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INSTITUTO PACÍFICO

LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL


I N S T I T U T O P A C Í F I C O

Rolando Alfonzo
Martel Chang

LOS
PRESUPUESTOS
PROCESALES EN
EL PROCESO CIVIL
INSTITUTO
PACÍFICO

LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Autor:
Rolando Alfonzo Martel Chang
Primera edición - Octubre 2015
Copyright 2015
© Instituto Pacífico S. A. C.
Diseño, diagramación y montaje:
Luis Ruiz Martínez
Georgina Condori Choque
Ricardo de la Peña Malpartida
Diego Camasca Borja
Anyela Aranda Rojas

Edición a cargo de :
Instituto Pacífico S.A.C. 2015
Jr. Castrovirreyna N.º 224 - Breña
Central: 332-5766 / E-mail: preprensa@aempresarial.com
Tiraje: XXXXXX ejemplares
Registro de Proyecto Editorial :

ISBN :

Hecho el Depósito Legal en la


Biblioteca Nacional del Perú N.° :
Impresión a cargo de:
Pacífico Editores S.A.C.
Jr. Castrovirreyna N.º 224 - Breña
Central: 330-3642
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electrónico, mecánico, químico, óptico, incluyendo el sistema de fotocopiado, sin autorización escrita del
autor y del Instituto Pacífico S. A. C., por lo tanto, quedan protegidos los derechos de propiedad intelectual
y de autoría por la legislación peruana.
Simplemente, para María Elena,
mi litisconsorte necesaria en este
proceso llamado vida.
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

PROLOGO

Rolando Alfonzo Martel Chang me ha pedido que le prologue


su última publicación "Los presupuestos procesales en el proceso
civil". Mi antigua relación académica con él se inició hace muchos
años en las aulas de la Facultad de Derecho de la Universidad de
San Martín de Porres, así como el conocimiento de sus inquietudes
académicas, el tránsito y evolución de su desarrollo jurídico desde
el bachillerato en Derecho hasta la reciente adquisición de su docto-
rado, me ha llevado a aceptar dicho encargo con el agradecimiento
que fluye del honor que ello me significa y sobre todo por la calidad
del contenido de su libro, que es un valioso aporte a la literatura
jurídica nacional.
Considero siempre y lo repito constantemente, que participar
en la presentación de un libro a través de su prólogo motiva, en pri-
mer lugar, un agradecimiento especial porque es una demostración
de aprecio y amistad del autor hacia el presentante, que en este caso
es recíproca. En segundo término, permite escudriñar en dos aspec-
tos importantes que están íntimamente vinculados: la personalidad
del autor y las características de su libro, siendo obviamente la se-
gunda reflejo de la primera.
En este caso, el autor es un inquieto investigador de los temas
procesales que se sustentan en su intensa actividad como docente y
magistrado judicial cuyas actividades desarrolla con gran solvencia.
Su afición por estos temas lo ha llevado, primero, a escribir un libro
sobre la tutela cautelar y las medidas autosatisfactivas en el proceso

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ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

civil, otro sobre la prueba de oficio y ahora recientemente la obra


que es materia de prólogo, en la que expone con mucha claridad y
de manera muy didáctica un tema que muchas veces aparece como
misterioso en su aplicación y que tiene que ver con la salud del pro-
ceso en su desarrollo.
En el curso de su trabajo, el autor analiza con meticulosidad los
presupuestos procesales (condiciones de la acción y presupuestos
procesales de forma) así como su control a cargo de todos los que
intervienen en el proceso a través de este.
El trabajo ha sido desarrollado de manera integral y orgáni-
ca. Comienza con un análisis completo de la tutela jurisdiccional
efectiva en sus diversas manifestaciones. Nos lleva después por los
presupuestos procesales de forma y de fondo y después analiza con
mucha prolijidad la forma de control que ejerce el juez a través de
la calificación de la demanda y la contestación que constituye un
momento de trascendencia en el decurso procesal y que es el primer
filtro para asegurar la validez del proceso.
La elucubración doctrinaria del autor se ve complementada
por una recopilación jurisprudencial que la sustenta desde diver-
sas perspectivas y concluye, como debe ser, en toda obra intelectual
con un resumen de su contenido en lo que el autor denomina “Prin-
cipales conclusiones”. Una de ellas, de gran importancia, está dirigi-
da a aclarar y precisar el objeto de los pedidos de nulidad, que por
su naturaleza deben ser excepcionales y que, el autor señala, deben
estar referidos únicamente al reexamen o revisión de los requisitos
de validez de la resolución, más no con los criterios de la misma,
en cuyo caso esta debe ser objeto de recurso de apelación. De esta
manera se introduce un consejo práctico de gran importancia para
evitar errores procesales, ya que muchas veces se pretende utilizar
un pedido de nulidad para reemplazar el recurso de apelación, lo

10 PRÓLOGO
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

que lleva a consecuencias procesales de gravedad para quien incurre


en dicho error.
No cabe duda que el trabajo realizado por el Dr. Martel es un
valioso aporte para la literatura jurídica nacional y sobre todo un
motivo de orgullo para la Facultad de Derecho de la Universidad
de San Martín de Porres, de cuyas aulas egresó y a cuya planta de
profesores de posgrado pertenece desde hace muchos años.
Un comentario final: conociendo al autor estoy seguro que este
libro, conjuntamente con los anteriores, constituyen eslabones de
una cadena de obras jurídicas que auguro continuarán producién-
dose en beneficio de los integrantes de la comunidad jurídica nacio-
nal.
Lima, noviembre de 2015

Fernando Elías Mantero


Doctor en Derecho
Director de la Escuela de Posgrado en Derecho–USMP.

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LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

INTRODUCCIÓN

El proceso judicial es sin duda la herramienta más utilizada por


la población para la solución de sus conflictos o incertidumbres ju-
rídicas. El sistema judicial recibe, en cantidades cada vez mayores,
las peticiones de los justiciables ansiosos de recibir tutela jurisdic-
cional efectiva. Sin embargo, es conocido que en una multiplicidad
de casos dicha solución no se cristaliza simplemente porque faltan
ciertos presupuestos indispensables para ello.
La doctrina y nuestra legislación procesal civil establecen una
serie de presupuestos materiales y formales que deben cumplirse
a cabalidad en los procesos judiciales, para viabilizar el desarrollo
del proceso y para que se resuelva el fondo de la controversia. Así,
el cumplimiento de los presupuestos materiales o condiciones de
la acción permite la dación de sentencias de mérito, en tanto que,
el cumplimiento de los presupuestos formales permite el estableci-
miento de una relación jurídica procesal válida, que resulta necesa-
ria para que se resuelva toda controversia.
Es por ello que la norma procesal establece una suerte de filtros
para que pueda controlarse el cumplimiento de tales presupuestos,
tarea que corresponde al juez y a las partes. La idea es que solo giren
procesos útiles, aquellos donde se resolverá la controversia, y no los
que significan carga procesal inútil.
Sin embargo, la casuística y la experiencia judicial enseñan que
en diversos casos tales metas no se cumplen simple y lisamente por-
que en los procesos judiciales suelen faltar los presupuestos mate-

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riales o los presupuestos formales indispensables, lo que a veces es


descubierto, no cuando comienza el proceso, como podría ser en la
calificación de demanda, o en el saneamiento procesal, sino al final
de él, esto es al dictarse sentencia. Más grave aún, en ocasiones se
descubre el defecto por el órgano jurisdiccional de última instancia
(Corte Suprema, por ejemplo). Es evidente que noticias de esta na-
turaleza que llegan a los justiciables cuando esperaban la sentencia
de mérito, y luego de muchos meses o años de litigio absurdo, no
favorecen para nada a un buen servicio de justicia.
Lo expuesto evidencia la importancia del tema en estudio, pues
el proceso judicial justifica su existencia y validez solo si permite
resolver los conflictos, lo que no ocurre por inobservancia o falta
de control adecuado sobre las condiciones de la acción y los presu-
puestos procesales de forma.
Analizaremos y revisaremos en este trabajo cuáles son los pre-
supuestos procesales (condiciones de la acción y presupuestos pro-
cesales de forma), el control de ellos a cargo del juez en sus diversos
momentos procesales, así como control a cargo del demandado, del
demandante, de los litisconsortes y los terceros.
Para ello procederemos a:
• Señalar cuáles son los presupuestos procesales materiales y de
forma que deben observarse para trabajar procesos que permi-
tan: resolver el tema de fondo y constituir una relación procesal
válida.
• Identificar las etapas estelares del proceso en que el juez debe
controlar el cumplimiento de los presupuestos procesales.
• Determinar cuáles son las herramientas que tienen las partes,
los litisconsortes y los terceros, para controlar los presupuestos
procesales, así como la oportunidad de su empleo.

14 PRÓLOGO
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

• Contribuir al uso adecuado de los mecanismos de control de


los presupuestos procesales, por parte del juez y de los justicia-
bles.
• Colaborar en la construcción de procesos válidos y en la elimi-
nación de carga procesal inútil.
En suma, si los procesos judiciales se construyen y desarrollan
observando debidamente los presupuestos procesales materiales
y de forma, creemos posible que en todos los procesos deben ex-
pedirse sentencias de mérito; pero si tales presupuestos no se con-
trolan debidamente seguirá ocurriendo lo que ahora sucede en una
multiplicidad de casos, no se resolverá la controversia. Esto último
deslegitima no solo al servicio de justicia, sino a los jueces mismos,
cuyo profesionalismo se ve empañado. Es más, dicha praxis contri-
buye a la crisis del sistema judicial peruano, y no necesariamente
por falta de recursos económicos, sino por razones asociadas a la
calidad profesional de los jueces y abogados.
Finalmente, es importante dejar establecido que la idea de este
trabajo es aportar al buen uso y manejo de los presupuestos proce-
sales en los procesos judiciales, en consonancia con las reglas que
rigen nuestro proceso civil, siendo conscientes que en la doctrina
existe un arduo debate sobre esta materia1, comenzando por el no-

1 Por ejemplo, Renzo Cavani ha escrito un trabajo denominado “Las con-


diciones de la acción: una categoría que debe desaparecer” (publicado en
<bit.ly/1iMyzr9>, [Lima, 2013]), donde concluye lo siguiente: “Por esas
razones, pienso que la categoría ‘condiciones de la acción’ debe desapare-
cer lo cual, por cierto, no quiere decir que los conceptos que lo compo-
nen –legitimidad para obrar e interés para obrar– también sigan su misma
suerte. Por el contrario, dichos conceptos son útiles, pero siempre que
sean entendidos como lo que realmente son y la forma cómo deben pre-
sentarse en el proceso: como cuestiones preliminares de mérito”.
Asimismo, Eduardo Gandulfo nos dice lo siguiente: “Constituye un
absoluto lugar común en las exposiciones y comentarios sobre los pre-
supuestos procesales, principiar señalando que O. von Bülow es el crea-

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men iuris y sus elementos, más consideramos que, sin perjuicio de la


importancia de este debate, lo que también corresponde es contri-
buir ahora –tiempo presente– al buen funcionamiento y operativi-
dad de los presupuestos procesales por parte de jueces y abogados,
en tanto subsistan y sigan vigentes las reglas que rigen su uso. Si este
trabajo contribuye en esa línea, nos daremos por satisfechos. Ya ha-
brá tiempo para involucrarse en el debate doctrinario y seguramente
para aportar a las reformas normativas que pudieran corresponder.
Termino esta introducción expresando mi sincero agradeci-
miento a la Dra. María Elena Huerta Ojeda y a María Ximena Mar-
tel Huerta, por su valiosa colaboración en la preparación y revisión
de este texto.

El Autor

dor de esta idea en oposición a la de excepciones procesales y que los


concibió como ʻcondiciones para la constitución de la relación jurídica
procesal’, de tal manera que sin ellos no habría proceso. Pero, igualmente,
constituye un lugar común hacer la advertencia de que, sin embargo lo
expuesto, ʻninguna de sus aportaciones logró sobrevivir en su prístina pu-
reza. La tesis de la relación encontró desenvolvimientos contradictorios y
fue atacada finalmente por J. Goldschmidt, creador de la tesis del proce-
so como situación. Los presupuestos han sido explicados de tan diversos
modos, que actualmente no tienen la función que les asignara su autor.
Y las excepciones continúan siendo tratadas como si nada definitivo hu-
biera sido argumentado en su contra’. Pero así como más de alguna vez,
por los problemas citados, se ha pretendido deshacerse de dicha idea, así
también vemos que ella brota una y otra vez en la realidad comprensiva
del Derecho procesal” (Gandulfo, Eduardo, “Presupuestos procesales
y su decaimiento en los juicios personalísimos. La capacidad procesal en
el caso ʻQuezada Arias con Farías Lauri’”, en Revista de Derecho, año 18,
N.º 1, Universidad Católica del Norte, Antofagasta [Chile], 2011, p. 281.
Versión en línea: <http://www.scielo.cl/pdf/rducn/v18n1/art12.pdf>

16 PRÓLOGO
Capítulo LA TUTELA
JURISDICCIONAL
I EFECTIVA

Sumario: 1. Concepto y naturaleza. 2. Contenido.


3. Manifestaciones de la tutela jurisdiccional efectiva. 3.1.
Tutela de cognición. 3.2. Tutela de ejecución. 3.3 Tutela
cautelar. 3.4 Tutela diferenciada en sede civil.
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

CAP. I

CAP. II

1. Concepto y naturaleza
En una mesa redonda realizada a propósito de este tema, Fran-
cisco Chamorro sostiene, en relación al concepto de la tutela juris-
diccional efectiva, lo siguiente1: CAP. III

“Doctor Chamorro, al respecto ¿usted considera que la tutela jurisdic-


cional efectiva tiene el mismo significado que el debido proceso? Algún
sector de la doctrina señala que el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva comprende tanto el acceso a la justicia, como un debido proce-
so y la efectividad de la sentencia, ¿está usted de acuerdo?. CAP. IV

Yo entiendo que el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, que


nosotros denominamos “la garantía de las garantías”, es la forma
constitucional de proteger los demás derechos fundamentales, lo
que en definitiva garantiza al ciudadano es el derecho a la presta- CAP. V

ción judicial. ¿Qué es la prestación judicial? Pues es aquel derecho


que garantiza al ciudadano que en cuanto tenga algún problema
jurídico, podrá plantearlo ante un órgano jurisdiccional y este
le dará una solución, la que sea. Esto es el contenido de la tutela
judicial efectiva. Ahora bien, ¿qué es lo que comprende la tutela CAP. VI

judicial efectiva? Todo aquello que sea necesario para que desde
que el ciudadano acceda a los tribunales hasta que se le reconozca

1 Bustamante Alarcón, Reynaldo, Francisco Chamorro Bernal, Luiz


Guilherme Marinoni y Giovanni Priori Posada, “Algunas reflexiones CAP. VII

sobre el posible cambio de paradigma respecto a la tutela jurisdiccional


efectiva” (Mesa redonda), en Ius et Veritas, N.° 39, Lima, 2009, pp. 320-321.

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efectivamente lo que se ha resuelto. Por tanto, para mí, la pregunta


de si el debido proceso está incluido en la tutela no es tal proble-
CAP. I
ma. Yo creo que el debido proceso es un elemento indispensable
de la tutela, porque no se puede otorgar la tutela si antes no se ha
pasado por el debido proceso; es decir, los tribunales no pueden
resolver si no es después del proceso y, por tanto, evidentemente,
el debido proceso es una parte esencial de la tutela. Yo creo que la
tutela, básicamente, se podría dividir en cuatro partes: (i) el de-
CAP. II
recho del libre acceso a los tribunales; (ii) la prohibición de la in-
defensión por el derecho de defensa que sería el proceso debido;
(iii) el derecho a una resolución; y, (iv) el derecho a hacer efectiva
la resolución. Si falla alguno de esos escalones, pues falla la tutela
en sí. Resumiendo, el debido proceso es un elemento indispensa-
CAP. III
ble de la tutela, sin el debido proceso no habría tutela.

¿Considera usted que la tutela jurisdiccional efectiva es un principio o


un derecho?
CAP. IV
Yo creo que serían las dos cosas. Hablando de la Constitución es-
pañola, el derecho a la tutela judicial es un derecho fundamen-
tal formal, como decía el doctor Bustamante. El artículo 24 es un
derecho fundamental formal y le llamamos “la garantía de las ga-
CAP. V
rantías” porque es la garantía de los demás derechos fundamen-
tales materiales tales como el derecho a la vida, a la libertad de
expresión, huelga, entre otros. Su protección viene precisamente
por ese derecho fundamental formal que es el derecho a la tutela
judicial efectiva, ya que –en definitiva– los primeros garantes de
esos derechos fundamentales materiales son los órganos jurisdic-
CAP. VI
cionales, que hablan a través del ejercicio de la jurisdicción”.

El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es aquel por el cual


toda persona, como integrante de una sociedad, puede acceder a los
órganos jurisdiccionales para el ejercicio o defensa de sus derechos
CAP. VII
o intereses, con sujeción a que sea atendida a través de un proceso
que le ofrezca las garantías mínimas para su efectiva realización. El

20 CAP I: LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

calificativo de efectiva que se da le añade una connotación de reali-


dad a la tutela jurisdiccional, llenándola de contenido.
Para Jesús Gonzáles Pérez, el derecho a la tutela jurisdiccional CAP. I

efectiva:
“[E]s el derecho de toda persona a que se le haga justicia; a que
cuando pretenda algo de otra, esta pretensión sea atendida por
un órgano jurisdiccional, a través de un proceso con garantías CAP. II

mínimas”2.

Por su parte, De Bernardis define la tutela jurisdiccional efecti-


va como:
CAP. III
“[L]a manifestación constitucional de un conjunto de institucio-
nes de origen eminentemente procesal, cuyo propósito consiste
en cautelar el libre, real e irrestricto acceso de todos los justicia-
bles a la prestación jurisdiccional a cargo del Estado, a través de
un debido proceso que revista los elementos necesarios para hacer
CAP. IV
posible la eficacia del derecho contenido en las normas jurídicas
vigentes o la creación de nuevas situaciones jurídicas, que culmine
con una resolución final ajustada a derecho y con un contenido
mínimo de justicia, susceptible de ser ejecutada coercitivamente
y que permita la consecución de los valores fundamentales sobre
CAP. V
los que se cimienta el orden jurídico en su integridad”3.

Nuestro Código Procesal Civil de 1993, recibe normativamen-


te en el artículo I del Título Preliminar el derecho a la “tutela juris-
diccional efectiva”, al señalar:
CAP. VI

“Artículo I. Derecho a la tutela jurisdiccional efectiva. Toda


persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el

2 González Pérez, Jesús, El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, 2.ª ed.,


Civitas, Madrid, 1985, p. 27. CAP. VII

3 De Bernardis, Luis M., La garantía procesal del debido proceso, Cultural


Cusco, Lima, 1985.

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ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a un


debido proceso”.
CAP. I
Consiguientemente, es deber del Estado promover la efectivi-
dad del derecho a la tutela jurisdiccional, que no solo se limita al
aspecto procesal, sino, fundamentalmente, al aspecto material, en el
sentido de resolver la pretensión planteada.
CAP. II En cuanto a su naturaleza, el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva es de carácter público y subjetivo, por cuanto toda persona
(sea natural o jurídica, nacional o extranjera, capaz o incapaz, de de-
recho público o privado; aún el concebido tiene capacidad de goce),
por el solo hecho de serlo, tiene la facultad para dirigirse al Estado, a
CAP. III
través de sus órganos jurisdiccionales competentes, y exigirle la tu-
tela jurídica plena de sus intereses. Este derecho se manifiesta pro-
cesalmente de dos maneras: el derecho de acción y el derecho de
contradicción.
CAP. IV Es sumamente importante lo que dice Jesús Gonzáles Pérez en
cuanto a la tutela jurisdiccional4:
“El derecho a la efectividad de la tutela jurisdiccional no constitu-
ye en modo alguno una conquista del Estado social de Derecho,
CAP. V ni siquiera del Estado de Derecho. La organización del poder pú-
blico de modo que quede garantizada la justicia le viene impuesto
a todo Estado por principios superiores que el Derecho positivo
no puede desconocer. El derecho a la justicia existe con indepen-
dencia a que figure en las Declaraciones de Derechos Humanos
CAP. VI y Pactos Internacionales, Constituciones y leyes de cada Estado.
Como los demás derechos humanos es un derecho que los seres
humanos tienen por el hecho de ser hombres. Los ordenamientos
positivos se limitan a recogerle, como recogen otros principios del
Derecho Natural, al lado de los principios políticos y tradiciona-
CAP. VII les”.

4 González Pérez, El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, cit., p. 22.

22 CAP I: LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Con lo dicho tenemos que el soporte de la tutela jurisdiccio-


nal está en el Derecho natural, cuyas normas tienen validez moral
y jurídica, al margen de su recepción en norma alguna. Por ello, y CAP. I

acorde con la dignidad humana, al ser la persona un fin en sí mismo,


es titular de derechos que le son innatos, anteriores al propio Estado
y que por tanto son inalienables.

2. Contenido CAP. II

Actualmente se sostiene que el derecho a la tutela jurisdiccional


efectiva comprende los siguientes derechos:
• Derecho de acceso a la justicia: la posibilidad de acceder a los
CAP. III
órganos jurisdiccionales, ya sea como demandante o como de-
mandado, con el propósito de que se reconozca un interés legí-
timo.
• Derecho a un proceso con todas las garantías mínimas: que se-
ría, precisamente, el derecho al debido proceso. CAP. IV

• Derecho a una resolución fundada en derecho: los jueces de-


ben dictar, por regla general, dentro de un plazo razonable, una
sentencia sobre el fondo del asunto materia del petitorio para
solucionar el conflicto intersubjetivo de intereses o eliminar CAP. V

una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica; empero, en


el caso de no poder entrar al fondo, porque no concurren los
presupuestos procesales materiales y formales, dictarán una re-
solución fundada en derecho.
CAP. VI
• Derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales: es el de-
recho a solicitar y obtener el cumplimiento material efectivo de
la sentencia definitiva, pues resulta insuficiente la declaración
de que la pretensión es fundada o infundada (aun cuando se
sustente en sólidos fundamentos doctrinarios). La efectividad CAP. VII

de las sentencias exige, también, que esta se cumpla (pese a la

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ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

negativa del obligado) y que quien recurre sea repuesto en su


derecho violado y compensado, si hubiera lugar a ello, por los
CAP. I daños y perjuicios irrogados; de lo contrario, las sentencias, y el
reconocimiento de los derechos que ellas comportan a favor de
alguna de las partes, se convertirían en meras declaraciones de
intenciones.

CAP. II

Derecho a la tutela
jurisdiccional
efectiva

CAP. III
Comprende:

Derecho de acceso a la justicia

Derecho a un proceso con todas las


CAP. IV garantías mínimas

Derecho a una resolución fundada


en derecho

Derecho a la efectividad de las


resoluciones judiciales
CAP. V

En este sentido, Jesús González Pérez ha señalado que:

CAP. VI
“El derecho a la tutela jurisdiccional despliega sus efectos en tres
momentos distintos: primero, en el acceso a la justicia, segundo,
una vez en ella, que sea posible la defensa y poder obtener solu-
ción en un plazo razonable, y tercero, una vez dictada la sentencia,
la plena efectividad de sus pronunciamientos. Acceso a la jurisdic-
CAP. VII
ción, proceso debido y eficacia de la sentencia”5.

5 González Pérez, El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, cit., p. 27.

24 CAP I: LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Francisco Chamorro6 señala que en relación a la tutela jurisdic-


cional efectiva se puede hablar de cuatro grados de efectividad, a
saber: CAP. I

- De primer grado, garantiza la obtención de una respuesta del


órgano jurisdiccional, la misma que no se agota en el acceso y
en el debido proceso, sino que requiere de una respuesta del
órgano jurisdiccional.
CAP. II

- De segundo grado, garantiza la emisión de una resolución que


resuelva el problema planteado al órgano jurisdiccional, al mar-
gen del resultado que se obtenga, sea a favor o en contra.
- De tercer grado, garantiza una solución al problema planteado, CAP. III
que sea razonable y extraída del ordenamiento jurídico.
- De cuarto grado, garantiza la ejecución de la decisión adoptada.
La Constitución Política peruana de 1993, acorde con lo ex-
puesto, consagra la tutela jurisdiccional en el capítulo referente al Po- CAP. IV
der Judicial, en su artículo 139 inciso 3), al establecer:
Artículo 139. Son principios y derechos de la función jurisdic-
cional:
3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
CAP. V
Ninguna persona puede ser desviada de la jurisdicción prede-
terminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de
los previamente establecidos, ni juzgada por órganos jurisdic-
cionales de excepción ni por comisiones especiales creadas al
efecto, cualquiera sea su denominación.
CAP. VI

En la Sentencia del Expediente N.º 08123-2005-HC el Tribu-


nal Constitucional se ha referido a la diferencia entre la tutela juris-
diccional y el debido proceso de la siguiente forma:
CAP. VII

6 Chamorro Bernal, Francisco, La tutela judicial efectiva, Bosch,


Barcelona, 1994, pp. 277-279.

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ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

“[...]

6. No se trata naturalmente de que el juez constitucional, de


CAP. I
pronto, termine revisando todo lo que hizo un juez ordinario,
sino, específicamente, que fiscalice si uno o algunos de los de-
rechos procesales con valor constitucional están siendo vulne-
rados. Para proceder de dicha forma existen dos referentes de
los derechos de los justiciables: la tutela judicial efectiva como
CAP. II
marco objetivo y el debido proceso como expresión subjeti-
va y específica, ambos previstos en el artículo 139, inciso 3,
de la Constitución Política del Perú. Mientras que la tutela
judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los ór-
ganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia,
CAP. III
es decir, una concepción garantista y tutelar que encierra todo lo
concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la
jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio, signi-
fica la observancia de los derechos fundamentales esenciales
del procesado, principios y reglas esenciales exigibles dentro del
CAP. IV proceso como instrumento de tutela de los derechos subjetivos.
El debido proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y
otra sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas
que lo integran tienen que ver con las formalidades estatuidas,
tales como las que establecen el juez natural, el procedimien-
CAP. V to preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su
faz sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como
son la razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión ju-
dicial debe suponer. Al respecto, el Tribunal Constitucional ha
reconocido estas dos manifestaciones del debido proceso en sus
CAP. VI sentencias recaídas en los expedientes 2192-2002-HC/TC (FJ
1); 2169-2002-HC/TC (FJ 2), y 3392-2004-HC/TC (FJ 6);

[...]”.

CAP. VII

26 CAP I: LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

3. Manifestaciones de la tutela jurisdic-


cional efectiva
CAP. I
En esta parte del trabajo presentaremos la clase de tutela que se
brinda en función de los distintos tipos de procesos civiles previstos
en el ordenamiento jurídico, a saber:

3.1. Tutela de cognición CAP. II

En este tipo de tutela el juez declara el derecho. Tiende a produ-


cir una declaración de certeza sobre una situación jurídica. En este
proceso se parte de una situación ius material de inseguridad, la que
queda zanjada con la sentencia. CAP. III

Priori sostiene que:


“La función de la tutela cognitiva consiste en determinar la exis-
tencia de la situación jurídica, su lesión e individualizar los efec-
tos jurídicos necesarios para eliminar dicha lesión. [...] [L]a tutela CAP. IV
cognitiva es una forma de protección de las situaciones jurídicas
de ventaja que opera eliminando una incertidumbre jurídica que
evita la plena realización, goce o satisfacción de una determinada
situación jurídica; disponiendo un remedio jurídico previsto por
el ordenamiento que modifique, constituya o extinga una relación CAP. V
jurídica cuando ello sea necesario para la protección de una situa-
ción jurídica; o disponiendo que se cumpla con aquella conduc-
ta que resulta necesaria para lograr la protección de la situación
jurídica”7.
CAP. VI

7 En Materiales de derecho procesal aplicado a las relaciones comerciales.


Diplomatura de Especialización en Derecho Comercial para Magistrados CAP. VII

Iberoamericanos, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2011,


p. 32.

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ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Omar Sumaria8 expresa que la doctrina tradicional clasifica a


este tipo de tutela en función del tipo de sentencia en consideración
CAP. I al derecho material o sustancial que ellas ponen en vigor, y se divi-
den en sentencias declarativas, de condena y constitutivas.
La sentencia declarativa elimina la incertidumbre sobre una de-
terminada situación jurídica; la sentencia de condena crea, modifica
o extingue una relación jurídica; y la sentencia constitutiva ordena
CAP. II
al demandado que cumpla con determinada conducta a favor del
demandante.
Este tipo de tutela se produce a través de los procesos de cog-
nición, que en el Código Procesal Civil son los procesos de conoci-
CAP. III
miento, abreviado y sumarísimo.

3.2. Tutela de ejecución


Tiende a ejecutar lo juzgado. Puede estar precedido de un pro-
CAP. IV ceso de cognición que ya se encuentra en fase de ejecución, o de
ciertos títulos ejecutivos que permiten ir directamente a la ejecu-
ción sin la etapa previa de conocimiento. En estos procesos se parte
de una situación ius material de seguridad, pues una de las partes
tiene a su favor un derecho reconocido en una resolución judicial
CAP. V
o en un título ejecutivo. En su desarrollo no hay en estricto igual-
dad, sino superioridad, controlada por los principios del proceso de
aquel que tiene el título.
En relación a este tipo de tutela Priori manifiesta que:
CAP. VI
“La función de la tutela ejecutiva es la realización de determinada
conducta, mediando la intervención jurisdiccional, con lo cual se
logrará la efectiva protección de la situación jurídica de ventaja.
Se trata de volcar a los hechos aquello que se encuentra dispues-
CAP. VII

8 Sumaria Benavente, Omar, Introducción al sistema de la tutela


jurisdiccional, Ara, Lima, 2013, p. 177.

28 CAP I: LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

to por el ordenamiento jurídico o por una orden jurisdiccional,


sea a través de la actividad sustitutiva del órgano jurisdiccional o
a través de los medios de coerción previstos por el ordenamiento CAP. I
jurídico.

Este tipo de tutela se realiza mediante el denominado proceso úni-


co de ejecución y el proceso monitorio”9.
CAP. II
Se trata, con esta actividad jurisdiccional de producir un cam-
bio real en el mundo exterior para adecuarlo al derecho que pre-
existe en el título ejecutivo que sirve de soporte y de sustento a la
pretensión demandada.

3.3. Tutela cautelar


CAP. III

Este tipo de tutela busca asegurar el resultado final del proceso


de cognición o único de ejecución. La tutela cautelar en el plano
teleológico goza de autonomía, más no en el plano legal y procedi-
CAP. IV
mental donde solo tiene carácter instrumental y sirviente de otro
proceso principal.
Este tipo de tutela se desarrolla mediante las medidas cautelares
que prevé el Código Procesal Civil.
CAP. V
El profesor Priori, en relación a este tipo de tutela señala lo si-
guiente:
“La medida cautelar es un instituto jurídico por medio del cual se
garantiza la efectividad de la sentencia a dictarse en un proceso.
Para ello, el órgano jurisdiccional que conoce el proceso cuya de- CAP. VI

cisión se requiere garantizar (proceso principal), luego de evaluar


si se presentan los presupuestos exigidos por la ley, dicta una re-
solución, a pedido de parte, que dispone el otorgamiento de una

CAP. VII

9 En Materiales de derecho procesal aplicado a las relaciones comerciale, cit., pp.


33-34.

INSTITUTO PACÍFICO 29
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

medida adecuada para poder garantizar la eficacia de la sentencia


(medida cautelar)”10.
CAP. I

3.4. Tutela diferenciada en sede civil


Junto a los tipos de tutela antes mencionadas, que podemos
denominar clásicos, ahora la doctrina procesal habla de la tutela di-
CAP. II
ferenciada, instando a la posibilidad de recibir en sede legislativa
diversos tipos de procesos, distintos de los clásicos, para brindar tu-
tela efectiva a pretensiones que requieren de atención urgente.
Juan Monroy Gálvez y Juan José Monroy Palacios hablan de
tutela diferenciada conservadora, en referencia a la cognición ple-
CAP. III
na como único instrumento para otorgar satisfacción, y a la tutela
diferenciada contemporánea que “surge como un remedio especí-
fico para enfrentar el auge y desarrollo de los nuevos derechos –re-
gularmente impersonales, extrapatrimoniales e infungibles–, que
CAP. IV
empiezan a marcar el nuevo rumbo del Derecho. Esta tutela ha de-
sarrollado diversos tipos y subtipos según sea el jurista que enfren-
te su estudio o el ordenamiento procesal que sirva de marco a su
desarrollo”11.
Ellos mismos dicen que la tutela diferenciada contemporánea
CAP. V
puede ser preventiva (aquel tipo de actividad jurisdiccional que tie-
ne por finalidades específicas: eliminar las incertidumbres jurídicas
u obtener sentencias condenatorias de hacer o de no hacer, no sus-
ceptibles de ser satisfechas por reparaciones patrimoniales, es decir
CAP. VI

10 En Materiales de derecho procesal aplicado a las relaciones comerciale, cit.,


p. 40.
CAP. VII
11 Monroy Gálvez Juan y Juan José Monroy Palacios, “Del mito del
proceso ordinario a la tutela diferenciada. Apuntes iniciales”, en Revista
Peruana de Derecho Procesal. Lima, N.° 4, p. 164.

30 CAP I: LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

de prestaciones infungibles12), y de urgencia, que comprende la tu-


tela de urgencia cautelar y a la tutela de urgencia satisfactiva.
En relación a la tutela diferenciada, Hurtado Reyes afirma que: CAP. I

“[L]a tutela diferenciada se presenta como una respuesta del De-


recho Procesal a las nuevas situaciones complejas que se generan
en la vida de relación del hombre, tomando en cuenta que la tutela
ordinaria (proceso de cognición) no admite la posibilidad de una CAP. II

respuesta inmediata, sino más bien diferida en el tiempo”13.

Por su parte, Obando Blanco sostiene que:


“La doctrina procesal contemporánea con visión de futuro postu-
CAP. III
la la regulación legislativa de nuevas formas de tutela jurisdiccio-
nal que han dado en llamarse ‘diferenciada’ de la tutela ordinaria
que se encuentra regulada por los ordenamientos procesales. La
locución tutela jurisdiccional diferenciada fue inicialmente acu-
ñada por Proto Pisani, que postula la configuración de una serie
de mecanismos de otorgamiento de tutela jurisdiccional para si- CAP. IV

tuaciones que requieren una atención rápida, pues se encuentra


en juego la posibilidad de verse afectados derechos materiales o
de convertir en irreparable la situación que se pretende cautelar, si
no se atiende de manera urgente”14.
CAP. V

Mientras que Abraham Luis Vargas sostiene que: 15

“[C]uando hablamos de técnicas de –tutelas diferenciadas– nos


estamos refiriendo a mecanismos procesales aptos o idóneos para
CAP. VI
12 Ibídem, p. 165.
13 Hurtado Reyes, Martín, Estudios de derecho procesal civil. t. 1, IDEMSA.
Lima, 2014, pp. 292-293.
14 Obando Blanco, Víctor Roberto, Proceso civil y el derecho fundamental a
la tutela jurisdiccional efectiva, ARA Editores, Lima, 2011, p. 84.
15 Vargas, Abraham Luis, “Tutelas diferenciadas”, en AA. VV., Derecho CAP. VII

procesal civil. Congreso Internacional, Lima, 2003, Universidad de Lima,


Lima, 2003, p. 330.

INSTITUTO PACÍFICO 31
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

dar respuesta efectiva y oportuna a la tutela que del Estado requie-


ren los justiciables”. Y citando a Luiz Guilherme Marinoni indica
CAP. I
que “hablar de tutela jurisdiccional diferenciada significa, en un
cierto sentido, tutela adecuada a la realidad del derecho material.
Es que si una determinada pretensión está envuelta en una situa-
ción de emergencia, la única forma de tutela adecuada de esta pre-
tensión es aquella que puede satisfacerla con base en una cogni-
ción sumaria”.
CAP. II

A juicio nuestro16, un buen ejemplo de tutela diferenciada


entre nosotros es la que se desarrolla con la pretensión de incau-
tación del bien dado en garantía mobiliaria que contempla el ar-
CAP. III
tículo 51 de la Ley de Garantía Mobiliaria, para lo cual se tiene lo
siguiente:
- Ofrece un proceso de estructura monitoria de carácter docu-
mental.
CAP. IV
- El acreedor garantizado o el adquirente puede obtener la incau-
tación del bien mueble afecto en garantía mobiliaria, siempre
que acredite su petición con medio probatorio documental.
- El trámite es inaudita parte.
CAP. V
- La decisión jurisdiccional se comunica (con oficio) a la autori-
dad policial17 y dispone la entrega inmediata del bien mueble

16 Martel Chang, Rolando A., Tutela cautelar y medidas autosatisfactivas en


el proceso civil, 2.ª ed., Editorial APECC. Lima, 2014, pp. 223-226.
CAP. VI 17 Respecto a la actuación policial el artículo 52 de la Ley de Garantía
Mobiliaria establece lo siguiente:
Artículo 52. Incautación
La autoridad policial encargada de ejecutar el requerimiento judicial a que
se refiere el artículo anterior deberá llevar a cabo la incautación dentro de
las 48 horas de recibido dicho requerimiento, bajo responsabilidad de la
CAP. VII referida autoridad. El bien mueble afecto en garantía mobiliaria incautado
será entregado de inmediato al representante encargado de la venta del bien
mueble o, en su defecto, al acreedor garantizado. El acreedor garantizado

32 CAP I: LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

afecto en garantía mobiliaria al acreedor garantizado o al adqui-


rente.
- No cabe la admisión de recurso alguno que entorpezca la expe- CAP. I

dición o la ejecución de su mandato.


- No requiere de contracautela.
- La norma impide la presentación de recursos que entorpezcan
la expedición o la ejecución del mandato. Entonces, contrario CAP. II

sensu, pueden presentarse recursos que no tengan dichas finali-


dades.
Las ideas expresadas guardan concordancia con una de las for-
mas de tutela de urgencia, que a nuestro modo de ver son las medi- CAP. III

das autosatisfactivas.
En efecto, al disponerse la incautación y entrega de la garantía
mobiliaria (un vehículo, por ejemplo) se pone fin a una conducta o
vía de hecho contraria al ordenamiento jurídico, pues si el deudor CAP. IV
(obligado) ha incumplido sus prestaciones, y eso está debidamente
acreditado –es un hecho incontrovertible– corresponde al acreedor
satisfacer su derecho de crédito mediante la venta del bien mueble
dado en garantía, para lo cual requiere del auxilio jurisdiccional a fin
de que el deudor le entregue el bien dado en garantía. Así fluye de CAP. V

las reglas del artículo 47 numeral 3 de la misma ley cuando señala:


“3. Producido el incumplimiento del deudor, del cual dejará cons-
tancia el acreedor garantizado mediante carta notarial dirigida al
deudor y al representante y, en su caso, al constituyente, el acree- CAP. VI
dor garantizado podrá proceder a la venta del bien mueble afecta-
do en garantía mobiliaria, después de transcurridos tres días hábi-
les de recibida la carta notarial.”.

CAP. VII

deberá hacer los arreglos necesarios para el transporte y custodia del bien
mueble. Es responsable de su conservación.

INSTITUTO PACÍFICO 33
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Entonces, podemos decir que la actuación judicial que prevé


la Ley tiene como presupuestos implícitos a la fuerte probabilidad
CAP. I del derecho, en la medida que lo solicitado debe estar debidamente
acreditado con los documentos que presenta el acreedor o el adqui-
rente que ante el incumplimiento del deudor, solicita la incautación
del bien mueble dado en garantía (con lo cual es altamente impro-
bable el éxito de la resistencia del demandado), y a la urgencia, en la
CAP. II
medida que de no accederse a la solicitud de incautación en forma
inmediata, podría existir el riesgo de sufrir daño inminente e irrepa-
rable. Diríamos entonces que la tutela que contiene la Ley de Ga-
rantía Mobiliaria permite un rápido acceso a la jurisdicción y sobre
CAP. III
todo, permite resolver situaciones de hecho que son contrarias al
ordenamiento jurídico.
Otro buen ejemplo de tutela diferenciada en sede civil, lo cons-
tituye el Decreto Legislativo N.° 1177 publicado el 18 de julio de
2015 en el diario oficial El Peruano, que establece en su Capítulo
CAP. IV
III el denominado Proceso Único de Ejecución de Desalojo, en
cualquiera de los contratos regulados en dicho decreto legislativo
(contrato de arrendamiento para vivienda, arrendamiento con op-
ción de compra y arrendamiento financiero de inmueble destinado
CAP. V
a vivienda), dictado para promover el arrendamiento para vivienda.

CAP. VI

CAP. VII

34 CAP I: LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


Capítulo LOS PRESUPUESTOS
PROCESALES
II

Sumario: 1. Los presupuestos procesales materiales


o de fondo. 1.1. Legitimidad para obrar. 1.2. Interés
para obrar. 1.3. Posibilidad jurídica. 2. Los presupuestos
procesales de forma. 2.1. Capacidad procesal. 2.2.
Competencia del juez. 2.3. Requisitos de la demanda.
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

CAP. I

CAP. II
Ha sido O. Von Bulow “el primero que introdujo en la proble-
mática de los presupuestos procesales”18.
O. Von Bulow sostiene que19:
“[...] [E]l proceso es, [...] una relación jurídica. La exposición so- CAP. III

bre una relación jurídica debe dar ante todo, una respuesta a la
cuestión relacionada con los requisitos a que se sujeta el nacimien-
to de aquella. Se precisa saber entre qué personas puede tener lu-
gar, a qué objeto se refiere, qué hecho o acto es necesario para su
surgimiento, quién es capaz o está facultado para realizar tal acto. CAP. IV

[...] [C]on los [...] presupuestos procesales se añade a la relación


litigiosa sustancial existente en el proceso (la llamada materia cau-
sae) una materia de debate más amplia y particular. El tribunal no
solo debe decidir sobre la existencia de la pretensión jurídica en CAP. V

pleito, sino que, para poder hacerlo, también debe cerciorarse si


concurren las condiciones de existencia del proceso mismo: ade-
más del supuesto de hecho de la relación jurídica privada litigiosa
(de la res judicium deducta [cosa deducida en juicio (o llevada a
juicio)]), tiene que comprobar si se da el supuesto de hecho de la CAP. VI

relación jurídica procesal (del judicium)”.

18 Passi Lanza, Miguel Ángel, y Choclin, Sergio Edgardo, “Los presu-


puestos procesales y la sentencia de mérito” en El saneamiento procesal.
Palestra, Lima, 1998. p. 202. CAP. VII

19 Bulow, Oskar Von, Los presupuestos procesales, [versión e-book], Instituto


Pacífico, Lima, 2015, pp. 11-14.

INSTITUTO PACÍFICO 37
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

[...] Por lo tanto, los presupuestos procesales constituyen la ma-


teria del procedimiento previo, y consecuentemente, entran en
CAP. I
íntima relación con el acto final de este; final que consiste ya en
una litiscontestatio o ya en una absolutio ab instantia (rechazamien-
to de la demanda por inadmisible; la denegatio actions romana).
Ambas alternativas son nada más que el resultado de un examen
de la relación procesal, así como la condemnatio o absolutio ab ac-
tione resultan de una investigación de la relación litigiosa material.
CAP. II
La litiscontestatio es la respuesta positiva y el rechazamiento, la ne-
gativa a la cuestión de si se dan las condiciones de existencia de la
relación jurídica procesal [...]”.

El artículo I del título Preliminar del Código Procesal Civil es-


CAP. III
tablece que “Toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con
sujeción a un debido proceso”.
Concretar la tutela jurisdiccional efectiva constituye uno de los
CAP. IV mayores desafíos del servicio de justicia, y del Estado mismo. Para
ello es necesario que los justiciables acudan al órgano jurisdiccional
y cumplan los requisitos preestablecidos en el ordenamiento legal, y
que los jueces atiendan los casos con la debida diligencia.
CAP. V
Una buena manera de contribuir a la tutela jurisdiccional efecti-
va es cuidando que los presupuestos procesales materiales y proce-
sales sean debidamente satisfechos en el proceso, lo que debe hacer-
se desde el principio, de tal modo que solo se inicien y tramiten los
procesos válidos que permitan resolver el fondo de la controversia.
CAP. VI
La tutela jurisdiccional efectiva constituye uno de los derechos
fundamentales de todo justiciable. Sobre este derecho el Tribunal
Constitucional del Perú ha señalado que:
“El derecho a la tutela judicial efectiva está reconocido en nuestro
CAP. VII
ordenamiento constitucional en el artículo 139, inciso 3, donde si
bien aparece como ‘principio y derecho de la función jurisdiccio-

38 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

nal’, es claro tanto para la doctrina unánime como para la propia


jurisprudencia de este Tribunal, que se trata de un derecho cons-
titucional que en su vertiente subjetiva supone, en términos ge- CAP. I
nerales, un derecho a favor de toda persona de acceder de manera
directa o a través de representante ante los órganos judiciales; de
ejercer sin ninguna interferencia los recursos y medios de defen-
sa que franquea la ley; de obtener una decisión razonablemente
fundada en derecho; y, finalmente, de exigir plena ejecución de
CAP. II
la resolución de fondo obtenida”. (Exp, N.° 4080-2004-AC/TC.,
F.J. 14).

El mismo Tribunal Constitucional en la sentencia del Expe-


diente N.° 3610-2008-AA/TC ha sostenido que:
CAP. III

“[...]

3. Para recurrir al Órgano Jurisdiccional, se ha establecido algu-


nos requisitos que debe contener la demanda, esto es, que la
persona que se sienta afectada por la vulneración o amenaza CAP. IV

de vulneración de un derecho, en el caso de acudir ante el Ór-


gano Jurisdiccional para alcanzar la protección de este, a través
del juez, deberá satisfacer los presupuestos procesales de for-
ma, y los presupuestos procesales de fondo o materiales.
CAP. V

4. Los presupuestos procesales son ‘las condiciones que deben


existir a fin de que pueda tenerse un pronunciamiento cual-
quiera, favorable o desfavorable, sobre la demanda, esto es, a
fin de que se concrete el poder-deber del juez de proveer sobre
el mérito’. CAP. VI

[...]”

El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva se materializa o con-


cretiza a través del ejercicio de los derechos de acción y de contradic- CAP. VII

ción en el proceso judicial, para cuyo propósito deben satisfacerse

INSTITUTO PACÍFICO 39
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

necesariamente ciertos requisitos preestablecidos en la ley2, de tal


suerte que la solución de un conflicto de intereses o una incertidum-
CAP. I bre jurídica pueda ser viable, cumpliéndose así la finalidad de todo
proceso judicial en su dimensión concreta y social20. Contrariamen-
te, si tales requisitos no se cumplen adecuadamente, no cabe espe-
rar razonablemente esos resultados, pues no se dan las condiciones
para ello. Precisamente por este motivo las leyes procesales estable-
CAP. II
cen filtros o controles para detectar si esos requisitos se cumplen o
no a cabalidad, tarea que debe hacer el juez de oficio o a pedido de
parte. Los requisitos a los que hacemos referencia no son otros que
los presupuestos procesales materiales o de fondo y los presupuestos
CAP. III
procesales de forma.
En tal sentido, en este capítulo revisaremos los presupuestos
materiales (legitimidad para obrar, interés para obrar y posibilidad
jurídica) y procesales (capacidad procesal, competencia, y requisitos
de la demanda) que deben ser satisfechos por las partes para acce-
CAP. IV
der a la tutela jurisdiccional efectiva. Aquí somos claros en sostener
que los abogados que patrocinan causas y defienden los derechos
de los justiciables tienen responsabilidad en la falta de concreción
de la tutela jurisdiccional efectiva, cuando presentan demandas que
CAP. V
no satisfacen los presupuestos procesales, lo que se explica normal-
mente porque no examinan la realidad extrajudicial donde se origi-
nó el conflicto de intereses o la incertidumbre jurídica.

CAP. VI

20 Fines del proceso e integración de la norma procesal.


Artículo III. El juez deberá atender a que la finalidad concreta del proceso
es resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas
con relevancia jurídica, haciendo efectivos los derechos sustanciales, y
que su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia.
CAP. VII
En caso de vacío o defecto en las disposiciones de este código, se deberá
recurrir a los principios generales del derecho procesal y a la doctrina y
jurisprudencia correspondientes, en atención a las circunstancias del caso.

40 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Si en todos los procesos se cumpliera a cabalidad con estos


presupuestos, habría mayores posibilidades de brindar tutela juris-
diccional efectiva, y seguramente los despachos judiciales tendrían CAP. I

solo causas útiles y válidas. Cuando ocurre lo contrario; es decir, si


se inician y desarrollan procesos con inobservancia de dichos pre-
supuestos, se gasta dinero, tiempo y esfuerzos en procesos que no
merecerán, decisión de fondo, con lo cual queda postergada la tute-
la jurisdiccional efectiva. CAP. II

Para una mejor comprensión de los temas a abordar, recurrire-


mos a la doctrina, la norma, y la casuística.

1. Los presupuestos procesales materia- CAP. III

les o de fondo
De acuerdo con la doctrina que informa a nuestro sistema pro-
cesal civil, los presupuestos procesales materiales son los elementos
necesarios que deben existir en todo proceso judicial para que se CAP. IV

emita pronunciamiento sobre el tema de fondo, es decir, sobre la


pretensión procesal. Significa entonces que la ausencia de todos o
de uno solo de estos presupuestos impedirá al órgano jurisdiccional
resolver el conflicto de intereses o la incertidumbre jurídica.
CAP. V

Estos presupuestos materiales o de fondo son los siguientes:


1. La legitimidad para obrar.
2. El interés para obrar.
3. La posibilidad jurídica o la voluntad de la ley. CAP. VI

Así lo ha expresado también el Tribunal Constitucional en la


sentencia del Expediente N.° 3610-2008-AA/TC, en cuyo funda-
mento quinto ha señalado que:
“[L]os presupuestos procesales de fondo son: el interés para obrar, CAP. VII

la legitimidad para obrar y la posibilidad jurídica”.

INSTITUTO PACÍFICO 41
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

CAP. I Los presupuestos procesales de fondo

Dichos presupuestos materiales, conforme a nuestra legislación procesal, son:


CAP. II

La legitimidad El Interés La posibilidad jurídica


para obrar para obrar o la voluntad de la ley

CAP. III

1.1. Legitimidad para obrar

CAP. IV
Montero Aroca21 nos dice que la legitimidad (o legitimación)
para obrar es:
“[L]a posición habilitante para formular la pretensión, o para que
contra alguien se formule, ha de radicar necesariamente en la afir-
mación de la titularidad del derecho subjetivo material y en la im-
CAP. V
putación de la obligación. La legitimación, pues, no puede consis-
tir en la existencia del derecho y de la obligación, que es el tema de
fondo que se debatirá en el proceso y se resolverá en la sentencia;
sino simplemente en las afirmaciones que realiza el actor.”

CAP. VI Satisface esta condición procesal, aquel que siendo parte de una
relación jurídica sustantiva se ve obligado por las circunstancias,
surgimiento de conflicto o incertidumbre jurídica, a presentar una
demanda en contra de aquella persona natural o jurídica a la que se
encuentra vinculado precisamente por esa relación material.
CAP. VII

21 Montero Aroca, Juan, “La legitimación en el Código Procesal Civil del


Perú” en Ius et Praxis, N.º 24, p. 14.

42 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

También satisface este mismo requisito aquel que actúa por dis-
posición legal.
Se requiere coincidencia entre las partes que intervienen en la CAP. I

relación sustantiva o material y la procesal.


Giovanni Priori manifiesta que:
“Esta legitimidad parte del supuesto de que la opción de acudir a
CAP. II
los órganos jurisdiccionales para plantear determinada pretensión
corresponde al titular de la situación jurídica vulnerada o amena-
zada. Por ello, el instituto de la legitimidad para obrar garantiza al
titular de una situación sustancial de la injerencia ajena.
De esta forma, quien inicia un proceso debe declararse titular de la CAP. III

situación jurídica respecto de la cual solicita tutela y debe declarar


al demandado titular de la situación jurídica contrapuesta. Nótese
que se trata solo de declarar, es decir, de afirmar la titularidad de
las situaciones jurídicas controvertidas; son solo estas afirmacio-
nes las que constituyen la posición habilitante de la legitimidad CAP. IV

para obrar ordinaria”22.

La legitimidad para obrar puede ser:


• Ordinaria, cuando el mismo sujeto de la relación material parti-
cipa en la relación procesal. CAP. V

• Ordinaria derivada, si el sujeto de la relación procesal no es el


mismo de la relación material, pero está habilitado para actuar
en el proceso. La legitimidad derivada puede darse por acto
mortis causa o por acto inter vivos. Como ejemplo de legitimi- CAP. VI

dad derivada mortis causa tenemos a los sucesores que actúan


por su causante; y como ejemplo de legitimidad derivada por
acto inter vivos tenemos al endosatario que adquiere el título va-
lor vía endoso.
CAP. VII

22 En Materiales de derecho procesal aplicado a las relaciones comerciale, cit.,


p. 53.

INSTITUTO PACÍFICO 43
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

• Extraordinaria, cuando la ley autoriza la participación de un su-


jeto en el proceso sin que sea parte de la relación material. “[...]
CAP. I se presenta en todos aquellos casos en los que la ley, de forma
expresa, permite que una persona, que no es titular de las situa-
ciones jurídicas que se discuten en el proceso, pueda iniciar y
proseguir válidamente un proceso. En estos casos, entonces, no
es necesario que el demandante afirme ser titular de la situación
CAP. II
jurídica controvertida, ya que no es la calidad de titular del de-
recho o de la obligación lo que lo legitima, sino que únicamente
basta que el demandante o el demandado se encuentre en la
situación que la norma legal que le concede legitimidad exige a
CAP. III
fin de que pueda iniciar válidamente un proceso”23.
Este tipo de legitimidad extraordinaria se presenta en materia
civil, por ejemplo en el caso de la acción subrogatoria que regula el
artículo 1219 inciso 4 del Código Civil24, o en el caso del patrocinio

CAP. IV

23 Ibídem. p. 54.
24 Derechos y acciones del acreedor como efecto de las obligaciones
CAP. V
CC. Artículo 1219. Es efecto de las obligaciones autorizar al acreedor
para lo siguiente:
1. Emplear las medidas legales a fin de que el deudor le procure aquello
a que está obligado.
2. Procurarse la prestación o hacérsela procurar por otro, a costa del
deudor.
CAP. VI 3. Obtener del deudor la indemnización correspondiente.
4. Ejercer los derechos del deudor, sea en vía de acción o para asumir
su defensa, con excepción de los que sean inherentes a la persona o
cuando lo prohíba la ley. El acreedor para el ejercicio de los derechos
mencionados en este inciso, no necesita recabar previamente autori-
zación judicial, pero deberá hacer citar a su deudor en el juicio que
CAP. VII
promueva.
Es posible ejercitar simultáneamente los derechos previstos en este artí-
culo, salvo los casos de los incisos 1 y 2.

