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Acto administrativo resolución unilateral de un poder público en el ejercicio de sus

potestades y funciones administrativas y mediante el que impone su voluntad sobre los


derechos, libertades o intereses de otros sujetos públicos o privados, bajo el control de la
jurisdicción contencioso-administrativa.
- No son norma jurídica. Son actos cuasi judiciales porque están dotados de presunción
de validez y fuerza ejecutoria.
- Solo son acto administrativo aquella declaración o manifestación proveniente de
órganos administrativos que cree o modifique situaciones jurídicas, es decir, tenga
efectos imperativos o decisorios.
- No son acto administrativo los dictámenes e informes, manifestaciones de juicios,
contestaciones a las consultas de los administrados, ni las certificaciones ni las
propuestas de resolución.
Actos políticos o de gobierno, según el TS, son únicamente los actos del Consejo de
ministros referidos a las grandes decisiones que afectan al conjunto del Estado. Se controlan
por la jurisdicción contencioso-administrativa los actos cuasi políticos que afecten a derechos
fundamentales, que se adecuen a elementos reglados o den origen a responsabilidades
patrimoniales del estado. Los actos políticos puros no son controlables por la JCA.

Acto discrecional son los actos dictados en ejercicio de la potestad discrecional. La potestad
discrecional es la capacidad de opción, sin posibilidad de control jurisdiccional, entre varias
soluciones, todas ellas igualmente válidas por permitidas por la ley, o también como la
concesión de posibilidades de actuación, cuyo desarrollo efectivo es potestativo y queda
enteramente en manos de la Administración.
- La discrecionalidad no equivale a arbitrariedad
- Se controla si ha existido error manifiesto en la apreciación de los hechos y
circunstancias que condicionan su ejercicio y el respeto de los principios generales.
Acto reglado son los actos dictados en ejercicio de la potestad reglada. La potestad reglada
se da cuando la norma expresa la vinculación de la potestad administrativa, su carácter
reglado, utilizando el término deberá o configurando esa vinculación mediante el
reconocimiento de un derecho del administrado. En la aplicación de conceptos jurídicos
indeterminados solo caben actos reglados.

Acto que no causan estado son los actos que no agotan la vía administrativa y contra los
mismos puede y debe interponerse un recurso ante el superior jerárquico del órgano que los
dictó o ante otro órgano mediante recurso de alzada antes de acudir a la jurisdicción
contencioso-administrativa.
Acto que causan estado son los actos que agotan la vía administrativa y contra ellos solo
cabe recurso potestativo de reposición o acudir directamente a la vía judicial. Son:
a. las resoluciones de los recursos de alzada y las que hayan sustituido a estos
b. las resoluciones de los órganos que carezcan de superior jerárquico, salvo que la ley
establezca lo contrario.
c. los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideración de
finalizadores del procedimiento.
d. la resolución de los procedimientos de responsabilidad patrimonial
e. la resolución de los procedimientos en materia sancionadora
f. las demás resoluciones cuando lo disponga la ley o reglamento.
Acto consentidos o firmes son los actos irrecurribles por el transcurso de los plazos
establecidos para su impugnación sin que la persona legitimada para ello haya interpuesto el
correspondiente recurso administrativo o jurisdiccional.
- Serán firmes los actos declaratorios de derechos que el interesado haya prestado su
consentimiento a través del aquietamiento, no recurrir a tiempo o recurrir
inadecuadamente, o cumplir voluntariamente.
- Pueden ser impugnados por revisión de oficio para declarar su nulidad.
Acto reproductorios y confirmatorios son los actos que reiteran, por reproducción o por
confirmación, otros anteriores firmes o consentidos.
- No pueden ser impugnados salvo que sean reglamentos, actos de interpretación de
otros anteriores que supongan una adaptación a circunstancias nuevas, actos nulos
de pleno derecho o actos que reiteran o confirman, pero no han sido notificados.

Actos favorables o declarativos de derechos son los actos que amplían la esfera jurídica de
los particulares. Son admisiones, concesiones, autorizaciones, aprobaciones y dispensas.
- No necesitan motivación ni apoyarse en normas con rango de ley.
- Excepcionalmente pueden ser retroactivos.
- Solo pueden revocarse a través de procedimientos de revisión de oficio.
Actos de gravamen son los actos que limitan la libertad o los derechos de los administrados
o imponen sanciones. Son órdenes, actos traslativos de derechos, extintivos o sancionadores.
- Se necesita motivación y trámite de audiencia.
- Nunca pueden ser retroactivos.
- Solo pueden revocarse cuando la revocación no constituya dispensa o exención no
permitida por las leyes o sea contraria al principio de igualdad, al interés público o al
ordenamiento jurídico.

Actos presuntos son los actos faltos de respuesta por parte de la Administración a través del
silencio administrativo. El silencio no exime a la administración de su obligación de resolver.
- En los procedimientos a solicitud del interesado:
· Silencio positivo salvo una norma legal, europea o internacional diga lo contrario. La
resolución administrativa posterior al silencio positivo solo puede ser positiva.
· Silencio negativo en procedimientos relativos al ejercicio del derecho de petición,
aquellos que transfieran facultades de dominio público y puedan dañar el medio
ambiente, procedimientos de responsabilidad patrimonial, de impugnación de actos
y de revisión de oficio iniciados a solicitud de los interesados. El efecto del silencio
negativo es que se puede interponer un recurso de alzada. La resolución
administrativa posterior al silencio negativo no tiene vinculación alguna.
- En los procedimientos iniciados de oficio:
· Silencio negativo cuando sean actos declarativos de derechos
· Caduca el acto cuando sean actos sancionadores
Actos expresos son los actos que se resuelven y notifican en el plazo establecido.
- El plazo establecido en la norma será como máximo de 6 meses.
- El plazo cuando no se especifique en la norma será de tres meses.
Elementos formales del Acto Administrativo dan validez y eficacia al acto.
1- Procedimiento. Serán nulos de pleno derecho si no se da acorde al procedimiento.
2- Declaración escrita
3- Notificación. Es condición necesaria para proceder a la ejecución.
4- Motivación (solo cuando los actos limiten derechos o intereses, resuelvan
procedimientos de revisión de oficio, se separen del criterio seguido en actuaciones
precedentes o del dictamen de órganos consultivos, acuerdos de suspensión de actos,
acuerdos tramitados por urgencia, actos que rechacen pruebas propuestas por los
interesados, actos que acuerden la terminación del procedimiento o desistimiento por
la administración, las propuestas de resolución en los procedimientos de carácter
sancionador y los actos que dicten en el ejercicio de potestades discrecionales). Basta
con una “sucinta referencia de hechos y fundamentos de derecho” y “la aceptación
de informes o dictámenes servirá de motivación a la resolución cuando se incorporen
al texto de esta”. “Los actos que pongan fin a los procedimientos selectivos y de
concurrencia competitiva se realizará de conformidad con lo que dispongan las
normas que regulen sus convocatorias, debiendo, en todo caso, quedar acreditados
en el procedimiento los fundamentos de la resolución que se adopte”.
El titular del órgano administrativo
- Su nombramiento debe ser válido.
- Debe existir imparcialidad o ausencia de causas de abstención
- Debe tener capacidad de obrar y ausencia de vicios en su consentimiento
- Debe tener competencia (de lo contrario el acto puede ser invalido):
· Incompetencia manifiesta: si la incompetencia es por función de la materia o del
territorio, se declara acto nulo de pleno derecho.
· Incompetencia no manifiesta o relativa: si la incompetencia es por función de
jerarquía, se declara la anulabilidad.
Las causas del acto administrativo
• Causa jurídica o causa inmediata: es la función típica de todos los actos de una
determinada categoría.
• Causa natural o móviles del acto: es el fin particular que el sujeto se propone al realizar
un determinado acto. Las causas naturales de los actos de la administración deben
adecuarse a aquellos fines públicos a los que la competencia ha sido atribuida ni
sobrepasar los límites normales del ejercicio un derecho con daño para terceros, de lo
contrario supondrá vicio por desviación de poder.
El contenido del acto administrativo
• Contenido natural o esencial: es aquel cuya existencia sirve para individualizar el acto
mismo e impide su confusión con otros.
• Contenido accidental o eventual: son el término, la condición y el modo. La nulidad de
la condición conlleva de ordinario la invalidez de todo el acto mientras que la nulidad
del modo solo comporta la invalidez de dicha cláusula.
La eficacia del acto administrativo
La eficacia de los actos hace referencia a la producción temporal de efectos de los actos. “La
eficacia de los actos quedará demorada cuando así lo exija el contenido del acto o esté
supeditada a su notificación, publicación o aprobación superior” (art.39 Ley 39/2015). El
principio de eficacia de los actos administrativos sufre de dos excepciones:
- La demora en la eficacia porque así lo exija la naturaleza del acto, porque el contenido
accidental del acto incluya una condición suspensiva o término inicial que así lo
establezca, o porque la eficacia quede supeditada a su notificación, publicación o
aprobación superior.
· Será anuncio en el BOE cuando los interesados sean desconocidos, se ignore el lugar
de la notificación o no se hubiese podido practicar la notificación.
· Será publicación cuando pluralidad indeterminada o en caso de competencia.
- La proyección de la eficacia o retroactividad del acto.
· Los actos de gravamen nunca son retroactivos.
· Los actos declarativos de derechos son retroactivos si los supuestos de hecho
necesarios existieran ya en el momento a que se retrotraiga la eficacia del acto o no
lesionen derechos e intereses legítimos de otras personas.
· Serán retroactivos también los actos anulables y los nulos de pleno derecho cuando
razones de justicia material así lo exijan y los actos resolutorios de recursos en los
supuestos de corrección de errores materiales.
Se reconoce la posibilidad de suspender los efectos de los actos administrativos en todos los
actos de gravamen o desfavorables a los administrados cuando haya razones de interés
público que lo justifiquen.

La ejecutoriedad del acto administrativo


La ejecutividad, ejecutoriedad, privilegio de decisión ejecutoria o autotutela ejecutiva designa
la cualidad del acto administrativo de producir todos sus efectos contra la voluntad de los
obligados, violentando su propiedad y libertad si preciso fuere. “Las Administraciones
Públicas, a través de sus órganos competentes en cada caso, podrán proceder, previo
apercibimiento, a la ejecución forzosa de los actos administrativos, salvo en los supuestos en
que se suspenda la ejecución de acuerdo con la ley, o cuando la Constitución o la ley exijan la
intervención de los Tribunales” (art. 39 Ley 39/2015).
La ejecución forzosa de los actos es necesaria cuando el acto impone deberes positivos o
negativos al administrado que implican, en cuanto se niega al cumplimiento voluntario, una
agresión sobre aquel mediante la alteración de su ius possessionis, sobre sus bienes o una
violencia sobre su libertad personal. Para que se proceda a la ejecución forzosa debe existir
un acto administrativo plenamente eficaz y ejecutivo y un requerimiento o apercibimiento.
Los medios de ejecución forzosa directa son (art. 100 Ley 39/2015).:
a. Ocupación: ejecución de los actos que imponen a los particulares la entrega de un bien
determinado del que aquellos están en la posesión y estos no lo han entregado.
b. Apremio sobre el patrimonio: ejecución de los actos que imponen a los particulares el
pago de una suma de dinero y estos no lo han pagado. El embargo ha de hacerse en
cantidad suficiente para cubrir el importe de la deuda y los recargos y cosas
posteriores. El embargo de bienes muebles puede implicar la necesidad de
autorización judicial; el embargo de bienes inmuebles se realiza mediante anotación
preventiva en el registro de la propiedad.
c. Ejecución subsidiaria: ejecución de los actos que por no ser personalísimos se puede
ejecutar bien por la Administración misma o a través de otras personas, siempre a
costa del obligado.
d. Multa coercitiva: obligan a la ejecución del acto por parte del obligado a través de
interponer multas reiteradas por lapsos de tiempo. Se dan para actos personalísimos
en que no proceda la compulsión directa sobre la persona del obligado; actos en que,
procediendo la compulsión, esta no se estime conveniente; o actos cuya ejecución
pueda el obligado encargar a otra persona. Son independientes de las multas sanción.
No basta que la ley autorice su establecimiento al poder reglamentario, sino que es
necesario que la ley determine su forma y cuantía.
e. Compulsión sobre las personas: supone la aplicación directa de la fuerza sobre la o
persona del obligado a soportar el cumplimiento a un acto administrativo y
únicamente procede en relación con obligaciones personalísimas de no hacer o de
soportar, dentro siempre del respeto y en los casos en que la ley lo autorice
expresamente. Se exige un previo acto formal y personal de intimidación para el
debido cumplimiento del acto u orden de cuya ejecución se trata.

