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Método histórico

El método histórico o la metodología de la


historia (o de las ciencias históricas)
comprende el conjunto de técnicas,
métodos y procedimientos usados por los
historiadores para investigar sucesos
pasados, y escribir o reescribir la historia.
Estos procedimientos pueden implicar
recurrir a fuentes secundarias, fuentes
primarias, evidencia material como la
derivada de la arqueología y otras
disciplinas auxiliares de la historia como
la archivística. La habilidad del historiador
radica en identificar estas fuentes, evaluar
su autoridad en relación a las otras y
combinar la información de manera
apropiada para construir una visión
precisa y fiable de eventos, situaciones
pasadas o conceptos antiguos. Como
resultado los historiadores obtienen un
conjunto de escritos (o producción
historiográfica) acerca de un tema o
período histórico a través de la
historiografía.
Un busto esculpido que representa a Tucídides
(c.460-c.400AC) apodado informalmente el "padre de
la historia científica"

La cuestión de la naturaleza del método


histórico e, incluso, su propia reflexión
como método científico, se discute por la
epistemología (filosofía de la ciencia,
metodología de las ciencias sociales) y la
filosofía de la historia y, en cierto sentido,
por la historiología (o teoría de la historia).

Características
Las principales directrices de uso común
por los historiadores en su labor son:

En primer lugar, la definición del tema y


su delimitación, se formula la o las
preguntas (erotética) y se define un plan
de trabajo. Con base a ello viene la
heurística (localización y recopilación
de las fuentes documentales, que son la
materia prima del trabajo del
historiador).
En segundo lugar, el análisis o crítica de
esas fuentes (distinguiendo dos formas
de crítica, que se refieren al trabajo con
las fuentes documentales: crítica
externa y crítica interna).
En último lugar, la síntesis
historiográfica (que es el producto final
de la historiografía).

Terminado ese proceso, queda la


publicación, paso ineludible para que la
comunidad historiográfica comparta y
someta a debate científico y falsación su
labor y se divulgue entre el público para
que su conocimiento pueda servir a los
fines de la historia.
La investigación histórica ha
experimentado cambios en las
herramientas que se usan, con la llegada
de las tecnologías de información y
comunicación, en especial la web 2.0,
estableciéndose lo que se conoce como
Historia Digital, una nueva forma de usar
herramientas tecnológicas sin cambiar la
esencia metodológica de la investigación
(problema->búsqueda->crítica->síntesis-
>diseminación)

Crítica de fuentes
Hay seis formas principales de preguntar a
una fuente documental para juzgarla, es
decir, hacer su crítica, la crítica de fuentes:

1. Datación (localización en el tiempo)


¿Cuándo se produjo la fuente?
2. Localización en el espacio ¿Dónde se
produjo?
3. Autor ¿Quién la produjo?
4. Análisis de la procedencia ¿A partir
de qué material preexistente se
produjo?
5. Integridad ¿En qué forma original se
produjo?
. Credibilidad ¿Cuál es el valor
probatorio de su contenido?
Las cuatro primeras son conocidas como
crítica mayor (crítica histórico o método
crítico histórico); la quinta, crítica menor
(crítica textual o ecdótica); ambas, la
mayor y la menor (las cinco primeras
preguntas) se denominan crítica externa.
La sexta y última se llama crítica interna.[1]

La función de la crítica externa es


esencialmente negativa, en el sentido de
que simplemente evita el uso de fuentes
falsas; mientras que la función
esencialmente positiva corresponde a la
crítica interna, cuya misión es proponer
cómo utilizar las fuentes autentificadas[2]
Crítica externa: autenticidad y …

procedencia

Crítica mayor o alta crítica …

La Crítica mayor (en:higher criticism) es


también llamada Alta crítica (pt:Alta
crítica), Crítica histórica, Crítica radical
(fr:Critique radicale), o Método crítico-
histórico o histórico-crítico (de:Historisch-
kritische Methode).

