Está en la página 1de 6

El procedimiento contencioso tributario

1.- Generalidades

El procedimiento contencioso tributario se encuentra integrado por aquellos procedimientos administrativos en


donde desde el inicio existe una disputa o litigio entre el contribuyente y el órgano administrador del tributo relacionado
a la determinación de la deuda tributaria.
A través de dichos procedimientos, el contribuyente presenta sus recursos administrativos como medios de defensa
contra un acto administrativo con la finalidad que el mismo sea revocado o dejado sin efecto. A su vez, el
procedimiento contencioso tributario tiene como característica fundamental la doble instancia administrativa, siendo el
órgano encargado de resolver en última instancia el Tribunal Fiscal.
Nuestro Código Tributario en sus artículos 124 al 156 regula el procedimiento contencioso tributario, distinguiendo
dos etapas al interior de dicho procedimiento: i) La etapa de reclamación ante la SUNAT o ante cualquier otra
Administración Tributaria, como pueden ser las municipalidades; y, ii) La etapa de apelación ante el Tribunal Fiscal,
siendo éste la última instancia administrativa en materia tributaria.
En estas etapas administrativas, el Código Tributario prevé la actuación de medios probatorios por parte del
contribuyente y por parte del órgano encargado de resolver, sea la SUNAT o el Tribunal Fiscal. Asimismo, se establece
que el procedimiento concluye con la emisión de una resolución que exprese los fundamentos de hecho y de derecho
que le sirven de base y decide sobre las cuestiones planteadas.

2.- Etapas del procedimiento contencioso tributario


Al igual que en todo procedimiento administrativo, en el procedimiento tributario existen dos etapas administrativas
perfectamente diferenciadas:

2.1.- La reclamación ante la Administración Tributaria

La reclamación constituye la primera etapa del procedimiento contencioso tributario. El inicio de dicho
procedimiento tiene por finalidad que la entidad que emitió el acto administrativo materia de impugnación proceda a su
revocación.
Sobre el particular, el Código Tributario señala que los deudores tributarios directamente afectados por actos de la
Administración Tributaria podrán interponer reclamación. En este sentido, apreciamos que la facultad de interponer
reclamación constituye un derecho que a su vez se fundamenta en la facultad de contradecir los actos administrativos,
según los reconoce la propia Ley del Procedimiento Administrativo General.
En la etapa se observa que la Administración Tributaria actúa-como parte y órgano resolutor, situación que no se
produce en la siguiente etapa administrativa según observamos a continuación.

2.2 La apelación ante el Tribunal Fiscal

Esta etapa se inicia con la presentación del recurso de apelación que constituye aquel medio impugnatorio
presentado por el contribuyente en caso se declare improcedente la reclamación interpuesta en primera instancia ante-
la Administración Tributaria.
Este recurso deberá ser presentado ante la propia administración tributaria para que esta proceda a verificar los
requisitos de admisibilidad y posteriormente es elevado al Tribunal Fiscal para su resolución.
La etapa de apelación ante el Tribunal pone fin a la instancia administrativa, teniendo el deudor tributario la facultad
de solicitar la revisión del acto administrativo emitido por el Tribunal Fiscal en la vía judicial mediante el proceso
contencioso administrativo.
Cada una de las etapas que conforman el procedimiento contencioso tributario será desarrollada de una manera
detallada en el capítulo referente al procedimiento contencioso tributario.

3.- Normatividad aplicable al procedimiento contencioso


Los procedimientos contenciosos tributarios se encuentran regulados por las normas contenidas en el Código
Tributario y a falta de regulación, es de aplicación supletoria las normas contenidas en la Ley del Procedimiento
Administrativo General aprobada por Ley N.° 27444.

4.- El recurso de queja


El Recurso de Queja regulado en el Código Tributario constituye un mecanismo que permite que se dicten las
medidas correctivas necesarias para encausar correctamente el procedimiento administrativo llevado por la
Administración Tributaria o por el Tribunal Fiscal.
En ese sentido, el artículo 155 del Código Tributario establece que el Recurso de Queja se presenta cuando existan
actuaciones o procedimientos que afecten directamente o infrinjan lo establecido en el Código Tributario.
Este recurso deberá ser presentado en ante el Tribunal Fiscal o ante el Ministerio de Economía y Finanzas, según
se trate de una queja presentada contra la Administración Tributaria o contra el Tribunal Fiscal, respectivamente;
debiendo la misma ser resuelta en un plazo de veinte (20) días hábiles de presentada.