44 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

de intereses difusos que prevé el artículo 82 del Código Procesal


Civil25.
CAP. I
1.2. Interés para obrar
Importa una necesidad de recibir tutela jurisdiccional efectiva.
Debe ser una necesidad actual, urgente, inmediata e irremplazable.
CAP. II

25 CPC. Artículo 82. Patrocinio de intereses difusos


Interés difuso es aquel cuya titularidad corresponde a un conjunto inde-
terminado de personas, respecto de bienes de inestimable valor patrimo-
nial, tales como el medio ambiente o el patrimonio cultural o histórico o
del consumidor.
Pueden promover o intervenir en este proceso, el Ministerio Público, los CAP. III

Gobiernos Regionales, los Gobiernos Locales, las Comunidades Cam-


pesinas y/o las Comunidades Nativas en cuya jurisdicción se produjo el
daño ambiental o al patrimonio cultural y las asociaciones o instituciones
sin fines de lucro que según la Ley y criterio del juez, este último por reso-
lución debidamente motivada, estén legitimadas para ello.
CAP. IV
Las rondas campesinas que acrediten personería jurídica, tienen el mismo
derecho que las Comunidades Campesinas o las Comunidades Nativas en
los lugares donde estas no existan o no se hayan apersonado a juicio.
Si se promueven procesos relacionados con la defensa del medio ambien-
te o de bienes o valores culturales, sin la intervención de los Gobiernos
Locales indicados en el párrafo anterior, el juez deberá incorporarlos en CAP. V
calidad de litisconsortes necesarios, aplicándose lo dispuesto en los artí-
culos 93 a 95.
En estos casos, una síntesis de la demanda será publicada en el diario ofi-
cial El Peruano o en otro que publique los avisos judiciales del correspon-
diente distrito judicial. Son aplicables a los procesos sobre intereses difu-
sos, las normas sobre acumulación subjetiva de pretensiones en lo que sea CAP. VI

pertinente.
En caso que la sentencia no ampare la demanda, será elevada en consulta a
la Corte Superior. La sentencia definitiva que declare fundada la demanda,
será obligatoria además para quienes no hayan participado del proceso.
La indemnización que se establezca en la sentencia, deberá ser entregada
a las Municipalidades Distritales o Provinciales que hubieran intervenido CAP. VII

en el proceso, a fin de que la emplee en la reparación del daño ocasionado


o la conservación del medio ambiente de su circunscripción.

INSTITUTO PACÍFICO 45
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Véscovi26 sostiene que el interés procesal consiste en el interés en


actuar, en el móvil que tiene el actor (o eventualmente el deman-
CAP. I dado al contradecir). Es muy conocido el aforismo de que “quien
tiene interés tiene acción”. Dice este mismo autor que el interés para
obrar debe ser directo (particular de quien lo ejerce), legítimo (líci-
to) y actual (no futuro, salvo una condena de futuro).
Precisamente el artículo 59427 del Código Procesal Civil prevé
CAP. II
esta última característica de interés no actual, pues permite deman-
dar el desalojo por vencimiento de plazo del contrato de arrenda-
miento, antes de finalizar este, precediéndose a dictar una sentencia
de condena a futuro, que solo se ejecutará una vez vencido el plazo
CAP. III del contrato. Como podemos apreciar, por excepción prevista en la

26 Véscovi, Enrique, Teoría general del proceso, Temis, Bogotá, 1984, pp. 80-81.
27 “Sentencia con condena de futuro
Artículo 594. El desalojo puede demandarse antes del vencimiento del
plazo para restituir el bien. Sin embargo, de ampararse la demanda, el
CAP. IV
lanzamiento solo puede ejecutarse luego de seis días de vencido el plazo.
Si el emplazado se allanara a la demanda y al vencimiento del plazo pusiera
el bien a disposición del demandante, este deberá pagar las costas y costos
del proceso.
En los contratos de arrendamiento de inmuebles, con firmas legalizadas
CAP. V ante notario público o juez de paz, en aquellos lugares donde no haya
notario público, que contengan una cláusula de allanamiento a futuro del
arrendatario, para la restitución del bien por conclusión del contrato o por
resolución del mismo por falta de pago conforme a lo establecido en el
artículo 1697 del Código Civil, el Juez notifica la demanda al arrendatario
para que, dentro del plazo de seis días, acredite la vigencia del contrato de
CAP. VI arrendamiento o la cancelación del alquiler adeudado.
Vencido el plazo establecido sin que se acredite lo señalado en el
párrafo anterior, el juez ordena el lanzamiento en quince días hábiles, de
conformidad con el artículo 593 del Código Procesal Civil.
Es competente para conocer la solicitud de restitución del inmueble,
en contratos con cláusulas de allanamiento, el juez del lugar donde se
CAP. VII
encuentra el bien materia del contrato.
La deuda del arrendatario judicialmente reconocida origina la inscripción
del demandado en el Registro de Deudores Judiciales Morosos.”

46 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

ley, no se exige que el interés para obrar sea actual en este caso par-
ticular de desalojo por vencimiento del plazo.
Se ilustra esta condición de la acción con la Ley de Concilia- CAP. I

ción N.° 26872, modificada por el Decreto Legislativo N.° 1070,


que exige a los justiciables en los asuntos que ella regula, a intentar
primero conciliar extrajudicialmente –de manera previa y obligato-
ria– su conflicto de intereses, y si ello no ocurre, a iniciar recién el
CAP. II
proceso judicial respectivo. La inobservancia de esta exigencia de la
ley especial genera la falta de interés para obrar, tal como se precisa
en su artículo 628.
Sin embargo, es importante dejar establecido que no todas las
pretensiones deben ser ventiladas primero y necesariamente en CAP. III

sede extrajudicial o vía previa, pues si no existe ley que así lo exija,
el único camino válido es el proceso judicial, como en efecto ocurre
no solo con pretensiones asociadas a derechos indisponibles, sino
también con aquellas disponibles que no deben ser trabajadas ex- CAP. IV
trajudicialmente por no establecerlo la ley.
Juan Luis Avendaño29 nos refiere sobre este presupuesto proce-
sal lo siguiente:
“El interés para obrar es una institución procesal surgida con la CAP. V

finalidad de analizar ‘la utilidad’ que el proceso puede proveer a la


necesidad de tutela invocada por las partes. Con razón, el profesor
Francesco Luiso señala que la razón de ser de la institución está
vinculada estrechamente con el principio de economía procesal,
CAP. VI

28 Artículo 6. Falta de intento conciliatorio


Si la parte demandante, en forma previa a interponer su demanda
judicial, no solicita ni concurre a la audiencia respectiva ante un Centro
de Conciliación extrajudicial para los fines señalados en el artículo
precedente, el juez competente al momento de calificar la demanda, la
declarará improcedente por causa de manifiesta falta de interés para obrar. CAP. VII

29 Avendaño Valdez, Juan Luis, “El interés para obrar” en Thémis, N.° 58,
Lima, pp. 64 y 65.

INSTITUTO PACÍFICO 47
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

concluyendo que el interés para obrar ‘[...] sirve para evitar una
actividad procesal relativa a una demanda o una defensa fundada,
CAP. I
pero inútil’ [énfasis agregado]. Como dice Devis Echandía el prin-
cipio de economía procesal ‘es la consecuencia del concepto que
debe tratarse de obtener el mayor resultado con el mínimo em-
pleo de actividad procesal’. Más adelante, el maestro colombiano
señala que ‘resultado de él es el rechazo de la demanda que no re-
CAP. II
úne los requisitos legales [...] Todo esto para que –citando a Gelsi
Bidart– el trabajo del juez será menor y el proceso más rápido.
Justicia lenta es injusticia grave’”.

Luiso señala que existe interés para obrar en el medio cuando la


CAP. III
tutela que persigue el autor puede ser conseguida solo por el medio
jurisdiccional del proceso; y existe interés para obrar en el resultado
cuando el resultado que se derive del proceso, necesariamente, pro-
ducirá un cambio en la esfera del actor y será, por tanto, útil.
Para graficar cuándo no hay interés para obrar el profesor italia-
CAP. IV
no pone varios ejemplos:
• Falta de interés para obrar en el medio: no es necesario deman-
dar la resolución de un contrato si se ha pactado que esta opera
de pleno derecho; la sentencia que se expida será fundada pero
CAP. V no le habrá servido de nada al demandante pues por su sola
declaración, según el contrato, este ya había quedado resuelto.
La falta de interés en el medio es evidente. Lo mismo ocurre
cuando un trabajador quiere ponerle término al vínculo labo-
ral; manda una carta a su empleador y se acabó el vínculo, no
CAP. VI
es necesario que demande. Si lo hace, el juez declarará fundada
la demanda pero la actividad procesal, la sentencia y el triunfo
habrán sido inútiles.
• Falta de interés en el resultado: un ejemplo es el del hermano
CAP. VII del difunto que demanda la nulidad del testamento por falsifi-
cación, pero no tiene interés para obrar porque aunque la de-
manda sea declarada fundada, el hermano no heredará por ha-
48 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

ber herederos forzosos. Venció pero el proceso fue inútil. Otro


ejemplo es el del licitante que demanda la nulidad del otorga-
miento de la buena pro: gana, se anula la buena pro, pero el pro- CAP. I

ceso ha sido inútil porque el demandante había quedado en ter-


cer lugar, por lo que no corresponde que le otorguen la buena
pro a él sino al segundo que pasa al primer lugar. En estos casos,
dice Luiso, es manifiesta la falta de interés para obrar pues “se
molesta” a la jurisdicción con procesos inútiles, es decir que no CAP. II

le habrán de reportar beneficio alguno al demandante, precisa-


mente por falta de interés para obrar. De lo cual se concluye que
esta institución procesal sirve para evitar procesos justos pero
inútiles, pues el eventual triunfo no le reporta al demandante
beneficio alguno ni cambio en su situación jurídica. CAP. III

En suma, puede decirse que se cumple esta condición de la ac-


ción demostrando que el proceso judicial es el único medio para bus-
car tutela efectiva, o el último medio para ello, en este último caso,
porque la ley ha previsto otras vías anteriores y alternativas que deben CAP. IV

transitarse de modo obligatorio. Similar idea puede leerse en el voto


en minoría dictado en el Primer Pleno Casatorio Civil de 2007, pu-
blicado en el diario oficial El Peruano el 21 de abril de 2008, a saber:
“[...] El interés para obrar es el estado de necesidad de tutela ju- CAP. V

risdiccional, concreto y actual, en que se encuentra una persona,


luego de haber agotado los medios pertinentes para obtener la
satisfacción de su pretensión material o porque el ordenamiento
jurídico le indica la vía judicial como la única idónea para obtener
una sentencia favorable a su pretensión; necesidad que determina CAP. VI

a aquella persona a recurrir ante el juez a fin de proponer su pre-


tensión procesal, y obtener, por obra de la jurisdicción, la tutela
del bien de la vida que pretende. Por consiguiente el interés para
obrar solo puede ser satisfecho por el Estado a través de los órga-
nos jurisdiccionales [...]”30. CAP. VII

30 Fundamento jurídico 5.2.

INSTITUTO PACÍFICO 49
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

1.3. Posibilidad jurídica


Toda pretensión, que no es otra cosa que el objeto del proceso, debe
CAP. I
tener recepción o amparo legal en el derecho objetivo, es decir debe es-
tar debidamente tutelada, pues en caso contrario, estaríamos frente a los
llamados casos no justiciables, ante lo cual no cabe esperar una decisión
jurisdiccional de mérito, sino seguramente una decisión inhibitoria.
CAP. II En relación a este presupuesto material, Véscovi afirma lo siguiente:
“[L]a posibilidad jurídica consiste en que la pretensión se halle
regulada por el derecho objetivo, que se encuentre tutelada por
este. [...] Las obligaciones naturales, según nuestra legislación civil,
CAP. III
no dan derecho a accionar reclamando las mismas.
Fuera de ello, se requiere una cierta adecuación entre el hecho ale-
gado y la norma invocada, esto es, una cierta coincidencia obje-
tiva entre los hechos históricos en que se funda la demanda y los
hechos que constituyen el supuesto de la norma jurídica que se
CAP. IV
menciona como su fundamento. Si el reivindicante comienza por
decir que no es propietario, no podrá ejercer la acción (preten-
sión) reivindicatoria, como si no la plantea frente al poseedor”31.

En cuanto a esta condición de la acción, Ovalle Favela32 sostie-


CAP. V
ne que la pretensión, que se expresa en la demanda, independien-
temente de ser ciertos o falsos los hechos que se afirmen como fun-
damento de aquella, debe ser susceptible de ser acogida conforme
al ordenamiento jurídico vigente, pues no tiene sentido demandar
y menos darle trámite al proceso, si al resolver debe desestimarse la
CAP. VI
demanda por no ser posible jurídicamente darle acogida.
Este autor pone como ejemplos de la falta de posibilidad jurídica
el caso de una pretensión de divorcio en un país donde no se permite
esta forma de disolución del matrimonio, o cuando estando regulado
CAP. VII 31 Véscovi, Enrique. Teoría general del proceso, cit., p. 80.
32 Ovalle Favela, José, Teoría general del proceso, Oxford University Press,
6.ª ed., México, 2007.

50 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

el divorcio, se alegan hechos que no constituyen ninguna de las cau-


sales de divorcio previstas en la ley, como por ejemplo las constantes
intromisiones de la suegra en la vida privada de los cónyuges, la falta CAP. I

de amor; etc.; hechos que aun cuando fueran ciertos, no serían moti-
vo legal para declarar el divorcio. Para evitar el trámite de un proceso
innecesario, el juez debe desechar desde un principio la demanda.

2. Los presupuestos procesales de forma CAP. II

Estos presupuestos son los elementos necesarios para que exis-


ta una relación jurídica procesal válida. Como en el caso anterior, su
inobservancia total o parcial en relación a vicios insubsanables pue-
de generar decisiones inhibitorias, pues si tal relación procesal no es CAP. III

válida ni correcta menos puede resolverse el conflicto de intereses o


la incertidumbre jurídica sometidos al órgano jurisdiccional.
Dichos presupuestos procesales, conforme a nuestra legisla-
ción procesal, son: CAP. IV

1. La capacidad procesal
2. La competencia del juez
3. Los requisitos de la demanda
CAP. V

Los presupuestos procesales de forma

CAP. VI
Dichos presupuestos procesales, conforme a nuestra legislación procesal, son:

La capacidad La competencia Los requisitos de la


procesal del juez demanda CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 51
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Así lo ha expresado también el Tribunal Constitucional en la


sentencia del Expediente N.° 3610-2008-AA/TC, en cuyo funda-
CAP. I mento quinto ha señalado que:
“Los presupuestos procesales de forma son: la demanda en forma,
juez competente y capacidad de las partes”.

CAP. II 2.1. Capacidad Procesal


Es evidente que la validez de la demanda y de cualquier acto
procesal, está supeditado a que se cumpla con este requisito. Enton-
ces, quien realice actos procesales dentro del proceso judicial debe
CAP. III
gozar de esta capacidad para que ellos sean válidos y tengan eficacia
jurídica. La capacidad que permite otorgar validez y eficacia a los
actos procesales es la capacidad de ejercicio, más no la capacidad de
goce, que sí es útil para identificar al titular del derecho. En efecto,
un menor de edad tiene capacidad de goce, y por tanto puede ser ti-
CAP. IV tular de un derecho, pero no tiene capacidad de ejercicio, y por ello
no cuenta con capacidad procesal, debiendo actuar en el proceso
mediante representante legal.
Si aquel que forma parte de relación jurídica sustantiva, decide
CAP. V
participar directa y personalmente en el proceso judicial, debe tener
capacidad de ejercicio, para que sus actos procesales sean válidos.
Igual ocurre cuando la parte material está representada conven-
cional, legal o judicialmente dentro del proceso, por un represen-
tante, quien debe tener capacidad procesal, pues en caso contrario
CAP. VI
no serán válidos los actos procesales que efectúe en nombre de su
representado, y por ende no tendrán eficacia jurídica, es decir no
generarán consecuencias ni efectos jurídicos.
Ovalle Favela señala, que la capacidad procesal es la aptitud
CAP. VII para comparecer en juicio y realizar válidamente actos procesales
que corresponden a las partes. Este mismo autor dice que la capaci-

52 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

dad para ser parte se refiere a la idoneidad de una persona para ser
parte demandante o demandada en el proceso.
Por su parte Renzo Cavani33 sostiene que la capacidad proce- CAP. I

sal es la: “exigencia atribuible no solo a las partes, sino también a


sus representantes, e inclusive a sus abogados. Se trata de aquella
aptitud para realizar actos procesales válidos y eficaces por uno
mismo, es decir, sin depender de ningún otro sujeto. Las diferen-
CAP. II
cias entre la capacidad procesal y la capacidad para ser parte en
el proceso surgen a la vista, más allá que una sea un requisito de
validez y la otra presupuesto de existencia: el actor siempre debe
contar con capacidad para ser parte, pero puede no tener capaci-
dad procesal”. CAP. III

2.2. Competencia del juez


Competencia es la aptitud legal que tiene todo juez para cono-
cer válidamente un proceso judicial. El juez competente, que no es
CAP. IV
otro que el juez natural, constituye hoy en día uno de los elementos
esenciales del debido proceso legal. Sin él no hay proceso justo ni
válido.
Cuando un juez no es competente, surge la figura de incompe-
tencia, la misma que puede obedecer a: CAP. V

- Causales absolutas, por razón de materia, cuantía, grado, turno


y territorio improrrogable, tal como lo establece el artículo 35
del Código Procesal Civil.
- Causal relativa, por razón de territorio prorrogable, la misma CAP. VI

que es únicamente cuestionable por el demandado mediante


excepción de competencia o contienda de competencia, tal

33 Cavani Brain, Renzo I., Los “presupuestos procesales” vistos desde la CAP. VII

ineficacia procesal. Críticas a una clásica lección, Lima, [2013], p. 213. Véase
en: < http://bit.ly/1OtY50v >.

INSTITUTO PACÍFICO 53
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

como se desprende del citado artículo 35 y del artículo 38 del


mismo Código.
CAP. I
Importa dejar establecido que tratándose de la incompetencia
del juez por causales absolutas, su declaración se hace de oficio en
cualquier grado o instancia del proceso, tal como lo informa el artí-
culo 35. Ahora, si puede hacerse de oficio, nada obsta a que se haga
a pedido de parte, sea vía excepción u otra fórmula legal prevista en
CAP. II
el ordenamiento procesal.
Sobre la competencia absoluta y relativa, Renzo Cavani34 afirma:
“Se acostumbra diferenciar la competencia en absoluta y relativa
CAP. III
según el interés predominante. Así, sin perjuicio de los criterios
adoptados en cada ordenamiento jurídico, las normas que consa-
gran una competencia absoluta se corresponden con el interés pú-
blico; por el contrario, las que se refieren a la competencia relativa
contienen un interés privado. En efecto, en las primeras no hay
CAP. IV
ningún tipo de disponibilidad por el juez ni por las partes, con-
sistiendo en cualidades con que debe estar necesariamente pre-
munido el juez que dirige el proceso. Por su parte, la competencia
relativa permite que el juez adolezca de ella, y otorga a las partes la
posibilidad de modificarla o, inclusive, aceptar a un juez relativa-
CAP. V
mente incompetente, precluyendo así la oportunidad de cuestio-
narla en el futuro. La incompetencia relativa no puede ser invoca-
da de oficio”.

En relación a la competencia del juez el Tribunal Constitucio-


nal afirma que:
CAP. VI

“[...]
2. Al respecto debe precisarse que cada vez que este Colegiado se
ha referido al derecho reconocido en el inciso 3) del artículo
CAP. VII

34 Cavani Brain, Renzo I., Los “presupuestos procesales” vistos desde la


ineficacia procesal. Críticas a una clásica lección, cit., p. 218.

54 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

139 de la Constitución como si se tratara del derecho al juez


natural, siempre lo ha hecho asumiendo que bajo la nomencla-
tura de este derecho, en realidad, subyace el derecho a no ser CAP. I
desviado de la jurisdicción predeterminada por ley como se
regula en el precepto constitucional aludido. No obstante ello,
el Tribunal conoce que en el derecho comparado y en la lite-
ratura especializada, se suele diferenciar a ambos, y al hacer-
lo, se asigna como contenido constitucionalmente protegido
CAP. II
del derecho al juez natural, el reconocimiento de un atributo
subjetivo a favor del procesado o, en términos generales, de
un justiciable, a ser juzgado por un juez-persona determinado,
un juez-órgano territorialmente competente, o que cuente con
una presunta mayor especialización, idoneidad, actitud, capa-
CAP. III
cidad, etc. (Cfr. Expediente N.º 1934-2003-HC/TC).
3. Sin embargo, de acuerdo al contenido protegido por el dere-
cho reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitu-
ción, este último únicamente garantiza que ‘Ninguna persona
puede ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la CAP. IV

ley [...]’, de manera que es el legislador quien deberá estable-


cer los criterios de competencia judicial por medio de una ley
orgánica, que concretice su contenido constitucionalmente
protegido. En consecuencia, el uso del nomen iuris ‘derecho al
juez natural’ no debe ser entendido sino en el sentido que se CAP. V

le utiliza por la tradición con la que cuenta y la aceptación que


tiene en la comunidad jurídica nacional.

4. El Tribunal Constitucional en reiteradas oportunidades (Exp.


N.º 290-2002-HC/TC; Exp. N.º 1013-2002-HC/TC y Exp. CAP. VI
N.º 1076-2003-HC/TC) ha establecido que este derecho su-
pone dos exigencias: en primer lugar, que quien juzgue sea un
juez o un órgano que tenga potestad jurisdiccional garantizán-
dose, así, la interdicción de ser enjuiciado por un juez excepcio-
nal, o por una comisión especial creada exprofesamente para
CAP. VII
desarrollar funciones jurisdiccionales, o que dicho juzgamien-
to pueda realizarse por comisión o delegación o que cualquie-

INSTITUTO PACÍFICO 55
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

ra de los poderes públicos pueda avocarse el conocimiento de


un asunto que debe ser ventilado ante órgano jurisdiccional.
CAP. I
En segundo lugar, que la jurisdicción y competencia del juez
sean predeterminadas por la ley, por lo que la asignación de
competencia judicial necesariamente debe haberse estableci-
do con anterioridad al inicio del proceso, garantizándose así
que nadie pueda ser juzgado por un juez ex post facto o por un
juez ad hoc.
CAP. II

5. De igual manera ha señalado que tales reglas de competencia,


objetiva y funcional, deberán ser previstas en una ley orgánica.
La competencia jurisdiccional se halla sujeta a una reserva de
ley orgánica, lo cual implica: a) al establecimiento en abstracto
CAP. III
de los tipos o clases de órganos a los que se va a encomendar
el ejercicio de la potestad jurisdiccional y, b) la institución de
los diferentes órdenes jurisdiccionales y la definición genérica
de su ámbito de conocimiento litigioso. Asimismo, que dicha
predeterminación no impide el establecimiento de subespe-
CAP. IV cializaciones al interior de las especializaciones establecidas
en la Ley Orgánica del Poder Judicial, máxime si el artículo
82, inciso 28 de la misma ley autoriza la creación y supresión
de “Distritos Judiciales, Salas de Cortes Superiores y Juzgados,
cuando así se requiera para la más rápida y eficaz administra-
CAP. V ción de justicia” (Cfr. Exp. N.º 9038-2005-HC/TC).

2.3. Requisitos de la demanda


Por lo general se asocia este presupuesto al cumplimiento de
CAP. VI requisitos formales, sin embargo es necesario advertir que dentro
de ellos existen algunos esenciales. Entre los últimos destacan el pe-
titorio y los hechos, temas de extrema importancia en el proceso
que son protegidos por el principio de congruencia procesal, en vir-
tud del cual el juez no puede ir más allá del petitorio ni fundar sus
CAP. VII
decisiones en hechos diversos de los que han sido alegados por las
partes.

56 CAP II: LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

En suma, todos los requisitos señalados para la demanda en los


artículos 424 y 425 del Código Procesal Civil deben satisfacerse de
manera adecuada a fin de hacer viable su admisión, pues en caso CAP. I

contrario se puede generar una resolución de inadmisibilidad o de


improcedencia, según el tipo de defecto que se aprecie al momento
de calificarla.

CAP. II

CAP. III

CAP. IV

CAP. V

CAP. VI

CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 57
EL CONTROL DE
Capítulo LOS PRESUPUESTOS
PROCESALES POR EL
III JUEZ

Sumario: 1. En la calificación de la demanda y de la


contestación. 1.1. Por defectos subsanables. 1.2. Por
defectos insubsanables. 2. En el saneamiento procesal.
3. Al sentenciar. 4. Mediante nulidad por vicios insub-
sanables.
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

CAP. I

CAP. II
La concurrencia en el proceso de los presupuestos procesales
materiales y de forma, resulta necesaria para la construcción y el de-
sarrollo de procesos válidos donde pueda definirse la controversia.
Es importante examinar estos temas en atención a los vicios
subsanables e insubsanables, pues en función a ellos la decisión es CAP. III

distinta. Aún más, incluso ante la presencia de “supuestos defectos


insubsanables” la respuesta no siempre es la misma, pues hay varia-
bles que considerar, tal como lo enseña la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos y del Tribunal Constitucio- CAP. IV

nal del Perú.


El adecuado manejo de estos mecanismos de control ayuda a
dar respuestas razonables, en lugar de aquellas apoyadas en la lite-
ralidad de una determinada disposición del Código Procesal Civil,
CAP. V
que normalmente puede revelar la falta de conocimiento de la ma-
teria en estudio.
En esta parte del trabajo mencionaremos y comentaremos los
momentos procesales en los que el juez civil debe controlar y veri-
ficar el cumplimiento de los presupuestos procesales a lo largo del CAP. VI

desarrollo del proceso, esto es desde su inicio hasta el final.


Este control puede hacerse en los siguientes momentos del pro-
ceso:
- En la calificación de la demanda y de la contestación. CAP. VII

- En el saneamiento procesal.

INSTITUTO PACÍFICO 61
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

- En la sentencia.
- Mediante nulidad por vicios insubsanables.
CAP. I

1. En la calificación de la demanda y de
la contestación

CAP. II
1.1. Por defectos subsanables
Acorde con el principio de dirección del proceso, el Código
Procesal Civil confiere al juez el poder de decidir si la demanda debe
ser o no admitida, decisión que adopta al examinar precisamente el
CAP. III
cumplimiento o no de los presupuestos procesales.
Así entonces, si calificando la demanda el juez encuentra en los
presupuestos para demandar defectos de carácter subsanable decla-
rará su inadmisibilidad, concediendo al demandante un plazo para
que cumpla con subsanar los defectos advertidos. Si se cumple a sa-
CAP. IV
tisfacción la orden judicial será admitida, siendo rechazada en caso
contrario.
Ejemplifican este tipo de defectos el incumplimiento de los re-
quisitos establecidos en los artículos 424 y 425 del Código Procesal
CAP. V Civil.
Lo explicado es plenamente aplicable a la calificación de la con-
testación a la demanda, pues si el juez aprecia defectos subsanables
otorga al demandado un plazo para que corrija los defectos.
CAP. VI Por extensión, lo aquí comentado es de aplicación cuando el
demandado formula reconvención.

1.2. Por defectos insubsanables


CAP. VII
En este caso, a diferencia del anterior, si el juez calificando la
demanda descubre, en los presupuestos procesales, defectos de ca-
rácter insubsanable la declarará improcedente. Se deberá tomar tal

62 CAP III: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL JUEZ


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

decisión siempre que se presente alguna de las causales taxativas de


improcedencia establecidas en el artículo 427 del Código Procesal
Civil, norma que debe interpretarse en sentido restrictivo, pues el CAP. I

rechazo liminar de la demanda sin duda alguna impide el acceso al


proceso y a la justicia, razón por la cual solo debe hacerse por las
causales explícitamente establecidas en la ley, y no por otras que se
identifiquen por aplicación analógica o por interpretación extensi-
va, pues ello importará, además de impedir el acceso a la justicia, CAP. II

una evidente colisión con el derecho a la tutela jurisdiccional efecti-


va que asiste a todo justiciable.
Están proscritas entonces resoluciones judiciales que declaran
liminarmente improcedentes las demandas con razones y argumen- CAP. III

tos que son propios de la decisión de fondo, y no de un control del


cumplimiento de los presupuestos procesales materiales y de forma,
con lo cual es evidente la vulneración del debido proceso legal, que
exige a los órganos jurisdiccionales a dictar sus resoluciones de con-
formidad con el estado de los procesos. CAP. IV

Por extensión, lo anotado en este apartado también es aplicable


cuando se formula reconvención.
El artículo 427 del Código Procesal Civil ha sido modificado
recientemente con la Ley N.° 30293 publicada el 28 de diciembre CAP. V

de 2014. De acuerdo al texto actual de este artículo se declara im-


procedente la demanda cuando:
“Improcedencia de la demanda
CAP. VI
Artículo 427. El juez declara improcedente la demanda cuando:
1. El demandante carezca evidentemente de legitimidad para
obrar;
2. El demandante carezca manifiestamente de interés para obrar;
CAP. VII
3. Advierta la caducidad del derecho;
4. No exista conexión lógica entre los hechos y el petitorio; o

INSTITUTO PACÍFICO 63
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

5. El petitorio fuese jurídica o físicamente imposible.


[...]”.
CAP. I

No aparecen en el texto actual las causales de improcedencia


de la demanda por incompetencia y por indebida acumulación de
pretensiones, las mismas que sí aparecían en el texto anterior refor-
mado.
CAP. II
Sobre la incompetencia, debe advertirse que si bien no figura
en el artículo 427 como una causal de rechazo liminar de la deman-
da, sí aparece registrada en el artículo 35 como una posibilidad de
ser declarada en cualquier grado e instancia del proceso, claro está
CAP. III
cuando se trata de incompetencia absoluta por razón de materia,
grado, turno, cuantía y territorio improrrogable. En efecto, el texto
actual del artículo 35, modificado por la Ley N.° 30293 es el siguien-
te:

CAP. IV
“Incompetencia
Artículo 35. La incompetencia por razón de materia, cuantía,
grado, turno y territorio, esta última cuando es improrrogable, se
declarará de oficio al calificar la demanda o excepcionalmente en
cualquier estado y grado del proceso, sin perjuicio de que pueda
CAP. V ser invocada como excepción.” (subrayado nuestro)

En consecuencia, nada impide que el juez calificando la deman-


da advierta de oficio su incompetencia por una causal absoluta, que
como se dijo puede ser por razón de materia, cuantía, grado, turno
CAP. VI y territorio improrrogable, pero lo que debe hacer en este caso es
remitir lo actuado al juez que considere competente, tal como lo
establece el artículo 36 del citado Código, también modificado por
la Ley N.° 30293.
CAP. VII
Ariano Deho comentando el cambio en mención sostiene
que “Hay que saludarlo, pues con ello hemos (un tanto tardíamen-
te) llegado a una solución razonable que, por lo menos, conserva
64 CAP III: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL JUEZ
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

los efectos sustanciales (que no son muchos) que produce la pre-


sentación de la demanda (pienso, sobre todo, en la evitación de la
caducidad)”35. CAP. I

En cambio, por indebida acumulación de pretensiones ya no


puede declararse liminarmente improcedente la demanda al mo-
mento de su calificación. A lo sumo, si se advierten defectos, debe
declararse su inadmisibilidad, a fin de permitir que el justiciable
CAP. II
subsane lo que corresponda.
Por tanto, en atención a las reglas actuales de improcedencia
de la demanda puede decirse que se mantienen causales relativas a:
- La legitimidad para obrar. CAP. III

- El interés para obrar (falta de interés y caducidad).


- La incompetencia absoluta.
- Los requisitos formales esenciales de la demanda (falta de co-
nexión lógica entre los hechos y el petitorio). CAP. IV

2. En el saneamiento procesal
El saneamiento procesal implica una labor de profilaxis del pro-
ceso, donde lo que importa es definir si en el proceso concurren CAP. V

o no los presupuestos procesales. Esta tarea debe ser desarrollada


por los jueces de manera oficiosa, por imperio de los principios de
dirección del proceso y de economía procesal. De esta manera se
considera que con este nuevo filtro o control ya no deben quedar
vicios o defectos por descubrir en la etapa postulatoria que impidan CAP. VI

más adelante una decisión de mérito.

CAP. VII

35 Ariano Deho, Eugenia, “La Ley N.° 30293 y la translatio iudici”, en Gaceta
Civil & Procesal Civil, t. 20, Lima, 2015, p. 25.

INSTITUTO PACÍFICO 65
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Carlos A. Ayagarragay36 refiere que el despacho saneador re-


quiere y procura:
CAP. I
• Que haya terminado la faz postulatoria, es decir que haya de-
manda y contestación.
• Que se disponga de oficio o a petición de parte.
• Que no haya distracción de la actividad jurisdiccional.
CAP. II
• Que no exista pérdida de tiempo.
• Que se eviten gastos inútiles.
• Que, dado el despacho, se da término al proceso o se ordenan
CAP. III
diligencias para suplir nulidades o irregularidades, o se declara
el proceso exento de vicios.
Jaime Greif37 en relación a la audiencia preliminar y el despacho
saneador uruguayo indica lo siguiente:

CAP. IV “La inclusión de este verdadero despacho saneador de amplia di-


fusión en el derecho lusitano y brasileño es, a nuestro entender,
una de las innovaciones trascendentes del Código, desde el punto
de vista de la abreviación del proceso, de su clarificación o depu-
ración de cuestiones obstativas respecto de la decisión sobre el
CAP. V fondo”.

Por su parte Lopes da Costa38, sostiene que:

CAP. VI 36 Ayagarragay, Carlos A, “En la legislación brasileña” en Materiales de


Lectura sobre Saneamiento Procesal, Academia de la Magistratura, II Curso
Taller en Materia Procesal Civil para Magistrados, Lima, 1996.
37 Greif, Jaime, “La audiencia preliminar y el despacho saneador en el
centro de la reforma” en Materiales de Lectura sobre Saneamiento Procesal,
Academia de la Magistratura. II Curso Taller en Materia procesal Civil para
CAP. VII Magistrados, Lima, 1996.
38 Citado por Briseño Sierra. “El saneamiento del proceso” en El
saneamiento procesal, Palestra, Lima, 1998, p. 116.

66 CAP III: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL JUEZ


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

“El despacho saneador se destina a remover las nulidades del pro-


ceso y a verificar la existencia de los requisitos legales de la acción,
esto es, a determinar si su titular está en condiciones de pedir una CAP. I
decisión de mérito”.

El artículo 465 del Código Procesal Civil contempla, para el


juez, tres opciones en materia de saneamiento procesal, a saber:
a. Puede declarar una relación jurídica procesal válida, lo que CAP. II

significa que se cumplen a cabalidad todos los presupuestos


procesales.
b. Puede declarar la nulidad y conclusión del proceso por invali-
dez insubsanable de la relación procesal, lo que significa que ha CAP. III
encontrado defectos insubsanables en relación a los presupues-
tos procesales.
c. Puede conceder un plazo cuando los defectos de la relación
procesal sean subsanables, lo que significa que ha encontrado
vicios subsanables en relación a los presupuestos procesales. CAP. IV

Ahora bien, el artículo 46639 del mismo Código establece que si


la resolución que declaró válida la relación procesal queda consen-
tida o ejecutoriada, precluye toda petición que pretenda cuestionar
la validez de esa relación. CAP. V

La preclusión implica que no cabe reclamo alguno contra di-


cha resolución. No obstante lo señalado en esta última disposición
legal, consideramos que su interpretación correcta está en función
de los vicios relativos a los presupuestos procesales. En efecto, si CAP. VI

después de saneado el proceso se advierten defectos subsanables en

39 Efectos de la declaración de la existencia de una relación procesal


válida
Artículo 466. Consentida o ejecutoriada la resolución que declara la CAP. VII

existencia de una relación jurídica procesal válida, precluye toda petición


referida, directa o indirectamente, a la validez de la relación citada.

INSTITUTO PACÍFICO 67
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

relación a los presupuestos procesales, creemos que la petición de


invalidez basada en dicho defecto subsanable debe ser desestimada,
CAP. I por la sencilla razón de que tal vicio ha quedado convalidado o sa-
neado por el hecho de no haberse objetado a tiempo (en la primera
oportunidad) y en la forma prevista por la ley, usualmente mediante
excepciones.
En cambio, tratándose de vicios insubsanables la petición de
CAP. II
invalidez de esa relación procesal debe prosperar si se comprueba
la existencia de dicho vicio, pues en este caso no hay posibilidad de
convalidación y menos de saneamiento alguno.
Si se aplicara literalmente la regla del artículo 466, sin distin-
CAP. III
guir si se trata de vicios subsanables e insubsanables que afectan la
validez de la relación procesal, se llegaría al absurdo, por ejemplo,
de permitir que el proceso sea conocido y resuelto por un juez cuya
competencia se ha visto afectada por una causal absoluta, con lo cual
CAP. IV
se iría en contra del texto imperativo del artículo 35 del Código Pro-
cesal Civil, que autoriza a declarar inválida la relación procesal en
cualquier grado y estado del proceso cuando se aprecie una causal
de incompetencia absoluta. Este ejemplo es totalmente ilustrativo
para nuestra aseveración de cuidar la naturaleza del defecto, antes
CAP. V de aplicar de modo automático aquello que parece claro, pero que
termina no siendo según el tipo de defecto, tal como quedó expli-
cado. Así lo entiende también Briseño Sierra40 quien sostiene que
“nulidades como la de incompetencia absoluta no precluyen con el
despacho”.
CAP. VI
Además, resulta importante señalar que el saneamiento proce-
sal es una tarea obligatoria que deben realizar los jueces, al margen
de haberse propuesto o no defensas de forma (excepciones, por
ejemplo), es decir que el saneamiento ocurrirá aun cuando el de-
CAP. VII

40 Briseño Sierra, Humberto, “El saneamiento procesal”, en El saneamiento


procesal, cit., p. 120.

68 CAP III: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL JUEZ


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

mandado esté rebelde autos. De esta forma debe corregirse aquella


praxis judicial que entiende que el saneamiento procesal sucede solo a
partir de la proposición de excepciones, lo que en verdad es erróneo. CAP. I

3. Al sentenciar
El saneamiento es una tarea permanente en el proceso a cargo
de los jueces. El artículo 121, último apartado, del citado código41, CAP. II

los autoriza de manera excepcional a expedir sentencia pronuncián-


dose sobre la validez de la relación procesal. Esto quiere decir que
al final del proceso el juez puede descubrir la ausencia de algún pre-
supuesto procesal material o formal, y si el defecto es insubsanable,
debe sentenciar declarando la invalidez de la relación procesal. CAP. III

El mensaje es claro. Para decidir sobre el fondo de la controver-


sia, el juez debe asegurarse del cumplimiento y de la concurrencia
en el proceso de los presupuestos procesales de fondo o de forma
que le permitan resolver el tema de fondo; en caso contrario, su de- CAP. IV

cisión será inhibitoria en la medida que advierta algún vicio insub-


sanable. Esta atribución legal corresponde a todos los jueces que en
sus diversos grados e instancias conocen del proceso, con lo cual la

CAP. V
41 Decretos, autos y sentencias
“Artículo 121. Mediante los decretos se impulsa el desarrollo del proceso,
disponiendo actos procesales de simple trámite.
Mediante los autos el juez resuelve la admisibilidad o el rechazo de la
demanda o de la reconvención, el saneamiento, interrupción, conclusión y
las formas de conclusión especial del proceso; el concesorio o denegatorio CAP. VI

de los medios impugnatorios, la admisión, improcedencia o modificación


de medidas cautelares y las demás decisiones que requieran motivación
para su pronunciamiento.
Mediante la sentencia, el juez pone fin a la instancia o al proceso en
definitiva, pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada
sobre la cuestión controvertida declarando el derecho de las partes, o CAP. VII

excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal”. (añadido


nuestro)

INSTITUTO PACÍFICO 69
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

labor de revisión de las sentencias no solo se circunscribe a los agra-


vios que pudiera expresar el impugnante sino también, de manera
CAP. I previa y oficiosa, a controlar si se cumplen o no los presupuestos
procesales. Este control previo y oficioso debe hacerse indepen-
dientemente de si fueron o no denunciados como agravios, por el
impugnante, los defectos insubsanables relativos a los presupues-
tos procesales, pues de lo que se trata es de resolver la controversia
CAP. II
en la medida que no existan vicios insubsanables que los impidan,
cuestión que es de responsabilidad del órgano jurisdiccional y no
necesariamente de los justiciables.
En la línea de lo expresado podemos citar la sentencia del Tri-
CAP. III bunal Constitucional dictada en el expediente N.° 02730-2006- PA/
TC, donde de manera oficiosa procede a resolver omisiones de la
instancia inferior, todo ello en aplicación del saneamiento procesal.
En efecto, esta sentencia expresa lo siguiente:

CAP. IV “En autos se advierte que ni la apelación concedida a f. 213 ni la


concedida a f. 383 han sido resueltas por el ad quem momento de
emitir resolución en el proceso de autos; sin embargo, con vista de
las normas precitadas, y en la medida que ambos recursos no afec-
tan el sentido de la resolucion emitida, el Tribunal Constitucional,
CAP. V atendiendo a los fines del proceso, procede a pronunciarse sobre
el particular, con el objeto de sanear el proceso antes de resolver el
fondo de la cuestión planteada”. (Fundamento 27).

De otro lado, en esta misma sentencia el Tribunal Constitucio-


CAP. VI
nal se pronuncia sobre un pedido orientado a sostener que la parte
demandante no había agotado la vía administrativa, es decir, denun-
ciaba en última instancia la falta de interés para obrar de la parte
actora. Lo dicho está contenido en el fundamento 30 de la citada
sentencia del Tribunal Constitucional, a saber:
CAP. VII
“[...]

70 CAP III: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL JUEZ


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Además de lo expuesto, este Colegiado debe hacer referencia al


escrito presentado al Tribunal Constitucional con fecha el 7 de
julio de 2006 por el procurador adjunto de la Procuraduría Pú- CAP. I
blica del JNE, donde informa que el demandante en el presente
proceso de amparo está haciendo uso de una vía paralela, pues ha
presentado un recurso ante el JNE, en el que solicita que se decla-
re nula la Resolución N.° 152-2005-JNE lo cual demuestra, a su
criterio, que no se ha agotado la vía administrativa.
CAP. II

Este argumento, más allá de que confunde la vía paralela con la


vía previa, no puede ser estimado, dado que de la solicitud presen-
tada no fluye que el demandante haya iniciado o pretenda iniciar
un proceso jurisdiccional paralelo al presente proceso; de otro CAP. III
lado, la insistencia de la parte recurrente para que quien se reputa
ha afectado sus derechos fundamentales, enmiende o corrija una
conducta o acto, no importa el inicio de un nuevo procedimiento
administrativo, y, aun en el supuesto negado que ello ocurriera, no
puede pretenderse que, encontrándose en el trámite un proceso
CAP. IV
jurisdiccional, este hecho configure una causal de improcedencia.

[...]”.

La cita de la sentencia del Tribunal Constitucional ilustra sobre


la aplicación del saneamiento procesal en todo tipo de procesos y CAP. V

no solo en los civiles, pero sobre todo, y aquí lo más importante,


sirve para dejar establecido que el saneamiento procesal es una ta-
rea permanente, que la realizan de oficio todos los órganos jurisdic-
cionales que conocen del proceso (incluso los de última instancia) CAP. VI
antes de sentenciar sobre el tema de fondo.

4. Mediante nulidad por vicios insubsa-


nables
CAP. VII

Independientemente de los filtros y controles antes referidos


(calificación de la demanda, saneamiento procesal y sentencia), la
INSTITUTO PACÍFICO 71
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

tarea de saneamiento debe hacerse durante todo el desarrollo del


proceso, es decir sin esperar necesariamente a que tales momentos
CAP. I procesales se realicen. Así fluye de la regla contenida en el artículo
176 in fine del Código Procesal Civil, en virtud de la cual los jue-
ces pueden declarar de oficio las nulidades insubsanables, alterna-
tiva que permite proceder así cuando estos vicios se refieren a los
presupuestos procesales. Los procesos sirven para resolver conflic-
CAP. II
tos, más si en su desarrollo se evidencia vicios insubsanables el Juez
debe tomar la decisión respectiva. Ahora, si puede hacerlo de oficio
también puede actuar a pedido de parte.
Esta potestad legal se entiende otorgada a todos los jueces que
CAP. III conocen del proceso en sus diversas instancias, comprensión no
solo lógica sino además coherente, pues allá donde se descubra el
vicio insubsanable el proceso debe terminar, tal como proclama,
por ejemplo, la regla del artículo 35 del Código Procesal Civil, que
autoriza a declarar la nulidad de todo lo actuado en cualquier grado
CAP. IV
e instancia del proceso por razón de incompetencia absoluta.
No obstante lo dicho, resulta interesante lo resuelto por el Tri-
bunal Constitucional en el Expediente N.° 07022-2006-AA/TC,
donde hizo prevalecer el derecho a un proceso sin dilaciones inde-
CAP. V bidas frente a un decisión nada menos que de la Corte Suprema de
declarar la nulidad de todo lo actuado por razón de incompetencia
material no alegada por las partes. Dicha sentencia del Tribunal ex-
presa lo siguiente:
CAP. VI “[...]

11. En el caso concreto, los recurrentes alegan que con la emisión


de la resolución de fecha 19 de setiembre de 2001, expedida
por  la Sala  de Derecho Constitucional y Social Transitoria
CAP. VII
de la Corte Suprema de Justicia de la República (Casación nú-
mero 920-2001), se ha violado el principio de congruencia,
toda vez que la sala demandada declaró fundado el recurso de

72 CAP III: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL JUEZ


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

casación interpuesto por la empresa Southern Perú Limited,


por una causal que no había sido invocada en el recurso.

12. De autos se desprende que, en su recurso de casación, la em- CAP. I

presa Southern Perú Limited alegó –entre otras causales– la


contravención de las normas que garantizan el derecho al de-
bido proceso y la infracción de las formas esenciales para la
eficacia y validez de los actos procesales. Sin embargo, entre
los fundamentos que motivaron dichas alegaciones no se cues- CAP. II

tionó, en ningún momento, la competencia por razón de la


materia de las instancias judiciales que conocieron el referido
proceso.

13. Más aún, con fecha 14 de setiembre de 2001, es decir, antes de CAP. III

la emisión de la resolución cuestionada, la empresa Southern


Perú Limited dirigió un escrito a la Sala de Derecho Consti-
tucional y Social Transitoria de la Corte Suprema de Justicia
de la República, manifestando lo siguiente:
CAP. IV
[...] no cabe duda de que, con la conformidad de las partes y de
todos los grados e instancias judiciales, este litigio se ha trami-
tado como proceso civil; [...] por tanto, no es posible modifi-
car su naturaleza y tramitación en este estado, pues se infringi-
ría el artículo 139.3 de la Constitución, al someter a las partes
CAP. V
a un procedimiento distinto del previamente establecido; [...]
(fojas 292 del segundo cuaderno del Poder Judicial).

En consecuencia, la empresa Southern Perú Limited no cues-


tionó –ni pretendió cuestionar– la competencia de las instan-
cias judiciales para conocer el proceso como uno de naturaleza CAP. VI

civil, dadas las características de la materia controvertida (en-


trega de acciones, pago de dividendos).

14. Habiendo constatado que la sala demandada se pronunció so-


bre un elemento que no había sido invocado en el recurso de CAP. VII

casación, resta evaluar si su pronunciamiento resulta constitu-


cionalmente legítimo, o si, por el contrario, se ha configurado

INSTITUTO PACÍFICO 73
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

una violación del principio de congruencia de las resoluciones


judiciales. Para tal efecto, será preciso evaluar la función del
CAP. I
recurso de casación y la posibilidad de aplicar el principio iura
nóvit curia en sede casatoria.

15. Al respecto, el Tribunal Constitucional tiene dicho que,


por su propia naturaleza, el recurso de casación es un medio
impugnatorio de carácter excepcional, cuya concesión y pre-
CAP. II
supuestos de admisión y procedencia están vinculados a los
‘fines esenciales’ para los cuales se ha previsto, esto es, la co-
rrecta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Supre-
ma de Justicia, como se especifica en el artículo 384 del Códi-
CAP. III
go Procesal Civil. Respecto de la posibilidad de aplicar el prin-
cipio iura novit curia en sede casatoria, se ha señalado que

La casación es un recurso extraordinario que solo permite la


revisión por el Supremo Tribunal Casatorio en los casos espe-
CAP. IV cíficos, exclusivos y excluyentes, del artículo 386 del Código
Procesal Civil, especificidad que impide el ejercicio de la fa-
cultad general del juez de aplicación del aludido aforismo ‘iura
novit curia’ (Cfr. STC 8327-2005-AA/TC, FJ 2).

De ahí que, por regla general, el principio iura novit curia no


CAP. V
pueda ser invocado en sede casatoria.

16. No obstante, en el caso concreto, este Colegiado estima perti-


nente evaluar la proporcionalidad de la medida adoptada por la
Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Cor-
CAP. VI
te Suprema; puesto que, si bien esta se pronunció sobre una
materia que no había sido invocada en el recurso de casación,
su decisión se fundamentó en la necesidad de garantizar el de-
recho al debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva; así
como en el respeto al orden público, por cuanto consideró que
CAP. VII
se había tramitado una materia de carácter laboral en sede civil
(fojas 88 del primer cuaderno del Poder Judicial).

74 CAP III: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL JUEZ


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

17. En este extremo, se debe tener en cuenta que los fines perse-
guidos por la Corte Suprema eran lícitos y que esta consideró
que la declaración de nulidad de todo lo actuado constituía CAP. I
una medida idónea y necesaria para garantizar el cumplimien-
to de los mismos. Por ello, señaló:

[...] teniéndose en cuenta que la demanda postulada contiene


pretensiones de naturaleza estrictamente laboral, como ya se
ha precisado, se impone que lo actuado se remita al correspon- CAP. II

diente Juzgado de Trabajo a efectos de que provea, con arreglo


a ley, la demanda y disponga el trámite que corresponde (fojas
89 del primer cuaderno del Poder Judicial).

18. No obstante, esta conclusión no supera un examen de pro- CAP. III

porcionalidad en sentido estricto si se tiene en cuenta que, da-


das las características de la controversia (entrega de acciones,
pago de dividendos), ninguna de las partes había cuestionado
la competencia de los jueces por razón de la materia –funda-
mento 13 supra–; y, pese a ello, se declaró la nulidad de todo CAP. IV

lo actuado, con lo cual no solo se ha afectado el derecho a la


adecuada motivación de las resoluciones judiciales (principio
de congruencia), sino también el derecho a un juicio sin dila-
ciones indebidas, pues al momento de declarar la nulidad del
proceso, no se tuvo en consideración que este se había venido CAP. V

tramitando en el Poder Judicial desde hacía más de cinco años


(fojas 9 del primer cuaderno del Poder Judicial). A la fecha,
han transcurrido más de diez años desde el momento en que
los presuntos agraviados interpusieron su demanda en sede ci-
vil. CAP. VI

19. El derecho de ser juzgado sin dilaciones indebidas deriva del


artículo 139, inciso 3, de la Constitución y del artículo 8, in-
ciso 1, de la Convención Americana sobre Derechos Huma-
nos, tal como lo ha reconocido el Tribunal Constitucional en
CAP. VII
anterior jurisprudencia (Cfr. STC 0549-2004-HC/TC, FJ 3).
Al respecto, es pertinente señalar que, de conformidad con el

INSTITUTO PACÍFICO 75
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

artículo VI del Título Preliminar del CP. Const., ‘[l]os jueces


interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y
CAP. I
los reglamentos según los preceptos y principios constitucio-
nales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte
de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional’.
En consecuencia, al momento de resolver la sala demandada
no podía dejar de considerar la incidencia de su decisión en el
derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva
CAP. II
de los justiciables, de conformidad con los pronunciamientos
emitidos por este Colegiado.

20. En suma, habida cuenta que la decisión de declarar nulo todo


lo actuado en el proceso civil seguido por los recurrentes con-
CAP. III
tra la empresa Southern Perú Limited no supera un juicio de
proporcionalidad en sentido estricto, por su grado de inciden-
cia en el derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas y a la
motivación de las resoluciones judiciales de los recurrentes,
este Colegiado considera que la demanda debe ser estimada.
CAP. IV

[...]”.

Comentando esta sentencia del Tribunal Constitucional, César


Bazán Seminario42 ha concluido que:
CAP. V
1. La relevancia de la Sentencia 07022- 2006-AA para el sistema
de justicia radica en que busca poner freno a una práctica poco
adecuada: ordenar “la nulidad de todo lo actuado”, que se reali-
za incluso en sede casatoria, y que condena al justiciable a liti-
CAP. VI gar por largos años en busca de justicia.

42 Bazán seminario, Cesar, “La ʻnulidad de todo lo actuado’ como


vulneración al derecho a un juicio en plazo razonable” en La justicia
constitucional en el 2007: análisis de casos relevantes y precedentes vinculantes.
CAP. VII
Justicia Viva, Instituto de Defensa Legal Pontificia Universidad Católica
del Perú Facultad y Departamento Académico de Derecho, Lima, 2008.
p. 64.

76 CAP III: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL JUEZ


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

2. Sobre el caso concreto podemos decir:


a. La Sala Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema
cuenta con la facultad de anular, aun en sede casatoria, los pro- CAP. I

cesos que adolecen de vicios relacionados con la competencia,


que implican una lesión al derecho de contar con un juez prede-
terminado por ley.
b. A pesar de esta facultad de la Corte Suprema, es importante CAP. II
contraponerla con el derecho a gozar de un proceso en un plazo
razonable o sin dilaciones indebidas.
c. Al haber transcurrido más de cinco años desde el inicio del jui-
cio, “la nulidad de todo lo actuado” implica una vulneración
irrazonable del derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, CAP. III

puesto que condena al justiciable a iniciar nuevamente el liti-


gio y adicionar al quinquenio ya avanzado el tiempo que dure
el nuevo proceso. Por ello, la decisión de la Corte Suprema no
supera el examen de razonabilidad, en la medida en que existen
medios menos gravosos para alcanzar su finalidad lícita. CAP. IV

Como podemos apreciar, en este caso concreto el Pleno del Tri-


bunal Constitucional hizo prevalecer el derecho a ser juzgado sin
dilaciones indebidas frente a la potestad nulificante de los jueces,
por razón de incompetencia absoluta, más consideramos que esta CAP. V

sentencia si bien constituye una decisión relevante a ser tomada en


cuenta en casos similares, no elimina la potestad nulificante de los
jueces para anular lo actuado por vicios insubsanables.
El derecho a un proceso sin dilaciones indebidas y el derecho
a un proceso dentro de un plazo razonable constituyen expresiones CAP. VI

sinónimas. En el Perú, la Constitución vigente no contempla expre-


samente este derecho. No obstante, el Tribunal Constitucional, en
armonía con la doctrina de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, ha analizado y aplicado este derecho para resolver con-
troversias en sede nacional, como lo ilustra la Sentencia del Expe- CAP. VII

diente N.º 5291-2005-HC que en su parte pertinente establece:

INSTITUTO PACÍFICO 77
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

“[...]

