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Heraclio Bonilla/

LA CUESTIÓN AGRARIA EN EL PERÚ


después de la reforma agraria

Conferencia pronunciada en el V Curso lado Gobierno Revolucionario de las Fuer-


de Historia de América organizado por zas Armadas (GRFA), quienes como parte
el Centro Cultural y Educativo Español de un paquete de medidas radicales desti-
Reyes Católicos nadas a cancelar el viejo orden tradicional,
y el Grupo de Historia Económica del y cansados que los terratenientes siguieran
Departamento de Historia de la Universi- alimentándose de la pobreza de los cam-
dad Nacional de pesinos, realizaron la última y definitiva
Colombia, Bogotá, mayo 13 del 2008. reforma agraria, la cual fue incluso más ra-
El autor agradece la eficiente colabora- dical que la de Cuba, si se tiene en cuenta
ción de Luis Daniel Morán en la búsque- que los antiguos propietarios, luego de re-
da de la información que sustenta los cibir bonos por la expropiación de sus tie-
razonamientos de esta propuesta. rras, fueron permitidos retener en su po-
der una superficie no mayor de 150 hectá-
Introducción reas en la costa y 30 y 75 hectáreas. en la
sierra. En la América Latina, esta reforma
La inequidad presentada por el sistema fue la tercera por su radicalismo, luego de
de tenencia de la tierra en el Perú, de raíz la de México en 1910, y la de Bolivia, en
colonial pero con cambios significativos que 1952. Las de Ecuador y Colombia no se to-
se produjeron después, aunque sin que se man en cuenta, porque en el fondo fueron
alterara de manera significativa su perfil, fue más metáforas que realizaciones efectivas.
enfrentada a lo largo de la segunda mitad Tres son los temas que serán abordados
del siglo XX en el primer gobierno del Ar- en esta ponencia: los antecedentes, los re-
quitecto Fernando Belaúnde Terry, pero sultados de la reforma agraria, y los nuevos
cuyas propuestas fueron bloqueadas por rumbos y dificultades que confronta la agri-
una coalición de terratenientes que contro- cultura peruana en el inicio de una nueva
laba el Poder Legislativo, pese a que la ini- centuria, la del siglo XXI.
ciativa nació en la Conferencia de Punta
del Este, bajo la recomendación de nadie Los antecedentes
menos que Nelson Rockefeller, a fin de
evitar que los Andes, por contagio, se con- Como antecedente cabe mencionar que
virtieran en otra Sierra Maestra. En 1962, antes de la reforma agraria de 1969 el pai-
una efímera Junta Militar de Gobierno pro- saje rural estuvo constituido por haciendas
mulgó una Ley de Reforma Agraria que no y fundos que representaban el 3.9% de las
hizo sino convalidar la ocupación de tierras unidades agropecuarias, pero que contro-
en el Valle de La Convención, en el Cuzco, laban el 56% de la extensión agrícola, mien-
realizada por campesinos del entorno bajo tras que en el otro extremo las explotacio-
el liderazgo del connotado dirigente Hugo nes familiares y comunales representaban
Blanco. Finalmente, en 1969, otros oficia- el 96% de estas unidades, pero tenían sólo
les, bajo el liderazgo del General Juan el 44% de la extensión agrícola (Matos y
Velasco Alvarado, conformaron el auto-titu- Mejía, 1980).

