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1.

Ma ei

Primero que trata la cues ón de plazo razonable en la corte. La causa se inicia en 1963 por
contrabando. En 1967 se declara la clausura de instrucción y en 1968 se expide la corte. El viejo
código de ese entonces tenía dos etapas de instrucción y sentencia, pero no tenía audiencias
orales.

El juzgado de instrucción declara la clausura del sumario y cuando fue elevado al juzgado de
sentencia, sin pedido de parte, declaro la nulidad de la clausura de instrucción por falta de
prueba.

Corte: lo a nente a la nulidad no es revisable por vía de excepción salvo algunos casos como el
de ma)ei. Separa sus argumentos en dos, uno a la nulidad y otro a los ppios de preclusión y
progresividad.

Respecto a la nulidad dice que ene que haber una afectación a las formas esenciales del juicio
(acusación, defensa, prueba y sentencia). Si no se ene eso en cuenta no es válido. Por eso una
nulidad por un juzgado sin pedido de parte y por el mero hecho de que no se habían llevado
meras diligencias probatorias en la anterior instancia NO es válido.

Respecto a los principios enen su base en la seguridad jurídica y en el plazo razonable.

Conclusión: si se confirma la nulidad se afecta la equidistancia, la bilateralidad y la igualdad de


armas. Se afecta el derecho de defensa, liberarse de la situación de incer dumbre que genera
una causa penal en el menor empo posible.

2. CER

"R, C.E. s/ recurso extraordinario de inaplicabilidad de la ley en causa n° 63.006 del Tribunal de
Casación Penal, Sala 4", emi do el 29 de octubre de 2019 por la Corte Suprema de Jus cia de la
Nación

Destaca la falta de aplicación de la norma va de género en la condena de C.E.R. a dos años de


prisión en suspenso por el delito de lesiones come do en perjuicio de P.S, padre de sus tres hijos,
con quien convivía a pesar de la disolución del vínculo de pareja y quien, en el marco de un
contexto de violencia de género prexistente, el día del hecho, como consecuencia de que C.E.R
no lo saludara, la empujó y golpeó en el estómago y la cabeza, llevándola así hasta la cocina,
donde ella tomó un cuchillo y se lo asestó en el abdomen, para luego salir corriendo e ir a la casa
de su hermano, quien la acompañó a la policía a fin de denunciar lo ocurrido. C.E.R dijo que no
quiso las mar a P.S., pero que lo ocurrido fue su única forma de defenderse de los golpes que
estaba sufriendo.

El tribunal oral que la juzgó descartó que ella hubiera actuado amparada por la legí ma defensa
de su persona y esta condena fue confirmada en las dis ntas instancias provinciales

La Corte consideró arbitraria la validación de la condena por la Suprema Corte de la Provincia de


Buenos Aires, al afectar la interpretación de la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer y la ley 26.485 de Protección Integral de las
Mujeres. El caso involucra violencia de género, donde C.E.R. apuñaló a su expareja en un
contexto de agresiones previas. La Corte destacó la falta de consideración de la perspec va de
género en las instancias provinciales y subrayó la necesidad de abordar la violencia contra la
mujer de manera específica.

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el tribunal recordó que, conforme los estándares del Sistema Interamericano de los Derechos
Humanos, la reacción de las víc mas de violencia de género no puede ser medida con los
estándares de la legí ma defensa u lizado en otro po de casos pues, en los casos de violencia
contra la mujer, ene caracterís cas específicas que deben ser contemplados por los jueces.

el análisis del caso no puede hacerse como intenta la defensa, esto es, en la can dad de prueba
que hay en el sumario o en la inexistencia de tes gos, sino en una pauta inobjetable que es la
conducta metódica y violenta que había prac cado el acusado hacia la denunciante durante un
plazo que se ex ende por años".

Además, el texto reflexiona sobre la violencia de género en Argen na, destacando la evolución
legisla va y la importancia de la perspec va de género en la jus cia. Se mencionan tratados
internacionales, como la Convención Belem do Pará, y se aborda la problemá ca de la violencia
contra las mujeres en diferentes contextos. También se destaca la importancia de las Fiscalías
Especializadas en Violencia contra las Mujeres y la inclusión del femicidio en el Código Penal. En
conclusión, el fallo resalta la necesidad de abordar la violencia de género desde una perspec va
integral y de género en el ámbito judicial.

3. Casal

Eje central consiste en establecer si el recurso de casación debe estar limitado o si dicho recurso
debe contener una revisión amplia.

