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“HISTORIA DEL TAHUANTINSUYO”:

Autora: María Rostworowski de Diez Canseco

Reseña Histórica:

María Rotworowski (1915-Barranco), etnohistoriadora peruana inició sus publicaciones en


1953 con su obra Pachacutec Inca Yupanqui desde entonces se a dedicado a estudiar la
historia del antiguo Perú, buscando información en archivos peruanos y extranjeros.
Miembro fundadora del Instituto de Estudios Peruanos y miembro de la Academia
Nacional de la Historia. De ella proviene el solemne libro que a continuación citaremos
que fue uno de los libros de ciencias sociales mas vendidos de la historia peruana. En
Historia del Tahuantinsuyu la autora nos plantea dos dificultades muy serias. Una
relacionada con el modo andino de recordar y transmitir los sucesos; y la otra, con el
criterio de los españoles para interpretar y registrar información que luego nos dejaron en
las crónicas. La suma de ambas se refleja en toda la información escrita que nos llega a
partir del Siglo XVI en lo que fue el incario que ocupo desde Ancas Mayo por el norte y
hasta el rio Maule por el sur. Ocupando así Quito, Chachapoyas, Cajamarca, Lago Junín,
Cuzco, Charcas, Tucumán, Chile y la costa norte y sur toda.

Como sabemos conforme las investigaciones existieron muchos métodos para conservar
en la memoria los acontecimientos: pinturas, cantares y una fuente mnemotécnica. En el
incario la falta de escritura no fue un obstáculo insalvable para guardar y rememorar su
pasado. Es por esto que no debemos dejarnos de hacer un par de preguntas: ¿Por qué
tantas contradicciones en el relato incaico si poseyeron medios empíricos para recordar los
hechos? ¿A que se debe la inconsistencia del registro andino del pasado?

Por otro lado los europeos que llegaron a estas costas en el siglo XVI tenían la
preocupación de conquistar nuevas tierras, el mundo andino era demasiado original,
distinto y diferente para ser comprendido por hombres venidos de ultramar, preocupados
en enriquecerse, conseguir honores o evangelizar por la fuerza a los naturales. Desde allí
debió formarse un abismo entre el pensamiento andino y el criterio español, abismo que
hasta la fecha continua separando a los miembros de una misma nación.

Los cronistas cuentan que en una temprana fecha las construcciones eran de humilde
hechura, y una ciénaga cubierta de juncos, originada por dos manantiales no encausados,
mas tarde se construiría allí las estructuras de Sacsahuaman. Sarmiento de Gamboa
recogió de labios de los orejones cusqueños que la aldea de Acamama constaba de cuatro
secciones: Quinti Cancha, Chumbi Cancha, Sairi Cancha y Yarambuy Cancha. Los
Ayarmacas desempeñaron un rol importante en los inicios del Cusco, no se trata de un
grupo mítico, pues se ha podido rastrear desde los inicios, en la llegada al Cusco del grupo
de Manco Capac, y luego a través del incario, en los relatos de los cronistas, junto con los
ayllus pinahuas formaban la dualidad andina, existían dos ayllus pinahuas en la época de
la colonia: uno el distrito de Oropesa y el otro en Guaillabamba, al narrar los sucesos sobre
Tocay y Pinahua Capac nos adelantamos a la llegada y establecimiento del grupo de
Manco al Cusco para mostrar la antigüedad e importancia de los ayarmacas como una
macro etnia soberana en la región. Es necesario tener claridad sobre la situación
sociopolítica del lugar del Cusco en tiempos de la aparición de los nuevos pobladores, ya
no con un enfoque arqueológico sino etnohistórico.

El mito de los hermanos ayar, forma parte de la tradición mítica sobre el desenvolmiento
inca, las panacas lo son en el sentido que mediante ellas se elaboro por decir así la
sociedad en el incario, en la expansión y desarrollo dentro del libro veremos lo que fueron
sus conquistas, las batallas que libraron para lograr su expansión como la conquista de la
cultura Chincha que fue una conquista pacifica o las conquistas de Túpac Yupanqui o
Huayna Capac; como también las rebeliones de los señoríos locales y de miembros de la
nobleza, y el enfrentamiento entre Huáscar y Atahualpa.