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En ese contexto, la reforma agraria de miles de siervos a la ciudadanía y colec-
implementada por el régimen militar obe- tividad políticas. En un mundo como el
decía a algunas premisas, entre las cuales peruano, donde no es posible establecer
se contaban: 1) exclusión de la burguesía una frontera precisa entre el bien y el mal,
agraria y los gamonales; 2) la eliminación estos argumentos contrapuestos pueden
del mercado de tierras; 3) colectivización encontrar sustento empírico, como lo de-
cooperativa en lugar de distribución fami- muestran las centenas de investigaciones
liar; 4) compensación e inclusión campesi- realizadas sobre la agricultura y la reforma
na; 5) integración económica y planifica- agraria en estas últimas décadas. El proble-
ción regional a través de los Proyectos In- ma radica en qué es lo que se prioriza, y
tegrales de Asentamiento Rural, PIAR); 6) por parte de quién
control e intervención estatal (Caballero,
1980: 77-81) Los resultados
A cuatro décadas de realizada la refor- Veamos entonces los resultados contra-
ma agraria, sus logros y sus consecuencias dictorios que produjo la reforma agraria. Para
son aún motivo de un álgido debate entre empezar, la reforma agraria fue aplicada en
quienes la defienden, por una parte, y quie- la costa y en la sierra del Perú, las zonas
nes, por otra, la atacan sin reserva. Los pri- con mayor población rural y actividad
meros son calificados de “estatistas”, “po- agropecuaria, dejando intocada a la región
pulistas”, “cepalistas”, “antimodernizadores”, de la selva, si bien en 1974 el Gobierno
mientras que los que la cuestionan se ubi- Militar con la Ley de Comunidades Nativas
can en el campo de la modernización y del y Promoción Agraria de las Regiones de la
progreso. La Constitución de 1979, promul- Selva Alta y Selva Baja (ley 20653) reco-
gada con ocasión del retorno de los milita- nocía el derecho de los asentamientos in-
res a sus cuarteles, consideraba que la re- dígenas a la propiedad legal de las tierras,
forma agraria era un proceso permanente, declarando la tierra comunal indígena como
mientras que la Constitución de 1993, lue- inalienable, imprescriptible e inembargable,
go del autogolpe del Ing. Alberto Fujimori pese a que sólo reconocía a los
Fujimori, ni siquiera la menciona (Eguren, asentamientos locales y no a los pueblos
2006: 14). Quienes la cuestionan mencio- indígenas en tanto pueblos originarios
nan entre sus argumentos la (Eguren, 2006: 13).
descapitalización del agro, el retroceso téc- En términos de transferencia de las tie-
nico de la agricultura y de la ganadería, al rras cultivadas, el cuadro siguiente
72.5 % de la población rural que sigue sien- (Montoya, SEPIA I, 1986: 273) muestra la
do pobre y al 40.3% extremadamente po- naturaleza y el número de las unidades que
bre pese a la reforma agraria; la incoheren- las recibieron, el total en hectáreas y sus
cia entre repartir tierras y alentar la impor- porcentajes relativos, así como el número
tación de alimentos subsidiados que depri- de familias beneficiadas hasta 1981. (Ver
mían los precios de los bienes producidos cuadro No. 1)
por los mismos beneficiados de la reforma Con esta transferencia de 9’385,531
(Eguren, 2006: 4). Quienes la defienden, hectáreas al 30 de septiembre de 1993, los
en cambio, argumentan que la reforma fue beneficiarios fueron 285,497 mil familias,
un acto ejemplar de justicia redistributiva que corresponde aproximadamente a un
que favoreció a los pobres, que desplazó a millón y medio de habitantes, es decir, cer-
los terratenientes tradicionales, que elimi- ca de la cuarta parte del total de la pobla-
nó las relaciones serviles imperantes den- ción rural (Eguren, 2007: 12). Estos guaris-
tro de las haciendas, contribuyendo a de- mos señalan de manera contundente los lí-
mocratizar la sociedad y la incorporación mites de la reforma agraria como mecanis-

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CUADRO No. 1
Familias
Modalidad Número Hectáreas Porcentaje
beneficiadas
SAIS 58 2’702,182 28.8 49,056
CAP 612 2’234,072 23.8 102,339
Grupos campesinos 1043 1’980,173 21.1 55,681
Comunidades campesinas 587 1’186,789 12.6 21,845
Individuos 906,210 9.7 55,069
Otros 376,155 4.0 1,057
TOTAL 2300 9’385,531 100.00% 285,497

mo de redistribución, porque no satisfizo a de la costa, antes de 1969 estuvieron ubi-


