Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2do -HISTORIA
27/06/2018
CAPÍTULO 1
Desde que los sociólogos positivistas del siglo XIX escribieron sobre la
educación, se ha producido el desarrollo e institucionalización de la sociología
de la educación.
Existen factores de interés tanto individual como colectivo para poder entender
las razones de la expansión de los sistemas educativos, las transformaciones
del currículo y sobre todo la nueva función social que cumple la educación en el
cambio social, no solo para la movilidad social, sino también para la eliminación
de la pobreza y la desigualdad en la sociedad. En el contexto señalado, no es
casual que la sociología de la educación constituya una especialidad central de
la sociología funcionalista. El principio meritocrático liberal de la justicia
distributiva encuentra en la educación la institución perfecta para identificar,
seleccionar y jerarquizar adecuadamente los talentos disponibles, que
accederán a puestos de trabajos cualificados y necesarios para el progreso, la
igualdad de oportunidades de acceso a la educación es condición
indispensable.
Las diferencias que la escuela debe de tener en cuenta y saber distinguir son
los distintos logros académicos que se corresponden con los méritos
individuales, derivándose estas de la distribución desigual de capacidades. De
esto depende la adecuación entre las capacidades personales y los roles
ocupacionales, por tanto el equilibrio instrumental y moral del sistema social.
Así que la función social del sistema educativo que Parsons le da a la escuela,
sería una función social del sistema educativo de distribución de las
cualificaciones y de la asignación de las posiciones sociales. Pero Parsons va
más lejos, según este autor, el papel del profesor se va guiando por criterios
universales, es decir por valores de orden superior a los que se aprenden en la
familia que se rigen por criterios particulares. Se trataría de una socialización
en las que se les ofrece a los alumnos una organización y un tipo de estímulos
diferentes en función de la edad. Por el contrario en la escuela secundaria se
trata de romper esta continuidad de la socialización familiar, para que los
alumnos accedan a los valores universalistas. En esta etapa es fundamental la
función de diferenciación social que la escuela debe de acentuar. Esta
diferenciación, según Parsons tiene dos dimensiones: la que es resultado de
las capacidades, motivaciones y aspiraciones de los individuos, y la que resulta
de los roles que la sociedad establece para cada sexo.
Sobre estos argumentos merece la pena subrayar que la teoría del capital
humano no solamente corrobora la línea de investigación del funcionalismo
tecnológico, sino que proporciona los fundamentos económicos y sociológicos
que guían el comportamiento público y privado de la oferta y la demanda de
educación. Cumple, en este sentido, la función de proporcionar una orientación
racional de las pautas de gasto público y privado en enseñanza. Por otra parte,
la teoría del capital humano enlaza
tanto con la economía neoclásica, especialmente desde un punto de vista
sociológico, como con la teoría de la estratificación y la movilidad social. Desde
un punto de vista técnico, por lo tanto, se proporcionan los instrumentos para
otorgar a la educación una capacidad estructurantes sin precedentes. La
educación explica tanto el crecimiento económico como la distribución justa de
posiciones sociales.
Nos encontramos, llegados a este punto, con una alteración importante de una
de las premisas sobre las que se sostiene la idea de igualdad de oportunidades
de la sociología de la educación funcionalista. Porque si se reconoce que el
alumnado no accede a la institución escolar en unas condiciones materiales y
con actitudes idénticas ante el aprendizaje, no es suficiente un papel pasivo de
la escuela -de simple ordenación de individuos- para garantizar la igualdad de
oportunidades. Es decir, a partir del Informe Coleman toma sentido considerar
un tipo de intervención pública que vaya más allá de garantizar simplemente la
igualdad de acceso a la educación y que tenga en cuenta, en cambio, la
igualación de resultados académicos.
En los años 60, es una época de muchos cambios sociales y académicos. Hay
unos impulsos a los movimientos de izquierda, tanto sociales como
académicos. Aparecen movimientos estudiantiles en Europa y Estados Unidos,
los Black Power por ejemplo son muestras del descontento social. Aparecen
contradicciones entre las clases sociales, quizás sea debido a las influencias
durkheinianas, personianas y marxianas. La ruptura con el funcionalismo, no es
homogénea ya que se da debido a las tres influencias nombradas antes. En
este capítulo el autor organiza las teorías en función de las distancias con el
paradigma funcionalista.
En el mundo laboral los que proporcionan mayor poder serian alcanzados por
individuos más calificados. La educación es vista como un instrumento de
diferenciación de grupos. Es decir, la lucha no es solo por el acceso si no el
privilegio de la educación. El interés por alcanzar estas posiciones de poder va
a provocar conflictos y competencia entre grupos sociales ya que cada uno
quiere colocar a sus miembros en lo más alto del sistema educativo. De este
modo la educación es utilizada como una estrategia a la hora de luchar por el
poder. Tanto el conflicto y la competencia como las posiciones de poder y
prestigio van a incorporar dos funciones: la primera es la preparación para los
fines de la burocracia y la segunda el cultivo de unas formas de vida y unos
estilos culturales.
Educación y reproducción social.