4. Al respecto, debe tenerse presente que el inciso 3 del artículo


CAP. I
139 de la Constitución reconoce el derecho al debido proce-
so. Conforme a la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la
Constitución y al artículo V del Título Preliminar del Código
Procesal Constitucional, ‘El contenido y los alcances de los de-
rechos constitucionales protegidos por los procesos regulados
CAP. II
en el presente Código deben interpretarse de conformidad
con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los
tratados sobre derechos humanos, así como de las decisiones
adoptadas por los tribunales internacionales sobre derechos
humanos constituidos según los tratados de los que el Perú es
CAP. III
parte’.

5. Al respecto, el artículo 8.1. de la Convención Americana de


Derechos Humanos dispone que toda persona tiene derecho a
ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razona-
CAP. IV ble, por un juez o tribunal competente. Sobre este derecho la
Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido,
en criterio que compartimos, que el derecho al plazo razona-
ble tiene como finalidad impedir que los acusados permanez-
can largo tiempo bajo acusación y asegurar que esta se decida
CAP. V prontamente (Caso Suárez Rosero contra Ecuador, sentencia
sobre el fondo de la Corte Interamericana de Derechos Huma-
nos, fundamento 70).

6. Del mismo modo la Corte, siguiendo al Tribunal Europeo de


Derechos Humanos, ha declarado que ‘[...] Con respecto al
CAP. VI
plazo razonable de que trata el artículo 8.1., este Tribunal ha
establecido que es preciso tomar en cuenta tres elementos para
determinar la razonabilidad del plazo en el que se desarrolla un
proceso: a) complejidad del asunto, b) actividad procesal del
interesado y c) conducta de las autoridades judiciales’. (Caso
CAP. VII
Hilaire, Constantine, Benjamin y otros contra Trinidad y To-
bago, sentencia sobre el fondo, fundamento 143).

78 CAP III: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL JUEZ


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

7. Por tanto, el Tribunal Constitucional del Perú estima que, con-


forme a la regla de interpretación constitucional de los dere-
chos y libertades, anteriormente citada, el derecho a un plazo CAP. I
razonable en la duración de los juicios constituye una de las
manifestaciones del debido proceso reconocido por nuestra
Constitución en los términos antes expuestos.

[...]”. (subrayado nuestro).


CAP. II

Al respecto, Renzo Cavani sostiene que43:


“Lo que sucede es que el gran problema surge con aquellos vicios
graves que no llegaron a ser denunciados o verificados oportuna-
mente, en donde a pesar del saneamiento, [...] aún son capaces CAP. III

de generar una nulidad. [...] contradicción sustancial entre la cau-


sa de pedir y el pedido, [...], incapacidad procesal, [...], falta de
representación. Evidentemente, lo ideal es que todos y cada uno
de los vicios ocurridos [...] no puedan ser alegados después del
saneamiento. CAP. IV

No obstante, tampoco es posible negar la realidad, hacer tabla rasa


y proponer la imposibilidad total de que luego del saneamiento
sea alegado cualquier tipo de vicio ocurrido en la fase postula-
toria. Ello inclusive colisionaría directamente con el criterio que
CAP. V
debe inspirar el régimen de la nulidad procesal: en efecto, es to-
talmente indeseable la emisión de una sentencia a sabiendas que
se tratará de un acto inidóneo (y peor aún, que será rescindido
posteriormente). Recordemos que si bien lo que se quiere es pre-
servar el acto final, cuando un vicio es lo suficientemente potente
para tornarlo inidóneo, entonces tiene que decretarse la nulidad y CAP. VI

reencausar el procedimiento”.

CAP. VII

43 Cavani, Renzo. La nulidad en el proceso civil, 1.ª. ed., Palestra, Lima, 2011,
pp. 558-559.

INSTITUTO PACÍFICO 79
EL CONTROL DE
Capítulo LOS PRESUPUESTOS
PROCESALES POR EL
IV DEMANDADO

Sumario: 1. Las excepciones. 1.1. Aspectos esencia-


les. 1.2. Las excepciones en el Código Procesal Civil.
1.3. La praxis judicial sobre algunas excepciones. 2.
La nulidad procesal como defensa de forma. 2.1. ¿El
pedido de nulidad procesal es un recurso? 2.1.1. Intro-
ducción. 2.1.2. Los medios impugnatorios en el Código
Procesal Civil. 2.2. Finalidad del recurso de nulidad. 2.3.
Los principios que rigen la nulidad procesal. 2.4. Reso-
luciones objeto del recurso de nulidad. 2.5. Vicios que
motivan el recurso de nulidad. 2.6. La nulidad como de-
fensa de forma ante la falta de excepción. 2.7. Nulidad
por vicio insubsanable pese a existir excepción.
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

CAP. I

CAP. II
En este capítulo abordaremos las alternativas o mecanismos
legales que la legislación procesal nacional confiere al demandado
para denunciar los defectos que afectan a los presupuestos procesa-
les, es decir lo que puede hacer el demandado una vez que ha sido
emplazado con una demanda defectuosa. CAP. III

Entre estos mecanismos consideramos a las excepciones y a la


nulidad procesal.
Respecto a las excepciones, es pacífica su admisión como de-
fensa de forma para discutir el cumplimiento de los presupuestos CAP. IV

procesales.
En cuanto a la nulidad procesal como defensa de forma para
discutir el cumplimiento de los presupuestos procesales, si bien tal
pacificidad no se aprecia a nivel doctrinario, donde también se ha CAP. V

advertido la petición de improcedencia de la demanda en base a


las denominadas defensas de forma innominadas44, nuestra idea de

44 Por ejemplo, Meza Apolín, Dante (“Impugnación y adecuación: sobre


la mal considerada inimpugnabilidad del auto admisorio” en Thémis, CAP. VI

N.° 58, Lima, 2010, p. 58.) sostiene lo siguiente: “[...] Así, mediante las
defensas de forma nominadas (excepciones) o innominadas (solicitudes
de improcedencia de la demanda), la parte demandada puede cuestionar
(impugnar) el acto procesal y lograr la corrección del error en el que
habría incurrido el juzgador al momento de verificar el cumplimiento de
los presupuestos procesales y condiciones de la acción, para lo cual, en CAP. VII

este caso sí existe un contradictorio previo a la emisión de la resolución


final. […] Las defensas de forma innominadas son aquellas defensas de

INSTITUTO PACÍFICO 83
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

considerar a la nulidad como una defensa de forma se presenta a


partir de una interpretación de las disposiciones del propio Código
CAP. I Procesal Civil. No obstante, donde si hay plena coincidencia, es que
el proceso concluye cuando se da cuenta por el demandado de un
defecto insubsanable, mediante nulidad o mediante un pedido de
improcedencia de la demanda (defensa de forma innominada).
Es importante precisar que las defensas previas son defensas de
CAP. II
forma que no tienen por finalidad formular reparos a los presupues-
tos procesales materiales y de forma, y por tanto no pueden ni deben
ser utilizadas para este fin por el demandado. En efecto, tal como se
desprende de las reglas del artículo 455 del Código Procesal Civil45,
CAP. III la defensa previa da cuenta de omisiones que ha cometido el de-
mandante en cuanto al cumplimiento de exigencias previstas en las
normas sustantivas antes de presentar su pretensión procesal; en-
tonces, al no atacar presupuestos procesales, no corresponde que
sea considerada como una defensa de forma con este propósito.
CAP. IV

1. Las excepciones

1.1. Aspectos esenciales


CAP. V
Forman parte inherente del derecho de contradicción y permi-
ten al demandado denunciar la existencia de defectos en los pre-

forma que no han sido recogidas por nuestro ordenamiento procesal


CAP. VI como excepciones, pero que implican una denuncia de incumplimiento
de los presupuestos procesales o condiciones de la acción. Por lo tanto,
de formularse una defensa de forma innominada, previo traslado a la
parte demandante, el órgano jurisdiccional estaría en la obligación de
pronunciarse en la etapa correspondiente”.
45 Propuesta y trámite de las defensas previas
CAP. VII
Artículo 455. Las defensas previas como el beneficio de inventario,
el beneficio de excusión y otras que regulen las normas materiales, se
proponen y tramitan como excepciones.

84 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

supuestos procesales. Siempre deben proponerse dentro del plazo


establecido en la norma procesal.
Eduardo Couture46 enseña que la excepción es un medio legal CAP. I

para denunciar la falta de un presupuesto procesal.


El Código Procesal Civil clasifica a las excepciones por sus
efectos, pero aun así sus normas dejan percibir la clásica división
entre excepciones dilatorias y perentorias. Monroy Galvez47 divide CAP. II

estas últimas en simples o complejas, según permitan o no volver a


demandar.
Efectivamente, una exhaustiva revisión de las excepciones pro-
ponibles según nuestro Código Procesal Civil nos permite concluir CAP. III
que ellas están relacionadas con algún presupuesto procesal mate-
rial o presupuesto procesal de forma.
Las excepciones procesales pueden referirse a aspectos subje-
tivos, objetivos y procedimentales. Trasladando estas ideas a la le-
gislación procesal nacional podemos encontrar que las excepciones CAP. IV

del Código Procesal Civil se aplican de la siguiente manera:


• A los sujetos del proceso (el juez o el demandante). En el pri-
mer caso encontramos la excepción de incompetencia, y en el
segundo, los vinculados a la legitimidad, capacidad y represen- CAP. V

tación.
• Al objeto del proceso (la pretensión). Ubicamos entre ellas las
excepciones de litispendencia, cosa juzgada, conciliación ju-
dicial, transacción, desistimiento de la pretensión, caducidad, CAP. VI
prescripción extintiva, falta de agotamiento de la vía adminis-
trativa y convenio arbitral.

46 Couture, Eduardo, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, Ediciones


Depalma, Buenos Aires, 1981. CAP. VII

47 Monroy Gálvez, Juan, Temas de Proceso Civil, Librería; Studium. Lima,


1987.

INSTITUTO PACÍFICO 85
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

• A defectos procedimentales. Encontramos la oscuridad o ambi-


güedad en el modo de proponer la demanda.
CAP. I
El artículo 446 del Código Procesal Civil establece numerus
clausus cuáles son las excepciones procesales que puede proponer
el demandado. No cabe entonces que se formulen otras que la ley
no considera.
CAP. II En relación a la idea de numerus clausus, merece comentario
puntual lo relativo a la excepción de transacción, pues como se sabe,
ahora conforme a la Sentencia del Primer Pleno Casatorio Civil
también puede proponerse dicha excepción en base a la transacción
extrajudicial. Así se estableció por mayoría en dicho pleno, a saber:
CAP. III

“[...]
IX. FALLO:
[...]
CAP. IV b). Declara que constituyen doctrina jurisprudencial los siguien-
tes precedentes vinculantes:
1. La Transacción extrajudiciales no homologada judicialmen-
te puede ser opuesta como Excepción procesal conforme a
lo regulado por el inciso 10 del artículo 446 e inciso 4 del ar-
CAP. V
tículo 453 del Código Procesal Civil, por interpretación siste-
mática de dichas normas con las que contiene el Código Civil
sobre la Transacción.
Entendiéndose que las transacciones extrajudiciales homologadas
CAP. VI
por el juez, se tramitan de acuerdo a las reglas del Código Procesal
Civil, al tener regulación expresa. Ocurriendo lo mismo en cuanto
a las transacciones celebradas con relación a derechos de menores
de edad, las mismas que autorizadas por el juez competente con-
forme a ley.
CAP. VII
[...]”

86 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

En consecuencia, en el Perú la excepción de transacción se pro-


pone en base a la transacción judicial homologada por el juez, como
lo autoriza el Código Procesal Civil, y ahora también en base a la CAP. I

transacción extrajudicial, como lo establece la sentencia del Primer


Pleno Casatorio. Esto quiere decir que, si bien el catálogo de ex-
cepciones no se ha visto incrementado por dicho Pleno Casatorio,
lo que sí ha hecho posible la Corte Suprema es albergar en nuestro
ordenamiento procesal un nuevo supuesto para presentar la excep- CAP. II

ción de transacción que, como se dijo, ahora no solo se hace en base


a la transacción judicial homologada por el juez, sino también en
base a la transacción extrajudicial que celebran las partes resolvien-
do su conflicto de intereses, antes de iniciarse un proceso. CAP. III

En cuanto a los efectos, en ciertos casos el amparo de excepción


solo generará la suspensión del proceso, pues el defecto es perfecta-
mente subsanable. En otros en cambio, por el mérito de la excepción
amparada el proceso debe concluir. Los supuestos de suspensión
y de conclusión del proceso por razón de excepciones amparadas CAP. IV

aparecen taxativamente establecidos por la norma procesal en su ar-


tículo 451, lo que puede graficarse de la siguiente manera:

CAP. V
EFECTOS DEL AMPARO DE LAS EXCEPCIONES

- Incompetencia (*)
- Representación insuficiente del demandado
- Falta de agotamiento de la vía administrativa
- Falta de legitimidad para obrar del demandante
- Litispendencia CAP. VI
Concluyen
- Cosa juzgada
el proceso
- Desistimiento de la pretensión
- Conclusión del proceso por conciliación o transacción
- Caducidad
- Prescripción extintiva
CAP. VII
- Convenio arbitral

INSTITUTO PACÍFICO 87
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

- Incapacidad del demandante o de sus representantes


- Representación defectuosa o insuficiente del deman-
CAP. I
dante en el proceso
Suspenden
- Oscuridad o ambigüedad en el modo de proponer la el proceso
demanda
- Falta de legitimidad para obrar del demandado

* Según el artículo 451 inciso 6 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
CAP. II
N.° 30293, si se ampara la excepción de incompetencia se debe: “Remitir los actua-
dos al juez que corresponda, si se trata de la excepción de incompetencia. En el caso
de la excepción de incompetencia territorial relativa, el juez competente continúa
con el trámite del proceso en el estado en que este se encuentre y si lo considera
pertinente, aun cuando la audiencia de pruebas hubiera ocurrido, puede renovar la
actuación de alguno o de todos los medios probatorios, atendiendo a lo dispuesto
en el último párrafo del artículo 50. En los demás casos el juez debe proceder a em-
CAP. III plazar nuevamente con la demanda”.

Podríamos afirmar que las excepciones, tratándose de vicios in-


subsanables, no serían necesarias si el juez al momento de calificar
CAP. IV
la demanda identifica aquellos defectos que puedan determinar el
rechazo liminar de la demanda. Sin embargo, como ello no siempre
es factible, queda a consideración del emplazado proponer la excep-
ción que estime luego de haber sido notificado con una demanda
CAP. V
defectuosa en relación a los presupuestos procesales.
Es evidente que el juez solo puede filtrar y controlar de oficio
aquellos defectos que la norma le permite, en el caso nuestro, los
supuestos previstos en el artículo 427 del Código. En los demás su-
puestos puede actuar a pedido de parte, lo que normalmente suele
CAP. VI
hacerse mediante una excepción.
Ciertamente que la proposición de la excepción sí es obligato-
ria en los casos que los defectos no pueden ser controlados de oficio
por los jueces al no existir precepto legal que se los autorice. Ocurre
CAP. VII esto, por ejemplo, en los casos de incompetencia territorial prorro-
gable, prescripción extintiva y convenio arbitral.

88 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Por último, conforme lo expone Véscovi podemos decir que la


excepción es una vía para obtener la nulidad, como lo son los re-
cursos o la acción de nulidad en proceso autónomo. Esta tesis es CAP. I

correcta porque efectivamente algunos defectos, los insubsanables,


solo generan la nulidad de todo lo actuado por insaneables.

1.2. Las excepciones en el Código Procesal Civil


CAP. II
El artículo 446 de nuestro ordenamiento procesal civil estable-
ce las excepciones que se pueden proponer dentro del proceso. Esta
disposición establece lo siguiente:
Artículo 446. El demandado solo puede proponer las siguientes
CAP. III
excepciones:
1. Incompetencia;
2. Incapacidad del demandante o de su representante;
3. Representación defectuosa o insuficiente del demandante o
CAP. IV
del demandado;
4. Oscuridad o ambigüedad en el modo de proponer la deman-
da;
5. Falta de agotamiento de la vía administrativa;
CAP. V
6. Falta de legitimidad para obrar del demandante o del deman-
dado;
7. Litispendencia;
8. Cosa juzgada;
CAP. VI
9. Desistimiento de la pretensión;
10. Conclusión del proceso por conciliación o transacción;
11. Caducidad;
12. Prescripción extintiva; y,
CAP. VII

13. Convenio arbitral.

INSTITUTO PACÍFICO 89
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

A continuación, pasaremos a comentar cada una de las excep-


ciones enumeradas en el artículo citado.
CAP. I
1. Incompetencia
Esta excepción se relaciona con un presupuesto procesal de for-
ma, y se presenta cuando el juez que no resulta competente para co-
nocer la controversia. Los criterios para determinar la competencia
CAP. II
del juez están predeterminados por la ley, y son los siguientes:
- Materia
- Cuantía
CAP. III - Grado
- Territorio, que puede ser prorrogable o improrrogable
- Turno
Estos criterios están taxativamente recogidos en el artículo 35
CAP. IV
del Código Procesal Civil, que establece:
“Artículo 35.  La incompetencia por razón de materia, cuantía,
grado, turno y territorio, esta última cuando es improrrogable, se
declarará de oficio al calificar la demanda o excepcionalmente en
CAP. V cualquier estado y grado del proceso, sin perjuicio de que pueda
ser invocada como excepción.”

Entonces, de ser incompetente el juez, su actuación carece de


validez, razón por la cual todo lo actuado en el proceso resulta nulo
CAP. VI cuando se declara fundada la excepción de incompetencia.
Nótese que ahora48, en virtud de las reglas del artículo 36 del
Código aludido, el juez al declarar su incompetencia debe remitir
lo actuado al órgano jurisdiccional que considere competente, de-
CAP. VII

48 Por modificación proveniente de la Ley N.° 30293, publicada el 28 de


diciembre de 2014.

90 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

biendo este último observar las reglas del artículo 451 inciso 6 del
mismo cuerpo legal, que establece:
CAP. I
“Artículo 451. Una vez consentido o ejecutoriado el auto que de-
clara fundada alguna de las excepciones enumeradas en el artículo
446, el cuaderno de excepciones se agrega al principal y produce
los efectos siguientes:

[...] CAP. II

6. Remitir los actuados al juez que corresponda, si se trata de la


excepción de incompetencia. En el caso de la excepción de in-
competencia territorial relativa, el juez competente continúa
con el trámite del proceso en el estado en que este se encuentre CAP. III

y si lo considera pertinente, aun cuando la audiencia de prue-


bas hubiera ocurrido, puede renovar la actuación de alguno o
de todos los medios probatorios, atendiendo a lo dispuesto en
el último párrafo del artículo 50. En los demás casos el juez
debe proceder a emplazar nuevamente con la demanda”. CAP. IV

Sin perjuicio de lo señalado, aun cuando el demandado no


presente la excepción de incompetencia, esta puede ser declarada
de oficio por el mismo juez, sin importar el estado del proceso, tal
como está establecido en el artículo 35 del Código Procesal Civil, CAP. V

debiendo precisarse que tal declaración oficiosa no opera únicamen-


te cuando la incompetencia es por razón de territorio prorrogable,
pues en este caso corresponde únicamente al demandado formular
la denuncia respectiva vía excepción o vía contienda de competen-
cia, como lo autoriza el artículo 38 del mismo Código, a saber: CAP. VI

“Artículo 38. Contienda de competencia


La incompetencia territorial relativa puede ser invocada, exclu-
yentemente, como excepción o como contienda. La contienda de
CAP. VII
competencia se interpone ante el juez que el demandado conside-

INSTITUTO PACÍFICO 91
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

re competente, dentro de los cinco días de emplazado y ofrecien-


do los medios probatorios pertinentes.
CAP. I El juez rechazará de plano la contienda propuesta extemporánea-
mente o cuando es manifiestamente improcedente o temeraria.
Cuando la temeridad consista en la creación artificiosa de una
competencia territorial, la parte responsable será condenada al
pago del monto máximo de la multa prevista por el artículo 46, y
CAP. II el juez, de oficio o a pedido de parte, oficiará al Ministerio Público,
de ser el caso.
Si el juez admite la contienda oficiará al juez de la demanda, pi-
diéndole que se inhiba de conocerla y solicitando, además, la re-
CAP. III
misión del expediente.
Con el oficio le anexa copia certificada del escrito de contienda,
de sus anexos, de la resolución admisoria y de cualquier otra ac-
tuación producida. Adicionalmente al oficio, el juez de la contien-
da dará aviso inmediato por fax u otro medio idóneo”. (subrayado
CAP. IV nuestro).

2. Incapacidad del demandante o de su represen-


tante
CAP. V
Esta excepción se relaciona con el presupuesto procesal de la
capacidad procesal. Entonces, mediante esta excepción se alega la
falta de capacidad procesal del demandante o, de ser el caso, de su
representante, para cuyo propósito es relevante analizar lo que im-
plica la capacidad de ejercicio que regula el Código Civil. En efecto,
CAP. VI
si el representante no tiene capacidad de ejercicio, entonces tampo-
co tendrá capacidad procesal, lo que trae como consecuencia que
todos los actos procesales que promueva no tengan eficacia jurídica,
es decir no generarán ninguna consecuencia jurídica.
CAP. VII

92 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Para Monroy Gálvez49, esta ausencia de capacidad puede estar


relacionada al hecho de que son menores de edad, han sido declara-
dos incapaces o cualquier otra limitación que pueda generar que el CAP. I

demandado considere necesario presentar esta excepción.

3. Representación defectuosa o insuficiente del


demandante o del demandado.
CAP. II
Esta excepción se centra en los defectos que podría tener la re-
presentación procesal, esto es en el requisito de la demanda y de la
contestación referido a la identificación del representante, tal como
se contempla en los artículos 424 y 442 del Código Procesal Civil.
Existe representación defectuosa cuando el representante no CAP. III

tiene esa calidad, es decir no representa a la parte que dice repre-


sentar. En cambio, existe representación insuficiente cuando el re-
presentante sí tiene la calidad de representante de la parte que dice
representar, pero el problema –insuficiencia– se presenta porque no CAP. IV
cuenta con la facultad expresa para ejercer determinado acto proce-
sal, como por ejemplo demandar o contestar la demanda. Nótese
que para ejercer la representación procesal debe satisfacerse el prin-
cipio de literalidad que preceptúa el artículo 75 del mismo cuerpo
legal. CAP. V

Es importante advertir que esta excepción solo debe ser presen-


tada por el demandado, y nunca por el demandante, aun cuando se
trate de la representación defectuosa o insuficiente del mismo de-
mandado, y esto es así porque el artículo 446 del Código ha previsto CAP. VI

como excepcionante únicamente al demandado, mas no al deman-


dante.

CAP. VII

49 Monroy Gálvez, Juan, “Las excepciones en el Código Procesal Civil” en


Thémis N.° 27, p. 126.

INSTITUTO PACÍFICO 93
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

4. Oscuridad o ambigüedad en el modo de propo-


ner la demanda
CAP. I
Su procedencia dependerá de si, efectivamente, las pretensio-
nes propuestas son confusas o ambiguas. Tal como señala Monroy
Gálvez, entonces se trataría de una afectación a los requisitos de la
demanda50, la cual podría no haber sido advertida al momento de
CAP. II admitirla.
La excepción de oscuridad o ambigüedad en el modo de propo-
ner a demanda que aparece prevista en el art. 446 inciso 4 del Códi-
go Procesal Civil, y tiene como efecto, una vez amparada mediante
CAP. III
auto consentido o ejecutoriado, suspender el proceso hasta que el
demandante subsane los defectos señalados en el auto resolutorio
y dentro del plazo que este fije, según lo dispuesto en el inciso 3 del
art. 451 del mismo Código.
La excepción en estudio sirve para denunciar los defectos que
CAP. IV
pudiera detectar el demandado en relación a los requisitos de la de-
manda, lo que significa que procede en una diversidad de supuestos.
A continuación citamos algunas referencias doctrinarias que
ayudan a ilustrar los supuestos de procedencia de esta excepción.
CAP. V
En relación a esta excepción Alsina dice51:
“También procede cuando la exposición de los hechos no es su-
ficientemente clara o se omiten circunstancias que se consideran
indispensables. Así, es admisible la excepción en la demanda por
CAP. VI locación de servicios cuando no se precisa en qué época y dónde
se prestaron; en la demanda por cobro de mercaderías si no se es-
pecifica la clase de estas y la época de su entrega”.

CAP. VII 50 Ibídem.


51 Cit. Monroy Galvez, Juan, Temas de proceso civil, Librería Studium,
Lima, 1997, p. 180.

94 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Monroy Gálvez menciona como un caso de amparo de la ex-


cepción, la falta de precisión respecto de la pretensión que se recla-
ma (se pide indemnización sin precisar el monto que se demanda). CAP. I

Montero Aroca señala que en el proceso civil español, la excep-


ción por defecto legal en el modo de proponer la demanda se refiere
a la falta de claridad o precisión en la determinación de las partes o
de la petición. Las aclaraciones o precisiones nunca podrán llegar a
CAP. II
suponer que la demanda (o reconvención) se dirige contra personas
distintas de las citadas ni que se altere la petición de modo sustan-
cial.
Las citas realizadas revelan algunos de los supuestos que permi-
ten la proposición de esta excepción, pero es importante dejar es- CAP. III

tablecido que tales supuestos pueden ser otros o distintos, siempre


que se refieran a defectos vinculados a los requisitos de la demanda
establecidos por el Código Procesal Civil.

5. Falta de agotamiento de la vía administrativa CAP. IV

La excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa,


como su nombre lo señala, se refiere a la falta en la cual incurre el
demandante al iniciar el proceso sin antes haber concluido con el
procedimiento administrativo señalado en la ley. La idea es que si la CAP. V

sede administrativa, según la ley, constituye una vía idónea para re-
solver la suerte de la pretensión procesal del demandante, primero
debe agotarse esa vía, y si la insatisfacción continúa, entonces recién
puede instaurarse el proceso judicial, por ser de ultima ratio. CAP. VI

Esta excepción se relaciona con el interés para obrar, y como


se dijo al momento de examinar este presupuesto procesal, cobra
suma importancia en la etapa postulatoria, decayendo en las etapas
sucesivas, en especial a la hora de sentenciar.
CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 95
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

6. Falta de legitimidad para obrar del demandante


o del demandado
CAP. I
Esta excepción se relaciona con la legitimidad para obrar en
tanto presupuesto procesal material. El artículo 446 del Código
Procesal Civil no autoriza al demandante a plantear excepciones;
entonces, estas excepciones deben ser presentadas únicamente por
CAP. II el demandado, quien puede señalar que el demandante no tiene le-
gitimidad activa o que él mismo no tiene legitimidad pasiva. Re-
cuérdese que la proposición de una excepción de esta naturaleza
supone tener un buen conocimiento y control de la relación jurídica
sustantiva (en los casos de legitimidad para obrar ordinaria) o de la
CAP. III
disposición legal que establece quienes deben intervenir en el pro-
ceso (en los casos de legitimidad extraordinaria).
Conforme a la jurisprudencia de la Corte Suprema de la Re-
pública, esta excepción podrá ser presentada en aquellos casos en
CAP. IV los que bien quien demanda no sea el titular real de la pretensión
que busca ver satisfecha mediante el proceso, o en todo caso, que
no sea el único; o que el demandado no sea la persona que debe ser
demandada por no ser parte de la relación jurídica sustantiva, o que
no sea el único que debe ser demandado52.
CAP. V

En otra jurisprudencia53 se señaló a la “[...] legitimidad para


obrar como aquella identidad que existe entre la persona que la ley
autoriza a solicitar la actividad jurisdiccional en resguardo de deter-
minados derechos de tipo material, y la persona que interpone la
CAP. VI demanda o a quien debe dirigirse la pretensión, en razón a que esta
posesión resulta más coherente con la concepción de la acción o
de la tutela jurisdiccional efectiva, según la cual para que se cumpla

CAP. VII

52 Casación N.° 1874-99-Ica del 23 de noviembre de 1999.


53 Casación N.° 589-2010-Lima, del 17 de enero de 2012.

96 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

con la legitimidad para obrar, bastará la afirmación de la existencia


de la posición autorizada por la ley [...]”.
La consecuencia directa de la presentación de esta excepción es CAP. I

que el juez no se pronuncie respecto a lo solicitado, es decir, el fon-


do del asunto, ya que aquel que demanda o es demandado no forma
parte de la relación jurídica sustantiva, la cual da origen a la relación
jurídica procesal.
CAP. II

7. Litispendencia
Esta excepción se relaciona con el presupuesto del interés para
obrar. Opera en aquellos en que se inicia un proceso idéntico a otro
que se encuentra en curso. CAP. III

La base legal de esta excepción se encuentra en los artículos


452 y 453 inciso 1 del Código Procesal Civil, que establecen lo si-
guiente:
CAP. IV
“Artículo 452. Hay identidad de procesos cuando las partes o
quienes de ellos deriven sus derechos, el petitorio y el interés para
obrar, sean los mismos”.
“Artículo 453. Son fundadas las excepciones de litispendencia,
[…], cuando se inicia un proceso idéntico a otro: CAP. V

1. Que se encuentra en curso;


[…]”

Así, lo que se busca al interponer esta excepción, es impedir que


se lleve a cabo un nuevo proceso idéntico a otro que se encuentra en CAP. VI

curso, con lo cual se deja a buen recaudo el principio constitucional


previsto en el artículo 139 inciso 2 de la Constitución en virtud del
cual “Ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el
órgano jurisdiccional”. Entonces, lo que tenemos es una excepción CAP. VII

que permite desarrollar los procesos de conformidad con el citado


precepto constitucional.
INSTITUTO PACÍFICO 97
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

8. Cosa juzgada
Esta excepción se relaciona con el interés para obrar, y se ori-
CAP. I
gina en el hecho que las decisiones emitidas por el órgano jurisdic-
cional buscan ser definitivas y, por lo tanto, dar por terminada la
controversia que se ventila ante dicho órgano.
La excepción de cosa juzgada permite que el demandado alegue
CAP. II
que el interés bajo el cual el demandante inicia el proceso, ha sido
completamente agotado en un proceso previo, razón por la cual, no
puede iniciar un nuevo proceso para discutir los mismos hechos y
las mismas pretensiones en contra del mismo demandado.
CAP. III La base legal de esta excepción también se encuentra en los ar-
tículos 452 y 453 inciso 1 del Código Procesal Civil, que establecen
lo siguiente:
“Artículo 452. Hay identidad de procesos cuando las partes o
CAP. IV
quienes de ellos deriven sus derechos, el petitorio y el interés para
obrar, sean los mismos”.
“Artículo 453. Son fundadas las excepciones de […] cosa juzga-
da, […], cuando se inicia un proceso idéntico a otro:
2. Que ya fue resuelto y cuenta con sentencia o laudo firme;
CAP. V
[…]”

Así, lo que se busca al interponer esta excepción, es mantener la


seguridad jurídica impidiendo que se lleve a cabo un nuevo proceso
CAP. VI
idéntico a otro que ya fue resuelto mediante sentencia o laudo firme,
con lo cual se deja a buen recaudo el principio constitucional pre-
visto en el artículo 139 inciso 2 de la Constitución en virtud del cual
ninguna autoridad “[...] puede dejar sin efecto resoluciones que han
CAP. VII
pasado en autoridad de cosa juzgada”, con lo cual tenemos, también
en este caso, una excepción que permite desarrollar los procesos de
conformidad con el citado precepto constitucional.

98 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

9. Desistimiento de la pretensión
Mediante esta excepción, que también se relaciona con el inte-
CAP. I
rés para obrar, el demandado comunica al juez que el demandante
renunció definitivamente a continuar con un proceso iniciado pre-
viamente (anteriormente), contra el mismo demandado y con las
mismas pretensiones. Así, aquel que presenta la excepción puede
alegar que el demandante carece de interés para obrar, toda vez que CAP. II

al desistirse en el proceso anterior, agotó dicho interés.


La base legal de esta excepción también se encuentra en los ar-
tículos 452 y 453 inciso 1 del Código Procesal Civil, que establecen
lo siguiente:
CAP. III

“Artículo 452. Hay identidad de procesos cuando las partes o


quienes de ellos deriven sus derechos, el petitorio y el interés para
obrar, sean los mismos”.
“Artículo 453.  Son fundadas las excepciones de […] desisti-
CAP. IV
miento de la pretensión, […], cuando se inicia un proceso idén-
tico a otro:
3. En que el demandante se desistió de la pretensión;
[…]”
CAP. V

A su turno, el artículo 344 del Código Procesal Civil establece


lo siguiente:
Artículo 344. La resolución que aprueba el desistimiento de la
pretensión, produce los efectos de una demanda infundada con CAP. VI

la autoridad de la cosa juzgada. Este desistimiento no requerirá la


conformidad del demandado, debiendo el juez revisar únicamen-
te la capacidad de quien lo realiza y la naturaleza del derecho que
sustenta la pretensión, teniendo en cuenta lo dispuesto sobre la
improcedencia del allanamiento en lo que corresponda. CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 99
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Si el desistimiento no se refiere a todas las pretensiones o si solo es


deducido por uno de los demandantes, el proceso continuará respecto
CAP. I de las pretensiones y personas no comprendidas en él. En este último
caso, debe tenerse presente lo dispuesto sobre litisconsorcio necesario.
El desistimiento de la pretensión no obsta el trámite de la re-
convención, que continuará ante el mismo juez, cualquiera que fue-
se su cuantía.
CAP. II

De la comprensión de las disposiciones antes anotadas se tiene


que, al igual que con la excepción de cosa juzgada, lo que se busca al
interponer esta excepción, es mantener la seguridad jurídica impi-
diendo que se lleve adelante un nuevo proceso idéntico a otro que
CAP. III
ya quedó resuelto, por mandato legal, con una sentencia de fondo
firme y desestimatoria de la pretensión, dejándose por ende incólu-
me el principio constitucional previsto en el artículo 139 inciso 2
de la Constitución en virtud del cual ninguna autoridad “[...] puede
CAP. IV
dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa
juzgada”, con lo cual tenemos, también en este caso, una excepción
que permite desarrollar los procesos de conformidad con el citado
precepto constitucional.

CAP. V
10. Conclusión del proceso por conciliación o tran-
sacción.
Estas excepciones también están referidas al interés para obrar
que debe asistir a quien demanda. Es evidente que, al haberse defi-
CAP. VI
nido la suerte de la pretensión procesal por acuerdo de las partes, vía
conciliación o transacción, ante la autoridad competente, es decir,
el órgano jurisdiccional, el demandante agotó su interés para obrar,
sin que subsista la necesidad de recurrir al proceso judicial.
Importa hacer notar que estas excepciones solo versan sobre
CAP. VII
derechos disponibles o patrimoniales, mas no sobre derechos indis-
ponibles o extrapatrimoniales.

100 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Para estudiar estas excepciones es relevante cuidar las reglas si-


guientes del Código Procesal Civil:
CAP. I
“Artículo 452. Hay identidad de procesos cuando las partes o
quienes de ellos deriven sus derechos, el petitorio y el interés para
obrar, sean los mismos”.
“Artículo 453. Son fundadas las excepciones de […] cosa juzga-
da, […], cuando se inicia un proceso idéntico a otro: CAP. II

4. En que las partes conciliaron o transigieron.”

También debe observarse las reglas del artículo 377 del mismo
Código, donde se establece que “La transacción que pone fin al pro-
ceso tiene la autoridad de la cosa juzgada”. CAP. III

Así mismo, resulta pertinente observar lo previsto en el artículo


328, también del Código citado, donde se establece que “La conci-
liación surte el mismo efecto que la sentencia que tiene la autoridad
de la cosa juzgada”. CAP. IV

Por ello, si la transacción y la conciliación generan cosa juzgada,


entonces lo que se busca al interponer estas excepciones, es mante-
ner la seguridad jurídica impidiendo que se lleve a cabo un nuevo
proceso idéntico a otro que ya fue resuelto por acuerdo voluntario
CAP. V
de las partes mediante transacción o conciliación, quedando a buen
recaudo el principio constitucional previsto en el artículo 139 inci-
so 2 de la Constitución en virtud del cual ninguna autoridad “[…]
puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de
cosa juzgada”, con lo cual tenemos, también en este caso, dos excep- CAP. VI

ciones que permite desarrollar los procesos de conformidad con el


citado precepto constitucional.
Es importante recordar, tal como se dijo anteriormente, que por
efecto del Primer Pleno Casatorio Civil del año 2007, la excepción
CAP. VII
de transacción se puede sustentar con la denominada transacción
judicial (homologada por el juez dentro del proceso, con lo cual se

INSTITUTO PACÍFICO 101


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

pone fin a dicho proceso), como con la denominada transacción ex-


trajudicial (que no es homologada por ningún juez al no poner fin a
CAP. I ningún proceso en curso).

11. Caducidad
Esta excepción se relaciona con el interés para obrar. La cadu-
cidad supone la pérdida del derecho y de la pretensión, tal como se
CAP. II
desprende de lo previsto en el artículo 2003 del Código Civil donde
se establece que “La caducidad extingue el derecho y la acción co-
rrespondiente”.
La excepción de caducidad, se interpone ante una pretensión
CAP. III
basada en un derecho que ha caducado. Esto quiere decir que el de-
recho que el demandante busca hacer efectivo a través del proceso
se encuentra extinto. Así, al haber caducado el derecho, las preten-
siones presentadas en la demanda carecen de fundamento, razón
CAP. IV
por la cual el proceso no debería continuar al no contar el deman-
dante con interés para obrar, esto es ya no requiere de tutela juris-
diccional alguna.
Ahora bien, corresponde al demandado interponer la excepción
cuando considere que el transcurso del tiempo previsto en la ley, ha
CAP. V
generado la caducidad del derecho que se busca hacer efectivo.
Es importante tomar en cuenta también, que el juez puede, de
oficio, declarar la caducidad del derecho, así como la improcedencia
de la demanda durante su calificación, dando por terminado el pro-
CAP. VI ceso. Así se contempla en el artículo 427 del Código Procesal Civil.

12. Prescripción extintiva


Conforme a las reglas del artículo 1999 del Código Civil, “La
CAP. VII
prescripción extingue la acción pero no el derecho mismo”.

102 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Mediante esta excepción, el demandado busca que el juez de-


clare que el demandante carece de interés para obrar debido a que
su pretensión ha prescrito. CAP. I

La falta de interés para obrar del demandante en este caso, se


debe a que ha concluido el plazo que le concede la ley para hacer
ejercicio de su derecho a solicitar que su pretensión sea satisfecha.
Debe recordarse que tratándose de la prescripción extintiva, CAP. II

corresponde al demandado denunciar este hecho mediante la ex-


cepción de su propósito, no pudiendo el juez basarse en ella para
decidir la controversia. Así se contempla en el artículo 1992 del
Código Civil, donde se establece que “El juez no puede fundar sus
fallos en la prescripción si no ha sido invocada”. CAP. III

13. Convenio arbitral


La excepción de convenio arbitral, que también se relaciona
con el interés para obrar, puede ser presentada por el demandado CAP. IV

en contra de aquel que lo demande, siempre y cuando haya con-


venido con este que ante cualquier controversia que se presentara
entre ellos, se llevaría ante un tribunal arbitral.
Así, si alguna de las partes del convenio arbitral iniciara un pro- CAP. V
ceso judicial en contra de la otra, la parte afectada podría interponer
esta excepción, ya que lo que se busca a través de esta defensa de
forma es proteger lo convenido y llevar el proceso por la vía idónea
para ser resuelto.
No obstante, debe recordarse que de no presentarse la excep- CAP. VI

ción de convenio arbitral, se entiende que ha habido renuncia tácita


al arbitraje, quedando entonces plenamente válido el proceso judi-
cial. Así lo establece el artículo18 del Decreto Legislativo N.° 1071,
a saber: CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 103


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

“Artículo 18. Renuncia al arbitraje. La renuncia al arbitraje será


válida solo si se manifiesta en forma expresa o tácita. Es expresa
CAP. I
cuando consta en un documento suscrito por las partes, en docu-
mentos separados, mediante intercambio de documentos o me-
diante cualquier otro medio de comunicación que deje constan-
cia inequívoca de este acuerdo. Es tácita cuando no se invoca la
excepción de convenio arbitral en el plazo correspondiente, solo
respecto de las materias demandadas judicialmente.” (el subraya-
CAP. II
do es nuestro nuestro)

1.3. La praxis judicial sobre algunas excepciones


Para entender mejor una institución jurídica es valioso acudir a
CAP. III
la práctica judicial. Por ello, solo con carácter ilustrativo, y para pro-
vocar una labor reflexiva, en este apartado nos dedicamos a descri-
bir la práctica judicial, en relación a algunas excepciones y a sugerir
ideas para tomar decisiones adecuadas respecto a ellas, que siempre
CAP. IV van más allá de la literalidad de la norma.
A) Derecho de defensa y excepción de oscuridad o ambi-
güedad en el modo de proponer la demanda
Respecto a esta excepción de oscuridad o ambigüedad en el
CAP. V modo de proponer la demanda, el punto concreto que abordaremos
está relacionado con el derecho de defensa del demandado luego
que el demandante, al haberse declarado fundada dicha excepción,
subsana los defectos de su demanda, a fin de determinar si tal dere-
cho de defensa es o no respetado en el proceso judicial.
CAP. VI
§ La práctica procesal y judicial
La presencia de esta y cualquier otra excepción en el proceso
presupone, como es obvio, que la demanda ha sido admitida
y notificada a la parte demandada, significando tal hecho, en
CAP. VII
principio, que la misma no tiene defectos de ninguna índole im-

104 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

peditivos del establecimiento de una correcta y válida relación


jurídica procesal.
Sin embargo, como no siempre ocurre ello, la ley procesal pro- CAP. I

vee al demandado de herramientas o instrumentos para denun-


ciar la existencia de defectos, siendo una de ellas precisamente
las excepciones, con las cuales se hace notar al juzgador que la
demanda que él ha admitido tiene defectos.
CAP. II

Así las cosas, una vez propuesta la excepción de oscuridad o


ambigüedad en el modo de proponer la demanda, es puesta en
conocimiento del demandante para que la absuelva, luego de lo
cual la excepción es resuelta por el juez en el estadio procesal
respectivo, y según la vía procedimental en la que se desarrolla CAP. III

el proceso.
El iter procesal de todas las excepciones en cuanto a las
­oportunidades de su proposición (art. 447 del CPC), de abso-
lución por parte del demandante y de resolución judicial (art. CAP. IV

449 del CPC), aparece claramente descrito en el texto legal. En


los procesos de cognición –conocimiento, abreviado y suma-
rísimo– la proposición, absolución y resolución de una excep-
ción ocurre antes del saneamiento procesal. Igual ocurre en el
proceso único de ejecución cuando se formula contradicción, CAP. V

tal como se desprende de lo preceptuado en el artículo 690 E


del Código Procesal Civil54.
La norma contenida en el art. 451, inciso 3, del Código Proce-
sal Civil preceptúa que el amparo de la excepción de oscuridad CAP. VI

54 Artículo 690 E. Trámite


Si hay contradicción y/o excepciones procesales o defensas previas, se
concede traslado al ejecutante, quien deberá absolverla dentro de tres
días proponiendo los medios probatorios pertinentes. Con la absolución
o sin ella, el juez resolverá mediante un auto, observando las reglas CAP. VII

para el saneamiento procesal, y pronunciándose sobre la contradicción


propuesta.

INSTITUTO PACÍFICO 105


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

o ambigüedad en el modo de proponer la demanda genera la


suspensión del proceso hasta que el demandante subsane los
CAP. I defectos señalados en el auto resolutorio.
Sin embargo, la norma procesal no señala qué paso debe dar el
juez una vez que el demandante presenta su escrito de subsana-
ción. No dice si debe resolver inaudita parte o correr traslado
de la misma o actuar de otra forma. No hay nada al respecto. Sí
CAP. II
existe norma expresa para el supuesto en que el demandante
no cumpla con subsanar los defectos, en cuyo caso se declara
la nulidad de lo actuado y la conclusión del proceso. En lo coti-
diano, de la práctica judicial se ha advertido que la subsanación
CAP. III que hace el demandante es calificada únicamente por el juez,
quien determina inaudita parte si cumplió o no con subsanar
los defectos. Es decir, conforme a esta tendencia, los jueces de-
ciden sin correr traslado a la parte contraria, y si consideran que
se han subsanado los defectos, prosiguen con el desarrollo del
CAP. IV
proceso conforme a su estado, lo que podría significar la decla-
ración de validez de la relación jurídica procesal.
Esta práctica judicial, reiteramos, no tiene referente normativo
alguno, pues en estricto el Código no regula tal extremo, es de-
CAP. V cir no señala qué debe hacerse cuando el demandante presenta
su escrito de subsanación.
Esta ausencia de regulación puntual no debe dar pie a la reali-
zación de procedimientos de cualquier tipo. Sea cual fuere el
CAP. VI
que se adopte, debe ser ante todo respetuoso del derecho de

Cuando la actuación de los medios probatorios lo requiera o el juez lo


estime necesario, señalará día y hora para la realización de una audiencia,
la que se realizará con las reglas establecidas para la audiencia única.
Si no se formula contradicción, el juez expedirá un auto sin más trámite,
CAP. VII ordenando llevar adelante la ejecución. (Artículo incorporado por el
Artículo Único del Decreto Legislativo N.° 1069, publicado el 28 de junio
de 2008).

106 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

defensa de la parte contraria. Esta exigencia no puede ni debe


ser entendida como una propuesta de creación de mayores trá-
mites y pasos que los previstos en el Código. Consideramos por CAP. I

el contrario que cuando el Código no prevé norma para algún


trámite o procedimiento específico, corresponde adoptar uno
garantista del derecho de defensa de las partes, pues en caso
contrario la invalidez de lo actuado puede aparecer en forma
evidente. CAP. II

Como se dijo, si el juez entiende que el demandante ha sub-


sanado los defectos, prosigue el proceso según su estado. Ello
significa que debe pasarse, si corresponde, a la etapa de sanea-
miento procesal y de allí a las siguientes hasta adoptar la deci- CAP. III

sión final.
Creemos que esta práctica judicial no es la más correcta, por-
que cuando el demandado propone la excepción de oscuridad
o ambigüedad en el modo de proponer la demanda, debe en- CAP. IV
seguida proceder a contestar la demanda, pues los plazos pro-
cesales siguen su curso normal. Se ilustra esta idea con lo que
sucede en los procesos sumarísimo o único de ejecución, don-
de el demandado o contradictor para excepcionar y contestar la
demanda tiene el mismo plazo legal. Demostrado está entonces CAP. V

que aun cuando la demanda es oscura o ambigua, el demanda-


do se ve obligado a contestar, como ocurre en la práctica, pues
existe el riesgo de quedar desfavorecida su posición procesal si
no lo hace; incluso, en los procesos donde cabe la declaración
de rebeldía podría exponerse a la posibilidad del juzgamiento CAP. VI

anticipado del proceso si el juez estima que se dan los supuestos


regulados en el art. 461 del Código Procesal Civil.
Así entonces, surgen estas preguntas elementales: si se declara
fundada la excepción porque la demanda era oscura o ambigua, CAP. VII

¿Qué ha contestado el demandado? ¿Podríamos sostener razo-

INSTITUTO PACÍFICO 107


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

nable y válidamente que el demandado ha tenido oportunidad


de defenderse frente a la demanda dirigida en su contra? Estima-
CAP. I mos que la respuesta no es favorable. Y no lo es porque cuando
el demandante subsana los defectos de su demanda, procedien-
do a aclararla y desterrándola de oscuridades o ambigüedades,
el demandado ya contestó la demanda, vale decir, se defendió
respecto a una demanda oscura o ambigua. No podría sostener-
CAP. II
se que ejerció debidamente su derecho de defensa; al contrario,
cabría presumir indefensión, la misma que se hace más eviden-
te cuando el juez decide inaudita parte dar por subsanados los
defectos en virtud del escrito presentado por el demandante, y
CAP. III
continuar el proceso conforme a su estado, incluyendo y dando
por “válida” y bien hecha, por supuesto, la contestación de una
demanda oscura o ambigua.
Si ambiguo es aquello “que puede entenderse de varios modos
o admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, mo-
CAP. IV
tivo a dudas”, ¿podemos afirmar razonablemente que cuando
el demandado contesta una demanda que luego se determina
como ambigua, ha tenido la oportunidad de ejercer correcta-
mente su derecho de defensa?
CAP. V Así mismo, si oscuro significa “sin conocimiento de algo, sin
comprender lo que se oye o se lee”, ¿podemos responder afirma-
tivamente la pregunta anterior? Parece que la respuesta obvia es
negativa. Si seguimos las concepciones de ambos vocablos con-
cluiremos que el demandado al contestar una demanda oscura
CAP. VI
o ambigua se defiende frente a una demanda que se entiende de
varios modos o admite distintas interpretaciones o es dudosa; o
se defiende sin comprender lo que leyó en la demanda.
Por eso la importancia de reparar en situaciones como las que
CAP. VII nos ocupa, pues la rutina y el pragmatismo puro pueden pro-
vocar efectos letales sobre los derechos e intereses de una de

108 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

las partes en el proceso, cuestión que siempre debe evitarse. La


preocupación es mayor si consideramos que en los procesos ju-
diciales es frecuente que las partes a través de sus escritos de CAP. I

subsanación de defectos con motivo de esta excepción suelen,


bajo pretexto de aclarar la oscuridad o ambigüedad, introducir
precisiones sobre temas principales o accesorios vinculados a
pretensiones, hechos, medios probatorios, etc. Basta tomar uno
de estos temas para apuntalar esta idea. En efecto, si esta excep- CAP. II

ción permite denunciar defectos referidos a la pretensión (es


decir el objeto del proceso sobre el que debe dictarse la deci-
sión final que zanje la controversia respecto al fondo del asun-
to), una eventual aclaración o precisión de la pretensión podría CAP. III
de hecho generar cambios importantes, haciéndose necesario
para la defensa, por aplicación del principio de igualdad pro-
cesal, contar con la oportunidad de formular los descargos que
estime. Una cosa es defenderse respecto a una pretensión in-
demnizatoria basada en responsabilidad contractual y otra muy CAP. IV

distinta cuando se trata de responsabilidad extracontractual,


siendo relevante para esta idea, por ejemplo, el tema de la carga
de probar, que como todos sabemos es distinta en una y otra
forma de responsabilidad civil.
CAP. V
Ni imaginar lo que puede ocurrir cuando vía aclaración o pre-
cisión el demandante indica que la pretensión que inicialmente
propuso como principal en verdad es subordinada, y que esta
es la principal, o que la alternativa en verdad es subordinada o
viceversa. CAP. VI

Cuestión parecida podría ocurrir cuando en virtud de esta ex-


cepción el demandante procede a aclarar el punto o hecho con-
trovertido sobre el que declarará el testigo que propone.
En suma, el manejo rutinario y cotidiano de esta excepción, y el CAP. VII

trámite que se da al escrito de subsanación de defectos que hace

INSTITUTO PACÍFICO 109


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

el demandante, merecen la mayor atención y reflexión para lo-


grar su correcta aplicación y la tutela procesal efectiva en toda
CAP. I su extensión.
§ Sugerencias
Para superar los problemas que se han mencionado en relación
a la excepción de oscuridad o ambigüedad, podrían adoptarse
CAP. II en nuestro concepto dos medidas, a saber:
Una de carácter normativo, mediante la cual el legislador regule
la materia analizada, estableciendo qué procedimiento debe se-
guirse ante la subsanación de defectos de la demanda con mo-
CAP. III
tivo del amparo de la excepción de oscuridad o ambigüedad en
el modo de proponer la demanda. Para esta idea citamos como
un referente al Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
Argentina, donde incluso se establece que no corre el plazo
para contestar la demanda con motivo de excepciones de esta
CAP. IV naturaleza, que ahí, como en otros países, se llama de defecto
legal en el modo de proponer la demanda, y que una vez sub-
sanado el defecto se notifica al demandado para que conteste la
demanda en el mismo plazo originario, es decir como si recién
se le hubiese notificado la demanda. Dicha fuente de legisla-
CAP. V
ción comparada ha sido revisada en el afán de encontrar una so-
lución para el caso peruano en relación al tema que nos ocupa,
fuente que en todo caso debiera servir como una referencia en
la eventual implementación de la medida sugerida. Es verdad
CAP. VI
que en otras legislaciones, como la española, tampoco existe re-
gulación puntual sobre el tema que abordamos en este trabajo;
mas ello no debe significar, desde nuestro modesto punto de
vista, que las cosas deban quedar como están ahora. Abogamos
por su regulación normativa, quizá sin suspensión del plazo
CAP. VII para contestar la demanda, pero debe establecerse un procedi-
miento legal para proteger el derecho de defensa. Frente a la

110 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

posibilidad abierta de vulneración del derecho de defensa en el


proceso, corresponde tomar medidas prudentes para evitar su
materialización. CAP. I

En tanto no haya norma, debe variarse la práctica y tendencia


descrita en las líneas anteriores, donde el juez opta por calificar
inaudita parte el escrito de subsanación de la demanda y con-
tinúa el proceso si estima que los defectos han sido subsana-
CAP. II
dos. La variación consistiría en que antes de proseguir con las
siguientes etapas del proceso, debe notificarse al demandado
con el escrito de subsanación a fin de que exprese lo convenien-
te a su derecho. De esta forma la igualdad procesal habrá sido
restaurada y el derecho de defensa respetado a cabalidad. No CAP. III

debe olvidarse que el art. III del Título Preliminar CPC consa-
gra el principio de integración de la norma procesal en casos de
vacío o defecto, debiendo en tal caso recurrirse a los principios
generales del derecho procesal, a la doctrina y jurisprudencia
correspondientes, en atención a las circunstancias del caso. CAP. IV

Estas dos propuestas, u otras que pudieran encontrarse, se jus-


tifican ampliamente por la sencilla razón de que cuando se de-
clara fundada la excepción en análisis y se da por subsanados
los defectos de la demanda, esta queda constituida por el escri- CAP. V

to originario y el escrito de subsanación, que normalmente se


hace después de contestada la demanda. Si ello es así, por apli-
cación del principio de igualdad procesal, lo razonable, justo y
ético es que la contestación también sea la sumatoria del escrito
originario de contestación y el que se presente con motivo del CAP. VI

escrito de subsanación del demandante.