“La interposición de cualquier recurso no suspenderá la ejecución del acto impugnado,


excepto en los casos en que una disposición establezca lo contrario” (art. 117 Ley 39/2015).
“El órgano a quien competa resolver el recurso podrá suspender, de oficio o a solicitud del
recurrente, la ejecución del acto impugnado cuando concurra que la ejecución pudiera causar
perjuicios de imposible o difícil reparación o que la impugnación se fundamente en alguna de
las causas de nulidad de pleno derecho”. Si la suspensión no se alcanza en vía de recurso se
podrá solicitar de nuevo en el proceso judicial contencioso-administrativo, en donde se
contempla como un supuesto más de las medidas cautelares.
La suspensión automática se entenderá otorgada cuando se solicite en la interposición de un
recurso de alzada y transcurran 30 días desde que la solicitud de suspensión presentada por
el recurrente entrará en el registro electrónico de la administración y ésta no dictare
resolución expresa.
La reclamación de un tercero o tercería provoca la suspensión del procedimiento de apremio
en lo que se refiere a los bienes y derechos controvertidos, una vez que se haya llevado a
efecto su embargo y anotación preventiva en el registro público correspondiente. Tiene una
primera fase en la vía administrativa y otra ante el juez civil. Se interpone en escrito dirigido
al órgano de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria que conozca del procedimiento
de apremio, debiendo resolverse en tres meses, entendiéndose desestimada por silencio si
no es resuelta a los efectos de promover la demanda al juez civil. Pueden ser:
- Tercerías de dominio cuando se fundan en la titularidad de un derecho sobre los
bienes embargados al deudor y cuya interposición lleva consigo la suspensión
automática de la ejecución.
- Tercerías de mejor derecho cuando se fundan en el derecho del tercerista a ser
integrado en su crédito con preferencia al perseguido en el expediente de apremio.
En este caso, la suspensión se condiciona al depósito por el tercerista del débito y
costas del procedimiento.
La suspensión en la vía administrativa deja de producir efecto cuando se resuelve el recurso.
Sin embargo, si contra la desestimación del recurso se interpusiera recurso contencioso-
administrativo y en este se solicitase la suspensión, la suspensión decretada en vía
administrativa se mantiene hasta que tenga lugar un pronunciamiento judicial sobre ella.
La invalidez del acto administrativo
La validez del acto administrativo supone la concurrencia en el acto de todos los elementos
que lo integran. “Los actos de la Administración serán válidos y producirán efecto desde la
fecha en que se dicten, salvo que en ellos se disponga otra cosa” (art. 39 Ley 39/2015). La
presunción de validez de los actos administrativos no implica el desplazamiento de la carga
de la prueba que la sigue teniendo la Administración
Por tanto, la invalidez del acto administrativo supone la concurrencia en el acto de la falta o
vicio de alguno de sus elementos. Se distingue dentro de los tipos de invalidez:
• La nulidad de pleno derecho se da cuando el acto está afectado de un vicio
especialmente grave. No debe producir ningún efecto y si lo produce puede ser
anulado en cualquier momento. Los actos nulos de pleno derecho conducen
irremisiblemente a la anulación del acto. Son nulos de pleno derecho:
- Actos que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional
- Actos dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia o
el territorio; también por razón jerárquica en los casos de incompetencia grave, y
relevancia para el interés público o para el administrado.
- Actos que tengan un contenido imposible (por falta de sustrato personal, material o
jurídico).
- Actos que sean constitutivos de infracción penal tipificada en el Código Penal o se
dicten como consecuencia de esta.
- Actos dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente
establecido. En los casos de gravamen la simple falta de vista y audiencia ya constituye
la nulidad de pleno derecho.
- Actos dictados prescindiendo total y absolutamente de las normas que contienen las
reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos colegiados
- Actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se
adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para
su adquisición.
- Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición de rango legal
(actos de rango inferior a la ley que impliquen la adquisición de compromisos de
gastos no autorizados en los presupuestos).
- Las disposiciones administrativas que vulneren la Constitución, las leyes u otras
disposiciones administrativas de rango superior, las que regulen materias reservadas
a la ley y las que establezcan la retroactividad de disposiciones sancionadoras no
favorables o restrictivas de derechos individuales.
• La anulabilidad se da en los actos administrativos que incurran en cualquier infracción
del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder. Los vicios que originan la
anulabilidad del acto son convalidables por la subsanación de los defectos de que
adolecen y por el transcurso del tiempo establecido para la interposición de los
recursos administrativos o por el de cuatro años frente a los poderes de la
administración para la revisión de oficio. El defecto de forma solo determinará la
anulabilidad cuando el acto carezca de los requisitos formales indispensables para
alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión de los interesados; de lo contrario será
irregularidad no invalidante. La irregularidad no invalidante se da en los actos
administrativos que hayan sido realizados fuera del tiempo establecido, lo que solo
implica la anulación del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o plazo
y la responsabilidad del causante de la demora.
Las diferencias entre el régimen jurídico del acto nulo de pleno derecho y del anulable:
- La nulidad de pleno derecho tiene carácter automático mientras que la anulabilidad
tiene carácter rogado.
- Solo es posible la convalidación de los actos anulables.
- La impugnación y la revisión de los actos nulos de pleno derecho puede hacer en
cualquier momento mientras que la de los actos anulables deben ser recurridos en los
plazos establecidos para cada tipo de recurso administrativo o revisados en 4 años.
- Se puede suspender automáticamente la ejecutividad de los actos nulos de pleno
derecho cuando son impugnados, mientras que los actos anulables se podrán
suspender automáticamente solo cuando ocasionen perjuicios de imposible o difícil
reparación.

Para reducir al mínimo las consecuencias fatales de la invalidez de los actos se recogen:
1. La Convalidación: se admite solo ante los actos anulables subsanando los vicios de que
adolezcan. Los efectos de la convalidación se producen desde la fecha del acto
convalidatorio, a menos que se den los supuestos de hecho que justifiquen un carácter
retroactivo (estos supuestos nunca se pueden dar en la omisión de informes o
propuestas preceptivas). La convalidación de la incompetencia jerárquica deberá
efectuarse por ratificación del órgano superior.
2. La Incomunicación: “la nulidad o anulabilidad de un acto no implicará la de los
sucesivos en el procedimiento que sean independientes del primero”. “La nulidad o
anulabilidad en parte del acto administrativo no implicará la de las partes de este
independientes de aquélla, salvo que la parte viciada sea de tal importancia que sin
ella el acto no hubiera sido dictado” (art. 49 Ley 39/2015).
3. La Conservación: se obliga al órgano que declare la nulidad a la conservación de
aquellos actos y trámites cuyo contenido se hubiera mantenido en el mismo de no
haberse realizado la infracción origen de la nulidad.
4. La Conversión: se obliga al órgano que los actos nulos o anulables que contengan los
elementos constitutivos de otro distinto producirán los efectos de este acto no nulo.

La declaración de invalidez puede llevarse a cabo por la propia Administración a través de la


revisión de oficio de los actos administrativos o por los interesados mediante la resolución de
recursos administrativos. Desde la propia Administración se establece que
• la Administración podrá proceder a la anulación directa cuando se trate de actos nulos
de pleno derecho sin distinción entre favorables o sancionadores. La nulidad se ha de
acordar previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo
equivalente de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere. Si transcurren seis meses sin
resolver se producirá la caducidad del procedimiento en los procedimientos iniciados
de oficio y la desestimación por silencio negativo de la pretensión formulada de los
iniciados a instancia del interesado. La resolución de nulidad no implicará la ilegalidad
sobrevenida de los actos firmes dictados en aplicación de aquella, las cuales deberán
reputarse válidos y conservarán su fuerza de obligar mientras no sean anulados.
• la Administración habrá de remitirse al proceso de lesividad como única vía para
declarar la nulidad de los actos anulables declarativos de derechos. “Las
Administraciones públicas podrán declarar lesivos para el interés público los actos
favorables para los interesados que sean anulables a fin de proceder a su ulterior
impugnación ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo.”
La declaración de lesividad no podrá adoptarse una vez transcurridos 4 años desde
que se dictó el acto y exigirá la previa audiencia de cuantos aparezcan como
interesados. Si el acto proviniera de la AGE o de las CCAA, la declaración de lesividad
se adoptará por el órgano de cada Administración competente en la materia; si
proviniera de las entidades que integran la Administración local, la declaración de
lesividad se adoptará por el pleno de corporación o por el órgano colegiado superior.
La declaración de lesividad no es susceptible de recurso, pero si puede impugnarse. El
procedimiento de lesividad caduca a los seis meses.

La revocación del acto administrativo


La revocación equivale a la eliminación o derogación del acto por motivos de oportunidad o
de conveniencias administrativa. Se distinguen los actos de gravamen de los favorables:
• “Las Administraciones públicas podrán revocar en cualquier momento sus actos de
gravamen siempre que tal revocación no constituya dispensa o exención no permitida
por las leyes, o sea contraria al principio de igualdad, interés público o al
ordenamiento jurídico”.
• En la revocación de los actos declarativos de derechos:
- No habrá que indemnizar por la revocación cuando se incumplieran las condiciones a
que estuvieran subordinadas o deberán ser revisadas cuando desaparecieran las
circunstancias que motivaron su otorgamiento o sobrevinieran otras que, de haber
existido en ese momento, habrían justificado la denegación.
- No habrá que indemnizar la revocación cuando se trate de autorizaciones sanitarias,
de la política o de los nombramientos para determinados puestos.
- Si habrá que indemnizar la revocación cuando la causa legitimadora de la revocación
es la adopción de nuevos criterios de apreciación sobre el interés público a los que
responde el acto revocatorio.

“Las facultades de anulación y revocación no podrán ser ejercidas cuando por prescripción de
acciones, por el tiempo transcurrido o por otras circunstancias, su ejercicio resulte contrario
a la equidad, a la buena fe, al derecho de los particulares o a las leyes” (art.110 Ley 39/2015).

