Está en la página 1de 85

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

APORTES TEÓRICO-DOCTRINARIOS PARA LA PROTECCIÓN DEL


NEURODERECHO A LA PRIVACIDAD MENTAL EN EL PERÚ

AUTORES

Angulo Urbina, Yessenia Jackelyne

Iparraguirre Aponte, Angie Yeraldine

Mogollón Hernández, Ana Luisa

Ramos Capa, Jordan

Villanueva González, Percy Richard

ASESOR:

Dr. Aldave Herrera, Rafael fernando

TRUJILLO – PERÚ
2022

pág. 1
RESUMEN

La presente investigación tiene como propósito proponer aportes teórico-doctrinarios


para la protección del neuroderecho a la privacidad mental en el Perú, tomando como
base aspectos doctrinarios, éticos y legislativos, en el marco internacional. Para lo cual,
se hace un análisis del impacto que conlleva el desarrollo de la neurotecnología en los
derechos y la dignidad humana. Esto deriva en la necesidad de establecer límites ético
- jurídicos, con el fin de proteger a la persona humana ante posibles usos abusivos de
las neurotecnologías.

Palabras clave: neurotecnología, neuroderechos, ética, derechos humanos y privacidad


mental.

ABSTRACT

The purpose of this research is to propose theoretical-doctrinal contributions for the


protection of the neuro-right to mental privacy in Peru, based on doctrinal, ethical and
legislative aspects, within the international framework. To this end, an analysis is made
of the impact of the development of neurotechnology on human rights and dignity. This
derives from the need to establish ethical and legal limits, in order to protect the human
person against possible abusive uses of these technologies.

Keywords: neurotechnology, neurorights, ethics, human rights and mental privacy.

pág. 2
DEDICATORIA

El presente trabajo es dedicado a Dios, por iluminar nuestra razón y permitirnos hacer de
nuestra vida académica un aporte al mundo del Derecho.

A nuestros padres por su apoyo constante e incondicional y ser fuente de inspiración en cada
uno de nuestros pasos.

Al Dr. Rafael Aldave, por guiarnos hacia ese sendero tan sublime de la investigación jurídica
y facilitarnos por medio de sus enseñanzas las herramientas adecuadas para nuestra formación
como abogados.

pág. 3
Índice

RESUMEN ............................................................................................................................ 2
ABSTRACT ........................................................................................................................... 2
DEDICATORIA ..................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 6
REALIDAD PROBLEMÁTICA: .............................................................................................. 7
FORMULACIÓN DEL PROBLEMA: .................................................................................... 11
OBJETIVOS ........................................................................................................................ 11
JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA .................................................................................... 11
MARCO TEÓRICO ............................................................................................................. 13
1. ANTECEDENTES .................................................................................................... 13
VARIABLE INDEPENDIENTE...................................................................................... 13
VARIABLE DEPENDIENTE ......................................................................................... 16
DISPERSIÓN TEMÁTICA ................................................................................................... 19
2.1. NEUROTECNOLOGÍA .......................................................................................... 19
2.2. NEURODERECHO A LA PRIVACIDAD MENTAL ................................................. 24
3. DERECHO COMPARADO .......................................................................................... 32
3.1. ARGENTINA ....................................................................................................... 32
3.2. ESPAÑA .............................................................................................................. 35
3.3. CHILE ................................................................................................................... 39
VI. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS .................................................................................... 41
Análisis de documentos ............................................................................................... 41
Entrevista a expertos ................................................................................................... 49
4. ENTREVISTA A EXPERTOS N° 1: Phd. Pablo Quintanilla....................................... 51
5. ENTREVISTA A EXPERTOS N° 2: Dr. Hugo Umeres Cáceres ................................ 52
6. ENTREVISTA A EXPERTOS N° 3: Winnie Paucar .................................................. 54
VII. MÉTODOS ................................................................................................................... 56
7. Teorías fundamentadas............................................................................................ 56
- Teoría de los DD. HH., Bidart, UNAM ................................................................... 56
- Teoría de derechos fundamentales de Robert Alexy............................................. 58

pág. 4
- Teoría de la ética en la ciencia ............................................................................. 59
- Teoría aristotélica de la responsabilidad moral ..................................................... 62
- Teoría de la Ética Kantiana ................................................................................... 66
VIII. DESCRIPCIÓN DE RESULTADOS ............................................................................. 68
IX. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS ............................................................................ 72
X. CONCLUSIONES ........................................................................................................... 81
XI. RECOMENDACIONES .................................................................................................. 82
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: ................................................................................... 84

pág. 5
INTRODUCCIÓN

El desarrollo científico y tecnológico logrado a lo largo de las dos primeras décadas del siglo
xxi ha sido de tal magnitud que cuesta hacerse a la idea de cómo serían nuestras vidas
actualmente sin teléfono móvil, internet o redes sociales. El uso de estas herramientas, que ha
supuesto una conexión infinita de personas y cosas a través de la red, ha generado
conocimientos tan importantes sobre el mundo que nos rodea; pero también sobre nosotros
mismos. Y el aspecto humano tan necesario y a la vez poco conocido es el cerebro.
Los recientes avances en neurotecnología e inteligencia artificial están permitiendo un
acceso mayor y más rápido a la información acumulada en el cerebro de animales y personas.
El esfuerzo científico mundial, que ha provocado la creación de la Iniciativa Internacional del
Cerebro, y el desarrollo de redes neuronales cada vez más potentes realizado por la industria
tecnológica están impulsando unas nuevas neurotecnologías que podrían marcar el comienzo
de una revolución en la neurociencia que nos permitirá descifrar las bases científicas de
nuestras mentes y facilitará la comprensión y la obtención de novedosos tratamientos para las
enfermedades mentales y neurológicas. Pero, al mismo tiempo, estas tecnologías, combinadas
con la inteligencia artificial, podrían usarse para descifrar y manipular procesos mentales y
para aumentar cognitivamente a las personas conectándose a las interfaces cerebro-
computadora, alterando lo que significa ser humano.
Y esto nos lleva al mundo jurídico, ya que como si se tratara de un capítulo de Black
Mirror, ahora los Estados han dado un paso para garantizar que las personas tengan derecho y
control sobre su propia mente. Algo que, en el papel, parece obvio pero que ya no lo es tanto
con el desarrollo de la inteligencia artificial y de tecnologías que buscan leer y hasta manipular
lo que pensamos. Estos límites se conocen como neuroderechos, y es importante discutir su
ámbito de aplicación y la posibilidad de positivizarlos en nuestro país; allí radica el aporte de
nuestra investigación.

pág. 6
REALIDAD PROBLEMÁTICA:

Neurociencia y tecnología, conforman lo que se conoce hoy como


"neurotecnología", definida como “conjunto de herramientas que sirven para analizar e
influir sobre el sistema nervioso del ser humano, especialmente sobre el cerebro”
(Facundo, 2020). Estas tecnologías incluyen simulaciones de modelos neuronales,
computadores biológicos, aparatos para interconectar el cerebro con sistemas
electrónicos y aparatos para medir y analizar la actividad cerebral. La neurotecnología,
pues, ha abierto las puertas a la posibilidad de "manipular el cerebro". Por tal motivo,
es necesario adelantarse a los desafíos que la interfaz cerebro-computador u otras
neurotecnologías y su desarrollo están planteando a la comunidad científica y civil,
trasladando el debate al contexto legislativo, antes que estas comiencen a ser parte de
nuestras vidas cotidianas y las consecuencias, del déficit regulatorio, se traduzca en
riesgos para las personas. Si bien es cierto que aún no existe una definición consensuada
del concepto de neuroderechos, para esta oportunidad se tomó en cuenta la definición
dada por Chile en su proyecto de ley, país pionero en desarrollo sobre esta temática, la
cual refiere que son “nuevos derechos humanos que protegen la privacidad e integridad
mental y psíquica, tanto consciente como inconsciente, de las personas que hacen un
uso abusivo de las neurotecnologías”.
Hace unos años, trabajar en la iniciativa de los neuroderechos era casi un
planteamiento abstracto, de ciencia ficción. Sin embargo, la neurociencia desde hace
una década ha logrado que la lectura del cerebro y su posterior escritura dejen de ser
ciencia ficción. En 2004, Neil Harbison se sometió a una cirugía para instalarse una
antena que descifrara colores infrarrojos y ultravioletas; haciendo mejoras posteriores
que permitieran percibir imágenes, videos, música y llamadas de aparatos externos. En
2019, el Doctor Rafael Yuste consiguió manipular el comportamiento de unos ratones.
Y lo hizo interviniendo en los pequeños cerebros de estos roedores, amaestrados para
sorber zumo cuando ven unas rayas verticales en una pantalla. Actualmente la
tecnología de lectura de cerebros, tanto invasiva como no invasiva, es una realidad. El
director de ingeniería biomédica de la Universidad Case Western Reserve en Ohio,
Robert Kirsch, realizó un estudio en Bill Kochevar, experimentando con un paciente
que presentaba parálisis del cuello hacia abajo. El doctor implantó electrodos en los

pág. 7
músculos de los brazos del paciente, estos electrodos se encontraban conectados a una
computadora que cumplía la función de médula espinal artificial, con lo que logró
fortalecer la musculatura de los brazos con cargas eléctricas, permitiendo a Bill
Kochevar alimentarse y beber agua por sí mismo hasta su fallecimiento en 2017.
Con el fin de regular satisfactoriamente el contenido de la reforma
constitucional que consagra la protección de la integridad y la indemnidad mental en
relación al avance de los “neuroderechos”, concepto que se puede entender en dos
aspectos: El primero el derecho a la identidad, manteniendo la individualidad de las
personas. Y el segundo, la privacidad mental, es decir, que por ejemplo los datos del
cerebro de las personas se traten con una confidencialidad equiparable a la de los
trasplantes de órganos. El derecho a la privacidad mental busca evitar que cualquier
dato obtenido del análisis y medición de la actividad neuronal sea utilizado sin el
consentimiento del individuo. Además, exige la regulación estricta de cualquier
transacción u otro tipo de uso comercial de estos datos.
Asimismo, cabe mencionar que en nuestro país la neurociencia es un campo que
ha sido abordado, pero aún con poco énfasis. Según el especial de la revista Poder
(2017), en el Perú existen únicamente alrededor de 60 neurocientíficos con Ph.D. Una
cantidad muy reducida en comparación con otros países de América Latina. Y es esta
poca preocupación normativa en el Perú, lo que fundamenta nuestra investigación. Es
importante comenzar a trazar el sendero de lo que en algún momento será necesario en
el Perú: una regulación del abuso de la neurotecnología que expande su uso cada vez
más rápido. Son proyectos que pueden ser muy útiles si se emplean para ayudar a que
las personas con discapacidad motora se expresen, pero también encierran potenciales
daños si no son utilizadas de manera adecuada. De ahí la necesidad de comenzar a
pensar en regulaciones para este tipo de tecnologías; y este tipo de regulaciones
esperamos sean orientadas a la indemnidad y protección de la mente, a que el cerebro
no pueda ser intervenido sin consentimiento.
Por tanto, se debe comprender la necesidad de regular los neuroderechos en
nuestro Perú, ya que hoy alrededor del mundo existen políticas de Inteligencia
Artificial, y en esas políticas se establecen directrices para proteger los datos, pero no
para proteger el derecho mental mismo. "La privacidad máxima de una persona es lo
que piensa, pero ahora ya empieza a ser posible descifrarlo", avisa Yuste, destacado
neurocientífico español. Nos enfrentamos a situaciones sin experiencia previa en la
historia; situaciones para las cuales, casi todo el mundo, sobre todo el Perú, no está

pág. 8
preparado ni filosófica ni legalmente. Las herramientas de neurotecnología que
interactúen con los cerebros tendrán capacidad para recopilar todo tipo de información
sobre los sujetos en el ámbito más privado que podamos imaginar: sus pensamientos.
Por ello, los expertos consideran esencial preservar la inviolabilidad de los 'neurodatos'
que generan los cerebros humanos.
Es así como, la presente investigación se orienta a formular fundamentos
teórico-doctrinarios para la protección de los neuroderechos como límites ético-
jurídicos ante el abuso de la neurotecnología en el Perú, país donde la realidad jurídica
está muy débil y fragmentada. Previniendo de esta manera que la información obtenida,
por ejemplo, de lectores de ondas cerebrales para el uso educativo, los implantes
cocleares (para la audición), tratamientos de Parkinson, entre otros; y las consecuencias
de la falta de regulación, se traduzca en situaciones donde los derechos de la persona
quedan vulnerados.
Asimismo, teniendo en cuenta a Rafael Yuste, director del centro de
Neurotecnología de la Universidad de Columbia y líder del proyecto BRAIN (Brain
Research Through Advancing Innovative Neurotechnologies), en el 2017, señalaba:
“estas tecnologías están empezando a llegar. Nosotros en los laboratorios con los
animales hacemos todos estos experimentos ya; y con personas se está comenzando a
decodificar la actividad cerebral utilizando ciertos métodos”. Configurándose así, como
una advertencia para prevenir o que cuando llegue a ocurrir una problemática de tal
naturaleza se pueda actuar a la brevedad en defensa de la persona (Refojos, 2020).
Sin embargo, Pedro Maldonado (2020), director del Departamento de
Neurociencia e investigador del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI),
de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, refiere que “los neuroderechos
todavía van a tener impacto dentro de los próximos 10 o 20 años, no podemos esperar
hasta entonces para empezar la discusión”. Ante ello cabe preguntarse ¿por qué no
podemos esperar?, porque actualmente existen técnicas de imageonología que permiten
muy crudamente tener una línea de pensamientos de un sujeto. Eso sugiere que uno en
principio podría mirar la actividad del cerebro y predecir más o menos, hoy muy
perjudicialmente, qué cosas está pensando la persona.
Dentro de este marco, en aras de abarcar la problemática que se tratará, cabe
recalcar lo antes mencionado con respecto al avance normativo en la regulación de los
neuroderechos de Chile. La cual tiene como objetivo primordial la protección de la
integridad física y psíquica de las personas, a través de la protección de la privacidad

pág. 9
de los datos neuronales, del derecho a la autonomía o libertad de decisión individual, y
del acceso sin discriminaciones arbitrarias a aquellas neurotecnologías que conlleven
aumento de las capacidades psíquicas.
Argentina, por su parte, incipientemente señala que los neurodatos -
actualmente y por interpretación amplia - quedarían encuadrados dentro de la categoría
de datos sensibles dispuesta por el Art. 2 de la Ley de Protección de Datos Personales.
Ello porque las neurotecnologías (que generan los neurodatos) tienen el potencial de
proporcionar un conocimiento sobre la persona como ninguna otra tecnología, al
permitir descifrar cómo piensa el individuo e influir en su conducta humana. Además,
tiene el potencial de revelar el origen étnico, racial, opiniones políticas, convicciones
religiosas, filosóficas o morales, afiliación sindical e información referente a la salud o
a la vida sexual, es decir, absolutamente todos los datos sensibles consagrados por la
Ley 25.326. No obstante, estima que resulta imperioso que - al momento de regulación
de los neuroderechos, sea en ocasión de modificar la Ley de Protección de Datos
Personales o por una ley especial - se defina específicamente una nueva categoría de
datos (los "neurodatos") y se los incluya expresamente como datos sensibles.
A su vez, la Unión Europea también está dando pasos importantes. Pues en el
2019 se anunció la creación de un Comité Ad Hoc sobre Inteligencia Artificial y se está
explorando la viabilidad de un marco jurídico sobre transparencia, responsabilidad o
seguridad relacionada con el progreso tecnológico desde el prisma del Consejo Europeo
en derechos humanos, democracia y Estado de Derecho. Precisando que, en el caso de
España, ya ha presentado en su primer borrador de Carta de Derechos Digitales, una
“declaración de intenciones no vinculante” en el tema de los neuroderechos.
Es entonces de este modo que tanto los avances normativos que buscan regular
los neuroderechos en los países antes mencionados son de suma importancia para el
Perú, ya que servirán como base fundamental para un país que aún no ha tomado
iniciativa alguna al respecto y ayudarán a que actúe lo antes posible para evitar que los
neuroderechos se vean vulnerados. Donde producto de la convergencia de los objetivos
y esfuerzos en el proceso de desarrollo de medidas jurídicas, dando prioridad a la
protección del neuroderecho a la privacidad mental, se logre marcar el camino del
progreso y de regulación de los neuroderechos en el sistema normativo peruano.

pág. 10
FORMULACIÓN DEL PROBLEMA:

¿Cuáles son los aportes teórico-doctrinarios que posibilitarían la protección del


neuroderecho a la privacidad mental en el Perú frente al avance de la neurotecnología?

OBJETIVOS

A) OBJETIVO GENERAL
● Proponer aportes teórico-doctrinarios para la protección del neuroderecho a la
privacidad mental en el Perú.

B) OBJETIVOS ESPECÍFICOS
● Analizar las bases teórico-doctrinarias del neuroderecho a la privacidad mental
en el derecho comparado.
● Determinar los impactos de los avances neurotecnológicos en la privacidad
mental.

JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

Como respuesta al vertiginoso avance de la neurotecnología alrededor del


mundo, a partir del año 2017, se ha planteado la necesidad de crear una nueva categoría
de derechos humanos: los neuroderechos, los cuales se pueden entender como “una
innovadora propuesta para establecer límites éticos y jurídicos al desarrollo de
tecnologías” (Borbón, Borbón y Laverde, 2020).
En su artículo Towards new human rights in the age of neuroscience and
neurotechnology”, Ienca y Andorno (2017), afirman que los progresos modernos de
esta rama han posibilitado el desbloqueo gradual del cerebro humano y proporcionan
información sobre los procesos cerebrales, además de su relación con los estados
mentales y el comportamiento observable. Un claro ejemplo de ello, son las
neuroimágenes, las cuales permiten inferir ciertas conclusiones acerca de los
pensamientos, pertenecientes a la esfera privada de las personas. No obstante,
enmarcado en esta evolución, se pueden presentar abusos o implementaciones
incorrectas de estas tecnologías, lo que dichos autores señalan que “implican el riesgo
de crear formas sin precedentes de intrusión en la esfera privada de las personas,

pág. 11
potencialmente causando un daño físico o psicológico, o permitiendo una influencia
indebida en el comportamiento de estas”. Asimismo, se sostiene que “el sistema legal
tiene que estar adecuadamente preparado para hacer frente a los nuevos desafíos que
podrían surgir de la neurotecnología emergente, en particular en el contexto de los
derechos humanos”.
En esta situación, la presente investigación refiere que el derecho y la ética
deben actualizar sus planteamientos para adaptarse a los nuevos cambios que acontecen
en la realidad. Por lo cual, autores como Mario Bunge (1974) defienden la tesis de que
la tecnología debería estar bajo control en lugar de permitir un desarrollo desenfrenado,
en beneficio de los grupos poderosos que puedan usarlo. La intervención en un área tan
privada y delicada como el cerebro humano amerita la delimitación de fronteras
suficientes para evitar que esta transgreda la libertad e integridad de la persona, así
como impedir el conocimiento y manipulación de los neurodatos en favor de terceros
con diversos fines.
A medida que la neurotecnología avanza, es crucial evaluar si el marco actual
de los derechos humanos está conceptual y normativamente preparado para enfrentar
los innovadores desafíos que surgen del entrelazamiento cerebro-computadora-
sociedad, esto con el propósito de conducir a los investigadores y desarrolladores
tecnológicos; así como proteger a los individuos y grupos, tal como menciona Charo
(2005) “la innovación tecnológica va más aprisa que la capacidad de adaptación del
sistema jurídico”.
Ahora bien, teniendo en cuenta lo antes mencionado, consideramos de principal
trascendencia tratar el derecho a la privacidad mental, el cual puede verse acechado
por tecnologías de neuroimagen y las tecnologías de neuromonitoreo.
Es por ello que, como autores de la presente investigación resaltamos los aportes
teóricos y metodológicos que se generan al ser nuestra problemática materia de
cuestiones éticas, legales y sociales en América Latina. En ese sentido, el fin de nuestro
trabajo se centra en la integración de una perspectiva sobre la vulneración del derecho
a la privacidad mental, dentro de la realidad jurídica peruana, en relación al
desmesurado avance de las neurotecnologías. Brindar además, por la relevancia
científica y jurídica que posee, aportes a las futuras investigaciones enfocadas en
neuroderechos, ética en la neurotecnología y otros temas afines, tanto a nivel nacional
e internacional. Resaltando, a la vez, el aporte académico que se puede tomar como el
eje inicial para un estudio imperioso que incentive al análisis y reflexión jurídica sobre

pág. 12
la aplicación de la neurotecnología respecto de sus beneficios pero también sus
desventajas desde la perspectiva de los derechos humanos.

MARCO TEÓRICO

1. ANTECEDENTES

VARIABLE INDEPENDIENTE
Cuba Yaranga Jean Carlo Gonzalo en su tesis para optar el grado académico de
magíster en derechos humanos, denominada “Uso bélico de la neurociencia y el rol de
los derechos humanos” Pontificia Universidad Católica del Perú- PUCP (2013). El
objetivo principal de esta investigación es demostrar que el uso bélico de la
neurociencia transgrede a los Derechos Humanos, analizando el tema desde la
perspectiva moral de estos derechos. Menciona que la aplicabilidad bélica de la
neurociencia sino cuenta con determinados parámetros, puede provocar un “efecto
dominó” de eventos funestos, sea desde su fase experimental o de activación en un
conflicto armado, porque las consecuencias que genera repercuten en el aspecto más
complejo del ser humano: el psiquismo. Siendo su principal hallazgo que el uso bélico
de la neurociencia transgrede a los Derechos Humanos y que el doble uso de la
neurociencia afecta el fundamento moral de los Derechos Humanos, vulnerando a la
persona, ya que al afectar el área más importante de su biología, el cerebro, centro de
sus funciones psíquicas superiores, lo deshumaniza.
Acevedo, Nicolás en su tesis para optar al grado de licenciado en ciencias jurídicas
y sociales, denominada “Culpabilidad jurídico penal y neurociencias: una
aproximación multidisciplinaria a la fundamentación y justificación de la
culpabilidad frente a los actuales avances científicos” Universidad de Chile (2015).
Menciona que durante el siglo XXI las Neurociencias tienen la pretensión de
convertirse en las ciencias del futuro, encargadas de desentrañar el más importante
continente todavía por explorar, el cerebro. En dicha investigación se tiene como
objetivo desarrollar la íntima vinculación entre Neurociencia, Neuroética y Derecho.
Uno de los principales hallazgos fue que las Neurociencias se han planteado a sí mismas

pág. 13
como una amenaza latente frente al Derecho Penal y frente a las concepciones
filosóficas profundamente arraigadas en la sociedad chilena.
Nuria Reche Tello (2021), en su artículo titulado “NUEVOS DERECHOS
FRENTE A LA NEUROTECNOLOGÍA: LA EXPERIENCIA CHILENA”,
publicada en la “Revista de Derecho político”, propone como objetivo reflexionar sobre
el avance de la neurotecnologia enmarcado en la nueva propuesta chilena de regular y
reconocer a los neuroderechos. Tiene como principal hallazgo que la iniciativa chilena
es un gran paso para la pronta adhesión de la ciencia y tecnología a la gobernabilidad.
Lo que permite al regulador disponer de una extensa gama de instrumentos para
intervenir preventivamente frente a los cambios digitales. Siendo que la complejidad y
el avance del mundo moderno comprueba que sus contribuciones resultan necesarias
en la consecución del bienestar común. A modo de conclusión, se colige del artículo:
a) es imprescindible anticiparnos al avance de la neurotecnología porque de lo contrario
se puede llegar a un momento en el cual sea demasiado tarde, b) la reglamentación no
solo debe estar a cargo de la política y de la ciencia, sino que es primordial una
participación activa del derecho en esta ámbito para establecer límites éticos y c) los
casos de Chile y España en la regulación son muy distintos, mientras el primero apunta
a una reforma constitucional, en España esta misma no posee valor vinculante, y se
manifiesta como una guía de actuación para los poderes públicos.
Alberto García Gómez y José Carlos Abellán Salort en su artículo titulado
“Derechos humanos, libre albedrío y neuroética. Retos biojurídicos de las
neurotecnologías emergentes” procedente de la revista “Medicina y ética” (2020).
Analizan la dimensión biojurídica de las neurociencias a la luz de algunos de los
derechos humanos que están en juego: vida, integridad, identidad, privacidad, libertad,
etc. El objetivo general es brindar nociones sobre el desafío de quienes cuestionan la
existencia y, por tanto, la relevancia jurídica del libre albedrío viene analizado
críticamente, proponiendo superar un determinismo neurobiológico que, por un lado,
deprecia, en nombre de la ciencia, el valor y significado de la condición humana, titular
de derechos y de responsabilidades ante la comunidad política y que, por otro, abraza
una visión antropológica que difícilmente casa con realidades y bienes fundamentales
que trascienden y superan la dimensión biológica de los seres humanos que viven en
sociedad. El principal hallazgo fue que el derecho, si quiere mantenerse fiel al telos que
le justifica, que no es otro que servir a la justicia y al bien común, deberá favorecer un
desarrollo de las neurociencias compatible con el respeto a bienes jurídicos

pág. 14
fundamentales como la identidad, la integridad, la intimidad y la inviolabilidad del ser
humano, irreductible a su soporte físico-biológico material y, consecuentemente, titular
y portador de bienes morales y jurídicos que van inherentes en su naturaleza personal.