El procedimiento no contencioso
1.- Generalidades
Los procedimientos no contenciosos comprenden a aquellos procedimientos en donde, al iniciarse, no significan un
conflicto de intereses entre el deudor tributario y la Administración Tributaria, sino que lo que persiguen los deudores
tributarios a través de dichos procedimientos es la emisión o realización de un acto administrativo destinado al
reconocimiento de un derecho o el otorgamiento de una autorización.
Cabe señalar que los procedimientos no contenciosos son llamados asi porque, como dijimos anteriormente, al
inicio no importan un conflicto de intereses entre los deudores tributarios y el órgano administrador del tributo; sin
embargo, ello no impide que ante la denegatoria de una solicitud o autorización por parte de la entidad, posteriormente
el procedimiento no contencioso devengue en un procedimiento contencioso.
Los procedimientos no contenciosos están integrados por las solicitudes (compensación, prescripción, etc.),
autorizaciones (Inscripción en el Registro de las Imprentas Autorizadas, Alta de Maquinas Registradores, etc.) y
comunicaciones (Comunicación de pérdida de libros contables, comunicación de emisión de acciones, etc.).

2.- Tipos de procedimientos no contenciosos


El artículo 162 del Código Tributario distingue dos clases de procedimientos no contenciosos: Los
procedimientos no contenciosos vinculados a la determinación de la obligación tributaria. Los procedimientos no
contenciosos no vinculados a la determinación de la obligación tributaria.
Cada uno de estos tipos de procedimiento reviste características propias en cuanto a las normas que lo regulan, la
materia a la que se refieren y los recursos impúgnatenos que procede en caso de denegatoria de los mismos, según
apreciamos a continuación.

2.1 Los procedimientos no contenciosos vinculados a la determinación de la obligación tributaria


2.1.1 Nociones generales

Este tipo de procedimientos, como su nombre mismo lo indica se en encuentran relacionados a aquellas solicitudes
vinculadas a la determinación de la obligación tributaria. Es decir, son procedimientos relacionados al acto a través del
cual el contribuyente fija la cuantía del tributo y lo hace exigible.
Ejemplos de estos procedimientos lo constituyen las solicitudes de prescripción de la obligación tributaria, la
compensación o la devolución de un saldo a favor, en los que la materia que se discute se encuentra estrictamente
vinculada a la determinación de la deuda tributaria.

2.1.2.- Características

Los procedimientos no contenciosos vinculados a la determinación de la obligación tributaria revisten las siguientes
características:
i) Deben ser resueltos y notificados en un plazo no mayor de cuarenta y cinco (45) días hábiles. i¡)
Contra las resoluciones denegatorias proceden los siguientes medios impúgnatorios:
Recurso de reclamación, de tratarse de solicitudes de devolución.
Recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal tratándose de otras solicitudes, iii) En la generalidad de los casos,
estos procedimientos se encuentran sujetos a silencio administrativo negativo, con excepción de la renuncia a la
exoneración del Apéndice I del TUO de la Ley del IGV e ISC.

2.1.3 Normatividad aplicable

Los procedimientos no contenciosos vinculados a la determinación de la obligación tributaria se encuentran


regulados básicamente por el Código Tributario, y en lo que no se encuentre regulado en el Código es de aplicación
supletoria las normas contenidas en la Ley del Procedimiento Administrativo General, aprobada por Ley N.° 27444.

2.2 Los procedimientos no contenciosos no vinculados a la determinación de la obligación tributaria


2.2.1 Nociones generales

En los procedimientos no contenciosos no vinculados a la determinación de la obligación tributa, además de no


existir en su origen un litigio o conflicto de intereses entre Administración Tributaria y los deudores tributarios, estos
procedimientos tienen como característica fundamental que los mismos no se encuentran vinculados a la
determinación de la obligación tributaría.
Ejemplos de estos tipos de procedimientos lo constituye la autorización de comprobantes de pago, la solicitud de
inscripción en el registro de donantes, entre otras; en las que claramente se aprecia que la materia no se encuentra
relacionada a la determinación de la obligación tributaria.