Los errores del acto administrativo


“Las Administraciones públicas podrán rectificar en cualquier momento, de oficio o a
instancia de los interesados, los errores materiales, de hecho, o aritméticos de sus actos”.
• El error de hecho consiste en el falso conocimiento de la realidad. Sus consecuencias
son la anulación del acto.
• El error de derecho consiste en la indebida aplicación del ordenamiento jurídico por
error o intencionadamente por la autoridad autora. Su efecto es la anulación del acto.
• El error aritmético y el error material han de ser ostensibles, manifiestos e
indiscutibles para que puedan ser rectificados. Si no es así se requiere un
procedimiento anulatorio. En los errores materiales se plantea, cuando el error sea de
imprenta, la validez de las rectificaciones de la publicidad de las disposiciones y actos
administrativos que aparezcan insertos en los boletines oficiales bajo la denominación
de correcciones de errores de las disposiciones o actos anteriores.
El procedimiento administrativo
“La ley regulara el procedimiento a través del cual pueden producirse los actos
administrativos, garantizando, cuando proceda, la audiencia del interesado” (art. 105.3 CE).
El procedimiento administrativo es aquella actividad administrativa con eficacia externa que
se dirige al examen, preparación y emisión de un acto administrativo o la conclusión de un
convenio jurídico público. Se diferencia del procedimiento judicial en que contiene menor
solemnidad puesto que no es tanto un problema de la correcta aplicación del derecho, sino
que se trata de un cauce necesario para la buena gestión de los intereses públicos.
• Procedimiento triangular: la administración es solo juez.
• Procedimiento lineal: la administración es juez y parte.
• Procedimiento declarativo: sirve para atribuir cualificaciones jurídicas a cosas,
personas o relaciones.
• Procedimiento constitutivo: sirve para producir un efecto jurídico de nacimiento,
modificación o extinción de situaciones subjetivas. Pueden ser simples (único interés
público) o complejos (varios intereses públicos); ablatorios o expropiatorios,
concesionales y autorizativos.
• Procedimiento organizativo: sirve para la creación, modificación o extinción de
personas jurídicas o de órganos.
• Procedimiento sancionador: sirve para ejercer la potestad sancionadora.
• Procedimiento ejecutivo: sirve para materializar los contenidos de los actos
administrativos.
1. La iniciación del procedimiento administrativo
“Los procedimientos se iniciarán de oficio a través de medios electrónicos por acuerdo del
órgano competente, bien por propia iniciativa o como consecuencia de orden superior, a
petición razonada de otros órganos o por denuncia”. Se presenta la solicitud del acuerdo de
iniciación en la sede del órgano que ha de resolverla. La recepción en un día inhábil para el
órgano o entidad se entenderá efectuada en el primer día hábil siguiente.
Antes de la iniciativa de oficio de un procedimiento, el órgano competente puede instruir
unas actuaciones previas que serán un periodo de información previa con el fin de conocer
las circunstancias del caso y la conveniencia o no de iniciar el expediente.
Además, existen también la posibilidad de adoptar medidas provisionales antes de iniciar el
procedimiento en los casos de urgencia inapelable para la protección provisional de los
intereses implicados. Las medidas provisionales deberán ser confirmadas, modificadas o
levantadas en el acuerdo de iniciación del procedimiento, el cual deberá efectuarse en los 15
días siguientes a la adopción de las medidas provisionales. Estas quedarán sin efecto si no se
inicia el procedimiento en el plazo o el acuerdo de iniciación no las contenga expresamente o
quedarán sin efecto cuando surta efecto la resolución administrativa. No se pueden adoptar
medidas provisionales cuando puedan causar perjuicio de difícil o imposible reparación o que
impliquen violación de derechos.
2. La instrucción del procedimiento administrativo
Iniciado el procedimiento, comienzan los actos de instrucción necesarios para la
determinación, conocimiento y comprobación de los datos en virtud de los cuales deba
pronunciarse la resolución. Estos actos se realizan de oficio por el órgano que tramita el
procedimiento, pero los interesados pueden proponer actuaciones que requieran su
intervención o constituyan trámites legal o reglamentariamente establecidos. Normalmente,
los actos de instrucción son:
• Alegaciones escritas y aportación de documentos
• Trámite de información pública. La incomparecencia no impide a los interesados
interponer los recursos procedentes contra la resolución.
• Informes: no se consideran actos impugnables. Normalmente serán facultativos y no
vinculantes. Serán emitidos a través de medios electrónicos en el plazo de 10 días; de
no emitirse en plazos se podrán proseguir las actuaciones excepto cuando los
informes sean preceptivos y determinantes para la resolución del procedimiento
• La prueba: se da cuando la administración no tenga por ciertos los hechos alegados o
la naturaleza del procedimiento lo exija. El periodo de prueba será en un plazo no
superior a 30 días ni inferior a 10. Se puede dar un periodo extraordinario no superior
a 10 días a petición de los interesados. El instructor solo podrá rechazar las propuestas
de los interesados cuando sean manifiestamente improcedentes o innecesarias
mediante resolución motivada. Serán pruebas los hechos declarados probados por
resoluciones penales firmes, los documentos formalizados por los funcionarios y los
informes preceptivos.
3. El trámite de vista y audiencia del procedimiento administrativo
Una vez instruidos los procedimientos, el instructor habrá de poner el expediente de
manifiesto a los interesados para que estos puedan alegar y presentar los documentos y
justificaciones que estimen pertinentes. La omisión del trámite de vista causa nulidad de
pleno derecho, salvo que no figuren en el procedimiento ni sean tenidos en cuenta en la
resolución otros hechos ni otras alegaciones y pruebas que las aducidas por el interesado.
El plazo para examinar el expediente y formular alegaciones no puede ser inferior a 10 días ni
superior a 15, pudiendo darse por realizado el trámite si antes del vencimiento los interesados
manifiestan su decisión de no efectuar alegaciones ni aportar nuevos documentos o
justificaciones.
4. La terminación del procedimiento administrativo
Se puede terminar el procedimiento administrativo por:
• Desistimiento porque el interesado desista de su petición o instancia, lo que implica
el apartamiento del procedimiento, pero no la renuncia del derecho ejercitado.
• Renuncia lo que implica la declaración de abandono del derecho, pretensión o interés
del procedimiento que se había ejercitado, razón por la cual el procedimiento mismo
deja de tener sentido.
• Caducidad dada por la falta de actividad en el procedimiento. Es referida a los
procedimientos instados a solicitud del interesado y que se paralizan por causa de
este. En ese caso, la administración le advertirá inmediatamente de que transcurridos
3 meses se producirá la caducidad de este. No obstante, el procedimiento puede
seguir si hubiere terceros interesados o la cuestión afecte al interés general. La
caducidad no produce la prescripción de las acciones del particular ni interrumpe el
plazo de prescripción.
• Resolución expresa o presunta. Antes de ella, el órgano competente para decidir
puede establecer unas actuaciones complementarias que deberán practicarse en un
plazo no superior a 15 días y el plazo para resolver el procedimiento quedará
suspendido hasta la terminación de las actuaciones complementarias.
• Terminación convencional a través de acuerdos, pactos, convenios o contratos.
Los plazos del procedimiento administrativo
Los plazos se computarán a partir del día siguiente a aquel en que tenga lugar la notificación
o publicación del acto o desde el siguiente a aquel en que se produzca la estimación o
desestimación por silencio.
Los sujetos del procedimiento administrativo
1. El órgano de la Administración pública que instruye y resuelve el procedimiento. Se
recogen la abstención y la recusación como técnicas que aseguren la imparcialidad del
titular del órgano (art. 23 y 24 Ley 40/2015):
§ Las causas de abstención son aquellas que obligan al titular del órgano a separar el
expediente y permiten al órgano superior ordenar al inferior que se abstenga de
intervenir. La no abstención da lugar a la responsabilidad del titular del órgano, pero
no implica necesariamente la invalidez de los actos.
§ La recusación es el derecho que ostenta el ciudadano para pedir que se aparte de un
procedimiento administrativo la autoridad o funcionario que, a su entender, tiene
algún tipo de interés en el asunto. La recusación se puede interponer en cualquier
momento del procedimiento haciéndolo por escrito. En el día siguiente a la
interposición de la recusación, el recusado manifestará de inmediato si se da o no la
causa alegada a su superior. Si se da y el superior aprecia la concurrencia de la causa
de la recusación, se acuerda la sustitución. Si el recusado niega la causa de recusación,
el superior resolverá en el plazo de tres días. Contra las resoluciones adoptadas no
cabe recurso, pero si se puede alegar la recusación al interponer el recurso que
proceda contra el acto que ponga fin al procedimiento.
2. Los sujetos pasivos, interesados o afectados por el procedimiento. Son interesados
quienes promuevan el procedimiento como titulares de derecho o intereses legítimos
individuales o colectivos; los que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan
derechos que puedan resultar afectados por la decisión que en el mismo se adopte; y
aquellos cuyos intereses legítimos, individuales o colectivos, puedan resultar
afectados por la resolución y se personen en el procedimiento en tanto no haya
recaído resolución definitiva.
- “Las asociaciones y organizaciones representativas de intereses económicos y sociales
solo serán interesados cuando la ley los reconozca como titulares de intereses
legítimos colectivos”.
- Los sujetos para estar en el procedimiento no solo han de tener la condición de
interesado sino tener también capacidad de obrar. Tienen capacidad de obrar, además
de quienes la ostentan con arreglo al derecho civil, los menores de edad en el ejercicio
y defensa de aquellos derechos e intereses cuya actuación permite el ordenamiento
jurídico administrativo sin la asistencia de la persona que ostente la patria potestad,
tutela o curatela. Se exceptúa el supuestos de los menores incapacitados cuando la
incapacitación afecte al ejercicio y defensa de los derechos o intereses de que se trate.
Además, tendrán capacidad de obrar los grupos afectados, las uniones y las entidades
sin personalidad jurídica y los patrimonios independientes o autónomos cuando la ley
así lo declare expresamente.
- Se admite la representación. Es una representación voluntaria no profesionalizada,
aunque “las administraciones podrán habilitar con carácter general especifico a
personas físicas o jurídicas autorizadas para la realización de determinadas
transacciones electrónicas en representación de los interesados”.
Los principios del procedimiento administrativo
• El principio del contradictorio implica el hecho de que ambas partes pueden acceder
al proceso con el objetivo de hacer valer libremente sus pretensiones, aportando a tal
efecto las diferentes alegaciones fácticas y probatorias que las fundamenten.
• El principio inquisitivo de impulsión y dirección de oficio implica la obligación de la
administración de, una vez, iniciado el procedimiento, desarrollar la actividad
necesaria para que este llegue a su fin mediante la adopción de la resolución final y
ello sin necesidad de ser excitada en este sentido por los interesados.
• El principio de publicidad reconoce a los interesados el derecho a conocer en cualquier
momento el estado de la tramitación de los procedimientos y a obtener copias de
documentos contenidos en los mismos y reconoce también el derecho de los
ciudadanos, y no solo de los interesados, al acceso a los archivos y registros
administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y defensa del Estado, y a la
averiguación de los delitos, es decir, el secreto de sumario.
• El principio de gratitud implica la imposición del pago de los gastos que ocasionen las
pruebas propuestas por el interesado, cuyo abono podrá serle exigido, incluso
anticipadamente, a reserva de la liquidación definitiva.
Los recursos administrativos son actuaciones de los particulares en las que se solicita
de la Administración la modificación o revocación de una resolución o acto administrativo
porque no se considera acorde con el ordenamiento jurídico. Los recursos se fundan en
cualquiera de los motivos de nulidad o anulabilidad previstos.
Se someten a recurso administrativo las resoluciones administrativas y los actos de trámite si
éstos deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de
continuar el procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derecho o
intereses legítimos. Las disposiciones administrativas de carácter general no pueden
impugnarse de forma directa y formalmente a través de un recurso administrativo, sino que
deben formalizarse sin trámite previo alguno directamente ante la jurisdicción contencioso-
administrativa o impugnarse de forma indirecta ante el órgano que dictó la disposición
siempre y cuando el recurso se funde únicamente en la nulidad de la disposición.
Se inadmite el recurso cuando falta la competencia del órgano administrativo, o cuando falte
la legitimación del recurrente, se parta de un acto no susceptible de recurso, se haya pasado
el plazo de interposición o el recurso de manera manifiesta carezca de fundamento. El error
o la ausencia de la calificación del recurso por pate del recurrente no será obstáculo para su
tramitación, siempre y cuando del mismo se deduzca su verdadero carácter.
1. Recurso de Alzada se dirige al órgano superior jerárquico del que dictó el acto que se
desea impugnar. Agota la vía administrativa por lo que se puede poner solo en contra
de los actos que no causan estado. No se puede ir directamente a la vía judicial con
estos actos hasta que no se haya interpuesto el recurso de alzada. El plazo de
interposición será de un mes cuando el acto fuera expreso, si no lo es se puede
interponer en cualquier momento a partir del día siguiente al silencio. Transcurridos
los plazos la resolución será firme. El plazo de resolución es de tres meses, si no hay
respuesta expresa se entiende desestimado, salvo que se haya interpuesto contra la
desestimación de silencio administrativo, en cuyo caso se entiende estimado. Contra
la resolución de un recurso de alzada no cabe ningún otro recurso administrativo salvo
el recurso extraordinario en los casos establecidos en la ley.
2. Recurso Potestativo de Reposición se dirige al órgano administrativo que dictó el acto
o resolución recurrida ante la inexistencia de órgano superior. Se interpone contra los
mismos actos que el recurso de alzada, pero siempre y cuando dichos actos o
resoluciones hayan puesto fin a la vía administrativa, es decir, causen estado. Este
recurso es opcional puesto que se puede acudir directamente a la vía judicial. El plazo
será de un mes si el acto es expreso, si no lo es se puede interponer en cualquier
momento del día siguiente al silencio. Transcurridos los plazos, únicamente podrá irse
a la vía judicial o interponer recurso extraordinario. El plazo de resolución es de un
mes. Contra la resolución no podrá interponerse de nuevo dicho recurso.
3. Recurso extraordinario de Revisión se dirige al órgano administrativo que dictó el acto
o resolución recurrida. Se interpone contra los actos firmes en vía administrativa que
al dictarse tenga un error de hecho, aparezcan nuevos documentos esenciales, en la
resolución influyeran documentos falsos o haya indicios de cohecho, prevaricación,
etc. El plazo es de cuatro años desde la notificación cuando el recurso sea por error de
hecho, será de tres meses si el recurso se funda en el resto de los motivos. La
resolución puede ser por el órgano superior en la línea jerárquica de cada
Administración, pero también si no se había agotado la vía administrativa, por el titular
de la competencia que hubiera dictado el acto cuya revisión se pretende. El recurso
será desestimado si en más de tres meses no se ha resuelto.
Existe la posibilidad de que por medio de otras leyes se produzca una sustitución del recurso
de alzada y reposición, respetando su carácter potestativo, por otros procedimientos de
impugnación, reclamación, conciliación, mediación y arbitraje, ante órganos colegiados o
comisiones específicas no sometidas a instrucciones jerárquicas en supuestos o ámbitos
sectoriales determinados.