De persistir y mantenerse la práctica actual descrita, queda cla-
ro y sin lugar a dudas que en todos estos casos se está promo-
viendo por los jueces y tolerando por las partes y abogados, tal CAP. VII

vez inadvertidamente, indefensión en el proceso.

INSTITUTO PACÍFICO 111


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

De esta forma, la preconizada tutela jurisdiccional efectiva


vuelve a ser un mero discurso, como siempre alejado y extraño
CAP. I a los justiciables.
Se impone entonces una rápida corrección, la misma que debe
ser liderada por los jueces y alentada por los propios justicia-
bles y sus abogados, pues interesa a la justicia misma que así se
haga. Naturalmente que el legislador también tiene que asumir
CAP. II
su responsabilidad y legislar sobre el tema en comentario.
En apoyo a estas ideas, y como otra opción, las propias partes y
sus abogados podrían solicitar en forma preventiva a los jueces
que luego de dar por subsanado los defectos se les corra trasla-
CAP. III
do del escrito de subsanación para expresar lo que estimen per-
tinente. Si bien puede señalarse que esto importaría consumir
mayor tiempo en el proceso, creemos que esté argumento es
inoponible si se advierte el sacrificio del derecho de defensa.
CAP. IV De esta forma la construcción de procesos respetuosos del de-
recho de defensa y el debido proceso legal se convierte en una
corresponsabilidad de las partes y operadores jurídicos, com-
promiso que el propio Código alienta.
CAP. V

CAP. VI

CAP. VII

112 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


TRÁMITE DEL AMPARO DE LA EXCEPCIÓN DE OSCURIDAD O AMBIGÜEDAD
EN EL MODO DE PROPONER LA DEMANDA

INSTITUTO PACÍFICO
Fundada la excep-
ción de oscuridad
o ambigüedad
Demandante no Nulo y concluido el proceso
subsana (artículo 451 CPC)

Se suspende
el proceso
(artículo 451 inc 3
CPC)
Demandante Juez da por Continua el
subsana subsanado proceso
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

* Esta es la práctica judicial que debe evitarse, toda vez que el juez da por subsanados los defectos sin oír a la
parte demandada, afectando con ello su derecho de defensa y generando desigualdad en el proceso, en la
medida que la demanda está conformada por el escrito originario y el escrito de subsanación y la contesta-
ción solo por el escrito originario.

113
CAP. I

CAP. II

CAP. V
CAP. III

CAP. VI
CAP. IV

CAP. VII
CAP. I

CAP. II

CAP. V
CAP. III

CAP. VI
CAP. IV

CAP. VII

114
SUGERENCIA DE TRÁMITE SI SE AMPARA LA EXCEPCIÓN DE OSCURIDAD O
AMBIGÜEDAD EN EL MODO DE PROPONER LA DEMANDA

Fundada la excep-
ción de oscuridad
o ambigüedad Concluye el
proceso si no se han
subsanado los
defectos

Demandante Traslado al Juez


subsana demandado resuelve

Continúa
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

el proceso

Con este trámite se respeta el derecho de defensa y la igualdad procesal.

CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

B) Falta de agotamiento de la vía administrativa


Con esta excepción se da cuenta de la falta de interés para obrar
del demandante. Si bien, el artículo 451 inciso 5 del Código Procesal CAP. I

Civil establece que al ampararse una excepción de esta naturaleza,


el proceso concluye, nada impide que pueda volver a demandarse,
pues se trata de una excepción perentoria simple.
Para efectos de un adecuado manejo de esta excepción, inte- CAP. II

resa remitirnos a la uniforme doctrina de la Corte Interamericana


de Derechos Humanos sobre el no agotamiento de los recursos in-
ternos por parte de quienes acuden a la justicia supranacional. Para
ilustrar esta doctrina citamos la parte pertinente de dos casos de
distinta fecha y país, a fin de dar cuenta de su uniformidad. CAP. III

B.1. Perú-caso Castillo Páez: excepciones preliminares (senten-


cia de 30 de enero de 1996)
“[...]
CAP. IV

37. El Gobierno opone dos excepciones preliminares: falta de


agotamiento de la jurisdicción interna e inadmisibilidad de la
demanda. En los puntos a y b siguientes se resume la posición
del Gobierno respecto de las mismas.
CAP. V

[...]

39. La Corte considera que las dos excepciones planteadas deben


ser examinadas conjuntamente, pues ambas se apoyan esen-
cialmente, en la falta de agotamiento de los recursos internos, CAP. VI
en los términos de los artículos 46.1.a) de la Convención y 37
del Reglamento de la Comisión.

40. La Corte estima necesario destacar que, en relación con la


materia ha establecido criterios que deben tomarse en consi- CAP. VII

deración en este caso. En efecto, de los principios de derecho


internacional generalmente reconocidos, a los cuales refiere la

INSTITUTO PACÍFICO 115


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

regla del agotamiento de los recursos internos resulta, en pri-


mer lugar, que la invocación de esa regla puede ser renunciada
CAP. I
en forma expresa o tácita por el Estado demandado, lo que ya
ha sido reconocido por la Corte en anterior oportunidad (v.
Asunto Viviana Gallardo y otras, (decisión de 13 de noviem-
bre de 1981 h N.º G 101/81. Serie A. párr. 26). En segundo
término, que la excepción de no agotamiento de los recursos
internos, para ser oportuna. Debe plantearse en las primeras
CAP. II
etapas del procedimiento, a falta de lo cual se presume la re-
nuncia tácita a valerse de la misma por parte del Estado intere-
sado. En tercer lugar, que el Estado que alega el no agotamien-
to tiene a su cargo el señalamiento de los recursos internos que
deben agotarse y la prueba de su efectividad (Caso Velásquez
CAP. III
Rodríguez. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de ju-
nio de 1987. Serie C N.º 1. párr. 88; Caso Fairén Garbi y Solís
Corrales. Excepciones preliminares. Sentencia de 26 de junio
de 1987. Serie C N.º 2. párr. 87; Caso Godínez Cruz. Excep-
ciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de 1987 Serie C
CAP. IV
N.º 3. Párr. 90; Caso Ganaran Panday. Excepciones Prelimina-
res, Sentencia de 4 de diciembre de 1991. Serie C N.º 12, párr.
38 y Caso Neira Alearía v otros. Excepciones Preliminares,
Sentencia de 11 de diciembre de 1991. Serie C N.º 13, párr.
30). (subrayado nuestro)
CAP. V

41. La Corte considera, asimismo, de acuerdo con los criterios ci-


tados anteriormente, que el Gobierno estaba obligado a invo-
car de manera expresa y oportuna la regla de no agotamiento
de los recursos internos para oponerse válidamente a la admi-
CAP. VI
sibilidad de la denuncia ante la Comisión Interamericana, pre-
sentada el 16 de noviembre de 1990, sobre la desaparición del
señor Ernesto Rafael Castillo Páez.

42. Si bien es verdad, que en los escritos presentados por el Go-


CAP. VII
bierno ante la Comisión durante la tramitación del asunto se
señalaron, entre otros datos, el desarrollo de los procesos de

116 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

hábeas corpus y el de naturaleza penal relacionados con la des-


aparición del señor Ernesto Rafael Castillo Páez, sin embargo,
este no opuso de manera clara en las primeras etapas del pro- CAP. I
cedimiento ante la comisión la excepción de agotamiento de
los recursos internos, pues solo fue invocado de manera expre-
sa tal hecho, en el informe preparado por el equipo de trabajo
presentado por el Gobierno ante la comisión el 3 de enero de
1995, en respuesta al Informe 19/94 aprobado por la misma
CAP. II
Comisión el 26 de septiembre de 1994, que sirvió de apoyo a
la demanda ante esta Corte.

43. De lo anterior se concluye que, al haber alegado el Gobierno


extemporáneamente el no agotamiento de los recursos inter- CAP. III
nos requerido por el artículo 46.1.a) de la Convención para
evitar que fuere admitida la denuncia en favor del señor Ernes-
to Rafael Castillo Páez, se entiende que renunció tácitamente
a invocar dicha regla.
CAP. IV
44. En la audiencia pública sobre excepciones preliminar celebra-
da por esta Corte el 23 de septiembre de 1995, al contestar una
pregunta formulada por el juez Antonio Cangado Trindade,
el agente de Perú dejó claro que solamente en una etapa pos-
terior del proceso ante la Comisión, se indicó, de manera ex-
CAP. V
presa la cuestión del agotamiento de los recursos internos. En
efecto, en los escritos anteriores (inclusive el de 3 de octubre
de 1991) presentados ante la comisión, solo se hecho alusión
al desarrollo de los procesos mencionados, lo que en concepto
de esta Corte es insuficiente para tener por interpuesta la ex-
CAP. VI
cepción respectiva, ya que, como se ha dicho puede ser renun-
ciada expresa o tácitamente por el Gobierno en favor del cual
existe; y habiendo sido renunciada tácitamente la excepción
por el Gobierno, la Comisión no podía posteriormente tomar-
la en consideración de oficio.
CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 117


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

45. Por las razones anteriores debe ser desestimada la primera de


las excepciones opuestas. Por lo que respecta a la segunda tam-
CAP. I
bién debe desecharse por las mismas consideraciones, ya que
ambas se formulan, como antes se dijo (supra 39), con idénti-
ca motivación.

[...]”
CAP. II
B. 2. Caso del Pueblo Saramaka vs. Surinam: Excepciones Pre-
liminares, Fondo, Reparaciones y Costas (Sentencia del 28 de no-
viembre de 2007)
“[...]
CAP. III

E) Quinta Excepción Preliminar


No agotamiento de los recursos

41. El Estado de Surinam afirmó que las presuntas víctimas no


CAP. IV promovieron ni agotaron los recursos legales internos, los cua-
les el Estado considera que son adecuados y efectivos. El Esta-
do argumentó que existen varias disposiciones dentro del Có-
digo Civil de Surinam que proveen recursos legales efectivos, a
saber, los artículos 1386, 1387, 1388, 1392 y 1393. Asimismo
CAP. V el Estado alegó que existe un recurso legal efectivo bajo el ar-
tículo 226 del Código Procesal de Surinam que establece ‘un
proceso sumarísimo’ para aquellos casos que requieren una ur-
gencia inmediata. El Estado afirmó que las presuntas víctimas
eligieron no agotar todos estos recursos legales disponibles
CAP. VI en la legislación interna antes de presentar la demanda ante la
Comisión. Además, el Estado sostuvo que el hecho de que la
petición presentada ante el Presidente de la República según
el artículo 41.2 de la Ley de Gestión Forestal no tuviera un
resultado favorable, ello de por sí no demuestra la falta de re-
CAP. VII cursos internos, ni indica que los peticionarios agotaron todos
los recursos efectivos que estaban disponibles.

118 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

42. En el presente caso, las presuntas víctimas reconocieron que no


agotaron los recursos internos mencionados por el Estado su-
pra. Por el contrario, sostuvieron que dichos recursos eran in- CAP. I
adecuados e inefectivos para tratar las cuestiones presentadas
ante esta Corte. En cambio, las presuntas víctimas presentaron
cuatro peticiones al estado relacionadas con el presente caso:
se presentaron dos peticiones al Presidente de Surinam en los
términos del artículo 41.1 (b) de la Ley de Gestión Forestal de
CAP. II
1992 y otras dos conforme al artículo 22 de la Constitución de
Surinam de 1987 que reconoce el derecho de peticionar ante
las autoridades públicas. Ninguno de estos reclamos formales
obtuvo una respuesta. Por ello, la cuestión gira en torno a sí las
presuntas víctimas deberían haber agotado, adicional o simul-
CAP. III
táneamente, los recursos internos mencionados por el Estado.

43. La Corte ya ha desarrollado pautas claras para analizar una ex-


cepción de presunto incumplimiento del agotamiento de los
recursos internos. Primero, la Corte ha interpretado la excep-
CAP. IV
ción como una defensa disponible para el Estado y, como tal, que
puede renunciarse a ella, ya sea expresa o tácitamente. Segundo, a
fin de que la excepción de no agotamiento de los recursos inter-
nos sea oportuna, debe alegarse en la primera actuación del
Estado durante el procedimiento ante la Comisión; de lo con-
CAP. V
trario, se presume que el Estado ha renunciado tácitamente a
presentar dicho argumento. Tercero, la Corte ha afirmado que
el Estado que presenta esta excepción debe especificar los re-
cursos internos que aún no se han agotado y demostrar que
estos recursos son aplicables y efectivos. (subrayado nuestro).
CAP. VI

44. El Estado alegó por primera vez la cuestión acerca del agota-
miento de recursos internos en su cuarta comunicación en el
procedimiento ante la Comisión y no especificó explícitamen-
te, cuales recursos internos no habían sido agotados por las
CAP. VII
presuntas víctimas. En una actuación posterior, de fecha 23 de
mayo de 2003, el Estado, hizo referencia a la existencia ‘varios

INSTITUTO PACÍFICO 119


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

artículos del Código Civil de Surinam [...] sobre los cuales los
peticionarios habrían podido promover una acción”. Se refirió,
CAP. I
en particular, a los artículos 1386, 1387, 1388, 1392 y 1393 de
su Código Civil. En la contestación a la demanda ante la Corte,
el Estado alegó adicionalmente la supuesta falta de agotamien-
to del recurso interno disponible bajo el artículo 226 de su Có-
digo Civil. La Corte nota que el Estado no alegó, en la primera
actuación ante la Comisión, que las presuntas víctimas no ago-
CAP. II
taron los recursos internos supuestamente disponibles bajo
los artículos 226, 1386, 1387, 1388, 1392 y 1393 del Código
Civil. Por lo tanto, la Corte considera que el Estado ha implícita-
mente renunciado a su derecho de cuestionar la admisibilidad del
caso sobre la base del presunto no agotamiento del recurso inter-
CAP. III
no disponible bajo dichos artículos del Código Civil. La Corte,
por ello, desestima la quinta excepción preliminar en relación
con la falta de agotamiento de recursos internos.

[...]”.
CAP. IV

Mutatis mutandi, la enseñanza que podemos extraer de la doc-


trina de la Corte Interamericana es que tratándose de la excepción
de falta de agotamiento de la vía administrativa, su proposición
debe ocurrir en la primera oportunidad, esto es mediante la excep-
CAP. V
ción y no en etapas distintas, pues ella es renunciable expresa o táci-
tamente. Además debe evaluarse la efectividad de la vía administra-
tiva para definir la pretensión planteada, pues si no es así, no tiene
sentido reenviar al justiciable a que agote dicha vía, peor aún en los
CAP. VI
casos en que en sede judicial el ente administrativo encargado de
resolver niega la pretensión del demandante.
En sintonía con lo anterior, podemos citar el precedente del Tri-
bunal Constitucional contenido en el Expediente N.° 1417- 2005-
PA/TC, que establece:
CAP. VII

“[...]

120 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

55. Por otra parte, en aplicación del principio pro actione que im-
pone al juez intepretar los requisitos de admisibilidad de las
demandas en el sentido que más favorezca el derecho de acce- CAP. I
so a la jurisdicción, en los supuestos en los que en el expediente
de amparo obre escrito en el que la Administración contradiga
la pretensión del recurrente, el juez del contencioso adminis-
trativo, no podrá exigir el agotamiento de la vía administrativa.
(subrayado nuestro)
CAP. II

En efecto, dado que la finalidad de la interposición de le recur-


sos administrativos de impugnación consiste en darle opor-
tunidad a la propia Administración de revisar su actuación o
reevaluarla y, en su caso, disponer el cese de la vulneración del CAP. III
derecho, sería manifiestamente contrario al principio de razo-
nabilidad y al derecho fundamental de acceso a la jurisdicción,
exigir el agotamiento de la vía administrativa en los casos en
los que resulta evidente que la propia Administración se ha ra-
tificado en la supuesta validez del acto considerado ilegal. (su-
CAP. IV
brayado nuestro)

56. Por el contrario, los expedientes de amparo en los que no sea


posible verificar si la Administración se ha o no ratificado en
torno a la supuesta validez del acto considerado atentatorio
CAP. V
de los derechos previsionales que no configuran el contenido
directamente protegido por el derecho fundamental a la pen-
sión, no serán remitidos al juez del contencioso administrati-
vo, pues dado que en estos supuestos es plenamente exigible
el agotamiento de la vía administrativa prevista en el artícu-
CAP. VI
lo18 de la Ley N.° 27584, los recurrentes deberán agotarla para
encontrarse habilitados a presentar la demanda contencioso
administrativa.

57. En todo caso, es deber del juez del contencioso administrativo,


CAP. VII
aplicar el principio de favorecimiento del proceso, previsto en
el inciso 3) del artículo 2 de la Ley 27584, conforme al cual:

INSTITUTO PACÍFICO 121


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

‘Principio de favorecimiento del proceso. El juez no podrá re-


chazar liminarmente la demanda en aquellos casos en los que
CAP. I
por falta de precisión del marco legal exista incertidumbre res-
pecto del agotamiento de la vía previa.

Asimismo, en caso de que el juez tenga cualquier otra duda


razonable sobre la procedencia o no de la demanda, deberá
CAP. II
preferir darle trámite a la misma’

[...]”

2. La nulidad procesal como defensa de forma


CAP. III
Como veremos con este tema de la nulidad, no siempre es po-
sible utilizar la excepción procesal para denunciar un defecto en los
presupuestos procesales, por no existir en la ley una excepción perti-
nente, o porque tratándose de un defecto insubsanable, simplemen-
CAP. IV te puede denunciarse su presencia en cualquier momento procesal,
a pesar de haber excepción para ello que no haya sido utilizada.
Previamente a lo anterior, examinaremos algunas cuestiones
generales acerca de la nulidad procesal, las mismas que se justifican
CAP. V
en aras de su cabal comprensión.

2.1. ¿El pedido de nulidad procesal es un recurso?


2.1.1. Introducción
CAP. VI Es frecuente leer u oír comentarios sobre decisiones judiciales
que desestiman los pedidos de nulidad que se formulan contra reso-
luciones judiciales, en base a argumentos siguientes:
- No cabe la nulidad contra resoluciones sino solo contra actos
CAP. VII procesales que no son tales.

122 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

- No pueden sustituirse los recursos que franquea la ley, debien-


do apelarse y no pedirse la nulidad de una resolución.
- Tratándose de una resolución debe necesariamente apelarse CAP. I

por contener esta implícitamente el pedido de nulidad.


- El pedido de nulidad solo es una maniobra dilatoria que el Có-
digo repudia, etc.
Decisiones de esta índole desestiman los pedidos de nulidad y CAP. II

como es obvio dejan de resolver el tema que sustenta la nulidad, al


que ya no se refieren por estimar que está mal propuesto. Es decir,
resuelven basándose en un “error” del justiciable.
Solo nos circunscribiremos a analizar si el pedido de nulidad es CAP. III

o no un recurso de acuerdo a las reglas del Código Procesal Civil,


pues en su faceta de remedio no se advierte discrepancia en la praxis
judicial.
2.1.2. Los medios impugnatorios en el Código Proce- CAP. IV

sal Civil
Más allá de compartir o no la posición adoptada por nuestro
Código Procesal Civil, lo cierto e innegable es que este clasifica a
los medios impugnatorios en remedios y recursos, estableciendo CAP. V

que los primeros se dirigen contra actos procesales no contenidos


en resoluciones y los segundos, contra actos procesales contenidos
en resoluciones.
El Código contempla disposiciones generales aplicables a to- CAP. VI
dos los medios impugnatorios y disposiciones especiales para los
recursos. Pero también regula el tema de la nulidad procesal en sec-
ción aparte, incluyendo dentro de ella a todos los actos procesales,
sean o no resoluciones. En consecuencia, la comprensión del tema
en estudio no se logra mediante una lectura aislada de estas disposi- CAP. VII

ciones, sino de su consideración sistemática e integral.

INSTITUTO PACÍFICO 123


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

En relación a los recursos, la disposición general contenida en


la segunda parte del artículo 35655 del Código establece que pueden
CAP. I formularse por quien se considere agraviado con una resolución o
parte de ella, para que luego de un nuevo examen de esta, se subsane
el vicio o error alegado.
De esta disposición general aplicable a todos los medios impug-
natorios se extrae que para impugnar debe haber agravio; y que el
CAP. II
nuevo examen puede realizarlo el mismo órgano jurisdiccional que
expidió la resolución u otro superior, mas no puede entenderse que
el nuevo examen solo corresponde a este último, pues el Código no
lo establece así. Favorece esta conclusión la disposición contenida
CAP. III en el artículo 17656 del Código que autoriza a plantear la nulidad
en la primera oportunidad que tuviera el perjudicado antes de la

55 Clases de medios impugnatorios.


Artículo 356. Los remedios pueden formularse por quien se considere
CAP. IV
agraviado por actos procesales no contenidos en resoluciones. La oposición
y los demás remedios solo se interponen en los casos expresamente
previstos en este Código y dentro de tercer día de conocido el agravio,
salvo disposición legal distinta.
Los recursos pueden formularse por quien se considere agraviado con una
resolución o parte de ella, para que luego de un nuevo examen de esta, se
CAP. V
subsane el vicio o error alegado.
56 Oportunidad, trámite y de oficio
Artículo 176. El pedido de nulidad se formula en la primera oportunidad
que el perjudicado tuviera para hacerlo, antes de la sentencia. Sentenciado
el proceso en primera instancia, solo puede ser alegada expresamente en
CAP. VI el escrito sustentatorio del recurso de apelación. En el primer caso, el juez
resolverá previo traslado por tres días; en el segundo, la Sala Civil resolverá
oyendo a la otra parte en auto de especial pronunciamiento o al momento
de absolver el grado.
Las nulidades por vicios ocurridos en segunda instancia, serán formuladas
en la primera oportunidad que tuviera el interesado para hacerlo, debiendo
CAP. VII
la sala resolverlas de plano u oyendo a la otra parte.
Los jueces solo declararán de oficio las nulidades insubsanables, mediante
resolución motivada, reponiendo el proceso al estado que corresponda.

124 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

sentencia, pues luego de ella solo cabe apelar. Es evidente que antes
de la sentencia significa, que se debe formular el pedido ante el juez
que va a sentenciar y no ante el superior. Esta misma disposición CAP. I

prevé que la nulidad por vicios ocurridos en segunda instancia se


formula en la primera oportunidad, debiendo la sala resolver de pla-
no u oyendo a la otra parte. Otra vez el Código indica que el pedido
de nulidad se propone ante el órgano jurisdiccional donde ocurre el
vicio, quien debe resolverlo. Suponer lo contrario, esto es que siem- CAP. II

pre debe apelarse y no pedir la nulidad, implicaría poner al justicia-


ble ante un imposible jurídico cuando el proceso está en segunda
instancia pues aquí no cabe plantear apelación.
Es más, el artículo 176, última parte, permite a los jueces (término CAP. III

general comprensivo de los jueces de todas las instancias del proce-


so) declarar de oficio las nulidades insubsanables, mediante resolu-
ción motivada, reponiendo el proceso al estado que corresponda.
Así, sí pueden declararla de oficio, con mayor razón a pedido de par-
te, esto es vía recurso de nulidad. CAP. IV

En esta línea el Tribunal Constitucional en el Expediente


N.° 6348-2008-AA/TC ha expresado que:
“[...]
CAP. V

9. Que la declaración de nulidad de oficio se fundamenta en la


potestad nulificante del juzgador y que ha sido recogida en la
parte final del artículo 176 del Código Procesal Civil, aplicable
supletoriamente conforme lo prevé el  artículo IX del Título
CAP. VI
Preliminar del Código Procesal Constitucional, potestad en-
tendida como aquella facultad conferida a los jueces en forma
excepcional para declarar la nulidad aun cuando no haya sido
invocada, si se tiene en consideración que el acto viciado pue-
de alterar sustancialmente los fines del proceso o ha alterado la
CAP. VII
decisión recaída en él.

INSTITUTO PACÍFICO 125


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

10. Que el artículo 176 in fine del Código Procesal Civil señala:
Los jueces solo declararán de oficio las nulidades insubsana-
CAP. I
bles, mediante resolución motivada, reponiendo el proceso al
estado que corresponda y que la doctrina uniformemente está
de acuerdo que la nulidad procesal declarada de oficio presu-
pone que el acto procesal viciado no sea posible de convali-
dación y que su procedencia solo se justifica en la protección
de las garantías constitucionales del proceso, siendo una de las
CAP. II
más importantes el respeto al debido proceso y la tutela juris-
diccional efectiva.

11. Que habiéndose incurrido en un vicio en la resolución, emi-


CAP. III
tida en el expediente N.º 8230-2006-PA/TC, de fecha 10 de
julio de 2007, se concluye que este vicio es insubsanable al no
haber cumplido con su finalidad toda vez que de acuerdo al
estado del proceso correspondía pronunciarse sobre el fondo
de la pretensión constitucional, afectándose con ello la tutela
jurisdiccional efectiva y el debido proceso, razones por las que
CAP. IV
este Colegiado considera menester declarar nula la referida re-
solución y proceder de inmediato a señalar nueva fecha para la
vista de la causa y posterior pronunciamiento de fondo.

[...]”. (añadido nuestro)


CAP. V

Entonces, de acuerdo a lo anotado no es válido sostener que


para cuestionar una resolución afectada de nulidad solo deba ape-
larse, pues de ser así resultaría inaplicable la disposición citada en
CAP. VI
cuanto permite plantear la nulidad antes de la sentencia, (evidente-
mente ante el juez de primera instancia) y peor aún la nulidad en se-
gunda instancia, además de implicar una interpretación equivocada
de la segunda parte del artículo 356.
Quienes entienden que la nulidad solo es un remedio (nunca
CAP. VII
un recurso) y que por ende no puede plantearse contra resoluciones
judiciales, parecen estimar equivocadamente que la revisión de toda

126 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

resolución siempre debe hacerla el superior, verdad que es atendi-


ble tratándose de la apelación o casación, mas no del recurso de re-
posición (donde la revisión o reexamen la hace el mismo juez que CAP. I

expidió el decreto) y menos del pedido de nulidad, que también co-


rresponde al mismo órgano jurisdiccional.
Es por ello, que no existe duda que conforme a la normatividad
del Código Procesal Civil, el pedido de nulidad también constituye un
CAP. II
recurso cuando se dirige contra una resolución que a juicio del nuli-
discente le causa agravio. En este caso, la revisión o reexamen debe
hacerla el mismo órgano jurisdiccional que expidió la resolución57.
La conclusión antes citada se confirma con lo establecido en el
artículo 382 del Código Procesal Civil, a saber: CAP. III

Apelación y nulidad.-
Artículo 382. El recurso de apelación contiene intrínsecamente
el de nulidad, solo en los casos que los vicios estén referidos a la
formalidad de la resolución impugnada. CAP. IV

57 “[...]. Si bien es cierto existe jurisprudencia y opinión de diversos auto-


res que consideran que el pedido de nulidad no puede ser substanciado
como un recurso independiente o autónomo al de apelación, abordare- CAP. V

mos el problema bajo la hipótesis de que sí es posible deducir un pedido


de nulidad como recurso, a fin de demostrar la improcedencia de la nuli-
dad contra el auto admisorio aún en estas circunstancias. De esta manera,
el considerar que la nulidad puede ser formulada como recurso impropio,
nos lleva a concluir necesariamente que su utilización será alternativa al
del recurso de apelación, pues conforme a lo establecido en el artículo CAP. VI

382 del Código Procesal Civil, el recurso de apelación contiene intrínse-


camente el de nulidad. Sin embargo, resulta indispensable comprender
que los motivos de la impugnación en el denominado recurso de nulidad
pueden ser distintos a los motivos de la apelación. En efecto, como es de
pleno conocimiento, la nulidad es un remedio o sanción establecida ante
vicios o errores in procedendo (no ante errores in iudicando) cuando la CAP. VII

irregularidad no pueda ser convalidada, subsanada o conservada. Meza


Apolín.,Dante cit., p. 60 (subrayado nuestro)

INSTITUTO PACÍFICO 127


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Esta disposición deja apreciar con suma claridad que la nulidad


también es un recurso, al decir que el recurso de apelación contiene
CAP. I intrínsecamente el de nulidad. Hubiera sido incorrecto y reiterati-
vo que se dijera que el recurso de apelación contiene el recurso de
nulidad. Si se hubiera hecho, la redacción sería errónea, y eso es lo
que se ha evitado, quedando siempre vigente la idea de que también
existe entre nosotros el recurso de nulidad.
CAP. II

2.2. Finalidad del recurso de nulidad


Conforme a la doctrina, los recursos tienen por finalidad la re-
vocación de una resolución o su rescisión.
CAP. III
En el primer caso se discuten los criterios fijados en la resolu-
ción cuestionada, es decir, se impugna por estimar que se trata una
resolución injusta. En cambio, en el segundo se discuten los requisi-
tos de validez de la resolución, es decir que desde el punto de vista
CAP. IV
del nulidiscente la resolución en cuestión no surte efectos jurídicos
por no reunir los requisitos legales para generar consecuencias jurí-
dicas. Así se entiende también a partir de las reglas del artículo 382
del Código Procesal Civil cuando establece que “El recurso de ape-
lación contiene intrínsecamente el de nulidad, solo en los casos que
CAP. V los vicios estén referidos a la formalidad de la resolución impugna-
da”. En efecto, de esta disposición se extrae como idea válida que el
recurso de nulidad se sustenta en vicios relativos a la formalidad de
la resolución, vale decir a los requisitos de validez que aparecen es-
tablecidos por ejemplo en los artículos 12258 y 50 del citado Código
CAP. VI
Procesal.

58 Contenido y suscripción de las resoluciones


Artículo 122. Las resoluciones contienen:
CAP. VII
1. La indicación del lugar y fecha en que se expiden;
2. El número de orden que les corresponde dentro del expediente o del
cuaderno en que se expiden.

128 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Lo que se quiere entonces es que el mismo órgano jurisdic-


cional revise si tales defectos existen o no, debiendo dictar nueva
resolución si se ampara la nulidad o desestimarla si no existen los CAP. I

defectos denunciados. Desde esta perspectiva el pedido de nulidad


procesal no debe entenderse como un medio dilatorio, sino como
una herramienta para corregir vicios con prontitud, lo que parece
explicar y justificar: por qué debe plantearse ante el mismo juez que
CAP. II

3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución


con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de los fun-
damentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto,
según el mérito de lo actuado; (Inciso 3 modificado por el artículo 1 CAP. III

de la Ley N.º 27524, publicada el 06-10-2001).


4. La expresión clara y precisa de lo que se decide u ordena, respecto de
todos los puntos controvertidos. Si el juez denegase una petición por
falta de algún requisito o por una cita errónea de la norma aplicable
a su criterio, deberá en forma expresa indicar el requisito faltante y la
norma correspondiente; (Inciso 4 modificado por el artículo 1 de la CAP. IV

Ley N.º 27524, publicada el 06-10-2001).


5. El plazo para su cumplimiento, si fuera el caso;
6. La condena en costas y costos y, si procediera, de multas; o la exone-
ración de su pago; y,
7. La suscripción del juez y del auxiliar jurisdiccional respectivo. CAP. V
La resolución que no cumpliera con los requisitos antes señalados será
nula, salvo los decretos que no requerirán de los signados en los incisos 3.,
5. y 6., y los autos del expresado en el inciso 6.
La sentencia exigirá en su redacción la separación de sus partes expositiva,
considerativa y resolutiva.
En primera y segunda instancias así como en la Corte Suprema, los autos CAP. VI

llevan media firma y las sentencias firma completa del juez o jueces, si es
órgano colegiado.
Cuando los órganos jurisdiccionales colegiados expidan autos, solo será
necesaria la conformidad y firma del número de miembros que hagan ma-
yoría relativa.
Los decretos son expedidos por los auxiliares jurisdiccionales respectivos CAP. VII

y serán suscritos con su firma completa, salvo aquellos que se expidan por
el juez dentro de las audiencias.

INSTITUTO PACÍFICO 129


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

dictó la resolución. A lo dicho hay que añadir que es absolutamen-


te válido que el propio juez corrija este tipo de errores, sin que sea
CAP. I necesario esperar que lo haga siempre por orden superior, cuestión
que en nuestro medio representa un tiempo sumamente conside-
rable al hacerse en virtud de la apelación. Naturalmente que si el
justiciable agraviado opta por apelar con fundamento de nulidad
(en lugar de formular exclusivamente nulidad ante el mismo órgano
CAP. II
jurisdiccional), la revisión se circunscribirá a evaluar si la resolución
cuestionada reúne o no los requisitos de validez, mas el empleo de
esta opción no debe significar que solo cabe apelar y nada más.
La idea de que corresponde a los mismos Jueces revisar sus re-
CAP. III soluciones cuando se cuestionan los requisitos de validez, fluye ní-
tidamente de lo preceptuado por el propio Código en su artículo
176, última parte, al permitirles declarar de oficio las nulidades in-
subsanables, mediante resolución motivada reponiendo el proceso
al Estado que corresponda. Esto se explica porque los jueces de ma-
CAP. IV
nera permanente deben realizar la profilaxis del proceso y si en esa
tarea encuentran actos procesales (resoluciones) con vicios insub-
sanables solo les queda invalidarlos, decisión que también pueden
adoptar a pedido de parte.
CAP. V Igual opción podría ocurrir en relación a los vicios subsanables,
donde la revisión de la resolución por ciertos defectos asociados
a su validez se realiza siempre a pedido de parte, debiendo el juez
amparar o desestimar dicho pedido, para cuyo efecto cuenta con el
valioso e importante auxilio de los principios que rigen la nulidad
CAP. VI
procesal, con los que podría conservar el acto procesal cuestionado,
pues la declaración de nulidad es siempre la última alternativa, la
misma que normalmente se toma cuando se lesiona el debido pro-
ceso legal o el derecho de defensa de las partes.
CAP. VII

130 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Esta conclusión guarda concordancia con lo indicado por Mau-


rino59, quien afirma “Que la finalidad de las nulidades procesales es ase-
gurar la garantía constitucional de la defensa en juicio. Con suma cla- CAP. I

ridad, Hugo Alsina ilustra este propósito mediante la fórmula ʻdonde


hay indefensión hay nulidad; si no hay indefensión no hay nulidad’”.

2.3. Principios que rigen la nulidad procesal


CAP. II
Los principios que rigen la nulidad procesal y que aparecen re-
cogidos en el Código Procesal Civil son los siguientes:

1. Principio de legalidad o de especificidad


CAP. III
De acuerdo a este principio la nulidad solo se sanciona por cau-
sa prevista en la ley. Corresponde a la máxima pas de nullite sans tex-
te, esto es no hay nulidad sin texto legal expreso60.
Dicho principio aparece recogido en el artículo 171 del Código
Procesal Civil, a saber: CAP. IV

“Principio de Legalidad y Trascendencia de la nulidad


Artículo 171. La nulidad se sanciona solo por causa establecida
en la ley. Sin embargo, puede declararse cuando el acto procesal
CAP. V
careciera de los requisitos indispensables para la obtención de su
finalidad.
Cuando la ley prescribe formalidad determinada sin sanción de
nulidad para la realización de un acto procesal, este será válido si
habiéndose realizado de otro modo, ha cumplido su propósito”. CAP. VI

De las reglas de esta disposición se puede apreciar que en su


primer párrafo contempla tanto a la nulidad expresa como a la nuli-

59 Maurino, Luis Alberto, Nulidades Procesales, Astrea, Buenos Aires, 2001, CAP. VII

p. 37.
60 Véscovi, Enrique, Teoría general del proceso, cit., p. 303.

INSTITUTO PACÍFICO 131


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

dad implícita. El primer caso se presenta cuando la nulidad está ex-


presamente prevista en la ley (por ejemplo, la previsión del artículo
CAP. I 50 inciso 6 del Código Procesal Civil, que sanciona con nulidad la
falta de motivación de la resolución), y el segundo caso cuando no
obstante no está expresamente sancionada la nulidad en la ley, debe
declararse esta, siempre que se verifique la omisión de formalidades
esenciales y que violen las garantías fundamentales del proceso.
CAP. II
Mientras que el segundo párrafo de la misma disposición con-
templa el principio de finalidad de las formas, en virtud del cual
debe conservarse el acto procesal a pesar de haberse realizado con
formalidad distinta de la prevista en la ley, siempre que el acto pro-
CAP. III cesal haya cumplido su propósito o finalidad.

2. Principio de trascendencia
Conforme a este principio no hay nulidad sin agravio. Corres-
CAP. IV ponde a la máxima pas de nullité sans grief.
Este principio ha sido recogido en el artículo 174 del Código
Procesal Civil del siguiente modo:
Interés para pedir la nulidad
CAP. V
Artículo 174. Quien formula nulidad tiene que acreditar estar
perjudicado con el acto procesal viciado y, en su caso, precisar la
defensa que no pudo realizar como consecuencia directa del acto
procesal cuestionado. Asimismo, acreditará interés propio y espe-
cífico con relación a su pedido.
CAP. VI

De acuerdo a estas reglas, quien formula nulidad debe acreditar:


- El perjuicio que le ocasiona un acto procesal viciado.
- La indefensión directa que dicho acto le ocasiona.
CAP. VII
- El interés propio y específico (sujeto legitimado).

132 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

3. Principio de convalidación
Véscovi61 dice que “Las razones de seguridad y certeza del dere-
CAP. I
cho, que se manifiestan de modo especial en el proceso, y el institu-
to de la cosa juzgada hacen, [...], que se aplique el principio de con-
validación de las nulidades, de manera que transcurrida una etapa,
no se puede volver al anterior (principio de preclusión procesal). Y
cuando todas las etapas se han cerrado (sentencia definitiva, cosa CAP. II

juzgada), se precluye la posibilidad de reclamar contra todas las nu-


lidades”.
Conforme a lo dicho, este principio permite dejar vigente y con
plenos efectos jurídicos actos procesales viciados, por razones de
CAP. III
seguridad y de certeza del derecho. Aparece recogido en los tres pri-
meros párrafos del artículo 172 del Código Procesal Civil, a saber:
“Principios de Convalidación, Subsanación o Integración
Artículo 172. Tratándose de vicios en la notificación, la nulidad CAP. IV

se convalida si el litigante procede de manera que ponga de mani-


fiesto haber tomado conocimiento oportuno del contenido de la
resolución.
Hay también convalidación cuando el acto procesal, no obstante
CAP. V
carecer de algún requisito formal, logra la finalidad para la que es-
taba destinado.
Existe convalidación tácita cuando el facultado para plantear la
nulidad no formula su pedido en la primera oportunidad que tu-
viera para hacerlo. CAP. VI

[...]”

Como se aprecia de la disposición transcrita, la convalidación


opera en los siguientes supuestos previstos en la norma:
CAP. VII

61 Véscovi, Enrique. Teoría general del proceso, cit., p. 305.

INSTITUTO PACÍFICO 133


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

- Cuando a pesar de los vicios en la notificación, el litigante se


comporta demostrando tener pleno conocimiento de la resolu-
CAP. I ción.
- Cuando a pesar de que el acto procesal no cumple determinada
formalidad, cumple su finalidad.
- Cuando el nulidiscente no plantea la nulidad en la primera
CAP. II oportunidad.
- Siguiendo las mismas reglas de la disposición aludida podemos
decir que la convalidación puede ser expresa (en el primer su-
puesto), y tácita (en el tercer supuesto).
CAP. III

4. Principio de subsanación
Acorde con este principio, debe conservarse el acto procesal
viciado en la medida que su subsanación no hará variar el sentido
CAP. IV
de la resolución o del acto procesal viciado. En efecto, resulta por
demás lógico que por cuestiones meramente formales se anule una
resolución o un acto procesal viciado, regresando a etapas anterio-
res del proceso, si con ello no se cambiará lo que se cuestiona, es
decir se mantendrá los términos de la resolución o del acto procesal
CAP. V viciado. Sería como volver para no cambiar, y eso no tiene ningún
sentido.
Dicho principio está recogido en el artículo 172, párrafo cuarto,
del Código Procesal Civil en los siguientes términos:
CAP. VI
“Principios de Convalidación, Subsanación o Integración
Artículo 172.
[...]
No hay nulidad si la subsanación del vicio no ha de influir en el
CAP. VII
sentido de la resolución o en las consecuencias del acto procesal.
[...]”.

134 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Este principio es sumamente valioso para salvar y conservar la


eficacia jurídica de actos procesales viciados, siempre que con ello
no se afecte el derecho de defensa de las partes ni el debido proceso CAP. I

legal, prevaleciendo como se dijo, la conservación del acto procesal


a pesar del defecto62.
A continuación se presenta un caso donde la segunda instancia
aplicó este principio63:
CAP. II

“[...]
ATENDIENDO:
LAS RESOLUCIONES APELADAS
CAP. III

PRIMERO: vienen en apelación las resoluciones N.° 03 y N.° 04


(auto final);
SOBRE LA RESOLUCIÓN N.° 03: ANÁLISIS Y POSICIÓN
DEL COLEGIADO.
CAP. IV

SEGUNDO: la resolución N.° 03 ha rechazado liminarmente la


contradicción propuesta por la recurrente;
TERCERO: en la apelación de fojas 118-120 la ejecutada alega en
lo esencial que: i) la apelada no ha corrido traslado de su contra-
dicción, considerando erróneamente que no es factible invocar la CAP. V

inexigibilidad parcial de la obligación, lo que sí está permitido por


el artículo 690-D del Código Procesal Civil; ii) las sumas deman-
dadas ya han sido amortizadas parcialmente, lo que demuestra su
intención de honrar la deuda, haciendo presente que el banco de-
mandante está agregando sumas excesivas al capital y a los intere- CAP. VI

62 En los anexos se encontrará una resolución superior aplicando este


principio de subsanación. En esta resolución se señala que a pesar de
no haberse admitido a trámite la contradicción, subsiste la validez de la CAP. VII

resolución impugnada.
63 La resolución obra en los anexos.

INSTITUTO PACÍFICO 135


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

ses; y, iii) la resolución N.° 04 (auto final) se ha dictado sin basarse


en sus fundamentos y pruebas ofrecidas en la contradicción;
CAP. I CUARTO: el escrito de contradicción de la ejecutada obra a fojas
70-71. Allí señala que las liquidaciones del crédito hipotecario y
del pagaré contienen montos menores a los señalados en el peti-
torio de la demanda. Añade que no desea deslindarse de la deu-
da, sino que quiere financiarla y/o conciliar a efecto de cumplir
CAP. II con ella y según sus posibilidades. Ofrece como únicos medios
de prueba las liquidaciones presentadas por el banco demandante
para el mutuo hipotecario y el pagaré a la vista;
QUINTO: la demanda de ejecución de autos persigue el pago de
CAP. III
la deuda derivada de un mutuo hipotecario, de un pagaré a la vista,
y de una letra de cambio a la vista;
SEXTO: la contradicción de la recurrente solo objeta las obligacio-
nes del mutuo y del pagaré (más no de la letra de cambio a la vista),
y en ambos casos ha dicho que la deuda es menor. Sin embargo, la
CAP. IV alegación de la apelante no tiene sustento alguno, no solo porque su
dicho se basa en las liquidaciones que ha presentado el mismo ban-
co demandante, sino porque tales liquidaciones no constituyen los
títulos ejecutivos de autos, en base a los cuales se ha promovido este
proceso. Por tanto, aun asumiendo que la contradicción debió admi-
CAP. V tirse a trámite, como lo refiere la apelante, dicha omisión no afecta la
validez de la apelada, ya que de acuerdo a lo que se expone en esta
resolución, resulta carente de sustento que se anule la apelada para
tramitar una defensa estéril, lo que nos permite concluir que debe
confirmarse la apelada, todo ello en atención a las reglas del principio
CAP. VI de subsanación que rige la nulidad procesal, recogido en el cuarto
párrafo del artículo 172 del Código Procesal Civil que establece: “No
hay nulidad si la subsanación del vicio no ha de influir en el sentido
de la resolución o en las consecuencias del acto procesal.”;
SÉTIMO: Así entonces, debe confirmarse la resolución N.° 03;
CAP. VII

[...]”.

136 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Como se verifica de la resolución aludida, el órgano de segunda


instancia advirtió que aun bajo la idea de que fue un error no trami-
tar la contradicción de la parte ejecutada, aplicando el principio de CAP. I

subsanación, optó por conservar la eficacia de la resolución apelada


en vista que la contradicción no se ajustaba a las reglas que el Códi-
go le impone. En suma, no basta comprobar que se ha cometido un
error para invalidar una resolución o acto procesal, sino que debe
evaluarse si dicho error justifica o no esa invalidez, para cuyo efecto CAP. II

debe agotarse el uso de los principios.

5. Principio de integración
Permite salvar la validez de resoluciones o actos procesales vi- CAP. III

ciados, como consecuencia de haberse omitido un determinado


aspecto de ellos. Este principio está regulado en el artículo 172,
párrafo quinto, del Código Procesal Civil en los siguientes térmi-
nos: CAP. IV

“Principios de Convalidación, Subsanación o Integración


Artículo 172
[...]
CAP. V

El juez puede integrar una resolución antes de su notificación.


Después de la notificación pero dentro del plazo que las partes
dispongan para apelarla, de oficio o a pedido de parte, el juez pue-
de integrarla cuando haya omitido pronunciamiento sobre algún
punto principal o accesorio. El plazo para recurrir la resolución CAP. VI

integrada se computa desde la notificación de la resolución que


la integra.
El juez superior puede integrar la resolución recurrida cuando
concurran los supuestos del párrafo anterior”.
CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 137


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Las reglas aludidas autorizan, tanto al juez de primera como de


segunda instancia, a salvar –de oficio o a pedido de parte– las omi-
CAP. I siones en que se incurrieron en el dictado de una resolución, sea
sobre asuntos principales o accesorios, poniendo como único límite
que ello se haga antes de que la resolución haya sido recurrida.
Ahora bien, tratándose de la integración a cargo de la segunda
instancia, también es relevante y pertinente considerar las reglas del
CAP. II
artículo 370 del Código Procesal Civil al establecer:
“El juez superior [...], puede integrar la resolución apelada en la
parte decisoria, si la fundamentación aparece en la parte conside-
rativa”.
CAP. III

Por ende, la segunda instancia tiene como supuesto impuesto


por la Ley, que solo puede integrar la resolución en la medida que la
omisión en primera instancia se haya producido en la parte deciso-
ria, más no en la parte considerativa. En efecto, si en la parte consi-
CAP. IV
derativa aparece el análisis que ha hecho el juez de primera instancia
sobre el punto principal o secundario omitido, es perfectamente po-
sible que la segunda instancia integre el extremo omitido en la parte
decisoria, lo que puede hacer sin causar indefensión ni afectación
CAP. V
al debido proceso legal en vista que ya se conoce el razonamiento
judicial de primera instancia. En cambio, si en la parte considera-
tiva de la resolución emitida en primera instancia, no obra idea ni
análisis alguno respecto del punto principal o accesorio omitido (es
decir, no se conoce el razonamiento judicial), no cabe aplicar por la
CAP. VI segunda instancia, el principio de integración, al prohibirlo la dis-
posición del artículo 370.
A continuación se presenta un caso donde la segunda instancia
aplicó este principio64:
CAP. VII

64 La resolución obra en los anexos.

138 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

“AUTOS Y VISTOS:
[...]
CAP. I
La resolución apelada.
PRIMERO: viene en grado de apelación la resolución N.° 12 (auto
final) de fojas 296-308 que declara infundadas las excepciones de
falta de legitimidad para obrar, e infundada la contradicción; orde-
nando llevar adelante la ejecución; CAP. II

SEGUNDO: dicha resolución ha sido apelada por las dos deman-


dadas. A fojas 307-308 obra la apelación de la ejecutada XXX, y
a fojas 313-316 obra la apelación de la coejecutada Inmobiliaria
S.A.C.; CAP. III

Sobre la apelación de la coejecutada XXX.


TERCERO: en la apelación se acusa de incongruencia a la ape-
lada, en la medida que pese a sostenerse en la parte considerativa
que la coejecutada XXX no ha suscrito los títulos ejecutivos (es- CAP. IV
crituras públicas) a título personal, sino como representante de la
empresa demandada, motivo por el cual se indica que es fundada
la excepción de falta de legitimidad pasiva que propuso, sin em-
bargo, en la parte resolutiva se manifiesta que dicha excepción es
infundada; CAP. V

CUARTO: revisando la sentencia apelada se aprecia que la excep-


ción de falta de legitimidad pasiva que propuso la recurrente ha
sido analizada en los fundamentos 4 a 6, concluyéndose en este
último que ‘Lo claro y concreto es que la referida coejecutada no
ha asumido obligación crediticia alguna derivada de los referidos CAP. VI

títulos ejecutivos por cuanto ha intervenido en dichas escrituras


públicas en calidad de de representante legal de la empresa coeje-
cutada, por lo que la excepción deducida debe ser amparada’ (sic).
QUINTO: no obstante ello, en la parte resolutiva de la sentencia CAP. VII
se declara infundadas las excepciones de falta de legitimidad para
obrar;

INSTITUTO PACÍFICO 139


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

SEXTO: como puede advertirse, hay una evidente incongruencia


entre los fundamentos y razones de la parte considerativa y lo in-
CAP. I
dicado en la parte resolutiva, en cuanto a la excepción que postuló
la apelante, más este defecto no invalida la apelada en este extre-
mo, en vista que de acuerdo a las reglas de los principios de subsa-
nación (artículo 172 párrafo cuarto del Código Procesal Civil) y
de integración (artículo 370 párrafo primero del Código Procesal
Civil), dicho vicio puede salvarse sin afectar derecho alguno de las
CAP. II
partes, debiendo entonces integrarse la apelada en este extremo;
SETIMO: por tanto, conforme a la sentencia apelada, la única ex-
cepción que deviene infundada es la que ha sido propuesta por la
empresa coejecutada, esto es la excepción de falta de legitimidad
CAP. III para obrar activa;
[...]”.

Otra vez, la resolución en estudio muestra la importancia de los


principios de la nulidad procesal, y deja en claro que su declaratoria
CAP. IV
es de ultima ratio. Si en el caso en estudio, en base al error cometido
en la apelada, se hubiera declarado su nulidad, además de poner en
evidencia el mal uso de los principios de la nulidad, se genera la di-
lación indebida del proceso.
CAP. V

6. Principio de protección
Conforme a este principio, en materia procesal, también rige la
doctrina de los actos propios. Corresponde a la máxima nemo audi-
CAP. VI tur propriam turpitudinem allegans, que significa: nadie puede alegar
su propia torpeza.
Está regulado en el artículo 175 numeral 1 del Código Procesal
Civil en los siguientes términos:
CAP. VII

140 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

“Inadmisibilidad o improcedencia del pedido de nulidad


Artículo 175. El pedido de nulidad será declarado inadmisible o
improcedente, según corresponda, cuando: CAP. I

1. Se formule por quien ha propiciado, permitido o dado lugar al


vicio;
[...]”
CAP. II

Por tanto, si el supuesto perjudicado con la resolución o acto


procesal viciado, es quien ha dado lugar a ello, no puede valerse de
su propia conducta procesal para luego favorecerse con la nulidad
que él mismo ha provocado. Naturalmente, tratándose de la doc- CAP. III

trina de los actos propios, su aplicación no corresponde a supues-


tos de nulidad absoluta o inconvalidables. Así lo entiende también
Castillo Freire al señalar que “No cabe duda de que el primer gran
tema en donde se cuestiona de una manera radical la posibilidad de
aplicar esta teoría es aquel en el cual nos encontramos en presencia CAP. IV

de un acto jurídico nulo, en cuya validez creyeron, al momento de


su celebración, ambos contratantes. En ese sentido, es posible que
luego de celebrado el acto, una de la partes sostenga o invoque tal
nulidad, lo que podría ser interpretado como una conducta contra-
CAP. V
dictoria de esta parte. Sin embargo, dicha teoría resulta inaplicable
cuando se trata de actos jurídicos nulos de pleno derecho, incapa-
ces de ser convalidados o subsanados por actividades de los sujetos
intervinientes”65.
CAP. VI
2.4. Resoluciones objeto del recurso de nulidad
Es importante dejar establecido contra qué resoluciones se pue-
de poner en práctica el discurso hasta ahora reseñado. Por descarte

65 Castillo Freyre, Mario y Rita Sabroso Minaya, La teoría de los actos CAP. VII

propios y la nulidad ¿regla o principio de derecho?, Lima, 2008, p. 2. Véase


en: < http://bit.ly/1KnIlWF >.

