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I. NOTAS INTRODUCTORIAS
Sin lugar a duda es uno de los temas del derecho procesal ci-
vil que más ha provocado polémica en la doctrina peruana y también
comparada, generando inclusive posiciones ideológicas adherentes,
contrarias y moderadas, sobre el que se han escrito ríos de tinta, que si
reuniésemos todo lo publicado tal vez los estantes de la gran Biblioteca
de Alejandría hubiese sido escaso para tan basta producción académi-
ca; nos referimos a la opción legislativa consistente en reconocer al juez
cierta iniciativa sobre el material probatorio; sobre el cual legisladores
y teóricos han atribuido heterogéneas nomenclaturas, como por ejem-
plo: iniciativa probatoria del juez, poder probatorio de oficio, facultad
6 Alfaro Valverde, Luis, La iniciativa probatoria del juez regulada en el artículo 194 del
Código Procesal Civil peruano, en Diálogo con la Jurisprudencia, agosto 2008, Lima:
Gaceta Jurídica, 2008, p. 182. En dicha oportunidad señalamos que “si aceptamos
indiferentemente la denominación ‘prueba de oficio’, en buena cuenta estamos
indicando que el enunciado legal (en su contenido) sumillado está referido
a pruebas que pertenecen al juzgador, siendo ello inexacto pues las pruebas
no pertenecen o corresponden a dicho sujeto procesal imparcial [...] sino por
el contrario se trata de una facultad discrecional del juzgador; una actividad
probatoria del juez, o si se quiere una actividad facultativa”.
7 Desde una posición contraria a la indicada, se ha resaltado la imposibilidad de
una armonía entre el sistema dispositivo y el inquisitivo por tratarse de sistemas
totalmente incompatibles, por lo que considera inconcebible racionalmente la
existencia de un sistema mixto. Alvarado Velloso, Adolfo, Introducción al Estudio
del Derecho Procesal, Buenos Aires: Rubinzal-Culzoni, 1997, Tomo I, p. 66.
8 CAS. N° 3360-200l-Callao. El Peruano, 31 de enero de 2005.
9 CAS. Nº 527-2006-LIMA. 21 de marzo del 2006. Fuente Sistema Peruano de
Información Jurídica –SPIJ-.
13 Cfr. G. W. F. Hegel, Fenomenología del Espíritu, Traducción de: Wenceslao Roces con
la colaboración de: Ricardo Guerra, Sexta reimpresión, en España, 1985, México
D. F.: Fondo de Cultura Económica, Título original: Phänomenologie des Geistes.
14 La expresión: Legal Formants (formantes legales), fue utilizado por Rodolfo Sacco
como una manera de criticar la manera clásica de hacer derecho comparado y
como un replanteamiento sobre las fuentes formales del derecho. Sacco, Rodolfo,
Legal Formants: A Dynamic Approach to Comparative Law, en American Journal of
Comparative Law, vol. 1-34, 1991, pp. 343-401.
15 A la verdad, la iniciativa probatoria de oficio, no es una invención introducida
en el Código de 1993; toda vez, que el mismo Código de Procedimientos Civiles
de 1912 regulaba dicha posibilidad y con similares características en su artículo
340: “Los jueces, en cualquier estado de la causa, pueden ordenar de oficio, las
pruebas que juzguen necesarias, excepto la de testigos y el juramento decisorio.
Es inapelable el auto en que el Juez ordena una prueba de oficio”.
V. PRESUPUESTOS DE PROCEDENCIA
Luego de someter al método dialéctico nuestra propuesta, he-
mos demostrado la viabilidad de la iniciativa probatoria de oficio en
segunda instancia, como un medio eficaz para desterrar las nulidades
de sentencias; sin embargo, no debemos desconocer que al utilizar di-
cha potestad existe el riesgo que pueda ser ejercida en forma indiscri-
minada y arbitraria; por consiguiente, es necesario establecer están-
dares o límites32 que salvaguarden las garantías de los justiciables; de
modo que no se afecte el principio de la carga de la prueba y menos el
de imparcialidad33.
