Informe psicodiagnóstico

Nombre: JTVC
DNI: xxxx
Fecha de nacimiento: xssss
Edad: 32 años
Estado civil: en pareja
Nivel de estudios alcanzado: primario incompleto
Para el proceso psicodiagnóstico se toman las técnicas requeridas: entrevistas, Cuestionario
desiderativo, Test gestáltico psicomotor de Bender, HTP, Test de la figura humana, Test de la
Familia Actual, Test Persona bajo la lluvia y Rorschach.

Entrevistas
La observación física permite observar que la vestimenta del evaluado es acorde a la época y
lugar en el que se encuentra, mostrando limpieza y aseo personal. Manifiesta buena
predisposición para colaborar en el proceso psicodiagnóstico. Durante las entrevistas se
desenvolvió adecuadamente, respondiendo a las preguntas realizadas.

Área intelectual

En el momento de la evaluación, la productividad del evaluado se encuentra disminuida. Esto

podría deberse a un estado depresivo y a la exposición crónica al dolor. Sin embargo, en un
segundo momento, el sujeto puede dar respuestas de mayor riqueza evidenciando su
conflictiva.
El evaluado tiene un ritmo de pensamiento normal, los afectos y la angustia no inciden sobre
su ritmo de pensamiento, pero pueden incidir sobre la calidad del mismo. El nivel intelectual
es bajo, podría pensarse que hay una inhibición neurótica del pensamiento y que habría un
bloqueo y rigidez defensiva, que inhiben su capacidad intelectual. Estas fallas podrían estar
asociadas temores con respecto a sus sensaciones corporales displacenteras y a sus
sentimientos de desvalorización e inutilidad.
En ocasiones, cuando los afectos están en juego, logra disociarse y dar una respuesta
adecuada, dejando afuera por completo la afectividad, pudiendo mantener un hilo conductor.
Cuando la afectividad lo invade, la calidad de sus respuestas baja, perdiéndose la calidad del
pensamiento. Puede presentar un pensamiento intuitivo, con capacidad de síntesis sin poder
analizar. Como se mencionó anteriormente, cuando el sujeto enfrenta áreas de conflicto
emocional su pensamiento se vuelve confuso y limitado. Habría fallas en el pensamiento
lógico, remplazando el pensamiento por la acción.
Se propone objetivos mayores a sus capacidades funcionales y en este momento no tendría
recursos suficientes para lograrlos. Hay un alejamiento de las pautas de pensamiento
colectivo y del sentido común, lo que conlleva fallas en la adaptación con la realidad y relación
con el medio.

