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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Fundación Estudiantil Valles de Aragua
Diplomado en Salud Ocupacional
Maracay, Edo. Aragua

BIOETICA.
RESPONSABILIDAD Y ETICA PROFESIONAL

Facilitador Integrante
Abg Matilde Machado Ruth Sánchez
C.I: 20.453.655

Maracay, septiembre de 2016


Introducción
La ética es una disciplina que se ocupa del estudio de la moral y a partir de ese abordaje nos
indicará cuál es el comportamiento que se espera de las personas que integran tal o cual
sociedad.

Cabe destacarse que el de la moral es un concepto que va de la mano con el de la ética y que
implica al conjunto de las acciones y comportamientos normadas y tipificadas en buenas y
malas, y que guiarán las conductas de la sociedad en la cual se imponen.

Durante la práctica médica, hay ocasiones donde el Médico debe tomar decisiones, en
especial en las situaciones de vida o muerte de un paciente.
Hay momentos donde el médico frecuentemente se plantea que es lo que se debe hacer por
el bienestar del paciente y cuál de las probables acciones es más favorable y menos dañina
para éste, obedeciendo los principios de respeto a la vida, a la integridad humana, a la
preservación de la salud, y por supuesto a la ley. A pesar de esto los profesionales de la salud
están sujetos a una situación desagradable representada por una demanda ya sea civil,
administrativa o acción penal por una mal praxis médica u error médico.
Hablar de la Responsabilidad del Médico y de la Ética Profesional del mismo en los tiempos
actuales es una tarea ardua. Se dice, con justa razón, que en los últimos 25 años
la medicina ha experimentado cambios más extensos y profundos que en cualquier otra época
de su historia, debido a los distintos avances tecnológicos que la ciencia ha logrado alcanzar,
que han ido convirtiendo al médico en un ser más monótono y automático en cuanto a las
distintas actitudes que debe tomar en cuanto a la relación médico paciente que representa.

Los médicos confrontamos hoy en día nuevos problemas y también viejos problemas en
circunstancias nuevas; menciono sólo algunos: las intervenciones relacionadas con la
iniciación, la prolongación y la interrupción de la vida; los procedimientos de diagnóstico y
tratamiento, más eficaces pero también más peligrosos; el uso de fármacos que alteran
la conciencia, el humor y la conducta; las implicaciones de la investigación en seres
humanos; y, por supuesto, el esclarecimiento del genoma humano.

Estos cambios y las demandas que generan en el seno de la sociedad han afectado
profundamente la práctica de la medicina y hace necesario que revisemos sus metas y los
valores que la rigen.
La Responsabilidad y la Ética en el Ejercicio de la Medicina
La palabra Ética es de origen griego. Procede de ethos, palabra que en su sentido primigenio
significaba lugar donde se habita, morada o residencia. Nos parece muy interesante, pues
apunta en seguida a que con esta palabra se quiso concebir la idea del sitio o el lugar
privilegiado que tiene el hombre que lo distingue y califica.
Posteriormente, la palabra ethos adquirió la acepción de "modo de ser", de "carácter".
Entonces ética representa los principios y también los modos, las opciones escogidas que nos
conducen a formas de ser, del carácter, a maneras de responder ante los dilemas, a
discriminar.
Hace muchos años, Laín Entralgo sistematizó el papel del médico en cuatro grandes
funciones: sanador, sabedor, preventor y ordenador. Qué sin duda cabe que el rol principal
que se le pide al médico es el de sanador. Desde los más recónditos tiempos el enfermo, el
desvalido, el solitario o el triste han necesitado de una alma amiga.
Sería torpe negar lo que han significado para la humanidad los aportes que hace la medicina
al conocimiento de la realidad humana. Su entrega en todos los dominios referentes al hombre
ha contribuido al progreso de la conciencia que el hombre tiene de sí mismo. Su papel de
sabedor significa, en muchas oportunidades una funcion de denunciador de los males
sociales. Es parte de su responsabilidad y un motivo más de conflicto. Consecuencia de su
papel de sabedor resulta el de preventor. Debiera ir aumentando su importancia en la medida
en que nuestros conocimientos progresen y nos enseñen a evitar males. Pues
fundamentalmente todos deseamos la salud, no sólo sanar la enfermedad.
La función de ordenador resulta a lo mejor más desconocida, aunque no la menos importante.
El médico, con su saber y su acción, ha contribuido a la construcción de instituciones, leyes
y costumbres. Su poder, conferido por la sociedad, de discernir entre lo que es enfermo o
sano, inclusive por derivaci6n, lo bueno y lo malo; lo que es normal o no lo es, le significa a
la orden médica un poder singular.
Si el poder quiere perdurar tiene que ser moralizante, justo. De alli que estas funciones
médicas no pueden cumplirse sino éticamente. En otras palabras, responder a la confianza
en ellos depositada, responsabilizarse.
La responsabilidad ética en el ejercicio de la medicina es, en esencia, un compromiso de
conciencia, personal, que adquiere el médico con su paciente o con la sociedad.