todos. Y no lo hizo ya sea porque una par- cadas las enormes plantaciones
te importante de la población rural era ya agroindustriales, de propiedad de los “ba-
propietaria, de minifundios, por cierto, o rones” de la caña de azúcar y del algodón.
porque la tierra distribuible era insuficien- Ahí las haciendas fueron tomadas “manu
te, como consecuencia de los extensos de- militari”, muchas veces sin que los trabaja-
siertos de la costa, o la erosión de enormes dores, que eran obreros rurales y no cam-
superficies de terreno en la sierra. Aun más. pesinos la reclamasen, y sin que sus due-
Como lo demostraran las investigaciones ños tuviesen tiempo ni siquiera para retirar
pioneras de Richard Webb y de Adolfo su correspondencia personal, lo que fue
Figueroa, en términos de la distribución del importante para la investigación de la his-
ingreso el impacto de la reforma agraria no toria agraria posterior, porque con esos do-
hizo sino reproducir e incrementar la des- cumentos nació el Archivo del Fuero Agra-
igualdad al beneficiar, por ejemplo, a los rio, y en cuya constitución jugaron un pa-
socios de las nuevas cooperativas agrarias, pel importante historiadores de la talla de
quienes antes de la reforma agraria conta- un Eric J. Hobsbawm, o de un Juan Martínez
ban con ingresos superiores a quienes se Alier. Para evitar la fragmentación de la pro-
encontraban en los peldaños más bajos de piedad, y permitir por lo mismo el mante-
la pirámide. Con la reforma agraria, los so- nimiento de economías de escala, esas plan-
cios de las cooperativas, que agrupaban a taciones se convirtieron en Cooperativas
los trabajadores de las plantaciones más Agrarias de Producción, (CAP), con los an-
modernas, vieron incrementados sus ingre- tiguos trabajadores convertidos ahora en
sos reales en un 78% entre 1968 y 1976, socios de las flamantes cooperativas. Los
revirtiéndose después esa tendencia como antiguos propietarios fueron desplazados,
consecuencia de la crisis (Figueroa, y Webb, y en su lugar oficiales de las fuerzas arma-
1975). das y técnicos se encargaron de su direc-
Las limitaciones de la reforma agraria, ción, impartiendo órdenes muchas veces a
empero, no fueron sólo de orden cuantita- través de alto-parlantes. No tardó mucho
tivo, ya sea en términos del monto de tie- tiempo para que dificultades de diverso
rra transferida y del número de familias be- orden empezaran a surgir, como conse-
neficiadas, o en la modificación de la pirá- cuencia de la confusión de los roles entre
mide del ingreso, sino que igualmente de- ser a la vez propietario, como socio de la
rivaron de las tensiones internas de los me- cooperativa, y trabajador de la misma. Esta
canismos utilizados para implementarla, me- esquizofrenia laboral afectó negativamen-
canismos que eran inherentes al modelo “ni te la productividad: las utilidades eran re-
capitalista ni comunista” que el GRFA que- partidas por igual, independientemente del
ría implementar para el conjunto de la so- rendimiento de cada quien. El resultado fi-
ciedad y la economía peruanas. En el caso nal era previsible: las cooperativas fueron
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desmanteladas, los cultivos abandonados, Los resultados de estos procesos fueron
la producción cayó en picada, con la consi- deplorables. En términos de su participa-
guiente necesidad de importar alimentos, ción en el Producto Interno Bruto (PIB) la
incluso la papa, es decir, el tubérculo que agricultura pasó de representar el 20% a
el Perú se enorgullece en reconocer como un 13% del total, reducción que no fue con-
originario de sus suelos. Más aun, en las an- secuencia del crecimiento de los otros sec-
tiguas plantaciones los trabajos eran efec- tores. Mientras que el crecimiento del con-
tuados por los obreros estables, pero en junto de la economía era de un 5% entre
ciertas coyunturas era necesario agregar a 1970 y 1976, el promedio del sector
esta fuerza laboral trabajadores itinerantes, agropecuario fue solamente de un 0.9%
los “golondrinas”, a fin de atender requeri- anual, creando una balanza comercial
mientos adicionales de mano de obra. El agropecuaria deficitaria por la necesidad de
egoísmo de los socios impidió la continui- importar alimentos. Para mencionar sólo el
dad de esta práctica, y por lo mismo la con- caso del azúcar, mientras que en 1971-75
tribución de estas cooperativas en la gene- se producía un promedio anual de 927 mil
ración de empleo, aunque precario, des- toneladas, entre 1981-84 la producción se
apareció. La moraleja de esta historia es muy redujo a 534 mil, a la vez que las exporta-
simple y cruel a la vez: distribuir tierras es ciones eran la mitad de las 120 mil tonela-
necesario, pero en modo alguno suficien- das exportadas en 1900. En términos de
te. Las cooperativas fueron dejadas a su rendimiento, a comienzos de la década del
suerte, luego se parcelaron, porque no con- 70 era de 18 toneladas, un tercio menos
taron ni con la asistencia técnica ni finan- del alcanzado en 1936, mientras que el costo
ciera para su funcionamiento. Los “barones” de producción pasó de 133 dólares por to-
no sólo eran del azúcar y del algodón, sino nelada a 661 dólares en 1982. El patrimo-
que tenían asientos en el directorio de la nio de la industria, que era de 88 millones
banca privada, mientras que ahora estos im- de dólares en 1973, diez años más tarde
portantes funcionarios locales, eran perfec- no alcanzaba a los 20 millones, presentan-
tamente desconocidos en las altas finanzas do siete de las doce cooperativas instauradas
del país. saldos negativos (Gamarra, 2008:163-210).
En la sierra peruana el modelo y las di- Además, para 1978 la PEA agropecuaria
ficultades que generó fueron idénticos. Para representaba cerca de 2 millones de traba-
evitar la concentración de la renta, y per- jadores, de los cuales sólo un tercio estuvo
mitir por lo mismo su reparto con los cam- adecuadamente empleado, el .3% desocu-
pesinos del entorno, fueron creadas las So- pado y el 65.4% figuraba como desemplea-
ciedades Agrícolas de Interés Social (SAIS’s). do (Fort, 2008: 19-79). Si se pensaba que
Por consiguiente, un nuevo tipo de con- la transformación agraria era la premisa de
flicto agrario emergió, esta vez de tipo ho- la industrialización a través de la amplia-
rizontal, entre los mismos campesinos, es ción del mercado interno, esta meta no se
decir, entre aquellos que trabajaban y aque- alcanzó, penalizándose más bien a la agri-
llos que no lo hacían al ser integrados den- cultura a través de un rígido control de pre-
tro de estas empresas, con el agravante de cios, en contraste con las experiencias clá-
que estas organizaciones y las tierras que sicas de la Inglaterra, o las recientes del
controlaban fueron objeto del asedio per- sudeste asiático. Tampoco las profundas
manente por parte de los numerosos cam- desigualdades regionales fueron corregidas
pesinos que no recibieron beneficio algu- por la reforma, sino que prevaleció el pa-
no de la reforma agraria, sea porque la tie- trón anterior como consecuencia de los
rra era insuficiente o porque no hicieron sesgos de la política crediticia y la asisten-
parte de estas nuevas organizaciones cia técnica. Fort, en efecto, reporta que en
asociativas. términos del valor de la producción agríco-
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la sólo cinco departamentos de la costa nor- a los inversionistas privados, lo que fortale-
te y central (La Libertad, Piura, Lambayeque, ció la tendencia a una pronta
Lima e Ica) lograron la mitad de la produc- reconcentración de la propiedad en manos
ción nacional; Ancash, Junín, Cajamarca, de grandes conglomerados financieros, y no
Huánuco, Cuzco y Arequipa aportaron el de familias terratenientes como antes de la
30% del total, mientras que los doce de- reforma (Bonilla, 2006: 152). En la costa se
partamentos restantes sólo contribuyeron puede ya encontrar varias empresas con
con el 20% del total nacional, al tiempo más de 500 ha. de extensión, y algunas que
que el éxodo del campo no sólo se detuvo incluso superan las mil hectáreas (Eguren,
sino que aumentó. 2006: 21). Pese a que son tecnológicamen-
te más avanzadas y capital intensivo, este
La contrarreforma sector exportador no tradicional no ocupa
Como se conoce, la política del GRFA ni el 10% de las tierras agrícolas de la costa,
no fue homogénea durante todo su gobier- y comprende apenas el 1.5% de las tierras
no. Luego del contragolpe implementado de cultivo del país, de modo que es impro-
por uno de sus colegas, el general Francis- bable que jalone al conjunto del sector agra-
co Morales Bermúdez, se dio inicio a la rio a una mayor eficiencia productiva. En
llamada Segunda Fase, caracterizada por el 1994 el Censo Nacional Agropecuario esti-
comienzo del desmontaje de las realizacio- mó en 5.5 millones de hectáreas el total de
nes más radicales. Este retroceso continuó tierras bajo cultivo, de las cuales 1.7 millo-
durante el segundo gobierno del arquitec- nes están bajo riego, mientras que en la
to Belaúnde y, con contradicciones, duran- costa, toda bajo riego, el total es de 800
te el primero de Alan García, para ser más mil hectáreas (Eguren, 2006: 17).
contundentes durante los dos gobiernos del En la sierra peruana están localizadas la
Ing. Fujimori, desde 1990 hasta el 2000, mayor parte de las comunidades campesi-
en el marco de un neoliberalismo radical. nas y las dos quintas partes de las tierras
Por Decreto Legislativo 653 de agosto de agropecuarias, cubiertas con pastos natura-
1991, denominado por el propio Fujimori, les, y donde radica cerca del 40% del total
“la reforma de la reforma agraria”, se auto- de la población rural y cuyo nivel de vida
rizó a las sociedades anónimas a ser pro- es de pobreza extrema. Fue el escenario
pietarias de tierras, preparó las condicio- del enfrentamiento entre Sendero Lumino-
nes para eliminar el fuero agrario, estable- so y las Fuerzas Armadas, y cuya conse-
ció un trato igual a nacionales y extranje- cuencia más visible fue un mayor deterio-
ros, y aumentó a 250 hectáreas el área ro de sus condiciones de vida, con el consi-
inafectable (Eguren, 2004:43). La Ley de guiente éxodo de contingentes importan-
Tierras 26505 de 995 profundizó esos cam- tes hacia Lima o las ciudades aledañas. Lue-
bios al cancelar todo límite al tamaño de la go del desmantelamiento de la protección
propiedad, permitir la privatización de las que les otorgaba la legislación agraria colo-
tierras de las comunidades campesinas y nial, las decisiones tomadas por Bolívar y
nativas, reconocer el derecho de los pro- los libertadores levantaron estas barreras,
pietarios afectados por la reforma agraria situación que fue revertida durante la Re-
de reclamar su pago mediante la conce- pública, al garantizarles la intangibilidad de
sión de tierras eriazas del Estado (Eguren, sus terrenos. Aquí también la Constitución
2004:46). En su segundo gobierno, a partir de 1993 representó una inflexión en esta
de 1995, Fujimori autorizó la privatización tendencia, al facultarles a disponer de ellas
de las acciones que el Estado mantenía en con la simple aprobación de la mayoría de
las empresas azucareras en un intento por una asamblea comunitaria. Pero, además,
transferir la propiedad de las cooperativas al estar localizadas en el entorno de gran-

