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TRABAJO N° 01

I. DATOS GENERALES
• APELLIDOS Y NOMBRES: CASAÑAS NUELA CHRISTIAN RODRIGO
• PROGRAMA: MAESTRIA GLOBAL EN GESTION Y ADMINISTRACION DE SALUD OCUPACIONAL
• TEMA DEL ARTÍCULO DE OPINIÓN: LA IMPORTANCIA DE LA ETICA PROFESIONAL EN LA SALUD
OCUPACIONAL

II. BREVE INTRODUCCIÓN

La salud ocupacional cubre aspectos técnicos, médicos, sociales y legales. La ética es una materia filosófica,
la cual tiene un carácter predominantemente humanístico; la razón es que los dilemas propios de la ética
atañen a cada persona de una forma interna, donde cada una puede encontrarse intensamente implicada.
Por esta razón, la ética adopta un interés primordial en el pensamiento del hombre, lo que conlleva a un
momento en que resulta indispensable la solución a las cuestiones morales, y se observa claramente que la
persona se encuentra en la necesidad de ajustar su conducta a ciertas normas que se distinguen obligatorias,
y por lo tanto, quién actúa de
acuerdo con tales normas se comporta éticamente y merece la aprobación de los demás.

III. OPINIÓN PERSONAL

Hablar de temas éticos en ambientes académicos que por mucho tiempo se han conservado al margen de
esta materia parecería obsoleto, de acuerdo a las tendencias materialistas o positivistas. La filosofía
humanista mantiene que en esta época de modernidad, es cuando más peligra la identidad del hombre, por
lo tanto es prioritario que la cultura general suministre el ambiente y la orientación apropiada para que la
dignidad del hombre sea preservada, debido al avance del progreso científico y tecnológico que delinea
escenarios inéditos e iza nuevas cuestiones éticas. Existen códigos deontológicos que involucran a los
profesionales de salud en el trabajo, entendiendo por tales a aquellas personas que por su profesión
desarrollan actividades relacionadas con la seguridad y la salud en el trabajo, prestan servicios de medicina
en el trabajo, o están implicados en el ejercicio de la medicina del trabajo, aunque sea sólo de una manera
ocasional.

IV. ARGUMENTACIÓN

Los orígenes de la Etica Médica se remontan al mundo antiguo. El Código de Hammurabi (1753 a. C) incluye
en su articulado, desde tan temprana época, un conjunto de preceptos orientados a la regulación del ejercicio
de la Medicina. El conocido Juramento Hipocrático - que forma parte del Corpus Hippocraticum, colección
de escritos médicos de épocas y escuelas diversas recopilados en el siglo III importante de la tradición ética
occidental en Medicina. El análisis de éste y otro escritos de la época, como los Consejos de Esculapio y las
obras de Galeno, ha permitido caracterizar, con suficiente precisión, la ética médica en la Antigüedad.
Esta es una ética profundamente naturalista, al considerar que el ajustamiento al orden natural constituye
el criterio supremo de moralidad. Así, por ejemplo, las enfermedades crónicas eran comúnmente atribuidas
a un desarreglo de las costumbres, constituye el documento más por defecto o por exceso (abuso de la
bebida, de la comida, de otros placeres). Esta transgresión de costumbres naturales o ajustadas al orden
natural que era asumido como único orden moral, determinaría que estas enfermedades fuesen
consideradas enfermedades morales y que quienes las padecían fuesen tenidos por sujetos faltos de firmeza,
no sólo física, sino también moral, fuesen tratados como incapacitados físicos y morales. En los últimos diez
años, varios países han adoptado códigos de ética para los profesionales de la salud ocupacional, distintos
de los utilizados por los profesionales de la medicina. El interés que por la ética se ha despertado en el ámbito
de la salud ocupacional a nivel nacional e internacional se debe a varias razones.
Una de ellas es el reciente reconocimiento de las complejas y a veces conflictivas responsabilidades que
incumben a los profesionales de la salud ocupacional y de la seguida en el trabajo con respecto a los
trabajadores, los empleados, el público en general, las autoridades competentes y otros órganos (las
autoridades en materia de salud pública y trabajo, las judiciales y de seguridad social, etc.) Otra de las razones
reside en el creciente número de profesionales de la salud ocupacional y de la seguridad en el trabajo a que
ha dado lugar la creación obligatoria o voluntaria de servicios de la salud ocupacional.
Otro factor adicional es el desarrollo de un enfoque multidisciplinario e intersectorial de la salud ocupacional
que requiere la creciente participación en los servicios de salud ocupacional de especialistas procedentes de
distintos ámbitos profesionales.