INSTITUTO PACÍFICO 141


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

diremos que por regla general no procede plantear exclusivamen-


te el recurso de nulidad contra sentencias ni contra autos finales,
CAP. I en cuyo caso debe interponerse el recurso de apelación con funda-
mento de nulidad cuando se considere que la resolución carece de
requisitos de validez. Lo dicho se desprende de lo preceptuado en
el artículo 176 del Código Procesal cuando señala que una vez sen-
tenciado el proceso en primera instancia el pedido de nulidad debe
CAP. II
alegarse en el escrito de apelación, y de la prescripción contenida en
el artículo 382 del mismo Código cuando establece que “el recur-
so de apelación contiene intrínsecamente el de nulidad, solo en los
casos que los vicios estén referidos a la formalidad de la resolución
CAP. III
impugnada”.
Tampoco procede contra sentencias o autos finales que serán
materia del recurso de casación, debiendo interponerse este recurso
y no el de nulidad, sin que obste en contrario que a través de la casa-
ción con reenvío se logre la nulidad de una resolución por la causal
CAP. IV
de infracción normativa procesal, como lo establecen las reglas del
artículo 39666 del Código.
Asimismo, tratándose de los decretos, lo que corresponde es el
recurso de reposición más no el de nulidad.
CAP. V
66 “Artículo 396. Sentencia fundada y efectos del recurso
Si la Sala Suprema declara fundado el recurso por infracción de una norma
de derecho material, la resolución impugnada deberá revocarse, íntegra
o parcialmente, según corresponda. También se revocará la decisión si la
infracción es de una norma procesal que, a su vez, es objeto de la decisión
CAP. VI impugnada.
Si se declara fundado el recurso por apartamiento inmotivado del
precedente judicial, la Corte procederá conforme a lo indicado en el
párrafo anterior, según corresponda a la naturaleza material o procesal de
este.
Si la infracción de la norma procesal produjo la afectación del derecho a
CAP. VII
la tutela jurisdiccional efectiva o del debido proceso del impugnante, la
Corte casa la resolución impugnada y, además, según corresponda:
1. Ordena a la Sala Superior que expida una nueva resolución; o

142 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

En consecuencia, de manera general, lo que queda como evi-


dente es que el recurso de nulidad sí está expedito para cuestionar
los autos que no son finales, es decir los interlocutorios o de trámite, CAP. I

que como todos sabemos pueden expedirse dentro de las diferentes


etapas del proceso, incluyendo la de ejecución. Entonces, allá don-
de se expida un auto no final que carezca de requisitos de validez
puede plantearse el pedido de nulidad debiendo, el mismo órgano
jurisdiccional, resolver favorable o desfavorablemente, mas no elu- CAP. II

dir esta función so pretexto de errores del justiciable, conducta que


lesiona la tutela jurisdiccional efectiva. Lo dicho no se enerva si el
justiciable decide apelar (con fundamento de nulidad), pues es su
derecho emplear el recurso que estime, es decir tomar una de las CAP. III
alternativas que el Código le ofrece, la nulidad o la apelación.
Es relevante para el tema planteado que se considere la natura-
leza de los vicios denunciados, es decir si son subsanables o insub-
sanables, pues de ello depende la oportunidad de presentación. En
efecto, si el vicio es subsanable, debe presentarse la nulidad en la CAP. IV

primera oportunidad, mientras que si es insubsanable no es condi-


ción la primera oportunidad, pues como su nombre lo sugiere esta
nulidad no se convalida y puede pedirse en cualquier oportunidad
con resultados exitosos si se acredita su viabilidad67. CAP. V

2. anula lo actuado hasta la foja que contiene la infracción inclusive o


hasta donde alcancen los efectos de la nulidad declarada, y ordena
que se reinicie el proceso; o
3. anula la resolución apelada y ordena al juez de primer grado que ex-
pida otra; o CAP. VI

4. anula la resolución apelada y declara nulo lo actuado e improcedente


la demanda.
En cualquiera de estos casos, la sentencia casatoria tiene fuerza vinculante
para el órgano jurisdiccional respectivo.”
67 A modo de ejemplo citamos los casos de incompetencia absoluta
previstos en el artículo 35 del CPC que autoriza al juez a declarar de CAP. VII

oficio su incompetencia en cualquier estado y grado del proceso. Podría


funcionar también en los casos de cosa juzgada, litispendencia, etc. donde

INSTITUTO PACÍFICO 143


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

2.5. Vicios que motivan el recurso de nulidad


El Código establece un conjunto de requisitos para la validez
CAP. I
de las resoluciones judiciales, conforme se advierte de su artículo
122. Entonces, para que una resolución cualquiera sea válida y ge-
nere efectos jurídicos debe satisfacer los requisitos de validez que
establece dicho artículo; a contrario sensu, será nula por mandato le-
CAP. II gal, a no ser que se salve y conserve por aplicación de los principios
regulados en los artículos 171 y siguientes del mismo Código que,
repetimos, se vinculan a las nulidades subsanables.
Conforme a la doctrina, estos requisitos de validez no solo se
refieren a la forma, como normalmente se considera, sino que tam-
CAP. III
bién abarcan el contenido del acto procesal (resolución), es decir, la
capacidad, finalidad y objeto68.
Lo anotado es correcto en la medida que todo acto procesal en
el fondo no es otra cosa que una especie del acto jurídico en gene-
CAP. IV
ral, y en consecuencia, todos los requisitos de validez de este deben
verificarse en el acto jurídico procesal. Entonces para crear, modifi-
car o extinguir relaciones jurídicas procesales deben satisfacerse los
requisitos de validez del acto jurídico.
CAP. V De acuerdo a lo expuesto, no queda duda que si se considera
que la resolución carece de alguno de los requisitos de validez pre-
vistos en la ley, lo que corresponde es pedir la nulidad de dicha re-
solución, a fin de que el propio juez corrija el vicio en caso de ampa-
rarla o desestimarla.
CAP. VI
Para abundar en la validez de esta conclusión, citamos el caso
de nulidad absoluta que el Código Procesal Civil establece en su ar-

sin duda alguna el pedido de nulidad será exitoso, a pesar de no constituir


CAP. VII la primera oportunidad.
68 Berizonce, Roberto, Estudios de nulidades procesales, Hamurabi, Buenos
Aires, 1980.

144 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

tículo 50 inciso 669, en relación a los autos y sentencias que carecen


de fundamentación. Por tanto, si se expidiera por ejemplo un auto
no final sin motivación alguna, será nulo ipso iure, por qué es jurídi- CAP. I

camente imposible que una resolución judicial inmotivada genere


efectos jurídicos, salvo claro está que se trate de un decreto. Ahora,
si se dictara una sentencia sin motivación, lo que corresponde es la
apelación con fundamento de nulidad, tal como permite el artículo
382 del mismo Código. CAP. II

2.6. La nulidad como defensa de forma ante la falta


de excepción
Para este tema resulta relevante lo previsto en el artículo 454 del CAP. III

Código Procesal Civil, que establece lo siguiente:


“Improcedencia de la excepción como nulidad
Artículo 454. Los hechos que configuran excepciones no podrán
ser alegados como causal de nulidad por el demandado que pudo CAP. IV

proponerlas como excepciones”.


Esta disposición nos ofrece las siguientes normas:
- Los hechos que configuran excepciones deben ser alegados
vía excepción. CAP. V

- Los hechos que no configuran excepciones deben ser ale-


gados vía nulidad.
Entonces, el artículo 454 del Código Procesal Civil prohíbe al
demandado proponer la nulidad si existe excepción para tal efecto. CAP. VI

69 “Deberes
Artículo 50. Son deberes de los Jueces en el proceso:
[...]
6. Fundamentar los autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad, res- CAP. VII

petando los principios de jerarquía de las normas y el de congruencia.


[...]”.

INSTITUTO PACÍFICO 145


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Ahora bien, por interpretación a contrario de esta disposición,


es fácil colegir que si la ley no establece la excepción para ciertos
CAP. I hechos, se puede alegar la nulidad como defensa de forma. Así lo
entiende también Monroy Gálvez70 al sostener:
“Como ya se expresó, siendo la excepción el otro nombre que to-
man las defensas de forma, lo que estas denuncian puede también
CAP. II
ser atacado a través de un pedido de nulidad, en vía impugnatoria.
El artículo 454 impide que el demandado que pudo deducir una
excepción se la reserve maliciosamente y después, con el mismo
sustento, pida una nulidad”.

Estos casos se pueden presentar en las causales de improceden-


CAP. III
cia de la demanda que pasamos a citar:
- Falta de interés para obrar.
- Petitorio físicamente imposible.
CAP. IV
- Petitorio jurídicamente imposible.
- Falta de conexión lógica entre los hechos y el petitorio.
En efecto, si verificamos cuáles son las excepciones que esta-
blece el artículo 446 del Código Procesal Civil advertiremos que
CAP. V no existen excepciones puntuales y específicas para denunciar es-
tos defectos procesales insubsanables, razón que justifica la propo-
sición de nulidad como el mecanismo idóneo para poner fin a un
proceso con algún tipo de estos defectos.
Asumir una posición contraria equivaldría a obligar al deman-
CAP. VI
dado a soportar un proceso iniciado con defectos insubsanables,
simplemente porque el ordenamiento procesal no contempla la ex-
cepción pertinente, lo que en verdad resulta absurdo.

CAP. VII
70 Monroy Gálvez, Juan, “La postulación del Proceso en el Código Procesal
Civil”, en Análisis del Código Procesal Civil, Cultural Cuzco, Lima, 1994,
p. 283.

146 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Nuevamente, resulta importante hacer notar que en relación a


esta idea del trabajo (nulidad a falta de excepción), no existe criterio
pacífico en la doctrina, pues como se dijo anteriormente, hay quie- CAP. I

nes sostienen que deben proponerse las defensas de forma innomi-


nada71.
Nosotros participamos de la idea de presentar la nulidad a par-
tir de una interpretación a contrario del artículo 454 del Código
CAP. II
Procesal Civil (como también lo entiende Monroy Gálvez), a lo que
podemos agregar que las defensas de forma innominadas generan,
en caso de ser exitosas, la nulidad de todo lo actuado. Así entonces,
si generan esa consecuencia jurídica, no vemos inconveniente en
usar la terminología de nulidad para proponer esta defensa de for- CAP. III

ma. En cualquier caso, reiteramos que, sea que se utilice el pedido


de nulidad o el pedido de improcedencia de la demanda, el efecto es
el mismo, esto es, se anula todo lo actuado.
En la línea de la nulidad como defensa de forma para protestar CAP. IV
respecto a los presupuestos procesales ubicamos a Eduardo Gan-
dulfo R72, quien analizando un caso judicial de su país sostiene lo
siguiente:
“En tal sentido, la nulidad procesal puede ser enfocada, tal y como
CAP. V
lo hace la sentencia del caso ‘Quezada Arias con Farías Lauri’, es
decir, como un remedio para la grave cuestión de afectarse los pre-

71 “En consecuencia, podemos concluir en que el pedido de nulidad


no resulta ser un medio de impugnación adecuado (y por lo tanto es CAP. VI

improcedente), para cuestionar los errores en la verificación de los


presupuestos procesales y condiciones de la acción, en la medida que
esos errores no constituyen errores de procedimiento (in procedendo) que
permitirían deducir la nulidad, sino que, constituirían errores de juicio
(in iudicando)”. Apolín Meza, Dante, cit., p. 60.
72 Gandulfo R. Eduardo, “Presupuestos procesales y su decaimiento en los CAP. VII

juicios personalísimos. la capacidad procesal en el caso ʻQuezada Arias


con Farías Lauri’”, cit., pp. 281-299.

INSTITUTO PACÍFICO 147


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

supuestos procesales. Por lo tanto, la nulidad, como institución, en


parte también está al servicio de este grave problema. Esto implica
CAP. I
que como un todo, todas sus regulaciones implícitas y explícitas
deben ser referidas, en cuanto sean pertinentes a dicha solución.
Ahora bien, si consideramos al art. 234 inc. 4 CPC como un ejem-
plo de solución a los problemas más gravísimos del ordenamiento
adjetivo que acoge la nulidad procesal, podemos comprender que
la nulidad, como instituto, puede extender y extiende sus raíces
CAP. II
más allá de la suma preclusión (en ciertos casos). En tal sentido,
este ejemplo corrobora la tesis de que la nulidad procesal también
puede ser vista como un remedio para los casos más graves y graví-
simos de transgresión del orden procedimental (valorativamente
considerado), y que en estos últimos casos, puede extenderse más
CAP. III
allá de la sentencia definitiva, teniendo en ese sentido un alcance
variable. Si aquello es así, entonces la nulidad procesal del art. 83
del CPC al abarcar también los hechos más gravísimos del proce-
so, como son los presupuestos procesales, ha de obviar el proble-
ma de ciertos casos de preclusión. Esto implica que las normas de
CAP. IV
preclusión para la petición de nulidad y su efecto reflejo cercena-
dor de los poderes anuladores del juez, que contemplan tanto el
art. 83 como el 84 del CPC, están dispuestas para los casos norma-
les de irregularidad grave, mas no están configuradas ni están diri-
gidas a los casos más gravísimos de antijuridicidad procesal [...]”
CAP. V

Un tema relevante para este propósito es determinar la opor-


tunidad para proponer dicha nulidad, es decir si debe hacerse valer
en la primera oportunidad, o en el plazo para las excepciones, o aun
después de este plazo.
CAP. VI

Consideramos que la oportunidad para denunciar la presencia


de defectos insubsanables no puede estar supeditada a plazos peren-
torios, pues ellos no se convalidan de manera alguna. Así entonces,
podría el demandado mediante la nulidad poner en conocimiento
CAP. VII del juez de la existencia en el proceso de un defecto insubsanable, y
tener éxito, pues si se comprueba que existe un defecto insubsana-

148 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

ble asociado a los presupuestos procesales materiales o a los presu-


puestos procesales de forma, no cabe duda que el proceso debe dar-
se por concluido. Confirma este entendimiento lo establecido en el CAP. I

artículo 121, último párrafo, del Código, que autoriza a los jueces
de manera excepcional a expedir sentencia pronunciándose sobre
la validez de la relación procesal, es decir a dictar una sentencia in-
hibitoria. La solución señalada es razonable y correcta, pues en caso
contrario se propiciarían resultados absurdos. Esta última norma CAP. II

prevalece incluso sobre aquella73 que consagra el principio de pre-


clusión en materia de saneamiento procesal, pues si existen vicios
insubsanables nada impedirá la conclusión del proceso por tales
motivos. En este sentido se pronuncia Galeno Lacerna74 al afirmar CAP. III
que el despacho saneador no tendrá efecto preclusivo siempre que
se pronuncie por la legitimidad de un acto nulo, por lo que tal deci-
sión podrá ser reconsiderada o reformulada en cualquier momento.
En relación a la oportunidad para reclamar por defectos no pa-
sibles de ser denunciados vía excepción, Renzo Cavani, al referirse CAP. IV

a los defectos de falta de conexión lógica entre los hechos y el peti-


torio, y el petitorio jurídica y físicamente imposible señala:
“En cuanto a la oportunidad para que sean hechos valer, considero
que, en teoría, son lo suficientemente notorios para que la parte CAP. V

demandada los perciba y denuncie en su contestación. De allí que


el juez deba preocuparse por resolver con presteza el incidente de
nulidad generado, a fin de decidir si decreta o no la nulidad de

CAP. VI

73 Nos referimos al artículo 466 del Código Procesal Civil que establece
lo siguiente: “Consentida o ejecutoriada la resolución que declara la
existencia de una relación jurídica procesal válida, precluye toda petición
referida, directa o indirectamente, a la validez de la relación citada”.
74 Lacerna, Galeno, “Efectos del despacho materiales de lectura sobre CAP. VII

saneamiento”, en Academia de la Magistratura. II Curso Taller en procesal


Civil para Magistrados, Lima, 1996.

INSTITUTO PACÍFICO 149


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

todo el procedimiento. De cualquier manera dicha decisión no


puede prolongarse más allá del saneamiento”75.
CAP. I
Couture76 señala que existen actos (hechos) jurídicamente
inexistentes, actos absolutamente nulos y relativamente nulos. En
relación a los actos inexistentes dice que son actos (hechos) afecta-
dos en su vida misma, y no en su eficacia. Una sentencia dictada por
CAP. II
quien no es juez no es una sentencia, sino una no sentencia. Un acto
inexistente carece de efectos, no puede ser convalidado ni necesita
ser invalidado. Sobre el acto absolutamente nulo refiere que es un acto
jurídico gravemente afectado, de tal suerte que si se comprueba la
nulidad debe ser invalidado aún de oficio y sin requerimiento de
CAP. III parte interesada. El acto absolutamente nulo tiene una especie de
vida artificial hasta el día de su invalidación; pero la gravedad de
su defecto impide que sobre él se eleve un acto válido. La nulidad
absoluta no puede ser convalidada pero necesita ser invalidada. Este
mismo autor expresa que los actos relativamente nulos pueden adqui-
CAP. IV
rír eficacia. Este acto puede ser invalidado si de él deriva un efecti-
vo perjuicio, pero si no lo trajera o trayéndolo, la parte perjudicada
lo consiente, este acto nulo queda subsanado. Sus efectos subsisten
hasta el día de su invalidación, y si ella no se produce la ratificación
CAP. V da firmeza definitiva a estos efectos. El acto relativamente nulo ad-
mite ser invalidado y puede ser convalidado.
En suma, es válido que el demandado, ante la inexistencia de
excepción, proponga la nulidad tratándose de defectos insubsana-
bles como la falta de interés para obrar, el petitorio jurídico o física-
CAP. VI
mente imposible, o la falta de conexión lógica entre los hechos y el
petitorio, que son causales de improcedencia de la demanda.

CAP. VII 75 Cavani, Renzo, La nulidad en el proceso civil, cit., pp. 555-556.
76 Couture, Eduardo, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, cit.,
pp. 377-379.

150 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

No obstante lo anterior, a efectos de tomar la decisión respecti-


va, más que resoluciones basadas en la literalidad de la norma, deben
hacerse interpretaciones basadas en los principios de razonabilidad CAP. I

y proporcionalidad, los mismos que derivan de la Constitución, de


las jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Huma-
nos y del propio Tribunal Constitucional en relación al no agota-
miento de la vía administrativa.
CAP. II
En particular, tratándose de la falta de interés para obrar, es va-
lioso lo que afirma Avendaño Valdez77, a saber:
“[…]
CAP. III
La falta de interés para obrar del demandante se distingue de to-
dos los presupuestos procesales antes expuestos en la limitación
temporal de su utilidad en el proceso como institución procesal,
instrumental. Mientras que durante el proceso es necesaria la ve-
rificación de la existencia de los otros presupuestos procesales, no
CAP. IV
sucede lo mismo con el interés para obrar: su análisis es relevante
en la fase postulatoria del proceso, en la etapa de saneamiento pro-
cesal o, como mucho, excepcionalmente en la sentencia. Más allá
de estos momentos procesales, el análisis del interés para obrar
pierde toda utilidad y su inexistencia no produce invalidez ni mu-
cho menos la afectación a derecho constitucional alguno, ni a la CAP. V

relación jurídica procesal, por cuya razón no existe una excepción


de falta de interés para obrar. Pero el análisis del interés para obrar
fuera del momento inicial de un proceso no solo resulta inútil sino
que podría ser contraproducente y colocar en una situación de in-
defensión absoluta al actor. Piénsese en un demandante que ha CAP. VI

llegado a la Corte Casatoria y en dicha fase, luego de 5 años de


proceso, se determina que aquel no tenía interés para obrar y se
manda a anular lo actuado. Una declaración equivocada en esta
fase determinaría que un sujeto que sí tenía necesidad de tutela se
CAP. VII

77 Avendaño Valdez, Juan Luis, “El interés para obrar”, en Thémis, cit.,
p. 66.

INSTITUTO PACÍFICO 151


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

quede sin tutela jurídica alguna por el mal uso de un instrumento


procesal pensado y desarrollado únicamente en el principio de eco-
CAP. I
nomía procesal, o sea en el ahorro de trabajo inútil para la judicatura.

[…]”

Creemos que similar decisión debería adoptarse en los casos


CAP. II
en que estando el proceso en la fase de saneamiento procesal o para
sentenciar, se descubre la no realización de la conciliación extraju-
dicial previa y obligatoria, omisión que no fue advertida por el juez
ni por el demandado, quien por lo demás en el proceso niega la pre-
tensión y derecho que invoca el demandante.
CAP. III
Sabido es que cuando no se realiza la conciliación previa que
establece de modo obligatorio la Ley N.° 26872, modificada por el
Decreto Legislativo N.° 1070, el juez declara improcedente la de-
manda por falta de interés para obrar. Así lo indica el artículo 6 de la
CAP. IV
citada ley, a saber:
Artículo 6. Falta de intento Conciliatorio

Si la parte demandante, en forma previa a interponer su demanda


judicial, no solicita ni concurre a la Audiencia respectiva ante un
CAP. V Centro de Conciliación extrajudicial para los fines señalados en el
artículo precedente, el juez competente al momento de calificar la
demanda, la declarará improcedente por causa de manifiesta falta
de interés para obrar. (subrayado nuestro)

CAP. VI
Nótese que la disposición establece para el juez el momento en
que debe tomar la decisión. Este momento es la calificación de la
demanda. Entonces, siendo el artículo 6 uno de carácter restrictivo
del derecho de acceso a la justicia, debe ser interpretado también de
modo restrictivo, lo que permite colegir que fuera de ese momento
CAP. VII procesal no puede el juez de oficio declarar la conclusión del proce-
so por falta de intento conciliatorio.

152 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Ahora, si esa falta de intento conciliatorio es denunciado por el


demandado al contestar la demanda, lo que resulta oportuno, co-
rresponde al juez tomar la decisión antes de sanear el proceso. Pero, CAP. I

si tampoco el demandado lo propone, y el juez declara saneado el


proceso, ya no es factible invocar la falta de intento conciliatorio
para sustentar la nulidad del proceso, menos pretender esto en la
apelación de la sentencia. En estos casos, se habría convalidado el
defecto, y siguiendo las enseñanzas de la Corte Interamericana y del CAP. II

propio Tribunal Constitucional con motivo de la excepción de falta


de agotamiento de la vía administrativa, la solicitud del demandado
debe descartarse.
En esta misma línea se ubica Avendaño Valdez78, quien sostiene: CAP. III

“[…]
Si en un caso concreto el demandado, en el escrito de contestación
de demanda, no solicitó la improcedencia de la demanda por falta
de interés para obrar, tampoco lo hizo en la Audiencia de Sanea- CAP. IV

miento Procesal, ni apeló la decisión del juez de declarar saneado


el proceso, mucho menos en los alegatos finales y es recién en la
apelación de la sentencia que introduce la supuesta falta de interés
del demandante, pretendiendo violar los principios de preclusión
procesal y de convalidación de las nulidades –aunque, como lo ex- CAP. V
plicamos, no hay nulidad alguna y si la hubiere ya no es posible
alegarla por mandato expreso de la primera parte del artículo 176
del Código Procesal Civil–, esa denuncia no puede ser amparada
por la Corte Superior ni por la Corte Suprema.
CAP. VI
Es muy relevante la oportunidad en que el demandado –en este
caso hipotético– ha cuestionado el interés del demandante, pues
evidencia la inutilidad de su planteamiento en esa segunda fase del
proceso. Como lo vimos en los puntos anteriores, pasada la etapa
postulatoria, de saneamiento y resolutiva, la alegación de falta de
CAP. VII

78 Avendaño Valdez, Juan Luis, “El interés para obrar”, en Thémis, cit.,
pp. 67 y 68.

INSTITUTO PACÍFICO 153


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

interés ya no es posible porque no lo autoriza ningún artículo del


Código Procesal Civil, pues la institución pierde su finalidad que
CAP. I
es la de evitar ‘molestar’ a la judicatura innecesariamente. El pro-
ceso ya se llevó a cabo y se obtuvo una decisión. Discutir ahora
si hay interés para obrar o no es ocioso, porque ya se realizaron
todos los actos procesales que el buen uso de la institución preten-
dería evitar en caso faltase el interés para obrar, que no es el caso,
porque el demandante tiene interés tanto en el medio como en el
CAP. II
resultado.

[…]”.

Resulta importante considerar a la hora de tomar la decisión


CAP. III
que comentamos, el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas
(derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable), es decir que
el juez debe considerar este derecho fundamental antes de decidir si
debe concluir el proceso por alguna de las causales de improceden-
CAP. IV cia antes anotadas.

2.7. Nulidad por vicio insubsanable pese a existir


excepción

CAP. V
El tema del epígrafe podría llevarnos una aparente infracción a
la regla procesal establecida en el artículo 454 del Código Procesal
Civil, a saber:
“Improcedencia de la excepción como nulidad
CAP. VI Artículo 454. Los hechos que configuran excepciones no podrán
ser alegados como causal de nulidad por el demandado que pudo
proponerlas como excepciones.

En páginas anteriores dijimos que esta disposición nos ofrece


CAP. VII dos normas o interpretaciones:

154 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

- Los hechos que configuran excepciones deben ser alegados


vía excepción.
- Los hechos que no configuran excepciones deben ser ale- CAP. I

gados vía nulidad.


Sin embargo, lo que vamos a tratar en este apartado, no debe ser
entendido como una contradicción con lo señalado.
En efecto, consideramos que tratándose de vicios insubsanables CAP. II

no es necesario que el demandado proponga la excepción de su pro-


pósito (como único camino), pues como se expresó anteriormente,
si la nulidad es absoluta por vicio insubsanable, nada se convalida, y
por tanto es factible que se presente la nulidad, a pesar de existir una
CAP. III
excepción que pudo haber sido planteada. Por ende, si el demanda-
do formula la nulidad en lugar de proponer la excepción, el juez no
tiene más opción que acoger la nulidad una vez que compruebe la
existencia del defecto insubsanable, es decir no puede desestimarla
en virtud de la regla del artículo 454. Esta solución es aplicable in- CAP. IV

cluso si la nulidad es propuesta sin observar la primera oportunidad


que tuviera el demandado perjudicado, o si lo hace fuera del plazo
para excepcionar, o si lo propone como parte del recurso de apela-
ción, que según el artículo 382 del Código contiene intrínsecamen-
te el de nulidad, solo en los casos que los vicios estén referidos a la CAP. V

formalidad de la resolución impugnada, e incluso si lo invoca en el


recurso de casación en los procesos donde sea posible.
En consecuencia, más allá del mecanismo procesal previsto en
la ley (la excepción, por ejemplo) lo relevante es que si la informa- CAP. VI

ción proporcionada por el emplazado, aun a “destiempo”, permite


al juez comprobar la existencia de un vicio insubsanable, el proce-
so debe concluir y no continuar su desarrollo, pues no conduce a
solucionar ningún conflicto de intereses ni incertidumbre jurídi-
ca. Asumir una posición contraria equivaldría, por ejemplo a reali- CAP. VII

zar procesos con jueces incompetentes por causal absoluta, lo que

INSTITUTO PACÍFICO 155


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

no puede hacerse por mandato expreso del artículo 35 del Código


Procesal Civil. Igual reflexión cabe, aun cuando no haya norma
CAP. I concreta específica en el Código, para los casos de cosa juzgada,
conciliación judicial, transacción, desistimiento de la pretensión,
litispendencia y legitimidad para obrar, pues por sentido común
es absurdo suponer que en los cuatro primeros supuestos si no se
propuso la excepción respectiva que contempla el Código, el juez
CAP. II
deberá resolver sobre la pretensión en giro (cuando jurídicamente
ya no hay nada que resolver), o que en el caso de la litispenden-
cia comprobada el juez del último proceso prosiga con el trámite
de su causa. Tal absurdo colisionaría en los cuatro primeros casos
CAP. III
con principios constitucionales de la función jurisdiccional esta-
blecidos en el artículo 139 de la Constitución, que garantizan la
cosa juzgada, y en el de la litispendencia, a la prohibición de avo-
camiento a causas que giran ante otro despacho, también previsto
en la misma norma constitucional. Es más, para la litispendencia
CAP. IV debe considerarse que el inciso 3 del artículo 438 del Código pre-
ceptúa que no es jurídicamente posible iniciar otro proceso con el
mismo petitorio, norma congruente con el numeral 427 Inciso 6
del mismo Código, que autoriza el rechazo in limine de la deman-
da si contiene un petitorio jurídicamente imposible.
CAP. V
También se llega a similar conclusión, no obstante no haber nor-
ma procesal concreta al respecto, en los casos de falta de legitimidad
para obrar, pues no se puede so pretexto de no haberse interpuesto
la excepción correspondiente, proseguir la litis y expedir sentencia a
CAP. VI favor o en contra de un “demandante” o de un “demandado” que no
es tal por carecer de legitimidad para obrar.
En la línea de lo anotado, se ubica Avendaño Valdez79, quien
señala:
CAP. VII

79 Avendaño Valdez, Juan Luis, “El interés para obrar”, en Thémis, cit.,
p. 66.

156 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

“[…]

Piénsese en la competencia: es nula toda actuación procesal reali- CAP. I


zada por un juez incompetente, razón por la cual la incompeten-
cia puede ser denunciada en cualquier fase del proceso. La razón
radica en que la ausencia de competencia es un vicio de nulidad
insubsanable pues afecta el derecho constitucional al juez natural
y el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, ambos reconocidos CAP. II
en el artículo 139 de la Constitución.

Piénsese también en la capacidad procesal. Un proceso contra un


niño de diez años es nulo, independientemente de la fase en la que
se denuncie el vicio. Nuevamente, de no declararse la nulidad de
todo lo actuado se afectaría el derecho de defensa y a la tutela ju- CAP. III

risdiccional efectiva reconocida constitucionalmente.

Finalmente, piénsese en la legitimidad para obrar. Un proceso de


ejecución de garantías seguido ante un sujeto que jamás participó
en la constitución de la garantía será siempre nulo e imposible de CAP. IV

convalidar en fase alguna del proceso, pudiendo alegarse en todo


momento la invalidez de la relación jurídica procesal y la afecta-
ción, una vez más, al derecho de defensa del demandado.

[…]” CAP. V

Es evidente que la nulidad aludida no será el remedio para los


casos de prescripción extintiva, convenio arbitral e incompetencia
por territorio prorrogable, supuestos en los que el demandado debe
necesariamente proponer la excepción correspondiente si pretende CAP. VI

que el defecto que denuncia sea acogido; si no propone la excep-


ción, simplemente ya no puede alegarlo después, quedando a las re-
sultas de lo que decida el órgano jurisdiccional en relación a la pre-
tensión de la demanda. Recuérdese que los hechos a que se refieren
CAP. VII
la prescripción; extintiva, el convenio arbitral y la incompetencia
territorial prorrogable tampoco pueden ser controlados de oficio

INSTITUTO PACÍFICO 157


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

por el juez al calificar la demanda, pues no forman parte de las cau-


sales de improcedencia de la demanda reguladas en el artículo 427
CAP. I del Código Procesal Civil. En consecuencia, los hechos vinculados
a tales excepciones siempre deberá invocarlos el demandado y úni-
camente mediante la excepción. Así fluye nítidamente del artículo
1992 del Código Civil para la prescripción extintiva80, del artículo
35 del Código Procesal Civil81 para la excepción de incompetencia
CAP. II
y del artículo 18 del Decreto Legislativo N.° 107182 (que norma el
arbitraje) para el convenio arbitral.

CAP. III

CAP. IV

80 Prohibición de declarar de oficio la prescripción


CAP. V
Artículo 1992. El juez no puede fundar sus fallos en la prescripción si no
ha sido invocada.
81 “Incompetencia
Artículo 35. La incompetencia por razón de materia, cuantía, grado, turno
y territorio, esta última cuando es improrrogable, se declarará de oficio al
calificar la demanda o excepcionalmente en cualquier estado y grado del
CAP. VI proceso, sin perjuicio de que pueda ser invocada como excepción”.
82 Artículo 18. Renuncia al arbitraje
La renuncia al arbitraje será válida solo si se manifiesta en forma expresa
o tácita. Es expresa cuando consta en un documento suscrito por las
partes, en documentos separados, mediante intercambio de documentos
o mediante cualquier otro medio de comunicación que deje constancia
CAP. VII
inequívoca de este acuerdo. Es tácita cuando no se invoca la excepción
de convenio arbitral en el plazo correspondiente, solo respecto de las
materias demandadas judicialmente.

158 CAP IV: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDADO


EL CONTROL DE
Capítulo LOS PRESUPUESTOS
PROCESALES POR EL
V DEMANDANTE

Sumario: 1. La nulidad procesal.


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

CAP. I

CAP. II
Probablemente lo usual es encontrar que en los procesos judi-
ciales el control de los presupuestos procesales se realice de oficio
por los jueces o a pedido del demandado. Sin embargo, nada obsta
a que el propio demandante centre su atención en esos presupues-
tos. Razones no le faltan. Basta citar que también le interesa que el CAP. III

proceso se desarrolle exento de vicios, pues en caso contrario no


habrá solución sobre el fondo. En otras palabras, si el demandante
no pudiera decir nada sobre dichos presupuestos procesales, estaría
afectándose su derecho de defensa y su derecho a la tutela jurisdic-
cional efectiva. CAP. IV

Es por ello que esta parte del trabajo se dedica a determinar la


herramienta procesal que puede emplear el demandante para con-
trolar el cumplimiento de los presupuestos procesales.
CAP. V

1. La nulidad procesal
Ha quedado señalado que para controlar el cumplimento de los
presupuestos procesales, el demandado puede emplear las excep-
ciones y la nulidad procesal. CAP. VI

Las excepciones solo pueden ser propuestas por el demanda-


do, según la prescripción del artículo 446 del Código Procesal Civil.
Por tanto, esta herramienta no puede ser empleada por el deman-
dante. En cambio, para proponer la nulidad solo basta la existencia CAP. VII

del agravio, conforme al principio de trascendencia que regula el


artículo 174 del Código. Esto significa, que para proponer la nuli-
INSTITUTO PACÍFICO 161
ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

dad se requiere de un sujeto agraviado, que también puede ser el


demandante.
CAP. I
Por tanto, la herramienta que tiene el demandante para con-
trolar el cumplimiento de los presupuestos procesales es la nulidad
procesal.
Ahora, su empleo, y la decisión que el juez tome en relación a
CAP. II ella, están en función de la oportunidad de su proposición, y del
tipo de vicio que denuncia (subsanable o insubsanable), para cuyo
propósito reiteramos lo escrito en esta materia en relación a la nuli-
dad propuesta por el demandado.

CAP. III
Para graficar la corrección de lo que venimos exponiendo, basta
poner como ejemplo aquel proceso donde el demandado está ac-
tuando a través de un representante que no tiene esa calidad o que
no ha sido facultado para determinados actos procesales, como con-
testar la demanda, por ejemplo. Si el juez no advierte esos defectos,
CAP. IV y tramita la causa como si no existieran, ¿deberá el demandante so-
portar sin reclamar, o estará autorizado a hacerlo? Creemos que la
respuesta adecuada pasa por lo último; es decir, el demandante está
autorizado legalmente a protestar, pues si no fuera así, siguiendo
el ejemplo propuesto, se le estaría obligando a litigar dentro de un
CAP. V
proceso donde el supuesto representante del demandado no realiza
actos procesales válidos, justamente por no tener representación.
Para problemas de representación, tratándose del demandante
o del demandado, el Código en el inciso 3 del artículo 446 ha esta-
CAP. VI blecido la excepción de representación defectuosa del demandante
o del demandado, pero en ambos casos la denuncia debe hacerla el
demandado. Dicha norma es inaplicable al supuesto que examina-
mos, pues en el ejemplo que presentamos es el demandante quien
trata de informar al juez de la representación defectuosa del deman-
CAP. VII
dado, y al carecer de excepción, solo le queda proponer la nulidad.

162 CAP V: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES POR EL DEMANDANTE


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Igual ejercicio y reflexión cabe hacer respecto a la falta de legi-


timidad para obrar del demandado, esto es, qué sucede si el deman-
dante advierte que el sujeto pasivo que se apersona al proceso y que CAP. I

ha sido admitido como tal por el juzgado, en realidad no tiene esa


calidad. Frente a este problema, el demandante no puede plantear
excepción alguna, pero sí puede y debe discutir este defecto, para
cuyo propósito es útil, sin duda alguna, la nulidad procesal.
CAP. II
Lo mismo puede decirse cuando el propio demandante se da
cuenta que el juez que está conociendo del proceso no resulta com-
petente por razón de una causal de incompetencia absoluta. En este
caso, aun cuando el demandado o el juez no hayan reparado en este
defecto, nada obstará para que el demandante exprese su protesta CAP. III

por este tema insubsanable, pues de lo contrario se le obligaría a


seguir un proceso con tal defecto y sin opción de tutela efectiva al
no resolverse el tema de fondo. Otra vez, resulta útil para este fin la
nulidad procesal, ya que el demandante no puede plantear la excep-
ción de incompetencia. CAP. IV

Los ejemplos descritos permiten concluir por la validez de la


idea contenida en este capítulo, esto es que el demandante también
puede controlar el cumplimiento de los presupuestos procesales de
fondo y de forma. CAP. V

CAP. VI

CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 163


EL CONTROL DE
LOS PRESUPUESTOS
Capítulo PROCESALES POR LOS
LITISCONSORTES Y LOS
VI TERCEROS

Sumario: 1. Clases de litisconsorcio en el Código Pro-


cesal Civil. 2. Clases de terceros en el Código Procesal
Civil. 3. Mecanismos para el control de los presupues-
tos procesales a cargo de los litisconsortes. 4. Mecanis-
mos para el control de los presupuestos procesales a
cargo de los terceros.
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

CAP. I

CAP. II
Desarrollaremos los temas de este capítulo siguiendo el orden
y las reglas que prevé el Código Procesal Civil para dichos temas,
pudiendo recurrirse a la doctrina que informa el Código cuando sea
necesario.
CAP. III

1. Clases de litisconsorcio en el Código


Procesal Civil
El capítulo VI del Título II del Código Procesal Civil se ocupa
de la figura del litisconsorcio. CAP. IV

El litisconsorcio deriva etimológicamente “de litis (litigio, con-


flicto), con (junto) y sors (suerte), el litisconsorcio es la situación
jurídica en que se hallan diversas personas que actúan en juicio con-
juntamente como actores o demandados”83. CAP. V

Se señala que “el  litisconsorcio  se clasifica en  activo  –cuando


existen varios demandantes–,  pasivo  –cuando existen varios de-
mandados–, y  mixto –cuando existen varios demandantes y de-
mandados–. Al momento de su formación se clasifica en originario,
CAP. VI
cuando existe pluralidad de sujetos desde el inicio del proceso; y su-
cesivo, cuando se produce durante el desenvolvimiento del proceso
–sucesión procesal, integración de la litis acumulación de procesos
e intervención adhesiva litisconsorcial–. Por último, el litisconsorcio,
atendiendo a su fuente de origen, es facultativo cuando la plurali- CAP. VII

83 Véscovi, Enrique, Teoría general del proceso, cit., p. 198.

INSTITUTO PACÍFICO 167


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

dad de sujetos obedece a criterios de ocasionalidad o economía; y,


por ende, surge por voluntad de las partes, y en modo alguno por
CAP. I una exigencia legal; y será necesario cuando la presencia de una plu-
ralidad de partes en el proceso se imponga por la naturaleza de la
propia pretensión discutida o por las implicancias de la resolución
judicial que ha de recaer en el proceso”84.
La clasificación anteriormente enunciada guarda perfecta ar-
CAP. II
monía con las reglas del Código Procesal Civil en materia de litis-
consorcio.
Sostiene Peyrano85 “Que los litisconsortes son partes, en senti-
do estricto, de la relación jurídica procesal, a diferencia del tercero,
CAP. III
que […] es el sujeto procesal eventual no necesario para la presta-
ción de la prestación de la actividad jurisdiccional que, sin ser parte,
tiene la ‘chance’ de participar en una relación procesal pendiente
en la medida del interés jurídico que ostenta y a través del instituto
CAP. IV
técnicamente denominado intervención de terceros”.
Para Lino Palacio, “[…] el litisconsorcio necesario implica la
existencia de una sola pretensión con pluralidad de sujetos, even-
tualmente legitimados, y de que, por tanto, la sentencia definitiva
debe tener un contenido único para todos los litisconsortes […]”86.
CAP. V
Asimismo Chiovenda señala lo siguiente:
“[E]n el litisconsorcio necesario, como nosotros lo hemos deli-
mitado, es más propio hablar de pluralidad de partes que de pro-
cesos; el proceso es único; y debiendo la decisión ser única, las
CAP. VI
partes, aún conservando su autonomía de acción, encuentran ne-
cesariamente límites en la acción discorde de los litisconsortes.

84 Exp. N.º 961-2004-AA/TC, fundamento 4.


85 Peyrano, Jorge, El Proceso Atípico, Editorial Universidad, Buenos Aires,
CAP. VII 1993, p. 82.
86 Palacio Lino, Enrique, Derecho Procesal Civil, Abeledo Perrot, Buenos
Aires, [2003], t. 3. p. 207.

168 CAP VI: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


POR LOS LITISCONSORTES Y LOS TERCEROS
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Basta la negación por parte de un consorte para hacer necesaria la


prueba de un hecho, aun cuando los otros consortes la admitan; el
acto perjudicial del litisconsorte (declaración de parte) , no pierde CAP. I
eficacia respecto a él, pero no puede dar lugar a su vencimiento,
sino cuando el hecho influyente es probado respecto a los otros.
Respecto a él, por consiguiente, el hecho no tiene necesidad de
prueba, o de otra prueba; si posteriormente el hecho es probado
respecto a los otros, o si los otros dejan de estar en el juicio, la
CAP. II
confesión o el juramento adquiere de nuevo su eficacia. Pero (casi
como compensación a esta limitación de hecho) es natural que en
el litisconsorcio necesario quede intensificado el valor que el acto
del litisconsorte puede tener como elemento de la convicción del
juez respecto a los otros”87.
CAP. III

En cuanto al litisconsorcio facultativo Monroy Gálvez88 afirma


que “A diferencia del litisconsorcio necesario, esta vez se trata de
personas que no están intrínsecamente ligadas en la relación sus-
tantiva. Se trata mas bien de personas independientes del titular de CAP. IV
la relación sustantiva, pero que podrían, de alguna manera, ser afec-
tados por lo que se resuelva en el proceso en donde participa una
persona, con quien sí mantiene algún tipo de relación.
Por esa razón, la presencia de estas personas en el proceso no es
definitiva ni esencial, dicho de otra manera, su ausencia no afecta el CAP. V

resultado del proceso. A pesar de lo dicho, pueden perfectamente


apersonarse a él, ser calificados por el juez y participar en el proceso.
Las facultades que tengan dentro del proceso dependerán del gra-
do de involucramiento que presenten con la relación sustantiva que CAP. VI

87 Monroy Gálvez, Juan, “Partes, acumulación, litisconsorcio, intervención


de terceros y sucesión procesal en el Código Procesal Civil”, en Blog.Pucp
de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, [2009]. Veáse en: < CAP. VII

http://bit.ly/1McD73R>
88 Ibídem.

INSTITUTO PACÍFICO 169


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

dio origen al proceso o de la naturaleza de la relación que mantenga


con alguna de la partes”.
CAP. I Entre las principales características del litisconsorcio necesario, que
fluyen de la regulación del Código, y que guardan conformidad con la
doctrina que informa este tema, podemos mencionar las siguientes:
- Puede ser activo o pasivo, según la posición que ocupen los su-
CAP. II
jetos en el proceso, esto es como demandantes o como deman-
dados.
- Para que haya pronunciamiento válido deben participar en el
proceso todos los litisconsortes necesarios, quienes conforman
una sola parte, motivo por el cual corren la misma suerte.
CAP. III
- La intervención de un litisconsorte necesario en el proceso
puede darse por iniciativa propia, o a pedido de cualquiera de
las partes, o de oficio por el juez.
- La actividad probatoria que realiza un litisconsorte necesario
CAP. IV
favorece o perjudica al conjunto de litisconsortes.
- La impugnación efectuada por un litisconsorte necesario se en-
tiende hecha por todos los que integran el litisconsorcio.
- La disposición de los derechos corresponde a todos los litis-
CAP. V consortes necesarios.
Entre las principales características del litisconsorcio facultati-
vo, que fluyen de la regulación del Código, y que guardan conformi-
dad con la doctrina que informa este tema, podemos mencionar las
CAP. VI
siguientes:
- Puede ser activo o pasivo, según la posición que ocupen los su-
jetos en el proceso, esto es como demandantes o como deman-
dados.
CAP. VII
- El litisconsorcio facultativo es un litigante independiente que
participa en forma voluntaria, y por tanto el resultado en el pro-
ceso puede ser distinto para cada litisconsorte.
170 CAP VI: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES
POR LOS LITISCONSORTES Y LOS TERCEROS
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

- La ausencia o no participación de un litisconsorte facultativo


no provoca la invalidez de la decisión que se adopte en el proceso.
- La actividad probatoria que realiza un litisconsorte facultativo CAP. I

favorece o perjudica a él mismo, salvo que el medio de prueba


sea de carácter común para todos los litisconsortes facultativos.
- La impugnación efectuada por un litisconsorte facultativo se
entiende hecha por solo por él. CAP. II

- La disposición de los derechos corresponde a cada litisconsorte


facultativo.

2. Clases de terceros en el Código Proce- CAP. III

sal Civil
El capítulo VII del Título II del Código Procesal Civil se ocupa
de la intervención de terceros.
“Tercero es quien, en el momento de trabarse la relación jurídi- CAP. IV

co-procesal, no tiene la calidad de parte por no ser demandante ni


demandado, pero una vez que interviene, sea voluntariamente, por
citación del juez, o llamado por una de las partes principales, se con-
vierte en parte, es decir, ingresa en el área del proceso. Ese tercero
puede intervenir legitimado por intereses morales, patrimoniales, CAP. V

pero en todo caso jurídicamente tutelados”89.


Los terceros pueden intervenir en el proceso en forma volunta-
ria o forzosa, en este último caso, a pedido de parte o de oficio por
el juez90. CAP. VI

89 Parra Quijano, Jairo, La intervención de terceros en el proceso civil, De


Palma, Buenos Aires, 1986, p. 26.
90 Resulta valioso el estudio sobre “Los terceros en el código procesal
civil”, hecho por Jairo Parra Quijano, publicado en Derecho Procesal Civil, CAP. VII

Congreso Internacional, Fondo Editorial de la Universidad de Lima,


Lima, 2003, pp. 293-306.

INSTITUTO PACÍFICO 171


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Son terceros voluntarios los siguientes:


- El tercero coadyuvante, regulado en el artículo 97 del Código
CAP. I
Procesal Civil.
- El tercero litisconsorcial (litisconsorte cuasi necesario), a que
se refiere el artículo 98 del Código Procesal Civil.
- El tercero excluyente principal, a que se refiere el artículo 99 del
CAP. II
Código Procesal Civil.
- El tercerista de propiedad, que contempla el artículo 100 del
Código Procesal Civil.
- El tercerista preferente de pago, que regula el artículo 100 del
CAP. III
Código Procesal Civil.

Son terceros forzosos que intervienen a pedido de parte, los si-


guientes:
CAP. IV
- El denunciado civil a que se refiere el artículo 102 del Código
Procesal Civil.
- El tercero que es emplazado vía aseguramiento de pretensión
futura, contemplado en el artículo 104 del Código Procesal Ci-
vil.
CAP. V

- El tercero que es incorporado vía llamamiento posesorio, a que


se refiere el artículo 105 del Código Procesal Civil.
Son terceros forzosos que intervienen por disposición de oficio
por el juez, los siguientes:
CAP. VI

– El tercero que es llamado al proceso en caso de fraude o colu-


sión, a que se refiere el artículo 106 del Código Procesal Civil.

CAP. VII

172 CAP VI: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


POR LOS LITISCONSORTES Y LOS TERCEROS
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

3. Mecanismos para el control de los pre-


supuestos procesales a cargo de los li-
tisconsortes CAP. I

- En el caso de los litisconsortes necesarios y facultativos, que tie-


nen la posición de sujetos activos (demandantes), el mecanis-
mo para ejercer control sobre los presupuestos procesales es la
nulidad procesal, motivo por el cual nos remitimos a lo expues- CAP. II

to respecto al control de estos presupuestos por el demandante.


- En el caso de los litisconsortes necesarios y facultativos, que
tienen la posición de sujetos pasivos (demandados), el meca-
nismo natural de control son las excepciones procesales, y en CAP. III

defecto de ellas, la nulidad procesal o las llamadas defensas de


forma innominadas. Por tanto, nos remitimos a lo expuesto res-
pecto al control de estos presupuestos por el demandado.

4. Mecanismos para el control de los pre- CAP. IV

supuestos procesales a cargo de los


terceros
- Tratándose de los terceros voluntarios, coadyuvante y litiscon-
cosorcial, que ingresan al proceso en la etapa postulatoria, por- CAP. V

que han tomado conocimiento del proceso (sea por notifica-


ción judicial que ordena la ley91, o por otra razón), la regla es

91 Por ejemplo, el artículo 690 del Código Procesal Civil obliga a notificar la CAP. VI

demanda al tercero que puede verse afectado con la ejecución.


“Artículo 690. Legitimación y derecho de tercero
Están legitimados para promover ejecución quien en el título ejecutivo
tiene reconocido un derecho en su favor; contra aquel que en el mismo
tiene la calidad de obligado y, en su caso el constituyente de la garantía del
bien afectado, en calidad de litis consorte necesario. CAP. VII

Cuando la ejecución pueda afectar derecho de tercero, se debe notificar a


este con el mandato de ejecución. La intervención del tercero se sujetará a lo

INSTITUTO PACÍFICO 173


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

que ejercen el control de los presupuestos procesales mediante


las excepciones procesales, y en defecto de ellas, con la nulidad
CAP. I procesal o las denominadas defensas de forma innominadas.
Si la intervención ocurre fuera de la etapa postularía, o inclu-
so durante la segunda instancia, el control se ve circunscrito a
defectos insubsanables, y podría hacerse efectivo mediante la
nulidad procesal.
CAP. II
- Tratándose de los terceros voluntarios, excluyente principal, y
terceristas de propiedad y preferente de pago, en vista que para
ejercer su derecho tienen que presentar la demanda respectiva
(lo que implica que tienen pretensión propia), el control de los
CAP. III presupuestos lo hacen vía nulidad, al tener en estricto la calidad
de demandantes en el proceso que instauran.
- Tratándose de los terceros forzosos que se incorporan al proce-
so a pedido de parte, vía denuncia civil, aseguramiento de pre-
CAP. IV
tensión futura, o llamamiento posesorio, al ser emplazados con
la demanda, el camino natural para ejercer el control de los pre-
supuestos procesales son las excepciones, y en defecto de ellas, la
nulidad procesal o las llamadas defensas de forma innominadas.
- Lo mismo ocurrirá en el caso de los terceros forzosos que se
CAP. V
incorporan al proceso de oficio por el juez, en caso de fraude
o colusión, quienes al ser emplazados con la demanda, tienen
a las excepciones como camino natural para ejercer el control
de los presupuestos procesales, y en defecto de ellas, la nulidad
CAP. VI
procesal o las llamadas defensas de forma innominadas.

CAP. VII

dispuesto en el artículo 101. Si se desconociera el domicilio del tercero se


procederá conforme a lo prescrito el artículo 435”. (Cursivas nuestras).

174 CAP VI: EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES


POR LOS LITISCONSORTES Y LOS TERCEROS
Capítulo PRINCIPALES
CONCLUSIONES
VII
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

CAP. I

CAP. II
Para exigir tutela jurisdiccional efectiva es necesario el ejercicio
de los derechos de acción y de contradicción, y que estos se realicen
dando cumplimiento a los presupuestos procesales materiales y a
los presupuestos procesales de forma. La tutela jurisdiccional efec-
tiva comprende el derecho de acceso a la justicia, el derecho a un CAP. III

proceso con garantías mínimas, el derecho a una resolución sobre el


fondo de la controversia, y el derecho a la ejecución de la resolución
judicial.
Conforme a la doctrina que informa nuestro proceso civil y a la CAP. IV

jurisprudencia de nuestros tribunales de justicia, los presupuestos


procesales materiales son la legitimidad para obrar, el interés para
obrar, y la posibilidad jurídica, los mismos que vienen a ser los ele-
mentos necesarios que van a permitir resolver el fondo de la contro-
versia. CAP. V

Conforme a la doctrina que informa nuestro proceso civil y a la


jurisprudencia de nuestros tribunales de justicia, los presupuestos
procesales de forma son la capacidad procesal, la competencia y los
requisitos de la demanda, los mismos que vienen a ser los elemen- CAP. VI

tos necesarios para que exista una relación jurídica procesal válida.
El control de los presupuestos procesales corresponden a los
jueces, a las partes del proceso, a los litisconsortes y a los terceros.
Los jueces realizan de oficio el control del cumplimiento de los CAP. VII

presupuestos procesales durante el desarrollo del proceso, con es-

INSTITUTO PACÍFICO 177


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

pecial énfasis en los actos postulatorios (demanda y contestación),


en el saneamiento procesal, y al sentenciar.
CAP. I
Tratándose de vicios insubsanables nada impide que el juez
efectúe su control en cualquier estado del proceso, de oficio o a pe-
dido de parte, incluso después de haberse declarado saneado el pro-
ceso, en cuyo caso cede el principio de preclusión que establece el
Código luego de haberse declarado saneado el proceso por existir
CAP. II
una relación procesal válida. No obstante, tratándose de la falta de
agotamiento de la vía administrativa y de la no realización de la con-
ciliación extrajudicial, debe resolverse el tema de fondo y no privile-
giar dichos formalismos, siguiendo las orientaciones de la Corte In-
CAP. III teramericana de Derechos Humanos y del Tribunal Constitucional.
El demandado debe denunciar los defectos de los presupuestos
procesales a través de las defensas de forma que la ley le concede, es
decir mediante las excepciones, y a falta de ellas mediante la nulidad
CAP. IV
procesal o las llamadas defensas de forma innominadas.
Tratándose de vicios insubsanables, el demandado está autori-
zado a formular su denuncia mediante nulidad, sea que exista o no
excepción prevista en la ley, pues por regla los vicios insubsanables
no se convalidan.
CAP. V
También el demandante puede formular reparos en los presu-
puestos procesales mediante la nulidad procesal. Igual defensa co-
rresponde a los litisconsortes necesarios o facultativos activos.
Los litisconsortes necesarios o facultativos pasivos, deben cues-
CAP. VI
tionar los presupuestos procesales mediante las excepciones, y a fal-
ta de ellas mediante la nulidad procesal o las llamadas defensas de
forma innominadas.
Los terceros voluntarios que ingresan al proceso en la etapa
CAP. VII postulatoria, pero ocupando un rol pasivo, deben proponer excep-
ciones, y en defecto de ellas proponer la nulidad procesal o las de-

178 CAP VII: PRINCIPALES CONCLUSIONES


LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

fensas de forma innominadas. En cambio, los terceros voluntarios


que asumen un rol activo, como los terceristas o los excluyentes
principales deben proponer la nulidad procesal. CAP. I

Los terceros forzosos que son emplazados con la demanda de-


ben objetar los presupuestos procesales mediante las excepciones,
y en defecto de ellas mediante la nulidad procesal o las defensas de
forma innominadas
CAP. II

La finalidad del pedido de nulidad está relacionada con el re-


examen o revisión de los requisitos de validez de la resolución, mas
no con los criterios de la misma, en cuyo caso debe ineludiblemente
apelarse.
CAP. III
Los principios de la nulidad procesal son útiles para salvar y
conservar la eficacia de los actos procesales que tienen defectos sub-
sanables.
La declaración de nulidad de una resolución es la última alter-
nativa que debe adoptar el órgano jurisdiccional, quien debe reali- CAP. IV

zar todo el esfuerzo para conservar el acto cuestionado con el apoyo


y auxilio de los principios que regulan la nulidad procesal. Tal de-
claración solo se justifica si existe lesión al debido proceso legal o
cuando se ha afectado el derecho de defensa de las partes. CAP. V

La viabilidad de la tutela jurisdiccional efectiva y un mejor ser-


vicio de justicia requieren de una permanente y constante revisión
de la práctica judicial, pues la rutina y el pragmatismo puro pueden
llevar, inadvertidamente, a afectar derechos fundamentales.
CAP. VI
El juez como director del proceso debe evitar la indefensión de
cualquier índole para las partes, y estas pueden ayudar a prevenirla
con roles proactivos en salvaguarda de sus propios intereses y dere-
chos.
CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 179


anexos

Anexo N.° 01. Sentencia del Tribunal Constitucional dictada en


el Expediente N.° 07022- 2006-AA/TC. Hace prevalecer el de-
recho al plazo razonable sobre la incompetencia por razón de la
materia declarada por la corte suprema.
Anexo N.° 02. Resolución del Tribunal Constitucional dictada
en el Expediente N.° 07022- 2006-AA/TC. Desestima un recur-
so de aclaración.
Anexo N.° 03. Resolución Superior del Expediente N.° 10848-
2013. Aplica el principio de subsanación.
Anexo N.° 04. Resolución superior del Expediente N.° 8174-
2013. Aplica el principio de integración.
Anexo N.° 05. Casación N.° 1463-2007-Cajamarca. Se pierde el
interés para obrar por efecto de la transacción extrajudicial.
Anexo N.° 06. Casación N.° 3851-2013-Lima norte. No exis-
te interés para obrar cuando se refinancia la deuda y se viene
cumpliendo el nuevo cronograma de pago.
Anexo N.° 07. Casación N.° 3680-2011-Lima norte. La excep-
ción de falta de legitimidad para obrar denuncia la carencia de
identidad entre los sujetos de la relación jurídica material y los
sujetos de la relación jurídica procesal.
Anexo N.° 08. Corte Suprema de Justicia de la República. Pri-
mer Pleno Casatorio Civil.
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

ANEXO N.° 01 CAP. I

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


DICTADA EN EL EXPEDIENTE N.° 07022-2006-AA/
TC. HACE PREVALECER EL DERECHO AL PLAZO
RAZONABLE SOBRE LA INCOMPETENCIA POR
RAZÓN DE LA MATERIA DECLARADA POR LA CAP. II

CORTE SUPREMA

EXP. N.° 7022-2006-PA/TC


LIMA CAP. III

EDGARDO GARCÍA
ATAUCURI
Y OTROS
CAP. IV
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 19 días del mes de junio de 2007, reunido el Tri-
bunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la
asistencia de los magistrados Landa Arroyo, Gonzales Ojeda,
Alva Orlandini, Bardelli Laritrigoyen, García Toma, Vergara CAP. V

Gotelli y Mesía Ramírez, pronuncia la siguiente sentencia:


I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Edgar-
do S. García Ataucuri, en representación de más de 800 traba- CAP. VI

jadores jubilados de la empresa Southern Perú Limited, contra


la sentencia de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la
Corte Suprema  de Justicia de  la República, de fojas 252 del
segundo cuaderno, su fecha 6 de abril de 2006, que declaró CAP. VII
infundada la demanda de amparo de autos.