2.2.2 Características
Los procedimientos no contenciosos no vinculados a la determinación de la obligación tributaría revisten las
siguientes características:
(i) Se rigen básicamente por las normas contenidas en la Ley del Procedimiento Administrativo General.
(ii) Deben ser resueltas y notificadas en un plazo no mayor de treinta (30) días hábiles, salvo regulación especial
distinta.
(¡ii) Contra las resoluciones que ponen fin al procedimiento procede la presentación de los medios impúgnatenos
regulados en la Ley del Procedimiento Administrativo General, según sea el caso: El recurso de reconsideración El
recurso de apelación. El recurso de revisión.

2.2.3 Normatividad aplicable


Finalmente, las solicitudes no contenciosas no vinculadas a la determinación de la obligación tributaria por remisión
expresa del Código Tributario se tramitan de conformidad con las normas contenidas en la Ley del Procedimiento
Administrativo General, aprobada por la Ley N.° 27444.

Etapas del procedimiento contencioso tributario


En la relación jurídica tributaria sustantiva que vincula al deudor tributario con la Administración Tributaria
suelen suscitarse controversias derivadas de la expedición de actos administrativos que estos últimos emiten en el
ejercicio regular de las facultades conferidas: de recaudación, de fiscalización y determinación, de sanción y de
cobranza, motivando que este «conflicto de intereses» de lugar al nacimiento de una nueva relación jurídica al que
Héctor VILLEGAS denomina relación jurídica procesal tributaria.
Dado que el Estado está sometido al orden jurídico (Estado de Derecho) existe la posibilidad de que aquél
rectifique su actuación no ajustada a la ley, o en su defecto, se impugne la misma ante los Tribunales administrativos o
Jurisdiccionales.
La garantía de los administrados frente a una actuación estatal fiscal la constituye, sin lugar a dudas, el
derecho a contradecir el acto de la Administración Tributaria a través de los llamados recursos, medios o remedios
ante el mismo órgano administrador que la expidió o ante el superior jerárquico.

Existe en la doctrina dos tipos de control del accionar de la administración Tributaria. A saber:

A) El sistema de doble jurisdicción, en donde la controversia que pueden tener los particulares con la Administración
Pública puede ser llevado ante Tribunales dependientes de la propia Administración Pública, o ante tribunales
dependientes del Poder Judicial.
B) El sistema de jurisdicción única, en donde sea cual fuere la materia de la controversia existente entre partes, y aún
cuando alguna de ellas, sea el propio listado, siempre el conflicto se somete a resolución de tribunales
dependientes del Poder Judicial.

En nuestro medio, el criterio adoptado por nuestra legislaciones el de doble vía o jurisdicción, esto es, una
primera fase a la que denominamos administrativa, en la que el deudor tributario puede formular el reclamo
correspondiente contra el acto administrativo ante el mismo órgano administrador del tributo que la expidió a efectos
que reconsidere su actuación, y que además incluye el conocimiento en segunda y ultima instancia administrativa por
un órgano colegiado, Tribunal Fiscal en vía de apelación.

Y, una segunda fase judicial cuya regulación procedimental está dada por la Ley 27584 - Ley que. Regula el
proceso contencioso administrativo que concordante con. el TUO del Código Tributario aprobado por Decreto Supremo
N" 135-99-EF establece que cuando se trata de una impugnación a Resoluciones expedidas por el Tribunal Fisca les
competente en primera instancia la Sala Contencioso Administrativa de la Corte Superior respectiva, resolviendo en vía
de apelación la Sala Civil de ía Corte Suprema.

Aquella primera fase administrativa a que aludimos es la que denomina nuestra legislación PROCEDIMIENTO
CONTENCIOSO TRIBUTARIO regulada en el capítulo III del Libro 3 denominado Procedimientos Tributarios del
Código Tributario.

Por procedimiento contencioso tributario entendemos siguiendo Arturo PRADO como el conjunto de actos
administrativos que inducen a la solución de una controversia entre la Administración Tributaria y el deudor tributario.