Las reclamaciones económico-administrativas se ajustarán a los procedimientos establecidos


por la legislación específica:
- El procedimiento para la revisión de actos nulos de pleno derecho se inicia de oficio
por acuerdo del órgano que dictó el acto o de su superior jerárquico o a instancia del
interesado. Este órgano formulará la propuesta de resolución al órgano competente
para resolver, el cual solicitará dictamen del Consejo de Estado.
- La declaración de lesividad de actos anulables se iniciará de oficio mediante acuerdo
que será notificado al interesado. Formulada la propuesta de resolución pasará a
informe de la Abogacía del estado antes de la resolución.
- El procedimiento de revocación de los actos de aplicación de los tributos y de
imposición de sanciones solo se puede iniciar de oficio
- El procedimiento de rectificación de errores se puede iniciar de oficio (traslado de
rectificación en 15 días) o a instancia del interesado.
- El procedimiento de ingresos indebidos podrá iniciarse a instancia del interesado
(desestimación al los 6 meses), o iniciarse de oficio (notificación en 10 días).
Para este tipo de reclamaciones cabe:
• El recurso de reposición de carácter potestativo que deberá interponerse con carácter
previo a la reclamación económico-administrativa en el plazo de un mes. El plazo
máximo para notificar la resolución será de un mes desde el día siguiente a la
presentación del recurso. Transcurrido el mes se entiende desestimado. No cabe
recurso contra este.
• Encomendación a los órganos colegiados integrados por funcionarios de Hacienda.
Cabe recurso de alzada ordinario ante el Tribunal superior en el plazo de un mes.
La jurisdicción contencioso-administrativa tiene por objeto controlar la potestad
reglamentaria y la legalidad de la actividad administrativa, así como el sometimiento de ésta
a los fines que la justifiquen. Se regula en la ley 29/1998.
“Los Juzgados y Tribunales del orden contencioso-administrativo conocerán de las
pretensiones que se deduzcan en relación con la actuación de las Administraciones Públicas
sujetas al Derecho Administrativo, con las disposiciones de rango inferior a la ley y con los
Decretos legislativos cuando excedan los límites de la delegación”. Conoce también de las
cuestiones prejudiciales e incidentales no pertenecientes al orden administrativo, pero
directamente relacionadas con un recurso contencioso-administrativo, salvo las de carácter
penal que, de plantearse, determinará la suspensión del procedimiento hasta que no se
resuelva por lo penal. Lo resuelto en el orden contencioso no tiene efectos fuera del proceso
contencioso-administrativo. Además, se ocupa de los conflictos militares que no sean
disciplinarios, da autorización a la administración para la entrada en domicilios y autoriza o
ratifica las medidas de las autoridades sanitarias urgentes y necesarias para la salud pública.
1. Las Salas de lo Contencioso-administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia
de las Comunidades Autónomas conoce de los asuntos que no correspondan al resto
de órganos, es un órgano colegiado con competencia residual.
2. Los Juzgados unipersonales de lo Contencioso-administrativo conocen de los
recursos que se deduzcan frente a las entidades locales o entidades y corporaciones
dependientes vinculadas a las mismas; recursos contra la Administración periférica del
Estado y de las Comunidades Autónomas y de los organismos de Derecho público cuya
competencia no sea nacional; y las autorizaciones para la entrada en domicilios o
medidas urgentes o restrictivas en materia sanitaria.
3. Los Juzgados centrales de lo Contencioso-administrativo controlan los actos de la
Administración central del Estado y los actos de los entes públicos con competencia
en todo el territorio nacional.
4. La Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional controla los actos
que vienen de ministros o secretarios de Estado, las resoluciones económico
administrativas, en materia de terrorismo o los actos de administraciones
independientes. Le corresponde la segunda instancia o apelación y los recursos de
revisión contra las sentencias firmes de los juzgados centrales.
5. La Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo se ocupa de
los actos del Consejo de ministros o de la Comisión delegada de Gobierno o actos de
los órganos constitucionales. Le corresponden los recursos de casación y los recursos
de revisión contra las sentencias firmes de la Audiencia Nacional, los Tribunales
Superiores y las secciones del Tribunal Supremo.
La competencia se atribuye al órgano jurisdiccional en cuya circunscripción tenga su sede el
órgano que hubiere dictado la disposición o el acto impugnado. Excepto:
- Cuando el recurso tenga por objeto actos administrativos en materia de personal,
propiedades especiales y sanciones será competente, a elección del demandante, el
juzgado en cuya circunscripción tenga aquél su domicilio o se halle la sede del órgano
autor del acto originario impugnado.
- Cuando se impugnan planes de ordenación urbana y actuaciones urbanísticas,
expropiatorias y las que comporten intervención administrativa en la propiedad
privada la competencia corresponderá al órgano jurisdiccional en cuya circunscripción
radiquen los inmuebles afectados.
Estas excepciones no se aplican cuando el acto afecte a una pluralidad de destinatarios.
El proceso contencioso-administrativo
Las partes en el proceso contencioso-administrativo
La capacidad para ser parte la ostentan las personas físicas y jurídicas que tienen capacidad
jurídica con arreglo al Derecho Civil; y los grupos afectados, uniones sin personalidad o
patrimonios independientes o autónomos, entidades todas ellas aptas para ser titulares de
derechos y obligaciones al margen de su integración en las estructuras formales de las
personas jurídicas, las cuales también tendrán capacidad procesal ante el orden jurisdiccional
contencioso-administrativo cuando la ley así lo declare expresamente. No es admisible la
interposición de recurso de una administración instrumental a una administración matriz ni
tampoco están legitimados los órganos de la misma administración salvo que una ley lo diga.
Además, las partes han de estar legitimadas lo que supone la existencia de un sujeto portador
de un derecho o de un interés legitimo y que estos hayan sido agredidos o desconocidos por
la disposición, acto, inactividad o vía de hecho de la Administración.
• La parte activa o demandante es la que ejercita el derecho de acudir ante el juez
afirmando la titularidad de un derecho o un interés y solicitando una pretensión.
Normalmente en el proceso contencioso lo son los particulares.
• La parte pasiva o demandada es el sujeto contra quien se dirige esa pretensión y que
se resiste u opone a concederla. Normalmente en el proceso contencioso lo es la
Administración. También lo serán los particulares en el proceso de lesividad en el que
la Administración impugna previa declaración de lesividad en el plazo de cuatro años,
o cuando los particulares entran en el proceso como codemandados junto con la
Administración.
Cuando son dos administraciones las partes en el proceso, la demandada será el organismo
autor del acto o disposición fiscalizados si el resultado de la fiscalización es aprobatorio; y será
la que ejerza la fiscalización si mediante ella no se aprueba íntegramente el acto o disposición.
Cuando se hable de potestad reglamentaria, la condición de demandada será tanto de la
administración autora del acto como de la autora de la disposición general aplicada en éste.
Cuando una Administración interponga recurso contra otra, podrá requerirla previamente
para que derogue la disposición anule o revoque el acto, haga cesar o modifique la actuación
material o inicie la actividad a que esté obligada; cuando no lo haga es cuando se acude a la
vía contencioso-administrativa.
Recursos que inician el proceso contencioso-administrativo
El control de la jurisdicción contencioso-administrativa se extiende no solo al acto y
reglamento sino también a la inactividad administrativa y a la vía de hecho.
1. Recurso contra actos y reglamentos. El recurso contencioso-administrativo es
admisible en relación con las disposiciones de carácter general y con los actos
expresos y presuntos de la administración que pongan fin a la vía administrativa, ya
sean definitivos o de trámite, si estos últimos deciden directa o indirectamente el
fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar con el procedimiento,
producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos.
- Recurso directo cuando se impugna la disposición en sí misma
- Recurso indirecto cuando se impugna el acto de aplicación de la disposición con
fundamento en la invalidez de aquella.
- Recurso de anulación pretende únicamente anular el acto.
- Recurso de plena jurisdicción pretende anular el acto y reconocer una situación
jurídica individualizada y adopta las medidas para su restablecimiento.
2. Recurso contra la inactividad administrativa se puede interponer
- Cuando la Administración, en virtud de una disposición general que no precise de
actos de aplicación o en virtud de un acto, contrato o convenio administrativo, esté
obligada a realizar una prestación concreta en favor de una o varias personas
determinadas. Si en el plazo de tres meses desde la reclamación, la Administración no
da cumplimiento se puede interponer el recurso contra la inactividad.
- Cuando la Administración no ejecute sus actos firmes. Si en el plazo de un mes desde
la solicitud de la ejecución del acto, este no se ejecuta, se puede interponer el recurso
contra la inactividad.
3. Recurso contra la vía de hecho se da contra actuaciones materiales que carecen de la
necesaria cobertura jurídica y lesionan derechos e intereses legítimos de cualquier
clase. En este caso, el interesado puede formular un requerimiento a la Administración
actuante intimando la cesación de la actividad administrativa perturbadora; cuando
ese requerimiento no hubiera sido formulado o atendido en los diez días siguientes a
su presentación, el interesado puede interponer el recurso contra la vía de hecho.
En todos los recursos, el juez puede solicitar una clarificación de las posiciones de las partes,
de las pretensiones de cada uno de ellos. La acumulación de diversas pretensiones en un
mismo proceso es posible siempre que se deduzcan en relación con el mismo acto, disposición
o actuación. Si no se estima pertinente la acumulación, el Tribunal ordenará a la parte que
interponga los recursos por separado en el plazo de 30 días. Además, se puede ampliar el
recurso a cualquier acto, disposición o actuación que guarde relación con el que sea objeto
del recurso en tramitación. La petición de las partes suspende el curso del procedimiento.
Medidas cautelares en el proceso contencioso-administrativo
