen físico no indica una disminución del volumen del líquido
extracelular. Los principales datos del laboratorio fueron hiponatremia crónica (131
mmol/L) con una osmolaridad de 268 mOsm/Kg H2O y la de la orina es de 81 mOsm/L. La
concentración de Na en la orina es de 10 mmol/L. No presenta incremento en niveles de
cratinina ni urea plasmática, ni bajos niveles de K (4 mmol/L). Estudios posteriores no
revelaron insuficiencia tiroidea o adrenal que expliquen la liberación de la hormona
antidiurética (ADH).

CASO 8
Paciente del sexo masculino, diestro, de 18 años cursaba el primer semestre de la carrera
de informática. Vive con los padres en una colonia considerada de clase social baja en una
capital mexicana. Su padre trabaja como obrero y su madre se dedica a los cuidados del
hogar. Ambos tienen baja escolaridad (primaria completa). Sufrió una caída de su propia
altura contundiéndose en el cráneo y presentó pérdida del estado de alerta, pasando 12
horas posteriores sin reacción al medio. El paciente obtuvo 10 puntos en la escala de
coma de Glasgow (TCE moderado). Hubo presencia de crisis convulsivas y vómitos. El
estudio de tomografía computarizada presenta imagen hipodensa de bordes irregulares
poco definidos involucrando temporal y parietal izquierdos e imagen hipodensa en el
lóbulo frontal derecho. También se identifica área hipodensa en la región occipto-temporal
media. El diagnóstico probable es que cursa con síndrome afásico identificado por la
evaluación neuropsicológica como afasia acústico-mnésica.

CASO 9
Mujer de 28 años de edad, soltera, sin hijos, diestra, con antecedente patológico de Lupus
Eritematoso Sistémico (LES) en tratamiento con Micofenolato y Prednisolona y
antecedentes familiares de retraso mental en hermana y demencia en su abuelo paterno;
fue víctima de secuestro durante cuatro días, al ser liberada es evaluada en servicio de
urgencias y posteriormente hospitalizada; en los exámenes iniciales se detectó intoxicación
con Escopolamina y Benzodiacepinas, además se observó amnesia retrógrada de toda su
vida. No se encontraron señales de abuso sexual, ni maltrato físico.
Posterior al alta hospitalaria, comenzó manejo con psicoterapia cognitiva, neurología y
psiquiatría; fue diagnosticada con trastorno por estrés postraumático y depresión mayor,
medicada con Sertralina.
Cinco meses después del evento, fue remitida a neuropsicología. En esta consulta la
paciente y su familia reportaron una pérdida severa de la memoria remota, con
preservación de la memoria reciente, relataron que la paciente olvidó todo lo referente a
su vida, olvidó por completo leer y escribir, no reconocía a sus familiares, olvidó sus
estudios profesionales y su oficio, no se orientaba en la ciudad, no recordaba los
significados de las palabras y se le olvidó bailar, cocinar y nadar. No se reportó amnesia
anterógrada, la paciente incluso, luego de que regresó a casa, comenzó a aprender
nuevamente lo que había olvidado, como la lectura, la escritura, los nombres de los
objetos y el manejo de los electrodomésticos, con adecuados progresos.
Se le practicó una evaluación neuropsicológica en la que se observó una paciente
orientada en las tres esferas, con completa preservación de la memoria reciente e
integridad de los procesos gnósico-práxicos, atencionales y ejecutivos. Sin embargo se
encontró una severa amnesia retrógrada semántica, episódica y procedimental. A nivel del
lenguaje, se concluyó afectación léxicosemántica, por pérdida de las palabras y de los
significados. Se recomienda por tanto, realizar rehabilitación neuropsicológica.

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