La determinación de la autoría y la fecha


de una fuente suele implicar uno o varios
de los siguientes procesos:
a) análisis del contenido del documento
soporte de la fuente,
b) comparación con el contenido de
otras fuentes,
c) análisis de las propiedades físicas
del documento soporte de la fuente.[3]

El análisis de contenido incluye el examen


de anacronismos en el lenguaje, las
referencias datables, y la coherencia con
un entorno cultural. La comparación con
otros escritos puede incluir estudios de
paleografía, el estudio de estilo de
escritura a mano (grafología), el estudio
de la estilometría (determinación de la
autoría por comparación del estilo literario
conocido de uno o varios autores -
estilística-), o algo tan simple como la
existencia de citas (a veces textuales -
intertextualidad-, a veces referencias
indirectas) de esa fuente en otra fuente,
bien del mismo autor en otra de sus obras,
bien de otro autor, sea contemporáneo o
de otra época. Las propiedades físicas del
documento pueden ser las propiedades
del papel, de la tinta (como la
consistencia), en su caso del sello, así
como los resultados de análisis más
complejos (químicos o radiactivos, como
la datación por carbono 14).

Crítica menor, baja crítica o crítica …


textual

Véase también: Ecdótica

La crítica menor o baja crítica es más


frecuentemente conocida como crítica
textual, y se refiere a la determinación
precisa un texto en los casos en que los
documentos de los que se dispone son
copias en lugar del original.
Aproximaciones a la crítica textual pueden
incluir el eclecticismo, la stemmática, y la
cladística. La esencia del ‘’eclecticismo’’
es adoptar como original el documento
que explique más fácilmente la derivación
de los documentos alternativas. La
‘’stemmática’’ es el intento de construir un
‘’árbol genealógico’’ de los manuscritos
existentes para ayudar a determinar su
correcta lectura. La cladística hace uso de
los análisis estadísticos con un fin similar.

Crítica interna: la fiabilidad histórica …

Considerando la evidencia de que pocos


documentos se aceptan como totalmente
fiables, Louis Gottschalk establece como
regla general: "para cada documento
particular el proceso de establecer la
credibilidad debe ser realizado por
separado, independientemente de la
credibilidad general del autor". Un autor
que generalmente se considera confiable
podrá establecer un fondo de probabilidad
para el examen de cada uno de sus textos,
pero cada pieza de prueba debe
someterse individualmente a crítica.