Se permite solicitar medidas cautelares que suspendan los efectos de la disposición o acto
recurrido en cualquier estado del proceso. Estas podrán acordarse únicamente cuando la
ejecución del acto o la aplicación de la disposición pudieran hacer perder su finalidad legítima
al recurso. En los supuestos de inactividad o vía de hecho, la medida cautelar se adopta de
forma automática salvo que se aprecie con evidencia que no se dan las situaciones de
inactividad o de vía de hecho o la medida pueda producir una perturbación grave de los
intereses generales o de terceros.
El incidente cautelar se tramitará en pieza separada con audiencia de la parte contraria, en
un plazo que no excederá de diez días y será resuelto por auto dentro de los cinco días
siguientes. Contra el auto que acuerde medidas cautelares no se da recurso, pero se convoca
a las partes a una comparecencia que habrá de celebrarse en los tres días siguientes sobre el
levantamiento, mantenimiento o modificación de la medida cautelar adoptadas.
Las medidas cautelares estarán vigentes hasta que recaiga sentencia firme que ponga fin al
procedimiento en el que fueren acordados o hasta que este finalice por cualquiera de las
causas previstas en la ley. No obstante, las medidas cautelares podrán ser modificadas o
revocadas en cualquier momento del proceso si cambiaran las circunstancias.
Procedimiento contencioso-administrativo en primera o única instancia
1. Trámite de interposición del recurso: da inicio al proceso, pero no será necesario en
el recurso dirigido contra una disposición, acto, inactividad o vía de hecho en que no
existan terceros interesados que podrá iniciarse mediante demanda. El plazo para
interponer el recurso es de:
- Dos meses cuando el acto sea expreso y ponga fin a la vía administrativa. Se contará
desde el día siguiente a la publicación de la disposición impugnada o al de la
notificación o publicación del acto.
- Seis meses cuando el acto sea presunto y ponga fin a la vía administrativa. Se contará
para el solicitante y otros interesados a partir del día siguiente a aquel en que se
produzca el acto presunto; si media recurso de reposición desde el día siguiente a
aquel en que se produzca el acto presunto; y en el caso de proceso de lesividad desde
el día siguiente a la fecha de la declaración de lesividad.
- Si el acto no agota la vía administrativa primero se deberá agotar.
- Si es un acto contra la inactividad el plazo es de dos meses desde que vence el plazo
de obligación de prestación o el de supuesto de ejecución de un acto firme.
- Si es un acto contra la vía de hecho el plazo es de diez días desde el dia siguiente a la
terminación del plazo de otros diez días para que la Administración conteste el
requerimiento.
- Para litigios entre administraciones el plazo será de dos meses salvo que se establezca
lo contrario en la ley.
2. Trámite de publicidad del recurso: es la publicación de un anuncio con la interposición
del recurso en el periódico oficial que corresponda. La resolución por la que se admita
la remisión del expediente será notificada en el plazo de los cinco días siguientes a su
adopción, a todos los interesados que aparezcan en él. Esto es conocido como
«emplazamiento», lo que permite que estos puedan personarse como demandados,
si quisieran, en un plazo de 9 días. El expediente se reclama al órgano autor de la
disposición o acto impugnado y deberá ser remitido en el plazo improrrogable de
veinte días a contar desde que la comunicación judicial tenga entrada en el registro
general del órgano requerido. El emplazamiento de la Administración se entenderá
efectuado por la reclamación del expediente.
3. Trámite de admisión: el Juzgado o Sala, tras el examen del expediente administrativo,
declarará no haber lugar a la admisión del recurso cuando constare de modo
inequívoco y manifiesto: la falta de jurisdicción o la incompetencia del Juzgado o
Tribunal; la falta de legitimación del recurrente; haberse interpuesto el recurso contra
actividad no susceptible de impugnación, o haber caducado el plazo de interposición
del recurso. Antes de pronunciarse sobre la inadmisión se conceden 10 días para que
las partes aleguen y aporten documentos pertinentes.
4. Trámite de demanda: recibido el expediente administrativo en el Juzgado o Tribunal
y comprobados, y en su caso completados, los emplazamientos, por el secretario
judicial se acordará que se entregue al recurrente para que se deduzca la demanda en
el plazo de veinte días, o los que resten después de los invertidos en la formulación de
alegaciones previas sobre inadmisibilidad. Las partes demandadas podrán alegar,
dentro de los primeros cinco días del plazo para contestar la demanda, los motivos
que pudieren determinar la incompetencia del órgano jurisdiccional o la
inadmisibilidad del recurso. Si la demanda no se hubiere presentado dentro del plazo,
el Juzgado o Sala, de oficio, declarará por auto la caducidad del recurso. Se niega la
posibilidad de introducir en la demanda una reconvención.
5. La prueba: solo se puede abrir un periodo de prueba se condiciona a que las partes lo
soliciten por medio de otrosí, en los escritos de demanda y contestación y en los de
alegaciones complementarias. La apertura de este periodo se condiciona a una
valoración judicial que verse sobre si existe disconformidad en los hechos y que estos
sean de trascendencia para la resolución, salvo que se trate de sanciones en que
siempre habrá prueba cuando exista disconformidad en los hechos. El plazo es de 15
días para proponer y 30 días para practicar.
6. El periodo conclusivo o fase de recapitulación y valoración de lo actuado. Su
existencia se remite a la solicitud de las partes que, salvo que en esta Ley se disponga
otra cosa, podrán solicitar que se celebre vista, que se presenten conclusiones o que
el pleito sea declarado concluso, sin más trámites, para sentencia. Dicha solicitud
habrá de formularse por medio de otrosí en los escritos de demanda o contestación o
por escrito presentado en el plazo de cinco días contados desde que se notifique la
diligencia de ordenación declarando concluso el período de prueba. En el acto de vista
se da la palabra a las partes para que de forma sucinta expongan sus alegaciones y las
conclusiones se presentan en el plazo de 10 días. El pleito se declara concluso.
7. La terminación del proceso puede darse por:
- Sentencia que se dictará en el plazo de 10 días desde que el pleito se declare concluso.
La sentencia que declare la desestimación del recurso contencioso-administrativo solo
producirá efectos entre las partes. La estimación del recurso y la consecuente
anulación de un acto producirá efectos para todas las personas afectadas desde el día
que sea publicado su fallo. Las sentencias firmes que anulen un precepto de una
disposición general no afectarán por sí mismas a la eficacia de las sentencias o actos
administrativos firmes que lo hayan aplicado antes de que la anulación alcanzara
efectos generales, salvo en el caso de que la anulación del precepto supusiera la
exclusión o la reducción de las sanciones aún no ejecutadas completamente.
La estimación de pretensiones de reconocimiento o restablecimiento de una situación
jurídica individualizada solo producirá efectos entre las partes, aunque podrán
extenderse a terceros.
- Desistimiento del acto que consiste en una declaración de voluntad del actor por la
que abandona la acción ejercitada en el proceso, se puede desistir en cualquier
momento anterior a la sentencia. El desistimiento provoca que el acto recurrido se
declare firme o consentido salvo que la administración demandada reconozca
totalmente en vía administrativa las pretensiones del demandante dictándose un
nuevo acto total o parcialmente revocatorio del impugnado, donde el actor podrá
pedir que continúe el procedimiento en el estado en que se encontrase.
- Allanamiento del demandado donde el demandado acepta mediante una
manifestación de voluntad las pretensiones del actor, dictándose así sentencia de
conformidad a estas pretensiones. Si fuesen varios demandados, el procedimiento
sigue respecto de aquellos que no hubiesen allanado. Cuando se allanen los
demandados el plazo de alegaciones es de diez días, si se allana la administración, el
plazo de alegaciones es de cinco días.
- Conciliación judicial que consiste en que el juez somete a la consideración de las
partes el reconocimiento de hechos o documentos una vez formuladas la demanda y
la contestación, posibilitando alcanzar un acuerdo que ponga fin a la controversia,
cuando el juicio se promueva sobre materias susceptibles de transacción y cuando
verse sobre estimación de cantidad. El intento de conciliación no suspende el curso de
las actuaciones salvo que todas las partes lo soliciten y podrá producirse en cualquier
momento anterior a la declaración del pleito como concluso. Si las partes llegan a un
acuerdo, el juez dicta auto declarando terminado el procedimiento siempre que lo
acorado no fuera manifiestamente contrario al ordenamiento ni lesivo del interés
público o de terceros.
Procedimiento contencioso-administrativo abreviado
Conoce de los asuntos que se susciten sobre cuestiones de personal al servicio de las
Administraciones Públicas, sobre extranjería y sobre inadmisión de peticiones de asilo
político, asuntos de disciplina deportiva en materia de dopaje, así como todas aquellas cuya
cuantía no supere los 30.000 euros.
1. Se inicia por demanda.
2. Admitida la demanda, el secretario judicial acordará su traslado al demandado,
citando a las partes para la celebración de vista, y requerirá a la Administración
demandada que remita el expediente administrativo con al menos quince días de
antelación del término señalado para la vista. El procedimiento puede ser
abreviadisimo cuando no se haga vista porque la parte demandante así lo solicite por
medio otrosí en su demanda y si la parte o partes demandadas no solicitan su
celebración declarando concluso el pleito sin más trámite una vez se conteste a la
demanda, salvo que el juez o tribunal hicieran uso de la facultad de acordar de oficio
el recibimiento a prueba y disponer la práctica de cuantas considere pertinentes para
una decisión correcta del asunto. En el caso de interrogatorios, se propondrán
verbalmente sin admitirse pliegos. Tampoco se admiten escritos de preguntas y
repreguntas para la prueba testifical. Además, si el número de testigos fuera excesivo
y sus manifestaciones reiterativas, el órgano judicial podrá limitarlos. En el caso de la
prueba pericial, no serán de aplicación las normas sobre insaculación de peritos.
3. El juez dictará sentencia en el plazo de diez días desde la celebración de la vista.
Recursos a las resoluciones judiciales del contencioso-administrativo
Todas las resoluciones judiciales pueden impugnarse a través de:
