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La autoridad agraria recordó que la primera reforma agraria consideraba tres etapas: entregar

las tierras al campesino, capacitarlos y tecnificar el agro. “Pero se frustró la tercera fase.
Nosotros queremos retomar ese punto, fortaleciendo la asociatividad, las cooperativas
agrarias y la industrialización”,

Estructura
1. carátula (nombres, códigos, etc) imagen referente al tema
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3. 👉🏼 presentación o introducción
4. 👉🏼capítulo 1: tema general segunda reforma agraria

El domingo 3 de octubre, el Ejecutivo anunció la esperada Segunda Reforma Agraria, cuyo


objetivo es el de fomentar el desarrollo integral de las zonas rurales. Un detalle no menor
es que no se busca expropiar ni confiscar tierras, como sí se hizo en la primera reforma
agraria de 1969. Sin embargo, recordemos que dicha “reforma” no solo se hizo efectiva
con la expropiación de tierras, sino que vino acompañada de políticas restrictivas de las
libertades, como los aranceles para las importaciones de alimentos y el control de precios.

Entre los principales lineamientos para llevar a cabo la segunda reforma agraria figuran los
siguientes: i) un gabinete de desarrollo agrario para el desarrollo de políticas agrarias; ii)
ajustes a la franja de precios para proteger la producción nacional: iii) construcción de una
planta de fertilizantes para atenuar el aumento del precio de este insumo para la actividad
agrícola; iv) implementación del servicio civil agrario para jóvenes universitarios; v)
creación del fondo para la mujer rural; vi) otorgamiento de créditos a través de una banca
de fomento agrario; entre otros

5. Antecedentes:

La reforma agraria fue un proceso político social ejecutado a nivel mundial. Muchos países,
básicamente los del llamado Tercer Mundo, se sumaron a la nueva forma de distribución de la
riqueza.

En Perú fue una medida con respecto a la propiedad de la tierra aplicada por el Gobierno
Revolucionario de la Fuerza Armada liderado por Juan Velasco Alvarado. Se inspiró en la
reforma agraria realizada en Bolivia en 1952 y tiene su antecedente en la reforma agraria
proyectada en las Cortes de Cádiz durante el Imperio Español.

En 1958, 11 años antes de la reforma velasquista, Pedro Beltrán había encabezado una
Comisión para la Reforma Agraria sin ningún resultado concreto.

En 1963, durante el gobierno de la Junta Militar presidida por Nicolás Lindley, se promulgó la
Ley de bases para la Reforma Agraria que creó el IRAC (Instituto de Reforma Agraria y
Colonización) e inició el proceso de la reforma agraria en el valle de La Convención (Cuzco).

Al año siguiente, durante el primer gobierno de Fernando Belaúnde Terry, se promulgó la Ley
de Reforma Agraria, que no incluyó a las grandes propiedades de la costa norte y tuvo
problemas para ser aplicada. Belaúnde, como signatario de la Carta de Punta del Este, se
comprometió a impulsar dentro de la particularidad de cada país, programas de Reforma
Agraria Integral, orientados a la efectiva transformación de las estructuras e injustos sistemas
de tenencia y explotación de la tierra donde así se requiera, con miras a sustituir el régimen de
latifundio y minifundio por un sistema justo de propiedad, en compañía de crédito oportuno y
distribución de los productos.

A partir de 1969, el gobierno peruano implementó una serie de medidas con el objetivo de
transformar el panorama social del país, a través de un cambio en el sistema de distribución de
la riqueza, particularmente del régimen económico y el de propiedad de la tierra. Una de tales
medidas fue la promulgación del Decreto Ley N° 17716 (Ley de Reforma Agraria) el cual tenía
el objetivo de transformar la estructura de titularidad de tierras del país y sustituir los
regímenes de latifundio y minifundio por un sistema de redistribución equitativa de la
propiedad rural. La reforma agraria se llevó a cabo a través de expropiaciones de predios
rústicos.