Aunque no fue un imperio como el de roma, el Tahuantinsuyu tuvo aspectos


organizativos en el cual se comprenden: la composición social, es decir que existió una
elite superior que constaba del inca, curacas yana, los administradores, los sacerdotes,
hechiceros y adivinos, los mercaderes, los tratantes chinchanos, los tratantes norteños y
también existió las clases populares que eran los artesanos, los hatun runa, los pescadores,
los mitmaq, los yana, las mamacona, los piña.

Es indispensable comprender que al no existir dinero en el Estado inca la riqueza debía


apoyarse en la posesión de ciertos recursos que podían ser medidos y contabilizados. Con
ellos el gobierno podía planificar sus posibilidades y hacer frente a sus necesidades. ¿Cuál
podría ser ese patrimonio que le permitiera dominar y controlar los aspectos económicos y
políticos? Al punto de vista de la autora y conforme las investigaciones se funda en el
acceso a tres fuentes de ingreso: La fuerza de trabajo, la posesión de tierras, y la ganadería
estatal. Estos bienes en poder del Estado eran la riqueza mas preciada pues significaba
disponer de una serie de ventajas, siendo la principal la de controlar la reciprocidad, clave
de todo el sistema organizativo andino, y que permitió no solo la expansión territorial sino
mantener el engranaje del régimen.

El modelo económico inca se ha calificado de redistributivo debido a las funciones que


cumplía el propio gobierno. Esto significa que gran parte de la producción del país era
acaparada por el Estado, el cual a su vez distribuía según sus intereses. Valensi da una
definición del principio de la redistribución que presupone un modelo de centralismo
institucional. Las sociedades dominadas por la redistribución, la producción y la
repartición de bienes se organizan en función de un centro – se trate de un jefe, un señor,
un templo o un déspota-, él reúne los productos, los acumula y los redistribuye a sus
agentes, asegura el mantenimiento y la defensa de servicios comunes, conserva el orden
social y político. Este principio es favorecido por el modelo institucional de la simetría en
la organización social. La reciprocidad interviene en la producción, las prestaciones de
servicios, la distribución periódica de tierras, así como en la repartición de los productos,
en la práctica de dones y contradones.
Polanyi admite que la redistribución juega un papel en sociedades diversas, en
homogéneas y en estratificadas. Reciprocidad y redistribución se combinan en la sociedad,
la primera corresponde a la forma horizontal del intercambio a escala, la segunda a la
forma vertical entre unidades locales y autoridad central. Con la formación del Estado inca
se produce un desarrollo de fuerzas productivas y un crecimiento económico dinamizado.
Por años se alabo y considero la organización inca como la materialización de una utopía,
admirada por europeos. Se creía que el almacenamiento de productos de toda índole tenía
fines humanitarios. Esa apreciación solo demuestra una incomprensión de mecanismos
económicos de ese Estado. Gran parte de la redistribución era consumida por el sistema de
la reciprocidad, por el cual el Estado constantemente renueva grandes “donativos” a los
diversos señores étnicos, jefes militares, a las huacas, etc.La autora tiene razón al decir que
debemos ver la situación sociopolítica del Cuzco en tiempos de aparición de nuevos
pobladores de una manera etnohistórica, por que lo arqueológico solo barca la búsqueda
de técnicas usadas en sus expresiones artísticas, sin embargo la etnohistoria nos ayudar a
definir sus razones por las cuales hicieron esto ya sean motivos ceremoniales o artísticos o
es mas uso cotidiano de tales expresiones artísticas. Mediante la etnohistoria sabemos que
muchas cultura sometidas por el incario trataron de rebelarse mucho antes de la aparición
de los españoles, por esto que cuando aparecieron los españoles muchas de las personas
que fueron sometidas por los incas vieron en ellos una oportunidad para sacudirse de los
soberanos cusqueños, momento favorecido por los cambios en el poder. De no haber
llegado nuevos contingentes europeos, los naturales hubieran desbaratado a los
extranjeros y recuperado su autonomía. La fragilidad de las bases sobre las cuales
reposaba el Estado inca era excesiva como para hacer frente a la rebelión de los grandes
señores andinos y a la conquista europea con superior tecnología.

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