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Aniversario de La Fundacion de Huamanga
Aniversario de La Fundacion de Huamanga
El 25 de abril se cumplen 481 años de la fundación de la ciudad de Huamanga. Han pasado más de
cuatro siglos y esta ciudad de origen colonial ha sido testigo de diferentes acontecimientos impor-
tantes en la historia de la propia región y del país.
El primer asentamiento de Huamanga se dio a unos cuantos kilómetros del actual emplazamien-
to. En enero de 1539, se fundaba San Juan de la Frontera, en la zona de Huamanguilla (cercana a
la actual Quinua). Para aquel entonces, la naciente ciudad contaba con tan solo 22 vecinos1. Ahí
permaneció durante un año, pero por motivos de la pobreza de la tierra y de otros factores am-
bientales, se decidió muy pronto su traslado. El 25 de abril de 1540, entonces, se funda la villa que
se convertiría por mucho tiempo en la ciudad – puente entre la capital del virreinato (Lima) y la
capital histórica del Tawantinsuyo (Cusco). Todos los viajeros que deseaban transitar a estas ciu-
dades – cabezas de estado – debían pasar obligatoriamente por Huamanga2. Además, esta ciudad
se convertía en un lugar estratégico para la defensa del naciente estado virreinal ante los posibles
ataques del ejército de Manco Inca y sus sucesores3, que se encontraban en el reducto de Vilca-
bamba. Muy pronto Huamanga, se convirtió en el asentamiento de diferentes castas, tanto del
1 ZAPATA, Antonio, Nelson PEREYRA y Rolando ROJAS (eds) Historia y cultura de Ayacucho. Lima: UNICEF, DED Servicio Ale-
mán de Cooperación Social – Técnica e Instituto de Estudios Peruanos (IEP). 2010, p. 87.
2 Como cuenta el cronista Cieza de León, San Juan de la Frontera pasó a llamarse San Juan de la Victoria por el triunfo
de las huestes del Visitador Cristóbal Vaca de Castro contra los almagristas, liderados por Diego de Almagro – el mozo –,
en la batalla de Chupas (16/09/1542).
CIEZA DE LEÓN, Pedro Crónica del Perú – El señorío de los incas. Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho. 2005, p. 231.
3 STERN, Steve Peru’s Indian peoples and the challenge of Spanish conquest: Huamanga to 1640. Wisconsin: University of
Wisconsin press. 1983, p. 74.
mundo indígena (en su mayoría), como del español, consolidándose con el tiempo en una ciudad
mestiza con un ‘acento cultural’ único y propio en el Perú.
Las casonas de la ciudad, de corte señorial, han sido admiradas desde sus inicios. La manufactura
de esta arquitectura civil ha sido inspirada en la ‘vivienda castellana de las clases altas’4, y princi-
palmente, realizada en piedra, lo que le ha permitido sobrevivir al paso del tiempo. Hasta nues-
tros días, el visitante puede apreciar sus amplios patios coloniales. No en vano, el cronista Cieza
de León, cuando pasó por Huamanga reconoció que esta era la ciudad que tenía las “mayores y
mejores casas de todo el Perú, todas de piedra, ladrillo y teja con grandes torres, de manera que
no falta aposentos”5. Esta ciudad, que sigue un trazo español clásico, a su vez, cuenta con una
cantidad importante de templos coloniales. Por ello se le denomina la ‘ciudad de las 33 iglesias’.
Ello refleja la religiosidad de su población, que desde sus inicios y a través de toda su historia, ha
estado interesada en mantener lugares de culto, donde manifestar su fe cristiana. Asimismo, al
ser una de las ciudades importantes del virreinato peruano, contó con un obispado desde 16096,
en el que hicieron misión apostólica 6 órdenes religiosas de varones: mercedarios (1542), domi-
nicos (1548), franciscanos (1552), san Juan de Dios (1555), jesuitas (1604) y agustinos (1615). Así
mismo, esta ciudad también contó con dos espacios para el recogimiento espiritual de monjas de
clausura: clarisas (1568) y carmelitas (1703); y por supuesto, un clero secular importante que rea-
lizó su labor ministerial en parroquias y templos. Con respecto a los padres jesuitas, por ejemplo,
instalaron a inicios del siglo XVII un colegio, San Carlos Borromeo7, donde formaron académica y
espiritualmente a la niñez y juventud de la ciudad.
A fines del siglo XVII, en esta ciudad se fundó la Universidad Pontificia San Cristóbal de Huamanga
(1677). Ello se debió a los auspicios del obispo Cristóbal de Castilla y Zamora, que supo recoger
el interés de los pobladores para que esta ciudad posea un centro académico que otorgue títulos
académicos a sus estudiantes8. Esta universidad se convirtió en la tercera fundada en el Perú des-
pués de la Universidad de San Marcos de Lima (1551) y la Universidad San Ignacio de Loyola del
Cusco (1620). Desde ese entonces, se puede considerar a Huamanga como una ciudad que gira,
principalmente, en torno a su universidad; ya que esta casa de estudios sigue siendo gravitante