La habilidad técnica entonces de un profesional del área de la salud resultaría de 3 factores:


del conocimiento médico, de la tecnología y la relación médico-paciente, como lo estipula
la Ley del Ejercicio de la Medicina en el Art. 3. "Los profesionales legalmente autorizados
y autorizadas para el ejercicio de la medicina son los Doctores y Doctoras
en Ciencias Médicas, los Médicos Cirujanos, Médicas Cirujanas,
Médicos IntegralesComunitarios y Médicas Integrales Comunitaria".

A esto lo acompañan intereses importantes como: el conocimiento científico; debido a que


es un factor primordial en la superación profesional al permanecer actualizando nuestros
conocimientos ya sea realizando trabajos de investigación, leyendo artículos científicos en
revistas especializadas en la materia, constante contacto con colegas para intercambio de
opiniones y entre otros actos que pueden realizarse en pro de la ganancia de conocimientos
nuevos que ayuden a resolver los distintos problemas que pueden presentársele al personal
de la salud.

El médico debe promover el bienestar de sus pacientes en un sistema de atención médica


cada vez más complejo. Esto implica ayudar abiertamente a que el paciente entienda las
recomendaciones clínicas y a que haga elecciones informadas para seleccionar de entre todas,
las opciones de atención adecuadas; incluye la administración responsable de los recursos
finitos para poder satisfacer el mayor número posible de necesidades de atención médica, ya
sea en consultorios médicos, hospitales, hogares de ancianos y/o impedidos físicos y
mentales o atención domiciliaria.

La relación médico-paciente y los principios que la rigen debe ser lo central en el suministro
de atención. Estos principios incluyen la beneficencia, honestidad, confidencialidad,
intimidad y defensa cuando los intereses de los pacientes pudieran verse amenazados por
procedimientos institucionales arbitrarios, injustos o inadecuadamente individualizados.

Concepto y Etimología de Bioética


El término «bioética» (del griego bios, vida y ethos, ética) es un nombre nuevo, utilizado por
vez primera por el oncólogo estadounidense Van Rensselaer Potter en su libro Bioética: un
puente hacia el futuro (1971), en el que propone la siguiente definición de su neologismo:
«Puede definirse como el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias
humanas y de la atención sanitaria, en cuanto se examina esta conducta a la luz de valores y
principios morales». Sin embargo, debe tenerse en cuenta que estamos ante un término nuevo
para afrontar una realidad ya antigua.