Casal había sido condenado al delito de robo condenado al uso de armas (nunca se probo) y el
golpe de la vic ma tampoco se probo con pericias que haya sido con armas. Se concurre a la
casación para establecer que la calificación legal no había sido la correcta. El tribunal casatorio
con el apoyo en el art 456 CPPN no hace lugar a dicho recurso porque no se trataban de
cues ones de derecho. La defensa concurre en queja ante la corte suprema.

Corte: basa su análisis en diversas normas del derecho internacional como el art 8.2 del pacto
San José de Costa RICA y el art 14.5 del pacto de los derechos civiles y polí cos. Ambos arHculos
enen por fin que una persona pueda recurrir a un tribunal superior en el caso de ser condenada.

Conclusión: en el actual plexo legal y conforme a la CN se ene que aceptar la revisión amplia.
De esta manera además de tener un componente jurídico, también es la vía para revisar la sana
cri ca en la valoración de los hechos. (voto conjunto de 7 jueces).

4. Loyo freire

demarco las decisiones judiciales en relación del Ins tuto de prisión preven va establecido en
todos los Códigos Argen nos, y en la mayoría de ellos dispuesto de manera automá ca, cuyos
requisitos obje vos solo observan el po de delito y su pena para aplicarse.

En Marzo del año 2014 nuestro máximo Tribunal Argen no falló en el marco del recurso
extraordinario planteado por el jurista cordobés José Ignacio Cafferata Nores, abogado de
Gabriel Loyo Fraire, uno de los condenados por la Cámara 10ª del Crimen a cuatro años y tres
meses de prisión en uno de los juicios de la mega causa del Registro de la General de la Provincia.
La Corte Suprema de Jus cia de la Nación se expidió en contra del criterio del Tribunal Superior

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de Jus cia (TSJ) de Córdoba en cuanto a la prisión preven va y considero que en adelante debía
revisar su habitual nega va a conceder la libertad hasta que las sentencias queden firmes.

En Córdoba al igual que la Provincia de La Rioja la prisión preven va opera prác camente de
modo automá co con la sola acusación de un delito que tenga una pena priva va de la libertad
mayor a determinados años, y salvo circunstancias extraordinarias, raramente se concede la
excarcelación cuando concurren esos requisitos obje vos de la pena. Requisito que se volvió iure
et iure gracias a la tradición inquisitorial.

El análisis lógico del Dictamen del Procurador General, que luego fue tomado por mayoría en
nuestra CSJN, consiste en que estas medidas de carácter provisorio y meramente preven vo,
que en nada afectan ni disminuyen el estado de inocencia del que goza el imputado durante todo
el proceso, sean tomadas con extrema cautela y prestando especial atención al sujeto sobre el
que en defini va recaerá la medida y afectará su libertad ambulatoria.

Hasta el momento los jueces solo habían tratado la prisión preven va como un mero estado
“procesal” de forma, revisando el po de delito, la clase de sanción puni va y su monto. Todo
esto a pesar de que los Tratados Internacionales y de los fallos de la Corte Interamericana en la
materia, los jueces locales seguían dictando la prisión preven va sin mirar al sujeto al que iba a
dirigida.

La prisión preven va es una medida cautelar y meramente preven va: “El encarcelamiento no
deja de ser cautelar, y entonces la decisión debe contener la mo vación suficiente que permita
evaluar si se ajusta a los requisitos impuestos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
entre ellos, el de la necesidad, en el sen do de que sean absolutamente indispensables para
conseguir el fin deseado y que no exista una medida menos gravosa respecto al derecho
intervenido entre todas aquellas que cuentan con la misma idoneidad para alcanzar el obje vo
propuesto”.

2. El Juez debe garan zar la posibilidad real del imputado de ejercer su derecho de defensa: “la
decisión privó a los imputados de la posibilidad de exponer razones a favor de su libertad, y en
defini va nuevamente le atribuyó carácter irrevocable a aquella presunción legal. En defini va,
también en el sub lite el acusado se vio privado de la posibilidad de exponer razones a favor de
su libertad, y en los hechos se le atribuyó carácter irrevocable a aquella presunción legal, por lo
que el pronunciamiento no se conformó a los criterios de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos sobre esta materia”.

Se basa en la gravedad del delito; en los indicios concretos de peligrosidad procesal y; las
caracterís cas personales del supuesto autor.

