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Lógica y Teoría de la Argumentación

Facultad de Derecho 3ºsemestre


Diana Carolina Garcia Barrios - 92481

Jair José Buelvas Diaz - 90886

Isabella Señas Diaz – 92024

Rosa Arrieta Bohórquez -92352

Lía Villalobos Mena -92080

LAS CLAVES DE LA ARGUMENTACIÒN (Anthony Weston)

En su libro "Las claves de la argumentación", Anthony Weston analiza los


elementos esenciales de una argumentación efectiva. Enfatiza la importancia
del razonamiento claro, la estructura lógica, la evidencia y la conciencia de la
audiencia. En este ensayo profundizaremos en los tres aspectos clave de la
argumentación que destaca Weston: la importancia de un razonamiento claro y
una estructura lógica, el uso de pruebas y ejemplos, y el papel de la audiencia
y el lenguaje.

El razonamiento claro y la estructura lógica son cruciales en la argumentación.


Para hacer un argumento persuasivo, es importante tener una comprensión
clara del tema y presentarlo de manera lógica y organizada. Weston enfatiza la
importancia de identificar los elementos clave de un argumento y
estructurarlos de una manera que sea fácil de seguir. Esto implica desglosar
ideas complejas en partes más pequeñas y manejables y presentarlas de
manera que se complementen entre sí. Al hacerlo, el argumento se vuelve más
accesible y más fácil de entender para la audiencia.

A partir de lo leído se puede comprender que presentar un argumento significa


presentar una serie de razones o evidencias que avalen la conclusión. Por ello
un argumento es algo más que una declaración de un punto de vista
determinado, un argumento es un intento de apoyar un punto de vista con
razones. En ese sentido, los argumentos no son inútiles, sino indispensables.
La lectura nos hace realmente conocer un poco sobre el tema de que debatir
es una forma de intentar ver qué ideas son mejores que las demás. Debemos
discutir diferentes conclusiones y después evaluarlas para ver lo fuertes que
son realmente y en ese punto se logra finalmente entender que la discusión es
una forma de investigación. Cuando lleguemos a una conclusión que tiene
buenas razones para sustentarla, la explicamos y la defendemos con
argumentos. Cabe aclarar que un buen argumento aporta razones y pruebas
para que los demás puedan formar su punto de vista.
En el transcurso de la lectura nos van describiendo básicamente la composición
de un argumento, inicialmente se debe saber distinguir entre la premisa y la
conclusión. "Conclusión" es una afirmación justificada; y una afirmación por la
que da razones se llama hipótesis o premisa. El primer paso para construir un
argumento es preguntarse, ¿qué estoy intentando demostrar? ¿Cuál es mi
conclusión? Por lo tanto, expones tus ideas en un orden natural, empezando
por la conclusión y después tus razones, o expones primero tus premisas y
después colocas tu conclusión final. En cualquier caso, nos dice que debemos
presentar nuestras ideas en un orden que permita que estas mismas
aparezcan de forma más natural en el lector. Se debe empezar con una
hipótesis sólida, si no está seguro de la validez de la hipótesis, puede querer
investigar y/o hacer un argumento breve para la propia premisa. Para ello se
recurre a utilizar un lenguaje específico, concreto, específico, escribir de forma
concreta y evitar expresiones genéricas, huecas y abstractas. Evitar el
lenguaje emocional es importante y no se deben reforzar nuestros argumentos
burlándonos del oponente. La gente a menudo defiende sus posiciones con
motivos serios y honestos, de la mano con expresiones coherentes. Haciendo
uso sólo de un conjunto de términos para cada idea: la terminología coherente
es especialmente importante cuando el argumento se basa en conexiones
entre premisas. Una buena manera de evitar la ambigüedad es definir
cuidadosamente los términos clave que introduzca: después asegúrese de
utilizarlos sólo de la forma que los especifique.

En los tipos de argumentos encontramos los argumentos mediante ejemplos


los cuales nos indican, que un argumento proporciona uno o varios ejemplos
específicos para apoyar una generalización. Uno de los requisitos es que los
ejemplos sean válidos, ya que el argumento debe basarse en premisas sólidas,
es decir, si las premisas no pueden apoyarse, no hay argumento. Por tanto,
para examinar un ejemplo de argumento o encontrar buenos ejemplos de
argumentos, es necesario que investigue. Generalizar a un gran número de
casos requiere elegir una muestra. Depende de cómo sea representativo y del
tamaño del grupo implicado en la generalización. Los grupos mayores suelen
requerir más ejemplos. Una vez que hayas completado las lecturas, debes
pensar detenidamente en las muestras adecuadas y buscar honestamente los
contraejemplos.