El filósofo Pablo Quintanilla en su artículo titulado “Las neurociencias y el


futuro” para la revista nacional Poder (2017), busca analizar el explosivo desarrollo
de las neurociencias hacia fines del siglo XX. Todo esto, recabando desde filósofos de
la antigüedad como Hipócrates como el primero en postular que el cerebro es el lugar
del pensamiento y los afectos. Pasando por Darwin como aquel que fue el primero en
intentar explicar evolutivamente las funciones principales del cerebro, pero todavía no
estaban dadas las condiciones para que las neurociencias florecieran, porque faltaba el
instrumental de la investigación empírica, así como las herramientas conceptuales de la
filosofía de la mente. Recién fue hacia fines del siglo XX que las neurociencias
despegaron como disciplina académica.

Para el autor, el día de hoy, las neurociencias nos brindan valiosa información
acerca de tópicos clásicos de la condición humana, como el libre albedrío; la identidad
personal en el tiempo; la manera como la memoria registra, reestructura y resignifica
nuestro pasado; la naturaleza de los sentimientos y las emociones; la empatía, la
compasión y las motivaciones que nos conducen a ser cooperativos y altruistas, aunque
también competitivos y egoístas. Y con ello, una de las disciplinas más radicalmente
transformadas por las neurociencias es la ética. “En lo que concierne a las grandes
preguntas filosóficas, las neurociencias no nos van a proporcionar las respuestas (en
caso de que éstas existan), pero sí nos podrán dar pistas para preguntarnos sobre la
naturaleza del conocimiento y la felicidad, acerca de las diferentes formas que toma el
amor y sobre cómo una existencia plena hace indispensable preguntarse por los sentidos
que puede tener la vida humana”

Además, hace una crítica al avance investigativo de la neurociencia en nuestro país:


“Muchas universidades, y el Estado en su conjunto, asumen acríticamente que nos
resulta mejor aplicar la información que otros países han desarrollado antes que crear
conocimiento de frontera. Esa es la receta de la mediocridad”

pág. 15
VARIABLE DEPENDIENTE
Manuel Ruiz Martínez Cañavete (2020) en su tesis para optar el grado de Doctor
en Derecho y Ciencias Sociales, denominada “NEUROCIENCIA, ÉTICA Y
DERECHOS HUMANOS” por la Universidad Nacional de Educación a Distancia,
tuvo como objetivo principal resaltar los aspectos propios que determinan a la
Neuroética y la neurotecnología dentro del marco de la Bioética, además de reconocer
a la interdisciplinariedad como un instrumento esencial del diálogo científico entre
Ética y Derecho. Siendo las conclusiones obtenidas las siguientes: a) la neuroética, vista
como el análisis de las cuestiones éticas, legales y sociales derivadas de la aplicación
de la neurotecnología, se encuentra estrechamente vinculadas con la Bioética clásica,
por lo cual los principios básicos de autonomía, beneficencia y demás pueden ser
aplicables a los dilemas neuroéticos; b) el fenómeno denominado como Neuroderecho,
significa, una modernización y una redimensión del realismo jurídico clásico y c) el
estadio actual de desarrollo técnico de la neurotecnología cognitiva proporciona
aplicaciones prácticas específicas en el campo del Derecho, como en la investigaciones
policiales.

López-Silva y Madrid en su artículo “Sobre la conveniencia de incluir los


neuroderechos en la Constitución o en la ley” procedente de “Revista Chilena de
Derecho y Tecnología” (2021). Un análisis centrado en la incógnita sobre si se debiese
legislar sobre neuroderechos a la luz del actual desarrollo de la investigación
biotecnológica a nivel nacional y mundial. Las conclusiones a las que arribaron fueron:
a) si bien una modificación constitucional para incluir estos supuestos derechos
neurológicos parece técnicamente innecesaria, por cuanto estaría ya contenida de un
modo general la protección de su privacidad en la garantía fundamental respectiva, la
presentación de un proyecto de ley sobre el tema puede ser aconsejable, con objeto de
hacer conscientes a los ciudadanos de la importancia del tema y de los derechos y
deberes asociados, así como resaltar la importancia de los adelantos científicos y
tecnológicos de cara al bien común, b) un proyecto de esta naturaleza debe ser muy
cauto a la hora de configurar su núcleo normativo, porque los adelantos científicos en
el tema, si bien existen y se encuentran en desarrollo, estos todavía se encuentran en un
estado de experimentación, de modo que el porcentaje de conocimiento todavía
hipotético es alto, c) estas cuestiones son muy relevantes para la definición de lo
humano, y requieren por lo tanto de la adopción por parte del legislador de modelos

pág. 16
antropológicos explicativos que se aproximen a la realidad humana efectiva, sin
reducirla a uno de sus aspectos con exclusión de los otros. Respondiendo de ese modo
a la configuración del ser humano como unidad integral de corporalidad y conciencia,
mente y cuerpo, cuerpo y alma, y no solo a uno de estos aspectos, como suele ocurrir
en ocasiones.
Ienca y Andorno (2021), en su artículo titulado Hacia nuevos derechos humanos
en la era de la neurociencia y la neurotecnología, publicado en la revista “Sociedad
Argentina de Análisis Filosófico”. Se evalúo las implicaciones de los diferentes usos
de las neurotecnologías en relación a los derechos humanos. Sus conclusiones fueron:
a) el volumen y la variedad de aplicaciones de la neurotecnología está aumentando
rápidamente dentro y fuera del ámbito clínico y de investigación, motivo por lo cual el
marco normativo debe prepararse urgentemente para hacer frente a los cambios
disruptivos que generan las neurotecnologías en el ecosistema digital y evitar su mal
uso o las consecuencias negativas no deseadas de tales desarrollos, b) además, dado el
carácter fundamental de la dimensión neurocognitiva, se determinó que la respuesta
normativa no debería centrarse exclusivamente en el derecho civil (por ejemplo, en la
reparación de los daños causados) sino también a un nivel más fundamental, como es
el de los derechos humanos, c) se precisa también que las neurotecnologías emergentes
requieren una reconceptualización de los derechos humanos existentes o incluso la
creación de nuevos derechos, teniendo en cuenta la protección de las libertades
fundamentales asociadas a la toma de decisiones de los individuos. Siendo uno de ellos
el derecho a la privacidad mental, que aspira a proteger la información privada o
sensible en las mentes de las personas contra la colecta, almacenamiento, uso o incluso
la eliminación no autorizada de tales datos mentales. Diferenciándose de los derechos
de privacidad existentes, al proteger la información antes de cualquier externalización
extracraneal.
Diego Alejandro Borbón Rodríguez en su artículo “Análisis crítico de los
NeuroDerechos Humanos al libre albedrío y al acceso equitativo a tecnologías de
mejora” procedente de la revista “Ius et Scientia” (2020). Menciona que los avances
de las neurotecnologías y la inteligencia artificial han conducido a plantear una
innovadora propuesta para establecer límites éticos y jurídicos al desarrollo de
tecnologías: los NeuroDerechos Humanos. En ese sentido, los objetivos del artículo
son abordar algunos avances de las neurotecnologías y la inteligencia artificial, así
como sus implicaciones éticas; se expone el estado del arte sobre la innovadora

pág. 17
propuesta de los NeuroDerechos Humanos y se analiza de manera crítica la propuesta
de los derechos al libre albedrío y al acceso equitativo a tecnologías de aumento. En
esta línea, el principal hallazgo fue que el catalizado avance de las neurotecnologías
nos debe conducir a plantear rigurosos límites éticos y jurídicos sobre cómo queremos
entender hacia el futuro la relación entre los seres humanos y las nuevas tecnologías.
Los NeuroDerechos constituyen una idea profundamente innovadora y vanguardista
para llamar la atención de los académicos y políticos sobre estos temas. Además, si bien
es necesario plantear nuevas regulaciones a las neurotecnologías y la inteligencia
artificial, todavía es muy prematuro el debate como para pretender incorporar
una nueva categoría de derechos humanos que puede ser inconveniente o innecesaria.
Por último, el autor realiza una invitación cordial para que investigadores de toda la
comunidad iberoamericana analicen y publiquen textos académicos sobre estos nuevos
retos éticos y jurídicos. “De nosotros depende que las neurotecnologías estén en favor
de la humanidad”.
Ronald Cárdenas en su artículo “Neurociencia y derecho: problemas y
posibilidades para el quehacer jurídico” para la revista nacional ScienceDirect
(2016) trata la relación entre la neurociencia y el derecho, analizando los alcances de
esta nueva disciplina para el quehacer jurídico. Además, se revisan las posibilidades
que ofrece la neurociencia para contar con nuevos medios para buscar la verdad, el
desarrollo del marketing: técnicas como la neuroimagen pueden servir para tratar
diversos problemas, como ciertas alteraciones en el cerebro que tienen relación con la
toma de decisiones, posponiendo a veces el interés propio en función del colectivo, o
haciéndonos más severos al evaluar a otras personas.
En el ámbito de la farmacología, nos relata innovaciones como la medicina del
deseo, que da nuevos moldes a nuestra personalidad. (...) “Ante el miedo a asumir
nuestras responsabilidades y las consecuencias de nuestros actos, ya no tendremos que
enfrentar a nuestra conciencia, bastará algo más sencillo, como ir a la farmacia”.
Sobre estos ejemplos, se plantea además la ausencia de libertad: “Los avances en
neurociencia parecieran apuntar a que los seres humanos no somos tan libres como
pensábamos”. Y su clara influencia en la administración de justicia «los
neurocientíficos vienen demostrando que muchas de las bases filosóficas sobre las que
se ha ido construyendo durante siglos el sistema de imputación jurídico-penal son
erróneas».

pág. 18
Finalmente, se aborda la necesidad de velar por que se garantice el respeto de los
derechos humanos frente al desarrollo de las nuevas tecnologías neurocientíficas:
“Aquella neuroética que hemos de seguir construyendo sólo podrá plasmarse en el
derecho en cuanto sea compatible con los derechos humanos y la razón, mirando a la
ciencia y a la técnica como medios al servicio del ser humano para alcanzar el
progreso”.

DISPERSIÓN TEMÁTICA

2.1. NEUROTECNOLOGÍA

2.1.1. Definición

La neurotecnología es un campo que empieza a tener gran relevancia en


nuestra sociedad. Si bien es cierto, su recuento histórico no data de hace muchos
años, a diferencia de otros campos tecnológicos, actualmente, ha demostrado un
desarrollo vertiginoso y una expansión en la vida humana que amerita una
profundización y reflexión sobre esta.
De acuerdo a Barrios et al. (2017), la neurotecnología es cualquier
tecnología dirigida al estudio, análisis y comprensión del sistema nervioso o al
mejoramiento de sus funciones. Estas se elaboran con el propósito de
proporcionar los implementos necesarios a la investigación, así como a las
labores clínicas de diagnóstico y tratamiento.Ante esto, se puede descifrar el
gran impacto que están teniendo en el marketing, psicología, criminalística e,
incluso, el Derecho.
Este campo ha abierto puertas a panoramas desconocidos por el hombre
y han facilitado el desbloqueo paulatino del cerebro humano y brindan
información sobre los procesos de la misma naturaleza. Como mencionan
Bordón et al. (2020), este campo tecnológico ha impulsado considerablemente
nuestra capacidad de entender el comportamiento del ser humano.

2.1.2. Evolución histórica

La neurotecnología puede ver sus inicios en el siglo XIX y desde ese


momento no se ha detenido su constante progreso y sus grandes impactos. En

pág. 19
1878, Richard Canton detectó la transmisión de señales eléctricas mediante el
cerebro de un animal. A inicios del siglo pasado, diferentes especialistas de la
medicina analizaron casos clínicos, otorgando más importancia a las
investigaciones de localización de funciones a través del registro de áreas
cerebrales. A partir de 1920, se abrieron nuevos caminos para este campo, pues
se llevó a cabo la invención del electroencefalograma para evaluar la actividad
eléctrica del cerebro humano. Lo cual permitió que, en 1924, se registrara la
primera electroencefalografía (EEG) humana.
Para la década de 1990, la neurotecnología empieza a tomar un rol
protagonico, pues el presidente de Estados Unidos de aquella época, George
H.W. Bush, proclamó el 17 de julio de ese mismo año, el inicio de la “Década
del Cerebro”. Esto trajo como consecuencia el aumento de presupuesto en
estudios de la misma naturaleza, en especial para trastornos como: Alzheimer,
Parkinson, del habla, lenguaje, esquizofrenia, entre otros. Asimismo,
incrementó el uso de técnicas de imágenes para investigaciones
neuroconductuales.
Durante el nuevo siglo, los estudios en esta materia han sido y son cada vez más
continuos. Por lo cual, inicia una preocupación respecto de los límites que se
pueden imponer a estas tecnologías, dado su importancia e intervención en el
cerebro humano. Es así que, como expresa Reche (2021), en el 2002, en San
Francisco (Estados Unidos), se realizó un congreso patrocinado por la Dana
Foundation y organizado por las Universidades de Stanford y California, esta
juntó a, aproximadamente, 150 profesionales de diferentes especialidades para
estudiar y analizar las repercusiones éticas y sociales de los trabajos
investigativos sobre el cerebro.
De igual forma, se empieza a desarrollar nuevas técnicas
neurotecnológicas, enfocadas, mayoritariamente, en el tratamiento médico de
ciertas enfermedades. La resonancia magnética funcional (fMRI), permite
cuantificar la actividad eléctrica cerebral de forma indirecta, es decir, utilizando
las respuestas hemodinámicas (flujo sanguíneo del cerebro) como marcadores
indirectos (Ienca y Adorno, 2021). Actualmente, estas técnicas pueden
identificar la actividad cerebral y neuronal e, incluso, representar gráficamente
los patrones de esta activación. Debido a esto, un número de condiciones
neurológicas como la depresión o el Alzheimer pueden ser diagnosticadas.

pág. 20
La estimulación cerebral profunda (ECP), tal como señala Valdivia
(2020), es un tratamiento invasivo pero eficiente para trastornos de movimiento
como el Parkinson, distonía y temblor esencial.
Las técnicas de neuroimágenes, como ya se han mencionado antes,
tienen la posibilidad de analizar las funciones del cerebro, agregado a esto, es
eficaz en la adquisición de información sobre las intenciones, puntos de vista y
actitudes de los seres humanos. Como señalan Ienca y Adorno (2021), mediante
estas técnicas se pudo descifrar qué acciones tenían el propósito de realizar los
participantes de un experimento por medio de la decodificación de su actuación
cerebral, que consistía en la deliberación de sumar o restar dos números y
mantenerlo en secreto por unos pocos segundos. Llegando a un resultado del
70% de aciertos.
Schreiber et al., (2013) menciona que un estudio estadounidense ha
probado que la resonancia magnética puede usarse para predecir las opiniones
políticas de los participantes señalando diferencias funcionales entre los
cerebros de demócratas y republicanos.
Un hito para el desarrollo de la neurotecnología, se dió en el año 2013.
El presidente de Estados Unidos de aquel entonces, Barack Obama, anunció el
comienzo del “Brain Research through Advancing Innovative
Neurotechnologies (BRAIN)” con una inversión inicial de 100 millones de
dólares, el cual tenía como objetivo: “acelerar el desarrollo y la aplicación de
tecnologías revolucionarias, para que los científicos sean capaces de producir
una nueva imagen dinámica innovadora del cerebro” (Cuba, 2013).
Por otro lado, los registros de EEG (electroencefalografía) son utilizados
con el fin de medir de manera no invasiva la actividad eléctrica del cerebro y
localizar fluctuaciones de voltaje. En el 2019, se puso en práctica una interfaz
cerebro-cerebro que vinculaba de forma directa y no invasiva a diversas
personas para la resolución en conjunto de problemas. En este caso, la interfaz
unificó la electroencefalografía (EEG) para detectar señales cerebrales y
estimulación magnética transcraneal (TMS) para otorgar datos de manera no
invasiva al cerebro.
Para el año 2018, la FDA (Administración de Drogas y Alimentos de
Estados Unidos) aprobó la comercialización de la técnica de EMT, la
estimulación magnética transcraneal, la cual, incita a las neuronas mediante

pág. 21
corrientes eléctricas por pulsos cortos y continuos de campos magnéticos. No
obstante, la región alcanzada por medio de esta estimulación es, en cierta forma,
superficial. Esa técnica puede ser utilizada para el trastorno obsesivo-
compulsivo o el diagnóstico y tratamiento de condiciones como epilepsia,
Parkinson, síndrome de Tourette y demás.
Este gran avance, no solo ha llevado a la neurotecnología a incursionar
en la medicina o psiquiatría, sino también al marketing, dando nacimiento al
“neuromarketing”. Dado que esta, ha abierto la posibilidad de decodificar de
forma no invasiva los correlatos mentales de diferencias cerebrales funcionales.
En la actualidad, diversas empresas transnacionales como Google, Disney,
CBS, entre otros utilizan los servicios de investigación en neuromarketing para
medir las preferencias y respuestas de los consumidores respecto de sus
anuncios o productos (Ienca y Adorno, 2021).
Por otra parte, compañías enfocadas en la comunicación móvil, como
Apple y Samsung, han integrado dispositivos neuronales (neurogadgets) entre
los accesorios de sus productos más importantes. Un ejemplo de esto son los
accesorios de iPhone como el casco XWave, estos pueden conectarse
directamente a iPhones compatibles y descifrar las ondas cerebrales.
En mayo del año pasado, científicos de la Universidad de Utah y
Stanford, descubrieron que la estimulación a través del ultrasonido puede
otorgar un control parcial sobre el comportamiento (Valdivia, 2020). En este
estudio se utilizaron como población a los macacos, sin embargo es posible
utilizar esto mismo para estudiar y tratar trastornos de toma de decisiones, por
ejemplo, la adicción.
Todo lo anteriormente mencionado, solo es el inicio de un campo
tecnológico con mucha proyección. Es decir, dado su notable avance no se
puede evitar que sus aportes y presencia en la sociedad persistan. Pero, esto no
impide su regulación y limitación, con el objetivo de proteger a las personas y
su privacidad mental, tomando en cuenta la razón, la ética y el derecho.

2.1.3. Impactos internacionales

Los recientes avances en neurotecnología e inteligencia artificial están


permitiendo un acceso mayor y más rápido a la información acumulada en

pág. 22
cerebros de, no sólo animales sino también de personas. Según Rafael Yuste,
estos avances podrían marcar el comienzo de una revolución en la neurociencia
que nos permitirá descifrar las bases científicas de nuestras mentes y facilitará
la comprensión y la obtención de novedosos tratamientos para las enfermedades
mentales y neurológicas. Con ello, se puede decir que las nuevas
neurotecnologías están jugando un papel crucial en la neurociencia y van a
impactar en la medicina, en la economía y en la sociedad del futuro.
El cerebro humano es la parte más desconocida del cuerpo. No se conoce
cómo funciona y es el gran desafío de la medicina, de la biología y de la ciencia
en general. Los neurobiólogos llevan más de un siglo intentando descifrar los
circuitos neuronales que generan la actividad mental y, en general, el
comportamiento. Prueba de ello, es el avance rápido actual, impulsado por
múltiples aportaciones que compiten por obtener resultados concretos, y
también por «premios» a la innovación, el descubrimiento, el reconocimiento y
los beneficios económicos. Así pues, (...) aunque ofrece beneficios medibles
tanto a inversores como a partes interesadas, no está exento de riesgos, por no
decir peligros, a medida que la neurotecnología interactúa más activamente con
el medio social (Giordano, 2016).
En la actualidad, los apoyos gubernamentales y privados como el que
proporcionan los programas Investigación del Cerebro a través del Avance de
Neurotecnologías Innovadoras (BRAIN, por sus siglas en inglés), en Estados
Unidos, y Proyecto Cerebro Humano, en la Unión Europea, han permitido un
rápido desarrollo de ideas, conceptos, destrezas y dispositivos nuevos que están
siendo aplicados en la medicina, la vida pública, las relaciones internacionales
y la seguridad global. Tanto el crecimiento como las diversas aplicaciones se
reflejan cada vez más en las numerosas publicaciones internacionales
especializadas revisadas por pares (Giordano, 2012) y en las patentes de
neurotecnologías (Lynch y McCann 2010; NeuroInsight 2015).
La neurotecnología avanza a pasos agigantados, de ahí que, en
ocasiones, nos parezca que entra en campos propios de la ciencia ficción. Un
ejemplo son las capacidades aumentadas, es decir, la posibilidad de amplificar
los sentidos y las capacidades mentales —casi como si de un superhéroe se
tratara—. Otro tiene que ver con el desarrollo de interfaces cerebro-cerebro, que
serían capaces de traducir pensamientos, sensaciones o impulsos en señales

pág. 23
digitales transmisibles a otra persona. Los grandes proyectos de neurotecnología
están actualmente en manos de grandes compañías tecnológicas. El billonario
Elon Musk, creador de Tesla y SpaceX, lanzó en 2016 la empresa Neuralink,
dedicada al desarrollo de una interfaz cerebro-máquina implantable. La idea es,
mediante una cirugía indolora, implantar hilos muy finos —unas cinco micras
de diámetro— en el córtex cerebral para obtener y enviar información.
Fundada ese mismo año, la empresa Kernel dispone del prototipo de una
interfaz cerebral no invasiva basada en espectroscopia de infrarrojo cercano. En
concreto, se trata de un casco, aparatoso por el momento, capaz de identificar,
por ejemplo, los estados de ánimo. Gigantes como Facebook y Google también
están desarrollando sus propios proyectos de neurotecnología.