Testimonio de testigos presenciales …

El testimonio de testigos presenciales,


como puede ser el propio autor de la
fuente en cuestión, debe evaluarse
mediante comprobaciones como las
siguientes (es obvia la similitud con las
expresiones relacionadas con los
concepto de testigo y de testimonio en un
contexto jurídico):
¿Su declaración puede tener un
verdadero significado diferente a su
sentido literal? ¿utilizan palabras en
sentidos diferentes a los que hoy son
usuales? ¿utilizan la ironía u otros
recursos para decir cosas distintas a las
que aparentemente dicen?
¿Cómo observó el autor el hecho del
que dice ser testigo? ¿De qué sentido
dependía su observación? ¿Era tal cosa
adecuada? ¿Tenía capacidad adecuada
para tal observación, o estaba mediada
por dificultades con el idioma, con su
grado de conocimientos técnicos
necesarios -jurídicos o militares, por
ejemplo-? ¿Tenía libertad para testificar
o estaba intimidado?
¿Cómo construyó el testigo su
testimonio y cuál era su capacidad de
hacerlo?
En cuanto a su capacidad para informar
¿fue parcial? ¿tuvo tiempo, lugar e
instrumentos adecuados para hacerlo?
¿El registro escrito de su observación
fue inmediato, o tardó mucho en
hacerlo?
¿Cuál fue la intención del autor a la
hora de presentar su testimonio?
¿Para quiénes hace ese registro? Esa
audiencia ¿le distorsiona a la hora de
presentar su testimonio?
¿Existen otros indicios para
sospechar de alguna intención que
distorsione la veracidad? ¿Era
indiferente sobre el tema observado,
lo que probablemente hace presumir
la ausencia de intención de
distorsionar su testimonio? ¿Su
testimonio se hace incluso contra sí
mismo? lo que en derecho sería
autoinculpación, y suele considerarse
indicio de que probablemente no
pretende distorsionar, o al contrario
¿existe una apología innecesaria?
(excusatio non petita, accusatio
manifiesta). ¿La información recogida
es incidental o casual? (con lo que
esos datos no tendrían intención de
distorsionar)
¿Realiza sus declaraciones de forma
que parecen inherentemente
improbables: por ejemplo, contrarias a
la naturaleza humana, o en conflicto con
lo que sabemos?
Hay que tener en cuenta que algunos
tipos de información son más fáciles de
observar e informar sobre ellos que
otros.
¿Existen contradicciones internas en el
documento? [4]
Louis Gottschalk añade una consideración
adicional: "Incluso cuando el hecho en
cuestión puede no ser muy conocido por el
investigador que está criticando una
fuente, cierto tipo de declaraciones son
tan incidentales y probablemente
contienen tal grado de error o falsedad,
que pueden determinarse como poco
probables. Si una antigua inscripción en
una vía nos dice que tal procónsul la
construyó bajo el principado de Augusto,
puede ponerse en duda hasta posterior
corroboración si realmente fue tal
procónsul quien construyera el camino,
pero sería más difícil poner en duda que el
camino fuera construido durante el
Principado de Augusto. Si un anuncio
publicitario en un periódico informa a los
lectores que "el café A y B se puede
comprar en todas las tiendas de confianza
al inusual precio de cincuenta centavos
por libra," todo lo que la publicidad diga
puede ser puesto en duda hasta posterior
corroboración, todo excepto que haya una
marca de café en el mercado denominada
"A y B".[5]

Garraghan indica que la mayoría de la


información proviene de "testigos
indirectos", personas que no estuvieron
presentes en la escena, pero que han oído
hablar de los acontecimientos de otra
persona.[6] A veces pueden usarse
testimonios de oídas, pero en esos casos,
en que los testigos son una fuente
secundaria, no debe confiarse en ellos
plenamente, sino que ha de comprobarse:

1) en qué fuente primaria basa la


secundaria su declaración
2) si la fuente secundaria reproduce con
precisión y completa la fuente primaria
3) si no es así, en qué detalles
reproduce con más exactitud a la fuente
primaria

La comprobación de estas cuestiones


pueden proporcionar al historiador la
totalidad o la esencia de la fuente
principal, en casos en los que las fuentes
secundarias sean el único medio de
conocimiento de un hecho. En tales casos,
la fuente secundaria es la fuente original
para el historiador, en el sentido de ser el
«origen» de su conocimiento, habiendo
siempre de aplicarle las mismos
prevenciones que a una fuente primaria en
cuanto a su fiabilidad.[7]

La tradición oral …

Gilbert Garraghan sostiene que la tradición


oral puede ser aceptada si cumple estas
dos "condiciones generales" o seis
"condiciones particulares":[8]

Condiciones generales.
La tradición debe ser apoyada por una
serie ininterrumpida de testigos, que
vayan desde el primer e inmediato
observador del hecho, mediante
testigos vivos a los que se transmitió
el testimonio, hasta el primero que lo
puso por escrito.
Debe haber varias series paralelas e
independientes de testigos que
declaren sobre el hecho de que se
trate.
Condiciones especiales.
La tradición debe informar de un acto
público de importancia, que
necesariamente es conocido
directamente por un gran número de
personas.
La tradición debe haber sido la
creencia generalizada, al menos por
un período determinado de tiempo.
Durante ese período determinado, no
debe haber sido cuestionada, incluso
por personas con algún interés en
negar esa creencia.
La tradición debe ser de una duración
relativamente limitada. [En otra parte
de su obra, Garraghan sugiere un
límite máximo de 150 años, al menos
en las culturas basadas en la
memoria oral.]
Durante ese periodo, debía existir un
espíritu crítico lo suficientemente
desarrollado, así como los medios
necesarios para la investigación
crítica.
Personas de mente crítica que de
haberla considerado falsa, la habrían
cuestionado, no lo hicieron.