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des yacimientos mineros, la explotación de En la costa peruana la reapertura del
los mismos afecta negativamente su rendi- mercado de tierras, la inversión de capita-
miento, a la vez que contamina las aguas y les nacionales y extranjeros, y el desplie-
el medio ambiente, configurando de esta gue de la irrigación de Chavimóchic, unas
manera un nuevo escenario de conflicto. 15 mil hectáreas, produjeron un verdadero
En el caso de la selva amazónica, sus co- boom de las exportaciones de caña,
munidades son seguramente las más afec- lideradas por empresas agro-industriales
tadas con el cambio del sistema de propie- como Cartavio, Laredo, y Casagrande, reor-
dad, al suprimirse la protección del Estado. ganizadas sobre la base de las antiguas Coo-
El resultado ha sido el desplazamiento e perativas Agrarias. Cartavio, por ejemplo,
incluso la destrucción de los grupos nati- en 1998, tenía 5 600 hectáreas, de las cua-
vos. En el caso de los asháninkas, por ejem- les se cultivaban con dificultad unas 4 mil,
plo, la Comisión de la Verdad estableció que con un rendimiento de 360 mil toneladas
de 55 mil personas, 10 mil fueron despla- de caña. Dos años más tarde, fueron culti-
zados a los valles del Ene, Tambo y Perené vadas la totalidad de sus tierras, las que pro-
(en la selva central), 6 mil fallecieron, y 5 dujeron 650 mil toneladas de caña, y a co-
mil estuvieron cautivos por Sendero Lumi- mienzos del 2007 controlaba 10,800 hec-
noso. En los años de conflicto entre 30 y táreas y cosechaba 1’250,000 toneladas
40 comunidades asháninkas desaparecie- anuales de caña (De Althaus, 2007: 116).
ron (Eguren, 2006: 25). Lo mismo ocurre con Casagrande, la que
antes de la reforma agraria tenía 23 mil
Las perspectivas hectáreas sembradas con caña, las cuales
A fines del 2007, la tasa de crecimiento se redujeron a 8 mil en el 2006, cuando el
de la economía peruana era del 8 % anual, grupo Gloria compró el 57% de las accio-
la más alta de la región, hecho celebrado y nes de la empresa. En menos de un año
calificado por algunos como “la revolución volvió a sembrar 7 mil hectáreas, con un
capitalista en el Perú” (De Althaus, 2007). rendimiento de 6 mil toneladas diarias de
Aunque ese crecimiento está jalonado por caña. Pero estos cambios no sólo se cons-
una coyuntura excepcional de altos precios tatan a nivel de las grandes empresas, sino
de los minerales que exporta, y por lo mis- que pequeñas y medianas propiedades se
mo fuera del control de los agentes nacio- articularon al mercado internacional, a tra-
nales, así como por la expansión de la de- vés de la producción de espárragos, uva,
manda de países como la China y la India, alcachofas, pimiento, cebolla amarilla dul-
sin duda que se trata de una auténtica “re- ce, banano orgánico, palta, cítricos,
volución”, completamente esperable, ade- páprika, y otros productos. La páprika fue
más, como consecuencia de las profundas un cultivo inexistente en el Perú antes de
transformaciones en la propiedad y en las 1998, y su introducción fue el resultado
instituciones realizadas desde los comien- del desplazamiento de la demanda del
zos de la década de los 90. Lo paradójico mercado español como consecuencia de
es que este proceso asombre y conmueva los altos costos de su producción domésti-
incluso a sus apologistas. El capitalismo tie- ca y del fracaso de alternativas que Espa-
ne la capacidad de desencadenar ese pro- ña buscó en Marruecos, Zimbabue, Argen-
ceso, pero al mismo tiempo generar, e in- tina y Chile. Como consecuencia, su culti-
cluso incrementar, pobreza y miseria. Este vo se introdujo en los valles de Tacna y
escenario de luces y sombras también en- Arequipa, en el sur, expandiéndose a otros,
vuelve a la agricultura peruana, y constitu- llegando a cubrir 14,126 hectáreas de
ye el entorno de los nuevos desafíos en el sembrío a nivel del país, con una exporta-
umbral de un nuevo siglo. ción de 3,540 toneladas en el 2000 para