2.2. NEURODERECHO A LA PRIVACIDAD MENTAL

2.2.1. Neuroderechos

2.2.1.1. Antecedentes históricos


Según Blanco (2014, p. 27), fue a mediados del siglo XX cuando las
neurociencias comenzaron a verse como una disciplina académica
independiente. Es decir, a partir de la segunda mitad del siglo pasado nace la
neurociencia como estudio interdisciplinar de la mente, con la implementación
de una metodología holista en la exploración del sistema nervioso.
Asimismo, Navarro (2018) señala que desde entonces, organizaciones
como International Brain Research Organization, fundada en 1960;
International Society for Neurochemistry, fundada en 1963; European Brain and
Behaviour Society, fundada en 1968; y Society for Neuroscience, fundada en
1969, se han comprometido a incrementar el conocimiento general sobre las
alteraciones del cerebro y la importancia de las neurociencias. Es así que, tal
autor afirma que precisamente, producto de este esfuerzo por fundar una
disciplina integral en torno a la investigación del sistema nervioso, el abogado
Sherrod Taylor, en 1991, acuña el término neurolaw, el cual ya es utilizado en
el idioma español como ‘neuroderecho”
2.2.1.2. Neurociencia y Derecho

pág. 24
En palabras de Venegas (2012) la amplitud de los alcances de la
neurociencia ha dado lugar al surgimiento de términos como neurofilosofía,
neuropedagogía, neuroética, neuromarketing, neuropolítica, neuroeconomía,
neuroestética y neuroderecho, entre otros, aunque debe observarse que, en esta
última área, los estudios siguen siendo todavía limitados, al menos en nuestro
medio, no obstante que, el poder explicar mejor nuestras conductas y cómo se
relaciona nuestra razón con nuestras emociones, puede ser fundamental para el
análisis jurídico y la determinación de responsabilidades.
El avance de la neurotecnología plantea serios dilemas ético-jurídicos
con motivos razonables en relación a su aplicación y el potencial que posee esta
para impactar de modo especial en ciertos derechos humanos. Es por ello, que
aunque es innegable que esta sea de gran utilidad para el derecho, como tal lo
afirma Suárez Bolesman (2016) al permitir calificar de manera más certera la
conducta humana, saber si una persona dice la verdad o no, o facilitar nuevas
herramientas a algunos discapacitados para un mejor ejercicio de sus derechos.
Aquel autor señala que cuando Paul Marasco, Investigador del Departamento
de Biotecnología de la Cleveland Clinic (EE. UU.), explicaba durante una visita
a Lima en junio del 2016 que, desde el 2011, se han podido desarrollar
tecnologías que permiten el control mental para el movimiento, que proveen del
sentido del tacto a las prótesis y permiten que el cerebro piense que ese miembro
artificial es parte del cuerpo; para el efecto, se trabaja con los nervios
periféricos, fuera del cerebro; entonces, no es necesaria la «conversación» con
el cerebro, sino que se hace directamente con los músculos; es decir, se provee
de información al cerebro para que crea que está sucediendo algo que no está
sucediendo.
Además, ya es posible colocar un chip a un paciente con parálisis para
que a través de su cerebro pueda navegar por internet, mandar e-mails, controlar
su silla de ruedas, operar electrodomésticos y controlar brazos mecánicos; ello
aparte de los exoesqueletos (Kaku, 2015, p. 26). En el 2016, se conoció la
creación de un pequeño dispositivo, llamado «estentrodo» ˜ —del tamaño de un
chip— que facilita a las personas con parálisis que puedan mover los pies con
la mente, elaborado por científicos del Instituto Florey de Neurociencia y Salud
Mental, de la Universidad de Melbourne y del Hospital Real de Melbourne. Se

pág. 25
dice que podría servir para el tratamiento de la epilepsia, Parkinson y otros
trastornos neurológicos.
Sin embargo, su aplicación puede propiciar también algunas amenazas
contra derechos fundamentales como la libertad, la dignidad o la intimidad, a
través de la manipulación de las personas para hacer que compren un producto
o para inducir su voto, ingresando a sus centros de decisión o, inclusive, al
permitir que nos introduzcamos en sus recuerdos o en sus propios pensamientos
(Cardenas, 2017).
En palabras de Navarro (2018), si tomamos como punto de partida la
amplia convergencia entre las neurociencias y el derecho, hay cuatro momentos
importantes que componen la historia precedente al proceso de consolidación
de la rama de estudio conocida como neuroderecho:
- El fundacional diálogo médico-legal del siglo XIX y comienzos del
siglo XX.
- La incorporación de la electroencefalografía como prueba dentro del
sistema legal a mediados del siglo XX.
- El uso de la psicocirugía para la prevención de la violencia en las
décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado.
- El desarrollo del neuroderecho en litigios por lesiones personales a
finales de los ochenta y noventa del siglo XX.
Durante estos períodos, ha existido un común denominador: la ley regula
la conducta humana. Como bien lo explicó David Hume en su momento, el
orden normativo dicta el ‘deber ser’ y, como tal, no puede ser deducido del ‘ser’.
Sin embargo, ello no obsta para que las ciencias naturales, aun con sus
limitaciones, brinden aportes a los sistemas legales. De esta manera, el papel de
un campo de estudio como las neurociencias ha sido dar a conocer sus
descubrimientos para que sean integrados dentro de los marcos legales.
En relación a lo anteriormente mencionado, en la actualidad, nos
encontramos en un período de conocimiento científico tecnológico
especializado, lo que ha permitido entender de otra forma el cerebro.
Inevitablemente, ello ha invitado a reformular la manera en que se legisla,
colocando una serie de retos, por ejemplo: entender cómo se integran los nuevos
conocimientos científicos en neurociencias con las discusiones legales, cuáles
son las implicaciones éticas de la aplicación de las neurociencias sobre el

pág. 26
derecho y cuáles son las limitaciones empíricas y conceptuales del
conocimiento que se han generado en este tema (Navarro, 2018).
Por todo lo expresado, quizá resulte certero lo que autores como Jonas
(1997, p. 15) señalen y es que ante los avances de la técnica y las necesidades
de nuestro tiempo, requerimos de una filosofía de la tecnología, junto con una
ética de la responsabilidad, que sustente nuestra libertad, que honre nuestra
condición humana.
Respecto a la dimensión ética de las nuevas neurotecnologías Yuste
(2019), expresa que estas tecnologías van a ser fundamentales para poder
descifrar los problemas neurológicos mentales. Para poder entender las bases
fisiológicas de la actividad mental, pero la tecnología en principio es neutra, se
puede utilizar para bien o para mal, eso ocurre siempre en la humanidad. A pesar
de que los que estamos desarrollando estas tecnologías lo hacemos con una
vocación humanista y altruista para ayudar a las personas y entender quiénes
somos, las mismas tecnologías se pueden utilizar con objetivos que quizás sean
no tan altruistas. Esta reflexión nos dio pie a pensar en el problema ético y social
que se genera con estas nuevas neurotecnologías. Los problemas son todavía
más importantes porque la neurociencia, la neurotecnología, se está uniendo a
la inteligencia artificial.

2.2.1.3. Definición
Como indica Arian Petoft (2015), “neuroderecho es un intento por
conocer la relación entre el derecho y el cerebro, teniendo en cuenta los
descubrimientos en neurociencias. De hecho, el neuroderecho explora los
efectos de los descubrimientos en neurociencia sobre las normas legales”.
El Catedrático de Ciencias Biológicas en la Universidad de Columbia de
Nueva York, Rafael Yuste (2019) señala que estamos a las puertas de un nuevo
Renacimiento. Y para ello es preciso comprender ¿Qué ocurrió en el
Renacimiento?, pues hubo una revolución en la que la cultura y la ciencia
empiezan a entender qué somos los humanos. Los médicos empiezan a
diseccionar cadáveres, empiezan a entender cómo funciona el cuerpo humano y
esto es el surgimiento de la ciencia moderna, la medicina moderna. Esto tuvo
consecuencias muy positivas en todos los niveles, nos hizo más libres, los
sistemas políticos, los antiguos prejuicios atávicos empiezan a desaparecer y

pág. 27
existe también un florecimiento cultural también. Es por ello, que Yuste piensa
que ahora estamos en un Renacimiento versión 2.0, porque en vez de entender
el cuerpo humano ahora lo que vamos a entender es la mente, pero la mente
resulta que es precisamente lo que somos, nos vamos a entender, vamos a
entender nuestro lugar no solo en el mundo sino nuestro lugar en la evolución,
los mecanismos cerebrales que son responsables de lo que hacemos, para bien
y para mal. Y con este momento en la historia, con la neurotecnología y la
inteligencia artificial, si lo canalizamos de una manera efectiva, tendremos un
nuevo Humanismo y tenemos que asegurarnos que así sea.

2.2. 1.4 Cinco neuroderechos según Yuste (2019)


Sobre los neuroderechos Yuste señala que estos derechos protegen a la
ciudadanía de situaciones que hasta ahora en la historia nunca habían ocurrido.
- El primero sería el derecho a la privacidad mental: Todos tenemos muy
presente el problema que tenemos con la privacidad de los datos, por
ejemplo, en nuestros teléfonos móviles, pero antes o después vamos a
descifrar los patrones cerebrales y vamos a poder entender el
pensamiento de las personas. Esto no es ciencia ficción, esto se empieza
a hacer ya y, de hecho, las compañías tecnológicas están muy interesadas
en utilizar estas tecnologías. Por ejemplo, Facebook tiene un programa
de unos 40 millones de dólares para conseguir con electrodos que no
sean invasivos poder poner en texto lo que estás pensando, para no tener
que utilizar los dedos. Pero eso significa que puede descifrar lo que uno
está pensando. Esto es una privacidad mucho mayor que la privacidad
de datos, porque los pensamientos, la actividad mental define quiénes
somos. Esto es la máxima privacidad que existe, quiénes somos, y el
problema es aún peor, porque se puede descifrar lo que tenemos dentro,
el subconsciente (..) esta es una situación que debe tener su propio
derecho humano universal, el derecho a la privacidad mental, el derecho
a que no se pueda comerciar con los datos mentales, que haya una
barrera, que todo lo que tenga que ver con privacidad mental sea
intocable.
- Relacionado con este tema, con las interfaces cerebro-computadoras,
está el libre albedrío, y esto está relacionado también con la idea de

pág. 28
identidad. Si en un futuro estamos conectados a computadoras con
sistemas que no sean invasivos, y ahora mismo hay docenas de
compañías en Silicon Valley que están desarrollando estos sistemas, sin
necesidad de meter electrodos dentro del cerebro de la gente, registrar la
actividad y conectarlas a una computadora para que estas personas
tengan acceso a la información; en este caso los algoritmos pueden
influir en la toma de decisión de las personas. Y cuanto más conectados
estemos, menos independientes somos, es bastante obvio. Eso significa
que el libre albedrío en la toma de decisiones nos va a venir de fuera, a
través de un algoritmo de inteligencia artificial que puede controlar lo
que hacemos, y lo hará igual y/o mejor que nosotros, pero ya no somos
nosotros. Según el autor este es otro derecho que no está en la Carta
porque nadie se había preocupado en la historia de la pérdida del libre
albedrío, pero ahora sí nos tenemos que preocupar, y tenemos que
definirlo porque es parte de la base de lo que significa ser una persona.
- Ahora mismo hay experimentos conectando a tres o cuatro monos con
interfaces cerebro-computadora en la que toman decisiones de una
manera conjunta. En la Universidad de Washington se han conectado a
tres personas con electrodos de superficie para que realicen juntos una
tarea mental común. Estamos en una situación en la que es técnicamente
posible conectar a la gente, incluso gente que no está en la misma
habitación. Puedes conectarte con una persona que está en la otra parte
del mundo. Si fusionas tu cerebro con el cerebro de otra persona o de
una máquina, pierdes también la identidad personal. Se piensa que eso
también es un derecho intocable de la humanidad, la identidad personal.
Y esto tampoco está en la Declaración del '48.
- Otro tema muy importante es el aumento cognitivo de las personas o el
mejoramiento de nuestras actividades cognitivas. De hecho, ya estamos
aumentados. Por ejemplo, con estos teléfonos móviles, llegas a una
ciudad donde nunca has estado, enciendes el GPS y te mueves sin
problema ninguno. Tienes unas habilidades cognitivas que no tenías
antes (...) pero vamos a estar conectados a través de estas
neurotecnologías, que es una manera muchísimo más eficiente y con un
ancho de banda mucho mejor. Estas tecnologías no van a ser baratas,

pág. 29
con lo cual es lógico pensar que cierto grupo de personas en ciertos
países se podrán aumentar a sí mismos dejando atrás al resto de la
población. Y ahí damos con el problema fundamental, el tema de la
justicia; tiene que haber un sistema justo, equitativo. Y creemos que
debe ser un derecho universal el derecho equitativo a la aumentación,
que no andemos creando una sociedad en la que cierto grupo de personas
se conviertan en una especie de súper-humanos, que evidentemente
tendrán muchísimas más oportunidades económicas y vitales, dejando
atrás a otro tipo de población que no pueda permitirse el lujo de
aumentarse cognitivamente. Este sería el cuarto neuroderecho.
- Y el último tiene que ver con el sesgo. Resulta que la inteligencia
artificial lleva con estos algoritmos, sesgos que discriminan a ciertos
grupos de la población, mujeres, minorías raciales, minorías religiosas o
étnicas, porque los algoritmos no tienen ninguna ética, escogen
probabilidades, optimizan la solución del problema que les pones y
aumentan tendencias que han visto en la base de datos que reflejan un
poco de una manera exagerada lo que ocurre en el mundo. Y muchas
veces esto lleva a que los sesgos están metidos en los algoritmos, con lo
cual en nuestro ahínco para hacer una sociedad más equitativa y más
justa, con estas tecnologías estamos haciendo lo contrario. Tenemos un
poco el aperitivo de lo que puede venir con la utilización de las redes
sociales, que en vez de generar una sociedad más democrática, resulta
que generan una sociedad menos democrática, porque aumentan los
sesgos y desequilibran la opinión pública de una manera que puede tener
consecuencias políticas importantes. Se piensa que los algoritmos de
inteligencia artificial y neurotecnología tienen que estar legislados para
que no haya ni un sesgo, que no se pase a la población sesgos que puedan
haber sido desarrollados sin el conocimiento de los científicos o los
ingenieros que estaban realizando estos algoritmos.

2.2.2. Neuroderecho a la Privacidad Mental

Cualquier tecnología que registre o interfiera con la actividad cerebral se define


como neurotecnología. Según las recientes investigaciones, todo apunta a que en los

pág. 30
próximos años, será posible decodificar el pensamiento a partir de la actividad neuronal
o mejorar la capacidad cognitiva conectando el cerebro directamente a las redes
digitales.
Los avances en el desarrollo de la neurociencia paralelamente han generado
tomar conciencia de la protección del individuo ante posibles abusos por parte del mal
uso de las neurotecnología ¿Qué pasará cuando estemos expuestos a que conozcan
nuestras emociones o nos introduzcan pensamientos?
Al respecto, el director del Departamento de Neurociencia e investigador del
Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Chile, Pedro Maldonado (2019) señala: “Actualmente existen técnicas
de imageonología que permiten muy crudamente tener una línea de pensamientos de un
sujeto. Eso sugiere que uno en principio podría mirar la actividad del cerebro y predecir
más o menos, hoy muy malamente, qué cosas está pensando la persona. Si esto se llega
a sofisticar, lo que es cosa de tiempo, una persona podría estar expuesta a que todos sus
pensamientos y privacidad mental estén expuestos al escrutinio de alguien. Ahí hay una
amenaza a la privacidad mental, en términos de que alguien puede saber lo que yo
quiero y lo que pienso, y no queda a mí la decisión de que la persona lo sepa”.
Ante tales innovaciones la privacidad mental como neuroderecho entra a tallar
y le hace frente al futuro incierto y prometedor de la neuro tecnología, con el fin de
promover su innovación y asegurar su desarrollo ético.
En una reunión de veinticinco expertos en medicina, bioética, psicología,
derecho y otras disciplinas, guiadas por uno de los neurocientíficos más influyentes del
mundo, Rafael Yuste, se trabajó en los derechos para la salvaguarda de personas a
futuro, en ella se propusieron añadir cinco nuevos derechos humanos sobre la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, los cuales son
cinco en total: derecho a la identidad personal, derecho al libre albedrío, derecho al
acceso equitativo, derecho a la protección contra los sesgos y derecho a la privacidad
mental, siendo este el que trataremos a profundidad debido a que, con la posibilidad de
controlar las emociones, identificar los pensamientos o acceder a la memoria, pues el
peligro más inminente es la pérdida de la privacidad mental, el cual busca evitar que
cualquier dato obtenido del análisis y medición de la actividad neuronal sea utilizado
sin el consentimiento del individuo. Además, exige la regulación estricta de cualquier
transacción u otro tipo de uso comercial de estos datos. La comunidad de investigadores
y expertos que propugnan los neuroderechos busca, básicamente, garantizar que nuestra

pág. 31
mente no sea manipulada y que la privacidad de nuestros pensamientos y nuestras
neuronas no sea vulnerada. "Queremos que sea un derecho humano fundamental: que
el contenido de tu mente no pueda ser extraído sin tu consentimiento y que tenga el
mismo trato legal que los órganos humanos" (Yuste, 2017).
El impacto benéfico de la neurotecnología se presenta al abrirse la posibilidad
de tratar enfermedades psiquiátricas o neurológicas, por ejemplo depresión altera las
ondas cerebrales de forma distinta en cada persona, y el desarrollo de las nuevas
tecnologías facilita encontrar la forma de identificar los aspectos concretos de esa
enfermedad y una forma individual de abordarla. Enfermedades como la esquizofrenia,
trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo. La manipulación cerebral mediante
gadgets tecnológicos nos permitirá dentro de poco tratar desde derrames cerebrales,
discapacidades motoras, hasta enfermedades neurológicas como el párkinson. Es así
como las neurotecnologías impulsan una luz de esperanza y apoyo a la medicina. Sin
embargo, al mismo tiempo, estas técnicas permiten el acceso a la información mental
de las personas y la posibilidad de su manipulación, como menciona (Yuste, 2017): "Yo
tengo una opinión muy positiva sobre las neurotecnologías y creo que es imprescindible
desarrollarlas para poder ayudar a pacientes con enfermedades neurológicas o mentales.
Pero las mismas herramientas se pueden usar para bien o para mal".
Ahora bien, hay motivos razonables para preocuparse de que nuestros
neurodatos sean obtenidos y empleados con fines no estrictamente médicos. Desde
luego, se está lejísimos de poder diseñar dispositivos que accedan a pensamientos o
recuerdos, pero es mucho lo que hoy puede inferirse sobre la vida mental a partir de los
neurodatos: estados emocionales, nivel de estrés o concentración, intenciones motoras,
e incluso estímulos sensoriales.

3. DERECHO COMPARADO

3.1. ARGENTINA
El concepto adoptado en la República Argentina, por el momento, con
respecto al neuroderecho a la privacidad mental es que se se refiere a que la
actividad de las neuronas -que son el soporte del pensamiento y mente- no
deberían ser sacados del cerebro sin el consentimiento del individuo y no se
podrían utilizar en forma comercial.

pág. 32
Asimismo, teniendo en cuenta a Salort y Medina (2020), refieren que
ante el incipiente avance de los dispositivos legales, una "regulación" de los
neuroderechos en el ordenamiento jurídico argentino vigente, lo que se pretende
de momento es encontrar, esparcido a través de diversas regulaciones dentro del
ordenamiento normativo argentino. Es así que la primera consideración que se
debe tener en cuenta es lo que emana de la Constitución Nacional de Argentina,
por ejemplo, el Art. 19 de la Carta Magna dice: “Las acciones privadas de los
hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni
perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad
de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que
no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”. Entendiendo que el
derecho a la privacidad emana de dicho artículo, se debe señalar entonces que
la neurotecnología, en principio y en caso que no se regule su uso, presenta un
potencial que puede llegar a vulnerar dicho derecho constitucional.
Junto a lo antedicho, también se debe tener en cuenta a la Ley de
Protección de Datos Personales (Ley 25.326), la cual en su artículo primero
dispone que: “La presente ley tiene por objeto la protección integral de los datos
personales asentados en archivos, registros, bancos de datos, u otros medios
técnicos de tratamiento de datos, sean éstos públicos, o privados destinados a
dar informes, para garantizar el derecho al honor y a la intimidad de las
personas, así como también el acceso a la información que sobre las mismas se
registre, de conformidad a lo establecido en el artículo 43, párrafo tercero de la
Constitución Nacional”. En virtud de lo allí dispuesto, se entiende, por ahora,
que quedan comprendidos los derechos a la privacidad mental y a la identidad
personal.
Asimismo, es preciso resaltar que el cerebro humano es una gran y
compleja base de datos que debe ser protegida ante eventuales usos o abusos de
los mismos, más allá del posible consentimiento que cada persona pueda dar
respecto al uso de esos datos. Ante esta situación encontramos resguardo en el
Código Civil y Comercial de la Nación, el cual en su Art. 23 señala: “Toda
persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos, excepto las
limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial”.
Por ello se considera que en lo que respecta al uso de los datos que posee y crea
el cerebro humano, debe, en cierta medida, limitarse su uso siguiendo

pág. 33
parámetros éticos a fin de evitar que los individuos sean dañados o explotados
por quienes manipulan sus datos amparándose en el consentimiento que cada
persona pueda otorgar. Aquí reviste gran importancia que los sujetos entiendan
y comprendan lo que el uso de la neurotecnología implica en cuanto a posibles
riesgos; en este sentido se debe tener en cuenta lo regulado en el art. 31 del
Código Civil y Comercial de la Nación en cuanto a los principios comunes a la
restricción de la capacidad. Los incisos d y f estipulan: “Reglas generales. La
restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las siguientes reglas
generales: d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios
y tecnologías adecuadas para su comprensión;... f) deben priorizarse las
alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y libertades…”.
También resulta interesante tener en cuenta lo que surge de la redacción
del art. 55: “Disposición de derechos personalísimos. El consentimiento para la
disposición de los derechos personalísimos es admitido si no es contrario a la
ley, la moral o las buenas costumbres. Este consentimiento no se presume, es
de interpretación restrictiva, y libremente revocable”.
Asimismo, Salort y Medina (2020), mencionan que siendo que gran
parte del desarrollo y avance de las neurotecnologías vienen dadas por el sector
privado, será importante tener en cuenta las normas que regulan la protección
consumeril. En este supuesto, se tornarán de especial importancia las cláusulas
que disponen el deber de información para los proveedores. En este sentido,
ocupan un rol principal los Arts. 4, 5 y 6 del capítulo II ("INFORMACIÓN AL
CONSUMIDOR Y PROTECCIÓN DE SU SALUD") de la Ley 24.240.
Ahora bien, el Código Civil y Comercial de la Nación también regula el
derecho a la disposición del propio cuerpo con limitaciones fundadas en
principios bioéticos. Estos dos derechos a la privacidad mental e identidad
personal, encontrarían protección en el art. 52, ya que él mismo refiere:
“Afectaciones a la dignidad. La persona humana lesionada en su intimidad
personal o familiar, honra o reputación, imagen o identidad, o que de cualquier
modo resulte menoscabada en su dignidad personal, puede reclamar la
prevención y reparación de los daños sufridos, conforme a lo dispuesto en el
Libro Tercero, Título V, Capítulo 1”. Aquí el código introduce la posibilidad al
damnificado de utilizar las herramientas que propone la teoría del daño y la
responsabilidad civil.

pág. 34
La utilización del cerebro a través de la neurotecnología podría
encontrar un límite o barrera, en pos de resguardar los neuroderechos, en el art.
56 del CCCN: “Actos de disposición sobre el propio cuerpo. Están prohibidos
los actos de disposición del propio cuerpo que ocasionen una disminución
permanente de su integridad o resulten contrarios a la ley, la moral o las buenas
costumbres, excepto que sean requeridos para el mejoramiento de la salud de la
persona, y excepcionalmente de otra persona, de conformidad a lo dispuesto en
el ordenamiento jurídico. La ablación de órganos para ser implantados en otras
personas se rige por la legislación especial. El consentimiento para los actos no
comprendidos en la prohibición establecida en el primer párrafo no puede ser
suplido, y es libremente revocable”.
Se entiende entonces que los neurodatos -actualmente y por
interpretación amplia- quedarían encuadrados dentro de la categoría de datos
sensibles dispuesta por el Art. 2 de la Ley de Protección de Datos Personales.
Ello porque las neurotecnologías (que generan los neurodatos) tienen el
potencial de proporcionar un conocimiento sobre la persona como ninguna otra
tecnología, al permitirnos descifrar - tal como lo venimos afirmando - cómo
piensa el individuo e influir en su conducta humana. Ella tiene el potencial de
revelar el origen étnico, racial, opiniones políticas, convicciones religiosas,
filosóficas o morales, afiliación sindical e información referente a la salud o a
la vida sexual, es decir, absolutamente todos los datos sensibles consagrados
por la Ley 25.326.