6. Capítulo 2 problemática los 9 puntos

LA CRISIS DE LA AGRICULTURA DESPUÉS DE LA PRIMERA REFORMA AGRARIA.

El sociólogo Fernando Eguren, en su artículo “Reforma agraria y desarrollo rural en el Perú”,
señaló que “a pesar de los distintos esfuerzos del gobierno militar por llevar a cabo la reforma,
esta no se dio de la misma manera y en igual medida en todas las zonas rurales del país”.

De acuerdo al también investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales, “la reforma
agraria se ejecutó sobre todo en la costa y en la sierra del país, las dos regiones con mayor
población rural y mayores áreas de uso agropecuario”. Además, indica que “entre junio de
1969 y junio de 1979 se expropiaron 15.826 fundos y más de 9 millones de hectáreas. La
mayor parte de esta área fue adjudicada a 370 mil beneficiarios”.

Según el ministro Víctor Mayta Frisancho, recordó que la primera reforma agraria consideraba
tres etapas: entregar las tierras al campesino, capacitarlos y tecnificar el agro. “Pero se frustró
la tercera fase. Nosotros queremos retomar ese punto, fortaleciendo la asociatividad, las
cooperativas agrarias y la industrialización”.

Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), existen alrededor de 2.2 millones
de unidades agropecuarias en el país, de las cuales el 97% corresponde a la agricultura familiar.
El pequeño tamaño de las unidades productoras explica el rezago de la productividad del
sector y las limitaciones que enfrentan para acceder a la formalidad.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), este sector tiene una tasa de
informalidad laboral del 96,5% en 2020, la cual superó en más de 20 puntos porcentuales al
promedio nacional que se situó en un 75.3%, posicionándose como la más alta. Situación que
explica, en parte, la baja productividad laboral sector, pues el Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo (MTPE) lo consideró el menos productivo en 2019 y 2020.

Uno de los factores que ocasionan estos problemas es la poca capacidad del pequeño y
mediano agricultor para acceder al crédito. De acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria
(ENA) de 2018, el 25.8% de las tierras agrícolas manejadas por pequeños y medianos
productores no está trabajada, lo que se debe principalmente a la falta de crédito (31%) (ver
Semanario 1088). No obstante, lograr una adecuada difusión del crédito será imposible sin
estándares mínimos como un bajo nivel de morosidad, lo cual no ocurre en la práctica, pues el
Agrobanco, el principal instrumento de apoyo financiero del Estado para los pequeños
productores agropecuarios, a junio de 2021, cuenta con una cartera de alto riesgo y cartera
pesada de 118.3% y 98.7%, respectivamente, según cifras de la Superintendencia de Banca,
Seguros y AFP.
En esa misma línea, con respecto a la falta de recursos hídricos, según estimaciones del
Midagri, la proporción de superficie agrícola regada en 2018 fue del 37.8%, por lo que mayoría
de los agricultores dependen completamente de las lluvias. Al respecto, grandes proyectos de
irrigación siguen entrampados por distintos motivos y no se tiene una fecha clara sobre su
próxima puesta en marcha. Hablamos de proyectos como Majes Siguas II, Alto Piura, Chinecas
y otros más, que irrigarían 200,000 hectáreas, con una inversión estimada de US$ 3,500
millones.

En cuanto a la titulación de tierras, de acuerdo con Midagri, al primer semestre de 2020,


apenas 1,668,870 predios estaban titulados, es decir, un 45% del total existente. La titulación
permite a los agricultores tener capacidad de solicitar créditos bancarios, recibir apoyo de
instituciones públicas o privadas, o heredar, hipotecar y arreglar el predio legalmente. Por lo
tanto, promover la proporción de predios rurales individuales titulados es fundamental para
que las pequeños y medianos agricultores se desarrollen.