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alcanzar 55 mil toneladas en el 2005, lo menta por el alza del barril del petróleo, el
que convirtió al Perú en el primer que a su vez incide en los fletes de trans-
exportador mundial de este producto. Lo porte y por ser el petróleo uno de los
notable es que entre el 80% y el 85% del insumos en la producción de este fertili-
total de la producción, lo realizan peque- zante. Como consecuencia, el Perú impor-
ños propietarios que tienen 5 hectáreas ta cada vez menos úrea, pero cada vez
en promedio (De Althaus, 2007: 174). paga más caro: en el 2000 se importaron
Pero no todo el escenario es exultante. 352.8 mil toneladas por un valor de 44.85
La expansión agrícola es también el resul- millones de dólares, mientras que en el 2006
tado de altos precios derivados del incre- se importaron 295.4 mil toneladas por un
mento del consumo de carne en el tercer valor de 74.75 millones de dólares (La Re-
mundo, especialmente en China e India, vista Agraria N 84: 16, abril del 2007). A
pero ese incremento afecta negativamen- estas dificultades, que no son pocas, debe
te la canasta de consumo de los pobres, añadirse el descenso de la tasa de cambio.
cuya pobreza no ha disminuido frente a una Los dólares son cada vez más baratos, lo
próspera economía agro-exportadora de 75 que afecta a los exportadores, quienes re-
mil hectáreas y cuyas ventas al exterior, en ciben un precio menor en términos de
el 2007, eran de 1,500 millones de dólares. moneda nacional, y favorece a los
Otro factor es el desplazamiento de las tie- importadores, quienes compran más bara-
rras de cultivo hacia la producción de la to en el extranjero.. Para los grandes pro-
caña y del maíz para la producción del ductores, la caída de la tasa de cambio se
etanol, proceso que arrastra el incremento compensa con el aumento de los precios,
de los precios de los otros cultivos (La Re- pero los productores locales se verían afec-
vista Agraria (Lima), N 90: 4 -5, diciembre tados si los precios internacionales caen,
del 2007). El precio del pan, por ejemplo, productos que inundarán los mercados al
pasó de 10 a 30 centavos por unidad en amparo de un dólar barato. Finalmente, los
menos de un año, cuyo insumo, el trigo, pequeños productores, como consecuen-
en un 90% es importado, haciendo que el cia de lo señalado anteriormente, enfren-
valor de las importaciones en el 2007 su- tan la amenaza de perder sus tierras al no
peren los mil millones de dólares. Para ate- poder cancelar los préstamos adquiridos
nuar el impacto del incremento de los pre- para mejorar sus cultivos. Los desastres na-
cios, el 19 de julio de 2007 el gobierno turales, el incremento del “interés compen-
suprimió los aranceles al trigo y a la harina satorio” (mora) impidieron la continuidad
de trigo, medida que provocó la protesta de los pagos de la deuda. Según el último
inmediata de los productores domésticos reporte de la Superintendencia de Banca,
(La Revista Agraria (Lima), N 86: 8-9, agos- Seguros y AFP, al 31 de diciembre de 2007
to del 2007. Esta desprotección aumenta existían 1,191 deudores agrarios en situa-
la vulnerabilidad de los productores frente ción de cobranza judicial por un monto de
a una eventual caída de los precios interna- 25.3 millones de soles, es decir 9’035,714
cionales, o cuando el Tratado de Libre Co- dólares (Reyes, 2008).
mercio aprobado recientemente entre fi- ¿Cuáles son las implicaciones políticas
nalmente en funcionamiento. de esta situación? La política neoliberal se
Si bien el alza de los precios los afecta impuso en el Perú prácticamente sin resis-
como consumidores, a nivel de la produc- tencia alguna por parte de la sociedad ci-
ción también enfrentan dificultades como vil, y cuya anomia y fragmentación fue el
consecuencia del aumento de los precios resultado de las acciones de Sendero Lumi-
de insumos importantes, como la urea, el noso, de la crisis de los partidos políticos, y
fertilizante más utilizado, cuyo precio au- del desmantelamiento del movimiento