3.2. ESPAÑA
En España, país donde la regulación de los neuroderechos también está
siendo un tema de debate y que a su vez busca acercarse a una definición de lo
qué es neuroderecho. El concepto que por mientras han asumido algunos
académicos con respecto al neuroderecho a la privacidad mental es que busca
evitar que cualquier dato obtenido del análisis y medición de la actividad
neuronal sea utilizado sin el consentimiento del individuo. Exigiendo por ello
la regulación estricta de cualquier transacción u otro tipo de uso comercial de
estos datos. Para así poder protegerlo de las herramientas de la neurotecnología
que interactúen con los cerebros pues éstos tendrán capacidad para recopilar

pág. 35
todo tipo de información sobre los sujetos en el ámbito más privado que
podamos imaginar: sus pensamientos. Motivo por el cual los expertos
consideran esencial preservar la inviolabilidad de los 'neurodatos' que generan
los cerebros humanos.
Tras dicho análisis, el Gobierno sacó la carta de derechos digitales a
consulta pública. El documento no tendrá impacto legal inmediato, por lo que
algunos juristas la han tachado de "propaganda". No obstante, Yuste defiende
que el texto es "pionero" ya que convierte a España en el primer país europeo
que plantea la protección de los neuroderechos de forma oficial. El texto recoge
que "la implantación y empleo en las personas de las neurotecnologías serán
reguladas por la ley" para "preservar la identidad individual como conciencia
de la persona sobre sí misma" o "asegurar la confidencialidad y seguridad de los
datos obtenidos o relativos a sus procesos cerebrales".
Así, la Carta de derechos digitales que se presenta no trata de crear
nuevos derechos fundamentales sino de perfilar los más relevantes en el entorno
y los espacios digitales o describir derechos instrumentales o auxiliares de los
primeros. Se trata de un proceso naturalmente dinámico dado que el entorno
digital se encuentra en constante evolución con consecuencias y límites que no
es fácil predecir. Teniendo su base en los notables avances ya realizados en
España para el reconocimiento de los derechos digitales, entre los que cabe
destacar el Título X de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección
de Datos Personales y garantía de los derechos digitales y aprobado Real
Decreto-ley, de trabajo a distancia. Principios como el de cumplimiento
normativo desde el diseño, que incorpora el análisis de la regulación aplicable
vigente desde el inicio del proceso de desarrollo tecnológico, deben ser de
aplicación íntegra. Del mismo modo, la incorporación desde el diseño de los
principios generales del marco normativo de protección de datos es fundamental
para garantizar los derechos de las personas en los entornos digitales. Al
respecto, es importante destacar que esta Carta está sujeta y se entiende sin
perjuicio del ordenamiento jurídico vigente, en particular en materia de
derechos, cuyas disposiciones serán de aplicación, incluyendo en particular lo
establecido por las leyes anteriormente citadas y las siguientes: a) Ley Orgánica
1/1982, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y
familiar y a la propia imagen b) Ley Orgánica 2/1984, reguladora del derecho

pág. 36
de rectificación. c) Ley 34/2002, de servicios de la sociedad de la información
y de comercio electrónico. d) Ley 9/2014, General de Telecomunicaciones. e)
Ley 7/2010, General de Comunicación Audiovisual. f) Ley 10/2021, de trabajo
a distancia. No obstante, la propia naturaleza rápidamente cambiante del
entorno digital hace necesario asegurar la existencia de un proceso abierto de
reflexión que permita mejorar la adecuación del marco jurídico a las nuevas
realidades. Es así que cabe mencionar que el objetivo de la Carta es descriptivo,
prospectivo y asertivo. Descriptivo de los contextos y escenarios digitales
determinantes de conflictos, inesperados a veces, entre los derechos, valores y
bienes de siempre, pero que exigen nueva ponderación; esa mera descripción
ayuda a visualizar y tomar conciencia del impacto y consecuencias de los
entornos y espacios digitales. Prospectivo al anticipar futuros escenarios que
pueden ya predecirse. Asertivo en el sentido de revalidar y legitimar los
principios, técnicas y políticas que, desde la cultura misma de los derechos
fundamentales, deberían aplicarse en los entornos y espacios digitales presentes
y futuros. La Carta no tiene carácter normativo, sino que su objetivo es
reconocer los novísimos retos de aplicación e interpretación que la adaptación
de los derechos al entorno digital plantea, así como sugerir principios y políticas
referidas a ellos en el citado contexto. Con ello, también, proponer un marco de
referencia para la acción de los poderes públicos de forma que, siendo
compartida por todos, permita navegar en el entorno digital en que nos
encontramos aprovechando y desarrollando todas sus potencialidades y
oportunidades y conjurando sus riesgos. Y contribuir a los procesos de reflexión
que se están produciendo a nivel europeo y, con ello, liderar un proceso
imprescindible a nivel global para garantizar una digitalización humanista, que
ponga a las personas en el centro. Garantía de los derechos en los entornos
digitales 1. Todas las personas tienen derecho a la tutela administrativa y
judicial de sus derechos en los entornos digitales de acuerdo con lo dispuesto en
la legislación vigente. 2. Asimismo, se promoverá la garantía de los derechos
reconocidos en esta Carta en el marco de las relaciones con la Administración
de Justicia y, particularmente, los derechos relacionados con la inteligencia
artificial, cuando se recurra a ésta para la utilización o el desarrollo de sistemas
de soporte a las decisiones o de herramientas de justicia predictiva. 3. Se
promoverán mecanismos de autorregulación, control propio y procedimientos

pág. 37
de resolución alternativa de conflictos, con la previsión de incentivos adecuados
para su utilización con arreglo a la normativa vigente. 4. Se promoverá la
evaluación de las leyes administrativas y procesales vigentes a fin de examinar
su adecuación al entorno digital y la propuesta en su caso de reformas oportunas
en garantía de los derechos digitales.
Sumado a lo expuesto, la legislación español señala que el “derecho a la
protección de datos”, viene recogido en distintos textos internacionales, entre
los que destaca el Convenio del Consejo de Europa de 1981, para la protección
de las personas con respecto al tratamiento automatizado de datos de carácter
personal; la Directiva 95/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa
a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos
personales y a la libre circulación de estos datos. Además, la Constitución
española, no es ajena al fenómeno de la protección de datos personales. Al ser
un texto “joven”, recogió en el momento de su promulgación los principios
básicos a partir de los que se ha desplegado la legislación actual. Así, en su
artículo 18.4 proclama que “la ley limitará el uso de la informática para
garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el
ejercicio pleno de sus derechos”. Dicho precepto completa otros tres epígrafes
del artículo 18 en los que se protege el derecho al honor, intimidad y derecho a
la imagen (18.1), la 3 inviolabilidad del domicilio (18.2) y el secreto de las
comunicaciones (18.3). Todos estos artículos forman parte del capítulo
correspondiente a los llamados derechos fundamentales de la ciudadanía. De
esta forma, tan “importante” es el derecho que tenemos a que nadie entre en
nuestro domicilio sin el correspondiente permiso (excepto en los casos previstos
por la ley) como el de la protección de nuestros datos personales. Al tratarse de
un derecho fundamental, la ley de protección de datos tiene el rango de “ley
orgánica”, el mismo rango, por ejemplo, con el se aprueban los estatutos de
autonomía (art. 81.1 CE). En España, la legislación básica sobre protección de
datos la encontramos en la Ley Orgánica 15/1999, de Protección de Datos de
Carácter Personal (LOPD).
La Ley Orgánica 15/1999, de Protección de Datos de Carácter Personal
(LOPD) transpone la Directiva 95/46/CE al ordenamiento jurídico español y a
las normas de aplicación, derogando y sustituyendo la primera ley de protección
de datos conocida como LORTAD (Ley Orgánica 5/1992, de Regulación del

pág. 38
Tratamiento Automatizado de Datos de Carácter Personal), ley que no tuvo
demasiada aceptación. Teniendo por objeto, según su artículo 1, “garantizar y
proteger, en lo que concierne al tratamiento de los datos personales, las
libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas físicas, y
especialmente de su honor e intimidad personal y familiar”.
Adicionalmente a ello, está la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de
Datos Personales y garantía de los derechos digitales. La cual es su TÍTULO II,
artículo 4, reconoce los Principios de protección de datos: Exactitud de los
datos. Deber de confidencialidad. Tratamiento basado en el consentimiento del
afectado. Consentimiento de los menores de edad. Tratamiento basado en el
consentimiento del afectado. Consentimiento de los menores de edad.
Tratamiento de datos por obligación legal, interés público o ejercicio de poderes
públicos. Categorías especiales de datos. Tratamiento de datos de naturaleza
penal.
Por último, teniedno en cuenta que éste es un tema que también tiene que
ver con la integridad de la persona, es necesario mencionar que de moemnto la
portección del neuroderecho a la privacidad mental puede ser protegido por el
artículo 15 de la Constitución Española, la cual prescribe que todos tienen
derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan
ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda
abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales
militares para tiempos de guerra.

3.3. CHILE
En el caso de Chile, país pionero en iniciativas para regular los
neuroderechos, refiere que los neuroderechos son los nuevos derechos humanos
que protegen la privacidad e integridad mental y psíquica, tanto consciente
como inconsciente, de las personas del uso abusivo de neurotecnologías.
Asimismo, para comprender dicha realidad también definen a las
neurotecnologías como el conjunto de dispositivos, métodos o instrumentos no
farmacológicos que permiten una conexión directa o indirecta con el sistema
nervioso. Mientras que los datos neuronales son señalados como aquella
información obtenida, directa o indirectamente, a través de los patrones de

pág. 39
actividades de las neuronas, cuyo acceso está dado por neurotecnología
avanzada, incluyendo sistemas de registro cerebrales tanto invasivos como no
invasivos. Estos datos contienen una representación de la actividad psíquica,
tanto consciente como subconsciente, y que corresponden al más íntimo aspecto
de la privacidad humana.
Así pues la República de Chile, ya cuenta con el PROYECTO DE LEY
QUE ESTABLECE LA NEUROPROTECCIÓN aprobado por la cámara de
Senadores y con la aprobación ratificada por la Cámara baja.
Estableciéndose bajo lo señalado en su Artículo 1: Esta ley tiene como
objetivo; a) proteger la integridad física y psíquica de las personas, a través de
la protección de la privacidad de los datos neuronales, del derecho a la
autonomía o libertad de decisión individual, y del acceso sin discriminaciones
arbitrarias a aquellas neurotecnologías que conlleven aumento de las
capacidades psíquicas, b) fomentar la concordancia entre el desarrollo de
neurotecnologías e investigación médico-clínica con los principios éticos de la
investigación científica y médica y así sean favorables al bien y beneficio
común, c) garantizar la información a los usuarios de neurotecnologías sobre
sus potenciales consecuencias negativas y efectos secundarios, y el derecho al
control voluntario sobre el funcionamiento de cualquier dispositivo conectado
a su cerebro.
Asimismo, es menester también mencionar el derecho a la integridad
personal, reconocido en el artículo 19, inciso 1, de la Constitución Política de
Chile. Determinado como aquel derecho humano fundamental que tiene su
origen en el respeto a la vida y sano desarrollo de ésta. Pues el ser humano por
el hecho de ser tal tiene derecho a mantener y conservar su integridad física,
psíquica y moral. Teniendo en cuenta que la integridad física implica la
preservación y cuidado de todas las partes del cuerpo, lo que conlleva al estado
de salud de las personas. Precisando además que la integridad psíquica es la
conservación de todas las habilidades motrices, emocionales, psicológicas e
intelectuales. Y en cuanto a la integridad moral hace referencia al derecho de
cada ser humano a desarrollar su vida de acuerdo a sus convicciones. En pocas
palabras, el derecho a la integridad personal se entiende como un conjunto de
condiciones físicas, psíquicas y morales que le permiten al ser humano su

pág. 40
existencia, sin sufrir ningún tipo de menoscabo en cualquiera de esas tres
dimensiones (Guzmán, 2007).
Aunado a ello está la Ley 19628 SOBRE PROTECCIÓN DE LA VIDA
PRIVADA, la cual en su Artículo 1º señala que el tratamiento de los datos de
carácter personal en registros o bancos de datos por organismos públicos o por
particulares se sujetará a las disposiciones de esta ley, con excepción del que se
efectúe en ejercicio de las libertades de emitir opinión y de informar, el que se
regulará por la ley a que se refiere el artículo 19, N° 12, de la Constitución
Política. Toda persona puede efectuar el tratamiento de datos personales,
siempre que lo haga de manera concordante con esta ley y para finalidades
permitidas por el ordenamiento jurídico. En todo caso deberá respetar el pleno
ejercicio de los derechos fundamentales de los titulares de los datos y de las
facultades que esta ley les reconoce. Incorporándose en ella los principios de
licitud del tratamiento, de finalidad, de proporcionalidad; de calidad, de
responsabilidad, de seguridad, de transparencia e información, y de
confidencialidad (PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALES EN CHILE Ley
N°19.628 y novedades del proyecto de Ley OCTUBRE 2020).

VI. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS

Análisis de documentos
El análisis documental, al representar sistemática y sintéticamente los documentos
originales, facilita su recuperación y consulta; ofrece las primeras noticias sobre la existencia
del documento primario y con ello, facilita su obtención e incorporación al proceso posterior
de análisis de la información. Permitiéndonos, a su vez, poder elaborar alertas de lo que se
publica y sobre nuevas realidades problemáticas respecto a determinadas temáticas.
De la misma manera, Hernández, R., Fernández, C. y Baptista M. (2015), señalan que,
será posible detectar, obtener y consultar la biografía y otros aportes que parten de otros
conocimientos y/o informaciones recogidas moderadamente de cualquier realidad, de manera
selectiva, de modo que puedan ser útiles para los propósitos del estudio.

pág. 41
1. Las nuevas neurotecnologías y su impacto en la ciencia, medicina y
sociedad

Resumen de los contenidos de mayor relevancia


El presente informe emitido por la “Lección Cajal” en noviembre del 2019, refiere que
los recientes avances en neurotecnología e inteligencia artificial están permitiendo un acceso
mayor y más rápido a la información acumulada en el cerebro de animales y personas. El
esfuerzo científico mundial, que ha provocado la creación de la Iniciativa Internacional del
Cerebro, y el desarrollo de redes neuronales cada vez más potentes realizado por la industria
tecnológica están impulsando unas nuevas neurotecnologías que podrían marcar el comienzo
de una revolución en la neurociencia que permitirá descifrar las bases científicas de nuestras
mentes y facilitará la comprensión y la obtención de novedosos tratamientos para las
enfermedades mentales y neurológicas.
Pero, al mismo tiempo, estas tecnologías, combinadas con la inteligencia artificial,
podrían usarse para descifrar y manipular procesos mentales y para aumentar cognitivamente
a las personas conectándolas a las interfaces cerebro-computadora, alterando lo que significa
ser humano. Las nuevas neurotecnologías están jugando un papel crucial en la neurociencia y
van a impactar en la medicina, en la economía y en la sociedad del futuro. Bajo estos
lineamientos, Yuste enfatiza en añadir unos nuevos derechos humanos, los Neuroderechos, a
la Declaración Universal de Derechos Humanos, para garantizar que esta nueva revolución
tecnológica sea canalizada en beneficio de la humanidad.

Análisis crítico
En el documento en cuestión, Yuste aborda en primer lugar las neurotecnologías
destacando su importancia y aportes que brinda al desarrollo de la sociedad y en la lucha contra
las enfermedades que se originan por patologías cerebrales. Sin embargo, advierte que al tratar
de llegar a conocer la información que se guarda en el cerebro posteriormente se presentarán
dos situaciones una donde dicha información será tratada para sus fines íntegros a la ciencia y
otra donde sea utilizada por empresas o gobiernos perversos para maleficio de la sociedad. Es
ante esta segunda situación que Yuste alerta sobre una nueva realidad necesaria de regular
proponiendo así la incorporación de nuevos derechos humanos; los Neuroderechos, a la
Declaración Universal de Derechos Humanos; lo cual significaría una protección exclusiva del
cerebro humano. Ante ello cabe cuestionarse ¿esta proposición involucraría un cambio en la
percepción de lo que el derecho busca proteger? Hay críticos que señalan que sí ya que el

pág. 42
derecho busca proteger al ser humano en su integridad más no por órganos que posiblemente
sería el caso de los Neuroderechos. Es entonces esta realidad un tema novísimo que aún tiene
muchas interrogantes por responder y dudas por esclarecer. Lo cual es sumamente necesario
puesto que es una situación sobre la que científicos alertan de sus posibles malos usos
invocando así a actuar lo más pronto posible para evitar futuros abusos de las neurotecnologías.

Aportes al Derecho y sociedad


Son dos los aportes significativos para la sociedad y el derecho peruano y universal que
se pueden rescatar de este texto. Uno de ellos es que alerta sobre una nueva realidad que es
necesaria cuestionar y analizar para comenzar a regularla, esta es el avance de las
neurotecnologías, ya que esto podría significar un riesgo para la información que encuentra en
el cerebro puesto que podría ser manipulada para fines ajenos al desarrollo de la sociedad y el
avance en la lucha contra neuropatologías buscando de esta manera la incorporación de
Neuroderechos a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Asimismo, otro punto a
destacar es, en términos de Yuste, el hablar sobre un nuevo Renacimiento donde en vez de
entender el ser humano, se va a entender a la mente, teniendo en cuenta que el Renacimiento
significó una revolución en la que la cultura y la ciencia empezaron a entender qué somos los
seres humanos. Donde el ejercicio de la profesión de la medicina estuvo adherido a un código
deontológico; siendo así entonces, en el nuevo Renacimiento, necesario que los expertos en
neurociencias, neurotecnologías e inteligencia artificial tengan su propio código deontológico
para que éstas tecnologías se pueden utilizar en beneficio de la humanidad.

2. ¿Cómo avanzar en los nuevos neuroderechos y en su regulación?

Resumen de los contenidos de mayor relevancia


El presente documento muestra la labor coordinada de once académicos investigadores
de la Universidad Autónoma de Chile en el abordaje de la problemática de los Neuroderechos,
a partir del análisis de dos instrumentos en trámite parlamentario en el Congreso Nacional: El
Proyecto de reforma constitucional que modifica el artículo 19, número 1°, de la Carta
Fundamental, para proteger la integridad y la indemnidad mental con relación al avance de las
neurotecnologías (Boletín Nº 13827-19); y, por otro lado, un Proyecto de ley sobre protección
de los neuroderechos y la integridad mental, y el desarrollo de la investigación y las
neurotecnologías (Boletín Nº 13828-19).

pág. 43
Este documento ratifica que los Neuroderechos y las Neurotecnologías no son algo que
podamos decidir rechazar, y lo mismo que sucedió con los telares mecánicos, con la
motorización, con la televisión y con internet, ahí están, ni siquiera las dictaduras podrán
eliminarlos, y por consiguiente, el problema no reside en reconocer sólo sus riesgos sino
también en decidir cómo podemos regularlos. Bajo esta óptica, hacia allí van las propuestas de
este texto.
En síntesis, desde el punto de vista de los investigadores ambas iniciativas son positivas
para la ciudadanía, pero que, sin embargo, hay algunos aspectos técnicos que considerar tanto
en el proyecto de reforma constitucional como en el de ley. En efecto, las observaciones más
destacadas y comunes dicen relación con un mejor desarrollo y determinación del contenido
esencial de los nuevos neuroderechos. Y, especialmente sobre el proyecto de ley, que debe
considerar otras normativas que puedan estar relacionadas para una mejor armonización con el
ordenamiento jurídico actual, como también que tenga en cuenta diversas áreas del Derecho en
el que pueda tener impacto.
Análisis crítico
El Boletín Nº 13827-19 principalmente es cuestionado debido a la ausencia de
conceptualización en estricto rigor de la integridad desde un punto de vista neurobiológico. En
vista de ello, resulta importante destacar que, tal como los académicos afirman, podría ser
ventajoso especificar el contenido del derecho, traduciéndose en una regla iusfundamental
concreta que establezca con claridad su esfera de protección. De esa forma los motivos que
pusieron en marcha este proyecto podrían tener más coherencia y fundamentación bajo la
óptica de que su contenido parte de una protección a una integridad “neurológica”. Esta
propuesta, en palabras de los académicos, “incorporaría una nueva esfera de protección al art.
19 N° 1, que estaría a la par de las dimensiones física y psíquica de la integridad personal,
ampliándose de tal manera el ámbito de tutela de este derecho esencial. Su contenido haría
referencia a los postulados manifestados en la exposición de motivos del proyecto, y
determinaría de modo indubitable sus fronteras frente a la intervención estatal”.
Por otro lado, respecto al Boletín Nº 13828-19 se presenta vacío regulatorio del
ordenamiento chileno de protección de datos personales. Los autores mencionan que “el
proyecto debería adoptar una decisión si quiere efectuar un resguardo frente al sesgo
algorítmico. Actualmente no existe un derecho de oposición a valoraciones personales
automatizadas en base a perfiles en Chile. Tampoco existe una regla de intervención (revisión)
humana de decisiones automatizadas por parte del responsable del tratamiento”.

pág. 44
Aportes al Derecho y sociedad
A través de este texto se tiene la intención de mejorar las iniciativas, especialmente
considerando la protección de la ciudadanía en relación con las nuevas tecnologías que pueden
incluso influir en su autodeterminación, es decir, en su propia libertad. Por esta razón, el
Instituto de Investigación en Derecho se suma a la tendencia de realizar investigación aplicada
para que sea un aporte concreto al ámbito jurídico en relación a la discusión parlamentaria de
los Neuroderechos, y a su vez se muestre la multiplicidad de enfoques que dentro del Derecho
esta temática enfrenta, y es en este último punto donde se genera un impacto benéfico a los
ciudadanos no solo chilenos sino de otros países como el nuestro.

3. La Carta de Derechos Digitales de España

Resumen de los contenidos de mayor relevancia


El documento consta de 28 derechos o garantías estructurado en seis bloques, el
documento recoge por ejemplo el derecho de las personas a no ser localizadas ni perfiladas, al
acceso a internet o a la ciberseguridad. Aspectos todos ellos contemplados por la Ley de
Protección de Datos y otros códigos. También añade elementos más novedosos, como el
derecho a la identidad digital (la identidad propia en el entorno digital no puede ser “alterada,
controlada o manipulada por terceros contra la voluntad de la persona”), al pseudonimato (los
usuarios tienen derecho a utilizar un pseudónimo si no quieren dar su nombre y apellidos) o los
derechos ante la inteligencia artificial (la garantía de que ningún ciudadano sea discriminado
por las decisiones basadas en algoritmos). Además de los ya mencionados destacan el derecho
a la neutralidad de internet (los proveedores han de proponer una oferta transparente de
servicios sin discriminación por motivos técnicos o económicos), los derechos en el ámbito
laboral (se garantiza a los trabajadores la desconexión digital) o el derecho a la participación
ciudadana por medios digitales (se promoverá el acceso a la información pública, la
transparencia o la rendición de cuentas por medios cibernéticos).