El objetivo de este procedimiento es el de resolver un litigio promovido por el deudor tributario ante los órganos
resolutores para la resolución de una determinada cuestión litigiosa vinculada con las partes de la relación jurídica
tributaria.

Ahora bien, las etapas del Procedimiento Contencioso-Tributario, de acuerdo al artículo 124° de dicho cuerpo
legal, son:
£Q La reclamación ante la Administración Tributaria.
b) La apelación ante el Tribunal Fiscal.
Tal como se aprecia, nuestra legislación tributaria plantea dos recursos impugnativos de carácter administrativo
de los que puede hacer uso el deudor tributario afectado con un acto administrativo del órgano administrador del
tributo. Este derecho de impugnación por parte de los particulares lo tenemos consagrado en el artículo 92° inciso d)
del mismo cuerpo legal que faculta al deudor tributario a formular el reclamo y la apelación correspondiente.

En principio, se establece que inicialmente debe plantearse el recurso de reclamación ante el órgano
administrador del tributo cuyo conocimiento en primera instancia corresponde a la SUNAT (respecto de los tributos que
administre), los Gobiernos Locales y otros señalados por ley.
Contra lo resuelto por la Administración Tributaria, ya sea desfavorable en todo o en parte, el deudor tributario tiene
expedito el derecho derecho de impugnar vía recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal en segunda y última
instancia administrativa. Técnicamente con la resolución de dicho órgano colegiado se da fin a la vía administrativa que
comentamos anteriormente que no es otra que la conclusión del procedimiento contencioso tributario para dar lugar a otra vía
de carácter judicial denominada Proceso Contencioso Administrativo.
De modo general, se garantiza el derecho del contribuyente ala doble instancia; sin embargo, el artículo 124° en comento señala la
posibilidad de que existan hasta tres instancias al señalar que cuando la resolución sobre las reclamaciones haya sido emitida por
órgano sometido a jerarquía, los reclamantes deberán apelar ante el superior jerárquico antes de recurrir al Tribunal Fiscal y que en
ningún caso podrá haber más de dos instancias antes de recurrir al Tribunal Fiscal.
En el caso de las administraciones tributarias SUNAT y Municipalidades Provinciales y Distritales únicamente existe la doble
instancia. Sin embargo, anteriormente, cuando se tenía que recurrir de una resolución expedida por la Municipalidad Distrital
correspondía impugnar la mismatante la Municipalidad Provincial respectiva antes de recurrir al Tribunal-Fiscal. Este criterio ha sido
variado por Acuerdo de Sala Plena № 2003-12 de dicho órgano colegiado al sostener que desde la entrada en vigencia de la Ley
Orgánica de Municipalidades, Ley № 27972, el Tribunal Fiscal es el órgano competente para conocer las apelaciones formuladas
contra las resoluciones emitidas por las municipalidades distritales dentro del procedimiento contencioso, toda vez que dicha norma
suprimió el texto del artículo 96 de la Ley Orgánica de Municipalidades № 23853. Agrega, que las apelaciones formuladas contra
resoluciones emitidas por las municipalidades distritales dentro de un procedimiento contencioso y que se encontrasen en trámite a la
fecha de entrada en vigencia de la Ley Orgánica de Municipalidades, Ley № 27972, deben ser resueltas por las municipalidades
provinciales.
2.- Medios probatorios
El acto de redamar de acuerdo a la doctrina constituye la fase postulatoia o introductoria donde se exponen las pretensiones del
deudor tributario ante la Administración Tributaria, los hechos y los fundamentos legales en que ampara dicha pretensión.
Luego viene la fase probatoria o demostrativa en que el deudor suministra los medios probatorios a efectos de probar lo
alegado.
Precisamente, el objeto de la prueba es acreditar los hechos expuestos en el recurso impugnativo. Sin embargo, también
suele suceder que no exista hechos qué probar cuando se trata de la impugnación de puro derecho o cuando el reclamante o
apelante admite total o parcialmente los hechos lo que en la doctrina se conoce como hechos admitidos.
Sobre la importancia de la prueba Juan MORÓN URBINA nos dice que con ella «cobra singular importancia una serie de
principios, caracteres y obligaciones propios del Derecho administrativo procesal. Primero, el de verdad material por el cual
corresponde a la Administración buscar permanentemente la realidad de las relaciones que conoce, independientemente de lo
alegado o planteado por las partes.
También tiene presencia el deber de oficialidad, por el que todo funcionario público realiza las acciones necesarias para
esclarecer los hechos relevantes sometidos a su decisión.