Antecedentes y Justificación de la Bioética


En primer lugar la cultura occidental presenta el famoso juramento de Hipócrates (siglos
VII a.C.) como el primer testimonio de esa conciencia de la medicina sobre las implicaciones
éticas de la profesión. El juramento forma parte del llamado Corpus Hippocraticum o
conjunto de escritos atribuidos al que es calificado, con razón, padre de la medicina. Se
considera, sin embargo, que el juramento no tiene como autor a Hipócrates -y ni siquiera
representa la forma de entender la praxis médica en la Escuela Hipocrática- sino que procede
muy probablemente de círculos neopitagóricos. El juramento tiene dos partes fundamentales:
en la primera aborda las obligaciones éticas del médico hacia sus maestros y familiares,
mientras que la segunda trata de sus relaciones con el enfermo.
Es importante subrayar que otras culturas, aunque no de forma tan precoz, poseen
documentos similares, con importantes puntos de contacto con el contenido del juramento
hipocrático. Habría que citar aquí el llamado «Juramento de Iniciación», Caraka Samhita, del
siglo I a.C., procedente de la India; igualmente, debe hacerse referencia a otros dos
documentos, que tienen relación con la tradición hipocrática: el juramento de Asaph, dentro
del mundo judío, probablemente del siglo III-IV d.C., y el Consejo de un médico, del siglo
X d.C., que procede de la medicina árabe. Dentro de la cultura china se citan Los cinco
mandamientos y las diez exigencias, de Chen Shih-Kung, médico chino de comienzos del
siglo XVII, que constituye la mejor síntesis de ética médica de esta cultura. Se ha afirmado
que todos estos documentos tienen cuatro puntos coincidentes: En primer lugar, el primero
non nocere, «ante todo, no hacer daño» la afirmación de la santidad de la vida humana; la
necesidad de que el médico alivie el sufrimiento y, finalmente, la santidad de la relación entre
el médico y el enfermo (que se refleja, sobre todo, en que el médico no puede desvelar los
secretos conocidos en su relación con el enfermo ni aprovecharse sexualmente de él).
Se ha presentado al médico inglés, Thomas Percival, como padre de la «ética médica», ya
que éstas son las dos primeras palabras del larguísimo título de su libro -al estilo de la
épocadedicado a ciertos aspectos éticos del ejercicio de la medicina.
La obra de Percival, de inicios del siglo XIX, responde, sobre todo, a una situación en que
las tensiones entre los médicos, especialmente por motivos de competencia profesional, eran
muy intensas. Este aspecto es muy abordado en su obra, por lo que se ha dicho que, más que
un texto de ética, se trata de un libro sobre «etiqueta médica», que refleja las actitudes del
gentleman por encima de las del médico sensible a la problemática ética.
Durante el siglo XIX comienzan a constituirse las primeras asociaciones o colegios médicos
en distintos países en que se subraya el interés por los aspectos éticos de la medicina. Surgen
igualmente los primeros códigos deontológicos, que sintetizan, desde los valores inspirados
en la ética hipocrática, las obligaciones que los médicos deben observar. Precisamente una
de los funciones de los colegios médicos será la de evaluar la ética de los profesionales
colegiados en dichas asociaciones.

Principios de la Bioética
A los principios tradicionales de la ética médica, la Bioética añade dos nuevos
principios: la autonomía (del paciente) y la justicia (que debe ejercer la sociedad a través de
sus instituciones de salud).

 El principio de la Beneficencia: significa hacer el bien en todas y cada una de las


acciones que se realizan, pues dañar no puede estar presente, de manera consciente,
ni en la idea, de un profesional de la salud.

La sociedad actual se caracteriza por un énfasis, a veces exagerado, en la tecnología, y ello


lleva imperceptiblemente a la deshumanización. Es por ello que se hace más necesaria que
nunca la formación humanista de los profesionales de la salud.

Un Médico practica la beneficiencia a partir del momento en que se preocupa y dedica


atención preferente a su autosuperación para mantener la competencia y desempeño
profesional, que le permitirá brindar una atención de calidad.
 El principio de no maleficencia, sinónimo del "No dañar", de la ética médica
tradicional, es considerado por algunos eticistas como el otro elemento del par
dialéctico beneficencia no maleficencia.

En cualquier caso, se reconoce la obligatoriedad de hacer el bien y no hacer el mal. Pero,


¿cuál es el bien y cuál el mal? A lo largo de la historia de la humanidad, en correspondencia
con la práctica social, determinados grupos de hombres han elaborado sus propias teorías
filosóficas y en ellas han expuesto sus aspiraciones, como expresión consciente y anticipada
de sus necesidades históricas. Estas aspiraciones se desarrollan en el sistema de valores
morales que, a su vez, se forman a través de la idealización del significado histórico que la
realidad tiene para el hombre.

Como todo fenómeno social, los valores poseen un carácter histórico concreto, de manera
que cambian con el propio desarrollo de la sociedad. Por eso, como criterio universal para la
determinación de los valores actúa el progreso social: lo que lo favorece, constituye un valor;
lo que lo dificulta u obstaculiza, constituye un antivalor.

 La autonomía, uno de los principios que incorpora la Bioética a la ética médica


tradicional, se define como la aceptación del otro como agente moral responsable y
libre para tomar decisiones. La expresión más diáfana del pleno ejercicio de la
autonomía, por parte de los pacientes, es el consentimiento informado, el cual consta
de dos elementos fundamentales: la información y el consentimiento.

