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EN LA ADULTEZ.
SEMANA: 1
Habilidades lingüísticas: las cuales permiten a cada ser humano poder expresar sus ideas de
forma oral, o para comunicarse, lo cual nos permite escuchar, codificar, leer y hablar.
Escuchar: capacidad que nos permite escuchar, y entender lo que se dice, esta habilidad es
desarrollada desde la lengua materna.
Hablar: es nuestra capacidad para articular y emitir sonidos para expresarse de forma oral.
Leer: es la capacidad que nos permite decodificar el lenguaje escrito, siguiéndolo de forma visual
para comprender lo que significa.
Decodificar: en los años 60 y 70 se decía si se denominaba se comprendía automáticamente, sin
embargo, con el paso del tiempo se guiaba más la actividad de decodificación y notaron que los
educandos no comprendían lo leído.
Vocabulario: mientas mas palabras conozca el sujeto mucho mejor será la comprensión, existen
investigaciones que citan que el nivel socioeconómico demuestran una diferencia, en adultos
mayores que presenten dificultad en la lectoescritura, es bueno ampliar su vocabulario con
palabras que puedan emplear en su diario vivir para establecer una relación semántica y
comprender el entorno que los rodea cotidianamente.
Fluidez: se necesita que el sujeto pueda demostrar su capacidad lectora sin cometer errores, sin
embargo, debe ser capaz de decodificar precisamente para expresarse con una apropiada
entonación, es por eso que también son importantes los signos de puntuación y no tan solo el
alfabeto.
Las habilidades lingüísticas son las que nos permiten entender y expresarnos ya sea de forma
escrita o de forma oral, el que se adquiera el desarrollo de habilidades lingüísticas nos dará paso a
la comprensión lectora del educando, pero debemos considerar que no se puede procesar un
estimulo lingüístico sin considerar la experiencia de cada adulto, (Bransford y Johnson), donde la
inferencia y justificación es el complemento a la comprensión y que implica realizar una
deducción.
Debemos tener en cuenta que los adultos y los niños no aprenden de la misma forma ni ritmo,
por ende debemos adaptarnos según sea el caso, una de las diferencias es que el niño tiene un
cerebro listo para imitar y aprender sin temor y sin complejos, en cambios los adultos presentan
un pensamiento más abstracto, siendo capaz de captar lo esencial de la situación, dándoles la
capacidad para evaluar la situación y poder tomar una decisión, de tal forma que logra reflexionar
y relacionar con experiencias previas, si se enseña a un niño se debe empezar desde 0 utilizando
estrategias o juegos para que logren comprender lo complejo, no así los adultos que poseen un
pensamiento más abstracto y sienten mayor responsabilidad, otra diferencia es que para los niños
es más fácil aprender, ya que son capaces de imitar y disfrutan lo que han logrado aprender, pero
el adulto lo ve como un objetivo cumplido, si al adulto se le solicita un objetivo simple no lo vera
como reto, lo cual derivara en una desmotivación, y si uno pone un objetivo muy complejo a un
niño el se frustrara con facilidad ya que recién están desarrollando su aprendizaje, los niños
pueden aprender cosas en un tiempo menor y los adultos según sea su capacidad y ganas de
alcanzar el objetivo de interés, por ende se puede decir que el adulto posee una experiencia
previa o historia y el niño recién comienza a construirla.
4. Desarrolla 2 ejemplos de cómo los aspectos de la escritura son herramientas comunicativas en
la etapa adulta.