Está en la página 1de 5

Osorio 1

Gustavo Osorio de Ita

Diplomado en Teoría y Crítica Literaria

5 de julio de 2018

Relectura de “La muchacha mala de la historia” desde la historia

La figura de María Emilia Cornejo (Lima, 1949-1972) ha representado

recientemente, dentro del panorama contemporáneo de la poesía hispanoamericana, una

figura autoral que complejiza las relaciones entre obra y autor. Por consiguiente, considero

la obra poética de la poeta peruana, titulada En la mitad del camino recorrido (Poesía

reunida) (1989), puede ser considerada a partir de la historiografía literaria como un

fenómeno tanto de los procesos de producción como de recepción de un discurso femenino

lírico contemporáneo, así como de la vinculación dialéctica que existe entre ambos.

El caso de Cornejo sostengo es particular puesto que, a partir de las siguientes

declaraciones de José Rosas Ribeyro (2007) al diario Intermezzo tropical, la autoría de la

producción poética de Cornejo se vio cuestionada. Aquí las declaraciones de quien, en los

años 60, fuese compañero de taller de la poeta peruana:

“Soy la muchacha mala de la historia", "Como tú lo estableciste" y

"Tímida y avergonzada" son el resultado de un trabajo de montaje y

construcción que en 1973 hicimos al alimón Elqui Burgos y yo en base a

los textos que nos alcanzó Hildebrando Pérez un año después de la

muerte de María Emilia Cornejo. (…) Alentados por Hildebrando Pérez,

Elqui Burgos y yo utilizamos el mundo desgarrado, angustiado,

autodestructivo y muy personal que se percibía en los apuntes


Osorio 2

desordenados, "dislocados" de María Emilia Cornejo para construir tres

poemas que queríamos "redondos". (Rosas 124-127)

Desde la perspectiva historiográfica, las declaraciones de Rosas Ribeyro implican el

replanteamiento de un enunciado –la obra poética de Cornejo, en particular los tres poemas

que menciona Ribeyro– a partir de una nueva propuesta de la instancia de enunciación

desde donde fueron emitidos. Estos tres poemas, que forman parte de la antología antes

mencionada, fueron publicados por primera vez por el movimiento Flora Tristán en Perú.

En dicha publicación, a manera de prólogo, Mariella Sala, directora en ese entonces del

Centro Flora Tristán, establecía:

Tan sólo con sus poemas conocidos "La Muchacha Mala de la Historia",

"Como tú lo estableciste" y "Tímida y avergonzada", ocupó un lugar en

la literatura peruana actual. Con ellos, la poeta nos invitó a dar una nueva

mirada a la vida que ha sido recogida por las nuevas generaciones de

mujeres. Los poemas que publicamos ahora nos confirman esta visión

(…) Por primera vez escuchs conocidos "La Muchacha Mala de la

Historia", "Como tú lo estableciste" y "Tímida y avergonzada", ocupó un

lugar en la literatura peruana actual. Con ellos, de sus contradicciones se

atreve a hablar en voz alta, a cantar. (...). Con su palabra, abrió el camino

para que otras mujeres podamos expresarnos con más libertad, con

menos culpa. (Sala, 7-9)


Osorio 3

Ahora, pasemos a un enunciado que retoman tanto las declaraciones de Sala como

las de Rosas Ribeyro, aquí el poema “La Muchacha Mala de la Historia”:

“La muchacha mala de la historia”

soy

la muchacha mala de la historia,

la que fornicó con tres hombres

y le sacó cuernos a su marido. 

soy la mujer

que lo engañó cotidianamente

por un miserable plato de lentejas,

la que le quitó lentamente su ropaje de bondad

hasta convertirlo en una piedra

negra y estéril, 

soy la mujer que lo castró 

con infinitos gestos de ternura

y gemidos falsos en la cama. 

soy

la muchacha mala de la historia.

Desde una perspectiva historiográfica, podemos considerar el devenir del texto

literario como un proceso de producción y recepción. Es decir, si aceptamos que la

producción del poema se vio a cargo de una reconfiguración de los compañeros de taller de
Osorio 4

María Emilia Cornejo, entonces el enunciado mismo se ve afectado. En otras palabras, al

replantear la instancia de enunciación –desde una crítica historiográfica– el enunciado

mismo se transforma. De esta manera, versos como aquellos que dan título mismo al poema

(“soy la muchacha mala de la historia”) cambian su dinámica pragmática; se deslizan entre

la auto-representación irónica y la falsa auto-condena.

Por otra parte, podemos también considerar las implicaciones estéticas de la obra.

Para Mariella Sala, la publicación en 1981 de la obra reunida de Cornejo de manera

póstuma, pretendía recuperar una voz para el propio público femenino, dar apertura a las

formas poéticas que sustentaban esa “menos culpa” dentro del canon literario. Dentro del

discurso–prólogo de Sala, la vertiente estética se sustenta no tanto en la configuración

poética, sino en la claridad expresiva, en el atrevimiento discursivo. Por otra parte, de

acuerdo a Rosas Ribeyro, aquello que manifiesta la calidad de los textos de Cornejo se

vincula más con la transformación de lo “dislocado” en “redondo”, es decir, en el

replanteamiento formal (el cual él, junto con Elqui Burgos e Hildebrando Pérez, llevaron a

cabo) de esos sus “apuntes desordenados”. Pareciera aquí la contraposición entre dos

posturas estéticas, históricamente definibles, una hacia la textualidad y otra hacia la

discursividad; una hacia el cómo se dice y otra hacia el qué se dice.

A partir de lo anterior, podemos entonces considerar las implicaciones históricas del

texto de Cornejo y la polémica en torno al mismo. Desde una primera lectura, la cual radica

en la lectura desde el discurso feminista del movimiento Flora Tristán hacia finales de los

años 70 y principios de los 80, el texto de Cornejo se sostiene como un discurso

propositivo, que da apertura y fundamenta un ensayo temprano de constitución de lo


Osorio 5

femenino en la poesía lírica hispanoamericana1. Desde una lectura posterior, a partir de la

“confesión” de Rosas Ribeyro, leemos con otros ojos el poema de Cornejo: lo que pasaba

por desacato pareciera lamento, la ironía se vuelve confesión, el drama personal baja su

tono.

Así considero que podemos demostrar el cómo un elemento circunstancial,

histórico-social, afecta al mismo enunciado. En suma, que al reconocer al texto de Cornejo

como un objeto desde la perspectiva de la historiografía literaria, podemos aproximarnos no

sólo a la elaboración de ciertos discursos y su recepción dentro de circunstancias

específicas, sino también a cómo estos discursos se re-elaboran; las distintas maneras en

que un mismo enunciado –un texto, el poema de María Emilia Cornejo– se vuelve a leer de

manera distinta cuando nos vemos afectados por esos otros discursos, la Historia y la

historia de la muchacha, que cambian y nos circundan.

1
Próximo al discurso de Gioconda Belli, por ejemplo, y paralelo, aunque en el panorama anglófono, al
de Diane Di Prima.

También podría gustarte