1. Recurso de súplica se interpone ante el propio órgano jurisdiccional autor de la
resolución quien igualmente lo resuelve. Se admite contra las providencias y autos no
susceptibles de apelación o casación salvo contra los expresamente exceptuados por
la ley y salvo los autos que resuelvan los recursos de súplica, los de aclaración y las
solicitudes de revisión de diligencias de ordenación. Se interpone en 5 días desde el
día siguiente al de la notificación de la resolución impugnada sin efecto suspensivo. Se
dará traslado del escrito en 3 días y en el tercer día el órgano resolverá.
2. Recurso de apelación se interpone ante el órgano superior al autor. Se admite contra
los autos de los juzgados de lo contencioso-administrativo y los de los juzgados
centrales de lo contencioso-administrativo ante las salas de lo contencioso-
administrativo de tribunales superiores de justicia y de la Audiencia Nacional que
versen sobre medidas cautelares, ejecución de sentencia, inadmisión del recurso
contencioso-administrativo o sobre las autorizaciones de entradas en domicilio y los
recaídos sobre ejecución provisional de la sentencia en los incidentes seguidos para
extender a terceros una sentencia estimatoria en materia tributaria y de personal. No
serán apelables los que se refieran a asuntos cuya cuantía no exceda de 30.000 euros
en materia electoral. Se interpone en los 15 días siguientes a su notificación y tiene
efecto suspensivo sobre la ejecución de la sentencia. Corresponde resolver al Tribunal
Superior, las salas de lo contencioso de los tribunales superiores y de la Audiencia.
3. Recurso de casación se interpone ante la Sala de lo Contencioso-administrativo del
Tribunal Supremo contra las sentencias de los juzgados de lo contencioso-
administrativo solamente cuando contengan doctrina que resulta dañosa para los
intereses generales, contra las sentencias dictadas por la Audiencia Nacional y contra
las sentencias de las Salas de lo contencioso de Tribunales Superiores de Justicia si el
recurso pretende fundarse en infracción de normas estatales o europeas. Se presenta
en la Sala de instancia en el plazo de 30 días desde el siguiente al de la notificación de
la resolución que se recurre, estando legitimados para ello quienes hayan sido parte
en el proceso o debieran haberlo sido. El emplazamiento se ordenará dentro de los 30
días. El Tribunal Supremo podrá acordar sólo si las características del asunto lo
aconsejan, oír a las partes personadas dentro de esos 30 días acerca de si el recurso
presenta interés casacional objetivo para la formación de jurisprudencia. Aún así, la
admisión a trámite del recurso será decidida por una Sección de la Sala de lo
contencioso del Tribunal Supremo. No cabrá recurso contra la inadmisión. La
preparación del recurso de casación no impedirá la ejecución provisional de la
sentencia recurrida. Admitida a trámite, la parte recurrente tiene 30 días desde la
notificación para presentar el escrito de interposición del recurso de casación. La
sentencia fijará la interpretación de aquellas normas estatales o la que tenga por
establecida o clara de las de la Unión Europea sobre las que se considero el
pronunciamiento del Tribunal Supremo.
4. Recurso extraordinario de revisión se interpone ante las Salas de lo contencioso-
administrativo de los tribunales superiores de justicia de las CCAA o ante la Sala de lo
contencioso-administrativo del Tribunal Supremo contra sentencias firmes por
motivos excepcionales como la aparición de documentos decisivos, documentos
falsos, testigos condenados por falso testimonio o casos de cohecho, prevaricación,
violencia u otra maquinación fraudulenta; y contra resoluciones judiciales firmes
cuando el Tribunal Europeo haya declarado que dicha resolución ha sido dictada en
violación de los derechos humanos. Regirán las disposiciones de la ley de
Enjuiciamiento Civil para sus plazos, procedimiento, etc.
Ejecución de las resoluciones judiciales del contencioso-administrativo
La potestad de hacer ejecutar las sentencias y demás resoluciones judiciales corresponde
exclusivamente a los juzgados y tribunales del orden contencioso-administrativo, y su
ejercicio compete al que haya conocido del asunto en primera o única instancia. Tras que la
sentencia sea firme, el secretario judicial ha de comunicarlo en diez días al órgano que hubiere
realizado la actividad objeto de recurso para que la lleve a puro y debido efecto y practique
lo que exija el cumplimiento de las declaraciones contenidas en el fallo y en el mismo plazo
que se le indique. Transcurridos dos meses desde la comunicación o desde el plazo fijado en
la sentencia y no haberse ejecutado la sentencia, las partes podrán instar la ejecución forzosa.
No podrá nunca suspenderse el cumplimiento ni declararse la inejecución total o parcial del
fallo ya que, si incurren causas de imposibilidad de ejecución de la sentencia, el órgano debe
manifestarlo a la autoridad judicial para que se busque una solución.
- Cuando la Administración fuere condenada al pago de cantidad líquida, el órgano
encargado de su cumplimiento acordará el pago con cargo al crédito correspondiente
de su presupuesto que tendrá siempre la consideración de ampliable. Transcurridos
tres meses desde que la sentencia firme sea comunicada al órgano que deba
cumplirla, se podrá instar a la ejecución forzosa.
- Si la sentencia firme anulase total o parcialmente el acto impugnado, el secretario
judicial dispondrá, a instancia de parte, de la inscripción del fallo en los registros
públicos a que hubiere tenido acceso el acto anulado, así como su publicación.
- Si la sentencia fuere de condena a realizar una determinada actividad, el juez podrá,
en caso de incumplimiento ejecutar la sentencia a través de sus propios medios o
adoptar las medidas necesarias para que el fallo adquiera eficacia.
Los efectos de una sentencia firme se extienden a terceros si la sentencia versa sobre materia
tributaria o de personal al servicio de las administraciones públicas, y asimismo en los casos
de suspensión de la tramitación de procesos análogos a otros que se tramiten con
preferencia, y precisamente con la finalidad de extender después los efectos de la sentencia
a aquellos retenidos en su curso procesal.
Procesos especiales del contencioso-administrativo
1. El proceso de protección de derechos fundamentales se interpone cuando la
disposición, la actuación o el acto incurren en cualquier infracción del ordenamiento
jurídico, incluida la desviación de poder y como consecuencia de esta vulneran un
derecho de los susceptibles de amparo. El plazo de interposición es de 10 días desde
el día siguiente al de la notificación del acto, publicación de la disposición impugnada,
requerimiento para el cese de la vía de hecho o transcurso del plazo fijado para la
resolución. La tramitación se hará en ocho días, el periodo probatorio es de veinte días
y conclusas las actuaciones, la sentencia se dictará en cinco días.
2. La cuestión de ilegalidad de una disposición general se plantea ante el tribunal
competente cuando un juez o tribunal hubiese dictado sentencia estimatoria por
considerar ilegal el contenido de la disposición general aplicada pero no sea
competente para anularla en un recurso directo. Se hará dentro de los 5 días
siguientes a aquel en que conste en las actuaciones la firmeza de la sentencia y habrá
de ceñirse exclusivamente a aquel o aquellos preceptos reglamentarios cuya
declaración de ilegalidad haya servido de base para la estimación de la demanda. La
eventual y posterior sentencia que confirme la validez del reglamento no afectará en
nada a la primera.
3. La suspensión administrativa previa de acuerdos de las corporaciones o entidades
públicas debe ir seguida de la impugnación o traslado de aquellos ante la jurisdicción
contencioso-administrativa en el plazo de 10 días desde que la suspensión se dictara.
Celebrada la vista o deducidas las alegaciones, se dictará sentencia por la que se anule
o confirme el acto o acuerdo objeto del recurso, disponiendo lo que proceda en
cuanto a la suspensión.
4. En los casos de declaración judicial de extinción de partidos políticos rige los dispuesto
en el procedimiento abreviado, pero:
- En la demanda deberá especificarse los motivos de la extinción
- El plazo de dos meses para la presentación de la demanda se cuenta a partir del dia
siguiente al vencimiento del plazo de seis meses después del apercibimiento
practicado por el Registro de partidos políticos
- Cuando la sentencia declare la extinción, será notificada al registro
La Actividad administrativa
1. Actividad de limitación o de policía
2. Actividad de fomento o incentivadora
3. Actividad de prestación o de servicio público
4. Actividad administrativa-sancionadora
5. Actividad arbitral
Los principios de la actividad administrativa
- Principio de intercambiabilidad de las técnicas de intervención administrativa: es
posible alcanzar un mismo fin público con diversas formas de intervención que se
pueden combinar y sustituir unas por otras.
- Principio de legalidad o de norma previa: para toda actividad limitativa o
sancionadora se exige la regulación precisa por normal legal, pero para las actividades
de servicio público y fomento es suficiente la simple previsión o apoderamiento legal.
- Principio de igualdad: a supuestos de hecho iguales deben aplicárseles consecuencias
iguales y las diferencias de trato han de justificarse adecuadamente.
- Principio de proporcionalidad y favor libertatis: los medios empleados se han de
corresponder con los resultados y se ha de adoptar la medida menos restrictiva
siempre que se establezcan medidas que limiten el ejercicio de derechos individuales
o colectivos o exijan el cumplimiento de requisitos para el desarrollo de un actividad.
- Principio de buena fe: este principio se quebranta cuando una de las partes actúa
contra sus propios actos, abusa de la nulidad por motivos formales, ejercita un
derecho con retraso o abusa de sus prerrogativas.
- Principio de confianza legítima: la Administración no debe variar su conducta si con
ella ha generado el administrado expectativas razonables de continuidad.
- Principio del interés público: la Administración debe actuar en favor del interés
común que, aunque no beneficie a la totalidad de la comunidad, si favorece al menos
a una fracción importante de sus miembros.
La Actividad administrativa de limitación o de policía es aquella forma de
intervención mediante la cual la Administración restringe la libertad, los derechos o la
actividad de los particulares, pero sin sustituir con su actuación la actividad de estos. La
actividad administrativa de limitación requiere en todo caso que la incidencia negativa de esta
sobre la libertad y derechos de los particulares sea consecuencia del ejercicio concreto de una
potestad administrativa con un acto de por medio.