Este fallo estableció y ordeno a todos los tribunales de nuestro país de modo muy claro cuáles
son los verdaderos parámetros que deben ser tenidos en cuenta previo al dictado de una medida
tan grave como la prisión preven va que indiferentemente del delito objeto del proceso del que
se trate, recae sobre una persona que aún se encuentra gozando de un estado de inocencia.

5. Llerena

Es de relevancia es tema de imparcialidad.

Sistema procesal antes de la ley 27.308: el art 27 CPPN, derogado, establecía que en los
procedimientos correccionales, donde se inves gaban y juzgaban delitos cuya pena máxima no

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sea superior a 3 años de prisión, era un mismo juez en una única instancia que inves gaba y
juzgaba al acusado.

La jueza correccional de primera instancia que intervenía en la causa de Llerena, había dispuesto
durante la instrucción dis ntas medidas de prueba. Ordeno llevar a cabo el allanamiento del
inmueble donde residía Llerena; luego tomo declaración indagatoria; dicto su procesamiento y;
considero que la instrucción estaba completa y ordeno la elevación a juicio.

La defensa de Llerena planteo la recusación de la jueza interviniente en base a la sospecha y el


temor a la imparcialidad. Esa magistrada había dictado diversas resoluciones en contra de
Llerena para así avanzar en el proceso.

La jueza resolvió hacer lugar al planteo porque entendió que exisHa un temor fundado de
imparcialidad por el hecho de haber intervenido en las dos etapas del proceso. Remi ó el
expediente a la cámara del crimen para que sorteen la intervención de un nuevo magistrado. El
juez que salió sorteado no acepto la competencia atribuida y remi ó la causa a la cámara
nacional de casación penal donde no se hizo lugar a la recusación planteada por no estar frente
a ninguna de las causales previstas en el art 55 CPPN.

La defensa interpuso un recurso extraordinario y frente a su rechazo interpuso una queja.

Corte: determino que viola de forma obje va la garanHa cons tucional de imparcialidad del juez
el hecho de que el mismo magistrado que llevo adelante la inves gación sea luego quien también
intervenga en la etapa de juicio y dicte sentencia en la causa.

Se dijo también que la interpretación restric va del art 55 del CPPN no puede violar el debido
proceso, que impide que sea un mismo juez quien interviene en las dos etapas del proceso
(inves gación y debate).

Ferrajoli: la imparcialidad del juzgador puede ser definida como la ausencia de prejuicios o
intereses de este, frente al caso que debe decidir tanto en relación con las partes como la
materia.

También la corte afirmo que la garanHa de imparcialidad del juez es uno de los pilares en que se
apoya el sistema de enjuiciamiento, dado que es una manifestación directa del principio
acusatorio y de las garanHas de defensa en juicio y del debido proceso.

Aspecto obje vo (se relaciona con el derecho que una persona ene ante el temor de
imparcialidad del magistrado por cues ones obje vas del propio procedimiento) y subje vo (se
vincula con las ac tudes e intereses par culares del juzgador con el resultado del pleito) de la
imparcialidad.

En este caso es un aspecto obje vo y ante la mera sospecha de imparcialidad era suficiente para
apartar a la jueza de la causa.

6. Peirano basso

El Caso Peirano fue una inves gación y proceso judicial uruguayo sobre lavado de ac vos y
fraude ocurrido en 2002. El suceso es conocido por haber sido la mayor crisis bancaria
uruguaya, la estafa se calculó en más de 800 millones de dólares y la consiguiente pérdida de
confianza en el sistema financiero del país.123

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En el año 2002 se detuvo en el curso de estas inves gaciones a Jorge Peirano Facio, sus hijos
Jorge, Dante y José Peirano Basso, así como a otros exmiembros del llamado Grupo Peirano
(también conocido como Grupo Velox). Juan Peirano Basso también fue detenido y extraditado
desde Estados Unidos a Uruguay en 2006.

En 2011 los tres hermanos fueron puestos en libertad tras cumplir prisión preven va, en la que
estuvieron cerca de cinco años y cuatro meses. Aunque el proceso terminó en Uruguay, los
hermanos Peirano Basso aún tenían pendiente una solicitud de extradición desde Argen na y
Paraguay.4

Dispone la excarcelación de quien se encontraba procesado con prisión preven va, en orden al
delito de tenencia ilegal de arma de guerra en calidad de coautor. Afirma que dada la escala
penal prevista para el delito atribuido, el mínimo de la misma lleva a considerar que en caso de
recaer condena en autos ésta puede ser dejada en suspenso. En consecuencia, en ende que
corresponde aplicar al caso la doctrina de la CIDH del caso "Peirano Basso", del 06/08/2009 en
el cual, al analizarse el principio de proporcionalidad, se estableció que no se podrá recurrir a la
prisión cautelar cuando las circunstancias del caso permitan, en abstracto, suspender la
ejecución de una eventual condena. En el mismo sen do, señala que la violencia que se ejerce
como medida de coerción (encarcelamiento preven vo) nunca puede ser mayor que aquella que
se podrá eventualmente ejercer mediante la aplicación de la pena, en caso de probarse el delito
en cues ón.