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El campo de la salud ocupacional es extenso y abarca la prevención de todo tipo de incapacidades que tengan
su origen en el empleo, accidentes de trabajo y enfermedades relacionadas con el trabajo, incluidas las
enfermedades profesionales, además de todos los aspectos de las interacciones entre el trabajo y la salud.
Los profesionales de la salud ocupacional deben participar siempre que sea posible en el diseño de los
equipos, métodos y procedimientos de salud y seguridad en el trabajo y deben fomentar la participación de
los propios trabajadores en este campo.
Los profesionales de la salud ocupacional tienen un papel qué desempeñar en la promoción de la salud de
los trabajadores y deben ayudar a los mismos a obtener y mantener su empleo, sean cuales fueran sus
problemas de salud o discapacidades.
La relación entre trabajo y salud se sitúa en la interfase entre la biología humana y la economía, es decir entre
dos campos en los que se manifiesta un creciente interés por la ética. En el campo biológico, al hilo de este
interés ha nacido una nueva disciplina, la bioética, como era previsible a causa de los extraordinarios, pero
también desconcertantes, progresos de las ciencias biomédicas.
El llamado mundo moderno nació con el capitalismo. Su advenimiento trajo aparejadas significativas
transformaciones en la sociedad de la época y, consecuentemente, en su vida política y espiritual. El Estado
se separaría de la Iglesia. Esta y la religión irían perdiendo su posición dominante. La Filosofía y las Ciencias
Naturales se liberarían progresivamente de la Teología. El hombre, y no Dios, sería considerado el auténtico
creador de un orden moral, moldeado según su razón y su voluntad, mediante su libre actividad en todas las
esferas de la vida. El liberalismo burgués constituiría la ideología inspiradora de tan transcendentales
cambios. La Etica se haría antropocéntrica (pondría al hombre en el centro de sus reflexiones). La moral
dejaría de ser concebida como heterónoma, es decir, determinada por algún ente (naturaleza, Dios) distinto
al propio hombre, para ser asumida como autónoma y fundada únicamente en la racionalidad científica.
Sobre esta base, la Etica se constituiría en disciplina científica independiente y se desarrollarían las éticas
profesionales como deontologías o doctrinas del deber profesional.
Con el surgimiento de los colegios médicos, la Etica Medica dejaría de ser cuestión personal del profesional,
para transformarse en cuestión institucional. Estos cuerpos profesionales se controlarían a si mismos
valiéndose de un código de ética o deontológico de carácter interno. Así, la Etica Médica se desplegaría y
consolidaría como Deontología Médica.
No se puede hablar de un sistema de atención a la salud sin que vengan a la mente ideas relacionadas con su
compromiso moral. En un muy amplio sentido, la atención a la salud lleva implícita la búsqueda del bien para
seres humanos, sean individuos sanos o enfermos, sean grupos aquejados de algún problema o a los que se
trata de evitarlo al realizar acciones preventivas.
Algunos consideran que los problemas de la genética y la genómica no son médicos. A pesar de lo discutible
del punto, se puede sostener que en esencia sí lo son, particularmente por los alcances de las posibles
consecuencias de la aplicación de estos conocimientos. La preocupación central de la medicina y, por
supuesto la del médico, es el bien de los pacientes y la responsabilidad moral que su búsqueda implica. En
este sentido, la mayor parte de la problemática moral y de la reflexión ética que suscita, se dan alrededor de
la relación médico paciente.
La suma de la autonomía del paciente como concepto básico, permite modificar la posición tradicional del
médico, paternalista, para buscar una corresponsabilidad en la toma de decisiones, misma que lleva en sí la
ventaja de que los puntos de vista del paciente y su familia entran en juego. Las decisiones no pueden ser
solamente técnicas. Involucran múltiples factores que dependen de las características y condiciones de todo
ser humano, de cada caso médico en particular. Por ello, tomar en cuenta opiniones, saberes e inquietudes
del paciente y su familia, en el caso en que esto sea factible, permitirá disponer de una mayor y mejor
posibilidad de hacer las cosas de forma conveniente.