Las formas de limitación que la Administración puede llevar a cabo son, de mayor a menor:
1. La limitación de sacrificio o privación de derechos o facultades en favor de un interés
público mediante una indemnización.
2. La prohibición u orden formal de hacer o la imposición de una determinada conducta.
3. El sometimiento del ejercicio de un derecho a una autorización.
4. Los deberes o cargas que la Administración puede exigir a los administrados de
comunicar determinados comportamientos o actividades.
En la ley 25/2009, las técnicas o medios de limitación de la actividad de los ciudadanos son:
a. Ordenanzas y bandos
b. Sometimiento a previa licencia y otros actos de control preventivo
c. Sometimiento a comunicación previa o declaración responsable.
d. Sometimiento a control posterior al inicio de la actividad, a efectos de verificar el
cumplimiento de la normativa reguladora de la misma
e. Órdenes individuales constitutivas de mandato para la ejecución de un acto o la
prohibición de este.
También se limita la actividad de los administrados a través de reglamentos.

La autorización, permiso, licencia o carné es un acto declarativo que presupone la


preexistencia en el sujeto autorizado de un derecho subjetivo a realizar la actividad, cuyo libre
ejercicio permite la autorización, removiendo los límites o condiciones establecidos a dicho
ejercicio una vez comprobado que se cumplen las condiciones a su ejercicio y no es contrario
al interés público. Las diferencias con la concesión son que la autorización:
- Es un acto declarativo, no constitutivo.
- No admite discrecionalidad en su otorgamiento
- No hay limitación en el número de beneficiarios del derecho o actividad ejercitada
(nuestro ordenamiento distingue entre autorizaciones abiertas a todos y limitadas a
un número determinado).
• La autorización se otorga a solicitud de los interesados sin perjuicio de terceros.
• La autorización intuito personae no es transmisible pero el resto si son transmisibles.
• Las autorizaciones se extinguen por la ejecución de la actividad autorizada o por el
transcurso del plazo por el que fueron otorgadas, por su revocación o anulación.

La declaración responsable es el documento suscrito por un interesado en el que este


manifiesta bajo su responsabilidad, que:
- cumple con los requisitos establecidos en la normativa vigente para obtener el
reconocimiento de un derecho o facultad o para su ejercicio,
- dispone de la documentación que así lo acredita y que la pondrá a disposición de la
administración cuando le sea requerida,
- y que se compromete a mantener el cumplimiento de las anteriores obligaciones
durante el período de tiempo inherente a dicho reconocimiento o ejercicio.
• Se ha de realizar siempre antes del ejercicio del derecho o el inicio de la actividad, ya
que solo tiene efectos desde el día de su presentación, sin perjuicios de las facultades
de comprobación, control e inspección de las administraciones.
La comunicación previa es aquel documento mediante el que los interesados ponen en
conocimiento de la administración competente donde se recogen sus datos identificativos o
cualquier otro dato relevante para el inicio de una actividad o el ejercicio de un derecho.
• Cuando la legislación lo prevea expresamente, la comunicación se puede realizar
después de iniciar la actividad.
• Al igual que en la declaración responsable, la inexactitud, falsedad u omisión, de
carácter esencial, de cualquier dato o información que se incorpore o la no
presentación, determinará la imposibilidad de continuar con el ejercicio del derecho
o actividad afectada.

La orden es un acto por el que la Administración, sobre la base de una potestad de


supremacía, hace surgir a cargo de un sujeto un deber de conducta positivo (mandato) o
negativo (prohibición), cuya inobservancia expone al obligado a una sanción en caso de
desobediencia.
• Pueden presentarse como regla general sin necesidad de acto administrativo o bien
requerir acto administrativo.
• Pueden estar legitimadas por una potestad de supremacía general que afecta a todos
los ciudadanos, o bien configurarse dentro de una relación de supremacía especial o
de una relación jerárquica donde la orden no tiene efecto limitativo de derechos.
La Actividad administrativa de fomento o incentivadora es aquella forma de
intervención mediante la cual la Administración estimula o dirige la acción privada hacia fines
de interés general mediante el otorgamiento de incentivos diversos sin usar la coacción ni
crear servicios públicos. Los incentivos pueden ser a través de medidas honoríficas,
económicas, y jurídicas.

Los incentivos económicos orientan libremente la acción del beneficiario hacia el fin y
constituyen un título habilitante que permite a la administración intervenir, coordinar y
controlar las actuaciones privadas del sistema de mercado apoyadas por ayudas públicas.
- Pueden suponer para la administración una pérdida de ingresos o ser una efectiva
salida de dinero público hacia el beneficiario.
- Pueden ser previas o posteriores a la actividad que se trata de incentivar
- Pueden tener por destinatarios a simples particulares o empresas para influir o
condicionar la coyuntura económica, a personas o entidades que tienen
encomendadas funciones de servicio público y otras que tienen por destinataria a otra
administración normalmente inferior.
• Están sujetos al principio de legalidad: “todo beneficio fiscal que afecte a los atributos
del Estado deberá establecerse en virtud de una ley”. Será inexigible la obligación
dinerario de un ente público que no esté reflejada en una ley y serán nulos de pleno
derechos los actos con rango inferior a ley que supongan compromisos de gastos por
cuantía superior al importe de los créditos presupuestados.
• Están sujetos al principio de igualdad, transparencia, publicidad y libre concurrencia.

La subvención es toda disposición dineraria realizada por una administración pública a favor
de personas públicas o privadas y que:
- la entrega se realice sin contraprestación directa de los beneficiarios
- la entrega esté sujeta al cumplimiento de un determinado objetivo
- el proyecto, la acción, conducta o situación financiada tenga por objeto el fomento de
una actividad de utilidad pública o interés social o de promoción de una finalidad
pública.
• No son subvenciones las aportaciones dinerarias entre diferentes administraciones ni
las aportaciones dinerarias en concepto de cuotas
• Son de naturaleza jurídico administrativa y son competencia de la jurisdicción
contencioso-administrativa.
• Su validez depende de que su otorgamiento se ajuste a un procedimiento en el que se
respeten los principios de publicidad, trasparencia, concurrencia, objetividad,
igualdad y no discriminación. Así como respetar el principio de libre competencia.
• Son beneficiarios aquellas personas que hayan de realizar la actividad que fundamenta
el otorgamiento de la subvención o que se encuentran en la situación que legitima su
concesión y, cuando se prevea en las bases reguladores, las comunidades de bienes o
cualquier otro tipo de unidad económica que, aun careciendo de personalidad
jurídica, pueda llevar a cabo los proyectos o actividades que motiven la concesión. No
pueden ser beneficiarios en caso de delito, en caso de haber resuelto indebidamente
un caso de la administración, o no estar al corriente de pago. La obligación de los
beneficiarios es cumplir con el objetivo, ejecutar el proyecto, realizar la actividad o
adoptar el comportamiento que fundamenta la concesión de las subvenciones.
• Se permite la técnica de la concesión donde se distribuyan las concesiones a través de
una entidad colaboradora que entregue y distribuya los fondos públicos a los
beneficiarios actuando en nombre y por cuenta del órgano concedente a todos los
efectos relacionados con la subvención, o que colabore en la gestión de la subvención.
• El procedimiento de otorgamiento de las subvenciones puede ser:
- Ordinario de concurrencia competitiva: se inicia siempre de oficio y tiene por objeto
establecer, mediante la comparación de las solicitudes presentadas, una prelación
entre las mismas de acuerdo con los criterios de valoración previamente fijados en las
bases reguladoras y la convocatoria. Tras la evaluación de las solicitudes presentadas,
se emitirá un informe con la propuesta de resolución provisional y se concede un plazo
de diez días para presentar alegaciones. El otorgamiento se hará por resolución
motivada y se dicta en el plazo no superior de seis meses desde la publicación de la
convocatoria correspondiente.
- De concesión directa: se aplica a las subvenciones previstas nominativamente y en su
cuantía en los presupuestos del estado, autonómicos o locales, aquellas cuyo
otorgamiento venga impuesto en norma legal o aquellas en que se acrediten razones
de interés público, social, económico o humanitario u otras debidamente justificadas
que dificulten su convocatoria pública.
• Se permite que el beneficiario de la subvención ejecute la actividad subvencionada
por medio de la subcontratación, total o parcial, cuando la normativa reguladora de
la subvención así lo prevea salvo que se trate de actividades que no aporten valor
añadido al contenido de esta. El beneficiario podrá subcontratar hasta un porcentaje
que no exceda el 50% del importe cuando no figure porcentaje en la legislación
reguladora. Cuando la actividad concertada exceda el 20% del importe o el importe
sea mayor a 60.000 euros, la subcontratación se somete al cumplimiento de que el
contrato se celebre por escrito y se autorice previamente por la entidad que
subvenciona.
• Los beneficiarios y entidades colaboradoras tienen la obligación solidaria de reintegro
en caso de incumplimiento al ente concedente de las cantidades percibidas y la
exigencia del interés de demora legal del dinero incrementado en un 25% desde el
momento del pago de la subvención. La obligación de reintegro es independiente de
las sanciones que resulten exigibles y prescribirá a los cuatro años el derecho de la
administración a reconocer o liquidar el reintegro.
• La intervención general del estado es quien controla las subvenciones estatales, salvo
las de las entidades gestoras de la seguridad social. Sigue un control cuando en el
desarrollo de la actividad subvencionada se deduzcan indicios de la incorrecta
obtención, destino o justificación de la subvención percibida. El control finaliza con la
emisión de un informe sobre la procedencia de reintegrar la totalidad o parte de la
subvención y el órgano gestor debe coordinar el inicio del reintegro o la discrepancia
motivada. Las discrepancias entre el departamento y la intervención general serán
resueltas por el consejo de ministros cuando la disconformidad se refiere a un importe
superior a 12 millones de euros y por la comisión delegada del gobierno para los
demás casos.
La Actividad administrativa de prestación o servicio público es aquella
forma de intervención mediante la cual la Administración satisface directamente una
necesidad pública a través de la prestación de un servicio a los administrados.
Los principios generales de la prestación de servicios son:
- Principio de legalidad: corresponde al poder legislativo el reconocimiento de una
actividad como de interés general y la dotación de los créditos necesarios para su
satisfacción mediante la creación de un servicio público.
- Principio de continuidad: el servicio público debe desarrollarse de forma
ininterrumpida de acuerdo con la naturaleza de la prestación.
- Principio de perfectibilidad o adaptabilidad: quien presta los servicios públicos está
obligado a incorporar la prestación que suministra a los usuarios del servicio los
adelantos técnicos que se vayan produciendo.
- Principio de neutralidad: los servicios públicos se deben prestar sin fines partidistas,
ni como medio de propaganda o de favoritismo.
- Principio de igualdad: se debe dar un trato igual para todos los que tienen derecho de
acceso al servicio y se prohíbe todo trato discriminatorio.
- Principio de gratuidad: cuando se derive de la naturaleza del servicio o venga impuesto
por una norma constitucional o legislativa específica.
La relación de prestación puede ser de gestión directa entre la Administración y el
beneficiario o gestión indirecta que se da entre la administración que la desempeña, el
concesionario que en nombre de ella actúa y el ciudadano o beneficiario.
• Cuando se trata de un régimen de prestación directa por un ente administrativo o un
establecimiento público, la competente para la efectividad de la relación de
prestación es la jurisdicción contencioso-administrativa. Si la gestión es indirecta la
competente es la jurisdicción civil. En ambos casos, el beneficiario puede denunciar
ante la administración de la que depende la entidad prestadora del servicio y la
impugnación posterior de sus resoluciones o inactividad ante la justicia administrativa.
• El particular o beneficiario tiene derecho a ser admitido al disfrute del servicio si reúne
las condiciones legalmente establecidas
• El beneficiario tiene el deber de observar las normas de funcionamiento del servicio y
la obligación de satisfacer la contraprestación económica en el caso de que el servicio
no fuese gratuito. Las contraprestaciones económicas pueden ser:
- Tasas: atributos impuestos en servicios o actividades que no sean de solicitud
voluntaria para los administrados ni se presten o realicen por el sector privado. Su
importe no puede exceder del coste real o previsible del servicio.
- Precios públicos: contraprestaciones pecuniarias cuando los servicios o actividades
sean de solicitud voluntaria y se presten o realicen también por el sector privado. Su
importe cubrirá, como mínimo, los costes reales o previsibles del servicio.
- Tarifas o simple precio privado: cuando la gestión es indirecta o concesional. Su
importe deberá ser suficiente para la autofinanciación del servicio de que se trate.
Las formas de gestión indirecta son:
- Concesión: el empresario gestiona el servicio a su propio riesgo y ventura.
- Gestión interesada: administración y empresario participan en la gestión del servicio.
- Concierto: la gestión está en manos de una persona natural o jurídica que venga
realizando prestaciones análogas a las del servicio público de que se trate.
- Sociedad de economía mixta: la administración gestiona por medio de una entidad
pública en concurrencia con personas naturales o jurídicas.
La Actividad administrativa sancionadora es aquella que impone una sanción a
los particulares presuponiendo una infracción o conducta antijurídica por su parte.