Análisis crítico
La principal crítica que ha recibido la carta es que más que enunciar nuevos derechos o
deberes lo que hace es ordenar los ya existentes, la ausencia de contenido práctico. “El
problema no es la definición de los derechos, sino la protección efectiva de los mismos. El
tiempo de las declaraciones de intenciones ya se ha superado: fuera de España se habla ya de
cómo integrar todas esas preocupaciones en políticas concretas, auditables y transparentes para

pág. 45
lograr que la tecnología respete el marco legal existente”, señala a EL PAÍS Gemma Galdon,
quien formó parte del equipo que redactó la primera versión de la Carta.
Ante ello es necesario resaltar que la carta sí tiene sentido práctico por ejemplo el derecho
a la identidad digital y el derecho al pseudonimato, eran derechos que no estaban en la
Constitución. Sí están el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen, pero no el derecho
a la identidad ni una forma especial de manejar ese derecho que es el pseudonimato.
Las posiciones en contra de la carta deberían considerar que sin tener carácter normativo,
esta Carta ofrece un marco de referencia , recogiendo un conjunto de principios y derechos,
para garantizar y guiar los derechos de la ciudadanía en la nueva realidad digital.

Aportes al Derecho y sociedad


El desarrollo y progresiva generalización de las tecnologías y de los espacios digitales de
comunicación e interrelación que ellas abren dan lugar a un nuevo contexto. En el presente
entorno o ecosistema digital surgen conflictos que deben resolverse mediante la adaptación de
los derechos y la interpretación sistemática del Ordenamiento en aras de la protección de los
valores y bienes constitucionales y de la seguridad jurídica de la ciudadanía.
El aporte de la carta de derechos digitales es revalidar y legitimar los principios, técnicas y
políticas que, desde la cultura misma de los derechos fundamentales, deberían aplicarse en los
entornos y espacios digitales presentes y futuros. Asimismo, contribuir a los procesos de
reflexión que se están produciendo a nivel europeo y, con ello, liderar un proceso a nivel global
para garantizar una digitalización humanista, que ponga a las personas en el centro.
El aporte de la carta al derecho se hace presente cuando recoge los derechos más importantes
relacionados con el entorno digital y desperdigados en varias leyes y reglamentos. Asimismo,
servirá de marco de referencia para futuras legislaciones.

4. Proyecto de ley, sobre protección de los neuroderechos y la integridad mental, y el


desarrollo de la investigación y las neurotecnologías en Chile Espíritu de la norma
El proyecto de ley presentado por un cierto grupo de senadores chilenos, sobre la
regulación y protección de los neuroderechos e integridad mental, representan una respuestas
al vertiginoso avance de la neurociencia y neurotecnología y su incidencia en la mente humana,
es decir, en una de las esferas más íntimas de este mismo. Por lo cual esta ley, se tiene como
objetivo y punto esencial, proteger y garantizar la integridad física y psíquica de las personas,
mediante el resguardo de la privacidad de los datos neuronales o mentales, aunado a esto, está

pág. 46
el derecho a la libertad de elección personal, y de la accesibilidad sin discriminaciones
injustificadas a ciertas neurotecnologías que permiten una mejora de las capacidades psíquicas.
Asimismo, esta ley se basa en conceptos jurídicos y éticos fundamentales, tales como:
la dignidad y la autonomía. Siendo esto, sumamente importante para prevalecer, sobre
cualquier avance o desarrollo, el respeto por el ser humano. De igual modo, marca un punto de
partida para el vínculo entre el desarrollo tecnológico y los parámetros éticos de la
investigación médica y científica, los cuales funcionan como una forma de salvaguardar los
derechos humanos de las personas. A esto se suma, la garantización de la equiparidad de
posiciones, entre los investigadores y los usuarios, pues estos últimos, tal como señala la ley,
deben tomar conocimiento de los posibles efectos, tanto perjudiciales como benignos, de la
aplicación de estas neurotecnologías.
Si bien es cierto, esta propuesta radica en el respeto de integridad tanto mental como
psíquica, no busca ser un impedimento para el desarrollo de estas nuevas neurotecnologías, al
contrario las promueve, siempre y cuando tengan invariablemente como límite las garantías
fundamentales, sobre todo aquellas enmarcadas en la protección de la privacidad y libertad
personales.
Por otra parte, cabe recalcar que esta propuesta tiene miras a futuro, siendo preventiva
a los posibles usos abusivos o indebidos de estos nuevos descubrimientos, pues busca, como
ya se ha señalado, amparar los derechos humanos y fundamentales, ante actos como: utilizar y
analizar los datos neuronales con fines lucrativos o de manipulación, transgrediendo la
autonomía y potestad de decisión personal. Lo mismo sucede, con una eventual incrementación
de las desigualdades producto del restringido acceso a estos avances.
Contraste con la realidad
Como ya se ha referido anteriormente, el desarrollo de la neurociencia y
neurotecnología ha sido sorprendente y acelerado. Dado que recién en la década de los 90 es
que empezó a tomar protagonismo, por lo que en sólo 30 años ha logrado tomar un fuerte
posicionamiento. El proyecto de ley, señala diversos casos y antecedentes que ejemplifican con
mucha claridad la repercusión de estas tecnologías actualmente.
Como un primer caso, en el año 2004, Neil Harbison se sometió a una operación
quirúrgica para instalarse una antena que decodificara colores infrarrojos y ultravioletas de
objetos externos, siendo altamente preocupante el alcance de esta. De igual manera, las técnicas
de neuroimágenes, posibilitan el análisis de las funciones cerebrales, agregado a esto, es eficaz
en la adquisición de información sobre las intenciones, puntos de vista y actitudes de los seres
humanos. Como especifican Ienca y Adorno (2021), a través de estas técnicas se pudo

pág. 47
establecer qué acciones tenían el propósito de realizar los participantes de un experimento por
medio de la decodificación de su actuación cerebral, que consistía en la deliberación de sumar
o restar dos números y mantenerlo en secreto por unos pocos segundos. Llegando a un resultado
del 70% de respuestas correctas.
Lo antes señalado, abre la posibilidad que la mente humana pueda dejar de ser un
secreto para los investigadores, siendo incluso probable predecir las preferencias de éste y sus
comportamientos. Por lo cual, en la actualidad, distintas empresas transnacionales como
Google, Disney, CBS, entre otros utilizan los servicios de investigación en neuromarketing
para medir las preferencias y respuestas de los consumidores respecto de sus anuncios o
productos (Ienca y Adorno, 2021).
Asimismo, también se habla de la aplicación de métodos invasivos, la estimulación
cerebral profunda (ECP), tal como señala Valdivia (2020), es un tratamiento eficiente para
trastornos de movimiento como el Parkinson, distonía y temblor esencial.
Otro punto aún más claro, respecto de la necesidad de la regulación de estas nuevas
tecnologías, es que, grupo de 24 personas ligadas a la neurociencia y neurotecnología,
inteligencia artificial, bioética, y representantes de los proyectos BRAIN, procedieron a hacer
un llamado mediante la revista Nature, para desarrollar una declaración de derechos humanos
que ponga como punto central los derechos neuronales.
Por tanto, se puede establecer que la realidad está superando al Derecho, los avances
tecnológicos han sido y son considerablemente acelerados, a comparación del Derecho, el cual
aún está en su primeros pasos rumbo a una regulación de los mismos. Siendo Chile, el pionero.
Aunque también cabe recalcar que, en Latinoamérica, estas innovaciones aún están tomando
fuerza, respecto a otros países, tales como Estados Unidos o España. Sin embargo, esto no
significa que se deba descuidar la regulación de una rama tecnológica tan importante.

Aportes en las variables


Este documento tiene aportes resultantes a nuestra investigación. En primer lugar,
presenta y expone diversos antecedentes los cuales son una pequeña muestra de la realidad que
se vive ahora, en estos casos se especifica cuán importante es considerar y tomar en cuenta los
acelerados cambios de la tecnología, que, incluso, llegan a sobrepasar los límites de la mente
humana y el conocimiento de esta. Por lo cual, como el mismo texto señala, el tema tratado es
sumamente delicado, pues el punto central de estudio de la neurociencia y la nuerotecnología,
es el cerebro humano, la esfera más íntima del ser humano. Ante esto, si bien es cierto, los
avances pueden fructíferos y beneficios para la humanidad, también abre paso a un posible uso

pág. 48
indiscriminado y abusivo de estas neurotecnologías, lo que puede conllevar a una violación de
los derechos humanos y fundamnetales además de la dignidad personal. Pues, diversos grupos
o empresas, pueden usar los datos adquiridos con fines lucrativos o manipulativos.
Asimismo, brinda una pauta para la presente investigación, pues en esta se exponen 5
nuevos derechos que se deben regular y respetar, tales como: a la privacidad mental, a la
identidad y autonomía personal, al libre albedrío y a la autodeterminación, al acceso equitativo
a la aumentación cognitiva y a la protección de sesgos de algoritmos o procesos automatizados
de toma de decisiones. Los cuales buscan prevalecer el respeto por la persona humana y sobre
su integridad tanto psíquica como física.
Como se ha señalado, un derecho de vital importancia, dentro de los expuestos, está el
derecho a la privacidad mental, en la protección de los diversos datos neuronales para evitar
que estos sean usados en perjuicio de los usuarios. Este documento expone la necesidad de
garantizar este derecho y brinda una definición de neuroderechos enmarcado en esto, pues son
“nuevos derechos humanos que protegen la privacidad e integridad mental y psíquica, tanto
consciente como inconsciente, de las personas del uso abusivo de neurotecnologías”.
Aunado a esto, este proyecto, marca un punto de inicio para diversos ordenamientos
jurídicos del mundo, donde se coloca en primer lugar aspectos ético-jurídicos, por ejemplo: la
dignidad, autonomía, libertad, equidad, entre otros. Es decir, gran parte de su sustento, dejando
de lado el aspecto positivo, se basa en aspectos iusfilosóficos y fácticos. Además de buscar y
sostener que, se debe hallar un equilibrio entre salvaguardar los derechos humanos y a la
persona y promover el desarrollo neurocientífico y neurotecnológico. Asimismo, este texto,
siendo pionero en su materia, brinda oportunidad y sirve de base para el diálogo, el debate y el
estudio, tal como esta investigación.

Entrevista a expertos
El investigador formula preguntas a las personas capaces de aportar datos de interés,
estableciendo un diálogo peculiar; asimétrico, donde una de las partes busca recoger
informaciones y la otra es la fuente de esas informaciones. (Aldave, 2021).
En el marco de la investigación realizada, se empleó la presente técnica con la finalidad
de recoger datos e información de forma individual, que profundice en la problemática
propuesta, con base en el análisis del tema y argumentación de las respuestas que los expertos
en el tema en cuestión proponen.

pág. 49
PREGUNTAS GENERALES
1. Teniendo en cuenta el avance acelerado de las neurotecnologías, ¿cuál o cuáles
considera que serían los posibles impactos de dichas neurotecnologías en los derechos
humanos?
2. ¿Cree que deben existir límites ético-jurídicos al uso de la neurotecnología con el fin
de no vulnerar la privacidad mental de las personas? ¿Cuáles serían?
3. Ante los posibles riesgos que genera el desarrollo de la neurotecnología, ¿Considera
que los “neuroderechos” funcionaría como un filtro ético-jurídico de protección a la
actividad cerebral de las personas?

PREGUNTAS ESPECÍFICAS PARA CADA ESPECIALISTA


- Filósofo: Pablo Quintanilla
a. ¿Cuál es el rol que debería asumir la neuroética frente al avance de la neurotecnología?
b. ¿Considera que las neurociencias están transformando la visión de nosotros mismos?
c. Aristóteles y la ciencia griega antigua creían que el cerebro era un órgano dedicado a la
refrigeración de la sangre. Fue Hipócrates el primero en postular que el cerebro es el
lugar del pensamiento y los afectos. Muchos problemas clásicos de la filosofía serían
hoy considerados parte de la filosofía de la mente o de las neurociencias. ¿ Cuál es el
desarrollo o avance histórico de la filosofía sobre el tema de la mente?
d. Teniendo en cuenta el avance acelerado de las neurotecnologías, ¿Cuál o cuáles
considera que serían los posibles impactos de dichas neurotecnologías en los derechos
humanos?
e. ¿Cree que deben existir límites ético-jurídicos al uso de la neurotecnología con el fin
de no vulnerar la privacidad mental de las personas? ¿Cuáles serían?
f. Ante los posibles riesgos que genera el desarrollo de la neurotecnología, ¿Considera
que los “neuroderechos” funcionarían como un filtro ético-jurídico de protección a la
actividad cerebral de las personas?
- Especialista en Derechos Humanos: Dr Winie Paucar
a. Desde una perspectiva biojurídica, ¿Cuáles son los derechos fundamentales con más
tendencia a ser vulnerados en consecuencia del uso no responsable de la
neurotecnología?
b. ¿Considera que la protección de los datos cerebrales, entendidos como el conjunto de
información relativa a la actividad cerebral obtenida mediante el empleo de
neurotecnologías avanzadas, deben adquirir la categoría de derecho humano? ¿Por qué?

pág. 50
c. Es sabido que las neurotecnologías abren la puerta a nuevas amenazas motivo por el
cual se recomienda una actualización de lo que se entiende por derechos humanos. En
ese lineamiento Marcello Ienca y Roberto Andorno (2017) defienden la definición de
unos nuevos derechos humanos, los neuroderechos, con la finalidad de proteger los
estados mentales de posibles intromisiones y manipulaciones. ¿Estima necesaria esta
nueva definición? ¿Por qué?
- Especialista en Neurología: Dr. Hugo Umeres Cáceres
a. ¿Cómo evalúa el avance de la neurociencia y la neurotecnología en el Perú respecto al
que se visualiza en América?
b. Según su experiencia, ¿Ha tomado conocimiento de algún caso o situación donde se
haya evidenciado un abuso de la neurotecnología?
c. Según su análisis, ¿Cuál es su proyección o pronóstico sobre el futuro de la neurociencia
y la neurotecnología en nuestro país?

2. ENTREVISTA A EXPERTOS N° 1: Phd. Pablo Quintanilla

ESPECIALISTA PREGUNTA REALIZADA RESUMEN DE


RESPUESTA
PABLO QUINTANILLA ¿Cuál es el rol que debería La neurociencia trabaja de la mano
asumir la neuroética frente al con el libre albedrío. Se debe
Es profesor principal de avance de la neurotecnología? reconocer si existe libertad de
filosofía en la Pontificia decisión en base a la influencia de
Universidad Católica del la tecnología en el cerebro
Perú (PUCP). humano. ¿Hasta qué punto es
jurídicamente responsable una
Es PhD en Filosofía por la persona que tenga un desorden
Universidad de Virginia y neurológico?
MA en la misma especialidad ¿Considera que las Definitivamente, ello basado en la
por la Universidad de neurociencias están nueva información que se tiene del
Londres (King’s College). transformando la visión de cerebro humano. Nos vemos ahora
nosotros mismos? de una manera monista (monismo
Asimismo, es licenciado en de doble aspecto) podemos ser
Filosofía y Bachiller en descritos en el plano físico y
Humanidades con mención psicológico. Este es un criterio
en Filosofía por la Pontificia filosófico que está siendo
Universidad Católica del comprobado por las
neurociencias.
Perú. Se especializa en
Filosofía del Lenguaje y de la ¿ Cuál es el desarrollo o avance El desarrollo más trascendente se
Mente, Epistemología y histórico de la filosofía sobre el da en la intersección que hay entre

pág. 51
Teoría de la Acción. tema de la mente? la filosofía y la ciencia, en la
interdisciplinariedad. Así, ahora
Es autor de “La comprensión tenemos la atribución psicológica
del otro. Explicación, para comprendernos e
interpretación y interpretamos. También está el
tema sobre el libre albedrío el cual
racionalidad” (2019) y nos permite determinar qué tan
coautor de “Pensamiento y libre somos y por tanto qué tan
acción. La filosofía peruana a responsable somos, es decir, la
comienzos del siglo XX” capacidad que tenemos para
(2019). Es editor de “Ensayos determinar la forma de actuar.
de metafilosofía” (2009) y
co-editor de “Los caminos de No considera que haya un gran
la filosofía. Diálogo y Teniendo en cuenta el avance impacto en los Derechos Humanos
método” (2018), “El acelerado de las dado su universalidad. Sin
neurotecnologías, ¿Cuál o embargo, marca un importante en
pensamiento pragmatista en
cuáles considera que serían los la aparición de nuevos derechos, lo
la actualidad” (2015), entre posibles impactos de dichas cual es posible, pero aún es pronto
otros libros. neurotecnologías en los para saberlo.
derechos humanos?
Cabe resaltar que es autor de
artículos especializados en
revistas académicas.
Sí, deben existir límites a la
¿Cree que deben existir límites investigación ya que resultaría
ético-jurídicos al uso de la intolerable exponer al riesgo de
neurotecnología con el fin de no daño o muerte a los seres humanos
vulnerar la privacidad mental en la investigación. La
de las personas? investigación es permitida
mientras no vulnere los derechos
fundamentales.

Si, si es que uno considera a los


¿Considera que los “neuroderechos” o por lo menos,
“neuroderechos” funcionarían algunos de ellos, como parte de los
como un filtro ético-jurídico de derechos fundamentales. Los
protección a la actividad neuroderechos que podrían ser
fundamentales serían aquellos que
cerebral de las personas? tienen que ver con la preservación
de la salud, de la dignidad, o
también los llamados “derechos
epistémicos”.

3. ENTREVISTA A EXPERTOS N° 2: Dr. Hugo Umeres Cáceres

ESPECIALISTA PREGUNTA REALIZADA RESUMEN DE


RESPUESTA

pág. 52
Dr. Hugo Umeres Cáceres ¿Cuál es su proyección o El avance en esta temática
pronóstico sobre el futuro de la depende del avance de la
Es Coordinador de neurociencia y la neurotecnología educación, en el sentido en que se
investigación en la en nuestro país? tenga conocimiento claro de las
Universidad Peruana nuevas tecnologías. Mi
Cayetano Heredia. proyección se enfoca en los
posibles delitos cibernéticos, lo
Docente Auxiliar del cual generará la necesidad de
Departamento Académico leyes claras que regulen este
de Clínicas Médicas de la asunto.
misma universidad. Teniendo en cuenta el avance El avance de las neurotecnologías
acelerado de las neurotecnologías, implica grandes beneficios para la
Médico neurólogo en la ¿Cuál o cuáles considera que humanidad, pero, al mismo
Clínica San Felipe SA. serían los posibles impactos de tiempo, un peligro por el posible
dichas neurotecnologías en los abuso. Además de las
derechos humanos? desigualdades que puedan tener
lugar. Por lo que, el tema ético
tiene gran incidencia, dado que
sin este no se puede hacer un uso
debido de estas tecnologías.

Según su experiencia, ¿Ha Soy testigo de las observaciones


tomado conocimiento de algún que se le hacen a un tratamiento
caso o situación donde se haya antes de llevarlo a cabo (comités
evidenciado un abuso de la de ética) Sin embargo, no he
neurotecnología? evidenciado algún caso donde
alguna tecnología en especial
haga daño. Ha tenido casos de
mala praxis, fallos de
medicamentos, en los que tuvo
que dar su observancia del
proceso que se debió seguir con el
debido cuidado.

A nivel de Latinoamérica estamos


por debajo de Brasil, Chile,
Argentina, países que nos están
¿Cómo evalúa el avance de la tomando la ventaja por años
neurociencia y la neurotecnología respecto al avance tecnológico.
en el Perú respecto al que se La tecnología en nuestro país está
visualiza en América? llegando lentamente, no se tiene
lineamientos importantes en
investigación.

¿Cree que deben existir Sí, estos se deben basar en el


límites ético-jurídicos al uso de respeto a la integridad de la
la neurotecnología con el fin de persona. Actividad que de
no vulnerar la privacidad modo exclusivo debe
mental de las personas? orientarse al desarrollo de la
¿Cuáles serían? sociedad y al bien común,
dando pasos encaminados con
el código de ética propios de

pág. 53
los neurotecnólogicos. Código
que tiene que partir desde los
principios que plantea la
Constitución para la protección
de la persona.

Ante los posibles riesgos que El tema de los neuroderechos


genera el desarrollo de la es reciente, por ello, es
neurotecnología, ¿Considera necesario analizarlo
que los “neuroderechos” minuciosamente para evitar
funcionarían como un filtro improvisaciones e
ético-jurídico de protección a imprecisiones que más que
la actividad cerebral de las ayudar podrían empeorar la
personas? situación de la protección de la
actividad cerebral. Pero ello no
debe ser impedimento para que
se analice una forma de actuar
ante una posible situación de
tal magnitud con las
normativas que contamos,
configurándolos como límites
legales.

4. ENTREVISTA A EXPERTOS N° 3: Dr Winnie Paucar

ESPECIALISTA PREGUNTA REALIZADA RESUMEN DE


RESPUESTA

Winnie Paucar Teniendo en cuenta el avance Este tipo de prácticas exigen el


Pasante en la Corte de la neurotecnología, ¿cuál respeto mínimo de garantías y
Interamericana de Derechos sería el impacto de su uso, en de la dignidad humana. Sin
Humanos. Abogada por la los neuroderechos? embargo, muchas veces a
Universidad Nacional de través de la neurotecnología se
Trujillo. invade la autoconciencia; es así
Especialista legal en la como debe adecuarse a la
Secretaría Técnica Regional evolución de los derechos
de Eliminación de Barreras fundamentales mismos.
Burocráticas de Indecopi.
Ex Pasante internacional en ¿Deberían existir límites ético- Si, se necesita ampliar el
la Corte Interamericana de jurídicos para velar por el horizonte de la integridad
Derechos Humanos. respeto a la privacidad mental: no solo desde el
Co fundadora del Círculo mental? aspecto psicológico, sino que
también en la forma de cómo

pág. 54
de Estudios de Derecho codifico mis pensamientos.
Administrativo de la Desde la perspectiva social, se
Universidad Nacional de debe prever el uso que se le da
Trujillo. a cada uno de los pensamientos,
Ganadora de la IX edición y es ahí donde también se
del concurso de litigación enmarca la importancia de
en derechos humanos estos lineamientos.
"Yachay" organizado por la
Pontificia Universidad Desde una perspectiva El derecho a la integridad es
Católica del Perú. biojurídica, ¿Cuáles son los primordial ya que lo primero
Con estudios en Análisis de derechos fundamentales con que involucra es el uso del
Impacto Regulatorio más tendencia a ser cerebro y los pensamientos. Si
promovido por la vulnerados en consecuencia el uso de tu información escapa
Presidencia del Consejo de del uso no responsable de la de tu consentimiento sería una
Ministros. neurotecnología? afectación del derecho al libre
Con especialidad en desarrollo de la personalidad,
Cumplimiento Regulatorio derecho a la intimidad, así
por la Universidad Pacífico como el derecho a una vida
y Derechos Económicos digna
Sociales y Culturales por la
Pontificia Universidad Ante los posibles riesgos que Si, dependiendo de cómo se
Católica del Perú. genera el desarrollo de la enfoquen los neuroderechos,
neurotecnología, ¿Considera porque de hecho es diferente
que los “neuroderechos” en cada Estado. Sin embargo,
funcionarían como un filtro para que exista un tratamiento
ético-jurídico de protección a internacional de estos puede
la actividad cerebral de las existir un consenso entre
personas? países. Entonces, la primera
regulación próxima a existir
podría ser a nivel de países.
Cada Estado si puede tener
ciertas diferencias, justamente
por la razón de cómo tratan
actualmente la información.

¿Considera que la protección Se requiere una precisión de un


de los datos cerebrales, derecho que ya existe. Dado
entendidos como el conjunto que, como otros ejemplos, son
de información relativa a la derechos que ya se encuentran
actividad cerebral obtenida regulados, por lo cual es
mediante el empleo de necesario enmarcar en la
neurotecnologías avanzadas, jurisprudencia internacional el
deben adquirir la categoría de uso de estos datos (neurodatos),
derecho humano? ¿Por qué? que parte del conocimiento,
libertad y capacidad de
decisión de la persona.