Por último, según el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), las semillas certificadas
generan un mayor rendimiento de cosecha por hectárea, una mejor adaptabilidad a los climas
y mayor resistencia contra plagas y enfermedades. No obstante, el uso de este tipo de semilla
es mínimo. Según el INIA, la tasa de uso promedio de semillas certificadas en cultivos ascendió
a un 12.4% entre 2015 y 2019, aunque ello se reduce considerablemente en cultivos como los
cereales, las leguminosas de grano, el maíz amiláceo y la papa donde se registró en 2019 una
tasa de uso menor a 1%. Por lo tanto, fomentar el uso de estas semillas a través de campañas
de difusión y asesorías técnicas será vital para aumentar la productividad de las tierras y, por
ende, del sector.

El presidente castillo frente a esta crisis de la agricultura plantea hacer una reforma agraria
que consiste en la formalización de los agricultores familiares dándoles una asistencia técnica a
través de los programas de SECIGRA, acceder a los bancos agropecuarios e incluir en esta
reforma a la mujer dándole apoyo social, técnico y económico.

El primer eje es lograr la seguridad alimentaria mediante la producción sostenible y nutritiva


desde la Agricultura Familiar, lo que contribuirá a disminuir la dependencia de la importación
de alimentos e insumos básicos, indispensables en la actividad agropecuaria.

Un segundo eje es la promoción de la asociatividad y el cooperativismo para la producción, la


productividad e inserción exitosa al mercado. La reciente promulgación de la ley 31335 de
Perfeccionamiento de la Asociatividad de los Productores Agrarios en Cooperativas Agrarias
fortalecerá el rol de las organizaciones agrarias del país.

Un tercer eje es la ejecución de acciones de infraestructura hidráulica, proyectos de riego,


siembra y cosecha de agua con micro reservorios y tecnificación del riego, que permitirá un
mayor aprovechamiento de los recursos hídricos en beneficio de la producción de alimentos.

El cuarto eje es la implementación del Servicio Civil del Sector Agrario (Secigra) que movilizará
a los egresados de carreras agrarias para brindar asistencia técnica y capacitación a
comunidades campesinas y nativas, cooperativas y asociaciones de productores. Los mismos
estudiantes podrán acceder al conocimiento ancestral de las comunidades en sus faenas
agrarias.
El quinto eje es la industrialización rural para inyectar de mayor valor agregado y capacidad de
negociación a los pequeños productores, debidamente organizados, para hacer frente a la
industria y comerciantes intermediarios, lo que les permitirá obtener mejores precios por sus
productos.

El sexto eje contempla la promoción y funcionamiento de los mercados de productores y


compras estatales a la pequeña agricultura a través de los diversos programas sociales,
comedores populares, ollas comunes, mercado local, que requieren productos nutritivos e
inocuos.

El sétimo eje es impulsar desde el gobierno, el desarrollo del sector ganadero nacional a través
de un efectivo apoyo al repoblamiento ganadero, mejora de pastos y genético, para lograr una
mayor producción de carnes, leche y otros derivados, que redundarán en la calidad de vida de
las familias de pequeños criadores.

El octavo eje es la promoción de la articulación intergubernamental e intersectorial en el


territorio, la elaboración de agendas regionales de trabajo, a favor del crecimiento y desarrollo
rural en estrecha coordinación de las autoridades regionales y locales.

El noveno eje incluye la provisión y acceso a crédito desde un banco de fomento agrario al
servicio principalmente de la Agricultura Familiar.

7. Desarrollo

El primer eje desarrolla un plan de fortalecimiento en la agricultura familiar e incremento en la


producción de alimentos propios y de calidad para evitar depender del consumo de alimentos
importados que muchas veces ocasionan indirectamente daños a nuestra salud por los
contenidos químicos que puedan tener estos productos.