7. Velazquez rodriguez (fallo corte interamericana 1988)

Primer fallo donde la corte resuelve de fondo.

Ángel Manfredo Velásquez Rodríguez, estudiante de la universidad de honduras, fue apresado


en forma violenta y sin mediar orden judicial de captura, por elementos e la dirección nación de
inves gación y del G-2 de las fuerzas armadas de honduras. Fue some do a duras
interrogaciones bajo crueles torturas, acusado de supuestos delitos polí cos.

La familia decidió recurrir ante la corte internacional de derechos humanos haciendo uso del
derecho de recurrir a la comisión a pesar de no haber agotado los recursos internos, pero ante
la falta de respuesta del sistema jurisdiccional de honduras que daba vueltas y demoraba
expedientes.

Ante la falta de respuesta del gobierno, la comisión presumió “verdaderos los hechos
denunciados rela vos a la detención y posterior a la desaparición” y observo al gobierno que
tales hechos cons tuyen gravísimas violaciones al derecho de la vida (art 4) y el derecho de la
libertad personal (art 7) de la convención americana.

El estado de honduras intenta que estas actuaciones caigan por cues ones de forma y no de
fondo. No estaban agotados los recursos internos.

El estado de honduras el 18 de noviembre de 1983 pidió la reconsideración de la resolución


30/83, argumentando que no se habían agotado los recursos de la jurisdicción interna; que la
dirección nacional de inves gación desconocía el paradero; que el gobierno estaba haciendo
todas las diligencias para esclarecer el paradero de la persona en cues ón y que habían rumores
de que “andaba con grupos guerrilleros del salvador”. Intentando dilatar el proceso.

La demanda ante la corte fue introducida el 24 de abril de 1986.

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Lo que se demostró en el juicio: la existencia en honduras, de 1981 a 1984, de una prác ca
sistemá ca y selec va de desapariciones, al amparo con la tolerancia del poder público; que
Velásquez fue víc ma de esa prác ca, secuestrado, torturado, ejecutado y sepultado de forma
clandes na por los agentes de las fuerzas armadas y; que en la época en que tales hechos
ocurrieron, los recursos legales disponibles no fueron idóneos ni eficaces para garan zar sus
derechos a la vida, libertad e integridad personales.

Fallo de la corte: deses ma la excepción preliminar de no agotamiento de los recursos internos


opuesta por el gobierno; declara que honduras violo los deberes de respeto y garanHa del
derecho a la libertad personal reconocido en el art 7 en conexión al art 1.1 y de la integridad
Rsica reconocido en el art 5. Declara que se viola el derecho a la vida reconocido en el art 4;
decide que honduras esta obligada a pagar una justa indemnización compensatoria a los
familiares; la cuanHa será fijada por la corte en el caso que el estado y la comisión no se pongan
de acuerdo.

El respeto a los derechos humanos implica que la actuación de los órganos del estado no puede
traspasar los límites que le señalan los derechos humanos.

La garanHa impone al estado el deber de asegurar la efec vidad de los derechos humanos con
todos los medios a su alcance. Todo ciudadano debe disponer de medios judiciales sencillos y
eficaces para la protección de sus derechos. Implica que existan medios para asegurar la
reparación ante eventuales daños causados.

Lo que deja el fallo: toda persona ene derecho a la libertad; nadie puede ser privado de su
libertad Rsica: nadie puede ser some do a la detención o encarcelamiento arbitrarios: toda
persona detenida debe ser informada de las razones de su detención y no ficada, sin demora,
del cargo o cargos formulados contra ella; toda persona detenida debe ser llevada, sin demora,
ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá
derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de
que con nue el proceso.

8. Quiroga (2004)

Marca camino hacia el sistema acusatorio al declarar la incons tucionalidad del art 348 CPPN
(segundo párrafo). Establecía un procedimiento de consulta donde al momento de si un
expediente se va a llevar a juicio y el fiscal postula el sobreseimiento y el juez no concuerda con
el criterio eleva el expediente a la cámara. Si la cámara comparte el criterio del juez instructor le
ordena el apartamiento del fiscal.