Parte de la doctrina En el ámbito jurídico, no sería


internacional defiende la necesario ya que dichos

pág. 55
definición de unos nuevos derechos ya se encontrarían
derechos humanos, los protegidos por la definición
neuroderechos, con la existente. Sin embargo, en el
finalidad de proteger los ámbito social y político,
estados mentales de posibles considero que sí es necesaria
intromisiones y una precisión porque aquí va a
manipulaciones. ¿Estima estar presente el mercado el
necesaria esta nueva cual solo busca lucrar
definición? ¿Por qué? limitándose a cumplir los
requisitos mínimos que se
establecen para su
funcionamiento.

VII. MÉTODOS

5. Teorías fundamentadas

- Teoría de los DD. HH., Bidart, UNAM

La teoría de los derechos humanos de Bidart campos señala que cabe resaltar que la
filosofía de los derechos humanos es una filosofía político-jurídica, y una filosofía que alberga
una estimativa axiológica, hasta el punto de que lo que se titula como derechos humanos se
dice que es un conjunto integral de valores: los derechos humanos como valores.

La filosofía y la ideología de los derechos humanos son una fuente de los principios
generales, si por fuente entendemos que aquéllas hacen ingresar a los principios generales el
de que hay que respetar, promover y dar efectividad a los derechos humanos.

Campos (1989), también nos habla sobre las distintas expresiones que se dan cuando
hablamos de derechos humanos, derechos del hombre, derechos de la persona humana- así
señala que, con cualesquiera de las expresiones cuya sinonimia se propone, se aspira,
noblemente, a realzar la dignidad y la autonomía de la persona humana, para insertarla
decorosamente en el marco de la convivencia social y del régimen político: "hay" derechos
humanos porque el hombre -cada hombre y todo hombre- tiene una naturaleza en virtud de la

pág. 56
cual "hay" exigencias que provienen del orbe del valor, a las que debe darse recepción en ese
otro ámbito cultural de la vida humana, que es el mundo jurídico político.

Asimismo, plantea que los derechos humanos son la “parte fundamental de la ética social
de nuestro tiempo". se presenta una relación con la ética, que no es ajeno a la tradición que
impregna de eticidad al derecho, también cuando, sin fusionar moral y derecho, distingue y
sitúa los respectivos campos, o proclama que el derecho es un mínimo de ética. Así puede
calibrarse bien el significado de los derechos humanos. Con lo hasta ahora dicho, se capta una
verdad elemental: el tratamiento de los derechos humanos no es susceptible hoy de abordarse
sin lo que Recasens Siches llama estimativa o axiología jurídica, y que guarda reciprocidad con
la dikelogía de Gold Schmidt (dike = justicia; lagos = conocimiento, o sea, ciencia de la
justicia). En suma, la valoración dikelógica que hacemos a la luz del valor justicia cobra
inusitada presencia en la cuestión de los derechos del hombre, y verificamos que "la dignidad
de la persona individual humana como matriz de los principios fundamentales de la estimativa
jurídica" atestigua lo dicho: sin valoración resulta imposible, o al menos escaso, todo enfoque
sobre los derechos humanos. (Bidart, 1991)

Para Bidart Campos (1989), cuando hablamos de “derechos humanos” en el contexto


histórico-espiritual, equivale a afirmar que existen derechos fundamentales que el hombre
posee por el hecho de ser hombre, por su propia naturaleza y dignidad: derechos que le son
inherentes al hombre en cuanto a hombre que tiene naturaleza (o esencia) de tal, o en cuanto
cada hombre y todo hombre participa de una naturaleza que es común a toda la especie humana
como distinta e independiente de las demás especies. En seguida se comprende, por lógica
ilación, que si estos derechos son naturales o propios de la naturaleza de la persona humana,
revisten carácter de fundamentales, en el sentido de primarios o indispensables. La
fundamentalidad coincide, de algún modo, con la inherencia a la naturaleza humana. Teniendo
como principal foco de atención el tema que nos ocupa en la presente investigación, la
mencionada teoría incita a respetar y realzar la dignidad y autonomía de la persona humana
para insertarla decorosamente en el marco de la convivencia y del régimen político.

Con ello, podemos darnos cuenta que la interpretación que Bidart Campos recoge sobre
los derechos humanos, es una posición conciliadora de las teorías iusnaturalista y positivista,
que lejos de colocarlas en un extremo y una predominancia sobre la otra, hace referencia a los
derechos que le son inherentes al ser humano por el simple hecho de serlo, pero que no solo
basta con que estos derechos existan y que tengan como titular al ser humano, sino que necesita

pág. 57
de un ordenamiento jurídico que los garantice y los haga respetar dentro de un espacio-tiempo
determinado.

El Estado tiene la obligación de incluir y garantizar el pleno ejercicio de los derechos y


libertades reconocidos en instrumentos internacionales, ya que son celebrados y firmados; los
derechos humanos como inherentes a la persona, derivados de la dignidad humana y que
resultan fundamentales deben gozar de una debida protección jurídica, en sentido estricto, estos
derechos son reconocidos y protegidos en el ámbito internacional.

Los derechos humanos no se agotan en alguna capacidad del titular, sino que -por ser
precisamente derechos- se tienen en relación de alteridad frente a otro u otros, que son los
sujetos pasivos cargados con una obligación, un deber, un débito, que es la prestación cuyo
cumplimiento da satisfacción al derecho del sujeto activo, asimismo, hace mención sobre la
universalidad de los derechos humanos, lo que significa que le son debidos al hombre -a cada
uno y a todos- en todas partes, o sea, en todos los Estados-, pero conforme a la situación
histórica, temporal, y espacial que rodea a la convivencia de esos hombres en ese Estado.

La exigencia de estos no traza límites sectoriales, ni en cuanto a espacios territoriales, ni


en cuanto a ámbitos humanos; pero se acomoda a los ambientes históricos que se circunscriben
geográfica y poblacionalmente. El modo de realización de los derechos exigidos es, por propia
naturaleza y vocación de encarnadura histórica del mismo valor, variable y dependiente de las
situaciones sociopolítico-jurídicas.

- Teoría de derechos fundamentales de Robert Alexy

En 1993 la obra denominada “Teoría de los derechos fundamentales” fue presentada por
Alexy a fin de obtener su habilitación en la Facultad de Derecho de la Universidad Georg
August, de Gotinga, Alemania. El objetivo de dicha obra es "dar respuestas racionalmente
fundamentadas a las cuestiones vinculadas con los derechos fundamentales".
Aunado a ello, entre los principales fundamentos de esta teoría se encuentran que: desde
la óptica de la teoría analítica del derecho está en la permanente búsqueda de poder precisar no
sólo el concepto sino también la naturaleza, el contenido y la estructura de los derechos
fundamentales en relación sobre los problemas en su interpretación y aplicación, que en
trabajos posteriores ha avanzado hacia su justificación y fundamentación.
Bajo esta línea, como si no fuera poco, esta teoría brinda un antecedente importante en
poder determinar la conexión entre la argumentación y los derechos fundamentales, ya que

pág. 58
según esta aquello reside en que sólo mediante la argumentación se puede fundamentar la
atribución del grado de intensidad en el que un derecho es afectado o en el que es importante
su desarrollo o garantía. El principio de proporcionalidad es una estructura vacía sin la
argumentación. “Una ponderación sin argumentación sería irracional”, afirma Alexy.
Ahora bien, el principal aporte que esta teoría brinda a la presente investigación es que
plantea a las normas de derecho fundamental como aquellas directamente establecidas por las
disposiciones de la Ley Fundamental y gracias a esta razón enlaza en una determinada idea de
Estado y teoría de la Constitución; lo cual permite superar la comprensión de los derechos
fundamentales desde una fundamentación exclusivamente técnico-jurídica, sino adjudicando
su incorporación a la concepción de Estado y de Constitución.
A partir del énfasis que Alexis pone en que los derechos fundamentales están
positivizados en la ley fundamental y esta es la Constitución de cada ordenamiento jurídico y
teniendo en cuenta que el derecho que está siendo salvaguardado en el presente trabajo de
investigación es el derecho a la privacidad mental, podríamos afirmar que aquel se encuentra
-de momento- amparado bajo el derecho a la integridad psíquica, el cual se encuentra
plasmado en nuestra Carta Magna (artículo 2, inciso 1), el cual en palabras de Sáenz (2015)
hace referencia al estado de tranquilidad interior. Al contexto de normalidad en el que se
desenvuelve el psiquismo o mundo interno de la persona y que por ser esencialmente individual
corresponde prima facie ser valorado en sus alcances por su propio titular.
A efectos de lo que nos ocupa en este trabajo, la constitucionalización del derecho a la
integridad psíquica comprende la incorporación de derechos afines a él. En ese sentido, al
percibir la protección total que le brinda la Constitución Política del Perú al derecho a la
integridad psíquica del ser humano, se infiere de manera innegable que el Estado debe otorgar
a este derecho tutela o salvaguardarlo ante cualquier situación impredecible que se presente
como podría ser en un futuro el desarrollo de la neurotecnología en nuestro país.
Por último, se reafirma que el estudio de la Teoría de Derechos Fundamentales genera
altas expectativas en beneficio de esta investigación, al permitir conocer los alcances y
contenidos del derecho a la integridad psíquica, lo que conlleva a abarcar aspectos de otros
derechos que emanan de aquel, como lo es el de la privacidad mental.

- Teoría de la ética en la ciencia

La presente teoría se centra en un punto importante de discusión en la actualidad, a decir,


el lugar que la ética debe tener en la ciencia, y en las investigaciones científicas. En principio,

pág. 59
este tema se subdivide en dos: uno referente a la ética relacionada con la ciencia en sí, y otra
que analiza la ética en las relaciones entre la ciencia y la sociedad.
Cuando el tema de lo que se entiende por ética científica es tratado en los ámbitos no
científicos, nos referimos a la relación de la ética entre la ciencia y la sociedad. Tema que, a su
vez, se subdivide en lo que se refiere a la responsabilidad moral de los científicos acerca del
uso que se le da a sus investigaciones, y en el referido a la forma de llevar investigaciones que
involucra violaciones a principios éticos.
Muchos sabios eminentes como Poincaré, Einstein y Russell han sostenido que la ciencia
no formula juicios de valor (desde el punto de vista moral o ético, obviamente), sino que se
limita a informar sobre hechos. Las ciencias formales y las naturales, por supuesto, no se
ocupan de valores, especialmente la ciencia moderna de la naturaleza, a diferencia de la antigua
y medieval, no ve en la naturaleza objetos intrínsecamente valiosos o no valiosos, y
consecuentemente no inventa jerarquías del ser en las que cada grado se ubica según su
proximidad al Sumo Bien. Son entonces, éticamente neutrales. Sin embargo, no puede decirse
lo mismo de las ciencias del hombre. La ciencia deja de ser éticamente neutral cuando estudia
no ya fenómenos naturales sino objetos biopsicosociales como son las necesidades, los deseos
y los ideales de los seres humanos, así como los medios para satisfacer a unos y otros, por
ejemplo la sociología. Entonces, la ciencia (con la excepción de las ciencias del hombre) es
éticamente neutral. Por esta razón, la ciencia se puede emplear para el bien y para el mal, para
curar o para matar, para libertar y para esclavizar. La ciencia no tiene objeto fijo. Cualquier
problema puede abordarse científicamente si involucra conocimiento. Así, Schulz (2005)
señala que si la ciencia no se ocupa –como ciencia– del “mundo de los valores”, es porque este
mundo no existe. No hay valores como entidades independientes, hay cosas, actitudes y
comportamientos valiosos, y el valor es una convención que se asigna por los seres humanos
respondiendo a ciertas circunstancias y a ciertos deseos.
Además, cuando la investigación científica proporciona unos poderes formidables,
ciertamente temibles, a naciones y líderes políticos falibles, aparecen muchos peligros: uno es
que muchos científicos implicados pueden perder la objetividad. Pues como siempre, el poder
tiende a corromper. La ciencia se corrompe cuando se pone al servicio de la destrucción, del
privilegio, de la opresión o del dogma. Los motivos son generalmente económicos, ya sea
personales, o para dotar a los institutos o universidades que dirigen de personal y equipos.
El problema está, en opinión del autor de la presente teoría, asociado con varias
características del ser humano: el temor que despierta lo que no se comprende, la ignorancia,
la ligereza con que se hacen afirmaciones sin analizar cuidadosamente su fundamento, la

pág. 60
histeria, la moda, la influencia de las filosofías irracionalistas en boga, la tendencia a cargarle
la culpa de los problemas a otros, y a veces, los intereses personales. Sumándose a ello el factor
de la desorientación que sufren muchas personas, especialmente las que no están bien
preparadas (desde el punto de vista intelectual) para los cambios radicales que ocurren
vertiginosamente en el mundo actual.
Ante ello, Mario Bunge en Schulz (2005), da una serie de hábitos que debería tener un
buen científico como guía para generar hábitos que eviten las faltas a la ética:
- Honestidad intelectual (o “culto” a la verdad), el aprecio por la objetividad y la
comprobabilidad, el desprecio por la falsedad y el autoengaño. La observancia de la
honestidad intelectual exige:
- La independencia de juicio, el hábito de convencerse por sí mismo con pruebas, y de
no someterse a la autoridad. La honestidad intelectual y la independencia de juicio
requieren, para ser practicadas, una dosis de
- Coraje intelectual (y aún físico en ocasiones): decisión para defender la verdad y criticar
el error cualquiera sea su fuente, y muy particularmente, cuando es un error propio. La
crítica y la autocrítica practicadas con coraje infunden
- Amor a la libertad intelectual, y, por extensión, amor por las libertades individuales y
sociales que la posibilitan; concretamente, desprecio por la autoridad infundada – sea
intelectual o política- y por todo poder injusto. La honestidad intelectual y el amor por
la libertad llevan a afianzar el
- Sentido de la justicia, que no es precisamente la servidumbre a la ley positiva – que nos
imponen y que puede ser injusta- sino la disposición a tomar en cuenta los derechos y
opiniones del prójimo, evaluando sus fundamentos respectivos.

En vista de lo señalado y el crecimiento de negocios construidos alrededor de interfaces


cerebro-máquina, para desarrollar una tecnología que supuestamente sea capaz de leer la mente,
parece necesario que las leyes y los Derechos Humanos por una vez se adelanten a la
tecnología. El aporte que se rescata de la teoría analizada se da al permitirnos enfatizar la
advertencia que hace Rafael Yuste con respecto a las posibles amenazas que pueden significar
dentro de unas décadas las neurotecnologías para el ser humano para lo cual es necesario
empezar a analizarlos debidamente en los parlamentos y hablar sobre su regulación. Siendo por
ello imperioso poder prever todos los desastres potenciales que la Inteligencia Artificial y las
neurotecnologías sin regular pueden traernos.

pág. 61
El riesgo de que la información que se almacena en el cerebro sea manipulada para fines
ajenos a los que se buscan, solución de neuropatologías, por caer en manos de neurocientíficos
no éticos es lo que debe preocuparnos. Por ejemplo, si se sorprende cuando internet le muestra
preferencias que sin saberlo le interesan, es porque funciona con algoritmos creados para
emular la forma en que piensa nuestro cerebro. ¿Qué pasaría si pudiera entenderlo por
completo? Ahí la importancia de que en el futuro la mente se proteja a través de neuroderechos.

- Teoría aristotélica de la responsabilidad moral

Como tal, no se puede establecer que Aristoteles haya expuesto fundamentos teóricos
sobre la responsabilidad moral, sin embargo, tras una análisis de su trabajo y obras, se pueden
inferir y atribuir ciertos postulados sumamente importantes sobre esta. Puesto que, este
investigó sobre la agencia humana y el modo en que cada uno debería ser juzgado por los actos
que ha cometido. Cabe recalcar que, el filósofo busca alcanzar el bien absoluto, sino una
filosofía práctica que oriente nuestro camino hacia la adecuación del hábito del buen vivir.
La voluntariedad
De acuerdo a Bravo (2006), el término voluntad se aplica a dos puntos, el primero es el
agente, que actúa de manera espontánea y el segundo hace referencia al acto cumplido
espontáneamente. Siendo el punto de encuentro de estos, el deseo, el cual Aristoteles
fraccionado en tres especies, que son el deseo concupiscible o apetito, el irascible o pasión y el
racional.
Para el autor, el término obrar hace alusión a dos cosas: hacer algo con gusto y ser
responsable de ello, es decir, puede ser juzgado por ello. Sin embargo, al no ser aspectos
absolutos surgen dudas como ¿Se obra de buena gana cuando se comete una acción mala en
vista de un bien mayor o para evitar un mal mayor? (Bravo, 2006).
En esta misma línea, en Ética a Eudemo, se tratan sobre dos conceptos relevantes en la
voluntariedad, el deseo y el pensamiento. La interacción de estos llevan a un dilema, pues si se
oponen entre sí y el sujeto consta de ambos, puede entenderse que nunca puede obrar de manera
voluntaria, dado que siempre mantendrá la influencia de una de estas. Por lo cual, Arisotetoles
plantea la eliminación de cualquiera.
Además de esto, señala que un acto voluntario se realiza “por deseo, por elección
deliberada, o por discurso racional”, lo cual puede ser comprendido en aforismo “todo lo que
se hace voluntariamente (....), se hace queriéndolo y “nadie quiere lo que considera un mal”.
Sin embargo, si se habla del incontinente (el cual puede entenderse como aquel que es

pág. 62
impulsado por el apetito y actúa de forma contraria a lo que considera lo mejor para él); este
realiza ambas cosas, actúa movido por el deseo, es decir, voluntariamente, pero a su vez, no
hace lo que quiere, pues es perjudicial para él, representando una contradicción. De esto se
concluye que, lo voluntario no es actuar de acuerdo al deseo, ni lo involuntario lo es contra el
deseo.
De acuerdo a esto, se abre otra posibilidad, si el obrar voluntariamente corresponde a
la elección, la cual procede de forma deliberada. “La elección es un deseo deliberativo de cosas
que están en nuestro poder” (Aristoteles, s.f.). Si bien es cierto, el autor vincula la voluntad con
la elección, no es identificada con esta. Por tanto, lo voluntario no es lo hecho movido por el
deseo o por la elección, “sólo queda que consiste en actuar de acuerdo con cierto tipo de
pensamiento”. No obstante, cabe resaltar que, sólo cierto tipo de este es condición necesaria y
suficiente para la voluntariedad. Por lo cual, se excluye a los niños o animales.
La explicación de la acción
En este punto resulta necesaria esclarecer la distinción que hace Aristoteles de acciones
voluntarias (hekoúsios), involuntarias (akoúsios) y no voluntarias. Siendo estas últimas las que
hacen necesaria una clarificación y distinción.
En Ética para Nicomano, el autor señala que las acciones involuntarias son aquellas
realizadas por fuerza o por ignorancia. Siendo determinante para esto, el arché, el cual es visto
como la causa eficiente que da origen a la conducta. Si este es exterior se puede entender que
la acción fue hecha por una fuerza que, nos obliga a actuar en contra de nosotros mismos, lo
cual según Bravo, (2006) representa a una excusa de la acción cometida. Pero, esto no se aplica
a los factores externos agradables, puesto que, a pesar de ser estímulos externos, la fuerza de
movimiento radica en nosotros mismos, por lo que resulta responsable. Es decir, para que se
configure la acción involuntaria debe obrarse en contra de la propia voluntad y dolorosamente.
Si se habla de ignorancia, Aristoteles señala que, todo lo que se realiza basado en la
ignorancia es no voluntario, no obstante, si causa dolor y aflicción, es involuntario. Esto puede
crear una confusión entre lo que es involuntario y no voluntario, siendo la principal diferencia
la respuesta emocional del agente ante las acciones cometidas. Puesto que, en las acciones
involuntarias sí se expresa arrepentimiento y las no voluntarias, en las que no.
Agregado a esto, se hace otra distinción entre la ignorancia de lo universal y de lo
particular (Peña, 2020). La primera está vinculada con la maldad, pues el sujeto no sabe lo que
debe y no debe hacer. Mientras que la segunda, hace mención al desconocimiento de las
circunstancias en las que se realiza la acción en específico. Está demás debe ir continuidad por
el arrepentimiento, por lo cual es reconocida como propiamente involuntaria.

pág. 63
Por otra parte las acciones no voluntarias, como ya se han mencionado son aquellas en
las que no se manifiestan síntomas de remordimiento voluntarias, por lo que implica una
responsabilidad moral mayor.
Por último, Peña (2020) refiere que, las acciones son voluntarias porque el principio
del movimiento antes mencionado (arché) se halla dentro del sujeto y es él quien decide
ejecutarlas o no. Por esto, una acción ética es siempre voluntaria.
Sin embargo, a pesar de su diferencia existen acciones mixtas, en las que no podemos
distinguir entre voluntarias o involuntarias, un claro ejemplo es cuando se obra de un modo
cuestionable o inmoral por el miedo a males mayores o por algún fin noble.

La responsabilidad
Como ya se ha señalado, la voluntariedad es parte esencial para poder ser considerado
moralmente responsable, aunado a esto, como segunda condición, está la elección (proaíresis).
En este segundo concepto, toma un papel relevante la deliberación, la cual pertenece a la parte
racional del alma. Pues, es definida como “un deseo deliberado de cosas a nuestro alcance o
bajo nuestro poder” (Aristóteles, 1985). La elección puede ser buena o mala y elegimos sobre
lo que estamos seguros, guiados por la razón y la reflexión. Aristóteles refiere que, toda
deliberación tiene un propósito, por lo cual es necesario deliberar acerca de los medios para
alcanzarlo.
De lo mencionado anteriormente, se desprende que sin una elección no hay
responsabilidad, por lo que una acción es responsable si y sólo si es elegida (ha sido deliberada).
Por esto mismo, tampoco se puede ser responsable de las acciones cuando actúa de forma
involuntaria. Sin embargo cabe recalcar, que la responsabilidad comprende no sólo a aquellas
personas que obran de acuerdo a sus elecciones sino también a los que tienen la capacidad de
elegir. Por tanto, no se puede tomar a la teoría de la voluntad como sinónimo de la de
responsabilidad moral, pues esta última aborda más puntos. Las acciones responsables pueden
ser valoradas como virtuosas o viciosas.
Asimismo, en la responsabilidad, Arisoteles recalca que también es importante tener en
cuenta, el carácter de la persona. Pues, se debe calificar a una persona como responsable
moralmente de los actos cometidos independientemente de factores como la educación o la
crianza, pues los vicios o virtudes que uno tiene, son voluntarias, además cabe reconocer que
en la adultez, las personas han desarrollado su capacidad de elección. Por lo que, la
responsabilidad individual permite que nuestras acciones no estén completamente definidas
por factores externos, tales como: las naturales y las costumbres.

pág. 64
Esta teoría, aborda conceptos muy importantes para nuestra investigación. En primer
lugar, se habla de la voluntad. Como ya se ha señalado, un acto voluntario se realiza “por deseo,
por elección deliberada, o por discurso racional”, en pocas palabras, es un obrar de acuerdo a
lo deseado o querido, impulsado por una fuerza interior, para que pueda ser considerado como
tal. Los actos realizados de manera voluntaria, muchas veces, se orientan a alcanzar un fin
específico. Además de esto, cabe señalar que de acuerdo al conocimiento que se tenga de la
situación en la que se está obrando y el impulso interno o arché, determinan, en gran medida,
las valoraciones que se puedan otorgar a estos actos. De acuerdo a esto, surge un dilema ¿se
obra de buena gana cuando se comete una acción mala en vista de un bien mayor o para evitar
un mal mayor? Este mismo dilema, surge en las acciones y el avance de la neurotecnología,
¿invadir espacios tan íntimos, como el cerebro, de una persona son calificados como malos
cuando se apunta a mejorar los tratamientos de enfermedades neuronales o psíquicas o a
mejorar las cualidades intelectuales humanas?
Los investigadores pueden actuar de manera voluntaria o no, pero, ¿son responsables
moralmente o pueden ser juzgados por estos actos cometidos, cuando aún no existe una
regulación que delimite qué es correcto y que no? Como señala Arisototeles, una de las
justificaciones o excusas que se da para evitar que una persona sea calificada como responsable,
es que sea ignorante respecto a las circunstancias que rodean el acto cometido. A esto se le
suma las implicaciones o efectos que pueden desencadenar estos. Sin embargo, en el caso del
avance de las neurotecnologías, es tan actual el impacto dado, que, aún no se ha previsto las
restricciones que se puede poner a estos. Si bien es cierto, hay medidas éticas en la
investigación científica, estas no abordan a la neuroprotección por las razones antes señaladas.
Por lo que, como se puede señalar a un investigador o a una empresa moralmente responsable,
sí alega el desconocimiento de los límites que buscan proteger a las personas o usuarios de los
abusos de estas tecnologías. Como tal esta afirmación es válida, pues se estaría buscando
imponer regulaciones aún inexistentes.
Por tanto, si se busca proteger la privacidad mental, la dignidad humana, el respeto por
la libertad de decisión, entre otros conceptos sumamente importantes, es necesario establecer
estas limitaciones, con el fin de que las personas involucradas en este tema, puedan salir de esa
ignorancia y asu vez poder ser señalados como responsables.
Por parte de los usuarios también es importante analizar el concepto de la ignorancia
propuesto por Aristoletes como excusa al acto voluntario, pues ¿se puede señalar como
responsable moralmente a una persona que voluntariamente accede a someterse a estas nuevas
tecnologías y que esta le pueda producir ciertos efectos perjudiciales? Si las personas como se

pág. 65
ha señalado, ignoran las limitaciones que se les impone a la investigación neurológica basada
en la protección de los derechos humanos y la dignidad personal porque estas aún no existen,
¿cómo podemos señalarlas o resguardarlas? Pues, al desconocer algo tan esencial como los
derechos que tienen los límites que no deben transgredir los investigadores, no se les puede
señalar como actos voluntarios.
Asimismo, esta teoría hace referencia a la capacidad de elección, que va muy ligado al
ámbito de la libertad personal. Los avances mostrados por la neurotecnología demuestran que,
esta libertad puede estar en peligro, pues se han desarrollado técnicas que conllevan imágenes
mentales, las cuales dan luz sobre las elecciones de las personas y revelan ciertos datos que
permiten distinguir sus comportamientos y preferencias. El conocimiento de estos neurodatos
abren la posibilidad a un abuso de estos mismos, por parte de terceros, los cuales pueden ser
usados para la manipulación. Por lo que, resulta necesario cuestionarse respecto al avance de
estas tecnologías, con el fin de que si se presenta un uso indebido de este, se pueda hacer frente
y así evitar que, la capacidad de elección, la voluntad y la deliberación personal, puedan verse
afectados.