Se tiene que el 97% trabajadores del sector agrario laboran en la informalidad. En el segundo
eje a través de la promulgación de la ley 31335 de Perfeccionamiento de la Asociatividad de los
Productores Agrarios en Cooperativas Agrarias busca el Estado el fortalecimiento
organizacional, fomento y promoción de las cooperativas agrarias de usuarios y de sus
organismos de integración, dotándolas a su vez de un régimen tributario que responda a su
naturaleza y al tipo de actos que desarrollan con sus socios. En esencia lo que busca es asociar
y formalizar a los agricultores para así crear un fondo denominado cooperativa agraria donde
las tasas de los prestamos tengan un mínimo interés para sus asociados. el sector agrario es el
más precario en esta materia, pues alcanzó la mayor tasa de informalidad, con 97.4% en el
segundo trimestre del 2021 y superó en 22.8 puntos porcentuales (pp) el promedio nacional
del 74.6% para el mismo periodo, según cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho). El
ministro Víctor Maita dio a conocer a la Agencia oficial Andina que
con esta norma se reconocerán a 300 nuevas cooperativas,
“llegando a 500 en total, que agrupan a 130.000 familias”.
El tercer eje es la ejecución de acciones de infraestructura hidráulica, proyectos de riego,
siembra y cosecha de agua. Gran parte de los agricultores son de la sierra y la costa que
dependen de la lluvia para el riego y la producción de sus productos, el proyecto de cosecha de
agua de recoger en pequeños reservorios el agua de la lluvia sería una forma de combatir las
épocas de sequía que afectan y paralizan la producción de productos e incluso servirían previo
un tratamiento adecuado del agua para el consumo doméstico. Respecto de los grandes
proyectos de irrigación siguen entrampados por distintos motivos y no se tiene una fecha clara
sobre su próxima puesta en marcha. Hablamos de proyectos como Majes Siguas II, Alto Piura,
Chinecas y otros más, que irrigarían 200,000 hectáreas, con una inversión estimada de US$
3,500 millones.

En esa línea, a fines de setiembre el Midagri inició el mantenimiento de 20.000 kilómetros de


canales de regadío, con un presupuesto de S/ 200 millones. Dichos trabajos deberán concluirse
en diciembre de este año y generarán 2,5 millones de jornales de trabajo temporal. Asimismo,
mejorarán el suministro de agua en 630 mil hectáreas de campos de cultivo.

Otro de los proyectos es la siembra y cosecha de agua en zonas altoandinas. Se invertirán S/


69 millones entre setiembre de 2021 y junio de 2022, se crearán 172.600 empleos. También se
irrigarán 3.643 hectáreas de la agricultura familiar y se reforestarán 480 hectáreas con especies
nativas.

Respecto al cuarto punto sobre el SECIGRA, es una buena forma de dar asistencia técnica y
capacitación a los agricultores en especial de las zonas rurales más alejadas. Es una forma de
incentivar el desarrollo del agro y la formación profesional de los futuros profesionales
agrónomos.

Respecto al quinto punto Midagri financiará la elaboración de planes de negocios para la


industrialización de la producción de los pequeños agricultores organizados y las cooperativas
agrarias. Para ello destinará S/ 45 millones, entre setiembre de este año y junio de 2022. La
meta es lograr la aprobación de 700 planes de negocio de las cadenas productivas agrícola,
pecuaria y forestal. Los beneficiados, según el plan, serán 30.000 agricultores que labran
400.000 hectáreas de tierras. El ajuste de precios de los productos es necesario y urgente ya
que el sector mas perjudicado son los agricultores pequeños que muchas veces venden sus
productos artesanalmente incluso llegando a rematar sus productos a precios que no justifican
el esfuerzo con el que producen los productos, para ello es necesario que se propongan una
tabla de precios generales para la venta de los productos a nivel nacional.

Sin embargo, para el economista y experto en temas agrarios del Centro Bartolomé de Las
Casas, Valerio Paucarmaita Tacuri, el presupuesto para el sector agricultura es insuficiente.
“Los campesinos dicen que no quieren bonos, sino inversión productiva, que les entreguen
buenas semillas, inviertan en innovación y se acorte la cadena de comercialización. Eso implica
que el presupuesto del Midagri, por lo menos, debería triplicarse”.