La representación de información contextual o argumentos de trasfondo como


son mencionados en el texto sólo requieren de una evaluación previa de un
conjunto de ejemplos con información contextual. Para juzgar una lista de
ejemplos, normalmente debemos mirar la escalera base, es decir que cuando
el argumento presenta proporciones o porcentajes, la información contextual
relevante normalmente debería incluir el número de ejemplos. Si encontramos
contraejemplos de las generalizaciones que queremos defender, deberíamos
revisar sus generalizaciones. A veces es posible que desee desafiar un
contraejemplo hipotético, u otra respuesta puede ser refutar que el
contraejemplo corresponde realmente a una generalización, o puede querer
reinterpretar el contraejemplo como otro ejemplo. La clave es pensar en
contraejemplos a la hora de evaluar los argumentos de los demás. Por tanto,
las mismas reglas deben aplicarse tanto a los argumentos de otras personas
como a los suyos.

Con un argumento por analogía, no añadimos ejemplos para apoyar


generalizaciones, pero sí que vamos de un caso o ejemplo particular a otro.
Cuando un argumento enfatiza la similitud entre dos casos, es probable que
sea un argumento por analogía. La primera premisa del argumento por
analogía afirma que el ejemplo se utiliza como analogía. La segunda premisa
afirma que los ejemplos dados a la primera premisa son similares a los
ejemplos de los que el argumento conduce a su conclusión. Una analogía no
requiere que el ejemplo utilizado como ejemplo sea exactamente el mismo que
el dado a la conclusión, sólo que exista una similitud relevante.

Hay argumentos llamados argumentos de autoridad, y si no podemos juzgar


por nuestra propia experiencia, nos dirigimos a argumentos autoritarios. Los
criterios para un buen argumento de autoridad deberían tener en cuenta lo
siguiente: las fuentes deben ser citadas, informadas e imparciales; y las
fuentes deberían rechazar aquellas que impliquen ataques personales en lugar
de lo que dices. Explicar por qué sucede alguna cosa argumentando acerca de
sus causas, nos conduce a preguntarnos; ¿el argumento explica cómo una
causa conduce a un efecto? ¿El resultado proporciona la causa más probable?
Los eventos relacionados no están necesariamente relacionados, y los eventos
relacionados pueden tener una causa común.

Por otra parte el texto menciona los argumentos deductivos, que son los
argumentos en los que la verdad de las premisas garantiza la verdad de la
conclusión. (Modus ponens, modus tollens, silogismo hipotético, silogismo
deductivo, dilemas y demostración por contradicción).

Conclusión:

Este libro de Anthony Weston nos da una serie de recomendaciones y de reglas


para aprender a argumentar, teniendo claro y definiendo según el autor a la
argumentación como “el conjunto de razones o pruebas que apoyan una
determinada conclusión”, es decir, tener buenas razones para intentar apoyar
una opinión.

Los contenidos presentados en este libro brindan una guía que le permite a los
estudiantes comprender de forma breve el arte de escribir y presentar
argumentos. Se puede destacar que este es un tipo de texto o lista que le
indican al estudiante cierto tipos de herramientas que permiten comprender de
forma poco compleja la forma correcta de escribir y evaluar argumentos.

A menudo las personas opinan, que argumentar es básicamente exponer


prejuicios bajo una forma. Los ponentes incluso son incapaces de explicar que
es lo que está realmente mal, o de presentar un argumento propio. Para
concluir, podemos decir que se debe fomentar el pensamiento crítico en los
estudiantes, y que por lo tanto es recomendable buscar información que nos
permita ampliar los conocimientos sobre el pensamiento creativo y descubrir
nuevas alternativas que le permita a los estudiantes desenvolverse en
situaciones donde no se deduce la clave para construir pensamientos centrados
y avanzar en la construcción de dicho pensamiento y viceversa.

Podemos decir entonces que un mundo o un conjunto de prácticas


concretas representan la puesta en práctica de ciertas ideas, pero
también dan forma a nuestras ideas a su vez.

Referencias

Weston, A. (2002). Las claves de la argumentacion. Barcelona: Ariel.

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