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BIOETICA.
RESPONSABILIDAD Y ETICA PROFESIONAL
Facilitador Integrante
Abg Matilde Machado Ruth Sánchez
C.I: 20.453.655
Cabe destacarse que el de la moral es un concepto que va de la mano con el de la ética y que
implica al conjunto de las acciones y comportamientos normadas y tipificadas en buenas y
malas, y que guiarán las conductas de la sociedad en la cual se imponen.
Durante la práctica médica, hay ocasiones donde el Médico debe tomar decisiones, en
especial en las situaciones de vida o muerte de un paciente.
Hay momentos donde el médico frecuentemente se plantea que es lo que se debe hacer por
el bienestar del paciente y cuál de las probables acciones es más favorable y menos dañina
para éste, obedeciendo los principios de respeto a la vida, a la integridad humana, a la
preservación de la salud, y por supuesto a la ley. A pesar de esto los profesionales de la salud
están sujetos a una situación desagradable representada por una demanda ya sea civil,
administrativa o acción penal por una mal praxis médica u error médico.
Hablar de la Responsabilidad del Médico y de la Ética Profesional del mismo en los tiempos
actuales es una tarea ardua. Se dice, con justa razón, que en los últimos 25 años
la medicina ha experimentado cambios más extensos y profundos que en cualquier otra época
de su historia, debido a los distintos avances tecnológicos que la ciencia ha logrado alcanzar,
que han ido convirtiendo al médico en un ser más monótono y automático en cuanto a las
distintas actitudes que debe tomar en cuanto a la relación médico paciente que representa.
Los médicos confrontamos hoy en día nuevos problemas y también viejos problemas en
circunstancias nuevas; menciono sólo algunos: las intervenciones relacionadas con la
iniciación, la prolongación y la interrupción de la vida; los procedimientos de diagnóstico y
tratamiento, más eficaces pero también más peligrosos; el uso de fármacos que alteran
la conciencia, el humor y la conducta; las implicaciones de la investigación en seres
humanos; y, por supuesto, el esclarecimiento del genoma humano.
Estos cambios y las demandas que generan en el seno de la sociedad han afectado
profundamente la práctica de la medicina y hace necesario que revisemos sus metas y los
valores que la rigen.
La Responsabilidad y la Ética en el Ejercicio de la Medicina
La palabra Ética es de origen griego. Procede de ethos, palabra que en su sentido primigenio
significaba lugar donde se habita, morada o residencia. Nos parece muy interesante, pues
apunta en seguida a que con esta palabra se quiso concebir la idea del sitio o el lugar
privilegiado que tiene el hombre que lo distingue y califica.
Posteriormente, la palabra ethos adquirió la acepción de "modo de ser", de "carácter".
Entonces ética representa los principios y también los modos, las opciones escogidas que nos
conducen a formas de ser, del carácter, a maneras de responder ante los dilemas, a
discriminar.
Hace muchos años, Laín Entralgo sistematizó el papel del médico en cuatro grandes
funciones: sanador, sabedor, preventor y ordenador. Qué sin duda cabe que el rol principal
que se le pide al médico es el de sanador. Desde los más recónditos tiempos el enfermo, el
desvalido, el solitario o el triste han necesitado de una alma amiga.
Sería torpe negar lo que han significado para la humanidad los aportes que hace la medicina
al conocimiento de la realidad humana. Su entrega en todos los dominios referentes al hombre
ha contribuido al progreso de la conciencia que el hombre tiene de sí mismo. Su papel de
sabedor significa, en muchas oportunidades una funcion de denunciador de los males
sociales. Es parte de su responsabilidad y un motivo más de conflicto. Consecuencia de su
papel de sabedor resulta el de preventor. Debiera ir aumentando su importancia en la medida
en que nuestros conocimientos progresen y nos enseñen a evitar males. Pues
fundamentalmente todos deseamos la salud, no sólo sanar la enfermedad.
La función de ordenador resulta a lo mejor más desconocida, aunque no la menos importante.
El médico, con su saber y su acción, ha contribuido a la construcción de instituciones, leyes
y costumbres. Su poder, conferido por la sociedad, de discernir entre lo que es enfermo o
sano, inclusive por derivaci6n, lo bueno y lo malo; lo que es normal o no lo es, le significa a
la orden médica un poder singular.
Si el poder quiere perdurar tiene que ser moralizante, justo. De alli que estas funciones
médicas no pueden cumplirse sino éticamente. En otras palabras, responder a la confianza
en ellos depositada, responsabilizarse.
La responsabilidad ética en el ejercicio de la medicina es, en esencia, un compromiso de
conciencia, personal, que adquiere el médico con su paciente o con la sociedad.
La relación médico-paciente y los principios que la rigen debe ser lo central en el suministro
de atención. Estos principios incluyen la beneficencia, honestidad, confidencialidad,
intimidad y defensa cuando los intereses de los pacientes pudieran verse amenazados por
procedimientos institucionales arbitrarios, injustos o inadecuadamente individualizados.
Principios de la Bioética
A los principios tradicionales de la ética médica, la Bioética añade dos nuevos
principios: la autonomía (del paciente) y la justicia (que debe ejercer la sociedad a través de
sus instituciones de salud).
Como todo fenómeno social, los valores poseen un carácter histórico concreto, de manera
que cambian con el propio desarrollo de la sociedad. Por eso, como criterio universal para la
determinación de los valores actúa el progreso social: lo que lo favorece, constituye un valor;
lo que lo dificulta u obstaculiza, constituye un antivalor.
Dicho esto así todo parece claro y de fácil solución; sin embargo, el profesional de la salud
se enfrenta, en su ejercicio cotidiano, a una categoría mucho más abarcadora que la
autonomía, que es la integridad del paciente como un todo, con sus valores más preciados: la
vida y la salud, que incluye además el respeto a su individualidad y a su derecho de libertad
de opción. Es precisamente en este rango, en el que se presentan los mayores conflictos
éticos. Otro tanto sucede cuando los elementos que justifican el ejercicio de la autonomía en
el individuo son contrarios al derecho de elección de la comunidad.
Esta responsabilidad médica, como antes puntualizada, se encuentra legislada por ciertas
leyes, que conllevaran al médico a un ejercicio profesional intachable, entre ellas por
supuesto la Responsabilidad Moral, quien en vista de su íntima relación en el marco
profesional, personal y ético del médico hacia el paciente.