El sexto punto el Estado desarrolla una política de adquisición de productos de los pequeños
productores a precios estándares para q los destine a programas sociales como Qaliwarma,
comedor popular, ollas comunes, etc.

El séptimo punto entre las medidas para reactivar el agro, el gobierno de Castillo ha anunciado
la implementación de un programa de compras públicas de alimentos de la pequeña
agricultura. También ha señalado que hará reformas para que Agrobanco incremente su
patrimonio en S/ 200 millones, amplíe su cobertura en diferentes zonas del país, aumente la
cartera crediticia y recupere las deudas generadas hasta el 2018. Asimismo, se ha deslizado la
posibilidad de que el Banco de la Nación otorgue créditos agrarios.

Mauricio Espinoza Hermoza, investigador del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade),


sostiene que para concretar los anuncios del gobierno el presupuesto del sector debe
aumentar. Según el Marco Macroeconómico Multianual, el Ejecutivo destinará el próximo año
S/ 4.604 millones para el sector agropecuario. Es decir, 10 % ó S/ 435 millones más que el
presupuesto de este año. La mayor parte de ese dinero, S/ 3.211 millones, se destinará a
inversiones en materia de infraestructura hídrica y desarrollo agropecuario, y solo S/ 253
millones servirán para financiamiento agrario.
El punto octavo se enfoca por parte del Estado en hacer coordinaciones, alianzas con los
gobiernos regionales y locales en hacer una hoja de ruta en feneció del crecimiento del sector
rural.

En el noveno punto desarrolla la creación y el acceso al banco de fomento agrícola. El


presidente castillo dijo que los agricultores tendrán acceso a créditos bajo condiciones
favorables, para impulsar el desarrollo del sector en el país. “Daremos los pasos necesarios
para que nuestro país tenga una banca de fomento agrario sobre la base de Agrobanco, Cofide
y el Banco de la Nación”, indicó.

“Los agricultores empezarán a tener acceso directo a estos créditos en condiciones favorables
con apoyo técnico y asesoramiento agrario”

Consideramos que ello con lleva indirectamente a la titulación de tierras, de acuerdo con
Midagri, al primer semestre de 2020, apenas 1,668,870 predios estaban titulados, es decir, un
45% del total existente. La titulación permite a los agricultores tener capacidad de solicitar
créditos bancarios, recibir apoyo de instituciones públicas o privadas, o heredar, hipotecar y
arreglar el predio legalmente. Por lo tanto, promover la proporción de predios rurales
individuales titulados es fundamental para que las pequeños y medianos agricultores se
desarrollen.

FONDO MUJER RURAL

El mandatario Castillo señaló que impulsarán un fondo para la mujer rural, pues uno de cada
tres trabajadores del campo son mujeres. Según explicó, permitirá desplegar diversos
programas de apoyo técnico, empresarial y social hacia las más de 700,000 productoras
agropecuarias del país.

“La segunda reforma agraria tiene también rostro de mujer, el de nuestras madres, hijas y
esposas cuyo trabajo y esfuerzo vemos a diario” la finalidad de esta propuesta del presidente
Castillo es la inclusión de la mujer en esta nueva reforma agraria haciendo ver que no solo el
hombre es quien hace chacra si no también la mujer trabaja la tierra para el sustento de su
familia.

Entre las medidas expuestas están la creación de un gabinete para el desarrollo del agro,
compras públicas de alimentos de la agricultura familiar y la construcción de mercados de
productores en todas las provincias del país. Asimismo, la reforma contempla crear una franja
de precios para proteger la producción nacional, crear una planta de fertilizantes en la localidad
Bayóvar (Sechura, Piura), emprender políticas para el cuidado del agua y crear un fondo para
la mujer rural.

Análisis (impacto nacional e internacional), análisis crítico, percepción de la población


peruana (la zona rural, la zona urbana y los grandes empresarios)

8. 👉🏼 Marco jurídico: la primera ley: proyecto de ley de la segunda reforma agraria,


legislación comparada,
9. 👉🏼conclusiones

10. 👉🏼 recomendaciones

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