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obrero y campesino. Sólo en una sociedad greso Unitario Nacional Agrario (CUNA), una
atomizada fue posible la emergencia de amalgama de medianos y pequeños pro-
fenómenos tan singulares como el repre- pietarios, organizados precariamente en de-
sentado por el fujimorismo. En el campo, fensa de intereses mutuamente contradic-
como se ha mencionado, la transformación torios, por consiguiente dotado desde sus
de las haciendas agroindustriales se produ- inicios con una fragilidad extrema, como
jo sin que los trabajadores rurales la pidie- evidencia la deserción del grupo de la Or-
ran, mientras que en la sierra la reforma ganización Nacional Agraria (ONA) que re-
agraria fue el resultado de décadas de lu- presentaba los intereses de la burguesía
cha de los campesinos en rechazo a la ex- agraria. En su lugar, las acciones en contra
clusión y a la explotación. Como constata de la depredación del medio ambiente, de
Montoya (Sepia I, 1986), producida la re- la polución del agua y del entorno son asu-
forma agraria las luchas campesinas desapa- midos ahora o por comunidades campesi-
recieron desde 1980 y se agotaron los re- nas, o por organizaciones ambientalistas de
clamos por la tierra. Quedaron en el olvido carácter regional, frente al rechazo y la des-
las acciones de la Confederación Campesi- calificación de las autoridades del gobier-
na del Perú y de la Confederación Nacional no. Este es un problema que hace impen-
Agraria impulsada por Velasco y sus segui- sable toda modificación real de la situación
dores. En su lugar surgió desde 1983 el Con- descrita, por lo menos en el corto plazo.