Otros métodos de verificación de la


tradición oral pueden existir, como la
comparación con la prueba de restos
arqueológicos.
El trabajo de campo en África occidental y
Europa oriental han contribuido a discutir
la fiabilidad o la potencial falta de
fiabilidad de la tradición oral.[9]

Véanse también: Historia oral y Tradición oral.

Síntesis: razonamiento
histórico
Una vez que las piezas individuales de
información se han evaluado en su
contexto, se pueden formar y establecer
hipótesis mediante el razonamiento
histórico.

Argumento de la mejor explicación …


Véase también: Navaja de Occam

C. Behan McCullagh establece siete


condiciones para el éxito de un argumento
de la mejor explicación:[10]

1. El argumento debe implicar, además


de otros argumentos que
previamente se hayan demostrado
ser verdad, otros hechos que
describan la realidad: los datos
observables. De ahora en adelante
vamos a llamar al primer argumento
la hipótesis, y a los argumentos que
describan los datos observables,
observaciones (No obstante, hay que
tener en cuenta que cada uno de los
conceptos manejados: verdad,
realidad, realidad histórica -la propia
historia en cuanto pasado-, dato,
hecho, hecho científico, hecho
histórico -habitualmente denominado
acontecimiento- hipótesis científica y
observación científica; tienen una
codificación propia en la metodología
de la ciencia, sobre todo en las
ciencias de la naturaleza, que no
coincide estrictamente con la de las
ciencias sociales -metodología de
las ciencias sociales- o con el uso
que se le da en historiografía o
incluso por cada historiador o
escuela historiográfica).
2. La hipótesis debe ser de una mayor
exposición de alcance que cualquier
otra hipótesis incompatible sobre el
mismo tema, esto es, debe implicar
una mayor variedad de
observaciones.
3. La hipótesis debe ser de mayor poder
explicativo que cualquier otra
hipótesis incompatible sobre el
mismo tema, es decir, que las
observaciones que implica deben
haberse realizado más
probablemente que cualesquiera
otras.
4. La hipótesis debe ser más posible
que cualquier otra hipótesis
incompatible sobre el mismo tema,
es decir, que implica en cierta medida
por una mayor variedad de verdades
aceptadas que cualquier otra, y se
implica con más fuerza que cualquier
otra, y su negación debe ser probable
que implica un menor número de
creencias, e implica menos fuerza
que cualquier otra.
5. La hipótesis debe ser menos ad hoc
que cualquier otra hipótesis
incompatible sobre el mismo tema,
es decir, debe incluir un menor
número de nuevas suposiciones
sobre el pasado que no estén ya
implícitas en cierta medida en por
creencias existentes.
. La disconformidad con esa hipótesis
debe ser menos aceptada por las
creencias existentes que cualquier
otra hipótesis incompatible sobre el
mismo tema, es decir, cuando se
articula con las verdades aceptadas,
debe implicar un menor número de
declaraciones de observación y otras
declaraciones que se cree que son
falsas.
7. Debe ser superior a otras hipótesis
incompatibles sobre el mismo tema;
por tanto, si hay pocas posibilidades
de una hipótesis de incompatibilidad
en las características de 2 a 6,
después de una investigación más a
fondo, debe superarlas en estos
aspectos.

McCullagh resume, "si el alcance y la


fuerza de una explicación es muy grande,
por cuanto explica una gran cantidad y
variedad de hechos, muchos más que
cualquier explicación con la que compite,
es probable que sea cierta".[11]

Inferencia estadística …
McCullagh establece este tipo de
argumento de la siguiente manera:[12]

1. Hay probabilidad (el grado de p 1 )


que lo que es un A sea un B.
2. Es probable (en la medida p 2 ) que
esto sea un A.
3. Por lo tanto (en relación con estas
premisas) es probable (en la medida
de p 1 × p 2 ) que esto sea un B.