2.1. Noción
La prueba puede ser definida como la «demostración de la verdad de una afirmación, de la existencia de una cosa o de la realidad de
un hecho. Cabal refutación, de una falsedad. Comprobación. Razón, argumento, declaración, documento u otro medio para patentizar
la verdad o la falsedad de algo.
Sin embargo, existe una distinción entre la prueba y los medios probatorios, porque si bien el primero es la demostración,
legal de la verdad de un hecho, en cambio los segundos son instrumentos que emplean los impugnantes u ordena la Administración
Tributaria para obtenerse de él suficientes razones para producir convicción en el resolutor pero también puede suceder que ella no
representen ninguna prueba. Esto es, los medios probatorios en tanto instrumentos pueden no probar algo.

2.2. Requisitos
Los requisitos o condiciones que deben reunir los medios probatorios para que las mismas resulten aptas jurídicamente, a
nuestro entender, son:
• La legalidad, en tanto que el medio probatorio debe estar admitido por la ley tributaria, esto es, que no cabe
admitir aquellas no previstas en el ordenamiento jurídico tributario.
• La oportunidad, toda vez que el ofrecimiento del medio probatorio y su actuación dentro del procedimiento
contencioso tributario deben realizarse en los plazos establecidos en la ley tributaria.
• La utilidad de la prueba, en tanto que debe servir para lograr el esclarecimiento de la cuestión a resolver y de
sustento o fundamento de las resoluciones de la Administración Tributaria.
• La pertinencia de la prueba, esto es, que deben estar referidos a los hechos controvertidos, y que tengan íntima
vinculación con estos.
Si bien en el Código Tributario no encontramos ninguna disposición que regule este extremo tales requisitos se desprenden
de las normas procesales de carácter civil al cual debemos remitimos supletoriamente.

2.3. Carga de la prueba

En principio, de modo general, la carga de probar corresponde a quien afirma los hechos ya sean los expuestos en el
recurso de reclamo o en uno de apelación, en consecuencia. Interesa al deudor

tributario desvirtuar las determinaciones u reparos efectuados y las sanciones impuestas por la Administración
Tributaria y, en ese sentido, se encontrará motivado a ofrecer las pruebas que le favorezcan y su ulterior actuación.
Sin embargo, a pesar de ello, dado que la carga de la prueba se rige por el principio de impulso de oficio
conforme lo prescribe el artículo 162 de la Ley del Procedimiento Administrativo General, también deviene en
obligación de la Administración Tributaria aportar y actuar pruebas que correspondan para el esclarecimiento de la
cuestión en función a los hechos planteados.

2.4.- Valoración de la prueba


Los medios probatorios cuya actuación se encuentra permitida por ley se'rán valorados por el órgano estatal
encargado de resolver el reclamo o apelación, esto es, analizados y apreciados razonablemente desde un punto de
vista inclusive crítico con lo cual se adopta.

2.5.- Clases
El artículo 125° del Código Tributario prescribe que los únicos medios probatorios que pueden actuarse en la
vía administrativa son tos documentos, la pericia y la inspección del órgano encargado de resolver, los cuales serán
valorados por dicho órgano, conjuntamente con las manifestaciones obtenidas por la Administración Tributaria.
En consecuencia, atendiendo a que uno de los requisitos de los medios probatorios es su legalidad, no es
posible admitir otros medios de pruebas previstos en la Ley del Procedimiento Administrativo General e, inclusive, en el
Código Procesal Civil.