REFERENCIAS

Bonilla, Heraclio, La trayectoria del des- Figueroa, Adolfo y Richard Webb, Distri-
encanto. El Perú en la segunda mitad del si- bución del ingreso en el Perú (Lima: Instituto
glo XX (Lima: Arteidea editores, 2006). de Estudios Peruanos, 1975).
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162 SOCIALISMO Y PARTICIPACIÓN, No 105


Víctor Samuel Rivera / TRASPIÉS POR
EL KÁISER: Charles Maurras y
José de la Riva-Agüero
En la presente contribución se intenta un caso particularmente alarmante de
mostrar los vínculos entre el nacionalista descuido del patrimonio de la memoria
francés Charles Maurras y el filósofo e histórica. La sensación que proporciona la
historiador peruano Marqués de historiografía peruanista y los estudios
Montealegre de Aulestia (José de la Riva- actuales de la historia del pensamiento
Agüero y Osma) sobre la base de la situación político peruano no dan pista alguna de ello;
de ambos en 1913-1914, fecha de un viaje eso no quita que Charles Maurras sea un
a París del segundo en visita a los hermanos antecedente inexcusable de la clase de
García Calderón Rey. Para esto se estudia pensamiento político que cultivó
el contexto ideológico y político, sus redes Montealegre. Hay que decir que, mutatis
sociales de contactos y, finalmente, se mutandis, es el mismo tipo de
explica un hecho sorprendente para el pensamiento, que podemos llamar
estudioso de las ideas políticas peruanas del «tradicionalismo político» 3 . Ambos,
900: que, siendo Maurras el más cercano Montealegre y Maurras, pertenecen a una
maestro vivo de Montealegre, ambos no comunidad difusa –pero poderosa– de
mantuvieran trato personal directo el resto pensadores políticos antiliberales y
de sus vidas. contrarrevolucionarios típicos del 900 y, más
aun, del 900 francés. De hecho, como
vamos a intentar mostrar ahora, ambos se
L’Ordre et le Désordre conocieron personalmente hacia 1913, en
Esta contribución tiene un propósito París, en realidad, justamente como
histórico: Esclarecer la relación entre un consecuencia de pertenecer a una
peruano y un francés. Se trata del Marqués comunidad difusa de pensadores políticos
de Montealegre (1885-1944) y Charles antiilustrados. Por desgracia, sería un
Maurras (1868-1952). El primero es el líder encuentro desdichado para una relación
de la Generación del 900; el segundo, junto ensombrecida por un fastidio que duraría
con Maurice Barrès, el fundador del toda la vida. Montealegre, sin embargo,
movimiento, la revista, y luego el diario expresaría una vez en carta reservada la
l’Action Française, con certeza el pensador gratitud tras un silencio tan grande. A pesar
nacionalista con mayor eficacia social en la de todo, había sido «un maestro luminoso»,
Europa anterior a la Segunda Gran Guerra1. escribió4.
No existe hasta el día de hoy ningún estudio La historiografía hasta hoy vigente sobre
que los comprometa, de ninguna manera, el pensamiento político de Montealegre
ni en el orden de los conceptos ni, mucho –que en el Perú conocemos más por su
menos, en el orden de las relaciones nombre civil–, establece una periodización
sociales. En realidad, cuando el investigador simplificadora de la evolución de sus ideas
imparcial se acerca al proceso conceptual políticas, de tal modo que éstas pueden
y las fuentes de José de la Riva-Agüero y dividirse con un hito, alrededor de 1932,
Osma, Marqués de Montealegre de Aulestia2, que separaría a un primer de un segundo
la ausencia de estudios sobre este vínculo Riva-Agüero; el primero sería liberal, el
afecta su sensibilidad histórica; se trata de segundo «conservador», ultramontano o