INSTITUTO PACÍFICO 183


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

II. ANTECEDENTES
CAP. I
1. Demanda
El recurrente, por derecho propio y en representación de 800
trabajadores jubilados de la empresa Southern Perú Limited,
interpone demanda de amparo contra la Sala de Derecho Cons-
titucional y Social Transitoria de la Corte Suprema de Justicia
CAP. II
de la República, por la presunta vulneración de sus derechos
al debido proceso, a la tutela judicial efectiva y a la congruen-
cia y razonabilidad de las resoluciones judiciales, a fin de que
se declare inaplicable la resolución de fecha 19 de setiembre
CAP. III de 2001, expedida por la Sala demandada (Casación número
920-2001). Manifiesta que en el marco del proceso civil se-
guido por los demandantes contra la empresa Southern Perú
Limited, sobre entrega de acciones y pago de dividendos, se
declaró fundada la demanda tanto en primera como en segun-
CAP. IV
da instancia. Sin embargo, con motivo del recurso de casación
interpuesto por la citada empresa, la Corte Suprema se pro-
nunció sobre una excepción de incompetencia que no había
sido alegada por ninguna de las partes y declaró la nulidad de
CAP. V
todo lo actuado, violando el principio de congruencia y apli-
cando indebidamente el principio iura nóvit curia en sede de
casación.
2. Contestación de la demanda
CAP. VI
La procuradora pública a cargo de los asuntos judiciales del
Poder Judicial contesta la demanda señalando que se pretende
cuestionar el criterio jurisdiccional de la Sala Constitucional y
Social Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, la que ha
emitido una resolución conforme a derecho y en el marco de
CAP. VII un proceso judicial que se ha llevado a cabo con todas las ga-
rantías procesales que la Constitución y la ley prevén. Por su

184 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

parte, la empresa Southern Perú Limited manifiesta que la re-


solución cuestionada ha sido emitida de manera regular toda
CAP. I
vez que la nulidad por razón de la materia puede ser declarada
de oficio, por el juzgador, en cualquier estado del proceso. En
consecuencia, no se ha producido vulneración alguna de los
derechos constitucionales alegados por el recurrente.
3. Resolución de primer grado CAP. II

La Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,


con fecha 27 de julio de 2005, declara infundada la deman-
da por considerar que la resolución cuestionada ha sido emi-
tida en ejercicio de la función jurisdiccional de los integran- CAP. III

tes de la Sala Constitucional y Social Transitoria de la Corte


Suprema de Justicia, quienes han procedido conforme a ley y
respetando el derecho al debido proceso de los demandantes.
4. Resolución de segundo grado
CAP. IV

La recurrida confirma la apelada por fundamentos similares.


III. FUNDAMENTOS
Precisión del petitorio de la demanda
1. Los recurrentes interponen demanda de amparo solicitando CAP. V

que se declare inaplicable la resolución de fecha 19 de setiem-


bre de 2001, expedida por la Sala de Derecho Constitucional
y Social Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la Re-
pública (Casación número 920-2001), en el proceso civil so- CAP. VI
bre entrega de acciones y pago de dividendos seguido por los
demandantes contra la empresa Southern Perú Limited, por
considerar que dicha resolución vulnera sus derechos al de-
bido proceso, a la tutela judicial efectiva y a la congruencia y
razonabilidad de las resoluciones judiciales. CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 185


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Sobre la aplicación del Código Procesal Constitucional (Ley N.°


CAP. I
28237)
2. Debe señalarse que la demanda de amparo fue interpuesta
con fecha 5 de diciembre de 2001, motivo por el cual es pre-
ciso tener en consideración que el Código Procesal Constitu-
cional entró en vigencia con posterioridad a la fecha de inicio
CAP. II
de este proceso, advirtiéndose, al respecto, que este Código
–vigente a partir del 1 de diciembre de 2004– ha establecido
en su Segunda Disposición Final lo siguiente:
[l]as normas procesales previstas por el presente Código son de apli-
CAP. III cación inmediata, incluso a los procesos en trámite. Sin embargo, con-
tinuarán rigiéndose por la norma anterior: las reglas de competencia,
los medios impugnatorios interpuestos, los actos procesales con prin-
cipio de ejecución y los plazos que hubieran empezado.

CAP. IV
3. Como tiene dicho este Tribunal, si bien de la citada disposi-
ción legal se puede interpretar que un proceso constitucional
en curso, como el de autos, puede comenzar a ser regido por
una nueva ley procesal, ello solo será posible siempre que la
aplicación de la referida norma garantice la vigencia del dere-
CAP. V
cho a la tutela jurisdiccional efectiva, lo que debe ser aprecia-
do atendiendo a las particularidades del caso concreto (STC
3771-2004-HC/TC, FFJJ 2-5).
4. Evaluando el presente caso de acuerdo con lo que establece
el Código Procesal Constitucional, se advierte que a la deman-
CAP. VI
da no se le imponen requisitos de procedibilidad que afecten
el derecho a la tutela jurisdiccional de los demandantes, por lo
que la aplicación de este corpus normativo resulta adecuada.
Derecho fundamental al debido proceso
CAP. VII 5. El derecho fundamental al debido proceso, tal como ha sido
señalado por este Tribunal en reiterada jurisprudencia, es un

186 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

derecho –por así decirlo– continente puesto que comprende, a


su vez, diversos derechos fundamentales de orden procesal. A CAP. I
este respecto, se ha afirmado que
[...] su contenido constitucionalmente protegido comprende una se-
rie de garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, que
en conjunto garantizan que el procedimiento o proceso en el cual se
encuentre inmerso una persona, se realice y concluya con el necesario CAP. II

respeto y protección de todos los derechos que en él puedan encon-


trarse comprendidos (STC 7289-2005-AA/TC, FJ 5).

6. Al respecto, es importante precisar que, sin perjuicio de esta


dimensión procesal, el Tribunal Constitucional ha reconocido CAP. III
en este derecho una dimensión sustancial, de modo tal que el
juez constitucional está legitimado para evaluar la razonabi-
lidad y proporcionalidad de las decisiones judiciales. De ahí
que este Colegiado haya señalado, en anteriores pronuncia-
mientos, que el derecho al debido proceso en su faz sustantiva CAP. IV

“se relaciona con todos los estándares de justicia como son la


razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial
debe suponer.” (STC 9727-2005-HC/TC, FJ 7).
7. Dicho lo anterior y atendiendo al petitorio de la demanda, CAP. V
se procederá a analizar si, en el caso concreto, se ha producido
algún tipo de afectación del derecho fundamental al debido
proceso alegado por el recurrente, que en su dimensión proce-
sal comprende, entre otros, el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales y, en su dimensión sustantiva, supone CAP. VI

que toda decisión judicial debe ser razonable y proporcional.


Sobre la presunta vulneración del derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales
8. La cuestión constitucional propuesta por los recurrentes se CAP. VII

vincula a la necesidad de que las resoluciones, en general, y las

INSTITUTO PACÍFICO 187


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

resoluciones judiciales, en particular, estén debidamente moti-


CAP. I
vadas, por ser este un principio básico que informa el ejercicio
de la función jurisdiccional, y, al mismo tiempo, un derecho
de los justiciables de obtener de los órganos judiciales una res-
puesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones
oportunamente propuestas. Al respecto, este Colegiado (STC
CAP. II 8125-2005-PHC/TC, FJ 11) ha señalado que
[l]a exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas en pro-
porción a los términos del inciso 5) del artículo 139 de  la Norma
Fundamental, garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instan-
cia a la que pertenezcan, expresen la argumentación jurídica que los
CAP. III
ha llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de
la potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la ley; pero
también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del dere-
cho de defensa de los justiciables [...].

CAP. IV 9. En el caso de autos, los recurrentes alegan, de manera par-


ticular, la violación del principio de congruencia. A este res-
pecto, este Tribunal ha señalado que dicho principio proce-
sal forma parte del contenido constitucionalmente protegido
del derecho a la motivación de las decisiones judiciales (STC
CAP. V
8327-2005-AA/TC, FJ 5), y que garantiza que el juzgador re-
suelva cada caso concreto sin omitir, alterar o exceder las pre-
tensiones formuladas por las partes.
10. Sin embargo, no se trata de un principio absoluto puesto
CAP. VI que deberá ser razonablemente ponderado de acuerdo con el
principio iura nóvit curia, el mismo que, por ejemplo, cobra es-
pecial relevancia en el marco de los procesos constitucionales.
En efecto, luego del análisis fáctico de cada caso concreto, el
juez constitucional deberá conocer el trasfondo o núcleo de
CAP. VII
lo solicitado y pronunciarse respecto de él, de conformidad

188 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

con lo dispuesto en el artículo VIII del Título Preliminar del


C.P.Const., que establece que “el órgano jurisdiccional com- CAP. I
petente debe aplicar el derecho que corresponda al proceso,
aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido
erróneamente”. Esta actuación no representará una extralimi-
tación de las facultades del juez constitucional, siempre que
este proceda de conformidad con los fines esenciales de los CAP. II

procesos constitucionales, los cuales se orientan a garantizar


la vigencia efectiva de los fundamentales y el respeto del prin-
cipio de supremacía jurídica de la Constitución (artículo II del
Título Preliminar del C.P.Const.).
CAP. III
11. En el caso concreto, los recurrentes alegan que con la emi-
sión de la resolución de fecha 19 de setiembre de 2001, expe-
dida por la Sala de Derecho Constitucional y Social Transito-
ria de la Corte Suprema de Justicia de la República (Casación
número 920-2001), se ha violado el principio de congruencia, CAP. IV

toda vez que la Sala demandada declaró fundado el recurso de


casación interpuesto por la empresa Southern Perú Limited,
por una causal que no había sido invocada en el recurso.
12. De autos se desprende que, en su recurso de casación, la CAP. V

empresa Southern Perú Limited alegó –entre otras causales–


la contravención de las normas que garantizan el derecho al
debido proceso y la infracción de las formas esenciales para
la eficacia y validez de los actos procesales. Sin embargo, en-
tre los fundamentos que motivaron dichas alegaciones no se CAP. VI

cuestionó, en ningún momento, la competencia por razón de


la materia de las instancias judiciales que conocieron el referi-
do proceso.
13. Más aún, con fecha 14 de setiembre de 2001, es decir, CAP. VII

antes de la emisión de la resolución cuestionada, la empresa

INSTITUTO PACÍFICO 189


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Southern Perú Limited dirigió un escrito a la Sala de Derecho


Constitucional y Social Transitoria de  la Corte Suprema  de
CAP. I
Justicia de la República, manifestando lo siguiente:
[...] no cabe duda de que, con la conformidad de las partes y de to-
dos los grados e instancias judiciales, este litigio se ha tramitado como
proceso civil; [...] por tanto, no es posible modificar su naturaleza y
CAP. II tramitación en este estado, pues se infringiría el artículo 139.3 de la
Constitución, al someter a las partes a un procedimiento distinto del
previamente establecido; [...] (fojas 292 del segundo cuaderno del
Poder Judicial).

CAP. III
En consecuencia, la empresa Southern Perú Limited no cues-
tionó –ni pretendió cuestionar– la competencia de las instan-
cias judiciales para conocer el proceso como uno de naturaleza
civil dadas las características de la materia controvertida (en-
trega de acciones, pago de dividendos).
CAP. IV
14. Habiendo constatado que la Sala demandada se pronunció
sobre un elemento que no había sido invocado en el recurso de
casación, resta evaluar si su pronunciamiento resulta constitu-
cionalmente legítimo, o si, por el contrario, se ha configurado
CAP. V
una violación del principio de congruencia de las resoluciones
judiciales. Para tal efecto, será preciso evaluar la función del
recurso de casación y la posibilidad de aplicar el principio iura
nóvit curia en sede casatoria.
15. Al respecto, el Tribunal Constitucional tiene dicho que,
CAP. VI
por su propia naturaleza, el recurso de casación es un medio
impugnatorio de carácter excepcional, cuya concesión y pre-
supuestos de admisión y procedencia están vinculados a los
“fines esenciales” para los cuales se ha previsto, esto es, la co-
CAP. VII rrecta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Supre-

190 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

ma de Justicia, como se especifica en el artículo 384 del Có-


digo Procesal Civil. Respecto de la posibilidad de aplicar el
CAP. I
principio iura nóvit curia en sede casatoria, se ha señalado que:
La casación es un recurso extraordinario que solo permite la revisión
por el Supremo Tribunal Casatorio en los casos específicos, exclusi-
vos y excluyentes, del artículo 386 del Código Procesal Civil, especifi-
cidad que impide el ejercicio de la facultad general del juez de aplica- CAP. II

ción del aludido aforismo iura nóvit curia (Cfr. STC 8327-2005-AA/
TC, FJ 2).

De ahí que, por regla general, el principio iura nóvit curia no


pueda ser invocado en sede casatoria. CAP. III

16. No obstante, en el caso concreto, este Colegiado estima


pertinente evaluar la proporcionalidad de la medida adoptada
por la Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la
Corte Suprema; puesto que, si bien esta se pronunció sobre
CAP. IV
una materia que no había sido invocada en el recurso de casa-
ción, su decisión se fundamentó en la necesidad de garantizar
el derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva;
así como en el respeto al orden público, por cuanto consideró
que se había tramitado una materia de carácter laboral en sede CAP. V

civil (fojas 88 del primer cuaderno del Poder Judicial).


17. En este extremo, se debe tener en cuenta que los fines per-
seguidos por la Corte Suprema eran lícitos y que esta conside-
ró que la declaración de nulidad de todo lo actuado constituía CAP. VI
una medida idónea y necesaria para garantizar el cumplimien-
to de los mismos. Por ello señaló:
[...] teniéndose en cuenta que la demanda postulada contiene preten-
siones de naturaleza estrictamente laboral, como ya se ha precisado,
se impone que lo actuado se remita al correspondiente Juzgado de CAP. VII

Trabajo a efectos de que provea con arreglo a Ley la demanda y dis-

INSTITUTO PACÍFICO 191


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

ponga el trámite que corresponde (fojas 89 del primer cuaderno del


Poder Judicial).
CAP. I

18. No obstante, esta conclusión no supera un examen de pro-


porcionalidad en sentido estricto si se tiene en cuenta que, da-
das las características de la controversia (entrega de acciones,
pago de dividendos), ninguna de las partes había cuestionado
CAP. II
la competencia de los jueces por razón de la materia –funda-
mento 13 supra–; y, pese a ello, se declaró la nulidad de todo
lo actuado, con lo cual no solo se ha afectado el derecho a la
adecuada motivación de las resoluciones judiciales (principio
CAP. III
de congruencia), sino también el derecho a un juicio sin dila-
ciones indebidas, pues al momento de declarar la nulidad del
proceso, no se tuvo en consideración que este se había venido
tramitando en el Poder Judicial desde hacía más de cinco años
(fojas 9 del primer cuaderno del Poder Judicial). A la fecha,
CAP. IV han transcurrido más de diez años desde el momento en que
los presuntos agraviados interpusieron su demanda en sede ci-
vil.
19. El derecho de ser juzgado sin dilaciones indebidas deriva
CAP. V del artículo 139, inciso 3, de la Constitución y del artículo 8,
inciso 1, de la Convención Americana sobre Derechos Huma-
nos, tal como lo ha reconocido el Tribunal Constitucional en
anterior jurisprudencia (Cfr. STC 0549-2004-HC/TC, FJ 3).
Al respecto, es pertinente señalar que, de conformidad con el
CAP. VI
artículo VI del Título Preliminar del C.P.Const., “[l]os jueces
interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y
los reglamentos según los preceptos y principios constitucio-
nales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte
CAP. VII
de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional”.
En consecuencia, al momento de resolver, la Sala demandada

192 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

no podía dejar de considerar la incidencia de su decisión en el


derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva CAP. I
de los justiciables, de conformidad con los pronunciamientos
emitidos por este Colegiado.
20. En suma, habida cuenta de que la decisión de declarar nulo
todo lo actuado en el proceso civil seguido por los recurrentes
contra la empresa Southern Perú Limited no supera un juicio CAP. II

de proporcionalidad en sentido estricto, por su grado de inci-


dencia en el derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas y a
la motivación de las resoluciones judiciales de los recurrentes,
este Colegiado considera que la demanda debe ser estimada. CAP. III

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la au-


toridad que le confiere la Constitución Política del Perú y con
el fundamento de voto del magistrado Vergara Gotelli, que se
agrega
CAP. IV
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo.
2. En consecuencia,  NULA  la resolución de fecha 19 de se-
tiembre de 2001, expedida por la Sala de Derecho Constitu- CAP. V

cional y Social Transitoria de  la Corte Suprema  de Justicia


de  la República(Casación N.° 920-2001), devolviéndose los
autos a la referida instancia para nuevo pronunciamiento con-
forme a ley.
Publíquese y notifíquese. CAP. VI

SS.
LANDA ARROYO / GONZALES OJEDA / ALVA ORLAN-
DINI / BARDELLI LARTIRIGOYEN / GARCÍA TOMA /
CAP. VII
VERGARA GOTELLI / MESÍA RAMÍREZ

INSTITUTO PACÍFICO 193


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

EXP. N.º 7022-2006-PA/TC


CAP. I LIMA
EDGARDO GARCÍA ATAUCURI
Y OTROS
FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO
CAP. II
VERGARA GOTELLI
Emito el presente fundamento de voto por las consideraciones
siguientes:
CAP. III
1. El  demandante pretende se declare nula la resolución de
fecha 19 de setiembre de 2001, (Casación N.º 920-2001),
emitida por la Sala Constitucional y Social de la Corte Supre-
ma de Justicia de la República en razón de haberse violado el
principio de congruencia y razonabilidad de las resoluciones
CAP. IV judiciales al declararse fundado el recurso de casación inter-
puesto por la empresa Southern Perú Limited, por una causal
no invocada en el referido recurso extraordinario vulnerando
con ello su derecho fundamental a la tutela procesal efectiva y
al debido proceso.
CAP. V

2. De autos se advierte que en el proceso ordinario subyacen-


te se admitió a trámite en vía de proceso de conocimiento la
demanda interpuesta por Edgardo García Ataucuri y otros
contra Southern Perú Copper Corporation sobre entrega de
CAP. VI acciones laborales, conforme obra en la sentencia de fecha 22
de diciembre de 1999, de fojas 26. En el referido proceso or-
dinario en primera instancia se declaró fundada la demanda
ordenándose que Southern Perú Copper Corporation cumpla
con pagar a cada uno de los demandantes los certificados de
CAP. VII
acciones que se precisan en la pericia y según listado de su re-

194 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

ferencia, en los montos allí consignados; que se entregue los


dividendos que corresponden a las acciones laborales que de- CAP. I
bieron emitirse a favor de los trabajadores demandantes, con
excepción de las personas de Javier Enrique Adrizola y Nep-
talí Macedo Tupayachi, que fueron excluidos en la excepción
de falta de legitimidad para obrar de dichos demandantes; y
fundada en parte las observaciones a las pericias, deducidas CAP. II

por el apoderado de los demandantes, debiendo de incluirse


a los demandantes precisados, según relación identificatoria
presentada en la última observación, en los mismos montos
que consignó la demandada, con costas y costos.
CAP. III
2.1. Contra la referida sentencia el demandado interpuso
recurso de apelación con el objeto de que el Superior anule
totalmente la recurrida, fundamentándose en que carecía de
expresión clara y precisa de lo que decidía u ordenaba sobre
todos los puntos controvertidos en relación a cada uno de los CAP. IV

demandantes; resolvía ultra petita, en contravención de las


normas que garantizan el derecho a un debido proceso; deci-
día sobre un hecho sobre el cual no hubo medio probatorio de
parte ni de oficio y por tanto constituía hecho no acreditado;
infringía el deber de valoración conjunta de todos los medios CAP. V

probatorios sin sujetarse al mérito de lo actuado; la sentencia


contenía contradicciones y carecía de lógica, lo que causaba su
nulidad; y, b) si el Superior consideraba válidamente emitida
la cuestionada sentencia, el sentido de la decisión debía ser la CAP. VI

revocatoria total (con excepción de lo sentenciado respecto


a los Sres. Adrizola Paulumbo y Macedo Tupayachi), y refor-
mándola declarase infundada la demanda porque la sentencia
incurría en error de derecho por interpretación defectuosa de
normas de derecho material e inaplicación de otras, amén que CAP. VII

se trató de una resolución incompleta y errónea en cuanto a la

INSTITUTO PACÍFICO 195


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

fijación de los hechos y de los medios probatorios. En este se-


gundo extremo, denominado errores sobre el fondo, consideró
CAP. I
que el juzgado se equivocó al no aplicar las normas del Decre-
to Ley 22333, al aplicar otras indebidamente y al interpretar
otras erradamente como el inaplicar el artículo 5 del Decreto
Ley 25988; también al extender indebidamente un precepto
CAP. II constitucional a un supuesto no contemplado, al confundir fe-
chas de emisión de acciones laborales, al abstenerse de evaluar
sus pruebas, al evaluar las pericias y otros documentos conta-
bles, y al atribuirles manifestaciones que no habían hecho.

CAP. III
2.2.- La Sala Superior, en el proceso subyacente, mediante
sentencia de fecha 21 de setiembre del año 2000, fojas 37, con-
firmó la apelada en todos sus extremos.
2.3.- Contra dicha sentencia Southern Perú Limited, sucursal
del Perú (antes Southern Perú Copper Corporation), inter-
CAP. IV
puso recurso de casación fundamentándose en las siguientes
causales:
1) Artículo 386.3 del C.P.C.: Por la contravención de las nor-
mas que garantizan el derecho al debido proceso y las infrac-
CAP. V ciones de las formas esenciales para la validez de los actos pro-
cesales;
2) Artículo 386.1 del C.P.C.: Por la aplicación indebida de
ciertas normas de derecho material y la interpretación errónea
CAP. VI
de ciertas normas de derecho material; y
3) Artículo 386.2 del C.P.C.: Por la inaplicación de ciertas nor-
mas de derecho material.
En cuanto al artículo 386.3 del C.P.C., sostuvo que la sentencia
CAP. VII
omitió la revisión de los hechos y el derecho, al omitir ana-
lizar y resolver los fundamentos de la apelación sin expresar

196 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

sus motivaciones; que no se juzgó por juez predeterminado


al haberse reunido el tercer voto en la sentencia de segunda
CAP. I
instancia con la participación del Dr. Larco Danós, quien ac-
tuó como Vocal dirimente, sin ser el llamado por ley, que hubo
causal de nulidad porque la sentencia infringió el deber de
claridad resolutiva al no dar a conocer exactamente lo que or-
denaba cumplir, que la sentencia resolvía extra petita, es decir CAP. II

sobre lo no demandado, que se fundaba en hechos diversos de


los alegados, es decir no consignados en los puntos controver-
tidos y sobre los que no hubo prueba, que omitió valorar los
medios probatorios en su integridad, que no resolvió conside-
rando la totalidad de los medios probatorios, que infringió el CAP. III

deber de motivar la presunción judicial, que la sentencia ca-


recía de fundamentos de derecho sobre hechos determinan-
tes, que se apartó maliciosamente de lo actuado al imputar
como declaración asimilada una inexistente afirmación, que CAP. IV
varió el procedimiento predeterminado al exigírseles acreditar
el cumplimiento de obligaciones de pago cuyos documentos
comprobatorios tuvieran más de 5 años, pues el artículo 5 del
Decreto Ley 25988 facultó a las empresas a destruir toda la
documentación con antigüedad mayor a 5 años, agregando CAP. V

que transcurrido el mencionado periodo correspondería a la


parte que alegaba un hecho su probanza. Asimismo sostuvo
que la sentencia no contenía los fundamentos de hecho ni los
de derecho respectivos, que careció de expresión clara y pre-
cisa de lo que mandaba u ordenaba, faltando congruencia en- CAP. VI

tre los considerandos y el fallo, que careció de motivación en


cuanto a las conclusiones de las pericias y que arbitrariamente
resolvió tomando parcialmente uno de los anexos de una de
ellas, que careció de pronunciamientos lo resuelto sobre los CAP. VII

litisconsortes y que no contenía expresión clara y precisa de lo

INSTITUTO PACÍFICO 197


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

que decidía u ordenaba respecto de todos los puntos contro-


CAP. I
vertidos.
En cuanto al artículo 386.1 del C.P.C., sostuvo que se aplicó
indebidamente el artículo 26 de la Constitución Política del
Perú, que se aplicó indebidamente los artículos 1132, 1134,
1233 y 1240 del Código Civil, y que se aplicó indebidamente
CAP. II
el artículo 124 del Decreto Leye 18880. Asimismo sostuvo in-
terpretación errónea de los Decretos Ley 22333 y Ley 18302.
En cuanto al artículo 386.2 del C.P.C., sostuvo la inaplicación
de los artículos 1220, 1222, 1224, 1226 y 1142 del Código
CAP. III Civil; artículos 29, 31 y Tercer Párrafo de la Segunda Dispo-
sición Transitoria del Decreto Ley 22333, artículos 114, 115
y la Quinta Disposición Transitoria del Decreto supremo 014-
79, Reglamento del Decreto Ley 22333, artículo 5 del Decreto
Ley 25988, y las Resoluciones Directorales 520-72-EF/74 y
CAP. IV
553-74-EF/74. Además se afirmó en el referido recurso de ca-
sación que no se cuestionaba los considerandos 15 y 19 de la
sentencia de segunda instancia porque se referían al Decreto
Ley 22333 y al artículo 1219 del Código Civil, sin más preci-
CAP. V
sión pues el referido decreto ley contenía más de 100 artículos
y el artículo 1219 tenía 4 incisos.
2.4. La Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República por resolución de fecha 19 de se-
tiembre de 2001 (Casación N.º 920-2001), declara Funda-
CAP. VI
do el Recurso de Casación interpuesto por Southern Perú
Copper Corporation declarando insubsistente la sentencia
impugnada y reformándola la declara improcedente y en
consecuencia Nulo lo actuado, disponiendo que se curse al
CAP. VII Juzgado de Trabajo que corresponda para que provea y tra-
mite la demanda con arreglo a ley, considerando que: a) no

198 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

obstante que la causa se hubo tramitado como una de natu-


raleza civil en vía del proceso de conocimiento por un juez CAP. I
civil, y que en segunda instancia fue sentenciada por una Sala
Civil, procedía analizar su admisibilidad y procedencia; b)
que el recurso de casación cumplía los requisitos de admisi-
bilidad y procedencia con relación a la causal de contraven-
ción de las normas que garantizan el derecho a un debido CAP. II

proceso, casual que aplicaba en forma excepcional en virtud


de lo previsto en el artículo 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Estado, puesto que lo actuado se tramitó en la
vía civil, agregando que las demás causales resultaban im-
procedentes por cuestionar aspectos de fondo que eran im- CAP. III

plicantes con la primera causal denunciada; c) que resultaba


incuestionable que la pretensión era de naturaleza laboral al
tratar sobre obligaciones originadas en la relación laboral y
que por tanto era y es de competencia el Juzgado de Trabajo CAP. IV

en razón de la materia; d) que la demanda se presentó ante


juez civil admitiéndosela en vía de conocimiento y asumien-
do jurisdicción en forma indebida sin tener en cuenta que la
competencia por razón de la materia es improrrogable y que
su inobservancia constituía causal de nulidad insalvable; e) CAP. V

que lo actuado ante juez incompetente resultaba nulo al ha-


berse afectado el debido proceso y la tutela jurisdiccional; f)
que teniendo en cuenta que este vicio afectaba el orden pú-
blico por no ser materia convalidable lo decidido llevaba a la
CAP. VI
causal de casación denunciada; y g) que todos los jueces que
conocieron la causa ingresaron al fondo sin percatarse de ese
defecto esencial, infringiendo así sus deberes y evidenciando
negligencia y descuido.
3. Partiendo de la idea expuesta por calamandrei de que la CAP. VII

casación es el resultado de la integración de dos instituciones

INSTITUTO PACÍFICO 199


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

complementarias, una perteneciente al campo del ordena-


miento político (la corte de casación) y la otra al derecho pro-
CAP. I
cesal (recurso de casación), Calamandrei, P. “La Casación Ci-
vil”, tomo I, Vol. 1º, cit., pág. 26 y sgts, Buenos Aires, 1961, se
pude calificar el recurso como tal cuando la competencia está
atribuida al órgano único y superior que satisface los fines a los
CAP. II
que está destinada, esto es la nomofilaxis y la unificación ju-
risprudencial. Alberto Hinostroza Minguez, por su parte nos
dice en su libro “Medios Impugnatorios en el Proceso Civil”,
pág. 183, que el recurso de casación es aquel medio impugna-
torio vertical y extraordinario procedente en supuestos estric-
CAP. III tamente determinados por ley y dirigido a lograr que el máxi-
mo tribunal (Corte Suprema de Justicia) revise y reforme o
anule las resoluciones expedidas en revisión por las Cortes Su-
periores (que pongan fin al proceso) o las sentencias de prime-
ra instancia, en la casación por salto, que infringen las normas
CAP. IV
de derecho material, la doctrina jurisprudencial, las normas
que garantizan el derecho a un debido proceso o las formas
esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales. Para
Jorge Carrión Lugo, (El Recurso de Casación en el Perú, Doc-
CAP. V trina –Legislación–Jurisprudencia, Ed. Grijley, Lima, 1er Ed.,
1997, p. 6), es un remedio procesal extraordinario que proce-
de contra resoluciones judiciales definitivas (en el sentido que
pone término al litigio) con el objeto de anularlas, de dejarlas
sin efecto por haber sido dictadas con infracción del derecho
CAP. VI
positivo o de la doctrina jurisprudencial establecida (como
prevé la legislación peruana) restableciendo la vigencia del de-
recho, actividad que es competencia de los organismos de la
más alta jerarquía judicial. También nos dice que: “El recurso,
como lo hemos indicado, es formal por cuanto para su plantea-
CAP. VII
miento, el Código establece con detalle no solo los requisitos

200 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

de admisibilidad y de procedencia, señalando las causales que


pueden invocarse por el proponente, sino también señala la
forma cómo en cada caso debe fundamentarse el recurso, de CAP. I

modo que el debate central en casación se circunscribe alre-


dedor de la causal invocada y por la cual la Sala de Casación
ha declarado su procedencia y, la decisión correspondiente no
puede apartarse de ese parámetro”, (“El Recurso de Casación CAP. II

en el Perú”, Volumen II, El Recurso de Casación en el Código


Procesal Civil Peruano, Ed. Grijley, Lima, 2da Ed., 2003, p. 6).
4. En el mismo sentido se ha pronunciado el maestro uruguayo
Enrique Véscovi, al señalar: “Resultaría inconsecuente con lo
CAP. III
sostenido antes, de que el objeto de la sentencia (de primera y
también de segunda...) está delimitado por las pretensiones de
las partes (principio de la congruencia), admitir ahora que el
tribunal de alzada puede ir más allá de lo pedido por el apelan-
te. Es, repetimos, la consecuencia del principio dispositivo del CAP. IV

ne procedat iure ex officio y nemo iudex sine actore. Dado que la


segunda (o tercera, o aún la casación) se abre solo por iniciati-
va de la parte que interpone el recurso y conforme a su pedido.
Es en este sentido que se dice que la expresión de agravios es
la acción (pretensión) de la segunda instancia” (Vescovi, En- CAP. V

rique, “Los Recursos Judiciales y demás Medios Impugnativos


en Iberoamérica”, Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1988,
p.163.). Dicho principio se soporta pues en la obligación que
se impone a los jueces de alzada de ceñirse rigurosamente al
CAP. VI
fuero de conocimiento atribuido en razón del recurso ejerci-
do, y en tal sentido, las facultades o potestades cognitivas del
juez quedan absolutamente circunscritas al gravamen denun-
ciado por el apelante.
5. Asimismo, el doctrinario A. Rengel Romberg, en su libro CAP. VII

“Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano II, Teoría

INSTITUTO PACÍFICO 201


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

General del Proceso”, afirma: “[...]Nuestro sistema del doble


grado de jurisdicción está regido por el principio dispositivo
CAP. I
que domina en nuestro proceso civil, y por el principio de la
personalidad del recurso de apelación, según los cuales el juez
superior solo puede conocer de aquellas cuestiones que le
sean sometidas por las partes mediante apelación (nemo judex
CAP. II sine actore) y en la medida del agravio sufrido en la sentencia
de primer grado (Tantum devolutum quantum appellatum) de
tal modo que los efectos de la apelación interpuesta por una
parte no benefician a la otra que no ha recurrido, quedando los
puntos no apelados ejecutoriados y firmes por haber pasados
CAP. III
en autoridad de cosa juzgada[...]”.
6. Por su parte el Dr. Manuel Sánchez Palacios Paiva, en su li-
bro “El Recurso de Casación Civil”, Ediciones Legales, Edito-
rial San Marcos, pág 61, sostiene que: “La corte de Casación
CAP. IV solo conoce y se pronuncia sobre lo que es puntual materia
de denuncia en el recurso de casación. Su competencia queda
enmarcada en los extremos del recurso. No puede realizar ave-
riguaciones de hecho ni alterar el relato fáctico resultante de
las sentencias de mérito. No tiene competencia para modificar
CAP. V
las cuestiones de hecho, porque no aprecia prueba, no puede
pronunciarse sobre aspectos de la resolución superior que no
han sido reclamados ni aplicar el derecho de oficio. El princi-
pio iura novit curia, recogido en los arts. VII, respectivamente,
CAP. VI
de los Títulos Preliminares del Código Civil y del Código Pro-
cesal Civil, solo es aplicable en las sentencias de mérito. En ca-
sación rige la norma específica del art. 388 del C.P.C. y la doc-
trina unánime, agregando que el Tribunal de Casación no está
facultado a buscar de oficio los defectos jurídicos de la resolu-
CAP. VII ción impugnada, sino que debe limitarse a juzgar únicamente
los temas denunciados por el recurrente y no otros, pues de lo

202 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

contrario, sería como anular una sentencia contra la que no se


ha recurrido y juzgar una acción diversa de la hecha valer.” Y es
CAP. I
que desarrollándose el proceso civil peruano en dos instancias
el recurso de casación da nacimiento a un nuevo proceso, ex-
traordinario, donde la Corte Suprema queda enmarcada por la
causa petendi que trae el recurso que se asemeja al petitorio de
una demanda que no se puede exceder. Se afirma por ello que CAP. II

la casación comienza cuando el proceso termina.


7. La actividad recursiva en nuestro sistema procesal tiene
como uno de sus principales principios el de limitación co-
nocido como Tantum Apellatum Quantum Devolutum sobre el CAP. III
que reposa el principio de congruencia, y que significa que el
órgano revisor al resolver la impugnación debe pronunciarse
solamente sobre aquellas pretensiones o agravios invocados
por el impugnante en el referido recurso extraordinario, por
lo que tratándose de un medio impugnatorio, la casación no CAP. IV

puede ser ajena a este principio. Significa ello que el Tribunal


revisor solo puede conocer y decidir aquellas cuestiones que
ha limitado la impugnación del recurrente; en consecuencia,
el Tribunal Casatorio no tiene más facultades de revisión que
aquellas que han sido objeto del recurso; y más aún, no puede CAP. V

entrar en el examen de las cuestiones consentidas por las par-


tes o que no han sido cuestionadas porque estas han quedado
ejecutoriadas, salvo que el vicio sea de tanta trascendencia que
vulnere el orden público y las buenas costumbres o que exista CAP. VI

una manifiesta vulneración de derechos fundamentales cuyo


cumplimiento no fue advertido por el recurrente.
8. Para ello, el Principio de Trascendencia que rige la institu-
ción de la nulidad procesal exige la demostración del perjuicio
ocasionado por el acto procesal viciado para hacerlo viable y CAP. VII

cuando es declarada de oficio solo es procedente cuando el

INSTITUTO PACÍFICO 203


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

juez no puede continuar con el proceso al haberse afectado


CAP. I
normas imperativas, en cuyo caso nos encontramos ante su-
puestos de nulidad insalvable. El perjuicio pues debe ser cier-
to e irreparable, pero además es necesario precisar cuál es la
defensa que no se pudo realizar como consecuencia del acto
procesal viciado.
CAP. II
9. A la luz de lo expuesto es evidente que la Sala Constitucio-
nal y Social de la Corte Suprema de la República ha desviado
hasta el absurdo la decisión casatoria al declarar la nulidad de
todo lo actuado por un agravio no expuesto en los recursos
CAP. III
de casación y de apelación interpuestos por  Southern Perú
Copper Corporation, aduciendo que la pretensión era de na-
turaleza laboral y no civil a pesar de que se había tramitado en
este fuero. En efecto, como advertimos en el presente funda-
mento de voto, los argumentos expuestos en el recurso ordi-
CAP. IV nario de apelación se repiten en el recurso extraordinario de
casación, obrantes a fojas 363 y 400, respectivamente, encon-
trándose denuncias referidas a infracciones de forma y fondo
de la sentencia recurrida por no haberse realizado en segunda
instancia el reexamen de la decisión de la primera instancia,
CAP. V
en todo aquello que le resultaba desfavorable al proponente.
Consecuentemente si la competencia no fue cuestionada por
ninguna de las partes, habiéndose ambas sometido al proceso
así entablado y ejercitando en él todos sus derechos, no podía,
CAP. VI
concluido el proceso ordinario civil, afirmarse en la decisión
casatoria indefensión ni vulneración de derechos fundamen-
tales no precisados por la parte recurrente, por lo que la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República
no quedaba en facultad para pronunciarse sobre dicho tema,
CAP. VII además teniendo en cuenta que en oportunidad anterior a la
emisión de la sentencia cuestionada Southern Perú Copper

204 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Corporation había convenido en que la competencia era civil


y no laboral. CAP. I

10. Siendo así y estando a que no se ha motivado en qué ha


consistido el perjuicio ocasionado a alguna de las partes como
consecuencia del vicio acusado por la Sala y no propuesto
como agravio por el recurrente, máxime que ambas partes ha-
bían aceptado la competencia civil para la dilucidación de la CAP. II

pretensión, o en qué ha consistido la vulneración del orden pú-


blico o las buenas costumbres, o a quién o quienes ha ocasio-
nado vulneración de derechos fundamentales la tramitación
de la pretensión en vía de proceso civil y no laboral en la que CAP. III
–como queda dicho- ambas partes han ejercitado ampliamen-
te sus derechos sin denunciar agravio alguno en dicho tema,
la nulidad de actuados por falta de competencia constituye
decisión extra petita no solo no debatida sino expresamente
consentida por las partes. Siendo así resulta que la decisión CAP. IV

cuestionada basada en argumentos no específicos y ajenos a


la causal casatoria admitida viola el principio de congruencia
que jalona la motivación de las resoluciones judiciales.
Por las precedentes consideraciones estimo como mío el sen- CAP. V

tido de la resolución de este Supremo Tribunal, por lo que la


suscribo.
S.
VERGARA GOTELLI CAP. VI

CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 205


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

ANEXO N.° 02
CAP. I RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
DICTADA EN EL EXPEDIENTE
N.° 07022- 2006-AA/TC. DESESTIMA UN RECURSO
DE ACLARACIÓN

CAP. II
EXP. N.° 7022-2006-PA/TC
LIMA
EDGARDO GARCÍA ATAUCURI Y OTROS

CAP. III
RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, 10 de agosto de 2007
VISTA
La solicitud de aclaración de la sentencia de fecha 19 de junio
CAP. IV de 2007, presentada por la empresa Southern Perú Copper
Corp., el 2 de agosto de 2007; y,
ATENDIENDO A
1. Que el artículo 121, primer párrafo, del Código Procesal
CAP. V Constitucional establece que “[c]ontra las sentencias del Tri-
bunal Constitucional no cabe impugnación alguna. En el pla-
zo de dos días a contar desde su notificación [...] el Tribunal,
de oficio o a instancia de parte, puede aclarar algún concepto
o subsanar cualquier error material u omisión en que hubiese
CAP. VI
incurrido”.
2. Que en la sentencia de autos se declaró fundada la demanda
y, en consecuencia, nula la resolución de fecha 19 de setiem-
bre de 2001, expedida por la Sala de Derecho Constitucional y
CAP. VII Social Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la Repú-
blica (Casación N.º 920-2001), por considerar que su decisión

206 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

de declarar nulo todo lo actuado en el proceso civil seguido


por los recurrentes contra la empresa Southern Perú Limited CAP. I
no superaba un juicio de proporcionalidad en sentido estricto,
debido a su grado de incidencia en el derecho a ser juzgado
sin dilaciones indebidas y a la motivación de las resoluciones
judiciales de los recurrentes. Asimismo, este Tribunal dispuso
la devolución de los autos a la referida instancia a fin de que CAP. II

emita un nuevo pronunciamiento conforme a Ley.


3. Que la empresa Southern Perú Copper Corp. solicita que
se aclaren los alcances de la referida declaración de nulidad,
habida cuenta que –según manifiesta– se viene tramitando CAP. III
un proceso idéntico en sede laboral, el mismo que se inició en
cumplimiento de la resolución cuya nulidad ha sido declarada
por el Tribunal Constitucional mediante sentencia de fecha 19
de junio de 2007.
4. Que tal como se señala en la sentencia de autos correspon- CAP. IV

de a la Corte Suprema de Justicia de la República emitir un


nuevo pronunciamiento, el mismo que deberá ser conforme
a la Constitución, a los derechos fundamentales y a la interpre-
tación que de los mismos haya efectuado este Colegiado, en CAP. V

aplicación del artículo VI del Título Preliminar del C.P.Const.


según el cual “[l]os jueces interpretan y aplican las leyes o toda
norma con rango de ley y los reglamentos según los preceptos
y principios constitucionales, conforme a la interpretación de
los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el Tri- CAP. VI

bunal Constitucional.”
5. Que del mismo modo es de aplicación el artículo 1º del
C.P.Const., que señala que “[l]os procesos a los que se refie-
re el presente título tienen por finalidad proteger los derechos CAP. VII

constitucionales, reponiendo las cosas al estado anterior a la

INSTITUTO PACÍFICO 207


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

violación o amenaza de violación de un derecho constitucio-


CAP. I
nal [...].” De ahí que la Corte Suprema de Justicia de la Repú-
blica sea competente para resolver el recurso de casación inter-
puesto por la empresa Southern Perú Limited y para declarar
la nulidad de aquellos actos procesales que hubieran tenido
lugar con motivo de la emisión de la resolución de fecha 19
CAP. II de setiembre de 2001, por ser esta última incompatible con la
Constitución y la vigencia efectiva de los derechos fundamen-
tales.
Por estos considerandos, el Tribunal Constitucional, con la
CAP. III
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE pedido de aclaración.
SS.
CAP. IV
LANDA ARROYO
GONZALES OJEDA
ALVA ORLANDINI
CAP. V
BARDELLI LARTIRIGOYEN
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ

CAP. VI

CAP. VII

208 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

ANEXO N.° 03
RESOLUCIÓN SUPERIOR DEL EXPEDIENTE CAP. I

N.° 10848-2013. APLICA EL PRINCIPIO DE


SUBSANACIÓN
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA CIVIL SUBESPECIALIDAD CAP. II

COMERCIAL

EXPEDIENTE N.° 10848-2013-0-1817-JR-CO-09


DEMANDANTE : BANCO CAP. III

DEMANDADO : XXX
MATERIA : EJECUCION DE GARANTÍAS
PROCESO : ÚNICO DE EJECUCIÓN
SS. CAP. IV

RESOLUCIÓN NÚMERO CUATRO


Miraflores, once de agosto de dos mil quince
AUTOS Y VISTOS:
CAP. V

Interviniendo como ponente el señor juez superior [...], pro-


ducida la votación de acuerdo a ley, se procede a emitir la si-
guiente resolución y,
ATENDIENDO
CAP. VI

Las resoluciones apeladas


PRIMERO. Vienen en apelación las resoluciones N.° 03 y N.°
04 (auto final);
SOBRE LA RESOLUCIÓN N.° 03: ANÁLISIS Y POSICIÓN CAP. VII

DEL COLEGIADO

INSTITUTO PACÍFICO 209


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

SEGUNDO. La resolución N.° 03 ha rechazado liminarmente


la contradicción propuesta por la recurrente;
CAP. I
TERCERO. En la apelación de fojas 118-120 la ejecutada ale-
ga en lo esencial que: i) la apelada no ha corrido traslado de su
contradicción, considerando erróneamente que no es factible
invocar la inexigibilidad parcial de la obligación, lo que sí está
CAP. II
permitido por el artículo 690-D del Código Procesal Civil; ii)
las sumas demandadas ya han sido amortizadas parcialmente,
lo que demuestra su intención de honrar la deuda, haciendo
presente que el banco demandante está agregando sumas ex-
cesivas al capital y a los intereses; y, iii) la resolución N.° 04
CAP. III (auto final) se ha dictado sin basarse en sus fundamentos y
pruebas ofrecidas en la contradicción;
CUARTO. El escrito de contradicción de la ejecutada obra a
fojas 70-71. Allí señala que las liquidaciones del crédito hipo-
tecario y del pagaré contienen montos menores a los señalados
CAP. IV
en el petitorio de la demanda. Añade que no desea deslindarse
de la deuda, sino que quiere financiarla y/o conciliar a efecto de
cumplir con ella y según sus posibilidades. Ofrece como únicos
medios de prueba las liquidaciones presentadas por el banco de-
mandante para el mutuo hipotecario y el pagaré a la vista;
CAP. V
QUINTO. La demanda de ejecución de autos persigue el pago
de la deuda derivada de un mutuo hipotecario, de un pagaré a
la vista, y de una letra de cambio a la vista;
SEXTO. La contradicción de la recurrente solo objeta las obli-
CAP. VI gaciones del mutuo y del pagaré (más no de la letra de cambio
a la vista), y en ambos casos ha dicho que la deuda es menor.
Sin embargo, la alegación de la apelante no tiene sustento al-
guno, no solo porque su dicho se basa en las liquidaciones que
ha presentado el mismo banco demandante, sino porque tales
CAP. VII
liquidaciones no constituyen los títulos ejecutivos de autos,
en base a los cuales se ha promovido este proceso. Por tanto,

210 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

aun asumiendo que la contradicción debió admitirse a trámite,


como lo refiere la apelante, dicha omisión no afecta la validez
de la apelada, ya que de acuerdo a lo que se expone en esta CAP. I

resolución, resulta carente de sustento que se anule la apelada


para tramitar una defensa estéril, lo que nos permite concluir
que debe confirmarse la apelada, todo ello en atención a las re-
glas del principio de subsanación que rige la nulidad procesal,
recogido en el cuarto párrafo del artículo 172 del Código Pro- CAP. II

cesal Civil que establece: “No hay nulidad si la subsanación


del vicio no ha de influir en el sentido de la resolución o en las
consecuencias del acto procesal.”;
SÉTIMO. Así entonces, debe confirmarse la resolución N.° 03; CAP. III

SOBRE LA RESOLUCIÓN N.° 04: ANÁLISIS Y POSICIÓN


DEL COLEGIADO
OCTAVO: La resolución N.° 04 se ha dictado luego de haber-
se rechazado liminarmente la contradicción de la recurrente, CAP. IV
es decir, la resolución N.° 04 se ha dictado sin contradicción;
NOVENO. En esta misma apelación se ha confirmado la reso-
lución N.° 03 que rechazó liminarmente la contradicción;
DÉCIMO Conforme a lo anterior, corresponde entonces que
se confirme la resolución N.° 04, no solo porque no hay con- CAP. V

tradicción sino porque la apelación de fojas 128-130 contra la


resolución N.° 04 contiene los mismos argumentos de la ape-
lación contra la resolución N.° 03, los cuales han sido descar-
tados en esta resolución;
CAP. VI

DÉCIMO PRIMERO. Por tanto, debe confirmarse la resolu-


ción N.° 04;
Por estas razones, CONFIRMARON LAS RESOLUCIO-
NES N.° 03 Y N.° 04 (AUTO FINAL).
CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 211


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

ANEXO N.° 04
CAP. I RESOLUCIÓN SUPERIOR DEL EXPEDIENTE
N.° 8174-2013. APLICA EL PRINCIPIO DE
INTEGRACIÓN

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


CAP. II
PRIMERA SALA CIVIL SUBESPECIALIDAD COMERCIAL
EXPEDIENTE N.° 8174-2013-01817-JR-CO-05
DEMANDANTE : AAA
DEMANDADO : XXX Y OTRA
CAP. III
MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DI-
NERO
PROCESO : ÚNICO DE EJECUCIÓN
CUADERNO : PRINCIPAL
CAP. IV S.S.
RESOLUCIÓN NÚMERO CUATRO
Miraflores, trece de agosto de dos mil quince
AUTOS Y VISTOS
CAP. V
Interviniendo como ponente el señor juez superior [...], y,
atendiendo:
La resolución apelada.
PRIMERO. Viene en grado de apelación la resolución N.° 12
CAP. VI
(auto final) de fojas 296-308 que declara infundadas las excep-
ciones de falta de legitimidad para obrar, e infundada la con-
tradicción; ordenando llevar adelante la ejecución;
SEGUNDO: Dicha resolución ha sido apelada por las dos de-
CAP. VII
mandadas. A fojas 307-308 obra la apelación de XXX, y a fojas
313-316 obra la apelación de Inmobiliaria S.A.C.;

212 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Sobre la apelación de XXX: análisis y posición del colegiado.


TERCERO. En la apelación de XXX se acusa de incongruen- CAP. I

cia a la apelada, en la medida que pese a sostenerse en la parte


considerativa que ella no ha suscrito los títulos ejecutivos (es-
crituras públicas) a título personal, sino como representante
de la empresa demandada, motivo por el cual se indica que es
fundada la excepción de falta de legitimidad pasiva que propu- CAP. II

so, sin embargo en la parte resolutiva se manifiesta que dicha


excepción es infundada;
CUARTO. Revisando la sentencia apelada se aprecia que la ex-
cepción de falta de legitimidad pasiva que propuso la recurren- CAP. III

te ha sido analizada en los fundamentos 4 a 6, concluyéndose


en este último que “Lo claro y concreto es que la referida co-
ejecutada no ha asumido obligación crediticia alguna derivada
de los referidos títulos ejecutivos por cuanto ha intervenido
en dichas escrituras públicas en calidad de representante legal CAP. IV

de la empresa co ejecutada, por lo que la excepción deducida


debe ser amparada” (sic).
QUINTO. No obstante ello, en la parte resolutiva de la sen-
tencia se declara infundadas las excepciones de falta de legiti- CAP. V

midad para obrar;


SEXTO. Como puede advertirse, hay una evidente incon-
gruencia entre los fundamentos y razones de la parte conside-
rativa y lo indicado en la parte resolutiva, en cuanto a la excep- CAP. VI

ción que postuló la apelante, mas este defecto no invalida la


apelada en este extremo, en vista que de acuerdo a las reglas de
los principios de subsanación (artículo 172 párrafo cuarto del
Código Procesal Civil) y de integración (artículo 370 párrafo
primero del Código Procesal Civil), dicho vicio puede salvar- CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 213


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

se sin afectar derecho alguno de las partes, debiendo entonces


integrarse la apelada en este extremo;
CAP. I

SÉTIMO. Por tanto, conforme a la sentencia apelada, la única


excepción que deviene infundada es la que ha sido propuesta
por la empresa co ejecutada, esto es la excepción de falta de
legitimidad para obrar activa;
CAP. II
[...]Sobre la apelación de Inmobiliaria S.A.C.: análisis y posi-
ción del Colegiado.
OCTAVO. En la apelación de Inmobiliaria S.A.C. (de fojas
313-316), se alega esencialmente que:
CAP. III
Las copias autenticadas notarialmente de las cartas y constan-
cias de las transferencias de sumas de dinero efectuadas en las
cuentas de ABC y JKL cuyo pago, a criterio del juzgado, es des-
conocido por el ejecutante se encuentra en franca discrepancia
CAP. IV
con lo manifestado en el punto 4.5 inciso a) y b) rubro los he-
chos de su escrito de demanda, donde textualmente consigna
haber actuado en calidad de (Chief Executive Officer) o Presi-
dente Ejecutivo de las empresas ABC y JKL, respectivamente;
o sea aquel no habría realizado los aportes dinerarios y si bien
CAP. V con posterioridad el ejecutante ha tratado de dejar sin efecto
lo manifestado en su absolución de la contradicción, este no
opuso tacha alguna por ineficacia por falsedad o nulidad de los
documentos, por lo que estos tienen plena eficacia probatoria;
CAP. VI
En cuanto a que no existe prueba alguna que demuestre que el
acreedor haya autorizado el pago de la deuda en la forma que
refiere nuestra empresa, se desconoce lo prescrito en el artí-
culo 1361 del Código Civil que señala que los contratos son
obligatorios en cuanto se haya pactado en ellos; por lo que la
CAP. VII simple lectura de las escrituras públicas de mutuo, consolida-
ción y reconocimiento de deuda no hay ninguna clausula o es-

214 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

tipulación de la forma y modo en que debe efectuarse el pago;


habiéndose dispuesto en la clausula cuarta que la devolución
CAP. I
del mutuo se efectuará con el producto de la venta de las uni-
dades inmobiliarias de propiedad de la mutuataria por lo que
es de aplicación el artículo 174 del citado código.
El ejecutante en su condición de presidente ejecutivo de ABC
y socio general de JKL no observó oportunamente las im- CAP. II

portantes entregas de nuestra firma efectuada en sus cuentas


corrientes y que totalizan el importe US$ 2´537,031.97, ha-
biéndose limitando a ejercer su supuesto derecho de cobro
con posterioridad a tres años de efectuados los depósitos en
CAP. III
cuenta corriente en referencia.
NOVENO. La demanda ejecutiva de fojas 112-126, subsa-
nada fojas 132 y 137 se sustenta en dos escrituras de mutuo
dinerario, consolidación y reconocimiento de deuda suscritos
entre el demandante y la empresa recurrente; CAP. IV

DÉCIMO. En la demanda, fundamento 4.5 de los hechos, se


hace referencia a los aportes que hizo el demandante para el
funcionamiento del negocio inmobiliario que refiere haber
realizado con la parte demandada. Allí se mencionan aportes CAP. V

dinerarios que indica haber hecho el actor en calidad de Pre-


sidente Ejecutivo de la empresa ABC, en calidad de socio ge-
neral de la empresa JKL, y en calidad de socio general de RST.
E incluso se ha elaborado un cuadro donde se mencionan los
aportes, apreciándose en el recuadro izquierdo lo siguiente: CAP. VI

“Empresa que realiza el depósito”; (sic).