a) Los documentos: Según Jorge CARDOSO el documento es: "cualquier cosa que siendo susceptible de ser percibido
por la vista o el oído, o por ambos, sirve por sí misma para ilustrar o comprobar, por vía de representación, la
existencia de un hecho cualquiera o la exteriorización de un acto humano".
Nos parece acertada la propuesta conceptual que esboza e! citado procesalista, mucha más amplia, que no
se circunscribe, únicamente, a considerarla como aquél medio probatorio que consta por «escrito» sino a cualquier
otro objeto capaz de acreditar, algún suceso o acontecimiento que, en nuestra materia tenga incidencia o
implicancia tributaria.
No existe disposición expresa en el Código Tributario que establezca cuáles son las clases de documentos,
sin. Embargo, en aplicación de la NORMA IX del Título Preliminar de este cuerpo legal es necesario recurrir a normas
jurídicas distintas a las tributarias, esto es, al Código Procesal Civil que en su artículo 234° precisa que son
documentos: "los escritos públicos o privados, los impresos, fotocopias, facsímil o fax, planos, cuadros, dibujos,
fotografías, radiografías, cintas cinematográficas, microformas tanto en la modalidad de microfilm como en la
modalidad de soportes informáticos, y otras reproducciones de audio o video, la telemática en general y demás objetos
que recojan, contengan o representen algún hecho, o una actividad humana o su resultado".
La legislación procesal citada establece una distinción en sus artículos 235" y 236°, atendiendo a la más
importante clasificación de documentos según su fuente, entre documentos públicos y privados.
Así, es documento público: El otorgado por funcionario público en ejercicio de sus atribuciones; y 2° La
escritura pública y demás documentos otorgados ante o por notario público, según la ley de la materia". En cambio los
documentos privados son aquellos "que no tienen la característica del docuemento público".

En materia tributaria, los documentos pueden ser, entre otros los siguientes: "Los libros, registros y/o
documentos que sustenten la contabilidad y/o que se encuentren relacionados con hechos susceptibles de generar
obligaciones tributarias llevados de acuerdo con las normas correspondientes o la documentación relacionada con
hechos susceptibles de generar obligaciones tributarias en el supuesto de deudores tributarios que de acuerdo a las
normas legales no se encuentren obligados a llevar contabilidad.
• Los documentos y correspondencia comercial relacionada con hechos susceptibles de generar
obligaciones tributarias.
• Informes y análisis relacionados con hechos susceptibles de generar obligaciones tributarias.
• Soportes portadores de microformas gravadas o de los soportes magnéticos u otros medios de
almacenamiento de información utilizados en sus aplicaciones que incluyan datos vinculados con la materia
imponible (cuando las operaciones contables se lleven mediante sistemas de procesamiento electrónico de datos o
sistemas de microarchivos).
• Información o documentación relacionada con el equipamiento informático incluyendo programas fuente,
diseño y programación utilizados y de las aplicaciones implantadas, ya sea que el procesamiento se desarrolle en
equipos propios o alquilados o, que el servicio sea prestado por un tercero.
• Los comprobantes de pago u otros considerados como tales.
• Las declaraciones tributarias u otras comunicaciones.
• Informaciones y exhibición y/o presentación a cargo de terceros de sus libros, registros, documentos,
emisión y uso de tarjetas de crédito o afines y correspondencia comercial relacionada con hechos eme determinen
tributación.
• Informaciones técnicas o peritajes realizados por terceros, etc., entre otros.
Si bien los documentos privados son admisibles, sin embargo es necesario advertir que los mismos tendrán el valor
que les asigne el órgano resolutor dado que estos, por sí solos no otorgan certeza ó veracidad sino de la
apreciación conjunta que se tenga con otros medios de prueba.
Distinto es el caso de los llamados documentos privados de fecha cierta al que se le atribuye eficacia jurídica
desde:
• La muerte del otorgante;
• La presentación del documento ante funcionario público;
• La presentación del documento ante notario público, para que certifique la fecha o legalice las firmas;
• La difusión a través de un medio público de fecha determinada o determinable; y
• Otros casos análogos.
b) La pericia: La pericia es aquel medio de prueba que "procede cuando la apreciación de los hechos
controvertidos requiere de conocimientos especiales de naturaleza científica, tecnológica, artística, u
otra análoga".
En ese sentido, el aporte de este medio de prueba va a resultar Útilísimo para producir convicción en el
resolutor de la Administración Tributaria para la resolución del caso concreto porque va a dar luces sobre un hecho
controvertido que requiere de conocimientos especializados. En algunos casos, la participación de un tercero como
es el caso del perito resulta importante. Por ejemplo, para admitir como gasto deducible para efectos del Impuesto
a la Renta las mermas de existencias, se requiere que el contribuyente acredite el mismo con un informe técnico
emitido por un profesional independiente, competente y colegiado o por el organismo técnico competente, debiendo
contener en dicho informe por lo menos la metodología empleada y las pruebas realizadas.
Otro supuesto, según la legislación peruana sobre imposición a la renta, está referida al cálculo de la
depreciación, la cual debe aplicarse según el porcentaje dispuesto por ley, sin embargo, se admite la posibilidad de
que se autoricen porcentajes de depreciación mayores a las establecidas a solicitud del interesado y siempre que
éste demuestre fehacientemente que en virtud de la naturaleza y características de la explotación o del uso dado al
bien, la vida útil real del mismo es distinta a la asignada por ley. En este caso, la solicitud para la autorización de
cambio de porcentaje máximo de depreciación anual debe estar sustentada mediante informe técnico que, a juicio
de la SUNAT, sea suficiente para estimar la vida útil de 1os bienes materia de la depreciación, así como la
capacidad productiva de los mismos, debiendo estar dicho informe técnico dictaminado por profesional competente
y colegiado o por el organismo técnico competente.
Si bien el deudor tributario está facultado para ofrecer la prueba pericial el costo que signifique la designación
de los peritos y la realización del peritaje será asumido por él, para tal efecto, en el momento de la proposición
deberá indicar los aspectos técnicos sobre los que deben pronunciarse.