- Teoría de la Ética Kantiana

Kant desde 1765 había terminado un libro con el título de Principios metafísicos de la
filosofía práctica, bajo el título de "Crítica del gusto moral", que nos da idea de las primeras, e
importantes, preocupaciones de Kant por el problema ético. En cartas de Kant a Herder y a
Hamann (1767) podemos constatar que estaba trabajando "en una metafísica de las costumbres"
y en "una metafísica de la moral”. Esto es antes de su reflexión teórica sobre la crítica de la
razón pura (1781). La fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785), cuatro años
después de su crítica, no hace sino probar el interés de Kant por los temas de índole moral. Sin
embargo, será hasta 1770 cuando empiece a perfilar su nueva "filosofía moral pura", ya
despojada, según él, "de principios empíricos de ninguna especie", y poner orden "en la
metafísica de las costumbres”. (García Morente, 1946, citado por Piñon, 2013).

Entre los principales fundamentos de esta teoría se encuentran: el reconocimiento de


que los seres humanos somos seres morales; la existencia de una razón pura práctica, suficiente
por sí sola para mover la voluntad, es decir, sin ayuda de impulsos sensibles. En esta línea “solo
en este caso pueden existir principios morales válidos para todos los hombres sin excepción,
es decir, leyes morales que tengan un valor universal” (Martinez, 2006). Además, esos

pág. 66
mandatos son presentados bajo la forma de deberes o mandatos (fórmula de imperativos); y de
esa forma, los imperativos pueden ser hipotéticos o categóricos, donde estos últimos son
netamente morales y tienen como principal característica ser autónomos: cada uno se dicta a sí
mismo su propia ley moral.

La filosofía de Kant, en cierto sentido, constituye el fundamento de la razón ilustrada.


En sus planteamientos el imperio de la razón aparece unido a la historicidad. Kant funda la
concepción de autonomía del hombre en la modernidad: el reino de la libertad no puede estar
regulado o aprisionado por las cosas; es el hombre mismo que, por medio de la razón, guía sus
acciones. En el plano ético, el deber no es algo que se le imponga desde su exterior, sino un
postulado a priori de la razón. En este sentido, la conciencia moral es autónoma, se impone a
sí misma como deber, como imperativo categórico. La razón aparece como la sabía y única
legisladora y la historia se deja ver ya no como un designio de los dioses sino con hechura de
los hombres. (Piñon, 2013).

Asimismo, según Wood (2008) la cuasi obsesión de Kant por fundamentar la moralidad
toda en un principio puramente racional, en una idea de la razón pura, debe comprenderse en
el contexto de la necesidad de contrarrestar la tendencia corrupta de racionalizar en contra de
los principios morales que son fácilmente reconocibles por el entendimiento moral común. La
teoría ética de Kant, en su parte fundacional, si bien pretende ser enteramente a priori y purgada
de cualquier elemento empírico, no obstante, responde a esta visión particular de la naturaleza
humana. La ética de Kant será válida para todos los seres racionales, pero se aplicará de una
forma específica a la especie Homo sapiens.

La teoría ética de Kant propone un supuesto en el cual se habla de la existencia de una


ética universal, es decir, válida para todos los seres humanos, esto basado en el reconocimiento
de que los seres humanos somos seres morales. Esto nos indica que, como tal, el ser humano
tiene una naturaleza moral, por lo cual, hace necesario la existencia de ciertas normas las cuales
direccionan su accionar sin impedir ni doblegar su autonomía. Esto mismo sucede con los
especialistas e investigadores neurotecnologías, o en general, la investigación científica y
tecnológica. Los investigadores necesitan la determinación de normas éticas imperativas que
direccionen su accionar dentro del marco de estas, para evitar perjudicar y abusar del uso de
estas tecnologías.
El poder que conlleva el estudio de la mente, implica tanto beneficios como perjuicios.
Lo cual puede crear diversos dilemas éticos entre los investigadores, pues mientras uno

pág. 67
considera ética un aspecto otro lo puede considerar como antiético. Esto es propio de la
autonomía señalada por Kant. Sin embargo, esto abre la posibilidad de que el respeto de los
derechos humanos, la integridad física, la privacidad mental, la dignidad humana y demás
conceptos importantes, queden a merced de estas consideraciones. En cambio, si existieran
diversos límites éticos y también jurídicos, esto podría direccionarse a un mismo punto, dando
como punto de partida a los derechos humanos existentes, pues su respeto es de carácter
universal.
1. Método histórico: la neurotecnología
La neurotecnología avanza a pasos agigantados, de ahí que, en ocasiones, nos parezca
que entra en campos propios de la ciencia ficción, desde el siglo XIX no se ha detenido su
constante progreso y sus grandes impactos. En ello se enmarca la necesidad de evaluar el
proceso histórico y los respectivos avances que han tenido el uso de técnicas de
neurotecnología; se estudiará desde el análisis de casos clínicos en 1878, pasando por la
invención del electroencefalograma, el inicio de su uso como tratamiento para enfermedades
mentales, hasta los tratamientos actuales de índole más invasivo en la psiquiatría, incluso en el
marketing. Con relación a nuestro proyecto, es fundamental analizar esta evolución en la
medida que nos permite reconocer cómo ha cambiado, no solo el uso de las técnicas científicas,
sino también el propósito para el cual se están utilizando - los cuales incluso en algunos casos
se ha denunciado no son los más correctos - para así distinguir el abuso de las mismas. Durante
el nuevo siglo, los estudios en esta materia han sido y son cada vez más continuos. Por lo cual,
inicia una preocupación respecto de los límites que se pueden imponer a estas tecnologías, dado
su importancia e intervención en el cerebro humano. Y es que las humanidades son una cuestión
clave en esta revolución científico tecnológica y tienen un papel fundamental: el de definir el
nuevo universo ético y de valores que debe dirigir esta transgresión de nuestros propios límites
(y los valores y derechos asociados a los mismos).

VIII. DESCRIPCIÓN DE RESULTADOS

Según Aldave (2021) en este apartado se tendrá en cuenta los objetivos específicos y se
determinará la forma de cómo estos han sido alcanzados dentro del trabajo de investigación,
procesando la información o datos obtenidos por los instrumentos (p. 63).

pág. 68
En primer lugar en relación al objetivo específico N° 1, el cual fue “analizar las bases
teórico-doctrinarias del neuroderecho a la privacidad mental en el derecho comparado”,
se contrastó con la técnica de análisis de documentos y el instrumento utilizado fue la unidad
de pensamiento designado por los autores de esta investigación. En líneas generales, la presente
técnica, utilizando el análisis y síntesis de los documentos trabajados, aporta en nuestra
investigación al resaltar el abordaje de la problemática de los Neuroderechos en el país de chile,
muestra los esfuerzos de chile para proteger la integridad, la indemnidad e integridad mental
con relación al avance de las neurotecnologías; y, por otro lado, un Proyecto de ley sobre
protección de los neuroderechos. El presente documento nos muestra el aporte concreto al
ámbito jurídico en relación a la discusión parlamentaria de los Neuroderechos, y a su vez se
muestra la multiplicidad de enfoques que dentro del Derecho esta temática enfrenta.
Asimismo, la Carta de Derechos Digitales de España al reunir derechos como el de las
personas a no ser localizadas ni perfiladas, el derecho a la identidad digital, etc. El documento
pone en manifiesto el esfuerzo europeo de integrar todas esas preocupaciones en políticas
concretas para regular la tecnología con respecto al marco legal. Es así que recoge los derechos
más importantes relacionados con el entorno digital dispersos en varias leyes y reglamentos,
los cuales servirán de marco de referencia para futuras legislaciones.
Añadido a todo lo anterior, otra técnica puesta en uso fue la entrevista a expertos, y su
determinado instrumento fue la guía de preguntas. El aporte brindado se refleja en los
conocimientos compartidos del Dr. Hugo Cáceres, el cual nos advierte el panorama
latinoamericano con respecto al avance tecnológico en Perú. Siendo países como Chile,
Argentina, los que encabezan el desarrollo tecnológico.
Por último, en relación a los métodos, para el contraste de este objetivo se utilizó el
método de las teorías fundamentadas, siendo la teoría de los derechos humanos de Bidart la
que nos ayuda a entender las bases teóricas internacionales de los neuroderechos, defendiendo
que existen derechos fundamentales que el hombre posee por el hecho de ser hombre, por su
propia naturaleza y dignidad. Además, la presente teoría incita a respetar y realzar la dignidad
y autonomía de la persona humana para insertarla en el marco de la convivencia y del régimen
político.
Ahora bien, con respecto al objetivo específico N° 2, el cual fue “determinar los
impactos de los avances neurotecnológicos en la privacidad mental”, se precisa que en
primera instancia aquel se contrastó utilizando el método histórico. Respecto a ello, el aporte
de dicho método se reflejó en poder evidenciar el inevitable y acelerado avance que ha tenido
la neurotecnología a nivel mundial, esta línea transitoria desde la óptica de los distintos usos

pág. 69
que se le ha dado en sus inicios hasta el presente siglo demuestra la trascendencia de la
discusión ética sobre la aplicación de las técnicas de neurotecnología y los límites a los cuales
debería estar sujeta, en aras de proteger la privacidad mental de los ciudadanos.
Aunado a ello, con respecto al contraste de este objetivo se utilizó la técnica de entrevista
a expertos, teniendo como foco de atención e instrumento la guía de preguntas. El impacto
benéfico se observó en la recopilación de diversas perspectivas del tema que es abordado en
esta investigación. Los especialistas concuerdan en que la disciplina hermana de la
neurotecnología, “la neurociencia”, cumple una función principal en la búsqueda de reconocer
si existe libertad de decisión en base a la influencia de la tecnología en el cerebro humano. Bajo
la misma línea, el impacto de los avances neurotecnológicos pueden indicar una nueva forma
de visión de nosotros mismos, lo que de manera irrefutable cobra interés en el resguardo de la
privacidad mental de las personas. En ese sentido, aunque en líneas generales de manera
conjunta los expertos concuerdan en que si deben existir límites ético-jurídicos a la
neurotecnología, a su vez enfatizan que en relación al impacto negativo de los derechos
humanos, aquel es un tema ético de gran incidencia pero tiene como característica ser reciente.
Entonces, cuestiones como si es oportuno la regulación legal de “neuroderechos” aún no
encuentran respuestas, ya que sería muy pronto para saberlo. Aún más en países como el
nuestro, que se encuentra por un nivel inferior de investigación tecnológica en relación a otros,
por ello se necesitaría de un análisis minucioso para evitar que la situación de la protección a
la actividad cerebral se vea más perjudicada. Sin embargo, aquello no quita la posibilidad de
que los “neuroderechos” configuren ese filtro que se necesitaría para la no vulneración de la
privacidad mental ante el posible abuso de la neurotecnología, puesto que justamente estos
podrían marcar un hito importante para la aparición de nuevos derechos.

OBJETIVOS TÉCNICAS Y APORTES


MÉTODOS

En líneas generales la técnica de análisis de


documentos aporta en nuestra investigación
al resaltar el abordaje de la problemática de
Método: los Neuroderechos en el país de Chile,
muestra sus esfuerzos para proteger la
Teorías integridad, la indemnidad e integridad
fundamentadas mental con relación al avance de las
Analizar las bases teórico- neurotecnologías. El presente documento
doctrinarias del nos muestra el aporte concreto al ámbito

pág. 70
neuroderecho a la jurídico en relación a la discusión
privacidad mental en el Técnicas: parlamentaria de los Neuroderechos, y a su
derecho comparado. vez se muestra la multiplicidad de enfoques
Análisis de que dentro del Derecho esta temática
(Objetivo específico N° 1) documentos enfrenta.

Entrevista a expertos Asimismo, la Carta de Derechos Digitales


de España al reunir derechos como el de las
personas a no ser localizadas ni perfiladas,
Instrumentos: el derecho a la identidad digital, etc. El
documento pone en manifiesto el esfuerzo
Unidad de europeo de integrar todas esas
pensamiento preocupaciones en políticas concretas para
regular la tecnología con respecto al marco
Guía de preguntas legal. Es así que recoge los derechos más
importantes relacionados con el entorno
digital dispersos en varias leyes y
reglamentos, los cuales servirán de marco de
referencia para futuras legislaciones.

El aporte brindado al utilizar la técnica


entrevista a expertos se refleja en los
conocimientos compartidos, del Dr Hugo
Cáceres el cual, nos advierte el panorama
latinoamericano con respecto al reducido
avance tecnológico en Perú. Siendo países
como Chile, Argentina, los que al encabezar
el desarrollo tecnológico, nos llevan ventaja
como país.

La teoría de los derechos humanos de Bidart


nos ayuda a entender las bases teóricas
internacionales de los neuroderechos,
defendiendo que existen derechos
fundamentales que el hombre posee por el
hecho de ser hombre, por su propia
naturaleza y dignidad. Además, la presente
teoría incita a respetar y realzar la dignidad
y autonomía de la persona humana para
insertarla en el marco de la convivencia y del
régimen político.

A través del método histórico se refleja la


Técnica: línea transitoria que ha tenido la
neurotecnología desde la óptica de los
Entrevista a expertos distintos usos que se le ha dado en sus

pág. 71
inicios hasta el presente siglo, lo que
Instrumento: demuestra la trascendencia de la discusión
ética sobre la aplicación de las técnicas de
Guía de preguntas neurotecnología y los límites a los cuales
debería estar sujeta, en aras de proteger la
Método: privacidad mental de los ciudadanos.
Determinar los impactos de
los avances Histórico Por otro lado, la entrevista a expertos logró
neurotecnológicos en la impactar beneficamente al presente trabajo
privacidad mental. en configurar la noción de que si deben
existir límites ético-jurídicos a la
(Objetivo específico N° 2) neurotecnología. Un punto interesante es
que los expertos enfatizan que en relación al
impacto negativo de los derechos humanos,
aquel es un tema ético de gran incidencia
pero tiene como característica ser nuevo,
entonces cuestiones como si es oportuno la
regulación legal de “neuroderechos” aún no
encuentran respuestas ya que sería muy
pronto para saberlo

IX. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

- De las Teorías Fundamentadas


Para la discusión de resultados, de las teorías fundamentadas el grupo seleccionó tres, las
cuales son: Teoría de Ética en la ciencia, Teoría de la Ética Kantiana y, por último, la Teoría
de los Derechos Fundamentales de Robert Alexy.
En relación a esta secuencia, creemos conveniente precisar los principales fundamentos
respecto a la Teoría de la ética en la ciencia, y para ello se parte de la idea principal de que
una de las características principales de la ciencia es su neutralidad en relación a la ética, por
ende, su uso puede dirigirse a un fin bueno o malo. Para la presente teoría el valor es una
convención que se asigna por los seres humanos respondiendo a ciertas circunstancias y a
ciertos deseos. Ahora bien, uno de los principales aportes de dicha teoría a este trabajo fue
configurar cuál debería ser ese perfil de hábitos que un buen científico debería poseer para
evitar contradecir a la ética. Por otro lado, se rescata la exhortación que se hace para poner
énfasis a la indispensable preocupación que científicos como Rafael Yuste consideran sobre
una futura vulneración o las impredecibles amenazas que el uso de las técnicas de la
nanotecnología podría significar para la actividad cerebral. Lo anterior, puede ejercer
influencia en que el tema en debate vaya más allá de opiniones sobre expertos, sino que en

pág. 72
algún momento llegue a un nivel de debate parlamentario, en aras de delimitar el contenido de
lo que realmente significan los “neuroderechos”; y quizá lo más esencial, en que el tema sea
cuestionado para el planteamiento de los límites éticos-jurídicos a los cuales debe adherirse la
neurotecnología.
Por otro lado la Teoría de la ética Kantiana enmarca la idea de la razón pura, basándose
en la naturaleza moral del hombre y la autonomía que este tiene para direccionar su accionar.
Para Kant, la existencia de una razón pura práctica, implica el movimiento autónomo de la
voluntad: no se deja doblegar por las cosas ni por las normas. Esto nos lleva a nuestra
investigación, en donde resalta un concepto de vital importancia: la neuroética.
Cuando hablamos del hombre como un ser moral, destacamos la necesidad del mismo de
determinar normas éticas: esta es la misma necesidad en el uso de neurotecnologías. Los
neurocientíficos muchas veces vacilan en la delgada línea de la ética y se someten a dilemas,
los cuales su propia autonomía genera. Por ello, esta teoría Kantiana aporta ese grado de
reconocimiento a la investigación: las normas éticas imperativas en el uso de neurotecnología.
Ello, nos permitirá analizar el abuso de estas y contrastar con las ideas a priori a la
investigación: es necesario fundamentar desde la ética y moral la mala praxis de la
neurociencia, ya que implica un aporte a la filosofía del Derecho en su camino a establecer
“neuroderechos”.
De acuerdo a las necesidades de la investigación y su estrecha relación con los derechos,
no podía quedar de lado la Teoría de los derechos Fundamentales de Robert Alexy. Se
fundamenta desde la teoría analítica del derecho, no sólo el concepto sino también la naturaleza,
el contenido y la estructura de los derechos fundamentales en relación sobre los problemas en
su interpretación y aplicación, lo que desemboca en su justificación y fundamentación. Por ello,
el principal aporte que esta teoría brinda a la presente investigación es el análisis de los
derechos fundamentales actuales sobre la privacidad mental y su comparativa con la propuesta
de la misma como neuroderecho. Ello contribuirá con una óptima interpretación de las bases
legislativas sobre las que se pretende abrir camino a la positivización de los neuroderechos.

NOMBRE DE LA TEORÍA FUNDAMENTOS DE LA APORTES


FUNDAMENTADA TEORÍA
Configurar el perfil de los hábitos que
debe tener un buen científico.

La exhortación a poner énfasis en la


indispensable preocupación que

pág. 73
La característica principal de la científicos como Rafael Yuste
ciencia es su neutralidad en consideran sobre una futura
relación a la ética. vulneración o las impredecibles
amenazas que el uso de las técnicas de
El valor es solo una convención la neurotecnología podría significar
T. de ética en la ciencia que se le asigna a los seres para la actividad cerebral.
(Teoría fundamentada N° 1) humanos respondiendo a
ciertas circunstancias y deseos. Que el tema sea cuestionado para el
planteamiento de los límites éticos-
jurídicos a los cuales debe adherirse la
neurotecnología.

T. Ética Kantiana Reconocimiento moral de los Determinación de normas éticas


seres humanos imperativas dirigidas a los
(Teoría fundamentada N° 2) investigadores, para evitar el abuso del
Existencia de una razón pura uso de estas tecnologías. Si bien no se
práctica, suficiente para mover pretende informar sobre el mal uso de
la voluntad. las neurotecnologías, es importante
resaltar la falta de neuroética en este
accionar.

Permite superar la comprensión de los


Precisar el concepto, contenido derechos fundamentales desde una
T. Derechos Fundamentales y la estructura de los derechos fundamentación exclusivamente
de Robert Alexy fundamentales en relación con técnico-jurídica. Ello implica una
(Teoría fundamentada N° 3) los problemas en su comprensión analógica de los actuales
interpretación y aplicación. derechos fundamentales con el
neuroderecho a la privacidad mental
que viene a discusión en la presente
investigación. Con esta teoría se puede
interpretar la posible línea de
aplicación en la normativa peruana de
este neuroderecho.