UNDÉCIMO. En la contradicción de fojas 229-235 la recu-
rrente (además de proponer la excepción de falta de legitimi-
dad activa, la misma que ha sido desestimada mas no apela- CAP. VII

da), en cuanto al fondo del asunto alega la inexigibilidad de

INSTITUTO PACÍFICO 215


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

la obligación, indicando haber hecho el pago total de US$


2’537,031.97 mediante abonos vía transferencia bancaria al
CAP. I
exterior, donde reside el demandante. En total se hace men-
ción a 18 transferencias en las cuentas de ABC, y de la empresa
JKL.
Además refiere que se ha otorgado la minuta de cancelación de
CAP. II
mutuo por el apoderado del demandante, antes de que le sea
revocado el poder. Para acreditar estas afirmaciones ofrece las
transferencias bancarias hechas entre el 02 de febrero de 2011
y 06 de julio de 2012, así como el estado de cuenta corriente
de la recurrente en los bancos de Crédito y Continental, don-
CAP. III
de se consigan dichas transferencias;
DUODÉCIMO. A fojas 248-254 el ejecutante absuelve la
contradicción de la recurrente, negando eficacia y validez a la
minuta de cancelación de mutuo porque no se siguió la mis-
CAP. IV
ma formalidad de la escritura de reconocimiento de deuda
y porque el apoderado indicado, además de ser esposo de la
demandada XXX, no estaba facultado para tal acto jurídico.
Así mismo, el ejecutante se pronuncia sobre las formalidades
CAP. V
de los documentos aportados por la recurrente, indicando su
punto de vista sobre 10 de los supuestos pagos, en el sentido
que no obran los vouchers de abono, además que tales pagos
debieron haberse hecho a favor del demandante y no a favor
de distintas personas;
CAP. VI
DÉCIMO TERCERO. La apelada ha desestimado la inexigi-
bilidad que alega la recurrente por lo siguiente:
“[...]
10. Que, con respecto a la Contradicción formulada por la
CAP. VII ejecutada Inmobiliaria S.A.C., se tiene que dicha parte refie-
re haber efectuado el pago total y en exceso de las cantidades

216 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

mutuadas, que dicho pago debía efectuarse mediante transfe-


rencias bancarias a entidades financieras del exterior, abonos
efectuados que totalizan la suma de US$ 2´537,031.97, es de- CAP. I

cir, más de los que se adeudabas según las referidas escrituras


públicas (US$ 2´352,234.00) y que están representados por
diferentes transferencias efectuada a través del Banco [...] y
el Banco [...] a empresas como ABC y JKL, por instrucciones
del hoy demandante y porque además domicilia en el extran- CAP. II

jero y tener la condición de Presidente Ejecutivo y Socio Ge-


neral de las mencionadas empresas. Sin embargo, respecto a
ello debe tenerse presente que constituye principio básico en
materia probatoria que: salvo disposición legal diferente, la carga
de probar corresponde a quien afirma hechos que configuran su CAP. III
pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos (art.
196 del Código Procesal Civil). Así como que: si no se prueban
los hechos que sustentan la pretensión, la demanda será declara-
da infundada (art. 200 del Código Procesal Civil). Del mismo
modo, el art. 1229 del Código Civil precisa que: la prueba del
CAP. IV
pago incumbe a quien pretende haberlo efectuado.
11. Que, en el presente caso, se tiene que la ejecutada pretende
acreditar el pago de la obligación demandada mediante copias
de cartas y constancias de transferencia de sumas dinerarias
pero no en cuentas bancarias de la empresa ejecutada sino de CAP. V

terceras empresas como ABC y JKL, cuyo pago es descono-


cido por el ejecutante en la presente causa y no existiendo a
su vez medio probatorio alguno que de modo anticipado (o
preexistente) acredite o genere indicios de que tales depósitos
CAP. VI
eran efectuados a cuenta de la deuda materia de la presente
causa. No existe medio probatorio idóneo que acrediten los
hechos alegados por la parte ejecutada. De los documentos
probatorios adjuntos a su escrito de contradicción no existe
medio probatorio alguno que vincule las transferencias efec- CAP. VII

tuadas por la empresa ejecutada con la deuda materia de autos

INSTITUTO PACÍFICO 217


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

y con la persona del ejecutante. No existe prueba alguna que


acredite que el acreedor haya autorizado el pago de la deuda en
CAP. I
la forma que refiere haber efectuado la ejecutada como tampo-
co existe medio probatorio aportado que acredite que al me-
nos el ejecutante lo haya ratificado o haya hecho provecho de
aquellos depósitos o transferencias a cuenta de la deuda mate-
CAP. II
ria de autos, por lo que los hechos alegados por la ejecutada no
pueden ser amparadas, tanto más si los mismos son descono-
cidos por la parte ejecutante. [...]”
DÉCIMO CUARTO. Como se puede advertir, la apelada ha
omitido efectuar una correcta valoración de las alegaciones y
CAP. III
de los medios de prueba que han aportado las partes al pro-
ceso, omisión que per se genera su invalidez al no sujetarse a
lo actuado y al derecho, como lo exige el inciso 3 del artículo
122 del Código Procesal Civil. En efecto, si la obligación que
CAP. IV se exige es por aportes que dice haber efectuado el actor, y si
la parte demandada, invocando afirmaciones del mismo actor,
indica que tales aportes han sido hechos por las empresas del
actor mas no por él a título personal, los mismos que han sido
pagados con abonos vía transferencia bancaria hechas en las
CAP. V
cuentas de dos empresas del demandante donde es presidente
ejecutivo y socio general, respectivamente, lo que correspon-
día era dilucidar esta controversia, tarea que no ha hecho el
juzgado. Para tal efecto, es relevante que el juzgado valore las
CAP. VI
afirmaciones de ambas partes en los escritos postulatorios, así
como los medios de prueba ofrecidos en su debida oportuni-
dad;
DÉCIMO QUINTO. Sin perjuicio de ello, corresponde tam-
bién que el juzgado defina sobre el ofrecimiento de medios
CAP. VII
probatorios hechos por la demandada, que dieron lugar a la re-
solución N.° 09, donde se limitó a decir que se tendrá presente

218 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

al momento de resolver, lo que no permite saber con precisión


si han sido admitidos o no para el proceso. Si los admite debe
CAP. I
asegurar el contradictorio al demandante;
Por estas razones:
Integraron la resolución N.° 12 (auto final), y por tanto decla-
raron fundada la excepción de falta de legitimidad pasiva pro-
CAP. II
puesta por xxx.
Declararon nula la misma resolución en cuanto declara infun-
dada la contradicción de la empresa recurrente; ordenaron el
dictado de una nueva resolución conforme a lo actuado, al de-
recho y a las estimaciones precedentes. CAP. III

CAP. IV

CAP. V

CAP. VI

CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 219


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

ANEXO N.° 05
CAP. I
CASACIÓN N.° 1463-20071-CAJAMARCA. SE PIER-
DE EL INTERÉS PARA OBRAR POR EFECTO DE LA
TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL
Lima, primero de julio del dos mil ocho.
CAP. II LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPRE-
MA DE JUSTICIA,  vista la causa número mil cuatrocien-
tos  sesentitrés-dos mil siete, en audiencia pública el día de
la fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite la si-
guiente sentencia:
CAP. III
1. MATERIA DEL RECURSO.  Se trata del recurso de ca-
sación interpuesto por don Bartolomé Pérez Lozano y otros
contra la resolución de vista de fojas mil doscientos ochenti-
dós, su fecha veintiocho de marzo del dos mil seis, expedida
CAP. IV por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca,
en la parte que revoca la resolución número tres, de fecha trece
de enero del dos mil cuatro, obrante a fojas doscientos noven-
ta que declara infundada la excepción de conclusión de proce-
so por transacción referido a los mayores de edad Bartolomé
CAP. V
Pérez Lozano y otros y reformándola la declaran fundada, y al
extremo que declara infundada la excepción de falta de legiti-
midad para obrar de la demandada deducida por Minera Yana-
cocha Sociedad de Responsabilidad Limitada y reformándola
CAP. VI
la declara fundada; con lo demás que contiene.
2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLA-
RADO PROCEDENTE EL RECURSO. Admitido el recur-
so de casación se ha declarado procedente mediante auto de
fecha tres de mayo del dos mil siete, por las causales previstas
CAP. VII

1 Publicado 01-12-08, página 23409

220 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

en los incisos 2 y 3 del artículo 386 del Código Procesal Civil,


relativa a la inaplicación de normas de derecho material y con-
CAP. I
travención de las normas que garantizan el derecho a un debi-
do proceso, sosteniendo que se han inaplicado los artículos 5 y
1305 del Código Civil al haberse transigido sobre daños en la
salud del afectado por el derrame de mercurio, daños que afec-
tan su integridad física e incluso su vida, y que por lo tanto no CAP. II

pueden ser materia de renuncia o cesión o transacción, como


ha sucedido en el presente caso; que también se ha vulnerado
el artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
sosteniendo que el artículo 446, inciso 10, del citado Código
determina que se puede proponer dicha excepción de con- CAP. III

clusión del proceso por transacción, cuando haya puesto fin


a un proceso judicial contencioso, y que además para amparar
la referida excepción se requiere la existencia de dos procesos
idénticos de acuerdo a lo que previene el artículo 453, inciso
CAP. IV
4 del Código acotado, uno de los cuales ha tenido que termi-
nar por transacción, lo que no se presenta en el presente caso;
debiéndose tener en cuenta los artículos 452 y 337 del mismo
Código Procesal.
3. CONSIDERANDO CAP. V

PRIMERO. Debe analizarse en primer lugar la causal adjetiva


propuesta, pues debido a su naturaleza y a los efectos que pro-
duce, si mereciera amparo carecería de objeto pronunciarse
respecto de la causal sustantiva. CAP. VI

SEGUNDO. Examinando el error in procedendo denuncia-


do, es del caso señalar que en materia de casación es factible
ejercer el control casatorio de las decisiones jurisdiccionales
para determinar si en ellas se han infringido las normas que CAP. VII
garantizan el derecho al debido proceso, tomándose en consi-

INSTITUTO PACÍFICO 221


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

deración que este supone el cumplimiento de los principios y


de las garantías que regulan el proceso como instrumento ju-
CAP. I
dicial, cautelando sobre todo el ejercicio absoluto del derecho
de defensa de las partes en litigio.
TERCERO. La parte recurrente sostiene que se han contrave-
nido los artículos 446 inciso 10, 452 y 453 inciso 4 del Códi-
CAP. II
go Procesal Civil, por cuanto la excepción de conclusión del
proceso por transacción solo ampara la transacción que haya
puesto fin a un proceso judicial; porque en la transacción ex-
trajudicial no se presenta la identidad de procesos a que se
refiere el artículo 452 del Código Adjetivo con el presente; y
CAP. III
porque asimismo se contraviene el requisito que establece el
artículo 453, inciso 4 del Código acotado para declarar funda-
da la excepción.
CUARTO. Al respecto, cabe señalar que la excepción es una
CAP. IV
institución procesal que permite al demandado ejerce su de-
recho a la defensa, denunciando la existencia de una relación
jurídica procesal inválida o el impedimento de pronunciarse
sobre el fondo de la controversia por omisión o defecto en una
CAP. V
condición de la acción. La excepción es una circunstancia de
hecho o de Derecho que obsta a la condena. La excepción ge-
néricamente es también la garantía de la defensa en sí misma.
Las circunstancias impeditivas de una condena se aducen en el
proceso mediante excepciones.
CAP. VI
QUINTO. De acuerdo con lo dispuesto en la Ley N.º 26872,
antes de interponer una acción que incide en derechos patri-
moniales disponibles, es preciso invitar a una conciliación.
Para ese efecto se han establecido numerosos Centros de Con-
CAP. VII
ciliación y, de llegarse a un acuerdo, se suscribe el acta corres-
pondiente y se evita el proceso. La conciliación puede lograse

222 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

mediante un reconocimiento por parte del actor que evite el


proceso. Mediante un acuerdo de partes que lo haga innece-
CAP. I
sario, esto es mediante una transacción, o porque el deman-
dado comprende que el actor tiene razón. La doctrina llama a
esas formas de resolver el proceso actos de auto composición.
Cuando en nuestro régimen se habla de la necesidad de la con-
ciliación, como requisito previo al proceso, se tiene en cuenta CAP. II
la posibilidad de la transacción. En consecuencia la concilia-
ción es el género y la transacción es la especie, pues siempre
que se transa se concilia.
SEXTO. La transacción es un negocio jurídico bilateral y con-
sensual, en el que las partes, haciéndose concesiones recípro- CAP. III

cas, deciden algún asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito


que podría promoverse o finalizando el ya iniciado. En el caso
materia de litis, si bien es cierto que la transacción extrajudi-
cial no se encuentra prevista expresamente en los supuestos
CAP. IV
del artículo 453 del Código Procesal Civil, también lo es que
participa de la misma naturaleza de la transacción celebrada
en vía de conciliación o dentro de un proceso, dado que siem-
pre extinguen obligaciones mediante concesiones recíprocas
y, hacen perder el interés para obrar. CAP. V

SÉTIMO. Que las normas del Código Civil en que se sustenta


la excepción deducida tienen naturaleza procesal, y debe te-
nerse presente el principio de la Unidad Legislativa y los prin-
cipios de interpretación.
CAP. VI
OCTAVO. Siendo esto así, podemos afirmar que el demanda-
do también puede deducir excepciones alegando que antes del
proceso o durante el transcurso de uno anterior, llegó con el
demandante a un acuerdo sobre sus diferencias, dándose am-
bos concesiones recíprocas, es decir, transigiendo. CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 223


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

NOVENO. Resulta evidente que si alguna de las dos situacio-


CAP. I
nes antes señaladas se ha producido, no cabe duda que no po-
drá iniciarse otro proceso para discutirse las pretensiones que
ya fueron transigidas.
DÉCIMO. Por las consideraciones anteriormente expuestas,
no se evidencia la contravención de las normas que garantizan
CAP. II
el derecho a un debido proceso, por lo que la denuncia formu-
lada debe desestimarse, siendo necesario analizar las denun-
cias sustantivas.
UNDÉCIMO. En cuanto a las denuncias signadas como error
CAP. III in judicando, el denunciante sostiene que se han inaplicado los
artículos 5 y 1305 del Código Civil, dado que el primero esta-
blece que todos los daños inherentes a la persona humana son
irrenunciables y no pueden ser objeto de cesión; y, el segun-
do, que solo los derechos patrimoniales pueden ser objeto de
CAP. IV
transacción.
DUODÉCIMO. En relación a ello, cabe mencionar que el Có-
digo Civil ha optado por regular la institución de la transacción
como una modalidad de extinguir obligaciones; así lo señala el
CAP. V artículo 1302 del propio texto legal, el que en su párrafo final
determina que “ la transacción tiene valor de cosa juzgada”.
DÉCIMO TERCERO. El mencionado artículo 1302 del Có-
digo Civil, concordado con el numeral 337 del Código Proce-
CAP. VI
sal Civil, que señala que la transacción judicial que pone fin
al proceso adquiere la autoridad de la cosa juzgada, permiten
afirmar que nuestro ordenamiento jurídico otorga a toda tran-
sacción (judicial o extrajudicial) el valor de la cosa juzgada, lo
cual impide que aquello que fue transigido es inmutable con-
CAP. VII forme lo previene el artículo 123, in fine, del Código Adjetivo,
no pudiendo de este modo ser revisado en sede judicial.

224 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

DÉCIMO CUARTO. Igualmente, cabe señalar que conforme


es de verse de las transacciones celebradas por las partes, en CAP. I
ellas no se transige sobre el daño que pudieran haber sufrido
los demandantes o sus menores hijos como consecuencia del
derrame de mercurio ocurrido, si no la reparación del mismo,
y la reparación del daño es siempre patrimonial.
DÉCIMO QUINTO. Respecto a lo anteriormente expuesto, CAP. II

las transacciones celebradas por los demandantes en represen-


tación de sus menores hijos, cuentan con la respectiva aproba-
ción del juez de familia de acuerdo con la previsión que con-
tiene el artículo 1307 del Código Civil. CAP. III

DÉCIMO SEXTO. Hay que tener en consideración también,


que el artículo 1312 del Código Civil dispone que la transac-
ción judicial se ejecuta de la misma manera que la sentencia;
y la extrajudicial en la vía ejecutiva, otorgando así a la transac-
ción extrajudicial la presunción de certeza que contiene todo CAP. IV

título ejecutivo.
DÉCIMO SÉTIMO. Siendo esto así, teniendo la transacción
extrajudicial el valor de cosa juzgada, lo que importa es que
lo que aparece de dicha transacción no puede ser revisado en CAP. V
sede judicial; resultando pues, un impedimento para que el
juez pueda pronunciarse sobre el fondo de la controversia.
DÉCIMO OCTAVO. Por las consideraciones expuestas, en el
presente caso no resulta pertinente aplicar las normas materia-
les invocadas, deviniendo en infundado también este extremo CAP. VI

del recurso.
DÉCIMO NOVENO. De conformidad con lo que dispone el
artículo 400 del Código Procesal Civil, constituye doctrina ju-
risprudencial vinculante al presente proceso, lo resuelto por el CAP. VII

Primer Pleno Casatorio Civil celebrado por la Sala Plena de la

INSTITUTO PACÍFICO 225


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Corte Suprema de Justicia de la República el día dieciocho de


diciembre del dos mil siete (Casación número mil cuatrocien-
CAP. I
tos sesenta y cinco-dos mil siete-Cajamarca), publicado en el
Diario Oficial El Peruano el día veintiuno de abril del dos mil
ocho.
VIGÉSIMO. Por todo lo anteriormente señalado; en aplica-
CAP. II ción de lo dispuesto por el artículo 397 del Código Procesal
Civil; y de conformidad con lo dictaminado por la Fiscalía Su-
prema en lo Civil.
4. DECISIÓN. a) Declararon: INFUNDADO el recurso de ca-
CAP. III
sación interpuesto por doña Bartolomé Pérez Lozano y otros;
en consecuencia, NO CASAR la resolución de vista de fojas
mil doscientos ochenta y dos, su fecha veintiocho de marzo
del dos mil seis. b) EXONERARON a la parte recurrente del
pago de las costas y costos originados en la tramitación del
CAP. IV recurso por gozar del beneficio de auxilio judicial. c) DISPU-
SIERON la publicación de la presente resolución en el diario
oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos con
la Empresa Minera Yanacocha Sociedad de Responsabilidad
Limitada y otros, sobre indemnización por daños y perjuicios;
CAP. V
interviniendo como vocal ponente el señor Sánchez-Palacios
Paiva; y los devolvieron.
SS. SANCHEZ-PALACIOS PAIVA, CAROAJULCA BUS-
TAMANTE, MANSILLA NOVELLA, MIRANDA CANA-
CAP. VI
LES, VALERIANO BAQUEDANO C-277696-88.

CAP. VII

226 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

ANEXO N.° 06
CASACIÓN N.° 3851-2013-LIMA NORTE1. NO CAP. I

EXISTE INTERÉS PARA OBRAR CUANDO SE


REFINANCIA LA DEUDA Y SE VIENE CUMPLIENDO
EL NUEVO CRONOGRAMA DE PAGO
RESOLUCIÓN DE CONTRATO
CAP. II

Sumilla: El interés para obrar. Las partes habían acordado un


nuevo cronograma de pagos, por lo que los demandados se en-
contraban al día en las formas y términos de pago acordados,
siendo así la demanda no cumple con una de las condiciones
CAP. III
de la acción, el interés para obrar conforme al artículo 121 del
Código Procesal Civil.

Lima, diecisiete de junio de dos mil catorce


LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPRE- CAP. IV

MA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa nú-


mero tres mil ochocientos cincuenta y uno-dos mil trece, en
audiencia pública realizada en la fecha y producida la votación
correspondiente, emite la siguiente sentencia.
CAP. V
I. ASUNTO
En el presente proceso de resolución de contrato, los deman-
dantes Ernesto Augusto Richter Camarena y Carmen Nelly
Sarmiento Sarmiento han interpuesto recurso de casación
mediante escrito de fecha veintidós de julio de dos mil trece, CAP. VI

de fojas mil ciento doce, contra la resolución de vista de fecha


veinticuatro de mayo de dos mil trece, expedida por la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que
CAP. VII

1 Publicado en el boletín Sentencias en Casación, Año XIV, N.° 706 (El Pe-
ruano, 30-07-15, p. 67455).

INSTITUTO PACÍFICO 227


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

revoca la sentencia apelada de fojas novecientos treinta y uno,


de fecha nueve de agosto de dos mil diez que declaró fundada
CAP. I
en parte la demanda, y reformándola, la declaró improcedente.
II. ANTECEDENTES:
2.1. Demanda: Mediante escrito de fecha veinticuatro de julio
de dos mil dos, los demandantes formulan como pretensión
CAP. II
principal, la resolución del contrato de compra venta con re-
serva de propiedad celebrado mediante escritura pública del
treinta y uno de enero de dos mil, respecto al inmueble de su
propiedad sito en el lote 11 de la Mz. 2 con frente a la calle
CAP. III Aguas Verdes – San Martín de Porres (calle Aguas Verdes 112-
114), inscrito en la Partida N.º 44137127. Acumulativamente en
forma objetiva demandan el pago de $ 42,000.00 por concepto
de compensación por el uso que vienen haciendo los demanda-
dos del inmueble desde el treinta y uno de enero de dos mil y el
CAP. IV
pago de $ 38,430.00 por concepto de indemnización por daños
y perjuicios debido al incumplimiento del pago puntual pactado
respecto al saldo del precio de venta del inmueble, según lo esta-
blece las cláusulas tercera y cuarta. Argumentan que en la cláusula
CAP. V
segunda establecen el precio en $ 243,360.00 cuya cancelación
se iniciaría con una cuota de $ 12,360.00 a la firma de la minu-
ta y el saldo de $ 231,000.00 en cincuenta y siete cuotas de
$ 4,000 y una de $ 3,000 que se abonará mes a mes a partir del
veintinueve de febrero del año dos mil hasta el veintinueve de
CAP. VI diciembre de dos mil cinco. En la cláusula tercera se establece
que para garantizar el pago los demandados giran cincuenta y
ocho letras de cambio por $ 4,000 y la última de $ 3,000. Y en
la cláusula cuarta se señala que si dejan de pagar tres cuotas
sucesivas los demandantes pueden pedir la resolución del con-
CAP. VII
trato, teniendo derecho a una compensación equitativa por el
uso del bien y a la indemnización de daños que representará el

228 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

50% de la totalidad de las cuotas pagadas. Que les requirieron


el pago a los demandados, pero hicieron caso omiso. Tal como
CAP. I
se aprecia de las letras 14/58 a la 21/58 que vencieron el día
treinta de los meses de noviembre de dos mil uno a junio de dos
mil dos. Letras que fueron endosadas a la Empresa de Transpor-
te Richter Sociedad Anónima, luego su cobro fue encargado al
Banco Wiese Sudameris, pero fueron devueltas por falta de pago. CAP. II

Por eso celebraron un documento privado de refinanciamiento el


uno de octubre del año dos mil, en el que reconocen su deuda de
$ 199,000.00 equivalente a cincuenta y ocho cuotas de las cua-
les, veinte son de $ 2,500.00, treinta y seis de $ 4,000.00, una de
$ 2,000, y otra más de $ 3,000. El calendario de pago era del trein- CAP. III

ta de octubre de dos mil al treinta de julio de dos mil cinco. Luego


de ello incumplieron con el pago desde la letra 14/58 correspon-
diente al mes de noviembre de dos mil uno hasta la fecha, es decir
están vencidas e impagas ocho cuotas y las demás restantes por
CAP. IV
vencer. Mediante carta notarial del veinticuatro de junio de dos
mil dos han expresado su voluntad de no pagar el saldo, median-
te cartas notariales del doce y veinte de junio de dos mil dos
comunican su decisión de resolver el contrato y mediante car-
ta notarial del veintisiete de junio del mismo año, en el punto CAP. V

ocho aceptan y solicitan el reembolso de las sumas pagadas


más las supuestas mejoras. Desde la fecha de venta con reserva
de propiedad, es decir desde el veintisiete de enero de dos mil,
los demandados vienen arrendando el inmueble a terceros obte-
niendo una renta mensual de S/. 5,000.00 que multiplicado por CAP. VI

treinta meses da la suma de S/. 150,000.00 al tipo de cambio de


S/. 3.50 da un total de $ 42,000.00 suma que piden por concep-
to de compensación equitativa por el uso del bien y la suma de
$ 38,430.00 por indemnización de daños y perjuicios. CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 229


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

2.2. Contestación de demanda: Manifiestan haber pagado


ocho letras por $ 4,000.00 en forma puntual, no hubo reque-
CAP. I
rimiento de pago y como eran conscientes que estaba sobre-
valuado les proponen refinanciar bajando a $ 2,500.00, según
documento de reconocimiento de deuda del uno de octubre
del año dos mil. Refinancian pero estaban al día por eso la letra
CAP. II
ocho tiene como fecha treinta de setiembre de dos mil. Poste-
rior al refinanciamiento pagan seis letras de $ 2,500.00 hasta el
treinta de marzo de dos mil uno. En la primera semana de abril
de dos mil uno, sostuvieron una conversación con los deman-
dantes, indicándoles que el monto era muy alto, llegando a un
CAP. III acuerdo verbal y le solicitan les envíe carta notarial ofreciendo
el pago por $ 1,500.00 con la finalidad que acudan al Banco
Wiese y ellos también puedan refinanciar la deuda. Afirman
haber cancelado $ 81,542.00.
CAP. IV
2.3. Reconvención: Está demostrada la desproporción de las
prestaciones y la necesidad de los demandados de la cual los
demandantes se aprovecharon. El monto de la reconvención
es de $ 81,542.00.
2.4. Puntos controvertidos: Mediante resolución número cin-
CAP. V
cuenta y siete, del dieciocho de noviembre de dos mil ocho de
fojas quinientos noventa, se estableció como puntos de con-
troversia de los demandantes: 1. Determinar si la resolución
del contrato de bien inmueble materia de demanda, 2. Deter-
CAP. VI minar el pago de la suma de $ 42,000.00 por compensación del
uso del inmueble incluyendo intereses de dicho monto que se
computa desde la notificación de la demanda hasta el día del
pago 3. Determinar el pago de $ 38,430.00 por indemnización
por daños y perjuicios que se ha causado a los demandados y
CAP. VII
que se vienen causando hasta la fecha más intereses de dicho
monto, que se computa desde la notificación hasta el día de

230 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

su pago. Y como puntos controvertidos de los demandados:


1. Determinar si hubo o no requerimiento de pago conforme
al sexto punto de la demanda 2. Determinar si existe o no un CAP. I

único compromiso de refinanciamiento de la deuda celebrada


entre las partes conforme al punto ocho 3. Determinar si los
demandados han dejado de pagar conforme a la cláusula cuar-
ta del contrato propuesto en el punto doce 4. Determinar si los CAP. II

demandados han percibido renta por alquiler del bien objeto


del contrato 5. Determinar si corresponde o no el concepto
por indemnización a los demandantes, el mismo que asciende
a la suma de $ 38,430.00.
CAP. III
2.5. Sentencia de primera instancia: El Primer Juzgado Mixto
Transitorio de Condevilla, mediante resolución de fojas no-
vecientos treinta y uno, de fecha nueve de agosto de dos mil
diez, dicta sentencia declarando fundada en parte la deman-
da de resolución de contrato, resuelto el contrato del treinta y CAP. IV

uno de enero de dos mil. Dispone que los demandados hagan


la devolución del inmueble. Por compensación por el uso e in-
demnización por daños y perjuicios la suma de $ 38,430.00
o su equivalente en moneda nacional al tipo de cambio de la
fecha de pago, con costas y costos. Entre los fundamentos es- CAP. V

grimidos por el juzgado, menciona: de fojas tres a seis corre


el contrato de compra venta con reserva de propiedad por la
suma de $ 243,360.00 cuyo pago fue pactado a plazos y a fo-
jas dieciséis a diecinueve la deuda fue refinanciada el uno de
CAP. VI
octubre de dos mil. Que son aplicables las normas del con-
trato de compra venta y su inejecución. Por la resolución se
deja sin efecto un contrato válido por causal sobreviniente a su
celebración. Los demandantes sostienen que se ha dejado de
pagar más de tres cuotas, desde la número catorce con fecha de CAP. VII

vencimiento treinta de noviembre de dos mil uno, presentan-

INSTITUTO PACÍFICO 231


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

do ocho letras vencidas, por lo que el contrato se ha resuelto


y les cursan carta notarial el doce de junio de dos mil dos de
CAP. I
fojas veinte. Los demandados contestan con carta notarial del
veinticuatro de junio de dos mil dos, señalando que existe un
acuerdo verbal por el que pactan que las cuotas de $ 2,500.00
se reducirían a $ 1,500.00 que ofrecieron mediante carta del
CAP. II cuatro de abril de dos mil uno de fojas ochocientos setenta
y dos y al no haber contestado, significa que aceptaron. Esto
queda desvirtuado con el testimonio del demandante de fojas
ciento veintidós a ciento veinticuatro y de fojas trescientos no-
venta y seis a trescientos noventa y siete, en el que afirma haber
CAP. III
aceptado las amortizaciones de $ 1,500.00 por unos tres me-
ses, pero no significó un nuevo refinanciamiento. El dicho de
los demandados sobre un acuerdo verbal no quedó acreditado,
con las letras de cambio que presentan. Al no haberse cancela-
do más de tres cuotas, se produjo falta de cumplimiento de los
CAP. IV
compradores de las letras de fojas ocho a quince. Respecto a la
compensación por el uso del bien e indemnización: las partes
han pactado en la cláusula cuarta que será el 50% de la totali-
dad de las cuotas pagadas. Se advierte que pagaron $ 78,860.00
CAP. V El inmueble viene siendo rentado según documentos de fojas
cuatro a seis y veintiuno a veinticinco y de otro lado se advier-
te el nexo causal es el contenido del contrato y según el artícu-
lo 1320 del Código Civil, refiere que el incumplimiento parcial
del pago del precio obedece a culpa leve del deudor.
CAP. VI
2.6. Apelación: a fojas novecientos cuarenta y seis, obra el recur-
so de apelación de los demandados, de fecha nueve de setiem-
bre de dos mil diez, alegando que sí existió acuerdo del pago de
$ 1,500.00 hasta la cancelación de la deuda. Asimismo, señalan
CAP. VII que el demandante no ha demostrado el daño, ya que si bien han
tenido la posesión, ellos han mantenido la titularidad.

232 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

2.7. Sentencia de segunda instancia: la Primera Sala Civil de


la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, mediante re-
CAP. I
solución de vista de fecha veinticuatro de mayo de dos mil
trece, obrante a fojas mil noventa y nueve, revoca la apelada
y reformándola declara improcedente la demanda. Entre los
fundamentos en los que se ampara, señala que para el refinan-
ciamiento de deuda la ley no exige formalidad determinada, CAP. II

en ese sentido es suficiente la manifestación de voluntad de


las partes contratantes que puede ser expresa o tácita, como
lo regula el artículo 141 del Código Civil. Concluye que sí
ha existido acuerdo verbal (manifestación expresa) según la
declaración del demandante en la audiencia de pruebas, en la CAP. III

que señaló que sí aceptó pero por tres meses solamente, he-
cho que ha sido corroborado por la declaración de parte de
la codemandante de fojas trescientos noventa y siete, quien
refiere lo mismo. Del estudio de los autos se aprecian contra-
CAP. IV
dicciones de los demandantes. A fojas ciento veintidós obra
la manifestación a nivel policial del actor, en el sentido que
el “acuerdo verbal” era para cancelar seis letras atrasadas; asi-
mismo cuando señala mediante escrito de fecha catorce de
octubre de dos mil nueve de fojas novecientos que ha que- CAP. V

dado demostrado que la carta notarial del cuatro de abril de


dos mil uno jamás existió, ello al absolver el informe del Ban-
co Scotiabank que indica no haber logrado ubicar dicha car-
ta, declaración que difiere de lo señalado en la audiencia de
pruebas de fojas cuatrocientos cuatro, al declarar que el actor CAP. VI

se la solicitó al abogado del demandado para justificar que


percibía menos. Indicios suficientes para concluir que existió
el acuerdo verbal. Además advierte la voluntad de continuar
aceptando el pago por $ 1,500.00. En ese contexto en cuanto CAP. VII
al nuevo cronograma de pagos, los demandados alegan haber

INSTITUTO PACÍFICO 233


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

cancelado las seis primeras letras a razón de $ 2,500.00, es


decir hasta la letra seis del treinta de marzo de dos mil uno,
CAP. I
hecho que no ha sido cuestionado por los actores. Respecto
de los pagos de las cuotas posteriores de $ 1,500.00 está acre-
ditado con las siete letras de cambio, del número 07/58 de
fecha treinta de abril de dos mil uno, al número 13/58 de fe-
CAP. II
cha treinta de octubre de dos mil uno, que fueron devueltas
a los demandados, según estos a razón de una letra por cada
dos de $ 1,500.00 (catorce cuotas en total) lo cual guarda
concordancia con las letras que los actores consideran impa-
gas esto es desde la letra 14/58 del treinta de noviembre de
CAP. III
dos mil uno, aunado a la declaración de la codemandante en
la audiencia de fojas cuatrocientos cuatro, donde reconoce
que los pagos por $ 1,500.00 fueron realizados hasta julio de
dos mil dos. Respecto de las letras de cambio número siete a
diez, figuran como canceladas sin indicar la fecha de pago, lo
CAP. IV que no ha sido objetado por los demandantes, por lo que se
presume su cumplimiento oportuno. Así mismo la letra nú-
mero 11/58 con vencimiento el treinta de agosto de dos mil
uno, fue cancelada en esa fecha, sin embargo, fue protestada
por falta de pago el siete de setiembre de dos mil uno, por
CAP. V consiguiente la fecha de pago indicada por los demandantes
carece de veracidad, no se demostró que su cumplimiento
fue extemporáneo. La letra 12/58 con vencimiento el trein-
ta de setiembre de dos mil uno fue cancelada el treinta de
marzo de dos mil dos, de acuerdo a los parámetros del nue-
CAP. VI vo cronograma. La letra 13/58 con vencimiento el treinta de
octubre de dos mil uno, fue cancelada el diez de mayo de dos
mil dos de acuerdo al nuevo cronograma. Siendo así los de-
mandados se encontraban al día en las formas y términos de
pago acordados, por lo que la demanda no cumple con una
CAP. VII de las condiciones de la acción, el interés para obrar confor-
me al artículo 121 del Código Procesal Civil.

234 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

2.8. Recurso de casación: por escrito de fojas mil ciento doce,


los demandantes interponen recurso de casación contra la re-
CAP. I
solución emitida por la Sala Superior. Mediante resolución del
siete de enero de dos mil catorce se declaró procedente por las
siguientes causales: a) infracción normativa del artículo 139
inciso 5) de la Constitución Política del Estado y b) infracción
normativa de los artículos 141, 1221 y 1257 del Código Civil. CAP. II

III. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE


Es necesario señalar que la cuestión jurídica materia de deba-
te por esta Sala Suprema consiste en determinar si la decisión
dictada por la Sala Superior ha infringido el derecho a la mo- CAP. III

tivación escrita de las resoluciones reconocido en el artículo


139 inciso 5) de la Constitución Política del Estado, y de no
ser el caso, determinar si corresponde declarar la resolución
del contrato de compra venta con reserva de propiedad.
IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA CAP. IV

PRIMERO. Que, estando a la calificación de procedencia del


recurso, en la que se comprende la infracción procesal y mate-
rial, debe analizarse previamente la causal adjetiva o de error
in procedendo denunciada, pues debido a su naturaleza y a los CAP. V

efectos que produce, si mereciera ser amparada por infracción al


debido proceso, entonces carecería de objeto pronunciarse res-
pecto a la causal sustantiva por ser incompatible con aquella.
SEGUNDO. Que, en tal sentido, la infracción normativa pro- CAP. VI
cesal es sancionada ordinariamente con nulidad, la misma que
se entiende como aquel estado de anormalidad del acto proce-
sal, originado en la carencia de algunos de sus elementos cons-
titutivos o en vicios existentes sobre ellos que potencialmente
los coloca en la situación de ser declarados judicialmente invá- CAP. VII

lidos. El estado de nulidad potencial no puede afectar el debido

INSTITUTO PACÍFICO 235


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

proceso ya sea por ser subsanable el vicio, por convalidación o


porque el acto cumplió con su finalidad. La garantía al debido
CAP. I
proceso implica también el administrar justicia de acuerdo a
las normas procesales, que en razón a su texto, son considera-
das imperativas o de estricto cumplimiento, consecuentemen-
te, está sancionada su omisión o cumplimiento deficiente con
CAP. II
la respectiva declaración de nulidad; siendo ello así, es tarea de
esta Suprema Sala revisar si fueron vulneradas o no las normas
que establecen expresamente un determinado comportamien-
to procesal con carácter de obligatoriedad, en cuyo caso debe
disponerse la anulación del acto procesal viciado.
CAP. III
TERCERO. El principio del debido proceso contiene el dere-
cho a la motivación escrita de las resoluciones que garantiza al
justiciable el derecho de obtener de los órganos judiciales una
respuesta razonada, motivada y congruente con las preten-
CAP. IV
siones oportunamente deducidas por las partes en cualquier
clase de procesos. La exigencia de que las decisiones judicia-
les sean motivadas en proporción a los términos del inciso 5)
del artículo 139 de la Constitución Política del Estado garan-
tiza que los jueces cualquiera sea la instancia a la que perte-
CAP. V
nezcan expresen el proceso lógico que los ha llevado a decidir
la controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a
la Ley, pero también con la finalidad de facilitar un adecuado
ejercicio del derecho de defensa.
CAP. VI

CUARTO. En ese sentido, habrá motivación de las resolucio-


nes judiciales siempre que exista fundamentación jurídica,
congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por sí misma la
resolución judicial exprese una suficiente justificación de la
CAP. VII decisión adoptada, aún si esta es breve o concisa. El control
de logicidad es el examen que efectúa la Corte de Casación o

236 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Tribunal Superior para conocer si el razonamiento realizado


por los jueces inferiores es formalmente correcto y comple-
to desde el punto de vista lógico, esto es, se quiere verificar CAP. I

el cumplimiento de las reglas que rigen el pensar, es decir, los


errores in cogitando, dentro de los cuales se encuentran: a) la
falta de motivación y b) la defectuosa motivación, dentro de
esta última encontramos la motivación aparente, la insuficien- CAP. II

te y la defectuosa en sentido estricto2.


QUINTO: Se dice que, la motivación es la expresión del por
qué el juez emite una resolución, es decir, el juez en los consi-
derandos explica las razones del por qué, de la sentencia dada,
siendo interesante mencionar que en la Constitución vigente CAP. III

(al igual que en todas las anteriores) el Poder Judicial, frente a


los Poderes Legislativo y Ejecutivo, es el único órgano al que se
le exige motivar sus actos, casi como poniendo en evidencia que
los jueces son independientes, pero al momento de expedir sus CAP. IV

resoluciones están sometidos a la Constitución y a la ley3.


SEXTO: Que, bajo ese marco normativo corresponde evaluar
si la sentencia de vista vulnera el principio de orden procesal
referido a la motivación de las resoluciones judiciales denun-
ciado en el literal a), siendo así en primer término se debe citar CAP. V

2 Esta Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de la República ha soste-


nido en la Casación 1099-2006-MOQUEGUA, que el vicio procesal en
la motivación de las resoluciones judiciales, tienen dos manifestaciones:
1) La falta de motivación y, 2) La defectuosa motivación, la cual a su vez CAP. VI

se divide en tres agravios procesales: a) motivación aparente, que se da


cuando la decisión se basa en pruebas no actuadas o en hechos no ocurri-
dos, b) motivación insuficiente, que se presenta cuando vulnera el prin-
cipio de la razón suficiente, c) motivación defectuosa propiamente dicha,
se presenta cuando el razonamiento del juez viola los principios lógicos y
las reglas de experiencia. CAP. VII

3 Guasch Fernandez. El Hecho y el Derecho en la Casación Civil, Bosch,


Barcelona, 1998, p. 445.

INSTITUTO PACÍFICO 237


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

lo dispuesto en el tercer párrafo del artículo 121 del Código


Procesal Civil “[...] Mediante la sentencia el juez pone fin a la
CAP. I
instancia o al proceso en definitiva, pronunciándose en decisión
expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida decla-
rando el derecho de las partes, o excepcionalmente sobre la validez
de la relación procesal.”, de la disposición transcrita se advierte
CAP. II
que excepcionalmente se faculta al juzgador para que se pro-
nuncie en la sentencia sobre la validez de la relación procesal.
SÉTIMO: Así, de la sentencia de vista se aprecia que, el Ad
quem emite pronunciamiento inhibitorio por considerar que
los accionantes carecen de legitimidad para obrar por cuanto
CAP. III
sí ha existido acuerdo verbal (manifestación expresa) según
la declaración del codemandante en la audiencia de pruebas,
en la que señaló que sí aceptó, pero solo por tres meses; así
mismo analiza que existen indicios suficientes para concluir
CAP. IV que existió el acuerdo verbal y además, advierte la voluntad de
continuar aceptando el nuevo monto acordado por $ 1,500.00
dólares americanos.
OCTAVO: Se verifica que la Sala Superior sí ha efectuado una
valoración conjunta de los medios de prueba, lo que le per-
CAP. V
mitió concluir que las partes habían acordado un nuevo cro-
nograma de pagos y de la revisión efectuada por la Sala men-
cionada se aprecia que el estudio efectuado es a cada letra de
cambio del aludido nuevo cronograma; concluyendo que los
CAP. VI demandados se encontraban al día en las formas y términos
de pago acordados, por lo que la demanda no cumple con una
de las condiciones de la acción, el interés para obrar conforme
al artículo 121 del Código mencionado; por consiguiente co-
rresponde desestimar la causal contenida en el literal a).
CAP. VII

238 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

NOVENO: En cuanto a la causal denunciada en el literal b),


sobre infracción normativa de los artículos 141, 1221 y 1257
CAP. I
del Código Civil, se advierte que para el refinanciamiento de
la deuda, la ley no exige formalidad determinada y que tan solo
basta con la manifestación de voluntad de las partes, advirtién-
dose que toma en cuenta los indicios para concluir que existió
un acuerdo verbal, en base al cual los demandados han cumplido CAP. II

con cancelar las cuotas dentro de los plazos acordados por ambas
partes, en tal sentido los demandantes no podían resolver el con-
trato. Asimismo, respecto de los artículos 1221 y 1257 del Código
Civil, los que regulan el hecho que no puede obligarse al acreedor
a recibir de modo parcial la prestación objeto de la obligación y CAP. III

los casos en los que se tenga una deuda, y se haga un pago, este
se aplicará primero a los gastos e intereses, verificándose que
ambas normas sustantivas no han sido infringidas al emitir la
sentencia de vista, porque como se ha mencionado existió un
CAP. IV
acuerdo para celebrar un nuevo cronograma de pagos, verifi-
cándose que los pagos fueron recibidos por los actores.
DÉCIMO: En ese orden de ideas, la Sala Superior al revocar la
sentencia apelada y reformarla declarando improcedente la de-
manda, no ha incurrido en infracción normativa de las normas CAP. V

mencionadas en los literales a) y b) de la calificación del recur-


so, en la medida que la resolución impugnada se encuentra lo
suficiente y adecuadamente fundamentada; es decir, se aprecia
la existencia de suficiente justificación fáctica y jurídica de la CAP. VI
decisión adoptada; siendo ello así, la infracción denunciada y
consecuentemente el recurso deviene en infundado.
VI. DECISIÓN
Esta Sala Suprema, en aplicación de lo señalado por el artículo CAP. VII
397 del Código Procesal Civil: a) Declara INFUNDADO el

INSTITUTO PACÍFICO 239


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

recurso de casación interpuesto por los demandantes Ernesto


Augusto Richter Camarena y Carmen Nelly Sarmiento Sar-
CAP. I
miento, mediante escrito de fojas mil ciento doce; en conse-
cuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fecha veinti-
cuatro de mayo de dos mil doce, obrante a fojas mil noventa y
nueve, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
CAP. II de Justicia de Lima Norte que, revocando la sentencia apelada
de fecha nueve de agosto de dos mil diez, obrante a fojas no-
vecientos treinta y uno, que declara fundada en parte e impro-
cedente la demanda de impugnación de acuerdo. b) DISPU-
SIERON la publicación de la presente resolución en el diario
CAP. III
oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Ernesto Augusto Richter Camarena y otros con Santa Juana
Villagaray Ychccaya y otro, sobre resolución de contrato; y los
devolvieron. Interviene como ponente la señora jueza supre-
ma Estrella Cama.
CAP. IV

SS. Almenara Bryson, Tello Gilardi, Estrella Cama, Rodríguez


Chávez, Calderón Puertas.

CAP. V

CAP. VI

CAP. VII

240 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

ANEXO N.° 07
CASACIÓN N.º 3680-2011-LIMA NORTE. LA EXCEP- CAP. I

CIÓN DE FALTA DE LEGITIMIDAD PARA OBRAR,


DENUNCIA LA CARENCIA DE IDENTIDAD ENTRE
LOS SUJETOS DE LA RELACIÓN JURÍDICA MATE-
RIAL Y LOS SUJETOS DE LA RELACIÓN JURÍDICA
PROCESAL1 CAP. II

Lima, veintiuno de setiembre del año dos mil doce.-


LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPRE-
MA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa nú- CAP. III

mero tres mil seiscientos ochenta - dos mil once, en Audiencia


Pública llevada a cabo en la fecha; luego de verificada la vota-
ción con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia.
RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de casación
interpuesto a fojas ciento setenta y ocho por Silvia Cristina CAP. IV

Fung López, contra la resolución de vista obrante a fojas cien-


to sesenta y cuatro, su fecha veintiocho de abril del año dos mil
once, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima norte, que confirma la resolución apelada CAP. V

de fecha treinta de abril del año dos mil diez que declara fun-
dada la excepción de falta de legitimidad para obrar activa, en
consecuencia, nulo todo lo actuado y por concluido el proce-
so; en los seguidos por Silvia Cristina Fung López con la Caja
Municipal de Ahorro y Crédito de Pisco Sociedad Anónima y CAP. VI

otros, sobre Nulidad de Garantía Hipotecaria.


FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, el recurso de casa-
ción fue declarado procedente por resolución de fecha siete de
octubre del año dos mil once, obrante a fojas treinta del cuader- CAP. VII

1 Publicado 31-01-2013, p. 39744.

INSTITUTO PACÍFICO 241


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

nillo formado en este Supremo Tribunal por la causal prevista


en el artículo trescientos ochenta y seis del Código Procesal
CAP. I
Civil, por la que se denuncia la infracción normativa procesal
por cuanto la Sala Superior no ha motivado adecuadamente la
resolución materia de impugnación, pues no fundamenta ni
invoca norma legal alguna al concluir que se debe considerar
CAP. II
que la primera Constitución de Hipoteca de fecha siete de junio
del año dos mil cinco no es un acto independiente de la segunda
Escritura Pública de Aclaración de fecha veintiuno de junio del
mismo año, pues este segundo testimonio debe entenderse que
forma parte integrante de la primera, por tanto ambos constitu-
CAP. III
yen un solo acto. Agrega que no existe norma legal material
que determine qué actos jurídicos sustantivos celebrados en
distintas fechas y en distintos documentos constituyan un solo
acto como si se tratara de resoluciones judiciales.
CAP. IV CONSIDERANDO
PRIMERO. Que, antes de absolver la denuncia postulada por
la recurrente conviene hacer un breve recuento de lo aconteci-
do en el proceso. En tal sentido, es de apreciar que a fojas uno, la
ahora recurrente, Silvia Cristina Fung López, interpone como
CAP. V
pretensión principal se declare la nulidad de la constitución
de hipoteca sobre el inmueble ubicado en la avenida Naranjal
número doscientos sesenta-doscientos setenta y doscientos
setenta y ocho-manzana B lote quince, lotización industrial El
CAP. VI Naranjal, distrito de Los Olivos, provincia y departamento de
Lima, celebrada por la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de
Pisco Sociedad Anónima, Hilados y Tejidos Línea Azul Socie-
dad Anónima Cerrada e Inversiones Tortugas Sociedad Anó-
nima, hipoteca constituida en la cláusula sexta de la escritura
CAP. VII
pública de fecha siete de junio del año dos mil cinco. Como se-
gunda pretensión principal solicita se declare la nulidad de la

242 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

cláusula tercera de la Aclaración de Constitución de Garantía


Hipotecaria celebrada entre las mismas partes, contenida en la
CAP. I
Escritura Pública de fecha veintiuno de junio del año dos mil
cinco; y como tercera pretensión principal solicita se declare
la nulidad de la cláusula segunda de la ampliación de Garantía
Hipotecaria celebrada entre las antes citadas partes contenida
en la Escritura Pública de fecha veintisiete de junio del año dos CAP. II

mil cinco.
SEGUNDO. Que, admitida a trámite la demanda, la Caja
Municipal de Ahorro y Crédito de Pisco Sociedad Anónima,
mediante escrito obrante a fojas treinta y tres deduce la ex-
cepción de falta de legitimidad activa señalando básicamente CAP. III

que la actora resulta ajena a la relación sustantiva que existe


entre la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Pisco Socie-
dad Anónima y la codemandada Hilados y Tejidos Línea Azul
Sociedad Anónima Cerrada debido a que esta última solo ha CAP. IV

gravado con hipoteca real el porcentaje del noventa por ciento


que le corresponde como propietario respecto del citado bien
inmueble, estando libre el diez por ciento de la accionante, por
lo que la constitución de hipoteca no le causa perjuicio alguno.
TERCERO. Que, valoradas las pruebas y compulsados los he- CAP. V

chos expuestos por las partes, por resolución de primera ins-


tancia de fecha treinta de abril del año dos mil diez se declara
fundada la excepción de falta de legitimidad para obrar activa
interpuesta por la Caja de Ahorro y Crédito de Pisco Socie- CAP. VI

dad Anónima y en consecuencia se dispone la anulación de


todo lo actuado y por concluido el proceso. El juez de la causa
entiende que: a) Del documento denominado aclaración de
Constitución de Garantía Hipotecaria de fecha veintiuno de
junio del año dos mil cinco, celebrado entre los codemanda- CAP. VII

dos Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Pisco Sociedad

INSTITUTO PACÍFICO 243


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Anónima e Hilados y Tejidos Línea Azul Sociedad Anónima


Cerrada con la intervención de Inversiones Tortugas Sociedad
CAP. I
Anónima se tiene que en la cláusula tercera se ha establecido
que la hipoteca recae únicamente sobre el noventa por ciento
de los derechos y acciones del inmueble sub litis, no afectando
el diez por ciento de derechos y acciones que le corresponden
CAP. II a la demandante sobre el referido bien; b) La demandante ca-
rece de legitimidad para obrar ello en razón de que para que
la demandante sea sujeto de una relación procesal válida tie-
ne que ser titular de la relación jurídica material; esto es, que
exista identificación entre la persona del acto con la persona a
CAP. III
cuyo favor está la ley sustantiva.
CUARTO. Que, apelada que fuera la resolución de grado, la
Sala Superior mediante resolución de fecha veintiocho de
abril del año dos mil once confirma la apelada, considerando
CAP. IV básicamente que: a) De la copia certificada del Testimonio del
Contrato de Comercialización, Otorgamiento de Fianza Soli-
daria y Constitución de Garantía Hipotecaria de fecha siete de
junio del año dos mil cinco se verifica en su cláusula sexta que
la demandada Hilados y Tejidos Línea Azul Sociedad Anóni-
CAP. V
ma Cerrada constituye primera y preferente hipoteca sobre la
totalidad del inmueble sub litis, sin embargo esta Constitución
de Garantía fue aclarada mediante Escritura Pública de fecha
veintiuno de junio del mismo año en su cláusula tercera en la
CAP. VI
que se explica que la hipoteca constituida recae solo sobre la
cuota ideal que le corresponde, es decir sobre el noventa por
ciento de acciones y derechos del referido inmueble; b) La pri-
mera constitución de hipoteca de fecha siete de junio del año
dos mil cinco no es un acto independiente de la segunda escri-
CAP. VII tura pública de aclaración de fecha veintiuno de junio del mis-
mo año, pues este segundo testimonio debe entenderse que

244 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

forma parte integrante de la primera, por tanto ambos cons-


tituyen un solo acto; c) La demandante es totalmente ajena al
CAP. I
proceso por no haber participado en el acto jurídico ni afecta-
do sus derechos adquiridos respecto del inmueble sub litis.
QUINTO. Que, en el presente caso, mediante escrito obran-
te a fojas treinta y tres, la codemandada Caja Municipal de
Ahorro y Crédito de Pisco Sociedad Anónima ha deducido la CAP. II

excepción sub análisis bajo el sustento que la accionante está


cuestionando la constitución de garantía hipotecaria de fecha
siete de junio del año dos mil cinco, así como su respectiva
aclaratoria y ampliación de fechas veintiuno y veintisiete de CAP. III
junio del mismo año, documentos en los cuales la demandante
no solo no ha intervenido sino que además se ha gravado so-
lamente el porcentaje del noventa por ciento correspondiente
a Hilados y Tejidos Línea Azul Sociedad Anónima Cerrada,
quedando libre de gravamen el diez por ciento restante corres- CAP. IV

pondiente en este caso a la empresa accionante.