V. CONCLUSIONES

El trabajo es una herramienta positiva de desarrollo humano que permite a las personas crear, descubrir y
producir. Potencia las facultades psíquicas, intelectuales y espirituales. Promueve el servicio y solidaridad
entre las personas; además, facilita la manutención propia, de la familia y comunidad.
Por otro lado, los instrumentos internacionales expresan constantemente, y de diferentes maneras, que es
la persona el sujeto y el destinatario del trabajo. Este último, como acto personal, es para el ser humano y no
el ser humano para el trabajo. También el trabajo humano, en cuanto sistema social, impacta el desarrollo
de la ecología humana.

La medicina ocupacional, como parte de la salud pública y la medicina social, ha desarrollado diversos
modelos de relaciones. En sus comienzos, propone un modelo vertical de creación e implementación de
políticas de salud en el trabajo; hoy recomienda la construcción de acuerdos tripartitas entre actores

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relevantes (gobiernos, empresarios y trabajadores) como medida adecuada para la promoción de la salud
ocupacional y el medio ambiente.

La bioética médica constituye hoy, no una nueva disciplina, sino un nuevo paradigma ético en salud, en
proceso de conformación alrededor, fundamentalmente, del marco analítico que brinda el principalismo
cultural e ideológicamente heterogéneo y, al mismo tiempo, con proyección globalizante, antipaternalista y
preponderantemente humanista.

El carácter heterogéneo de la sociedad contemporánea explica la heterogeneidad de perspectivas desde las


cuales son examinados los problemas éticos en salud. Consecuentemente, la bioética médica, más que una
tendencia, constituye un conjunto de tendencias, integrado por tantas, como tantas sean las perspectivas
socio - culturales e ideológicas desde las cuales se construya su discurso. Por ello, desde sus presupuestos se
puede: legalizar la eutanasia, o proscribirla; justificar la clonación de seres humanos, o dictar leyes que la
prohíban; fundamentar reducciones del gasto público o promover la equidad en salud. La bioética médica es,
por encima de cualquier otra consideración, un campo de lucha dentro del pensamiento y la práctica
salubrista contemporáneos, donde también se dirime el bienestar y la salud del hombre.
Finalmente, se infiere que la relación entre salud ocupacional con la medicina ocupacional y medio ambiente
es de género a especie. La medicina ocupacional y del medio ambiente constituye una disciplina importante
de la salud ocupacional y contribuye a una buena gestión de las empresas saludables, pues responde a
necesidades y expectativas planteadas por trabajadores, empleadores, sociedad y el Estado.

VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Arenas-Massa, Á., & Riveros-Ferrada, C. (2017). Aspectos éticos y jurídicos de la salud ocupacional.
Persona y Bioética, 21(1), 62-77.
2. Martínez, P. C. C., García, D. M., & Marquéz, J. M. R. (2002). Consideraciones sobre ética, deontología,
ética médica, bioética e investigación en salud. Revista Salud Pública y Nutrición, 3(1).
3. Gómez-Pineda, F. H. (2015). Reflexión Ética: La relación conflictiva entre salud y trabajo. Revista
Colombiana de Salud Ocupacional, 4(4), 5-11.
4. Pérez-Tamayo, R. (2005). Ética médica, salud y protección social. Salud pública de México, 47, 245-251.

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