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CONFLICTO Y REPRODUCCIÓN EN LA SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

El ritmo de cambio social de los sesenta y el impulso de los movimientos de


izquierda, tanto a nivel social como académico, generaron las condiciones que
acentuaban las contradicciones entre la ciencia social dominante, basada en el
consenso y el equilibrio social, y una sociedad donde el conflicto político y social
era cada vez más visible. En la sociología de la educación, el trabajo de dos
teóricos fundamentales, Bourdieu en Francia y Bernstein en Inglaterra, es
indicativo de la insatisfacción con el funcionalismo de una nueva generación de
sociólogos que vive la contradicción entre su formación y socialización académica
y la constatación de la realidad social cotidiana.

La ruptura con el funcionalismo ya se ha dicho que no es homogénea, y las formas


de incorporar la idea de conflicto en la sociología de la educación son diferentes,
así como son también diferentes los fenómenos a explicar por cada una de las
teorías, nos ocuparemos de reflejar las aproximaciones teóricas que basan la
explicación de la relación entre educación y sociedad en la existencia de
diferencias sociales jerárquicas que la institución escolar, de una forma u otra,
contribuye a reproducir. A partir de investigaciones empíricas sobre las
necesidades de cualificación de los nuevos empleos en Estados Unidos, Collins
señala que los individuos más cualificados no ocupan trabajos que requieren un
elevado conocimiento y uso de la tecnología, sino puestos administrativos y
burocráticos en el sector público y en grandes corporaciones privadas, que son en
definitiva los que proporcionan mayor poder. Collins identifica a la educación como
mecanismo fundamental para la diferenciación entre grupos y como institución que
otorga credenciales que permitirán el acceso a los mejores empleos. Los grupos
dominantes luchan para que la educación constituya una señal de diferenciación y
distanciamiento respecto a los otros grupos sociales, e intentan introducir cambios
para revalorizar determinados títulos y devaluar otros, el cuidadoso análisis de
Collins respecto a la relación entre el auge de las profesiones liberales y la
educación no es aplicado a los condicionantes de la propia expansión de la
escuela de masas y del papel de los distintos agentes en ella.
El interés por alcanzar las escasas posiciones de poder y prestigio provoca el
conflicto y la competencia entre grupos sociales por situar a sus miembros en la
cúspide del sistema educativo, y ésta, y no otra, es la explicación de la expansión
de la educación. El credencialismo de Collins identifica una función social de la
educación completamente diferente a la defendida por el funcionalismo. El
carácter estructuralista de las tesis de Bourdieu y de Bernstein ha sido matizado y
re elaborado posteriormente por los mismos autores. Bourdieu, a pesar de no
haber continuado con la investigación en el campo de la educación, en sus últimos
escritos considera que las críticas a la teoría de la reproducción no han apreciado
el carácter dialéctico intrínseco a la relación de dominación.

El dispositivo pedagógico genera la brecha y a la par constituye un intento de


controlar esa brecha. No crea la brecha, la brecha es creada por el lenguaje. Pero
es un intento de controlar la brecha. Y en ese intento de controlar la brecha, la
transmite. El control simbólico está destinado a controlar las posibilidades de lo
otro. Pero el dispositivo que crea el control simbólico también construye las
posibilidades de lo otro.

Bourdieu y Passeron, o Bernstein, entienden que el funcionamiento del propio


sistema educativo, y más en concreto, la forma en que se ejerce la transmisión
cultural explica que determinados grupos tengan prácticamente garantizado el
éxito o el fracaso en su paso por el sistema de enseñanza.

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