SEXTO. Que, la excepción de falta de legitimidad para obrar
del demandante o del demandado a que se contrae el inciso
sexto del artículo cuatrocientos cuarenta y seis del Código CAP. V
Procesal Civil es aquel instituto procesal dirigido a denunciar
la carencia de identidad entre los sujetos que integran la rela-
ción jurídica sustantiva y quienes forman parte de la relación
jurídica procesal; con dicho instituto se pone de manifiesto
la carencia de identidad entre las personas inmersas en una y CAP. VI

otra relación, y no la falta de titularidad del derecho, porque


esta se resolverá al final del juicio con la sentencia.
SÉPTIMO. Que, la debida motivación de las resoluciones ju-
diciales constituye un principio y derecho de la función juris- CAP. VII

diccional, consagrado en el inciso quinto del artículo ciento

INSTITUTO PACÍFICO 245


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

treinta y nueve de la Constitución Política del Estado, norma


constitucional que ha sido recogida en el artículo doce de la
CAP. I
Ley Orgánica del Poder Judicial, inciso sexto del artículo cin-
cuenta e inciso tercero del artículo ciento veintidós del Códi-
go Procesal Civil. A este respecto, es menester precisar que el
derecho a la motivación de las sentencias, conforme esta Su-
CAP. II
prema Sala viene señalando en reiterada jurisprudencia, sólo
puede entenderse cumplida cuando la resolución judicial, de
manera explícita o implícita, contiene las razones o elementos
de juicio que permiten conocer los criterios que fundamentan
la decisión.
CAP. III
OCTAVO. Que, en el presente caso, se advierte que las resolu-
ciones de mérito cumplen con creces los estándares exigibles
de una debida motivación al expresar en sus fundamentos las
razones de hecho y de derecho que sustentan su decisión, dán-
CAP. IV
dose por consiguiente cumplida y justificada respuesta a la ex-
cepción articulada, al encontrarse explicado suficientemente
las razones de su decisión, ello por cuanto al ser la excepción
formulada una defensa de forma, su análisis y fundamentación
se ha basado y ceñido conforme a los presupuestos forma-
CAP. V les que se derivan del inciso sexto del artículo cuatrocientos
cuarenta y seis del Código Procesal Civil, por cuyas razones
el agravio denunciado deviene en desestimable, no correspon-
diendo por lo demás examinar cuál es la norma legal sustanti-
va que deba determinar si la primera constitución de hipoteca
CAP. VI
constituye o no un acto independiente de la segunda aclara-
ción dado que, conforme a lo anotado, dicha argumentación
no se condice con la naturaleza y fines de la excepción plan-
teada.
CAP. VII NOVENO. Que, estando a las consideraciones precedentes
y no verificándose la causal de infracción normativa alegada;

246 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

de conformidad con lo dispuesto en el artículo trescientos no-


venta y siete del Código Procesal Civil, declararon: INFUN-
DADO el recurso de casación interpuesto por Silvia Cristina CAP. I

Fung López mediante escrito obrante a fojas ciento setenta y


ocho; en consecuencia, NO CASARON la resolución de vista
obrante a fojas ciento sesenta y cuatro su fecha veintiocho de
abril del año dos mil once, expedida por la Primera Sala Civil CAP. II
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIE-
RON la publicación de la presente resolución en el diario ofi-
cial El Peruano bajo responsabilidad; en los seguidos por Sil-
via Cristina Fung Lopez contra la Caja Municipal de Ahorro
y Crédito de Pisco Sociedad Anónima y otros, sobre Nulidad CAP. III

de Garantía Hipoteca y otros; y los devolvieron. Ponente se-


ñor Ticona Postigo, juez supremo. SS. TICONA POSTIGO,
ARANDA RODRÍGUEZ, PONCE DE MIER, VALCÁR-
CEL SALDAÑA, MIRANDA MOLINA C-894580-18.
CAP. IV

CAP. V

CAP. VI

CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 247


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

ANEXO N.° 08
CAP. I
SENTENCIA DEL PLENO CASATORIO
Casación N.° 1465-2007-Cajamarca
Demandantes: Giovanna Angélica Quiroz Villaty, por dere-
cho propio y en representación de sus menores hijos; Walker
CAP. II
Steve Cuenca Quiroz; Euler Jonathan Mendoza Quiroz y José
Ronny Mendoza Quiroz.
Demandados: Empresa Minera Yanacocha S.R.L., Ransa Co-
mercial S. A. y Arturo Blanco Bar.
CAP. III
Materia: Indemnización por daños y perjuicios derivados de
responsabilidad extracontractual.
Vía procedimental: Proceso de Conocimiento
[…]
CAP. IV
C. SOBRE LA TRANSACCIÓN
c.1. De su regulación en nuestro ordenamiento nacional
6. Ante todo, cabe analizar la regulación jurídica de la transac-
CAP. V
ción de acuerdo a nuestro actual ordenamiento legal.
En lo que concierne a su regulación legislativa sustantiva, el
artículo 1302 del Código Civil vigente indica:
“Artículo 1302: Por la transacción las partes, haciéndose con-
cesiones recíprocas, deciden sobre un asunto dudoso o litigioso,
CAP. VI
evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que
está iniciado. Con las concesiones recíprocas, también se pue-
den crear, regular, modificar o extinguir relaciones diversas de
aquellas que han constituido objeto de controversia entre las
partes. La transacción tiene el valor de cosa juzgada”. (Los su-
CAP. VII brayados son nuestros)

248 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

c.2. Antecedentes y formalidades


7. Así lo entendía también el Código Civil de 1852 al estipular CAP. I

en su artículo 1702 que


“Artículo 1702: Transacción es un contrato, por el que dos o
más personas, decidiendo de común acuerdo sobre algún punto
dudoso o litigioso, evitan el pleito que podía promoverse, o fina-
CAP. II
lizan el que está principiado. Puede transigirse entre presentes
o ausentes, por los mismos interesados, o por apoderados con
poder especial”.
Seguidamente, agregaba en sus artículos 1703 y 1705, que la
transacción se debía redactar por escrito, sea en instrumento pú- CAP. III

blico o privado o a través de una petición dirigida al juez y firma-


da por los interesados, con fe de las firmas de los que la hacían.
La transacción celebrada por escritura pública producía sus
efectos desde que era otorgada legalmente, en tanto que la CAP. IV
hecha por escritura privada lo hacía desde que se traducía en
instrumento público y se protocolizaba y la que se hacía ante
el juez cuando se legalizaran las firmas.
En lo que se refería a la transacción sobre bienes de menores
o personas sujetas a interdicción se indicaba, según el artículo CAP. V

1716 del citado Código, que la misma no sería válida mientras


no se contara con la aprobación del juez, quien para conceder-
la debía oír al Consejo de Familia y pedir el dictamen de tres
letrados y del ministerio fiscal1. CAP. VI

Por su parte el Código Civil de 1936, en su artículo 1307 dis-


ponía que:

1 Cf. Código Civil, anotado y concordado, más un apéndice a cargo de


Miguel Antonio de la Lama, 4.ª ed., concordada con el Código de Proce- CAP. VII

dimientos Civiles de 1912 por Pedro Goitizolo, Lima, Librería e imprenta


Gil, 1914.

INSTITUTO PACÍFICO 249


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

“Artículo 1307: Por la transacción dos o más personas deciden


sobre algún punto dudoso o litigioso, evitando el pleito que po-
CAP. I
dría promoverse, o finalizando el que está promovido”
En lo que concernía a la protección de los derechos de menores
de edad, igual disposición tenía el artículo 1312 del citado Có-
digo, al estipular que los representantes de menores, ausentes o
CAP. II incapaces, podrían transigir con aprobación del juez, quien para
concederla oiría al Consejo de Familia cuando lo hubiera, y pe-
diría el dictamen de dos letrados y del ministerio fiscal.
Nuestro actual Código Civil trae la misma regulación en su ar-
CAP. III
tículo 1307 al indicar que:
“Artículo 1307: Los representantes de ausentes o incapaces
pueden transigir con aprobación del juez, quien para este efecto
oirá al Ministerio Publico y al consejo de familia cuando lo haya
y lo estime conveniente”.
CAP. IV
Sobre este particular regresaremos más adelante cuando acome-
tamos el estudio de las transacciones celebradas entre la empre-
sa minera demandada y los menores de edad hijos de la actora.
c.3. Naturaleza jurídica:
CAP. V
8. Como se nota, la transacción en el Código Civil de 1852 era
considerada dentro de la sección de los contratos denomina-
dos consensuales a diferencia de los aleatorios que contempla-
ba otras figuras jurídicas.
CAP. VI Esta calificación jurídica luego variaría con el Código Civil de
1936, el que consideró a la transacción como un medio de ex-
tinguir obligaciones. La Comisión Revisora del Código Civil
de 1852 (que elaboró el corpus legal de 1936), manifestó que
si era un acto jurídico en virtud del cual las partes, haciéndo-
CAP. VII
se concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas o

250 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

litigiosas, era forzoso convenir en que la transacción no era,


propiamente hablando, un contrato sino un verdadero modo CAP. I
de extinción de los actos jurídicos en general, porque por ella
se podían extinguir derechos reales y derechos hereditarios.
La transacción, continuaba diciendo la Comisión, es un con-
trato en cuanto representa el resultado de la concordancia de
las voluntades, pero como es una convención que tiene por fin CAP. II

jurídico principal liquidar relaciones obligatorias preexisten-


tes, es real y verdaderamente un medio de extinción de obliga-
ciones y está mejor ubicada en el plan del Anteproyecto (que
la incluía dentro de los efectos de las obligaciones) que en la CAP. III
Sección del Código Civil de 18522.
9. En la doctrina se discute arduamente si la transacción es
una convención, un contrato3 o un acto jurídico, inclinándose
la mayoría por concebirla como un contrato, conforme lo ex-
ponen –entre otros, para el ámbito argentino– los tratadistas CAP. IV

Jorge Llambías y Rubén Compagnucci de Caso4.

2 Nos basamos en la cita que hacen Mario Castillo Freyre y Felipe Oster-
ling Parodi en su Tratado de las obligaciones, tercera parte, t. IX, Bibliote- CAP. V
ca para leer el Código Civil, Vol. XVI, Lima, PUCP, 2005, p. 443.
3 Ya Joaquín Escriche nos decía que la transacción era un contrato volun-
tario en que se convenían y ajustaban los litigantes acerca de algún punto
dudoso o litigioso, decidiéndolo mutuamente a su voluntad. Debía recaer
sobre cosa dudosa, de modo que sería nula si cualquiera de los contrayen-
tes supiera que no tenía ningún derecho, como igualmente si haciéndose CAP. VI

sobre cosa puesta en litigio, se había ya dado y pasado en autoridad de


cosa juzgada la sentencia. Acotaba que la transacción tenía fuerza de cosa
juzgada y producía excepción de pleito acabado.
Cf. Escriche, Joaquín, Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia,
París, Librería de Rosa, Bouret y Cía., 1851, p. 1507.
4 Cf. Llambías, Jorge Joaquín, Tratado de derecho civil. Obligaciones, t. III, CAP. VII

3.ª ed. actualizada, Buenos Aires, Perrot, 1987, pp. 77-78; Compagnucci
de Caso, Rubén, Manual de obligaciones, Buenos Aires, Astrea, 1997, pp.

INSTITUTO PACÍFICO 251


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

En sede nacional, la Comisión Revisora del Código Civil de


CAP. I
1936, ubicó a la transacción como un medio de extinguir obli-
gaciones (al igual que el aludido Código, materia de reforma),
primero consideró que la figura de la transacción presenta un
doble aspecto: de un lado, es efectivamente un contrato desti-
nado a poner fin a obligaciones dudosas o litigiosas, mediante
CAP. II concesiones recíprocas; desprendiéndose su naturaleza con-
tractual de la definición contenida en el artículo 1351 del Có-
digo Civil que define el contrato. Este carácter se ve acentuado
al haberse introducido el segundo párrafo del artículo 1302
del citado Código, según el cual se admite que la transacción
CAP. III
puede crear, regular o modificar relaciones diversas de las que
son objeto de la controversia.
En otra parte se comentaba por la anotada Comisión, que el le-
gislador ubica a la transacción como uno de los medios de ex-
CAP. IV tinguir obligaciones por razones de tradición jurídica y porque
en múltiples casos prevalece el efecto extintivo de la misma.
Acotaba que había sido motivo de especial preocupación de
la Comisión revisora, que dio origen al Código Civil vigente
de 1984, introducir mecanismo ágiles para que los particulares
CAP. V
solucionen sus diferencias sin la intervención de los tribuna-
les de justicia, teniendo en cuenta el explicable deseo de las
partes de evitar los costos de un proceso, la pérdida de tiem-

CAP. VI 523-524. Para este último. la transacción es un contrato o negocio jurídico


declarativo, ya que los derechos se fijan por obra y facultad de las mismas
partes, quienes tienen soberanía absoluta en sus propios intereses. De ese
modo, se afirma y aclara la situación jurídica incierta, que aflora con niti-
dez mediante la transacción. En torno a la duda que suscita la naturaleza
jurídica de la transacción conviene revisar también la obra de Alterini,
CAP. VII
Atilio Aníbal, Oscar José Ameal y Roberto López Cabana, Curso de
obligaciones, 4.ª ed. Actualizada, 1.ª reimpresión, t. II, Buenos Aires, Abe-
ledo-Perrot, 1992, pp. 339-340.

252 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

po que éste conlleva y la voluntad común de lograr tranquili-


dad, aspecto que prevalecía para que ellas “se dicten su propia CAP. I
sentencia”5 6.
10. Es por ello que los profesores Castillo Freyre y Osterling
Parodi señalan que la transacción es un acto jurídico, puesto
que constituye una manifestación de voluntad destinada a
crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas, pero, CAP. II

asimismo, puede ser un contrato al versar sobre relaciones ju-


rídicas patrimoniales (puesto que los derechos extrapatrimo-
niales son intransigibles), por lo que ambos conceptos no re-
sultan ser excluyentes sino complementarios. CAP. III

Por lo tanto, se concluye que para nuestro ordenamiento jurí-


dico nacional la transacción es un acto jurídico de naturaleza
patrimonial (contrato) por el que las partes, en ejercicio de su
autonomía de la voluntad, haciéndose concesiones recíprocas,
deciden sobre algún asunto dudoso o litigioso. A nivel formal, CAP. IV

al ser un contrato, apunta a zanjar cuestiones ya existentes en-


tre las partes, es decir a extinguir relaciones jurídicas existen-
tes que se encuentran en controversia. Por ello su ubicación es
más clara dentro de los medios extintivos de las obligaciones. CAP. V

En cuanto al nivel de fondo, lo que subyace en el corazón de


esta figura se centra en la búsqueda de la paz y la armonía6.

5 Cf. Exposición de motivos oficiales del código civil. La transacción, ela-


borada por la Comisión Revisora del Código Civil de acuerdo a las leyes CAP. VI

24039 y 24136. Separata Especial del diario oficial El Peruano publicada


el 23 de marzo de 1988, p. 7.
6 Cf. Castillo Freyre, Mario et al, ob. cit., pp. 444, 446 y 451. Refiriéndose
a las concesiones recíprocas, la Comisión revisora siguiendo la doctrina ar-
gentina, señalaba que ellas no requieren ser de valor equivalente, sino que
pueden ser enteramente desiguales y desproporcionadas en su valor patri- CAP. VII

monial, tampoco es necesario que sean de naturaleza económica, pudiendo


ser de otra naturaleza. Cf. Exposición de motivos oficiales…, p. 8

INSTITUTO PACÍFICO 253


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

La causa o función de la transacción es la composición de la


CAP. I
controversia jurídica que existe entre las partes, cuya solución
o liquidación asumen los propios interesados, evitando provo-
car un pleito o acabando el ya iniciado, y se realiza mediante
recíprocas concesiones. Sobre esta causa, que en sus múltiples
aspectos revela la virtualidad operativa del contrato, y sobre la
CAP. II situación o relación jurídica controvertida debe recaer, impe-
lido por el animus transigendi, el consentimiento de los contra-
tantes7.
Seguidamente haremos referencia tanto a la doctrina nacional
CAP. III
como a la argentina, por haber servido el Código Civil de este
último país como fuente para la redacción de nuestro actual
artículo 1302, especialmente en cuanto a la validez de cosa

CAP. IV

CAP. V

CAP. VI

CAP. VII
7 Cf. Luna Serrano, Agustín, en: Lacruz Berdejo, José Luis et alii, Dere-
cho de obligaciones. Vol. Segundo, contratos y cuasicontratos, delito y cuaside-
lito, 3.ª ed., Barcelona, Bosch, 1995, p. 377.

254 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

juzgada que se le otorga a la transacción8; extremo sobre el


cual nos ocuparemos más adelante9. CAP. I

11. Al decir de Llambías, la transacción se basa en un inter-


cambio de sacrificios; si una sola de las partes sacrificara algún
derecho suyo, ello sería una renuncia y no una transacción que
requiere que medien concesiones recíprocas. Mientras exista
una reciprocidad, no importa la cuantía de ellos ni su equi- CAP. II

8 Lo dicho nos lleva a recordar que el Código Civil francés también le otor-
ga tal calidad a la transacción, además de considerar que no procede ale-
gar la lesión en su celebración, conforme a continuación de menciona:
“Article 2044: La transaction est un contrat par lequel les parties termi- CAP. III

nent une contestation née, ou préviennent une contestation à naître.


Ce contrat doit être rédigé par écrit.
Article 2052: Les transactions ont, entre les parties, l’autorité de la cho-
se jugée en dernier ressort. Elles ne peuvent être attaquées pour cause
d’erreur de droit, ni pour cause de lésion”. CAP. IV
Comentando tales normas, los hermanos Mazeaud estipulaban que la
transacción es un contrato en el sentido preciso de la palabra, ya que
crea una obligación de no hacer, la de no acudir a la justicia o la de no
continuar un procedimiento en curso. Acotaban que las concesiones no
necesariamente debían ser equivalentes, pero era necesario que existiera
alguna concesión, al menos de orden moral, de lo contrario la transacción CAP. V
sería nula.
Cf. Mazeaud, Henri, León y Jean, Lecciones de derecho civil, parte tercera,
vol. IV, trad. de Luis Alcalá-Zamora y Castillo, bajo la dirección de San-
tiago Sentís Melendo, Buenos Aires, EJEA, 1974, pp. 619 y 627. También
ver: Trigo Represas, Félix A., “Las concesiones recíprocas en la transac-
ción”, en: La Ley 1989-B, nota a fallo, p. 563. CAP. VI

9 Conforme es de aceptación general en el sistema jurídico, los elementos


esenciales de la transacción son los siguientes: a) Una relación jurídica
litigiosa o controvertida; b) La intención de los contratantes de compo-
ner el litigio, esto es eliminar la controversia y, c) Las recíprocas conce-
siones de las partes (aliquid Batum, aliquid retentum). Estos elementos
serán mencionados durante el desarrollo del análisis del caso a resolverse CAP. VII

por lo que no se les dedicará consideraciones específicas al tener que ser


aludidos en toda la sentencia.

INSTITUTO PACÍFICO 255


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

valencia o desigualdad, puesto que la ley no exige paridad de


concesiones, ni ello podría imponerse porque la importancia
CAP. I
del sacrificio que cada cual realiza es de apreciación eminente-
mente subjetiva, no habiendo pauta válida para su medición10.
c.4. Efectos de la transacción:
12. Se sostiene que la Transacción, como es opinión mayori-
CAP. II
taria en doctrina, produce diversos efectos, siendo los princi-

10 Llambías nos dice que la materia de la transacción son las obligaciones li-
CAP. III
tigiosas o dudosas. Un acuerdo extintivo que recayese sobre obligaciones
que no fuesen litigiosas o dudosas, no sería una transacción porque la res
dubia es la esencia de esa figura. En efecto, la transacción es un negocio o
acto jurídico de fijación, que tiende a hacer cierta o a poner fuera de dis-
cusión una situación determinada, eliminando la incerteza de la relación.
CAP. IV
Esa incertidumbre puede ser objetiva o subjetiva, la primera corresponde
a las obligaciones litigiosas que son las que están sometidas a un pronun-
ciamiento judicial; la segunda origina las obligaciones dudosas, es decir,
las que las partes sinceramente han estimado como tales, aunque en ver-
dad no lo fueran para un jurista especializado.
Cf. Llambías, ob. cit., pp. 75 y 76.
CAP. V En el mismo sentido se pronuncia Fornaciari, al estimar que las obligacio-
nes dudosas serán aquellas que las partes seriamente estiman como tales.
Por lo que los requisitos esenciales de la transacción serán la existencia de
cuestiones dudosas o litigiosas, pero entendiendo que la res dubia precede
y enlaza siempre ambas situaciones; sea que el acuerdo se concrete como
forma de autocomposición extrajudicial, sea que se realice en el ámbito
CAP. VI del proceso. Asimismo, el carácter dudoso de determinada cuestión debe
ser apreciado de manera subjetiva, es decir, en el sentido que seria y razo-
nablemente le atribuyen los otorgantes con abstracción de la interpreta-
ción que le daría un jurisconsulto o el propio juez de la causa.
Cf. Fornaciari, Mario Alberto, Modos anormales de terminación del pro-
ceso, t. II, Buenos Aires, Depalma, 1988, pp. 27 y 28. También sobre la
CAP. VII
res dubia resulta oportuno ver a Compagnucci de Caso, Rubén: “La ‘res
dubia’ como motivación totalizadora de la transacción”, en: El Derecho.
Jurisprudencia general, Buenos Aires, t. 85, 1980, pp. 859-863.

256 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

pales: a) es obligatoria o vinculante; b) es extintiva; c) tiene


efecto declarativo; d) tiene valor de cosa juzgada11:
CAP. I

a) Es obligatoria o vinculante: Por su razón de carácter con-


tractual, la transacción crea para las partes una regla a la cual
deben someterse como a la ley misma, en mérito al adagio que
“el contrato es ley entre las partes”.
CAP. II
b) Es extintiva: Precisamente por el efecto extintivo que po-
see la transacción, las partes no pueden hacer valer luego los
derechos renunciados por ese acto, si lo hicieran, serían recha-
zados por una excepción de transacción, que impide renovar
una pretensión ya aniquilada por la virtualidad del convenio CAP. III

celebrado.
c) Tiene efecto declarativo: La transacción no tiene efectos
traslativos de derechos sino declarativos. Esto significa que
cuando uno de los contratantes reconoce el derecho del otro,
CAP. IV
no es que esté considerando que se lo está transmitiendo, sino
que ese derecho ha existido desde antes y directamente en ca-
beza de quien lo tiene luego de la transacción.
d) Tiene valor de cosa juzgada: La parte final del artículo CAP. V
1302 de nuestro actual Código Civil le otorga tal condición a
la transacción, aspecto sobre el que regresaremos más adelan-
te cuando tratemos específicamente sobre la vinculación de la
transacción con la cosa juzgada y su posibilidad de proponerse
como excepción en ese sentido. CAP. VI

13. Concordante con lo dicho, el artículo 1303 del Código Ci-


vil es expreso al consignar que: “La transacción debe contener la
renuncia de las partes a cualquier acción que tenga una contra otra
CAP. VII

11 Por todo lo que diremos se ha seguido la obra de Llambías, ob. cit.,


pp. 114-124.

INSTITUTO PACÍFICO 257


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

sobre el objeto de dicha transacción.”, dejando en claro la relevan-


CAP. I cia del elemento reciprocidad en esta figura extintiva. El sen-
tido del artículo es evidente, tomando en cuenta la finalidad
de la transacción, cual es la de no reabrir el asunto que dejó de
ser controvertido, dudoso o litigioso; por lo tanto la eficiencia
y practicidad, que constituyen las ventajas de la transacción,
CAP. II
giran alrededor de esta economía en términos de tiempo, re-
cursos e incertidumbre. Estos beneficios se tornarían estériles
si la transacción no tuviera la calidad de definitiva, es decir,
si pudiera iniciarse, reiniciarse o proseguir un proceso judicial
CAP. III
sobre el mismo tema, al cual las propias partes encontraron
solución y convinieron en ella12.
14. Ahora bien, nuestro Código Procesal Civil también regula
sobre la transacción judicial, la misma que debe ser homolo-
gada por el juez de la causa conforme se estipula en el artículo
CAP. IV
337, el mismo que a la letra dice:
“Artículo 337. Homologación de la transacción. El juez
aprueba la transacción siempre que contenga concesiones recí-
procas, verse sobre derechos patrimoniales y no afecte el orden
público o las buenas costumbres, y declara concluido el proceso
CAP. V
si alcanza a la totalidad de las pretensiones propuestas.
Queda sin efecto toda decisión sobre el fondo que no se encuen-
tre firme.
La transacción que pone fin al proceso tiene la autoridad de la
CAP. VI cosa juzgada. El incumplimiento de la transacción no autoriza al
perjudicado a solicitar la resolución de esta.
Si la transacción recae sobre alguna de las pretensiones propues-
tas o se relaciona con alguna de las personas, el proceso conti-
nuará respecto de las pretensiones o personas no comprendidas
CAP. VII

12 Cf. Castillo Freyre, Mario et al., ob. cit., p. 530.

258 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

en ella. En este último caso, se tendrá en cuenta lo normado so-


bre intervención de terceros. CAP. I

Con la transacción judicial no se puede crear, regular, modificar


o extinguir relaciones materiales ajenas al proceso”.
Seguidamente se regula:
“Artículo 338. Normatividad supletoria. En todo lo no pre- CAP. II
visto en este Capítulo, se aplican las normas pertinentes del Có-
digo Civil”.
15. Como nota adicional deviene en ilustrativo consignar que
de las sesenta y dos modificaciones que se realizaron a diver-
sos artículos del Código Civil, mediante la Primera Disposi- CAP. III

ción Modificatoria del Código Procesal Civil, ninguna se re-


fiere a las normas de la transacción, es más existe el artículo
338 antes citado que es remisivo a las reglas contendidas en el
Código sustantivo, lo que demuestra que el legislador procesal
CAP. IV
no tuvo intención alguna de restarle eficacia a la transacción
extrajudicial, de lo contrario hubiera modificado o derogado
toda la normativa citada.
c.5. La Transacción extrajudicial: ¿defensa de forma o de
fondo? CAP. V

16. La cuestión surge en saberse si es que solamente la tran-


sacción judicial puede hacerse valer como defensa de forma
(excepción procesal) y la extrajudicial como defensa de fondo.
Si bien es cierto que el artículo 453 del Código Procesal Civil CAP. VI

precisa que:
“Artículo 453. Amparo de las excepciones de litispendencia,
cosa juzgada, desistimiento de la pretensión o conclusión
del proceso por conciliación o transacción. Son fundadas la CAP. VII
excepciones de litispendencia, cosa juzgada, desistimiento de la
pretensión o conclusión del proceso por conciliación o transac-

INSTITUTO PACÍFICO 259


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

ción, respectivamente, cuando se inicia un proceso idéntico a


otro:
CAP. I
1 Que se encuentra en curso;
2 Que ya fue resuelto y cuenta con sentencia o laudo firme;
3 En que el demandante se desistió de la pretensión; o

CAP. II
4 En que las partes conciliaron o transigieron”.
No resulta menos cierto que se puede optar por uno de dos
caminos, o el de la aplicación literal de dichos supuestos o el
de interpretar sistemáticamente los mismos dentro del marco
constitucional de la tutela jurisdiccional efectiva, así como de
CAP. III
los fines del proceso, además del principio de autonomía de la
voluntad; esto es de buscar la solución a un caso concreto de
manera cierta sin dar pie a sucesivos litigios.
17. Si nos inclinamos por la primera opción, es decir por la
CAP. IV aplicación literal de la norma jurídica procesal, se considera-
ría que la transacción extrajudicial no puede ser alegada como
excepción procesal, por el contrario deberá alegarse como de-
fensa de fondo, es decir, como parte de la contestación de la
demanda. En cambio si ponderamos la segunda alternativa,
CAP. V
esto es, de la interpretación sistemática de la norma procesal,
arribaremos a la conclusión que se puede alegar la Transacción
Extrajudicial como defensa de forma y por ende estaría consi-
derada dentro del supuesto previsto por el artículo 446 inciso
CAP. VI
10 del Código Procesal Civil.
18. Comentando sobre la legislación argentina, Compagnuc-
ci de Caso precisa que la defensa o excepción de transacción,
denominada exceptio litis per transactionem finitae, es de tipo
perentorio que decide el pleito y tiene carácter sustantivo, por
CAP. VII
lo que aquel que pretenda oponer esta defensa debe demos-

260 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

trar, al igual que para la cosa juzgada, que se den los requisitos
de las tres identidades: objeto, sujetos y causa. En cuanto al
CAP. I
objeto, debe entenderse que solo se ha transado sobre los de-
rechos que obran en el acuerdo, y no es posible extender el
entendimiento a situaciones análogas o similares. Los sujetos
también deben coincidir y juega el principio del efecto relativo
de los contratos. Por último la causa debe ser idéntica, es decir, CAP. II

estar fundada en los mismos hechos que fueron fuente de las


pretensiones reclamadas13.
19. Nuestra anterior legislación procesal, aunque no de ma-
nera expresa, contemplaba la distinción entre excepciones CAP. III
perentorias y dilatorias, por el momento en que podían ser
deducidas –claro está que el Capítulo II del Título I, de la Sec-
ción Segunda del Código de Procedimientos Civiles de 1912,
llevaba solamente por título “Excepciones dilatorias”14–, clasi-
ficación que hoy en día ha dejado de ser usada, tanto es así que CAP. IV

la actual Ley de Enjuiciamiento Civil española del año 2000


no las contempla, teniendo eso sí una estación procesal de sa-
neamiento.
No obstante lo dicho, resulta ilustrativo hacer algunas referen- CAP. V
cias a ello, fundamentalmente por sus efectos prácticos.
20. En doctrina existen tantas clasificaciones de excepciones
como autores hay15, por lo que optamos por seguir lo dicho
CAP. VI

13 Cf. Compagnucci de Caso, ob. cit., pp. 532-533.


14 Sobre esto resulta ilustrativo revisar lo dicho por Eugenia Ariano: “Pres-
cripción, ¿cuestiones” declarables de oficio y cosa juzgada”, artículo con-
tenido en: Problemas del proceso civil, Lima, Jurista editores, 2003, pp.
102-105, especialmente las notas a pie. CAP. VII

15 Nos remitimos a lo comentado por Eugenia Ariano, ob. cit., pp. 103, n. 4
y 145, n. 21.

INSTITUTO PACÍFICO 261


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

por Peláez16, quien mencionando los diferentes criterios de


clasificación de estas, alude, entre otras, a las: a) procesales y
CAP. I
materiales; b) propias e impropias; c) de previo o especial pro-
nunciamiento; d) perentorias, dilatorias y mixtas.
Es esta última clasificación la más difundida, concibiéndose a
las excepciones dilatorias o temporales como aquellas que no
CAP. II
impiden una reproducción del ataque del actor en otro proce-
so una vez hayan variado las circunstancias; en tanto que las
perentorias o perpetuas, eran aquellas que de ser estimadas
impedían que el ataque se reproduzca en otro proceso, porque
CAP. III
se dirigían a conseguir la absolución del demandado o la ter-
minación del litigio, desvirtuando o destruyendo para siempre
el derecho del demandante17.
Se admitía una tertius genus que se denominaba excepciones
mixtas, porque, se sostenía, tenían doble naturaleza, de peren-
CAP. IV
torias y de dilatorias, por lo que se podían hacer valer tanto antes
de contestar la demanda como al presentarse esta, siendo consi-
derada dentro de este tipo de excepciones la de Transacción.
c.5.1. Transacción vs. Cosa juzgada:
CAP. V
21. Otro ámbito de debate es el referido a que si la Transac-
ción al tener, según nuestro Código Civil, el valor Cosa Juzga-
da podría haber hecho valer en este proceso como defensa de
forma bajo el amparo del inciso 8 del artículo 446 del Código
CAP. VI

16 Cf. Peláez, Francisco J., La transacción. Su eficacia procesal, Barcelona,


Bosch, 1987, p. 191 y ss.
17 El procesalista brasileño Moacyr Amaral conceptúa a las excepciones di-
latorias como “...são aquelas que apenas distendem o curso da demanda...”
mientras que las perentorias “…são aquelas que trancam, encerram o pro-
CAP. VII
cesso…”
Cf. Amaral Santos, Moacyr, Primeiras linhas de direito processual civil, 2.°
volumen, 14.ª ed., Sao Paulo, Saraiva, 1989-1991, p. 195.

262 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

Procesal Civil, que regula la excepción de Cosa Juzgada, y no


bajo la égida del inciso 10 del mismo artículo.
CAP. I

Si nos remitimos al ordenamiento procesal, observamos que


el Desistimiento de la pretensión se puede hacer valer como
excepción con nombre propio (artículo 446 inciso 9: Desis-
timiento de la pretensión) o como excepción de Cosa Juzga
en mérito a lo dispuesto por el artículo 344 del Código Proce- CAP. II

sal Civil, por lo que en uno u otro sentido tendría paso, tam-
bién, para ser amparada la Transacción judicial o extrajudicial.
Como dato histórico mencionamos que el artículo 1728 del
Código Civil de 1852 decía que: “La transacción produce en-
CAP. III
tre las partes la excepción de cosa juzgada; y puede interponerse
en cualquier estado de la causa.” Coligiéndose de ello, que se le
otorgaba la condición de excepción mixta, al poderse oponer
como dilatoria o perentoria de acuerdo a lo antes mencionado.
22. Empero, es sujeto de debate el considerar si es que la tran- CAP. IV

sacción extrajudicial tiene o no la calidad de Cosa Juzgada,


siendo de opinión en contra la mayoría de la doctrina, por
ejemplo en Argentina Llambías, Borda y Compagnucci sostie-
nen que la transacción como contrato que es, no tiene capaci-
CAP. V
dad de producir efectos de Cosa Juzgada, solo tendrá aquella
fuerza la que ha sido homologada por el juez18.
De la misma postura son los autores nacionales Castillo Fre-
yre y Osterling Parodi, al señalar que la transacción solo tiene
similitudes con la sentencia o con el laudo cuando nos encon- CAP. VI

tramos dentro de un proceso judicial o arbitral19.

18 Cf. Llambías, ob. cit., p. 120, Compagnucci de Caso, ob. cit., p. 530 y
Borda, Guillermo, Manual de obligaciones, 10.ª ed. Actualizada, Buenos
Aires, Perrot, 1994, p. 360. CAP. VII

19 Cf. Castillo et al., ob. cit., p. 512, y Morello, Augusto M., “La transacción
desde la perspectiva procesal” en: Revista del Colegio de Abogados de La

INSTITUTO PACÍFICO 263


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

De distinto parecer es el maestro uruguayo Eduardo Couture, que


CAP. I al considerar como excepciones mixtas a la Cosa Juzgada y a la
Transacción, decía que: “Las excepciones de cosa juzgada y transac-
ción evitan, en todo caso, el debate sobre el derecho expuesto en la
demanda. Quien aduce la cosa juzgada no discute el derecho mismo,
sino que se ampara en un pronunciamiento anterior a su respecto, que
CAP. II
le resulta favorable y que le ahorra una nueva discusión. El que invoca
la transacción tampoco quiere dilucidar el derecho tal cual era, sino que
se ampara en un estado de cosas que ha surgido luego del contrato de
transacción y que hace innecesario todo debate sobre el estado ante-
CAP. III
rior; la transacción que es el equivalente contractual de la sentencia,
actúa en el juicio como una verdadera excepción de cosa juzgada”20.
23. La doctrina española también se ocupa de tal efecto, con-
siderando que la norma respectiva (artículo 1.816 del Código
Civil español), cuando habla del valor de Cosa Juzgada, se tra-
CAP. IV
ta más de una metáfora secular y que ha cumplido histórica-
mente la misión de subrayar el carácter meramente declarativo
del contrato, no debiendo entenderse en su sentido literal; por
tal motivo el autor español Francisco Peláez comenta que:
CAP. V “Partiendo de que la transacción es una especie de sentencia
que dictan las partes para resolver su situación controvertida,
pienso que la interpretación que buscamos es la de Fenech. El
art. 1.816, dice, ‘no refleja una identidad conceptual con la cosa
juzgada de la sentencia. La cosa juzgada de la transacción que no
CAP. VI
puede hacerse valer, por ejemplo, por medio de la excepción de
cosa juzgada en el proceso civil, ni tratarse por el procedimiento
incidental, quiere decir que el juez viene obligado a tener en cuenta

Plata, año VI, N.° 11, t. VI, julio-diciembre, 1953, pp. 375-390, artículo
contenido también en su libro: La eficacia del proceso, 2.ª ed. ampliada,
CAP. VII Buenos Aires, Hammurabi, 2001, pp. 393-409.
20 Cf. Couture, Eduardo J., Fundamentos del derecho procesal civil, 12.ª
reimpresión de la 3.ª ed. de 1958, Buenos Aires, Depalma, 1985, pp. 118-119.

264 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

la decisión de las partes y a no contradecirla, aunque la crea injusta;


pero esta cosa juzgada no impide que el juez valore la validez del CAP. I
propio contrato de transacción, y que estime su falta de causa,
que ha sido otorgado con dolo, etc., o sea, que el juez no puede
revisar el proceso que ha culminado en una sentencia, de modo
que la cosa juzgada se desprende de la sentencia y cubre la activi-
dad anterior a ella. Solo en ese sentido puede hablarse propiamente
CAP. II
de cosa juzgada, en cuanto la solución se independiza de la actividad
anterior y tiene valor por sí misma.’ Es como una sentencia que se
han dado las partes”21.
Continúa citando Francisco Peláez, esta vez a Carreras Llansa-
na quien opina que: “Para que exista cosa juzgada en sentido
CAP. III
material, es indispensable, por definición, que se haya juzgado, es
decir, que exista verdadero y propio juicio sobre una cuestión entre
partes. Si no existe una verdadera norma o regla sobre relaciones
jurídicas, si falta como hemos visto esta imperatividad que es
solo propia de la sentencia dictada en el proceso contencioso, no
cabe afirmar que exista propiamente un juicio ni cosa juzgada”22. CAP. IV

24.-En la misma línea doctrinal Agustín Luna Serrano opina


que, tampoco habría de tener la transacción el valor de cosa
juzgada en el sentido positivo de ser vinculante para el juez,
puesto que al no haber juicio no se da el presupuesto de la re- CAP. V

gla tradicional res iudicata pro veritate habetur, por lo que sos-
tiene que si alguna de las partes “[…]intentase repristinar la
discusión ante los órganos jurisdiccionales, la otra podría opo-
nerle útilmente, con la misma fuerza que la exceptio rei judicate,
la exceptio litis per transactionem finitae”23. CAP. VI

25. En consecuencia, parecería dificultoso decantarse por una


u otra opción; empero, siguiendo a la mayoría de la doctrina,

21 Cf. Peláez, ob. cit., pp. 161 y 163 CAP. VII

22 Cf. Peláez, ob. cit., p. 164.


23 Cf. Lacruz, ob. cit., p. 382 y ss.

INSTITUTO PACÍFICO 265


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

cuyos argumentos nos parecen más plausibles con relación a


si en base a la transacción extrajudicial –no homologada24– se
CAP. I
puede deducir la excepción de Cosa Juzgada, opinamos que
no resulta viable su proposición como defensa de forma bajo
esa denominación, sino más bien creemos que se puede plan-
tear como excepción de Transacción propiamente dicha, toda
CAP. II vez que si bien es cierto existen ciertas similitudes entre ambas
instituciones –Transacción y Cosa Juzgada– se nota la ausen-
cia de identidad entre las mismas y más bien una mayor pre-
sencia de diferencias.

CAP. III
c.5.2. De la transacción extrajudicial como excepción proce-
sal:
26. En lo que respecta a nuestro ordenamiento procesal, co-
mentando el anterior Código de Procedimientos Civiles de
1912, Augusto Ferrero decía que:
CAP. IV
“En cuanto a la transacción, nuestra ley procesal no ha hecho
sino conceder al demandado el derecho de interponer con el ca-
rácter previo de defensa, una institución contemplada en el Có-
digo Civil (artículos 1307-1316). La transacción como la cosa
juzgada, entraña una función positiva y una negativa. Una fun-
CAP. V
ción positiva por cuanto se puede exigir su cumplimiento. Una
función negativa por cuanto se puede oponer lo pactado. Es en
el sentido de la función negativa que opera la excepción. Como
la transacción puede hacerse por escritura pública o por peti-
ción al juez que conoce el litigio (artículo 1308 del Código Ci-
CAP. VI vil), entendemos que en ambos casos procede como excepción.
Tiene el mismo valor que una resolución judicial. Por ello, como

24 Sobre la mala habitualidad de requerir la homologación de la transacción es


bueno remitirnos a lo dicho por: Carbone, Carlos Alberto, “Excepciones
CAP. VII
de transacción, conciliación y desistimiento del derecho”, en: Excepciones
procesales. Doctrina y jurisprudencia (coord. Jorge Peyrano), Santa Fe,
Editorial Panamericana, 1993, p. 181.

266 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

anota Couture, por medio de la transacción las partes deciden


por contrato lo que el juez habría de pronunciar por sentencia”.
Seguidamente agrega “[…]El fundamento de la excepción de CAP. I

cosa juzgada, como el de la transacción, desistimiento y litispen-


dencia, es la seguridad jurídica. No olvidemos que no solamente
es importante actuar el derecho con el mínimo posible de activi-
dad jurisdiccional, sino también con la mayor seguridad jurídi-
ca. Porque ‘el derecho no es un valor en sí mismo, ni la justicia su CAP. II

contenido necesario. La prescripción no procura la justicia, sino


el orden; la transacción no asegura la justicia, sino la paz; la cosa
juzgada no es un instrumento de justicia, sino de autoridad’”25.

CAP. III
25 Cf. Ferrero, Augusto, Derecho procesal civil. Excepciones, 2.ª ed. corregida
y aumentada, Lima, s/e, 1974, pp. 142-144. Sobre esto también nos
remitimos a lo ya dicho por Couture en su obra citada, pp. 118-119.
Otro autor nacional, comentando el artículo 317 del Código de
Procedimientos Civiles, decía que esta excepción se justificaba puesto
que al tener esta como fin el evitar un litigio y si, a pesar de ello, una de las CAP. IV
partes planteara uno nuevo, tenía que otorgarse al demandado un recurso
que le permitiera “[…]hacer efectivo el efecto de la transacción[…]”.
Cf. Perla Velaochaga, Ernesto, Juicio ordinario, 6.ª ed., Lima, EDDILI,
1986, p. 228. De posición distinta es Pino Carpio, para quien la única
transacción que podía dar pie a proponerse como excepción, de acuerdo
al artículo 317 del C. de P. C., era la que había “[…]incidido en juicio, CAP. V
porque si este no ha existido, no se podría hablar de las identidades de
objeto y de causa (cosa y acción según el Código), por más que el del
juicio iniciado después de la transacción se deduzca que tales identidades
existen en el convenio transaccional. Por consiguiente, si la transacción se
ha llevado a cabo sin que antes hubiera existido juicio, no puede deducirse
la excepción; pues lo que cabe en este caso es que el demandado oponga CAP. VI

la transacción como un medio de defensa substancial, lo que debe hacer al


contestar la demanda”.
Cf. Pino Carpio, Remigio, Nociones de derecho procesal y comento del
código de procedimientos civiles, t. II, Lima, Tipografía Peruana, 1963,
pp. 72-73.
Respecto a la inviabilidad de proponer la transacción extrajudicial como CAP. VII

excepción bajo las normas de nuestro actual Código Procesal Civil es


ilustrativo ver la obra de: Ariano Deho, Eugenia, El proceso de ejecución.

INSTITUTO PACÍFICO 267


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

27. Según Raymundo Salvat, para que la excepción de tran-


sacción pueda prosperar, es necesario el concurso de dos con-
CAP. I
diciones, análogas a las que se exige para la cosa juzgada: a)
Que la nueva cuestión sea la misma que había sido transigida
(identidad de objeto) y b) que la cuestión se plantee entre las
mismas personas, actuando en la misma calidad (identidad de
CAP. II
personas)26; por ello se dice que la transacción es un instituto
con una doble resonancia normativa, fondal y ritual, por cuan-
to sus efectos extinguen o modifican relaciones jurídicas y son
idóneos para terminar anormalmente el proceso, puede argu-
mentarse como pretensión para exigir su cumplimiento (ya
CAP. III que genera un título ejecutivo) o como excepción cuando se
pretende demandar por el mismo derecho primigenio que fue
objeto de la transacción27.
28. Abundando en argumentos a favor de la viabilidad de pro-
CAP. IV poner la transacción extrajudicial como excepción, Fornaciari
considera que la transacción afecta directamente la preten-
sión, afecta el derecho que se autoatribuye el actor en el pro-
ceso: “Cuando se trate de convenio extrajudicial, estaremos en
el campo de los derechos simplemente dudosos. Frente a este
CAP. V
supuesto, se ha sostenido que, cuando el acuerdo se celebre
sin que exista litigio, la transacción no puede oponerse como
excepción previa, solo sería viable como ‘defensa de fondo’ ya
que es un medio extintivo de obligaciones que guarda simili-
CAP. VI
tud con el pago que no está enumerado entre las defensas pre-
vias. Los argumentos no nos parecen definitivos; pensamos
que para arribar a una solución a este problema, es necesario

La tutela ejecutiva en el código procesal civil peruano, Lima, Rodhas, 1996,


CAP. VII pp. 216-217
26 Citado por Castillo Freyre et al, ob. cit., p. 491.
27 Cf. Carbone, Carlos Alberto, ob. cit., pp. 179-180.

268 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

recurrir al procedimiento de identificación de pretensiones


[…] Por su valor gráficamente esclarecedor, conviene repro-
CAP. I
ducir la fórmula suministrada por Calamandrei. Según este au-
tor, la identificación subjetiva tiende a establecer quiénes son
los litigantes; la objetiva apunta a determinar sobre qué litigan;
la atinente al tercer elemento, o sea al título o causa petendi, se
dirige a responder por qué litigan”. CAP. II

Líneas más adelante el autor aludido concluye que constatada


la triple identidad no advierte impedimento alguno para que la
transacción pueda prosperar como defensa previa, por lo que
“[…]determinada por el procedimiento de confrontación la
CAP. III
identidad de la pretensión deducida con la cuestión que ha
sido materia de convenio transaccional, la excepción previa
que analizamos es perfectamente viable”28.
29. Concluimos que no existe basamento lógico que sirva de
obstáculo para que la Transacción Extrajudicial se oponga CAP. IV

como defensa de forma, de lo contrario se estaría descono-


ciendo sus efectos extintivos así como su utilidad como medio
eficaz para solucionar futuros litigios, además de instrumento
para alcanzar la paz y armonía entre las partes.
CAP. V

[…]
IX. FALLO
Por tales razones, el Pleno Casatorio de la Corte Suprema de
Justicia de la República, de conformidad con lo normado por CAP. VI

el artículo 400 del Código Procesal Civil, por mayoría:


a) Declara INFUNDADO el recurso de Casación interpues-
to por doña Giovanna Angélica Quiroz Villaty, por derecho
propio y en representación de sus hijos Euler Jonathan y José CAP. VII

28 Cf. Fornaciari, ob. cit., pp. 96-97.

INSTITUTO PACÍFICO 269


ROLANDO ALFONZO MARTEL CHANG

Ronny Mendoza Quiroz y Walker Steve Cuenca Quiroz, en


CAP. I
consecuencia NO CASARON la resolución de vista, su fecha
27 de diciembre de 2006, expedida por la Sala Civil de Caja-
marca; asimismo,
b) DECLARA QUE CONSTITUYEN DOCTRINA JU-
RISPRUDENCIAL los siguientes precedentes vinculantes
CAP. II

1. La Transacción extrajudicial no homologada judicialmente


puede ser opuesta como Excepción procesal conforme a lo re-
gulado por el inciso 10 del artículo 446 e inciso 4 del artículo
453 del Código Procesal Civil, por interpretación sistemática
CAP. III de dichas normas con las que contiene el Código Civil sobre
la Transacción.
Entendiéndose que las transacciones extrajudiciales homolo-
gadas por el juez, se tramitan de acuerdo a las reglas del Códi-
CAP. IV
go Procesal Civil, al tener regulación expresa. Ocurriendo lo
mismo en cuanto a las transacciones celebradas con relación a
derechos de menores de edad, las mismas que deben ser auto-
rizadas por el juez competente conforme a ley, (voto en ma-
yoría).
CAP. V
2. La legitimación parar obrar activa, en defensa de los intere-
ses difusos, únicamente puede ser ejercida por las entidades
señaladas expresamente en el artículo 82 del Código Procesal
Civil, (voto por unanimidad).
CAP. VI SE ORDENA la publicación de la presente sentencia en el
diario oficial El Peruano, teniendo efectos vinculantes para to-
dos los órganos jurisdiccionales de la República a partir del día
siguiente de su publicidad.
CAP. VII Interviniendo como vocal ponente el señor Vásquez Veja-
rano.

270 anexos
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

SS.
FRANCISCO TÁVARA CÓRDOVA CAP. I

WALTER VÁSQUEZ VEJARANO


ANTONIO PAJARES PAREDES
ROGER H. SALAS GAMBOA
CAP. II

MANUEL SÁNCHEZ-PALACIOS PAIVA


HUGO SIVINA HURTADO
JAVIER ROMÁN SANTISTEBAN
ELCIRA VÁSQUEZ CORTEZ CAP. III

VÍCTOR TICONA POSTIGO


CÉSAR SAN MARTÍN CASTRO
JAVIER VILLA STEIN
CAP. IV

VÍCTOR PRADO SALDARRIAGA


DUBERLI RODRÍGUEZ TINEO
JORGE SOLÍS ESPINOZA
JACINTO RODRÍGUEZ MENDOZA CAP. V

JOSÉ LECAROS CORNEJO

CAP. VI

CAP. VII

INSTITUTO PACÍFICO 271


BIBLIOGRAFÍA
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

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INSTITUTO PACÍFICO 279


índice
Prologo..................................................................................... 9
Introducción.............................................................................. 13

CAPÍTULO I
LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA
1. Concepto y naturaleza........................................................ 19
2. Contenido........................................................................... 23
3. Manifestaciones de la tutela jurisdiccional efectiva.............. 27
3.1. Tutela de cognición.................................................... 27
3.2. Tutela de ejecución.................................................... 28
3.3. Tutela cautelar............................................................ 29
3.4. Tutela diferenciada en sede civil................................. 30

CAPÍTULO II
LOS PRESUPUESTOS PROCESALES
1. Los presupuestos procesales materiales o de fondo............. 41
1.1. Legitimidad para obrar................................................ 42
1.2. Interés para obrar........................................................ 45
1.3. Posibilidad jurídica..................................................... 50
2. Los presupuestos procesales de forma................................. 51
2.1. Capacidad Procesal..................................................... 52
2.2. Competencia del juez................................................. 53
2.3. Requisitos de la demanda........................................... 56

CAPÍTULO III
EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS
PROCESALES POR EL JUEZ
1. En la calificación de la demanda y de la contestación......... 62
1.1. Por defectos subsanables............................................ 62
1.2. Por defectos insubsanables......................................... 62
2. En el saneamiento procesal................................................. 65
3. Al sentenciar....................................................................... 69
4. Mediante nulidad por vicios insubsanables......................... 71

CAPÍTULO IV
EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES
POR EL DEMANDADO
1. Las excepciones.................................................................. 84
1.1. Aspectos esenciales.................................................... 84
1.2. Las excepciones en el Código Procesal Civil............... 89
1. Incompetencia.................................................... 90
2. Incapacidad del demandante o de su represen-
tante................................................................... 92
3. Representación defectuosa o insuficiente del
demandante o del demandado........................... 93
4. Oscuridad o ambigüedad en el modo de pro-
poner la demanda............................................... 94
5. Falta de agotamiento de la vía administrativa...... 95
6. Falta de legitimidad para obrar del demandante
o del demandado............................................... 96
7. Litispendencia.................................................... 97
8. Cosa juzgada...................................................... 98
9. Desistimiento de la pretensión............................ 99
10. Conclusión del proceso por conciliación o
transacción......................................................... 100
11. Caducidad.......................................................... 102
12. Prescripción extintiva......................................... 102
13. Convenio arbitral................................................ 103
1.3. La praxis judicial sobre algunas excepciones.............. 104
2. La nulidad procesal como defensa de forma........................ 122
2.1. ¿El pedido de nulidad procesal es un recurso?............ 122
2.1.1. Introducción..................................................... 122
2.1.2. Los medios impugnatorios en el Código
Procesal Civil................................................... 123
2.2. Finalidad del recurso de nulidad................................. 128
2.3. Principios que rigen la nulidad procesal..................... 131
1. Principio de legalidad o de especificidad............ 131
2. Principio de trascendencia.................................. 132
3. Principio de convalidación................................. 133
4. Principio de subsanación.................................... 134
5. Principio de integración..................................... 137
6. Principio de protección...................................... 140
2.4. Resoluciones objeto del recurso de nulidad................ 141
2.5. Vicios que motivan el recurso de nulidad................... 144
2.6. La nulidad como defensa de forma ante la falta de
excepción................................................................... 145
2.7. Nulidad por vicio insubsanable pese a existir
excepción................................................................... 154

CAPÍTULO V
EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS
PROCESALES POR EL DEMANDANTE
1. La nulidad procesal............................................................. 161
CAPÍTULO VI
EL CONTROL DE LOS PRESUPUESTOS PROCESALES
POR LOS LITISCONSORTES Y LOS TERCEROS
1. Clases de litisconsorcio en el Código Procesal Civil............ 167
2. Clases de terceros en el Código Procesal Civil..................... 171
3. Mecanismos para el control de los presupuestos proce-
sales a cargo de los litisconsortes........................................ 173
4. Mecanismos para el control de los presupuestos proce-
sales a cargo de los terceros................................................ 173

CAPÍTULO VII
PRINCIPALES CONCLUSIONES
Principales conclusiones............................................................ 175

Anexos...................................................................................... 181

Bibliografía................................................................................ 273

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