c) La inspección: La inspección es aquel medio de prueba por el cual el órgano resolutor en forma
directa y mediante sus sentidos puede apreciar los hechos materia de controversia tributaria.
Esta inspección puede practicarse en los locales ocupados (domicilio principal y los denominados
establecimientos anexos: agencias, sucursales, depósitos, centros de producción, locales comerciales o de
servicios) bajo cualquier título, por los deudores tributarios así como en los medios de transporte; y pueden recaer
sobre bienes o documentos contables y/o tributarios o cualesquiera relacionados con la tributación que se
encuentren en ellas.

d) La manifestación: Las manifestaciones de carácter tributan son aquellas declaraciones obtenidas


por la Administración Tributaria, en un procedimiento de fiscalización o verificación de los deudores
tributarios o terceros, en el acto de intervención o previa citación para que concurran a las oficinas
fiscales para el esclarecimiento de hechos vinculados a obligaciones tributarias.

En ese sentido, el numeral 4) de artículo 62° del Código tributario establece que la Administración Tributaria
tiene facultades discrecionales para: «solicitar la comparecencia de los deudores tributarios o terceros para que
proporcionen la información que se estime necesaria, otorgando un plazo no menor de cinco (5) días hábiles, más
el término de la distancia de ser el caso». Agregando que «las manifestaciones obtenidas en virtud de la citada
facultad deberán ser valoradas por los órganos competentes en los procedimientos tributarios".

Asimismo, en cuanto a la citación que debe ponerse en conocimiento del deudor tributario o del tercero se
precisa que el mismo: "deberá contener como datos mínimos, el objeto y asunto de ésta, la identificación del
deudor tributario o tercero, la fecha y hora en que deberá concurrir a las oficinas de la Administración Tributaria, la
dirección de esta última y el fundamento y/o disposición legal respectivos".

Sin embargo, cabe indicar que es posible que en el acto mismo de la inspección el personal de la
Administración Tributaria en uso de las facultades conferidas por ley proceda a tomar declaraciones al deudor
tributario, a su representante o a los terceros que se encuentren en los locales o medios de transporte
inspeccionados, las mismas que serán valoradas por los órganos resolutores competentes.

No está demás advertir que cuando se solicite la comparecencia del deudor tributario que se hace extensivo
al tercero éste tiene derecho a contar con el asesoramiento particular que consideren necesario, así como a que se
le haga entrega de la copia del acta respectiva luego de finalizado el acto y a su sola solicitud verbal o escrita, tal
como lo prescribe el artículo 92" inciso m) del Código Tributario.

También podría gustarte