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ANÁLSIS ACUERDO PLENARIO N° 1-2011/CJ-116

El Acuerdo Plenario 1-2011 se suscitó debido a la existencia de un número alto de


absoluciones (90%) en los casos referentes a los delitos contra la Libertad Sexual de
mujeres adultas y adolescentes (de 14 a 17 años de edad), que se estimaba que el
motivo de tal conclusión era la forma de valorar la prueba indiciaria. Asimismo, diversos
sectores de la comunidad asumían que esta apreciación probatoria estaba gobernada
por estereotipos de género en los Policías, Fiscales y Jueces. Por último, se afirmó
como ejemplos de este criterio judicial las Ejecutorias Supremas recaídas en los
Recursos de Nulidad N° 2929-2001/Lima, N° 4063-2008/Apurímac, y N°
3085-2004/Cañete.
En este acuerdo respecto a la selección y admisión de la prueba en el proceso penal se
tiene que necesariamente verificar su pertinencia, del mismo modo respetando los
principios de necesidad, conducencia y utilidad, a raíz de ello en este acuerdo se
plantea que está prohibida indagar sobre el pasado o la actual conducta sexual y/o
social de la víctima, a menos que esté vinculado al derecho de defensa y/o
contradicción en el proceso investigado.
Por otro lado, se habla del re victimización y se establece que a efectos de evitar el re
victimización secundaria se debe tener en cuenta que las actuaciones judiciales deben
ser reservadas, que la identidad de las víctimas no debe revelarse y, en lo posible
promover la declaración única debiendo estar precedida de las condiciones que regula
la prueba anticipada.
En la regla 70 señala que “la disponibilidad sexual de la víctima o de un testigo no
podrán inferirse de la naturaleza sexual del comportamiento anterior o posterior de la
víctima o de un testigo. El juicio de atendibilidad o credibilidad, por tanto, no puede
sustentarse únicamente en la conducta de la víctima. Un punto que no se debe dejar de
lado es que el Juez atenderá, en concreto, las particularidades de cada caso para
establecer la relevancia de la prueba como consecuencia de la declaración de la
víctima o testigo, y la adecuará a la forma y circunstancias en que se produjo la
agresión sexual
También debemos precisar que incorporó en la apreciación de la prueba de delitos
sexuales los criterios establecidos en las reglas 70 y 71 de Procedimiento y Prueba de
la Corte Penal Internacional.
Se estableció que el principio de libre valoración de la prueba debe darse dentro del
marco Constitucional y de Derechos Humanos vigentes en nuestro país. Este
instrumento legal evidenció que muchas de las resoluciones que se habían dado con
respecto a delitos sexuales habían estado plagadas de estereotipos de género lo que
había impedido que las víctimas accedieran a justicia, por ello, lo señalado en la misma
es un gran paso para que dichas víctimas puedan obtener justicia sin ser discriminadas
por ninguna causa.

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