La información corresponde al profesional de salud y debe incluir dos aspectos importantes:

1. Descubrimiento de la información, que estará dosificada en correspondencia con lo


que el paciente quiere realmente saber, cómo y cuándo lo quiere saber.
2. La información comprensible, es decir, tomar en cuenta la necesidad de utilizar un
lenguaje claro y preciso.

Por su parte, el consentimiento es competencia del paciente o de su representante moral


(familiar) o legal (tutores, en el caso de menores de edad, o abogados especialmente
contratados para el caso). Elconsentimiento comprende también dos aspectos:

1. Consentimiento voluntario, sin abusos paternalistas ni presiones autoritarias.


2. La competencia para el consentimiento, tanto física como psicológica.

El consentimiento informado protege, en primer lugar, a pacientes y sujetos de


experimentación, previendo riesgos y daños posibles; pero también protege y beneficia a
todos en la sociedad, incluyendo profesionales de la salud e instituciones.

Dicho esto así todo parece claro y de fácil solución; sin embargo, el profesional de la salud
se enfrenta, en su ejercicio cotidiano, a una categoría mucho más abarcadora que la
autonomía, que es la integridad del paciente como un todo, con sus valores más preciados: la
vida y la salud, que incluye además el respeto a su individualidad y a su derecho de libertad
de opción. Es precisamente en este rango, en el que se presentan los mayores conflictos
éticos. Otro tanto sucede cuando los elementos que justifican el ejercicio de la autonomía en
el individuo son contrarios al derecho de elección de la comunidad.

 El principio de la justicia, en el marco de la atención de salud, se refiere generalmente


a lo que los filósofos denominan "justicia distributiva", es decir, la distribución
equitativa de bienes escasos en una comunidad. Justicia significa, a fin de cuentas,
dar a cada quien lo suyo, lo merecido, lo propio, lo necesario, y este enunciado está
evidentemente vinculado, en primera instancia, al proyecto social del modelo
económico que impere en la sociedad que se analiza.

Responsabilidad del medico


Es la obligación de todo médico, dar cuenta ante la sociedad por los actos realizados en
la práctica profesional, cuya naturaleza y resultados sean contrarios a sus deberes, por
incumplimiento de los medios y/o cuidados adecuados en la asistencia del paciente; pudiendo
adquirir a veces, relevancia jurídica. Están "obligados" a atender a las personas cuyas vidas
estén en peligro o si así lo requieren, es decir tienen la "responsabilidad"
tanto ética como moral de asistir a su deber como médico, de ayudar y aplicar sus
conocimientos de manera correcta en pro a la salud y aliviar las dolencias de sus pacientes,
y para esto es necesario conocer que leyes se encargan de velar por los derechos de esos
pacientes sometidos a sus cuidados que en el caso de ser perjudicados por una mala práctica
médica (u otros motivos que más adelante mencionaremos) traerá consecuencias legales a el
médico y por ende se deben conocer las leyes que velan porque se cumplan con justo juicio
y de una manera impecable el ejercicio médico, entre ellas leyes como: El Código Civil,
Código Procesal Penal, La Ley del Ejercicio de la Medicina, El Código de Deontología
Médica, entre otros.

Esta responsabilidad médica, como antes puntualizada, se encuentra legislada por ciertas
leyes, que conllevaran al médico a un ejercicio profesional intachable, entre ellas por
supuesto la Responsabilidad Moral, quien en vista de su íntima relación en el marco
profesional, personal y ético del médico hacia el paciente.

La responsabilidad profesional se divide en: Responsabilidad Moral, Laboral y legal o


Jurídica

En términos generales se entiende por responsabilidad profesional médica Α La obligación


que tienen los médicos de reparar y satisfacer las consecuencias de los actos, omisiones y
errores voluntarios e incluso involuntarios, dentro de ciertos límites cometidos en el ejercicio
Bibliografía

 Codigo de Deontologia Medica


 www.monografias.com /responsabilidad social y ética de un medico
 LA RESPONSABILIDAD ETICA. EN EL EJERCICIO DE LA MEDICINA. Dr. Carlos
Trejo Maturana. Presidente del Departamento de Etica del colegio médico chileno

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