Área afectiva
En relación a la afectividad del evaluado, podría pensarse que se produjo un corte en el
desarrollo de sus afectos y que el sujeto posee recursos limitados. Sería una persona disociada,
defendida y bloqueada.
La respuesta al mundo exterior ha sido interferida por una experiencia traumática y sobrevino
el aislamiento. El evaluado estaría cauteloso y con temor a nuevas frustraciones por haber
padecido una experiencia traumática.
Los afectos, en ocasiones, aparecen retenidos, no expresados. Frente a la angustia que le
generan las láminas en las que proyecta sus aspectos conflictivos, su pensamiento pierde la
lógica sin poder dar una respuesta formal. Sin embargo, en un segundo momento, puede
recomponerse y dar respuestas más ricas, con lo cual tendría posibilidades de sobreponerse y
enfrentar su angustia, sin paralizarse por ella.
Habría una dependencia no mentalizada, por lo tanto, actuada y puesta en el cuerpo sin poder
aceptarla o reconocerla. El evaluado podría establecer relaciones con los otros, pero con
mucha dependencia y necesidad de apoyo. Cuando se relaja y sus defensas bajan, puede
manifestar la ternura en sus vínculos y también podría reconocer los impulsos agresivos.
En el Test de la Familia actual, puede verse como el evaluado muestra su situación de
dependencia frente a su pareja, que es la que aparece haciendo algo, mientras que él se
muestra inmóvil. Podría pensarse que efectúa un desplazamiento en la figura del perro, que es
alimentado por la mujer. También la dependencia se observa en las racionalizaciones del
Cuestionario Desiderativo, en las cuáles es el aspecto positivo que se repite en todas ellas es el
“ser lindo”, podría pensarse que el yo del evaluado es frágil y depende de la confirmación
externa.
El evaluado tendría dificultades para poder identificarse con los otros y habría problemas en su
adaptación social, existiría una tendencia al aislamiento y a evitar ponerse en contacto con
temores y ansiedades. Intenta compensar la inseguridad que le produce lo nuevo a través de lo
propio y lo conocido. Hay presencia de angustia persecutoria y montos elevados de ansiedad,
que se pueden observar en la interpretación de todas las técnicas aplicadas.
La angustia puede interpretarse en relación al cuerpo perdido y también a los sentimientos de
miedo al futuro que vive como amenazante. El evaluado presenta muchas dificultades para
mentalizar el conflicto en relación a la parte de su cuerpo lesionada. Ante la desesperanza y el
pesimismo, huye con un humor alegre que no sería auténtico.
En un segundo momento de la evaluación, cuando baja el nivel defensivo, el sujeto puede
acercarse más a su conflictiva y a la preocupación de estar roto, lastimado e incompleto.
Además, hay elementos que permiten pensar que el sujeto pasó por situaciones traumáticas
reales que lo marcaron y pueden haber incidido en el bloqueo que atraviesa en la actualidad.
Esto podría vincularse con la angustia que le genera la situación del accidente padecido y las
consecuencias físicas que éste conlleva.
Área dinámica
En el evaluado, el conflicto psíquico el conflicto no estaría mentalizado. Se defiende de la
tensión disociándose, en ocasiones, logra hacerlo adecuadamente, pero sin poder vincularse
con su afectividad.
Se presenta mostrando distancia y reprimiendo su angustia, para alejar el problema de sí. Al
aparecer la angustia y/o depresión desvitaliza los objetos para controlar el miedo que se le
vuelve persecutorio. Habría un intento de simular los verdaderos sentimientos y aspectos
persecutorios proyectados y disociados, que se le vuelven insoportables y no puede tolerar.
Con respecto a las situaciones vividas, el sujeto experimenta añoranza por el pasado, donde no
percibía su cuerpo como dañado o roto. En la actualidad, se siente inmovilizado y sin
capacidad de acción en el mundo real. El evaluado se identifica en las técnicas gráficas con una
persona más joven (catorce y diecisiete años), edad en la que no estaba lesionado. Podría
pensarse que el psiquismo del sujeto no pudo tramitar la vivencia traumática de la lesión,
presentando muchas dificultades para mentalizar el nuevo esquema corporal. Esto puede
verse en el Test de la Figura Humana, donde empieza a dibujar una persona en movimiento,
jugando al fútbol. “Me está saliendo muy mal, voy a borrar”, dice y dibuja una persona inmóvil.
Existiría posibilidad de cambio, ya que el yo y sus funciones se encuentran conservados, y la
productividad del sujeto aumenta en la segunda parte de la prueba, cuando bajan las defensas.
La presencia de movimiento animal implica energía y vitalidad que en este momento no está
disponible para poder actuar en la realidad y en el vínculo con otros.
El sujeto muestra su conflictiva, aunque, en ocasiones, le resulte muy difícil el registro de la
misma y podría pensarse que hay un deseo de solucionarla, al mostrar algo de lo que le pasa y
lo perturba.
La prueba de realidad y juicio de realidad se encuentran conservados. Es decir, puede
considerar la realidad externa como diferente a sí mismo y discriminar Yo – no yo. También
puede interpretar el mundo de manera propia, a través del pensamiento y el sentido lógico.
El evaluado tendría dificultades en la adaptación a la realidad, es decir, para interactuar con el
mundo exterior y compartir los códigos comunes con los otros, asimilando los estímulos del
mundo con individualidad y creatividad. Las fallas en la adaptación podrían estar vinculadas al
bloqueo, sensación de inmovilidad y sentimientos depresivos que presenta. Hay dificultades
para disfrutar lo que antes le gustaba, reírse o sentirse alegre. Además, se puede pensar en el
dolor crónico como un estresor constante que dificulta su relación con el medio.
Su psiquismo se defiende mediante la represión, el desplazamiento, la formación reactiva y la
disociación. En muchas ocasiones, estas defensas serían ineficaces pudiendo aparecer fallas en
el pensamiento lógico, existiendo la posibilidad de actuaciones y fallas en el control de los
impulsos.
En relación a las situaciones traumáticas vividas, hay elementos para pensar que el sujeto se
encuentra afectado, entre ellos, los sentimientos de desvitalización y angustia por acciones
padecidas, así como la preocupación por estar roto o dañado. El sujeto experimenta altos
montos de ansiedad vinculados al contacto con el medio y la relación con el futuro. Como se
dijo anteriormente, la respuesta al mundo exterior se habría interrumpido, coartando el
desarrollo afectivo. Habría temor a vivir nuevas frustraciones por haber experimentado
vivencias traumáticas.
Se recomienda que el evaluado realice un tratamiento psicológico en donde pueda expresar y
mentalizar su conflictiva, elaborando las situaciones traumáticas. Esto podría ser posible, ya
que, al relajarse, se puede poner en mayor contacto con aquello que lo preocupa. También
sería importante que pueda registrar su necesidad actual de apoyo y reconocer como propio el
esquema corporal posterior a la lesión.
Quedo a disposición ante cualquier consulta y/o pedido de aclaraciones.