LIMA, PERÚ, OCTUBRE 2008 163


fascista5. La división en dos periodos hace de manera más o menos difusa el
de lo más fundamental e interesante de la pragmatismo americano –con su primo
obra del marqués una extensión –tal vez simpático, el democratismo emersoniano–,
más erudita– del lenguaje ecumenal el irracionalismo y el voluntarismo, en sus
promedio de sus vecinos menos ilustres del diversas vertientes, también los liberalismos
900, cuya memoria hacemos bien en neokantiano y utilitarista y el positivismo
abreviar; la división hace de su obra progresivo y liberal. En este apretado
interesante de 1905, 1910 o 1916 como resumen vemos (bajo otro ropaje) nuestra
algo que en ningún caso tendría parentesco propia geografía conceptual en filosofía
con los tópicos de personajes como Maurras política. Los pragmatistas eran unos Hilary
o Barrès. Aceptada la leyenda, se Putnam tardíos o unos Richard Rorty de los
comprende la apatía y la ignorancia de los años 90’, los irracionalistas eran unos
historiadores por una relación que cualquier Gianteresio Vattimo, los neokantianos unos
investigación seria daría por inmediata y Jürgen Habermas y el primer John Rawls
manifiesta. Pero, por muchas razones, esta del 900. Por cierto, el desarrollo de la
periodización es errada. Nos referimos epistemología y la filosofía posmoderna han
además a razones conceptuales, derivadas acabado con el positivismo «progresivo» y
del estudio de las ideas de Montealegre, y también con cualquier otro positivismo6.
no a sus actos políticos tales o cuales, que Estaba también el tradicionalismo, en
se explican suficientemente por su particular à la Maurras; que se define, en
contexto y en él sumergen su interpretación la cultura filosófica francesa, como una
historial. Aquí partiremos de la idea apelación a la tradición como horizonte de
subversiva, pero históricamente verdadera, sentido sobre la base del rechazo relativista
de que Montealegre fue, a lo largo de toda del racionalismo7. Aunque ahora la postura
su vida intelectual, lo que un francés institucional tradicionalista parece una
llamaría un maurrasiano royaliste, autor reliquia cultural y una excentricidad, como
tradicionalista político cuyas fuentes se postura filosófica tenía insospechados
enlazan con el pensamiento monarquista aliados. De un lado, podía contar entonces
francés de inicios del siglo XX y, –como no ahora– con la venia de la (hoy
singularmente, con el contexto de ideas caduca) sociología positivista. De hecho, los
políticas y filosóficas de los integrantes de tradicionalistas franceses eran positivistas.
l’Action Française. Es cuestión de un De otra parte, el tradicionalismo
estudio independiente el tratamiento maurrasiano, laico o neutral en religión,
histórico del tema, al cual estamos ya podía sostener su acción política en la
consagrados. vigencia social del pensamiento
reaccionario, al que se adherían hacia el 900
Las coordenadas conceptuales del los católicos educados. Es interesante anotar
marqués que esta concepción de la política es
Los inicios del 900 vieron el surgimiento compatible con la ontología y las estrategias
de un conjunto de intelectualidades epistemológicas pragmatistas e
singulares en el Perú. Estos, apenas unos irracionalistas –como ha ya tratado de
jovencitos al comienzo del siglo XX, serían pasada Carlos Thiebaut–8. En este sentido,
los creadores –o difusores– de (al decir de esto es notorio en la actualidad en el
Alfred Fouillée) las «ideas fuerza» que serían pensamiento de Alasdair MacIntyre, que es
directivas para los hechos sociales y quien más se le acerca9. Una hermenéutica
políticos relevantes para el recuerdo solidaria de unas y otras en función de la
efectual del siglo XX. En lo que refiere a la tradición se consideraba en la Europa del
teoría y la filosofía políticas, se dieron cita temprano siglo XX como una alternativa

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