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Alfabetidad Visual

Semana: _1_

Nombre del estudiante:


Juan José Parrales Rosales

Número de cuenta:
T62211236

Sede de estudio:
CEUTEC San Pedro Sula

Docente:
Lic. Isabel Alejandra Rosa Rodríguez.

Sección:
T1065

Fecha de entrega:
22/1/2022
Alfabetidad Visual

El concepto se refiere a la capacidad para generar, interpretar y


comunicarse a través de imágenes.
El Alfabeto como imagen visual
Literacy, ya sea traducido como “alfabetismo” o como “Alfabetidad” alude
a la condición o estado de “alfabetizado” de una persona o grupo social.,
como aclara Dondis en su texto al definir como alfabetizado a quien es
capaz de leer y escribir con mediana corrección una lengua. Ahora bien, a
esta condición Dondis la designa como “Alfabetidad Verbal” sin percatarse
–y aquí aparece el primero de una serie de problemas que iremos
desbrozando en este trabajo– que leer y escribir son actividades que se
realizan gracias al sentido de la vista: las letras y palabras que se leen así
como las que escriben son, aunque muchos aún se nieguen a verlo,
imágenes visuales que para su percepción exigen como condición
indispensable –aunque decirlo resulte obvio– que el lector o escritor pueda
ver, condición a partir de la cual, y mediante un proceso de aprendizaje, ha
adquirido la calificación de alfabetizado.
La “Alfabetidad Verbal”, esto es, oral, la posee cualquier persona que hable
una lengua así sea analfabeto, los sistemas de escritura (el alfabético, entre
otros) fueron creados para que el signo lingüístico verbal, la palabra
hablada, por naturaleza efímera, quedara registrada mediante algún tipo de
imagen visual sobre un soporte físico y pudiera ser leída, o sea, vista, por
otros y en otro tiempo y lugar, asegurando así la perdurabilidad de la
palabra dicha.
Como se ve, la característica “visual” es propia de toda escritura y, por
supuesto, del alfabeto.
No es posible imaginar un “alfabeto” no visual. El único sistema en el cual
la “Alfabetidad” no es de carácter visual ha sido diseñado precisamente
para aquellos usuarios que carecen del sentido de la vista; nos referimos al
Sistema Braille en el cual las “letras” y los números asumen materialidad
táctil, de acuerdo a un código de distribución de puntos en relieve dentro de
un rectángulo virtual, para que puedan ser percibidas por los dedos del
usuario como sucedáneo de lo visual ausente. Por motivos diferentes en el
llamado “código Morse” las “letras” del alfabeto pasan a ser invisibles al
ser sustituidas por sonidos de diferente duración a cuya combinatoria se
asigna, por convención, valor de letra –aunque también puede ser
representado visualmente mediante secuencias de puntos (sonidos cortos) y
rayas (sonidos largos), por caso …---… equivalente a las letras SOS,
“señal” internacional de pedido de auxilio. Contrariamente, el “lenguaje de
señas” de los hipoacúsicos no es de carácter alfabético, dichas “señas”,
posiciones convencionalizadas de las manos, expresiones faciales y gestos
corporales no representan “letras” sino ideas y acciones.
Estas son las razones que nos llevan a considerar que la expresión
“Alfabetidad Visual” en sentido estricto, carece de sentido.

La Alfabetidad visual como habilidad necesaria


The Visual literacy o la Alfabetidad visual, como ha sido traducido al
castellano, es una habilidad fundamental en el siglo XXI no sólo para los
que se dedican o les interesa la comunicación visual, sino para diferentes
profesiones. La International Visual Literacy Association señala que John
Debes, en 1969, acuñó el término de visual literacy (IVLA, 2012); en
relación a su acepción primaria, la alfabetización visual alude a las
diferentes competencias visuales que las personas desarrollan cuando
observan, al tiempo que integran a este acto diferentes experiencias
sensoriales; dicha destreza permite, entre otras cosas, a una persona
visualmente alfabetizada identificar e interpretar las acciones visibles, los
objetos, los símbolos, naturales o artificiales que encuentra en su entorno.
La complejidad del término impele abordar aquellos aspectos que ayuden a
esclarecer los alcances del ejercicio que aquí se presenta.
El primer punto a considerar es que para el abordaje profesional, en el siglo
XXI, saber leer y escribir no son suficiente, ahora más que nunca, para
realizar eficazmente diferentes tareas se necesita estar alfabetizado en
múltiples áreas del saber, una de ellas el área visual. Organismos
educativos como la North Central Regional Educational Laboratory
(NCREL), publicaron en su reporte enGauge: 21st Century Skills in the
Digital Age Literacy (NCREL, 2003), lo que consideran son las habilidades
necesarias para afrontar el siglo: digital age literacy; inventive thinking;
effective communication; y por último high productivity; en estas
competencias integran a su vez otras.
Como segundo punto hay que destacar que la glosa, hablada o escrita,
como
recurso ha sido privilegiada en el contexto de la enseñanza, exiliando a la
imagen de las aulas casi por completo. De acuerdo con Arnheim (1969), la
desconfianza en la imagen puede ser rastreada hasta los griegos, es decir,
de cierta manera, en pos de la practicidad política, los griegos heredaron al
mundo occidental la desconfianza por la imagen por estar sujeta a distintas
interpretaciones, ilusiones, perspectivas: las apariencias engañan. Junto
con la imagen, los griegos buscaron suprimir los sentidos (lo que consiguió
vigorosamente durante la edad media en occidente), para marcar un lugar
privilegiado a la razón: ¿y cuál es la herramienta principal de la razón? La
palabra.

“Las imágenes son a menudo mejores que las palabras; transmiten más
cosas y las dicen más de prisa.”
Estas cualidades: rapidez y capacidad instructiva, indican que la imagen
soporta no solamente información contingente, sino además, no
contingente con gran eficacia,7 condiciones que han llevado a numerosos
especialistas a tratar de establecer por qué vías gramaticales, sintácticas o
semánticas, logra la imagen estos cometidos.
Si bien ya se han discutido ampliamente los procedimientos psico-
fisiológicos que determinan la rápida captación y comprensión de ciertas
imágenes por parte de cualquier individuo, en cualquier cultura, aún no se
definen con claridad los determinantes “gramaticales” y “sintácticos” que
permiten su descodificación (de las imágenes) en niveles más profundos, y
que permitirían la construcción de una o varias formas de alfabetidad
visual.
Bibliografía
Valdez De León, G. A. (2012, marzo). De la Alfabetidad visual a la
semiótica. Centro de Estudios en Diseño y Comunicación.
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5253345.pdf
López León, R., & Villa Carmona, G. A. (2017, abril). El aula de diseño
como escenario de exploración entre alfabetidad visual y pensamiento
crítico. Revista KEPES. https://doi.org/10.17151/kepes.2017.14.15.7
Gallardo Cano, Alejandro, (30 de agosto de 2011). “Apunte sobre la
importancia de la “Alfabetidad visual” [1]”. [Versión electrónica].
educ@upn.mx, Revista Universitaria, Medios, núm. 07, recuperado el
16 de diciembre de 2015.
http://educa.upnvirtual.edu.mx/educapdf/rev7/gallardo-007.pdf

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