Hay una visión de la escuela no como una institución que otorga oportunidades
sociales, si es vista como un espacio de lucha entre grupos que proporcionan
estatus, poder y diferenciación social. Collins no logra concluir en su teoría
porque razón pasa esto, si todos los grupos sociales tienen un mismo interés
en la lucha por la educación. se producen cambios tan escasos en la
participación de las distintas clases sociales en el sistema educativo y en las
posiciones sociales de privilegio.
Clases, códigos y control: los códigos sociolingüísticos dicen que cada clase
social utiliza un código diferente de comunicación, lo que produce diferentes
variantes de habla. Bernstein distingue dos códigos diferentes: el código
restringido o público y el código elaborado o lenguaje formal. Transmisiones
educativas: el conocimiento educativo, su contenido, la forma de transmitirlo y
la forma de evaluarlo se convierten en la clave para comprender los
mecanismos de reproducción cultural en la escuela. El curriculum define lo que
cuenta como conocimiento válido. La pedagogía define lo que cuentan como
transmisión válida de este conocimiento. Por último la evaluación cuenta como
realización válida por parte del alumno.
Hay un auge del Marxismo y así surgen las teorías de la educación. Van a
mostrar la relación entre la educación y la desigualdad económica. El marxismo
lo que va a proponer es la ruptura epistemológica con el funcionalismo. La
visión de la escuela como una caja oscura, considerada un espacio mediador y
reproductor. El acceso a la educación se ve más que nada para el
mantenimiento y la reproducción de las posiciones sociales, además de ver las
relaciones de poder entre las clases sociales. La educación como parte de la
superestructura es decir una institución dirigida para formar conciencia ajustada
siempre a las relaciones de producción. La educación como un aparato de
servicio de la burguesía.
CAPÍTULO 4
“La publicación en 1971 del libro de Michael Young, Knowledge and Control,
simboliza la ruptura con el paradigma liberal y la aparición de unas sociologías
de la educación critica que ha recibido el calificativo de ´nueva´ sociología de la
educación.”
Los autores de las resistencias reconocen que hay limitaciones del cambio
educativo para el cambio social, por esta razón apuntan al desarrollo de
estrategias colectivas a nivel de comunidad. Sin embargo, también en este
aspecto faltan elementos de análisis de los conflictos que se producen en el
ámbito educativo.
Por lo que respecta al análisis del currículum oculto, las investigaciones se han
centrado en las diversas formas de transmisión cultural de los estereotipos de
género. Los resultados ponen de manifiesto que aunque el profesorado trate al
alumnado de forma igualitaria, ciertas veces recurre a las diferencias sexuales
para justificar determinados comportamientos, reafirmando que el género es un
clasificador de individuos.
Capítulo 5.
En todo caso, más allá del debate sobre el impacto de las nuevas tecnologías
en la cantidad y calidad de empleo generado o destruido, de lo que no hay
duda es del impacto que las nuevas formas de regulación posfordista tienen y
tendrán sobre las respuestas de los diferentes sistemas educativos.
Modificaciones que afectan a los cuatro sistemas de mensajes del
conocimiento educativo (currículum, pedagogía, evaluación y organización y
gestión) y que constituyen la nueva orientación vocacionalista de la educación;
es decir, un discurso y una política educativas orientados en función a las
nuevas necesidades de producción y de fuerza de trabajo. Otros autores, como
Michael Young (1993), expresan la posibilidad de introducir cambios en la
estructura y el contenido del currículum educativo dirigidos a superar la
dualización histórica entre enseñanza académica y profesional, división que
pierde sentido en la sociedad del siglo XXI. A pesar de que las respuestas de
los distintos sistemas educativos toman diversas formas, los nuevos discursos
pedagógicos coinciden en remarcar la necesidad de introducir cambios en el
modelo de formación. De esta forma, la enseñanza del futuro debe educar más
en habilidades que en contenidos, debe orientar para trabajos en equipos,
capacitar para la utilización de tecnologías de la información y para la
capacidad de adaptación a los acelerados cambios tecnológicos y productivos.
Más allá del estudio de los cambios en la relación entre educación y empleo, la
aceleración del cambio económico y social abre otro campo de análisis sobre el
cambio educativo: el del impacto de las transformaciones sociales y
económicas en la estructura y contenido de los sistemas educativos, donde
destaca por su especial importancia el análisis del cambio curricular. El análisis
del cambio educativo requiere la consideración, no solo de la función social de
la educación para el proceso de acumulación de capital, sino la incorporación
de las propias necesidades de legitimación del Estado capitalista y de las
contradicciones que caracterizan la consecuencia de sus objetivos.
Más grave es la omisión del análisis del Estado por parte de la sociología de la
educación crítica. Por un lado, las teorías de la reproducción pocas veces
incorporan la separación entre Estado y clase dominante. Se trate de la
reproducción económica o cultural, los análisis se remiten a los intereses de las
clases dominantes sin considerar la mediación del Estado en el proceso de
reproducción.
Popkewitz plantea que las reformas educativas de los años sesenta, dirigidas
fundamentalmente a fomentar la comprensividad en el currículum, se
desarrollaron en plena expansión de los estados de bienestar.