VI. CONCLUSIONES
PRIMERO. A nivel de órganos de segunda instancia en el siste-
ma peruano, el supuesto más continuo por el que se declara la nulidad
de sentencia, es penosamente por la omisión de las pruebas de oficio,
no obstante, hemos demostrado que tal criterio contraviene directa-
mente el principio de independencia y el principio de economía proce-
sal, porque su uso debe ser ultima ratio y reservado para cuestiones de
tipo procedimental o en caso de indebida motivación.
SEGUNDO. Mediante la aplicación del método dialéctico, sobre
los aspectos legales, doctrinales y jurisprudenciales, hemos demostra-
do que dicha potestad puede ser ejercida por los órganos de segunda
instancia; toda vez que no se circunscribe al “Juez” de primera instan-
cia; siendo ésta una muy buena alternativa para evitar innecesarias di-
laciones y fundamentalmente como una interesante manera de evitar
perjuicios que ocasiona el paso del tiempo en la tutela efectiva de los
derechos de los justiciables, que es lo que más importa44. Es cierto que
el uso de la prueba de oficio en segunda instancia, igual que en primera
instancia, podría generar el peligro que algunos juzgadores, vulneren
algunos principios procesales; por tal razón, proponemos una serie de
límites o presupuestos mínimos de procedencia, que se configurarían
como garantías para los justiciables, estos serían el respeto al principio
de contradicción, el derecho de defensa y su función complementaria.
BIBLIOGRAFÍA
Doctrina
ABANTO TORRES, Jaime, La prueba de oficio en la jurisprudencia
de la corte suprema, en JUS Doctrina, Lima.
ALFARO VALVERDE, Luis, La iniciativa probatoria del juez regu-
lada en el artículo 194 del Código Procesal Civil peruano, en Diálogo con la
Jurisprudencia, Gaceta Jurídica: Lima, 2008.
45 Cfr. Alvarado Velloso, Adolfo, Debido proceso versus pruebas de oficio, Bogotá:
Temis S.A., 2004, p. 11, 138 y 139. Taruffo, Michele, La prueba de los hechos, Tra-
ducción de Jordi Ferrer Beltrán, Madrid: Trotta, 2002, p. 25.
46 Parra Quijano, Jairo, Racionalidad e ideología de las pruebas de oficio, Bogotá: Temis
S.A., 2004, p. 9. El autor sostiene: “Tomamos partido por la ideología que afirma
que en el proceso se debe averiguar la verdad, para sobre ella dictar una sentencia
justa”, p. 13. “Difícilmente se puede concebir el proceso como justo, cuando la
sentencia no se construye sobre la verdad”.
Legislación
1. Código Procesal Civil del Perú 1993.
2. Código de Procedimientos Civiles de 1912.
3. Código de Procedimiento Civil del Ecuador.
4. Código de Procedimiento Civil de Colombia.
5. Código Procesal Civil de Chile.
6. Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881.
7. Ley de Enjuiciamiento Civil 1/2000.
8. Code de Procédure Civile.
9. Zivilprozessordnung (ZPO).
Jurisprudencia
1. STC Nº 0023-2003-AI/ TC.
2. STC Nº 0023-2003-AI-TC.
3. STC Nº 1480-2006-AA/TC.
4. STC Nº 004-2006-PI/TC.
5. STC Nº 00728-2008-PHC/TC.
6. CAS. N° 799-99-AREQUIPA.
7. CAS Nº 2057-99- LIMA.
8. CAS. N° 1249-1999 SANTA.
9. CAS. Nº 0673-2000 LIMA.
10. CAS N° 3067-2000 CAÑETE.
11. CAS N° 1248-2000-LORETO.
12. CAS. N° 3360-2001 CALLAO.
13. CAS. Nº 527-2006 LIMA.
14. Pleno Jurisdiccional Nacional Penal – Lima – 2008.
15. STC. Colombiano C-159/07.
16. STC Español del 06 de junio de 1991.
17. STC Español Nº 102/84, de fecha 12 de noviembre de 1984.
18. Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH: caso Pier-
sack, parr. 30), (TEDH, caso Pabla Ky v. Finlandia parr. 27).