Las sanciones administrativas son cualquier mal infringido por la administración a un


administrado, como consecuencia de una conducta ilegal, resultado de un procedimiento y
con una finalidad puramente represora. Las sanciones consisten en la pérdida de derechos
que el propio ordenamiento administrativo reconoce y reglamenta y de los que priva
justamente por su infracción. Pueden clasificarse en:
• Sanciones de policía general o de orden público: competencia de las autoridades
gubernativas generales
• Sanciones sectoriales: a cargo de administración especializada
• Sanciones que traen causa en una relación de supremacía especial

La imposición de sanciones por parte de la Administración se ve limitada por:


- El principio de legalidad: “nadie podrá ser sancionado por acciones u omisiones que
en el momento de producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa,
según la legislación vigente”. En el ámbito administrativo basta con una cobertura
legal, es decir, solo se exige cubrir con ley formal una descripción genérica de las
conductas sancionables y las clases y cuantía de las sanciones, pero con posibilidades
de remitir a la potestad reglamentaria la descripción pormenorizada de las conductas
ilícitas, es decir, la tipicidad. Así, se establece la reserva de ley en materia de
infracciones y sanciones administrativas, pero, asimismo, para las sanciones, se
permite también la regulación complementaria por reglamentos.
- El principio de retroactividad: “Las disposiciones sancionadoras producirán efecto
retroactivo en cuanto favorezcan al presunto infractor, tanto en lo referido a la
tipificación de la infracción como a la sanción y a sus plazos de prescripción, incluso
respecto de las sanciones pendientes de cumplimiento al entrar en vigor la nueva
disposición” y se prohíbe la analogía.
- El principio de culpabilidad: “solo podrán ser sancionadas por hechos constitutivos de
infracción administrativa las personas físicas y jurídicas, así como, cuando una ley les
reconozca capacidad de obrar, los grupos afectados, las uniones y entidades sin
personalidad jurídica y los patrimonios independientes o autónomos, que resulten
responsables de los mismos a título de dolo o culpa”. La sanción se gradúa en función
de la culpabilidad o la existencia de intencionalidad según el principio de
proporcionalidad. En los supuestos de autoría múltiple se aplica la regla de
responsabilidad solidaria de las infracciones que se cometan y de las sanciones que se
impongan, excepto cuando la sanción sea pecuniaria puesto que esta se
individualizará en cuanto sea posible.
- El principio de interdicción de las penas de privación de libertad: “las sanciones
administrativas en ningún caso pueden implicar, directa o subsidiariamente, la
privación de libertad. Además de que “el establecimiento de sanciones pecuniarias
deberá prever que la comisión de las infracciones tipificadas no resulte más
beneficiosa para el infractor que el cumplimiento de las normas infringidas”.
- El principio de proporcionalidad: “en la determinación normativa del régimen
sancionador, así como en la imposición de sanciones se deberá observar la debida
idoneidad y la necesidad de la sanción a imponer y su adecuación a la gravedad del
hecho constitutivo de la infracción”.
“cuando lo justifique y se den las circunstancias concurrentes, el órgano competente
para resolver podrá imponer la sanción de grado inferior” y “cuando de la comisión de
una infracción derive necesariamente la comisión de otra u otras, se deberá imponer
únicamente la sanción correspondiente a la infracción más grave”.
- El principio responsabilidad civil: “las responsabilidades administrativas que se
deriven de la comisión de una infracción serán compatibles con la exigencia al
infractor de la reposición de la situación alterada, así como la indemnización sin
intervención de la vía judicial”.
- El principio non bis in ídem: no se puede imponer sanciones penales a un mismo
sujeto y respecto de este hecho o comportamiento.
- El respeto de los derechos de defensa reconocidos en el artículo 24 de la CE.
- La autoridad judicial: las autoridades administrativas no pueden sancionar unos
hechos que el tribunal penal ha declarado inexistentes o no probados. Así, se prefiere
a la jurisdicción penal: “en los procedimientos de carácter sancionador, los hechos
declarados probados por resoluciones judiciales penales firmes vincularán a las
administraciones públicas respecto de los procedimientos sancionadores”.

El ejercicio de la potestad sancionadora debe contener unas garantías:


1. Existencia de un procedimiento sancionador legal o reglamentariamente
establecido: no se podrá imponer una sanción sin que se haya tramitado el necesario
procedimiento. El procedimiento sancionador se rige por las mismas normas que el
procedimiento administrativo común salvo en que es siempre de oficio, y es
fundamental el acuerdo de iniciación.
2. Separación entre la fase instructora y la sancionadora.
3. Derecho a audiencia y defensa: el presunto responsable de la infracción tiene derecho
a ser notificado de los hechos que se le imputan, a formular alegaciones y utilizar los
medios de defensa (“todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de
los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derecho e intereses legítimos sin que
pueda producirse indefensión”) y los demás derechos del artículo 35 de la ley 40/2015.
4. Derecho a la presunción de inocencia: “existe derecho a la presunción de no
existencia de responsabilidad administrativa mientras no se demuestre lo contrario”.
Toda imposición de sanción requiere actividad probatoria de los acusadores y nunca
del acusado. Además, las actas de los funcionarios tendrán valor probatorio de prueba
sin perjudicar la posibilidad de los particulares de aportar otros medios de prueba.
5. Derecho a no declarar contra sí mismo o a no declarar
6. Derecho a la asistencia letrada únicamente para los procesos penales por delito
7. Principio de nulla poena sine iudicio: la imposición de una pena exige la previa
realización de la conducta sancionada como delito en la ley penal. Así, la ejecutoriedad
de los actos sancionadores queda suspendida cuando se interponen los recursos
administrativos y jurisdiccionales.

La responsabilidad aplicable a las infracciones y sanciones administrativas se extingue por:


• Muerte del infractor: la pena o sanción no se trasmite a los herederos.
• Cumplimiento de sanción o pago de multa: existe el pronto-pago que supone que
cuando la sanción tenga carácter pecuniario, el órgano competente aplicará
reducciones de, al menos, el 20% sobre el importe de la sanción propuesta, siendo
éstos acumulables entre sí.
• Derecho de gracia: amnistía que supone el olvido del delito y el indulto que supone
una reducción o extinción de la pena. No se pueden dar indultos generales, pero sí
amnistía. No pueden revocarse ninguna de las dos medidas de gracia.
• Prescripción: el plazo de las infracciones muy graves es de 3 años, las graves 2 años y
las leves 6 meses. El plazo de prescripción empezará a contarse desde el dia en que se
cometió la infracción, interrumpiéndose cuando se inicia el procedimiento
sancionador y se reanuda si este se paraliza más de un mes por causa no imputable.
La Actividad administrativa arbitral es aquella que se da cuando la Administración
arbitra sobre bienes o derechos de particulares en ejercicio de una potestad administrativa
atribuida por la ley. El arbitraje está institucionalizado como sustitutivo de los recursos
administrativos, sin afectar a la interposición de recurso judicial contencioso-administrativo.

La potestad arbitral institucional nace de la necesidad funcional de incidir, por razones de


eficacia, sobre derechos privados en los múltiples sectores de la intervención pública, donde,
además de la finalidad de garantizar la justa resolución de un conflicto entre particulares, se
presenta un interés público concurrente en el seguimiento y resultados de la aplicación
generalizada de la norma. Así, el supuesto de hecho para calificar a un acto administrativo de
arbitral es la existencia de un conflicto en que se enfrentan dos o más sujetos con
pretensiones opuestas e inconciliables, y cuya resolución está atribuida por ley a la
Administración de forma obligatoria y vinculante para ambos contendientes. Se regula por la
ley 39/2015 y es un arbitraje institucional donde es un órgano administrativo ad hoc el que
ejercita las funciones de arbitro. Esta potestad está limitada por:
- La obligación de la administración de resolver el conflicto mediante un acto
administrativo y a través de un procedimiento regulado.
- La obligación de que el procedimiento se regule por real decreto ajustándose a los
principios de audiencia, libertad de prueba, contradicción e igualdad.
- El principio de neutralidad del órgano administrativo
- El principio de igualdad y medios de defensa
- El principio general de ejecutoriedad en la fase ejecutoria del acto administrativo.
- La obligación de que ese acto se enjuicie por la vía jurisdiccional contenciosa

La potestad arbitral voluntaria de derecho privado se da cuando la Administración


gestiona o administra el arbitraje a través de la creación de órganos mixtos, representativos
de la Administración y de los sectores interesados que ejercerán las funciones de árbitro. Esta
potestad arbitral esta sujeta a las normas de la ley 60/2003. Esta potestad está desprovista
del principio de ejecutoriedad por la propia administración puesto que la ejecución del laudo
será ejercida por el juez de primera instancia del lugar donde se haya dictado y, en cuando a
la recurribilidad, el laudo es susceptible únicamente de recurso ordinario de anulación ante
la Audiencia Provincial del lugar en el que se haya dictado y por las causas tasada. Para los
laudos firmes solo cabe recurso de revisión.

La función arbitral también se puede dar entre particulares:


• Cuando se trata de bienes públicos susceptibles de utilización privativa por los
particulares como bienes afectos al fomento de la riqueza nacional. La función arbitral
ordena el aprovechamiento de estos recursos.
• Cuando se trata de auxilios y salvamentos y responsabilidades por accidentes
marítimos.
• Cuando se trata de materias como la propiedad inmobiliaria, la propiedad industrial
o la intelectual.
• Cuando se trate de conflictos patrimoniales se atribuyen las competencias arbitrales
a la Dirección General de Trabajo

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