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CHRISTIAN ALEJANDRO
Código: 09150035
E.A.P.: Arqueología
HISTORIA
DE LA
EDUCACIÓN INCAICA
Daniel Valcárcel
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN INCAICA
Introducción
I
Cultura del Tawantinsuyu
II
El Problema
Preparar al hombre para vivir en una sociedad organizada, constituye uno de los
fines esenciales e la educación en todo tiempo. Desde este punto de vista puede
afirmarse a priori la existencia de un tipo de educación y vida educativa en el
periodo autóctono. En consecuencia, nuestro problema cognoscitivo podría ser
enunciado así: ¿Cómo fue y qué significó la educación del Perú autóctono?
A la pregunta responderemos, por ahora, dentro de los de los parpadeantes límites
de un ensayo, este boceto inicial en torno al Educador, sus métodos y las
instituciones que existían en el Perú incaico, ápice histórico del proceso educativo
autóctono.
III
Prolegómeno heurístico
IV
Antecedentes Preincaicos
V
El Educador Incaico
En el imperio del Tawantinsuyu se descubre ya, con nitidez, la figura específica del
Educador dentro de las formas variadas, signo de un peculiar matiz humano
característico de la presencia histórica del maestro autóctono.
El hombre que esencialmente representa al saber superior, el sabio quizá más
propiamente el filósofo, el científico, el esteta creador, está encarnado por el
Amauta, hombre “de ilustre linaje”.
Los Harávecs o “inventadores” fueron los poetas, que encarnan al antiguo Perú.
Cumplíase pues con la misión de historiar la vida imperial, aunque dentro de un
matiz predominantemente estético y poco objetivo.
El Willac Umu o sumo sacerdote era el depositario de la didáctica esotérica del
culto, transmitiendo el conocimiento de los oficios divinos. Cada fiesta religiosa
tenía ritos que debían cumplirse de manera estrictamente, so pena de ineficacia.
Todo este cúmulo de realizaciones supone una determinada y larga etapa de
aprendizaje y una pedagogía específica.
La iniciación militar de armar caballero se daba con ocasión de una de las
grandes fiestas imperiales, representada por el Warachicu. Garcilaso indica
explícitamente la vigencia de una preparación previa, cuando manifiesta la
existencia de “incas viejos, experimentados en paz y en guerra, que eran maestros
de novicios que los examinaban en cosas corpóreas y de temple espiritual.
Los Chaskis garantizaban la constante y rápida comunicación de las distintas
partes del Imperio. Su preparación física y síquica debió ser intensiva y de un
carácter limitado a la comunicabilidad. Aquí es patente la vigencia de una
específica educación física en el Tawantinsuyu.
Los Mitmacs llevaban la cultura incaica e iniciaban en el estilo de vida imperial a
los pueblos recién sojuzgados. Llevaban al Cozco al cacique principal y a todos sus
hijos, para acariciar y regalar, y para que ellos, frecuentando la corte, aprendiesen,
no solamente las leyes y costumbres y la propiedad de la lengua, más también sus
ritos, ceremonias y supersticiones; lo cual hecho, restituía al curaca en su antigua
dignidad y señorío.
Al lado del aspecto educativo masculino, el Imperio abordó los problemas de la
educación femenina. El origen histórico de la educación femenina se remonta a la
primera coya Mama Ocllo, reina que “industriva a las indias en los oficios mujeriles,
a hilar, texer algodón y lana y hazer de vestir para si y para sus maridos y hijos:
dezíales como habían de hazer los demás oficios de casa”.
La educación impartida en el Acllawasi, casa educativa dirigida por las
Mamacunas, estaba dedicada preferentemente a las escogidas de sangre real.
Según Murúa en el Tawantinsuyu existían “seis maneras de mujeres en casa de
recogimiento y depósito”; estas son:
1. “Para el Inga”, que destacaban por su belleza.
2. Cayanguarme “que no eran tan hermosas”, dedicadas a tejer vestidos y
otros trabajos.
3. Guayruellas, servían a las precedentes y se dedicaban a trabajos
domésticos.
4. Taquiaclla “eran cantoras” y otras tañían con unos tambores al Inga
cuando comía.
5. Viña chicuy “que decían criadas” tomadas desde los cinco o seis años eran
preparadas por maestras en diversas índoles.
6. Acllo “que quiere decir escogidas”, tenían la peculiaridad de ser
extranjeras de 15 a 18 años “servían al Inca de los que las demás”.
Tenía el Inca casas y palacio de Ñustas “recogidas y ofrecidas al sol” por cuyo
motivo se las llamaba “hijas del sol”.
Desde el punto de vista individual, la historia cultural del Tawantinsuyu está
magnificada por el recuerdo de grandes figuras conservadas y recordadas a través
de la leyenda y la historia. Se guarda memoria principalmente de tres Incas que
impulsaron la educación y sus respectivas Coyas: Manco Cápac y Mama Ocllo,
Inca Roca y Mama Micay, y Pachacútec y Anawarke.
Manco Cápac y Mama Ocllo están vinculados a la transformación que sufre el
antiguo Perú. Todos los cronistas señalan y ratifican este papel del primer Inca, a
quien la crítica actual considera actualmente no como un individuo propiamente
dicho sino la síntesis y simbólica personificación de varios gobernantes iniciales
del Tawantinsuyu.
Inca Roca, “príncipe prudente y maduro”, encabeza la nueva dinastía de los
Hanancusco y, en verdad, reorganiza la vida imperial. Deseando elevar el nivel
cultural del Tawantinsuyu fundó “escuelas donde enseñasen los amautas las
sciencias que alcanzavan”. Fue el primero en crear planteles en el Cusco para que
los Amautas enseñasen las ciencias, letras y artes a la alta nobleza y casta
privilegiadas “no por enseñanza de letras, que no las tuvieron, sino por la práctica y
por uso cotidiano y por su experiencia, para que supiesen los ritos, preceptos y
ceremonias de su falsa religión y que supiesen hablar con ornamento y elegancia”.
El más famoso de los gobernantes del Tawantinsuyu fue el Inca Pachacútec, cuyo
nombre inicia una época. Al exaltar la vida de Pachacútec, Garcilaso destaca su
vigilante interés educativo cuando dice como el Inca hizo construir “una casa para
sí, cerca de las escuelas de su visabuelo, Inca Roca, fundó”.
Dentro del proceso de la educación incaica, estos tres principales Incas marcan
hitos fundamentales en su historia educativa: Manco Cápac como el iniciador, Inca
Roca como el organizador y Pachacútec como el perfeccionador y renovador.
VI
Modos Educativos
VII
Instituciones de Enseñaza
VIII
Interpretación