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10/11/2021
3er: grado

Introducción

La lectura crítica pretende una profundización de la comprensión de lectura, con especial ahínco
en el descubrimiento de estructuras lógicas y argumentativas del discurso. De esta manera, el
desarrollo que la lectura crítica provee al lector se basa en un análisis más amplio y segmentado
de cada uno de los aspectos que un texto propone más allá de la simple asimilación de la
información incluida en el mismo o de inferencias a partir de la información explícita que el texto
provee.

Para lograr una conexión total con el texto, la lectura crítica propone ejercicios que aíslan
elementos discursivos más allá de la lectura informativa. El eje básico que la lectura crítica
pretende develar del texto es el razonamiento lógico sobre el cual se sustenta y los
argumentos elaborados por el autor del texto en cuestión.

De esta manera, luego de evidenciados los puntos básicos sobre los que descansa la tesis del
texto, podremos descubrir su validez o nulidad argumental

La lectura crítica es un tipo de aproximación al texto en que se mide y se pretende desarrollar


la capacidad del estudiante para reconocer, abstraer y analizar elementos constitutivos no
explícitos del texto.

¿Qué es un argumento?

Algunas personas piensan que argumentar es, simplemente, exponer sus perjuicios bajo una nueva
forma. Simplemente opinar. Por ello, muchas personas piensan que los argumentos son
desagradables e inútiles. Una acepción de argumento en el diccionario es disputa. En este
sentido, a veces se dice que <<esas personas argumentan>>: discuten, pelean verbalmente. Esto
es común, pero equivoca el real sentido del argumento.

Argumentar significa ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo de una


conclusión. Un argumento no es únicamente a afirmación de algunas opiniones, ni se trata de una
disputa. Los argumentos son intentos de apoyar ciertas opiniones con razones. En este sentido,
los argumentos son esenciales para la búsqueda de la verdad.

El argumento es esencial, en primer lugar, porque es una manera de tratar de informarse acerca
de que opiniones son mejores que otras. No todos los puntos de vista son iguales. Algunos
argumentos pueden apoyarse en buenas razones, otras tienen un sustento más débil. Pero a
menudo, desconocemos cuál es cuál.
Tenemos que dar argumentos a favor de las diferentes conclusiones y luego valorarlos para
considerar cuán fuertes son realmente.

Las afirmaciones basadas en razones arguméntales se llaman premisas.

Éste es un argumento porque Churchill está dando una razón para ser optimista: su premisa es
que «no resulta de mucha utilidad ser de otra manera».

Esta premisa y conclusión es bastante obvia, pero existen otras menos obvias.

* Veamos el ejemplo del escritor inglés Conan Doyle, cuyo personaje, Sherlock Holmes, tiene que
explicar una de sus conclusiones clave en «La aventura de Silver Blaze»:

Holmes tiene dos premisas. Una es explícita: el perro no ladro al visitante. La otra es un hecho
general acerca de los perros que se presume que nosotros conocemos: los perros ladran a los
desconocidos. Estas dos premisas juntas determinan una conclusión lógica: el visitante no era un
desconocido.

Prof. Lizeth Milagros Quispe Garcia.

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