McCullagh da este ejemplo:[13]

1. En miles de casos, las letras V.S.L.M.


que figura al final de una inscripción
en latín en una lápida significan
Votum Solvit Libens Merito.
2. En esta lápida las letras V.S.L.M. se
encuentran al final de una inscripción
en latín.
3. Por lo tanto, estas letras en esta
lápida significan Votum Solvit Libens
Merito.

Se trata de un silogismo en forma


probabilística, haciendo uso de una
generalización formado por inducción a
partir de numerosos ejemplos (como la
primera premisa).

El argumento de analogía …
La estructura del argumento es la
siguiente:[14]

1. Una cosa (objeto, evento, o situación)


tiene propiedades p 1 ... p n y p n + 1 .
2. Otra cosa que tiene propiedades p 1
... p n .
3. Por lo tanto, esta última también
tiene la propiedad p n + 1 .

McCullagh propone que un argumento de


analogía es un "silogismo estadístico
encubierto" o, mejor expresado, un
argumento de la mejor explicación. Es un
silogismo estadístico cuando está
"establecido por un número suficiente de
casos y varias instancias de
generalización", de lo contrario, el
argumento puede ser inválido si las
propiedades 1 a n no están relacionados
con la propiedad n + 1, a menos que la
propiedad n + 1 sea la mejor explicación
de las propiedades 1 a n. La analogía, por
lo tanto, es indiscutible sólo cuando se
utiliza para sugerir hipótesis, no como un
argumento concluyente.

Referencias

Bibliografía …
Gilbert J. Garraghan, A Guide to
Historical Method, Fordham University
Press: New York (1946). ISBN 0-8371-
7132-6.
Louis Gottschalk, Understanding History:
A Primer of Historical Method, Alfred A.
Knopf: New York (1950). ISBN 0-394-
30215-X.
Martha Howell and Walter Prevenier,
From Reliable Sources: An Introduction to
Historical Methods, Cornell University
Press: Ithaca (2001). ISBN 0-8014-8560-
6.
C. Behan McCullagh, Justifying Historical
Descriptions, Cambridge University
Press: New York (1984). ISBN 0-521-
31830-0.
R. J. Shafer, A Guide to Historical
Method, The Dorsey Press: Illinois
(1974). ISBN 0-534-10825-3.

Notas …

1. Garraghan op. Cit., p. 168


2. Shafer op. cit., p. 118
3. Shafer op. cit., p. 120
4. Shafer op. cit., pp. 157-158
5. Gottschalk op. cit., p. 163
. Garraghan, op.cit., p. 292
7. Garraghan, op. cit. pg., 165
. Garraghan, op. cit., pg. 261-262)
9. Véase J. Vansina, De la tradition orale.
Essai de méthode historique, en inglés
Oral Tradition as History, y también el
estudio de los bardos eslavos de A. B.
Lord The Singer of Tales. Taqmbién
las sagas de Islandia, como la de
Snorri Sturlason del siglo XIII, y K. E.
Bailey, "Informed Controlled Oral
Tradition and the Synoptic Gospels",
Asia Journal of Theology [1991], 34-
54. Compare Walter J. Ong, Orality and
Literacy.
10. op. cit., p. 19
11. Las descripciones históricas que
justifican, p. 26
12. op. cit, 48
13. op. cit., p. 47
14. McCullagh, op. cit. p. 85

Véase también
Arqueología
Métodos usados en el estudio de la
historia del arte
Metodología arqueológica
Filología
Documentación
Historiografía
Historiología
Sujeto histórico
Tiempo histórico
Filosofía de la historia
Método científico
Fuente documental
Memoria histórica
Metodología de ciencias sociales
Comentario de textos (en historia)
Paleontología

Enlaces externos
En inglés:

Historical Sources Online by Marc


Comtois
Philosophy of History by Paul Newall
The Historian's Sources , online lesson
by the Library of Congress
Federal Rules of Evidence in United
States law

Datos: Q1196545

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