Corte: analiza tres normas, 348, 120 CN (establece la independencia del ministerio publico fiscal)
y art 1 ley 24946 (hace al funcionamiento del ministerio). También hace un análisis de la
imparcialidad.

Termina determinando que esa imparcialidad se garan za cuando hay una separación entre
jueces y ficales, agregando que el control jurisdiccional que puede realizar un juez o fiscal no
puede llegar a los extremos del art 348. También ordena que resulta inconcebible que el tribunal,
juez, que controla la inves gación del fiscal, que a su vez pueda ordenar que el fiscal acuse,
vulnerando la separación de junciones. Tampoco resulta admisible para validar el ar culo el
argumento del control de jurisdiccionalidad porque ese control es constante por los actos que

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realiza el juez y porque el ministerio fiscal ene sus propios mecanismos de inves gación
internos. Coordinar no es subordinar.

9. San,llan

El punto central es la facultad de la querella de acusar en solitario en un juicio oral.

A San llán lo acusaban tanto la fiscalía como la querella. Las dos partes pedían su elevación a
juicio en la etapa de instrucción, pero la fiscalía en el juicio oral había pedio su absolución y la
querella acuso. El tribunal oral entendió que la querella NO es autónoma de la fiscalía y que no
podía pedir sentencia por si sola por lo que dicto la absolución de San llán. En ende que no
había una acusación que le permi era dictar sentencia.

Corte: separa sus argumentos en dos, rela vo a la forma sustancial de juicio y las facultades de
la querella para acusar.

En primer lugar, en ende que el caso no es como el de tarifeño dado que las partes que estaban
legi madas para acusar, en este caso si lo hicieron. La acusación ene como ul mo fin la
salvaguarda del derecho de defensa. La corte dice que si bien corresponde al legislador la
reglamentación del ejercicio de la acción penal y la par cipación que le asigna al querellante, la
propia ley le reconoce al querellante personería y por lo tanto se encuentra amparada por el
debido proceso y ene derecho a obtener una sentencia que de respuesta a sus pretensiones.

En segundo lugar, la corte dice que la ley se puede interpretar de dis ntas formas de manera
armónica. En el caso del tribunal oral había elegido una interpretación que le restringía derechos
a una parte que estaba legí mamente validada para par cipar. Se deja sin efecto la sentencia.

Conclusión: la acusación está compuesta por dos actos, el requerimiento de juicio y la acusación
en el alegato de juicio. Toda parte que haya requerido la elevación a juicio puede acusar en juicio
oral y aquellos que no requieran la elevación no van a estar facultados. La querella es autónoma
a la fiscalía por lo tanto las pretensiones pueden ser diferentes.

10. Sandoval

Sandoval y Torres estaban en su vehículo detenido cerca del puente del riolos an guos. La policía
exige que se iden fique y realizan un palpado de armas. La policía encontraría bultos y
procedería a la requisa del auto encontrando 69 gramos de marihuana en 16 envoltorios. -
Sandoval y Torres se defendieron argumentando que eran para consumo personal y la balanza
era para pesar ya que solían ser estafados. -En primera instancia se los declara culpables del
delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Pero en la cámara federal
de apelación son sobreseídos. El ministerio publico fiscal interpondría un recurso de casación,
pero los tres jueces rechazan el recurso de casación interpuesto.

El estándar que aplico la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, para


considerar ilegí mo el procedimiento policial en cuanto a la requisa de los imputados y posterior
secuestro de estupefacientes, fue que la conducta llevada a cabo por la fuerza policial no respeto
la libertad ambulatoria, el derecho de tránsito, el principio de reserva, el derecho a no soportar
injerencias arbitrarias o abusivas en la vida privada, el debido proceso y la inviolabilidad de la
defensa en juicio. Ya que la fuerza policial procedió a una requisa sin autorización judicial por
imperio policial fuera de los casos permi dos por la ley solo actuaron por un olfato policial.

Según el análisis del juez no ene relevancia que los policías al actuar pertenezcan a una fuerza
local. La CSJN en base al fallo “Fernández

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Prieto” y “Terry vs Ohio” de la CS de los EEUU se sos ene que se requiere que las inspecciones
policiales se basen en una sospecha razonable de la comisión de un delito futuro o pasado. En
este caso no jus ficaron el porqué de su accionar.

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