- De los antecedentes

El artículo “Nuevos Derechos frente a la Neurotecnología: La experiencia chilena”


de Nuria Reche Tello publicado en la Revista de Derecho Político, de investigación cualitativa.
Tuvo como objetivo primordial reflexionar sobre el avance de la neurotecnología enmarcado
en la nueva propuesta chilena de regular y reconocer a los neuroderechos. Concluyendo de ello
que la regulación de los neuroderechos no solo debe estar a cargo de la política y de la ciencia,

pág. 74
sino que es primordial una participación activa del derecho en esta ámbito para establecer
límites éticos.
Es así que teniendo en cuenta el contenido del referido artículo, concordamos en que el
avance regulativo no puede estar liderado, exclusivamente, desde la política y la ciencia. Es
imprescindible la actuación del derecho, siendo una de sus funciones la de ofrecer respuestas
frente al cambio social, por tanto éste debe intervenir, incluso cuando estos cambios se estén
aún gestando, señalando el camino, estableciendo límites éticos, sin que ello tenga que generar
prejuicios, máxime en este ámbito. Una interacción que ha de tener presente la perspectiva
constitucional y también filosófica puesto que la constatación de ciertos descubrimientos por
la ciencia, no puede concluir con la elaboración de normas sin un previo examen desde la teoría
del derecho, y más concretamente desde la teoría del derecho constitucional. Además,
compartimos la postura de que cuando se habla de nuevos derechos tiene que ver con la idea
de que una proliferación injustificada propaga el escepticismo sobre todos los derechos
humanos produciéndose una «inflación de derechos». Motivo por el cual debe demostrar su
exigibilidad, mediante pruebas justificativas para derechos humanos específicos. En este
sentido, parte de la doctrina internacional, argumenta las razones por las cuales tanto los nuevos
derechos propugnados como la reconceptualización de los clásicos reúnen dichos requisitos –
protección singular por ser sumamente delicado, ya que posee un potencial alto para identificar
personas y revelar características sensibles a través de su procesamiento– y, por tanto, no
aumentarían el riesgo de inflación.
Asimismo, es preciso referirnos al rango constitucional que se le pretende dar a la
protección de datos personales, punto en el cual también compartimos la analogía que se hace
con los datos de salud para sustentar la singular situación para dar paso a la protección de esta
realidad. Ante ello, la autora señala que podría pensarse que la tutela constitucional ya estaría
consagrada en las constituciones que protegen la intimidad y la inviolabilidad de las
comunicaciones. Sin embargo, la categorización de datos cerebrales obtenidos por aplicaciones
comerciales son tan sensibles como los datos de salud, por lo que es preciso regular que
cualquier dato cerebral se categorice, al igual que los datos médicos, como confidencial y de
protección especial por el alto potencial que tienen para identificar personas y revelar
características sensibles a través de su procesamiento.
El artículo de investigación “Las neurociencias y el futuro”, de carácter cualitativo, del
autor Pablo Quintanilla, publicado en la Revista Nacional Poder. Tuvo como objetivo general
analizar el explosivo desarrollo de las neurociencias hacia fines del siglo XX. A partir del cual
concluyó que las neurociencias nos brindan valiosa información acerca de tópicos clásicos de

pág. 75
la condición humana, como el libre albedrío; la identidad personal en el tiempo; la manera
como la memoria registra, reestructura y resignifica nuestro pasado; la naturaleza de los
sentimientos y las emociones. Y con ello, una de las disciplinas más radicalmente
transformadas por las neurociencias, esta es la ética.
De las ideas expuestas en el referido texto, convenimos en que, si bien es cierto que las
aplicaciones y los efectos prácticos de las neurociencias son fundamentales, en el sentido de
que dichas ciencias tienen como objetivo hacer frente a neuropatologías. Permitiendo ello, por
ejemplo, que sea posible que se tenga más claro cómo se deba intervenir en casos de personas
con síndrome de Asperger o dentro del espectro autista, Alzheimer, Parkinson, etc. Y, sin duda,
contaremos con más claves para afrontar los dos males psicológicos endémicos en el mundo
actual: la ansiedad y la depresión. Sin embargo, no compartimos que el autor haga mención de
toda la extensión que puede abarcar el desarrollo de las neurotecnologías sin señalar algún
límite para evitar que los neurotecnólogos se excedan y puedan poner en riesgo la integridad
psíquica del ser humano abriendo paso a que Estados y/o empresas perversos puedan
aprovecharse de ello para realizar actividades con fines ajenos a las que propugnan las
neurotecnologías. Pues ello significaría que como sociedad nos encontremos ante una situación
sumamente amenazante y peligrosa.
En el trabajo de investigación “NEUROCIENCIA, ÉTICA Y DERECHOS
HUMANOS”, tiene Manuel Ruiz Martínez-Cañavate, tiene un carácter cualitativo, dado que
se base en un analisi teórico-bibliográfico, que tiene como principal objetivo, resaltar los
aspectos propios que determinan a la neuroética y la neurotecnología dentro del marco de la
Bioética. El autor señala que hay ciertos conceptos éticos clásicos que persisten y sirven de
fundamento a la neuroética, como la dignidad y autonomía humana, lo cual es compartido por
la siguiente investigación. La dignidad humana, es el concepto base de los derechos humanos,
el cual, por más avance que se dé en la investigación científica, no se puede transgredir, es la
esencia del respeto por la persona humana y es inherente a este y como tal debe tratarse, lo cual
también está ligado con la autonomía y libertad de la persona para ejercer su capacidad de
decisión, que puede ser transgredido por técnicas invasivas que interfieran con esto.
De igual forma, otro punto conforme con esta investigación es la revolución que ha
significado por parte del Neuroderecho la concepción que se tiene sobre la posibilidad técnico-
científica de visualización del proceso cerebral de formación del acto jurídico, lo que implica
la deliberación, consentimiento, etc. Pero, a su vez, nuestra investigación hace énfasis que,
estas técnicas pueden ser invasivas y transgredir el respeto del derecho a la privacidad mental
y el riesgo que puede representar la utilización indebida de estos datos. Como propone el autor,

pág. 76
no existe una restricción para que pueda darse un examen neurológico como prueba en el
proceso penal. Sin embargo, esto, dado lo delicado del asunto (pues aborda un área muy
íntima), debe cumplir con ciertos parámetros legales y éticos. Dado que, es imperativo
priorizar, la integridad física y psíquica y demás derechos humanos, pues, como señala el autor
esto no debe significar un riesgo para el sujeto ni para su dignidad. Sin embargo, cabe
cuestionarse qué tan viable serían este tipo de exámenes, que, si bien es cierto, abre la
posibilidad de mayores certezas, también representa un peligro y más con términos éticos y
legales aún difusos sobre la neurotecnologia, para lo cual, resulta imperativo establecer estos
límites con el fin de proteger a la persona.
Un punto expuesto por el autor, en el que, en cierta medida se discrepa, es la
reconceptualización del catálogo de Derechos Humanos. Aún cuando estas tecnologías
implican, de alguna forma, la existencia de nuevos derechos como el de privacidad mental o
libertad cognitiva, esto no significa que sea necesario una reconceptualización, puesto que aún
es un tema debatible y desconocido para el Derecho. Igualmente, hay diversos conceptos
clásicos que aún se mantienen vigentes, como el mismo autor ha señalado en la primera
conclusión a la que se hace referencia, dada su atemporalidad y alcance, por ejemplo: derecho
a la integridad, a la libertad en sus diversas manifestaciones, entre otros.
Por último, otro aspecto que también resalta lo planteado en esta investigación es que,
como afirma el autor, la neurobiología demuestra que el ser humano decide tomando como
base a las normas formales, lo que reafirma la necesidad antes señalada de establecer límites
éticos jurídicos para resguardar a la persona y su derecho a la privacidad mental.

ANTECEDENTES RESUMEN, OBJETIVO Y NIVELES DE ACUERDO Y


CONCLUSIÓN DISCUSIÓN

Autor: Nuria Reche Tello Resumen: En el artículo se Concordamos en que el avance


Título: “Nuevos Derechos analiza el proceso legislativo y las regulativo no puede estar liderado,
frente a la Neurotecnología: La enmiendas del proyecto de ley exclusivamente, desde la política y la
experiencia chilena”
chileno, con la finalidad de ciencia. Es imprescindible la actuación
Publicada en: Revista de
Derecho Político profundizar en el debate acerca de del derecho, siendo una de sus
la regulación de las funciones la de ofrecer respuestas
neurotecnologías reivindicando la frente al cambio social, estableciendo
presencia necesaria del derecho límites éticos, sin que ello tenga que
constitucional para ver tratar generar prejuicios, máxime en este
sobre la protección de ámbito. Una interacción que ha de
neuroderechos. tener presente la perspectiva
Objetivo: Reflexionar sobre el constitucional y también filosófica

pág. 77
avance de la neurotecnología puesto que la constatación de ciertos
enmarcado en la nueva propuesta descubrimientos por la ciencia, no
chilena de regular y reconocer a puede concluir con la elaboración de
los neuroderechos.
normas sin un previo examen desde la
Conclusión: La regulación de los
neuroderechos no solo debe estar teoría del derecho. Además,
a cargo de la política y de la compartimos la idea de que cuando se
ciencia, sino que es primordial habla de nuevos derechos tiene que ver
una participación activa del con la idea de que una proliferación
derecho en esta ámbito para injustificada propaga el escepticismo
establecer límites éticos sobre todos los derechos humanos
produciéndose una «inflación de
derechos». Motivo por el cual debe
demostrar su exigibilidad, mediante
pruebas justificativas para derechos
humanos específicos. También
coincidimos en que podría pensarse
que la tutela constitucional ya estaría
consagrada en las constituciones que
protegen la intimidad y la
inviolabilidad de las comunicaciones.
Sin embargo, la categorización de
datos cerebrales obtenidos por
aplicaciones comerciales son tan
sensibles por lo que es preciso regular
ello para asignarle una protección
especial por el potencial que tienen
para identificar personas y revelar
características sensibles a través de su
procesamiento.

Autor: Pablo Quintanilla Resumen: En lo que concierne a Convenimos en que, si bien es cierto
Título: “Las neurociencias y el las grandes preguntas filosóficas, que las aplicaciones y los efectos
futuro” las neurociencias no nos van a prácticos de las neurociencias son
Publicada en: Revista
proporcionar las respuestas, pero fundamentales, en el sentido de que
Nacional Poder
sí nos podrán dar pistas para dichas ciencias tienen como objetivos
preguntarnos sobre la naturaleza hacer frente a neuropatologías. Sin
del conocimiento y la felicidad, y embargo, no compartimos que el autor
sobre cómo una existencia plena haga mención de toda la extensión que
hace indispensable preguntarse puede abarcar el desarrollo de de las
por los sentidos que puede tener la neurotecnologías sin señalar algún
vida humana. límite para evitar que los
Objetivo: Analizar el explosivo neurotecnólogos se excedan y puedan
desarrollo de las neurociencias poner en riesgo la integridad psíquica

pág. 78
hacia fines del siglo XX. del ser humano.
Conclusión: Las neurociencias
nos brindan valiosa información
acerca de tópicos clásicos de la
condición humana, como el libre
albedrío; la identidad personal en
el tiempo; la manera como la
memoria registra, reestructura y
resignifica nuestro pasado; la
naturaleza de los sentimientos y
las emociones. Y con ello, una de
las disciplinas más radicalmente
transformadas por las
neurociencias, esta es la ética.

Autor: Manuel Ruiz Martínez- Resumen: En la investigación se Conceptos éticos clásicos, como la
Cañavate analiza el papel que cumple la dignidad y autonomía humana,
ética y la bioética en la persisten y sirven de fundamento a la
Título: “NEUROCIENCIA,
neurociencia y neurotecnología, neuroética. La dignidad humana, el
ÉTICA Y DERECHOS como ciencias modernas, las cual, por más avance que se dé en la
HUMANOS” cuales han redimensionado la investigación científica, no se puede
realidad jurídica, pues apuntan a transgredir, es la esencia del respeto
Universidad: Universidad
la existencia de nuevos derechos. por la persona humana, lo cual
Nacional de educación a Siendo para esto necesario, el también está ligado con la autonomía
Distancia estudio de diversos y libertad. De igual forma,
planteamientos y evolución de los Neuroderecho ha significado una
conceptos antes señalados. revolución en la concepción que se
Objetivo: Resaltar los aspectos tiene sobre la posibilidad técnico-
propios que determinan a la científica de la visualización del
Neuroética y la neurotecnología proceso cerebral de formación del acto
dentro del marco de la Bioética. jurídico, lo que implica la
Conclusión: la neuroética, se deliberación, consentimiento, etc.
encuentra estrechamente Pero, a su vez, nuestra investigación
vinculada con la Bioética clásica, hace énfasis en que estas técnicas
por lo cual los principios básicos pueden ser invasivas y transgredir el
de autonomía, beneficencia y respeto del derecho a la privacidad
demás pueden ser aplicables a los mental. Como propone el autor, no
dilemas neuroéticos y el existe una restricción para que pueda
fenómeno denominado como darse un examen neurológico como
Neuroderecho, significa, una prueba en el proceso penal, sin
modernización y una redimensión embargo, esto, debe cumplir con
del realismo jurídico clásico. ciertos parámetros legales y éticos.
Dado que, es imperativo priorizar, la

pág. 79
integridad física y psíquica y demás
derechos humanos, pues, esto no debe
significar un riesgo para el sujeto ni
para su dignidad. Sin embargo, cabe
cuestionarse qué tan viable serían este
tipo de exámenes, que, si bien es
cierto, abre la posibilidad de mayores
certezas, también representa un
peligro y más con términos éticos y
legales difusos sobre esto.
Un punto expuesto por el autor, en el
que, en cierta medida se discrepa, es la
reconceptualización del catálogo de
Derechos Humanos. Aún cuando estas
tecnologías implican, la existencia de
nuevos derechos, esto no significa que
sea necesario una reconceptualización,
puesto que aún es un tema debatible y
desconocido para el Derecho,
igualmente, hay diversos conceptos
clásicos que aún son vigentes dada su
atemporalidad y alcance.
De igual forma, un punto que resalta lo
planteado en esta investigación es que,
la neurobiología demuestra que el ser
humano decide tomando como base a
las normas formales, lo que, reafirma
la necesidad antes señalada de
establecer límites.

pág. 80
X. CONCLUSIONES

Finalmente, la trascendencia que actualmente posee la neurotecnología a nivel mundial


se refleja tras el análisis minucioso de su evolución histórica y las referencias de la aplicación
de sus técnicas en el derecho comparado. Asimismo, los conocimientos que hemos adquirido
sobre el tema investigado, se han logrado a base de los métodos y técnicas que el grupo aplicó,
tales como el método de las teorías fundamentadas, el método histórico, la técnica de la
entrevista a expertos y la técnica de análisis de documentos. A nivel grupal afirmamos que toda
la información recopilada en el presente trabajo de investigación ejerció influencia para el
análisis sobre la delimitación del perjuicio que podría ocasionarse a uno de los derechos más
importantes de la persona, el cual viene a ser el derecho a la privacidad, específicamente la
mental, si es que se prescinde de la preocupación por el acelerado avance del desarrollo de la
neurotecnología. De esta manera, se estaría respaldando el sustento de nuestro objetivo general,
el cual fue “proponer aportes teóricos-doctrinarios para la protección del neuroderecho a la
privacidad mental en el Perú”.
El objetivo de esta investigación nunca fue recopilar o demostrar los daños que se podrían
derivar en el futuro de una mala aplicación de las neurotecnologías en nuestro país. Si bien
aquello partió como una premisa inicial que nos impulsaría a desarrollar el tema en cuestión,
lo primordial fue demostrar el porqué resulta necesario que la neurotecnología se aplique
teniendo en cuenta algunos parámetros ético-jurídicos en aras de la protección de los datos
cerebrales del ser humano. Sin embargo, podemos concluir que esta situación de amenaza
constante en la que nos encontramos muchas veces podría reposar en una mala praxis de la
ética científica. Respondemos al objetivo general: “Proponer aportes teórico-doctrinarios para
la protección del neuroderecho a la privacidad mental en el Perú” y sobre ello, confirmamos la
necesidad de la existencia de límites neuroéticos, así como el aporte que significarían los
neuroderechos si van de la mano con los derechos fundamentales. Y, aunque en el contexto
nacional, aún no se reconoce un avance significativo de uso e investigación de
neurotecnologías; ello no implica un alejamiento del tema, ya que no es una realidad muy
lejana. La construcción de neuroderechos, porque lo consideramos ya como un hecho a futuro,
deberá ser gradual y de la mano con la legislación actual y el contexto temporal.
Con respecto al problema planteado en este proyecto; ¿Cuáles son los aportes teórico-
doctrinarios que posibilitarían la protección del neuroderecho a la privacidad mental en el Perú
frente al avance de la neurotecnología? reconocemos que por el momento, en nuestro país no
existe la necesidad de regular el uso de datos neuronales. Sin embargo, ante el inminente avance

pág. 81
de la neurociencia, la neuroética deberá ser regulada; no solo por un comité de ética sino por
leyes. Es importante reconocer cómo el horizonte mental de los humanos se amplía cada vez
más: ya no es solo el plano psicológico, abarca ahora la manipulación cognoscitiva; y eso debe
tener un control.
Nuestra postura final a la presente investigación es unánime. Luego de tener en cuenta el
análisis doctrinario y legislativo en el marco internacional así como las bases teóricas del tema,
hemos podido determinar que son diversos los aportes teórico-doctrinarios que posibilitarían
la protección del neuroderecho a la privacidad mental en el Perú frente al avance de la
neurotecnología; es decir, no es una realidad muy lejana para nuestro país, no por el tiempo
que debemos esperar para que este tema sea de necesidad, sino porque las bases normativas en
nuestra legislación pueden ser adecuadas para cumplir este objetivo. Del mismo modo, con esta
investigación exponemos y compartimos nuestra postura con la de los expertos entrevistados
en el sentido que la neurotecnología necesita límites legales y éticos.

XI. RECOMENDACIONES

● Para los investigadores, siendo que el tema es muy reciente y desconocido para el
Derecho, es necesario hacer una revisión bibliográfica con mirada crítica e imparcial,
con el fin de expandir el conocimiento y entendimiento del tema desarrollado que, por
su naturaleza, requiere de un estudio desde diversas disciplinas, con el propósito de
tener una visión más holística. Igualmente, resulta imprescindible que se desarrollen
estas nuevas investigaciones, pues este tema ha abierto una posibilidad que puede ser
tanto beneficiosa como perjudicial, para el ser humano. Por lo cual, deben tener como
una piedra angular, el respeto por los derechos humanos y la dignidad, con el fin de
salvaguardarlas.
● Para los legisladores, teniendo en cuenta lo que las amenazas que nos advierten los
mismos neurotecnólogos pueden significar dentro de unas décadas las neurotecnologías
para el ser humano, exhortamos a los gestadores de leyes a que presten singular
importancia al tema en cuestión, empiecen a analizarlos y debatirlos debidamente en
los parlamentos y hablar sobre su regulación o modificación de normas afines para
poder brindar la protección especial de la privacidad mental, hecho que sugerimos lo
hagan con la exhaustividad necesaria para evitar que por apuros no se proteja lo que
verdaderamente se busca.

pág. 82
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Agencia AFP (2021). “Neuroderechos”, la apuesta pionera de Chile para legislar el


futuro. El Comercio. https://bit.ly/3AU9gNh
Acevedo, N. (2015). Culpabilidad jurídico-penal y neurociencias: una aproximación
multidisciplinaria a la fundamentación y justificación de la culpabilidad frente a los avances
científicos actuales. Universidad de Chile.
Barcia, R. et. al (2021). ¿Cómo avanzar en los nuevos neuroderechos y en su regulación?
Repositorio académico Universidad Autónoma de Chile. https://iid.uautonoma.cl/wp-
content/uploads/2021/03/OT-C-084-Documento-de-Trabajo-Nro.-5-ano-2021.pdf
Borbón, D., Borbón, L. y Laverde, J. (2020). Análisis crítico de los NeuroDerechos
Humanos al libre albedrío y al acceso equitativo a tecnologías de mejora. IUS ET SCIENTIA,
6 (2). https://bit.ly/34tpBMy
Blanco, C. (2014). Historia de la neurociencia: El conocimiento del cerebro y la mente
desde una perspectiva interdisciplinar. Madrid: Biblioteca Nueva.
Cárdenas, R. (2016). Neurociencia y derecho: problemas y posibilidades para el
quehacer jurídico. ScienceDirect.
https://repositorio.ulima.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12724/4602/Cardenas_Ronald.pdf?s
equence=1&isAllowed=y
Charo, R.A. (2015). Yellow lights for emerging technologies. Science, 349(6246), 384-385.
Cuba, J. (2013). Uso bélico de la neurociencia y el rol de los derechos humanos.
Pontificia Universidad Católica del Perú.
Carta de derechos digitales (2021). Gobierno de España. Plan de recuperación,
transformación y resiliencia.
https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/20.500.12404/5247/CUBA_YARANG
A_JEAN_USO_BELICO.pdf?sequence=8&isAllowed=y

Guzmán, J. (2007). El derecho a la integridad personal. Centro de Salud Mental y


Derechos Humanos.
Francisca, S. (2019) La neurociencia tiene la capacidad de intervenir el cerebro. Palabra
pública.http://palabrapublica.uchile.cl/2019/10/09/pedro-maldonado-la-neurociencia-hoy-
tiene-la-capacidad-de-intervenir-el-cerebro/
IBERDROLA (s.f.). Neurotecnología, ¿cómo revelar los secretos del cerebro humano?
IBERDROLA. https://www.iberdrola.com/innovacion/neurotecnologia
Ienca, M. y Andorno, R. (2021). Hacia nuevos derechos humanos en la era de la
neurociencia y la neurotecnología. Análisis Filosófico, vol. 41, núm. 1, pp. 141-185.

pág. 83
Izaguirre, D., Málaga, J., Chuqui-, S., Velásquez, P., & Siche, R. (2020). La neurociencia
en la publicidad de productos agroalimentarios: ¿Una herramienta beneficiosa o un peligro para
la salud pública?. Scientia Agropecuaria, 11(4), 629-639.
https://dx.doi.org/10.17268/sci.agropecu.2020.04.19
Jonas, H. (1997). Técnica, medicina y ética. Barcelona: Paidós
López-Silva, P., y Madrid, R. (2021). Sobre la conveniencia de incluir los neuroderechos
en la Constitución o en la ley. Revista Chilena de Derecho y Tecnología, 10(1), 53-76.
https://rchdt.uchile.cl/index.php/RCHDT/article/view/56317/67526
Navarro, M. (2018). Derecho Penal y Neurociencias: Crisis del principio de
culpabilidad. (Tesis de pregrado). Universidad de Costa Rica. https://iij.ucr.ac.cr/wp-
content/uploads/bsk-pdf-manager/2018/11/2-TESIS.pdf
Observatorio Latinoamericano de Derechos Humanos y Empresas (s.f.). NeuroDerechos
Humanos y Tecnologías. Universidad Externado de Colombia. https://bit.ly/3AWguAu
PUCP. (2017). Las neurociencias en el Perú. Portal de Investigación de la PUCP.
https://investigacion.pucp.edu.pe/investigacion/las-neurociencias-peru/
PUCP. (2017). Las neurociencias y el futuro. Pablo Quintanilla. Portal de Investigación
de la PUCP. https://investigacion.pucp.edu.pe/institucionales/las-neurociencias-y-el-futuro/
Redacción EC (2021). ¿Qué son los neuroderechos y por qué Chile los incluye en su
Constitución? El Comercio. https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/chile-y-los-
neuroderechos-cuando-la-potestad-sobre-la-mente-tambien-puede-ser-normada-por-la-
constitucion-noticia/?ref=ecr
Reche, N. (2021). NUEVOS DERECHOS FRENTE A LA NEUROTECNOLOGÍA: LA
EXPERIENCIA CHILENA. Revista de Derecho Político (112).
http://revistas.uned.es/index.php/derechopolitico/article/view/32235/24296
Salort, G. y Medina, C. (2020). Neurotecnología y derecho. Neuroderechos en el
ordenamiento jurídico argentino.
Sar Suárez, O. (2008). Derecho a la integridad personal en el Perú: Aspectos constitutivos
y limitaciones. El caso de las personas privadas de libertad. Cuestiones constitucionales, (19),
211-282. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-
91932008000200008&lng=es&tlng=es.
Schulz, P. (2005). La ética en la ciencia. Revista Iberoamericana de
Polímeros.https://www.epn.edu.ec/wp-content/uploads/2017/03/La-Etica-en-Ciencia.pdf
Suárez Bolesman, D. (2016). Entrevista a Paul Marasco. En: Diario El Comercio,
edición del 15.06.2016, p. 21

pág. 84
Universidad de Concepción de Chile, Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (2020).
EXPERTOS DEBATIERON SOBRE LÍMITES ÉTICOS DE LA NEUROTECNOLOGÍA.
Universidad de Concepción de Chile. https://vrid.udec.cl/node/1450
Yuste, R. (19 de diciembre de 2019). Las nuevas neurotecnologías y su impacto en la
ciencia, medicina y sociedad. Conferencia LECCIONES CAJAL Zaragoza, Egipto.
https://zaguan.unizar.es/record/86978/files/BOOK-2020-001.pdf
Zuñiga, A., Villavicencio, L. y Salas, R. (2020) ¿Neuroderechos? Razones para no
legislar. CIPER. https://www.ciperchile.cl/2020/12/11/neuroderechos-razones-para-no-
legislar/

pág. 85

También podría gustarte